martes, 1 de marzo de 2022

Educación para la muerte ( 1 )

    INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.- Estado natural y Ley Natural

2-Cultos, rituales, sacrificios  y dinero

3- Transmisión del pensamiento entre Espíritus

4- Educación para la muerte ( 1 )


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ESTADO NATURAL Y LEY NATURAL

  





Estado Natural:

Es el estado inicial del ser humano; su estado primitivo.

En La Tierra, es el momento inmediato, al arribo de nuestro espíritu por primera vez, al cuerpo de un primate.

A pesar de que fuimos todos creados sencillos e ignorantes, en ese momento no éramos todos iguales ya que nuestra parte espiritual, llamémosla como queramos; alma, espíritu, etc., había tenido una existencia dentro de los Reinos Vegetal y Animal, con una evolución particular

Es el punto inicial de su desarrollo intelectual y moral.

Es un estado transitorio, incompatible con la civilización.

Tiene al comienzo solo necesidades esenciales y vitales, a medida que va aumentando su evolución, van aumentando sus necesidades.

Para este momento, Dios le ha dotado de libre albedrío, individualidad, inteligencia, razonamiento, conciencia, espíritu de progreso e incipiente propensión a la vida social.

Todas estas características van trabajando unidas, con la finalidad de satisfacer  las necesidades, obligando al ser humano a evolucionar.

Esta evolución lleva primero al progreso intelectual y este al progreso moral

 

 Ley Natural

Rige la armonía entre el universo material y moral

Contribuye al progreso de la humanidad

La Ley natural está grabada en nuestra conciencia, pero no todos están en capacidad de reconocerla. Necesita de varias existencias para ello.

Este es uno de los caminos a los cuales nos lleva la evolución.

1) Ley de adoración:

Creencia innata en la existencia de un ser superior, origen inteligente de todas las cosas.

Seguridad de que todo está regido por un orden natural, donde no existe la desorganización y ni el caos.

En realidad no han existido pueblos ateos, todos reconocen la existencia de un ser supremo. Los casos individuales se dan en personas generalmente orgullosas o vanidosas.

2) Ley del trabajo:

Es resultado de nuestra condición de seres con necesidades y goces, los cuales nos vemos impelidos a complacer.

Esto nos lleva a luchar, para conseguir esas satisfacciones, lo cual nos hace evolucionar.

Esta es una de las palancas que nos dirige hacia el progreso.

3) Ley de reproducción:

Mediante esta ley, se asegura la supervivencia del mundo corporal y transmisión mediante  enseñanza directa, o por herencia de algunos aspectos de nuestra evolución, alcanzada hasta ahora.

Nos crea la idea de grupo social. 

4) Ley de conservación:

La poseen todos los seres vivientes. Viene dado por la necesidad de vivir.

A veces es racional, a veces mecánica.

Ayuda a preservar la existencia, a fin de cumplir con las misiones que nos han sido encomendadas.

Cuando esta ley está razonada en nuestra, conciencia nos lleva a aplicarla a nuestros  semejantes. 

5) Ley de la destrucción:

Debe ser entendida más bien, como transformación o regeneración de la parte material de los seres vivientes, para lo cual es necesaria su desaparición, a veces en provecho de otros.

Esta ley mantiene a las dos leyes anteriores en concordancia, en cuanto a su volumen, manteniéndolas acorde con la capacidad de existencia, que el medio le da a los seres vivientes 

6) Ley de sociedad:

Es la ley, por la cual Dios induce al hombre a vivir en sociedad, para lo cual le da atributos como la palabra, necesidades y deseos comunes

Debe progresar en comunidad, pues su evolución en soledad, sería totalmente nula.

7) Ley del progreso:

Esta ley, es una especie de motor que nos lleva todo el tiempo, en búsqueda de la superación y avance. Lo cual implica luchar constantemente, en mejora de nuestra evolución.

Cuando fuimos creados simples e ignorantes, esta ley nos hizo buscar constantemente el progreso, a partir de entonces comienza nuestra evolución.

Es tan fuerte, que su poca presencia nos provoca, desesperanza, negligencia y astío 

8) Ley de igualdad:

 Dios nos creó a todos iguales; sencillos e ignorantes, sometidos a las mismas leyes Naturales. Ha sido la evolución individual, la que ha creado ciertas diferencias.

Siendo conscientes de estas desigualdades, debemos aceptar que son posteriores a nuestra creación.

