...Si cada uno, en particular, cuidara de transformarse para mejor, esforzándose para que la suya sea la contribución del grano de trigo en la gleba generosa, la violencia se batirá en retirada y se convertirá en una figura de museo a la que las futuras generaciones contemplarán, a fin de entender cómo era la etapa pasada de evolución en la que se demoraron los seres superintelectuales y pobremente moralizados.
LAS LÁGRIMAS
Existen personas que afirman tener una gran dificultad para llorar. Algunas, con cierta envidia, comentan sobre la facilidad de otras en demostrar sentimientos a través de las lágrimas.
Hay quien dice que las lágrimas son propias de la feminidad, que demuestran debilidad, fragilidad.
Leímos, recientemente la historia de un padre que no conseguía llorar y fue sorprendido por la pregunta de su hijo de 5 años:
-¿Padre, porque nunca lo vi llorar?
¿Qué podría el responder? Tal vez fuesen sus años de rabia, tristeza y hasta alegrías engullidas, lo que le impidiese expresarse con lágrimas, o tal vez porque fue educado con los conceptos de que el hombre no debe llorar.
La verdad es que aquel padre sufría de problemas de expresión, con los cuales luchaba hacia tiempo y solamente respondió:
-Hijo, las lagrimas hacen bien a los niños y niñas. Soy feliz en que usted pueda llorar siempre que esté triste. Los padres, algunas veces, tienen dificultad para mostrar como sienten. Tal vez yo pueda mejorar algún día.
En los días que se siguieron, el padre oró intensamente a Dios rogando por alguna cosa que lo hiciese sentirse mejor.
Se aproximaba la Navidad con todo su encanto y magia. El director de la escuela pregunto si Patrick, el chaval de 5 años, podría cantar una estrofa de una canción de Navidad, en un culto en la iglesia.
Naturalmente, los padres se llenaron de entusiasmo. El hijo tenía dones para la música. Estudiaba piano desde los 4 años de edad. Le gustaba cantar.
A medida que los días iban siendo marcados en el calendario, dando ciencia de la proximidad del evento, los padres y el hijo comenzaron a quedar asustados.
El niño comenzó a temer no conseguir y el padre, principalmente el padre compareció a la ceremonia religiosa en la víspera de la Navidad, con expectativas limitadas.
Se coloco en el lugar del hijo e imaginó que jamás el enfrentaría un micrófono y una iglesia con cientos de personas.
El chaval, vestido de blanco, se aproximo al micrófono y comenzó a entonar las notas una a una. Eran versos lindos que llenaban el espacio y los corazones.
El padre contemplo al niño y se sintió invadir por una onda de ternura. Lo que su hijo cantaba tenia sabor de eternidad, una belleza sin par.
Le parecía que un ángel se corporificara allí, ante la congregación, para brindar a todos con un presente especial de Navidad.
Entonces, gruesas lágrimas surgieron en los ojos de aquel padre. La canción terminó y el busco al hijo, aun en los corredores.
Se arrodilló para estar a su tamaño y penetro con su mirada en la mirada azul del hijo.
- Patrick, ¿te acuerdas cuando me preguntó por qué nunca me había visto llorar?
El niño afirmo con la cabeza.
-Bien, estoy llorando ahora. Su canto fue tan lindo que me hizo llorar.
El chaval sonrió feliz, y se arrojo en los brazos del padre, diciéndole al oído mientras la abrazaba fuertemente:
-Algunas veces, la vida es tan bonita que la gente tiene que llorar.
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Por el temperamento nos retraemos en muchas circunstancias, cuando deberíamos exteriorizar los sentimientos que nos invaden.
Todos detentamos la capacidad de los mejores sentimientos de amor. Expresarlos, permitir que otros compartan nuestras emociones, de alegría o de dolor que nos invaden el interior, es también un ejercicio de humildad y fraternidad.
Cuando nos sintamos tocados en las fibras más delicadas de nuestro ser, por la música, un gesto de cariño, una conquista de nuestros pequeños, permitamos la visita de las lágrimas dulces, expresión de amor que alimenta a otros amores, sin vergüenza, porque nadie evoluciona sin el cultivo de los sentimientos edificantes.
