Historia de la Reencarnación

    INQUIETUDES  ESPÍRITAS

1.- Reencarnación: La elección de los padres

2.- Advenimiento del Mundo de Regeneración

3.- El concepto del Aborto, ¿ Alguna vez  cambiará?

4.- Historia de la Reencarnación

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REENCARNACIÓN: 

LA ELECCIÓN DE LOS PADRES

  La paternidad y maternidad, son siempre consecuencias de vínculos pasados. El triángulo constituido por padre, madre e hijo, siempre resulta una continuidad necesaria para todos los envueltos en la nueva constelación familiar, donde también hermanos y parientes próximos, son normalmente ligaciones de encarnaciones anteriores. Nuestras deudas se hacen muchas veces, dentro del núcleo familiar y volvemos para corregir las distorsiones antiguas, en el mismo medio.

   Nuestros hijos son Espíritus con los que ya mantuvimos antes importantes vínculos- Con relación a la naturaleza de esos vínculos, podemos clasificarlos en vínculos de afecto y de desafecto. Muchas veces, las dificultades vividas por dos personas, generó entre ellas un odio mutuo, u otra ligación fuertemente estrechada por energías deletéreas de sentimientos inferiores. Son vínculos creados por desafectos del pasado.

   Una vez establecido el intercambio recíproco de las vibraciones divergentes, se crea un hilo magnético que prenderá mutuamente a los dos individuos. No solo el amor, sino también el odio une a las personas. Una unión en el sentido de dependencia energética que en algunos casos llega a consecuencias extremas.

   Espíritus ligados unos a otros, requieren una situación de terapéutica, que muchas veces solo encuentran solución adecuada por la anestesia del pasado, apagándose temporalmente los recuerdos perturbadores, a través de nueva reencarnación.

   Pero, la reencarnación se vuelve realmente eficaz, en su función educadora, manteniendo a los dos envueltos próximos, creándose condiciones para que haya un vínculo de amor entre ambos. A los renacientes bajo el mismo techo, en el templo del hogar, por el instituto divino de la reencarnación, anestesiados por la sabia ley del olvido del pasado, ellos aprenderán a perdonar y a amarse.

   Aquel bebé, que ahora el padre o la madre abrazan y acarician emocionados, muchas veces es una víctima suya del pasado, que ahora recibirá la atención y cuidados que le eran justamente debidos. Padre y madre, pueden enternecerse ante la figura dulce y suave del bebé. La ley de la Reencarnación propició condiciones para que en ese instante, víctima y verdugos se abracen, lloren de emoción y pasen a desarrollar una nueva experiencia: la experiencia del amor.

    En determinadas encarnaciones, padre y madre fueron las víctimas, y el Espíritu que ahora desciende al nacimiento, el verdugo del pasado. Otras veces el desentendimiento mayor se hace entre dos del triángulo familiar, y el tercero se constituía en el elemento de aproximación entre ambos. Las circunstancias son totalmente peculiares en cada caso, pero solo por el instituto de la reencarnación y el velo del olvido del pasado, podemos comprender la máxima cristiana de amar a los enemigos.

   Mientras tanto, muchas encarnaciones se hacen nuevamente, como continuidad de vínculos afectivos del pasado. Podemos subdividir las situaciones de ligaciones afectivas anteriores en dos grupos: los afectos armónicos y los desarmónicos.

   Analicemos inicialmente las relaciones de afecto armónico. Espíritus afines, presentando intereses comunes, semejanza de vibración energética, auras que se sintonizan suave y fácilmente. Antiguos parientes, viejos conocidos, de esta o de otras encarnaciones, que retornan a la convivencia a fin de recibir el amparo necesario para ser reconducidos a la tarea mayor de su evolución. Los hogares también reciben, por tanto, espíritus afines que ampliarán los lazos de la amistad, fortaleciendo las uniones anteriores.

   La tercera situación mencionada, es aquella en que la elección de los padres, es efectuada buscando corregir un disturbio en el área afectiva:  un afecto desarmónico. Vinculaciones anteriores, en este caso, fueron establecidas, no por el odio,  sino por un afecto egoísta creado.  Situaciones donde dos personas mantuvieron uniones, hiriendo a una tercera en su equilibrio emotivo.  Fueron ligaciones extraconyugales de larga duración y aparente estabilidad.

