EDUCACIÓN PARA UN MUNDO MEJOR
Carlos Campety
Médium, periodista, orador, imparte charlas y seminarios sobre temas diversos a la luz del Espiritismo y de formación de trabajadores para centros espíritas. Dirigente del centro de Estudios Espíritas Sin Fronteras y coordinador del ESDE del Campo Experimental de la FEB en Brasilia.
Al trabajar el contenido de lo que sería conocido como “la codificación espírita”, los Espíritus superiores anunciaron a Allan Kardec, el Codificador del Espiritismo, que la Tierra se encaminaba hacia una nueva era: la de la regeneración. En aquel entonces, y hasta hace poco tiempo, el Planeta pasaba por un período de transición desde la condición de expiación y pruebas hacia la nueva etapa.
Ahora, la gran transición está en plena ejecución: nuestro Globo inicia los primeros pasos en la anunciada regeneración, en donde los cambios no son tan acentuados, por lo menos en sus comienzos, porque, así como la Naturaleza no da saltos en sus procesos evolutivos, los Espíritus, encarnados y desencarnados, ligados al Orbe, no evolucionan de un momento a otro. Así que, en el comienzo de la nueva era, siguen en situación de pruebas y con necesidades de espiar sus equívocos del pasado, o sea, de reparar, en nuevas oportunidades reencarnatorias, el mal que han producido en vidas anteriores. Pero, ahora, progresivamente, el mal perderá preponderancia y el bien ganará terreno en los corazones de los habitantes de ese hospital-escuela que es la Tierra.
En esos momentos, más que nunca, la educación gana una importancia capital para aquellos que empiezan a comprender y a comprometerse con esa idea de transformación de la sociedad. Estas personas, aunque entiendan el importante papel de las escuelas, en todos sus niveles, como instrumentos de preparación de los individuos para una desarrollar una vida social equilibrada y productiva, comprenden que la educación no puede quedar restringida a ese aspecto y se preguntan ¿dónde el niño y el joven en formación, como hijos de Dios, reciben ese algo más que les puede hacer ciudadanos útiles y conscientes de su papel fraternal en relación a su semejante?
Por eso, al tratar del tema de la educación, bajo el punto de vista del Espiritismo, no puede referirse únicamente a la educación volcada hacia los aspectos de la vida en el campo físico. La propuesta presentada por el Espiritismo trasciende la realidad que nosotros llamamos objetiva en el campo material. La propuesta es efectivamente de la educación del ser creado simple e ignorante por Dios nuestro Padre y que, a medida en que avanza en su evolución, va adquiriendo el libre albedrío, y con él la responsabilidad de sus acciones e inacciones cuando la Ley Divina le invita a actuar.
Dentro del contexto de la educación espírita, el individuo necesariamente llega a un momento en que le es imprescindible hacer la transición de un período de inconsecuencias, en que piensa que sus acciones, muchas veces automáticas, no generarán consecuencias, para asumir el control del proceso evolutivo de sí mismo.
Para auxiliar en ese momento de transformación, el Espiritismo vino a explicar la situación de la Tierra, de la mayor parte de sus habitantes. Vino a anunciar que esa condición de asumir progresivamente el control del propio proceso evolutivo es una conquista de cada uno en la medida de sus esfuerzos, de su interés, de su dedicación. Aclara, además que, en ese proceso, la educación moral no surge simplemente como una opción, sino como una condición imprescindible e inaplazable con la cual cada uno necesita comprometerse.
Allan Kardec ha dejado las directrices para esa educación en El libro de los espíritus. Él, como pedagogo, no ignoraba la importancia de las escuelas al ofrecer la instrucción para uso en la vida práctica. Pero, él ha reconocido que la educación que la Humanidad necesita no es solamente la instrucción. Ésta forma parte del proceso educativo. La instrucción es necesaria, pero no es suficiente. La escuela instruye, ¿pero quién educa?
Sobre eso, dicen los Espíritus superiores, pregunta 385 de El libro de los espíritus: «los padres son los responsables, pues ellos son los educadores naturales de sus hijos, siendo esa responsabilidad intransferible».