Redacción del Momento Espirita
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Gradaciones del amor
El amor es el más sublime de los sentimientos. Muchas veces las personas lo confunden con la utilización exclusiva del sexo.
Hacer el amor es una expresión muy utilizada para referirse a una relación sexual, donde no siempre existe el eje de ese sentimiento.
Amor es la preocupación activa por la vida y el crecimiento del otro o de aquello que amamos.
Quien dice amar a las plantas se esmera en cuidarlas: regar, podar, curarlas de las plagas eventuales.
Quien afirma amar a los animales los cuida en sus necesidades, los alimenta, abriga, ofreciéndoles cariño y caricias.
Quien ama no agrede, ni ofende. Matar por amor es una excusa de quien perdió el equilibrio, hizo una locura. El amor solamente construye. Y desea la felicidad de quien ama.
En las gradaciones del amor encontramos el amor fraternal, el conyugal, el maternal, el amor al arte, a la ciencia, al deporte...
Recordamos que, cierta vez, vimos a un niño de aproximadamente ocho años, no muy robusto, cargando en la espalda a otro niño de cinco años más o menos.
Observamos que él caminaba con dificultad, inclinado al peso del otro.
Verificando que el niño que iba en las espaldas no presentaba deficiencia física que lo impidiera de caminar, nos acercamos a los dos y les hablamos: Niño, ¿por qué llevas tanto peso a las espaldas? Esto no es bueno, ¿sabías?
El niño se detuvo. Nos miró con admiración, arregló mejor su carga y nos dijo: Pero, ¡es mi hermano! Y se fue, llevando su preciosa carga.
¡Es mi hermano! Para él no era una carga, ni un peso. Había amor en lo que hacía.
Amar es ser capaz de renunciar y donarse.
La Humanidad registra la abnegación de hombres y mujeres notables, cuyas vidas iluminadas por el amor se volvieron ejemplos edificantes, inolvidables.
Bezerra de Menezes, conocido como el Médico de los Pobres, se olvidaba de si mismo para atender a las necesidades de los que se acercaban a la puerta de su corazón.
Tenemos noticias del Mundo Espiritual que él fue invitado por la propia Madre de Jesús a desarrollar actividades en regiones elevadas, celestiales.
Humilde, rogó a la mensajera de María que le transmitió la invitación: Si puedo pedir algo a la excelsa Madre de Jesús me gustaría quedarme en las proximidades de la Tierra, atendiendo a mis hermanos.
Mientras haya una lágrima qué enjugar, una aflicción a calmar, desearía permanecer con los hombres.
¡Eso es amor!
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Entre los animales, las aves observan la castidad conyugal, cuidan a sus hijos tal como en un hogar humano noble.
La pareja, por débil que sea, se muestra valerosa hasta el sacrificio de la muerte, cuando se trata de defender la prole.
Los animales feroces como el tigre, el lobo, el gato salvaje tienen por sus crías el afecto más tierno.
Son expresiones tímidas del amor conyugal y del amor maternal que se manifiestan en las especies inferiores, para desarrollarse en el ser humano más adelante...
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El amor de Dios sostiene el Universo.
Ama tú también, no importa la situación en que te encuentres.
Distribuye amor por el camino, sembrando estrellas de esperanzas.
Mañana, ellas brillarán para ti.
Redacción del Momento Espírita con base en el capítulo 2 del libro A evolução anímica, de Gabriel Delanne, ed. Feb, Brasil.
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Helio Rocha da Silveiria Pinto
Instituido en 1184 por el Concilio de Verona, como órgano permanente de investigación y combate a las herejías, el Tribunal del Santo Oficio, cuyas atribuciones eran, inicialmente, ejercidas por los obispos especialmente delegados, penetró en diversos países de Europa, pero sólo adquirió fuerza en la península ibérica y en Italia, Francia y Alemania.