   Dos personas que sin embargo hayan asumido compromisos con terceros, pasan a convivir sexualmente durante una existencia, en detrimento del equilibrio afectivo de sus compañeros programados. Se crea entre la pareja una interdependencia energética, donde ambos recíprocamente se alimentan de las energías sexuales del nuevo compañero, estableciendo un vínculo que carece de una restructuración a nivel de valores espirituales más de acuerdo con la Ley Universal.

   El plano espiritual, programa a través de las Entidades encargadas en este sector, una reencarnación donde se deberá mudar el patrón energético afectivo establecido entre los dos personajes  en cuestión. La solución más frecuente utilizada, es la manutención de la unión entre ambos, pero no una unión conyugal. Reencarnan como padre e hija, o madre e hijo.

   La sabiduría de la Ley universal, encuentra en la reencarnación el medio del olvido para la manutención del vínculo afectivo, en moldes no hirientes a los protagonistas.

   En esta nueva existencia, la pareja pasará a ejercitar el amor desvinculado de lo sexual, más cimentados por las bendiciones del hogar.

   En determinadas situaciones, la intensidad de la ligación es tan expresiva, que los hilos del pasado todavía ejercen fuerte interferencia en la nueva vida, llegando a suplantar el instinto maternal y filial.  Surge entonces el Complejo de Edipo, donde el hijo nutre por la madre la pasión del pasado,  toda vía no anestesiada suficientemente por una reencarnación. El equivalente en el sexo femenino, el Complejo de Electra, cuando la hija todavía guarda fuertes reminiscencias de la vida anterior, tiene la misma explicación.  Desvíos estos que serán todos sanados, sino en esta vida, en otra próxima, por el trabajo de los equipos de planificación y elección de los padres del Espíritu que renace.

- Ricardo di Bernardi- ( de su obra Reencarnación: Sublime intercambio)

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Advenimiento del Mundo de 

Regeneración

1 –¿Cómo podríamos definir la diferencia entre Mundo de Pruebas y Expiaciones, estadio actual de la Tierra, y Mundo de Regeneración, el próximo estadio?

Mal comparando, diríamos que en los Mundos de Pruebas y Expiaciones el egoísmo predominante, resquicio de la animalidad primitiva, es el elemento generador de todos los males. En el Mundo de Regeneración, conciencias despiertas para ese problema estarán empeñadas en superarlo.

2 ¿Entonces en el Mundo de Regeneración aun prevalece el mal?

Prevalece la conciencia de que es preciso vencerlo con el empeño del Bien. Equivale a decir que el mal en esos planetas no tiene recepción en los corazones y tiende a desaparecer.

3 –Se habla que la promoción de nuestro planeta para Mundo de Regeneración ocurrirá este milenio, probablemente los próximos siglos. ¿No estamos delante de un optimismo ingenuo, considerando los graves problemas humanos, incluyendo crímenes, guerras, adicciones, violencia urbana, terrorismo, la evidencia de que la maldad aún impera?

Hay mucha gente envuelta con el mal, por ignorancia. Estos serán renovados en el desdoblamiento de sus experiencias, particularmente con el maestro del dolor, en las  reencarnaciones regeneradoras. El problema está en aquellos que constituyen una minoría ruidosa, con el mal entrañado en sus corazones. Esos serán expurgados, cuando llegue la hora.

4 ¿Terroristas y criminales ?

Sí, todos aquellos que se complacen con la violencia, la adicción, el crimen, sin la mínima sensibilidad en relación a los males que causan, a los sufrimientos que imponen a sus hermanos.

5 ¿Para dónde irán los Espíritus disgregados?

Probablemente para Mundos Primitivos, en posición inferior a la Tierra, conforme la escala presentada por Kardec, en El Evangelio según el Espiritismo.

6 ¿Eso no contraría el principio doctrinario de que el Espíritu puede estacionarse, pero jamás retrogradar?

Un hombre civilizado condenado a vivir entre aborígenes no sufre ninguna pérdida en relación a su inteligencia, cultura y conocimientos, que, inclusive le serán útiles en la nueva situación, pese a las limitaciones a que estará sujeto. Lo mismo ocurre con el Espíritu disgregado en un planeta inferior.