Por lo anterior, podría ser considerada una ley de origen, con variaciones en el transcurso de nuestro desarrollo 

9) Ley de libertad:

Está representada por:

 Libertad de pensamiento, la cual es absoluta y sólo conocida por Dios, solo él puede juzgarla, pero no la reprime.

 Libertad de conciencia, la cual es la verdadera manifestación de la libertad del pensamiento. También es respetada por Dios, pero muchas  veces reprimida  por los humanos.

 Libre albedrío: Teniendo libertad de pensamiento y de conciencia, tiene también libre decisión. Esta libertad está afectada por el nivel de evolución que se posee. 

10) Ley de Justicia, Amor y Caridad:

Es un sentimiento que Dios ha colocado en el ser humano, el cual consiste en el respeto al derecho de cada uno.

Se va desarrollando con el progreso moral.

Esta ley tiene mucho que ver con la Ley de Sociedad, para lo cual se hace necesario el  Amor y  la Caridad.

Esta ley va muy relacionada con la libertad de pensamiento, libertad de conciencia y libre albedrío.

 Lo anteriormente expuesto, nos permite asegurar:                         

A)   Todos fuimos creados por un ser superior

B)   En igualdad de condiciones

C)   Con necesidades, las cuales debemos satisfacer

D)   Con deseos irrefrenables de superación

E)   Buscando nuestra evolución en sociedad

F)   Respetando el derecho de los demás seres

G) Administrando nuestros pensamientos, como el producto nuestra libertad total. 

Oswaldo E. Porras Dorta


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CULTOS,RITUALES, SACRIFICIOS Y

DINERO


¿¿¿...- Cuanto dinero se gasta por ganar una mejor situación económica ,"Amarres Amorosos", Separación, Celos, Envidias. Rituales Religiosos por creencias impuestas, violando el Libre Albedrío...???
*(ESTAS SON LAS COSAS POR LO QUE EL ESPIRITISMO VERDADERO HA SIDO CONFUNDIDO POR LOS ALGUNAS PERSONAS,)

♦Un verdadero Espirita no hace rituales, ni honra a dioses paganos, porque hay un solo Dios , nuestro creador.
El espirita no hace sacrificios, , ni rituales, ni adivinación , ni brujerías..ni tiene dogmas. ni lideres religiosos.
Porque el Espiritismo es Vida, es Amor, es la continuidad de la vida, el propósito por el cual estamos destinados estar en este plano. y el trabajar por el bien y mejoramiento propio y del prójimo.
El Espiritismo, no habla con los Muertos, habla con Espíritus vivos.
El espiritismo puro, repudia a quienes por su facultad mediumnica hacen cobros y se jactan de ser mejores. Se envanecen presentados como sabios, y eso no es cierto, porque esa facultad Dios nos la dio para ayudar y mejorar como seres en este mundo y expiar faltas, haciendo el Bien común.
♦EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS
VI.- Sacrificios
669– El uso de los sacrificios humanos data de la más remota antigüedad. ¿Cómo pudo el hombre ser inducido a creer que semejantes cosas pudiesen ser agradables a Dios?
– Primero, porque no comprendía a Dios como origen de toda bondad. En los pueblos primitivos, la materia se sobrepone al Espíritu; se entregan a los instintos de la brutalidad y es por eso que generalmente son crueles, porque el sentido moral no está aún desarrollado entre ellos. Además, los hombres primitivos debían creer naturalmente que una criatura animada tenía mucho más valor a los ojos de Dios que un cuerpo material. Esto fue lo que les indujo a realizar sacrificios cruentos ( Respuesta dada por el Espíritu de M. Monot, pastor protestante de París, fallecido en abril de 1856. La precedente respuesta, número 664, es del Espíritu de San Luis.270
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♦LIBRO TERCERO. – CAPÍTULO II LEY DE ADORACIÓN
271 inmolar en un principio animales y más tarde hombres, puesto que, según sus falsas creencias, pensaban que el valor del sacrificio estaba en relación con la importancia de la víctima. En la vida material, tal como la practicáis generalmente, si ofrecéis un regalo a alguien, lo elegís siempre de tanto más valor cuanta más simpatía y consideración queréis demostrar a la persona.
Debía ocurrir lo mismo con los hombres ignorantes, en relación con Dios.
– ¿Así los sacrificios de animales precedieron a los sacrificios humanos?– No hay duda en cuanto a eso.
– Según esta explicación, ¿los sacrificios humanos no tienen su origen en un sentimiento de crueldad?
No, sino en una idea falsa de agradar a Dios. Contemplad a Abraham. Después, los hombres abusaron inmolando a sus enemigos , hasta a sus enemigos particulares. Por lo demás Dios nunca ha exigido sacrificios, ni de animales, ni de hombres; él no puede complacerse con la destrucción inútil de su propia criatura.
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♦670 – Los sacrificios humanos hechos con una intención piadosa, ¿fueron alguna vez, agradables a Dios?