En 1233, a través de un decreto del papa Gregorio IX, la Santa Inquisición adquirió funcionamiento propio, con un régimen interno en que estaban sistematizadas las leyes y las jurisprudencias de la persecución a los CULPADOS DE JUDAÍSMO, PROTESTANTISMO, HECHICERÍA, ESPECULACIÓN, BLASFEMIA, ETC.
Los procesos estaban constituidos a partir de denuncias y confesiones, hechas, muchas veces para evitar incurrir en otro crimen considerado peor: el de ser “colaborador de herejes”, esto es, de encubrir las herejías.
El crédito de testimonios, casi siempre hechos incluso a través de cartas anónimas, dependía del arbitrio de los inquisidores.
Nada obligaba al tribunal a informar al reo el crimen de que estaba acusado, y nada de lo que pasaba en la sala de juicios podía ser revelado.
Los “reconciliados” que renegaban y eran ABSUELTOS, ERAN PUNIDOS CON TRABAJOS FORZADOS O DESTIERRO, Y CON LA CONFISCACIÓN DE SUS BIENES, a favor de la iglesia, evidentemente.
Los culpables, además de la confiscación y, normalmente, de arrasar su casa, eran ejecutados en el garrote o la hoguera. Las ceremonias de expiación acostumbraban a ser públicas (autos de fe) y los reos tenían que colgarse el “sambenito”, una bata y una mitra amarillas, con una cruz negra o con el diseño de llamas invertidas.
La tortura era el medio normalmente empleado para obtener confesiones, siendo su empleo oficialmente sancionado, en 1252, por el papa Inocencio IV.
Según el cronista Andrés Bernáldez, tan solo en Sevilla, donde la inquisición inició sus actividades el 27/09/1480, setecientos “insistentes” y “reincidentes” fueron quemados entre 1481 y 1488. y, en el año de su instalación en Ciudad Real (1483), el Santo Oficio ejecutó a 52 personas.
El mayor inquisidor español, célebre por su intolerancia y ferocidad, fue Tomas de Torquemada (1420 a1498), cuyos excesos tuvieron que ser contenidos por el papa Alejandro VI, y cuyo nombre fue símbolo del fanatismo.
España fue el país donde la inquisición tuvo más larga vida, prmaneciendo en actividad hasta la invasión francesa en el siglo XIX. Abolida por José Bonaparte en 1808, fue reimplantada por Fernando VII (1814), extinguida en la revolución constitucionalista de 1820, revivida en la contra-revolución de 1826 y sólo fue abolida definitivamente por la reina María Cristina, en 1834.
Se calcula que, en sus 356 años, la inquisición española quemó 31.912 herejes y “reconcilió” 291.450 infelices que expolió apropiándose de todos sus bienes.
Esto, es siempre bueno repetirlo, por que ellos fueron ABSUELTOS.
En Portugal, el primer auto de fe se realizó en Lisboa, el 20/09/1540, pero su funcionamiento fue más accidentado, habiendo el Vaticano hecho diversas intervenciones para cohibir excesos.
Las atribuciones del Santo Oficio restringidas por don Juan IV, aconsejado por el padre Vieira (1650), que abolió la confiscación de los bienes, y por el marqués de Pombal, que prohibió el auto de fe público y restringió las ejecuciones a casos muy especiales, aparte de someter el juicio a las reglas del proceso común (1774).
El número de sentenciados, apurado oficialmente, fue de 23.068, hasta el año 1732; de éstos, 1452 fueron condenados a muerte.
Aún hoy, existe, en la Torre del Tombo, 36.000 procesos judiciales. Veamos algún aspecto cualitativo una vez que solo tenemos atentado en el cuantitativo: Fernão de Oliveira, primer gramático portugués, condenado a prisión temporal, Diogo de Teive, humanista e insigne maestro, dos años, por comer carne los viernes; Damián de Gois, el mayor cronista luso de 70 años, prisión perpetua, por admirar a Lutero y ser un poco “suelto de lengua”; Antonio Homem, profesor de Coimbra, prisión perpetua y después garroteado y quemado, por ser judío y sodomita.
Tomado del libro “Ya estaba escrito”
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