7 ¿No irá un Espíritu intelectualmente evolucionado, pero moralmente atrasado, a causar problemas a los habitantes de ese mundo?

No tanto como los beneficios que esa convivencia le enseñará. Los disgregados estarán más o menos en el mismo estadio moral, pero superiores en el estado intelectual, favoreciendo el progreso de sus huéspedes, en cuyo seno reencarnarán

8 ¿Y quedarán para siempre por allí?

Según Emmanuel, somos todos tutelados de Cristo, el gobernador espiritual de nuestro planeta, componiendo una inmensa familia, de cerca de veinticinco billones de Espíritus.

Natural, por lo tanto, que después de superar su rebeldía y de rescatar sus débitos, ajustándose a la leyes divinas, vuelvan los disgregados a la convivencia humana, lo que podrá demandar milenios, pero forzosamente ocurrirá. Como enseña Jesús, de las ovejas confiadas por Dios a sus cuidados, ninguna se perderá.

 Richard Simonetti

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   EL CONCEPTO DEL ABORTO

                                               

                            ¿ Alguna vez cambiará ?

El tiempo transcurre implacable entre tantas tragedias humanas que nos rodean en la actualidad, pero siguen vigentes tantas costumbres bárbaras y primitivas, totalmente anacrónicas en esta época en la que nos encontramos.

La vida es un espejismo, que cuando somos jóvenes, nos hace considerarla muy larga y prometedora, con tantas incertidumbres e ilusiones por llegar. Parece toda una gran aventura la que nos aguarda, no pensamos que llegará un final, pero el tiempo transcurre rápidamente y nos hacemos mayores, dejando atrás aquellos sueños e ilusiones, unos realizados y otros no; nos sorprendemos ante el espejo y casi sin darnos cuenta, hacemos cuentas del tiempo que nos puede quedar aún en este mundo. 

Comprobamos que la vida como el tiempo, son relativos, pueden parecer muy cortos o muy largos. Los años pasan, ¡ y que poco notamos la mejora moral de la sociedad humana a la que pertenecemos !. Aún se sigue matando, robando, violentando y abusando de los más débiles; todavía las guerras persisten en algunas zonas del globo; el resto de personas que tenemos la suerte de vivir en otros países nos sentimos impotentes para impedirlo, aunque  amenazados por tanta inseguridad, y las crisis morales nos ahogan en forma de otras crisis de carácter social y económico.

Esos que se fueron antes que nosotros, sabemos que alguna vez regresarán  a este mundo, o tal vez algunos habrán regresado ya, precisamente para terminar la mejora que les quedó incompleta y continuar su proceso evolutivo;  quizás algún día conviviremos de nuevo con ellos o, al menos en muchos casos volveremos a relacionarnos con ellos, aunque en esa nueva oportunidad lo hagamos bajo  otras nuevas y diferentes personalidades, como nuevos personajes en esta gran escena del teatro de la vida.

Imaginemos por un momento, que por esa dinámica de la vida, un ser muy amado por nosotros, se fue de nuestro lado hace tiempo, por causa de la muerte de su cuerpo. Y que ese Ser ahora precisamente se encuentra ya inmerso en ese proceso necesario para su marcha evolutiva que es la Reencarnación para regresar a este mundo. ¿ Lo mataríamos si supiésemos que es él ?;             ¿ Cometeríamos tal crimen, o quizás participaríamos en él a ciegas, sin saber a quien estamos matando en realidad?. La de matar es una palabra fuerte, pero no se le puede llamar de otro modo a quitar la vida a un ser vivo, o bien referido a la destrucción física de un ser humano que ya existe, o al menos existe el cuerpo vivo de un ser humano que culminaría su entrada en este mundo, con el nacimiento.