Allan Kardec completa este pensamiento al informar que la educación a que él se refiere, con los Espíritus superiores, no es aquella educación que se encuentra en los libros, no es solamente la cuestión didáctica. Se trata de la educación moral, que es el arte de formar los caracteres, proceso que debe ocurrir dentro del hogar. O, de otro modo, la vida va a formar, más tarde, al individuo a través del proceso del dolor y del sufrimiento. A los padres, madres, abuelos, responsables, corresponde ese gran desafío.
La educación para un mundo mejor empieza por nuestra propia transformación moral que va a influenciar, principalmente por el ejemplo del cambio de comportamiento y del esfuerzo por realizar todo cada vez mejor, que va a influenciar, decimos, a la nueva generación y nos dejará como herencia un mundo mejor que recibiremos, en el futuro, como nietos o bisnietos de nosotros mismos por el proceso de la reencarnación.
Esa es una condición imprescindible para que, como hijos de Dios, los seres humanos vengan a cumplir su papel dentro de la sociedad en ese mundo que puede ser cada vez mejor, brindando a sus habitantes condiciones de seguridad y paz que ya empiezan a ser opciones deseadas por una significativa parte de los Espíritus, encarnados y desencarnados.
De esa forma, en esos momentos en que la Tierra alcanza la era de la regeneración, sus habitantes son llamados a asumir el control de su proceso evolutivo, a planificar cómo quieren evolucionar, qué es lo que espera cada uno de sí mismo y qué es lo que puede ofrecer como contribución a la felicidad de los demás. Llegó el momento de la conciencia sobre la importancia de la educación moral del ser para la efectiva construcción de un mundo mejor.
1- Para más información sobre ese asunto, léase El Evangelio según el Espiritismo, de Allan Kardec, Cap. III.
*************************************
EL FANATISMO
Si en todos los aspectos de la vida adoptar una actitud fanática es de lo más lamentable que podemos apreciar en las personas, dentro del campo de la mediumnidad es asimismo de los mayores errores en que se puede incurrir.
El fanatismo, como es bien sabido por todos, impide a la persona que pueda utilizar su facultad de análisis y de raciocinio para poder comprender los problemas y situaciones, así como las ideas y los nuevos conceptos que la sociedad a medida que va evolucionando incorpora a su forma de ser y de pensar.
El fanático defiende a capa y espada, con desmesurado apasionamiento, sus propias creencias, cree que él está en lo cierto y de ese modo se limita no dejando lugar a otras posibilidades y alternativas. Las ideas, que son la fuerza que mueve al mundo, son muy difíciles de entrar en una mentalidad de fanatismo que habiendo alcanzado un mínimo de conocimiento se encierra en sí misma, y lo peor de todo es que a veces llega a criticar y atacar otras formas de entender la vida en sus múltiples aspectos.
Esta actitud en el terreno de la mediumnidad es sumamente negativa, porque para llevar a la práctica una facultad mediumnica esperando conseguir resultados positivos, hay que tener una actitud analítica, de estudio y procurar estar al día en cuanto a los progresos y las necesidades que la sociedad conforme va avanzando requiere de todas las personas. La mediumnidad, al igual que todas las cosas está en constante evolución y sólo aquellos que posean una mentalidad analítica, estudiosa y aperturista podrán avanzar, al mismo tiempo que se mantendrán alejados de la posibilidad de quedarse anclados en el tiempo o poniendo en práctica facultades sin control de las mismas y fuera de todo orden ético y moral.
El fanatismo entorpece mucho a los médiums poco estudiosos y a los que no razonan lo que reciben del plano espiritual, porque al no analizar y estudiar ¿cómo van a tener la seguridad de que el trabajo que realizan está bien o mal?
Pero en la mediumnidad el problema es mucho más grande ya que no sólo afecta a los médiums, sino que arrastra consigo a muchísimas personas que, por falta de información, por dejarse guiar fanáticamente creen todo lo que pueda venir por un médium, un curandero, un vidente, etc., habiéndose detectado y denunciado muchísimos fraudes, engaños, abusos deshonestos, etc. y todo ello aprovechándose de la buena voluntad de las gentes y de su desconocimiento.