No, jamás; pero Dios juzga la intención. Siendo ignorantes los hombres podían creer que hacían un acto loable inmolando a uno de sus semejantes. En este caso, Dios no se fijaba más que en el pensamiento y no en el hecho. Mejorándose los hombres, debían reconocer sus errores y reprobar esos sacrificios, que no debían entrar más en la mente de los Espíritus ilustrados; digo ilustrados, porque los Espíritus estaban entonces envueltos en un velo material. Pero, por medio del libre albedrío podían tener una percepción de su origen y de su fin, y muchos comprendían ya, por intuición, el mal que hacían, aunque no dejaran de hacerlo para satisfacer sus pasiones.
671 – ¿Qué debemos pensar de las guerras santas?
El sentimiento que induce a los pueblos fanáticos a exterminar lo más posible a los que no participan de sus creencias, para ser agradables a Dios ¿parece que tienen el mismo origen que el que en otros tiempos les excitaba al sacrificio de sus semejantes?

Están poseídos por los malos Espíritus y al hacer la guerra con sus semejantes se oponen a la voluntad de Dios, que dice que debe amarse al hermano como a sí mismo. Todas las religiones, o mejor, todos los pueblos, adoran a un mismo Dios, tenga un nombre u otro; ¿ cómo provocar una guerra de exterminio porque la religión de uno es diferente a la del otro, y no alcanzó aún el progreso de los pueblos civilizados?
Los pueblos son excusables de no creer en la palabra de aquel que estaba animado por el Espíritu de Dios y enviado por él, sobre todo cuando no vieron ni fueron testigos de sus actos; ¿ cómo queréis que crean esa palabra de paz, cuando se la lleváis espada en mano? Ellos deben ilustrarse y debemos procurar hacerles conocer la doctrina por medio de la persuasión y la dulzura, y no por la fuerza y por la sangre. La mayoría de las veces no creéis en las comunicaciones que tenemos con ciertos mortales; ¿por qué querríais que extraños creyesen en vuestra palabra cuando vuestros actos desmienten la doctrina que predicáis?
672 – La ofrenda que se hace a Dios de frutos de la tierra, ¿tiene más mérito a sus ojos que el sacrificio de animales?
Ya os he respondido diciendo que Dios juzgaba la intención y que el hecho tenía poca importancia para él. Evidentemente, sería más agradable a Dios ver ofrecer los frutos de la tierra que la sangre de las víctimas. Como ya lo dijimos y lo repetimos siempre, la oración que sale de lo íntimo del corazón es cien veces más agradable a Dios que todas las ofrendas que podríais hacerle. Repito que la intención lo es todo y el hecho nada.
673 – ¿No sería un medio de hacer esas ofrendas más agradables a Dios consagrándolas al alivio de los que carecen de lo necesario, y en este caso, el sacrificio de animales, hecho con un fin útil, no sería más meritorio, aunque hubiese sido abusivo cuando no servía para nada, o no aprovechaba sino a personas que no precisaban de nada? ¿No sería algo verdaderamente piadoso consagrar a los pobres las premisas de los bienes que Dios nos concedió en la Tierra?

Dios bendice siempre a los que hacen el bien; aliviar a los pobres y afligidos es el mejor medio de honrarlo. No quiero decir con esto que Dios desapruebe las ceremonias que hacéis para suplicarle; pero mucho dinero hay que podría emplearse con más utilidad de la que se emplea. Dios ama la sencillez en todas las cosas. El hombre que se apega a las cosas exteriores y no al corazón, es un espíritu de mezquinas aspiraciones; juzgad, pues, si Dios debe interesarse más en la forma que en el fondo.