El crimen es impedir al espíritu del no nacido que reencarne, al ser la reencarnación una necesidad ineludible para su evolución, además de que lo que se mata, al interrumpir su proceso de gestación, es un ser vivo y lo es de la especie humana. También lo es cuando se está violando uno de los Mandamientos de la Ley de Dios contenidas en el "Decálogo" de Moisés, que taxativamente, prohíbe matar. Además hay que recordar que ese feto o niño no nacido, siente y percibe lo que le rodea a través de los sentidos de la madre que lo cobija, pues se ha comprobado muchas veces que estas criaturas reaccionan visiblemente ante estímulos exteriores. Tanto es así, que se ha llegado a describir en alguna ocasión, la terrible escena del no nacido, en el momento de llevar a cabo su aborto, como se removía en el vientre de su madre, como tratando de escapar hacia  las zonas más altas.
Parece ser que a pesar del tiempo transcurrido desde que se intenta concienciar a las gentes de las consecuencias de este acto que es un crímen execrable, actualmente todo sigue igual ( o peor ) que estaba cuando se comenzaron a divulgar los primeros artículos que alertaban a nuestras conciencias del trágico genocidio que se está cometiendo contra la vida humana, en nombre de la libertad sexual de la mujer. Curiosamente muchos hablan de la libertad de la mujer para elegir ser madre, pero yo creo que esa libertad nadie se la quita, pues cuando tuvo relaciones sexuales pudo decidir poner medios anticonceptivos o no ponerlos. Sin embargo el aborto no es un método anticonceptivo, por lo que una gestación moralmente no se puede interrumpir mediante un asesinato contra un ser no nacido, pero ya existente, porque de lo que no se habla ni se defiende, es del derecho a la vida que tiene ese ser humano no nacido, cuya existencia es tan evidente como la del que ya nació,
Este crimen masivo que supone  un terrible genocidio,  se viene cometiendo desde tiempos inmemorables, creando unas consecuencias kármicas negativas, a veces manifestadas durante muchas existencias corporales, que cuando se aprecian en forma de enfermedades, desgracias, accidentes, etc, si no se conoce la ley de la Reencarnación y la de Consecuencias, no se llega a comprender sus por qué, y se llega a dudar  si existe un Dios Justo que permite tantas desgracias; todo se achaca a la casualidad o a la mala suerte.  Estas tragedias causadas por nuestros errores cometidos en esta vida, actualmente no solo no han disminuido, sino que incluso han aumentado, porque somos los humanos y no Dios, los que con nuestras conductas negativas y equivocadas, las hemos provocado.

El llamado "amor libre" promocionado por ciertos partidos políticos y dirigentes sin ninguna formación ni orientación moral, siguen haciendo creer a tantas personas de toda edad y condición, en la promiscuidad, el libertinaje y la irresponsabilidad, generando que tantísimas mujeres se encuentren o se puedan encontrar con embarazos no deseados por falta de una correcta formación ética y sexual, así como el ignorar el verdadero sentido de cual es la función del sexo, no solo por el aspecto fisiológico y funcional de la relación sexual, sino por el aspecto ético-moral que su uso y práctica conlleva al no tener en cuenta su función principal, más allá de un fútil divertimento y desahogo del instinto animal, de modo que las personas implicadas se van endeudando con estos errores frente a las leyes de la Vida que su ignorancia no justifica. Sobre todo, cuando hay amor, está muy bien que haya relaciones sexuales, pero en todo caso si no se piensa en una maternidad o paternidad, se pueden y se deben emplear los anticonceptivos, y un aborto no es un anticonceptivo sino algo mucho más serio y grave.
El que se encuentra con un problema semejante, tiene que decidir el camino a tomar; un camino responsable aceptando esa vida que Dios le confía a su cuidado, de modo que puede cambiar su vida o si no puede amargarla para siempre, porque a Dios que está en la conciencia de cada uno, no se le puede ocultar nada. 
Sin duda que las jóvenes madres abortantes tienen su parte de responsabilidad pues aunque mal informadas o incluso inducidas muchas veces por otras personas, la decisión final ha sido de ellas, pero creo que una gran parcela de esa responsabilidad, está sobre todo en las ideas materialistas y de quienes las sustentan y promocionan desde sus idearios políticos y hasta científicos, pues según los agnósticos, ateos y demás descreyentes en la trascendencia de la Vida, para ellos la vida es solamente un mero accidente o casualidad, cuando un óvulo y un espermatozoide  se encontraron y fundieron "por casualidad", por lo que es lógico pensar  que en principio, el embrión o el feto, no es un ser humano, sino una excrecencia o un tumor molesto que crece deprisa en el interior de la madre, amenazando venir un día a este mundo, como nuevo ser humano, y entonces ya es tarde para atentar contra él, porque las leyes penalizan el crimen del ser humano a partir de su nacimiento. Por tanto, a la vista de que según los ateos y materialistas, solo somos un trozo de carne viva, que tiene sexo, es lógico creer que este solamente es para disfrutarlo al máximo, aun a costa de lo que sea, puesto que- según ellos, más allá de la materia no hay nada.