Son muchos los grupos que acuden a los trabajos mediúmnicos sólo para que los protectores les solucionen sus problemas, que les digan lo que tienen que hacer, otros por la curiosidad de escuchar lo que van a decir los espíritus, otros para comunicar con sus familiares fallecidos, en definitiva, se tiene a los espíritus protectores como apuntadores, y eso es un error, porque esa no es su misión, y de ese error se aprovechan muy bien los espíritus de los planos inferiores que se cuidan a la perfección de satisfacer todas las curiosidades que podamos tener para mantenernos alejados del estudio personal y de la responsabilidad de realizar el trabajo que verdaderamente hemos venido a cumplir.
A muchas personas les basta que los espíritus digan una cosa para creerla ciegamente, ¿es eso lo que quieren los espíritus superiores de nosotros? Si es esa la forma de proceder de nuestros guías debemos darnos cuenta de que estamos siendo engañados por espíritus burlones, por espíritus dictadores y de baja condición espiritual, porque los espíritus buenos nunca imponen nada, exponen y con gran delicadeza nos ayudan a comprender y nos llevan a razonar las cosas, para que lo veamos con claridad y, libremente, por propia convicción, lo llevemos a cabo.
La ignorancia es pues para mí quizás la mayor aliada del fanatismo. "Conoceréis la Verdad, y la Verdad os hará libres", dijo el Maestro de maestros, vemos pues que el fanatismo lejos de hacernos libres nos estanca, nos limita y nos pone en manos de un bajo astral que cada día alcanza mayor fuerza y dominio sobre la humanidad, hemos pues de salir de ese estado y abrir nuestra mente hacia la razón por el camino del estudio y de la unión con todos aquellos que avanzan según las necesidades que nuestro ser interno cada día nos exige.
El fanatismo ha sido también la causa de que muchas personas rehuyan el tema de la mediumnidad, porque se han visto tantas barbaridades, se han cometido tantos hechos ridículos, tantos abusos en todos los sentidos, se ha ofrecido una imagen de tanta ignorancia, que aquellos que tienen un buen sentido común y se dejan aconsejar por la lógica y la moral, no han tenido otra opción que repudiar la mediumnidad, porque evidentemente su razón y su corazón les apartan de tales manifestaciones.
Asimismo es también la causa de enfrentamientos, de división y desunión entre grupos y personas, porque el fanático no puede entenderse con los demás, pues mientras unos van adelantando e incorporando a sus vidas nuevas ideas y descartando otras que estaban menos acertadas, el fanático se queda estancado y no puede seguir el ritmo de los demás, entonces aún se encierra más en sí mismo y es ahí donde corre el mayor peligro, pues mientras puede estar formando parte de un grupo, aunque le cueste, puede ir adaptándose poco a poco, pero si se queda sólo corre el riesgo casi seguro de caer en las manos de ese bajo astral que todavía le sumirá en mayor confusión.
F. H. H
*************************
SUPERANDO EL TOXICO •
Francisco Cándido Xavier
Este es un mensaje recibido en una ligera reunión de oraciones, formada con
cuatro amigos procedentes de una ciudad distante. Tres de ellos acompañaban a
un joven que consumía tóxicos. Con el completábamos un grupo de cinco
personas. El joven de veintidós años de edad pidió para que orásemos juntos,
buscando la fuerza de que se sentía necesitado para olvidar los euforizantes.
Después de la oración, el amigo espiritual que fuera su padre en la Tierra
compareció en nuestro ambiente y escribió al hijo la carta que va anexa. El
rapaz reconoció la presencia paterna, lloró conmovido y llevo el mansaje en original.
Algunos meses después volvió el con dos de los amigos que lo trajeron para una
relación personal. Se mostró plenamente rehecho, con ganas de vivir. Y, al declararse
reconducido a los estudios que había abandonado, me entregó una copia de la
carta paterna por nosotros psicografiado.
Los amigos que lo seguían me sugirieron enviar esa página a sus manos, para la
divulgación con nuestros estudios conjuntos.
El chaval también acepto la idea, solicitando apenas que el nombre del padre sea
colocado en iniciales, por motivo de respeto filial.
CARTA DEL PADRE· J. R.
Hijo mío.
Comprendemos, si
El valor de la lucha, sin considerarte la mentalidad en reformulación.