♦Nota : Toda acción desagradable, o innecesarias, materiales, no son justificadas, ante DIOS , ya que vienen de espíritus imperfectos, que se introducen en nuestras vidas cuando solo pensamos en el provecho propio y en lo material.
El que trabaja en las tendencias del mal, y las malas acciones, cosecha frutos de maldad y por consecuente su vida llena de penalidades y sufrimientos próximos o futuros. (causa y efecto)

- Susana Gómez -

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TRANSMISIÓN DEL PENSAMIENTO ENTRE ESPÍRITUS

¿Estando los Espíritus diseminados por todo el espacio o en los diferentes mundos, cómo pueden oír las evocaciones que se les hacen de todos los puntos del Universo?
"Muy a menudo son avisados por los Espiritus familiares que os rodean y van a buscarles; pero en esto hay un fenómeno que es difícil de explicaros, porque vosotros no podéis aún comprender el modo de transmisión del pensamiento entre los Espíritus.-
Lo que puedo deciros es que el Espíritu que vosotros evocáis, por lejos que esté, recibe,
por decirlo así; el choque del pensamiento como una especie de conmoción eléctrica
que llama su atención a la parte de donde viene el pensamiento que se le dirige. Se puede decir que oye el pensamiento, así como vosotros oís la voz en la Tierra."

¿El fluido universal es el vehículo del pensamiento, así como el aire lo es del sonido?
"Sí, con la diferencia de que el sonido no puede hacerse oír sino en un radio muy
limitado, mientras que el pensamiento alcanza el Infinito. El Espíritu, en el espacio, es
como el viajero en medio de un vasto campo que, oyendo de repente pronunciar su
nombre, se vuelve del lado que le llaman."

6. Sabemos que las distancias son poca cosa para los Espíritus; sin embargo causa admiración el verles responder algunas veces tan pronto como si estuviesen esperando que se les llame..
"Es que, en efecto, están dispuestos algunas veces. Si la evocación es premeditada, el Espíritu está avisado anticipadamente y se encuentra allí a menudo antes de llamarle."

EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS
ALLAN KARDEC

 

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EDUCACIÓN PARA LA MUERTE

Todos sabemos que moriremos, que la muerte es inevitable, pero estamos tan apegados a la vida y nos hacemos una idea tan negativa y temerosa de la muerte que la rechazamos en nuestra consciencia y la transformamos en un mito, apartándola para el Final de los Tiempos. Mito asustador, ella permanece en la distancia, envuelta en nebulosas, de manera que solo la vemos como figura trágica de un cuento de terror.

Fascinados por el flujo incesante de la vida, sumergidos en el torbellino de nuestras preocupaciones del día a día, tenemos la sensación inconsciente y agradable de que ella siempre se distancia de nosotros. También cuando, conscientemente, pensamos en la muerte, lo hacemos con la ilusión de que ella no llegará tan pronto, puesto que tenemos aún muchas cosas por hacer y sentimos que la vida rebulle en torno de nosotros sin permitir la entrada de la muerte en nuestro medio. Esta es una forma ingenua de protegernos de nuestra muerte, según las exigencias del instinto de conservación. Así aliviamos el miedo de la muerte, confiados en el poder de la vida.

De nada valen estas pequeñas trampas. La muerte llega cuando menos la esperamos y generalmente nos lleva hacia la otra vida sin darnos tiempo para comprender lo que acontece. Las pesquisas psíquicas, a través de más de dos siglos, demuestran el curioso espectáculo de muchas criaturas muertas que no saben que murieron. Continúan vivas en la materia por cuenta de sus propias ilusiones y pasan a asombrar sin querer y sin saberlo a los lugares en que Vivian o frecuentaban. Es claro que permanecen desajustadas en el mundo espiritual.

Para evitar estos y otros inconvenientes, deberemos desenvolver en nosotros la consciencia de la muerte, sabiendo positivamente que ella existe y es inevitable, siendo inútil cualquier ilusión en este sentido, que solo podrá perjudicarnos. Tendremos que familiarizarnos con la muerte, considerándola con naturalidad, no transformándola en tragedia o en espectáculos inútiles de desesperación. En las sesiones espíritas se cuida mucho de estos casos, procurándose despertar a los muertos de sus confusiones producidas por el apego a la Tierra e integrándolos en la nueva forma de vida para la cual pasaron. Ellos no son tratados como almas del otro mundo, sino como compañeros de la vida terrenal que se liberaron del condicionamiento animal por retornar a su mundo de origen, que es el espiritual. La vida solo tiene sentido cuando sirve de preparación para vidas mejores. El destino no es vivir como fiera, sino vivir para trascender, en una escalada del Infinito en búsqueda de las constelaciones superiores. Los secretos de la muerte nos son ahora racionalmente accesibles para poder aprender a perder nuestra vida para reencontrar al Cristo.