    El caso es que seguramente los abortistas no se plantean en serio, que ellos también han tenido un cuerpo en formación fetal, pero su madre no los abortó y les permitió estar ahora en este mundo; ¿ En base a qué, creen que ellos pueden destruir el cuerpo en formación de otros que vienen a este mundo, así como vinieron ellos?.
  Los materialistas y abortistas, ven a Dios como un ideal utópico que en realidad , según muchos de ellos no existe, pero también hay muchos "simples e ignorantes" que mencionan a Dios y hasta dicen creer en Él.

Por tanto el único sentido de la vida, que para ellos, como accidente que creen que es, en una y solo una única existencia,  así – dicen egoístamente- lo mejor que podemos hacer es divertirnos y gozar de todo a manos llenas, sin importarnos el dolor o los problemas ajenos, y gozar de todo lo que la vida pueda darnos: sexo, comida, bebida, etc, sin límite . Y así, casi de un plumazo, promocionan y justifican su egoísmo y el abuso de los placeres materiales como la única meta a lograr en la vida, porque según dicen o creen:  "después... ya no hay nada." 

¿ Cuándo,  algún día, alguien con las ideas claras, se decidirá ( si es que le permiten hacerlo  alguna vez), a  defender públicamente y aclarar lo que en realidad es la vida y como se la debe tratar y afrontar, con arreglo a las vivencias bajo un criterio moral y ética adecuado?; ¿ Cuando se dejará de confundir las religiones con la ética?.

Vamos a dejar claro aquí que el sexo no es un juguete. El sexo es un órgano con el que el individuo humano no solo se relaciona física y emocionalmente, sino que es el medio para facilitar que un ser espiritual ( desencarnado), vuelva a tomar vida humana. No hay que confundir, sin embargo, los órganos sexuales con la sexualidad, pues esta última es un impulso del instinto genesico  que todos naturalmente  tenemos, y que se manifiesta desde la mente a través del cuerpo en general y se refleja en  los órganos sexuales en particular, pero  en sí misma la sexualidad es algo inmaterial, una energía psíquica ( libido), un producto de nuestras mentes, y sobre la mente, cada uno puede gobernarse o ser gobernado por ella, con las nefastas consecuencias de tanto crimen relacionado con el sexo, como son los actos de violencia de género, los estupros, las violaciones, y el peor de todos: el Aborto.

¿Y por qué decimos que el aborto es el peor de los crímenes al que nos puede llevar el dejarnos ser gobernados por la sexualidad?. En todos los crímenes que hemos citado en relación con la sexualidad, intervienen dos personas principalmente: el agresor o el violador, y la víctima, pero en el aborto, son tres los protagonistas principales: La madre que lo pide o autoriza, ( y a veces también el padre), el médico abortista que ejerce de insensible verdugo, y la víctima, que es una criatura humana, indefensa, inocente aunque  no nacida, pero sin embargo ya existente, que tiene una individualidad en sí misma, y está llamada a albergar un Espíritu en este mundo, durante un número de años, antes de volver a regresar de nuevo al plano espiritual, de donde vino.