¡Cuántas veces tu madre y yo te entregamos a las manos mercenarias y casi siempre irresponsables,
cuando despuntabas de la cuna, a la vista de imperativos de relacionamiento social¡ En otras
ocasiones, procedíamos así para disfrutar solos las horas de vacaciones que nos surgiesen, a titulo de
descanso y distracción. Y, cuando regresábamos a casa, nunca te pregunte por lo que viste u oíste, con
el fin de establecer contigo un dialogo adecuado para pacificar tu espíritu inquieto frente a la vida.
Te enviamos a la escuela, sin embargo, para decir verdad, no expresábamos interés permanente por tu
currículo de lecciones. Y cuando nos presentabas ciertos asuntos tomados involuntariamente al
margen de la enseñanza, frecuentemente nos encogíamos de hombros, juzgándote demasiado infantil,
apartándonos bajo el pretexto de servicio urgente.
Te dejábamos a las impresiones ajenas, no siempre más constructivas, de manera a no encasillarnos en el
ocio doméstico.
Quisiste asociarnos a tus compañías y lecturas, camino y afectos, más, por regla general rechazábamos
la invitación, con la disculpa de hacer dinero o movilizar providencias para sustentarte, como si fueses
un peso en nuestra economía en vez de bendecida luz de nuestro amor. nos distanciamos de ti y
te dejamos a solas, impensadamente, es verdad.
Nos hallábamos como anestesiados por la obsesión de ganar para la excesiva comodidad, incapaces de
ofrecerte cobertura en los dominios del corazón. La muerte, entretanto, apareció cuando ni habíamos
comenzado a pensar convenientemente en la vida, al transferirnos de plano, y hoy te vemos en
peligro, espiritualmente desprotegido, cansado, desilusionado, enredado en desequilibrio y enfermo.
Solamente ahora reconocemos cuanto te amamos, únicamente ahora notamos que no tendremos futuro
sin ti. y porque nada conseguimos realizar de bueno sin amor, ante la necesidad de nuestra reintegración
en los intereses y aspiraciones unos de los otros, nos acercamos con humildad al camino en el que
sigues hoy, tan lejos de nosotros, para decirte simplemente:
- ¡Considera nuestro error y perdónanos, hijo mío!...
-
MUNDOS PARALELOS·
J. Herculano Pires (Hermano Saulo)
Las criaturas que se aturden con la situación actual del mundo
generalmente no saben que ella repercute de una forma
profunda en el mundo espiritual, en ese universo paralelo que nos
rodea y con el cual estamos en perenne comunicación.
En nuestras reuniones mediúmnicas, hemos recibido la visita de
hippies del más allá, algunos aun presos a su desorientación
terrena, otros ya rehechos que se portan como hippies en el buen
sentido, convirtiendo al bien sus hábitos y sus expresiones. La
juventud desviada es producto de la desorientación de los padres,
de la maldad de los adultos, del egoísmo que corroe el
corazón de las viejas generaciones. Por eso, la rebeldía de esa
juventud es un desafío para nuestra comprensión y nuestra falta de amor.
En el episodio que hoy divulgamos tenemos la retratación de un padre que vuelve al medio
terrenal, a través de la mediúmnidad de Chico Xavier, para pedir perdón al hijo que no supo
comprender en la vida. el resultado, como vimos, fue satisfactorio, pues el corazón del hijo, sediento de
amor, encontró en el mensaje paternal el bálsamo que le faltaba. Gracias a eso consiguió vencer su
desespero y reintegrarse en la vida, en los estudios que había abandonado. Si los padres de hoy
pudiesen comprender el sentido y objetivo de la vida terrena que el mensaje espirita esclarece, esta
fase de transición de nuestro mundo sería menos trágica.
La civilización del bienestar, del gozo, de las ganancias sin limites, apagó el espíritu y lanzo a la
criatura humana a las tinieblas. “nos hallamos como anestesiados por la obsesión de las ganancias para
el excesivo confort – escribe el padre en las garras del remordimiento -, incapaces de ofrecerte camino
en los dominios del corazón – “ Es esa la situación de la mayoría de las criaturas en la fase final de una
civilización que se devora a si misma. Más Dios no se olvidó de los hombres y los lleva, por el despertar
mediúmnico, a la civilización del espíritu, reencendiendo en la carne las luces espirituales que apartaran
las tinieblas.