Un embrión es un feto en las primeras fases de su desarrollo, y un feto no es un trozo de carne amorfo y sin sentido, no es un tumor ni un quiste, es un ser con vida propia y siendo un ser, lo es de la especie humana, al igual que lo es la madre cuyo vientre lo alberga. El feto no es una cosa indefinida que se elimina quirúrgicamente y se soluciona así un problema de salud en la mujer que lo padece. El feto es el cuerpo de un niño en formación que todavía no ha completado su desarrollo, pero que ya vive independientemente de su madre, con un corazón que ya late con autonomía.  Y no es menos ser  humano si tiene tres semanas, tres meses, o tres años. Por otro lado, si está en proceso de formación para venir a este mundo, quiere decir esto que lo que viene no es el cuerpo solamente, porque si tal cosa fuese posible, sería solamente un trozo de carne y huesos, pero no sería un ser humano. Lo que viene a nacer es un Espíritu que unido a ese cuerpo formará un ser humano completo y como todos nosotros  necesita ese cuerpo para vivir una vida en el plano material  y poder  seguir evolucionando.

Si un niño es un ser humano y no se puede atentar contra su vida porque está protegida por la ley, ¿  Por qué las leyes abortistas permiten que cuando ese cuerpo humano, que no ha nacido aún, y tiene un grado de desarrollo menor de tres meses, -pero es el mismo ser que seguirá siendo más tarde-, pueda ser destruido impunemente, y lo que es peor, por decisión de su propia madre que  lo lleva dentro?. Y esa misma ley de plazos, determina que si tiene más tiempo de las doce semanas de gestación, ya no se le puede matar, a no ser que haya supuestos, de los que el Ser no nacido no tiene ninguna culpa, tal como la violación de la madre, el estupro, la deformación congénita, o lo que es peor : Si el psiquiatra diagnostica que el embarazo y el nacimiento del niño afecta a la psiquis de la madre, lo cual es una puerta abierta de par en par, para autorizar que libremente bajo este supuesto, se sigan cometiendo estos crímenes abyectos contra seres indefensos e inocentes.

El sexo en los seres humanos, no es solo pasión animal, no es solo divertimiento dejando sueltos los instintos más primarios; es, por encima de todo eso, nada menos que el instrumento creador y transmisor de vida, que Dios en su infinita Sabiduría, dispuso para que la raza humana, así como las especies animales, se perpetuaran sobre la Tierra. Por tanto debemos tener en cuenta la enorme responsabilidad que conlleva el uso del mismo cuando nos dejamos cegar por la pasión.

Hemos llegado al punto de ver como se comercializa este acto execrable, así como se hace de cualquier otro producto. Hasta incluso hay agencias de viaje que en acuerdo con clínicas abortistas de países extranjeros en donde se hace de esto una mercadería más, se organizan viajes para abortar fuera de nuestras fronteras, cuando se encuentran en nuestro país con inconvenientes legales para poderlo hacer más libremente aún.

Los políticos no atajan este grave problema social y humano, porque no tienen mucho interés en ello y no lo tienen claro; defienden el aborto o lo condenan y dificultan, solo buscando los votos de las personas cuyo interés gira en un sentido o en otro.

Algunos médicos sin escrúpulos ni conciencia se aprovechan para hacer su agosto en clínicas particulares, ejerciendo de matarifes, al contrario de lo que les obligaría su Juramento Hipocrático, y los mismos gobernantes lo quieren implantar
gratuitamente en los hospitales de la Seguridad Social para que sean los propios asegurados quienes paguen estos crímenes, sin tener en cuenta que una gran parte de afiliados contribuyentes así como de personal sanitario, tienen otros conceptos morales y otros criterios antiabortistas, pero las corrientes materialistas suelen ser totalitarias y  atacan con saña a quienes defienden la vida por encima de todo. ¿ A donde hemos llegado?..¿ Cual será nuestra postura ?

- José Luis Martín-

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   HISTORIA DE LA REENCARNACIÓN

Desde la más remota antigüedad, los pueblos han creído en la inmortalidad del alma. 

A. India: 
Probablemente la India es la cuna de la humanidad, y es notable que en los Vedas y en el Bhagavad Gita “Canto del Bienaventurado” en los diálogos y lecciones del maestro espiritual Krishna a su discípulo, el Príncipe Arjuna, se encuentra pasajes como este: 
“El alma no nace ni muere nunca; no nació en otro tiempo ni debe renacer sin nacimiento, sin fin, eterna, no muere cuando se mata el cuerpo” 

Se afirma en la doctrina védica la eternidad del alma y su evolución progresiva por las reencarnaciones múltiples, que tienen por objeto la destrucción de todo deseo y de toda idea de recompensa personal. 