Somos “bichos”, según la expresión hippie, prefiriendo la vida animal a la espiritual. Buscamos “paz y
amor”, más la paz del confort ilusorio y el amor carnal. Más los espíritus resucitan al mensaje del Evangelio
y prueban, como Cristo probó en su tiempo, con los dramas de la obsesión y de la posesión, que nuestro
destino es espiritual y no material, que nuestro rumbo es la transcendencia y no la acomodación a las
condiciones animales del cuerpo.
Artículo publicado originalmente en la columna dominical “Chico Xavier pide licencia” del jornal Diario
de S. Paulo, en la década de 1970
******************************
A veces pasamos por situaciones que nos pensamos muy capaces de
sobrellevar, pero a la hora de la verdad, nos desesperamos. Si una persona
nos encarga que le hagamos un favor, y luego está preguntando
demasiado, la persona pensará, bueno, no confía en mi para este encargo...
Realmente, nuestra vida debería ser una entera confianza en nuestro Padre.
Que siempre, pudiéramos estar en paz, a pesar de las circunstancias, pero no podemos... esa
es la realidad... y me preguntaba... Confiamos realmente en él? Confiar no significa abandonar
la lucha y sentarnos a esperar que los acontecimientos se lleven a cabo, sin mover un dedo,
sino que llevados por el amor que nos tiene nuestro Padre confiaremos en El. San Agustín
decía: "trabaja como si todo dependiera de ti, pero ora como si todo dependiera de Dios".
Y si obramos, y pedimos con rectitud, de que nos desesperamos? Pero, lo hacemos... nos
desesperamos.
En los momentos difíciles es cuando necesitamos trabajar más por nosotros, por la situación
En los momentos difíciles es cuando necesitamos trabajar más por nosotros, por la situación
que tengamos o por nuestros hermanos, no es el momento de salir corriendo, ni de
lamentarnos solamente, eso, nos sirve como desahogo, de momento, pero si, ponernos en
pie de lucha, y mirarnos al espejo diciéndonos yo puedo porque tengo un Padre que me
apoya, tengo unos seres a mi alrededor que me ayudan, que me levantan cuando caigo,
que me aconsejan cuando me desvío y que me inspiran cuando lo necesito.
Confiar en Dios debe ser poner nuestro corazón en sus manos para que sea él quien lo sane, quien lo comprenda y quien lo entienda, cuando en muchos momentos pensemos que nadie en
Confiar en Dios debe ser poner nuestro corazón en sus manos para que sea él quien lo sane, quien lo comprenda y quien lo entienda, cuando en muchos momentos pensemos que nadie en
este mundo nos comprende, nos entiende o nos alivia. Y los seres de luz nos escuchan y
ayudan.
Nuestro Padre no abandonará a nadie, ni siquiera aquel que materialmente esté abandonado,
Nuestro Padre no abandonará a nadie, ni siquiera aquel que materialmente esté abandonado,
siempre habrá una ayuda, crea la persona o no, la ayuda, le llega, por medio de tantos
seres de luz. Si solicitamos esa ayuda, nos será más reconfortante y rápida, pues se ve nuestro
interés en salir de esa situación que nos agobia. Aunque nosotros nos olvidemos y alejemos
de él, El no se aleja de nosotros, pues sabe que eventualmente como el hijo pródigo
volveremos al hogar y nos va a recibir con el mismo amor que si nunca nos hubiéramos ido.
Nadie ha dicho que la vida en este planeta sea fácil, pero sabemos que tenemos las armas
Nadie ha dicho que la vida en este planeta sea fácil, pero sabemos que tenemos las armas
para luchar, para ser capaces de vivir una vida asentada en las bases de la confianza en
nuestro Padre, quien nos ve, pues a Él no se le escapa NADA, ve nuesetros esfuerzos, ve
nuestros meritos, nuestro sufrimiento, nuestro sentir ... Cómo pensar que nos dejaría a la
deriva viendo como luchamos si nos ama!... La ayuda siempre está ahi, nos queda estirar la
mano y tomarla, que podamos hacerlo...
Claribel
Claribel
*************************
No hay comentarios:
Publicar un comentario