Dependiendo de las acciones buenas o malas, el alma se reencarna en una existencia superior, intermedia o inferior (Metempsicosis). Esto incluye desde estados de existencia celestiales a infernales, siendo la vida humana un estado intermedio. Este incesante proceso recibe el nombre de Samsara o “Rueda de los Renacimientos”. 

Cada alma viaja por esta rueda, que abarca desde los semidioses (devas) hasta los insectos. 

El sentido de la trayectoria de un alma dentro de este universo lo marca el contenido o sentido de sus actos. Según el hinduismo popular moderno, el estado en el que renace el alma está determinado por sus buenas o malas acciones (karma) realizadas en anteriores encarnaciones. 

Metempsicosis: 
Admite la transmigración del alma a cuerpos de animales, lo que sería una degradación; esta transmigración sólo se produciría en la Tierra. 

B. Persia y Caldea: 
Tanto en el pueblo caldeo como en el persa existieron unos personajes muy importantes, que ellos consideraban como maestros y que recibían el nombre de Magos por su gran experiencia y sabiduría sobre el mundo oculto. Entre los conocimientos que transmitían a sus seguidores se encontraba la creencia en la “Ley de los Renacimientos”, considerada como una verdad fundamental en la que sostenían que el alma era un ser espiritual bastante complejo y que pasaba por toda una serie de experiencias terrestres así como en otros mundos, hasta alcanzar tal grado de pureza que quedaba relegada la necesidad de nuevas encarnaciones. 

C. Egipto: 
Herodoto menciona la creencia de los egipcios en la reencarnación: Los egipcios han expuesto la doctrina de la inmortalidad del alma y el hecho de que, a la muerte del cuerpo material, ésta se encarna en un nuevo cuerpo que está por nacer; cuando el alma ha logrado recorrer el ciclo de los animales del mar, de la tierra y del aire, logra entrar al fin en un cuerpo humano, nacido o preparado para ella… 

El símbolo de la reencarnación propiamente dicha es el escarabajo, Kheper, cuyo nombre significa devenir, hacerse, formar o construir de nuevo. 

El “Libro de los Muertos” es una colección de textos, oraciones, himnos, y diversas fórmulas mágicas. Escritos en rollos de papiro con ilustraciones o viñetas. Representan las creencias de los egipcios con respecto a la muerte y la vida de ultratumba. Visión que era compartida por el pensamiento religioso entre las clases más altas de Egipto. 

Este Libro nos da una idea de la religión de los egipcios y sus creencias funerarias, no es un conjunto de dogmas o revelaciones, si no que es una guía para el viaje del difunto en el Más Allá. Una guía para el Ka. 

D. Grecia: 
Pitágoras fue el primero en introducir en Grecia la doctrina de los renacimientos del alma. Tenía dos doctrinas: una reservada a los iniciados (esotérica) que frecuentaban la “Escuela”; la otra, destinada al pueblo (exotérica), dando inicio al error de la metempsicosis. 

Para los iniciados, la ascensión era gradual y progresiva, sin retroceso a las formas inferiores, mientras que al pueblo poco culto, se le enseñaba que las almas malvadas debían renacer en el cuerpo de los animales. 

Platón adopta la idea pitagórica de la palingenesia (cada ser vivo cumple un ciclo de existencia, comprendido desde el nacimiento, pasando por su existencia, luego su muerte, hasta la reencarnación) que se basa sobre dos razones principales: 

• 1. Si en la Naturaleza la muerte sucede a la vida, es lógico admitir que la vida sucede a la muerte, dado que, no pudiendo nacer nada de nada, la muerte acabaría por absorberlo todo. 
• 2. Aprender es recordar. Y dice: “Nuestra alma recuerda haber vivido antes de descender al cuerpo.” 

Platón afirma que el alma, despojada de sus imperfecciones, llega a ser casi pura y no vuelve más a la Tierra. Pero antes de alcanzar este grado, las almas vuelven durante mil años a los lugares infernales, y cuando han de volver a la Tierra, beben las aguas del Leteo, que les arrebata el recuerdo de sus pasado.

- Reinaldo I. Formoso -

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