El ser humano ha de procurar   educarse  no solo para la vida actual, sino también prepararse, a través del perfeccionamiento intelectual y moral, para las próximas existencias, que se alternan en el mundo espiritual y en el mundo material, dentro del largo proceso evolutivo a que están vinculados todos los seres del universo.

El hombre nace y le enseñan la educación para la vida. No obstante, la muerte es la certeza negada, omitiéndola siempre que fuera posible, pintándola con los colores del vacío misterioso. Por esto, no habrá vida plena ni muerte tranquila. Todo se resume en un vivir con sobresaltos que las mismas religiones alimentan.

Cuando estamos bien y somos jóvenes, pensamos que no tenemos ningún motivo para pensar en la muerte, ni para desearla.  Más todos sabemos que la muerte no es una opción, ni una posibilidad.  Es una realidad. En los tiempos actuales  nos preocupamos de educarnos  para vivir, olvidando que vivimos para morir.  La muerte es el fin inevitable de todos.  Sin embargo,  ella la mayoría de las veces  nos sorprende sin la menor preparación.

Allan Kardec fue quien primero se preocupo por la Psicología de la Muerte y de la Educación para la Muerte.  Por años consecutivos habló al respecto con los espíritus de los muertos. Y, considerando al sueño como hermano o primo de la muerte, investigó también a los espíritus de personas vivas durante el sueño. Esto porque, según verificara, los que duermen sale del cuerpo durante el sueño. Algunos salen y no vuelven: mueren. Llegó a la conclusión de que “Morir no es morir, sino solo mudarse”.

El mayor pavor de la muerte proviene de la idea de soledad y oscuridad. Mas los teólogos creyeron que esto era poco y oficializaron las leyendas remotas del Infierno, del Purgatorio y del Limbo, a las que no escapan ni siquiera los niños muertos sin bautizar. De tal manera se aumentaron los motivos del pavor a la muerte, que llegó a significar deshonra y vergüenza. Para los judíos, la muerte se tornó la propia impureza. Los túmulos y los cementerios fueran considerados impuros. Los cenotafios, túmulos vacíos construidos en honor a los profetas, muestran bien esta aversión a la muerte.

Aún en nuestros días el respeto a los muertos está envuelto en una forma velada de repulsión y deprecio. La muerte transforma al hombre en cadáver, lo tacha del número de los vivos, le quita todas las posibilidades de acción y, por lo tanto, de significación en el medio humano. “El muerto está muerto”, dicen los materialistas y el populacho ignaro. El Papa Pablo VI declaró, y la prensa mundial lo divulgó en todas partes, que “existe una vida después de la muerte, mas no sabemos como ella es”. Esto quiere decir que la misma Iglesia nada sabe de la muerte, a no ser que muramos. La idea cristiana de la muerte, sustentada y defendida por las diversas iglesias, es simplemente aterradora. Los pecadores al morir se ven enfrentados ante un Tribunal Divino que los condena a suplicios eternos. Los santos y los beatos no escapan a las condenas, no obstante la misericordia de Dios, que no sabemos cómo puede ser misericordioso con tanta impiedad. Los niños inocentes, que no han tenido tiempo de pecar, van hacia el Limbo misterioso y sombrío por la simple falta del bautismo.

Jesús enseñó y probó que la muerte se resuelve en la Pascua de la resurrección, que ninguno muere, que todos tenemos el cuerpo espiritual y viviremos más allá del túmulo como vivos más vivos que los encarnados. Pablo de Tarso proclamó que el cuerpo espiritual es el cuerpo de la resurrección (Cap. 12 de la primera Epístola a los Corintios), mas la permanente imagen del Cristo crucificado, de las procesiones absurdas del Señor Muerto- herejía clamorosa -, las ceremonias de la Vía-Sacra y las imágenes aterradoras del Infierno Cristiano – más impío y brutal que los Infiernos del Paganismo – marcados a fuego en la mente humana a través de dos milenios, aplastan y envilecen al alma supersticiosa de los hombres.

El clero cristiano, tanto católico como protestante, tanto del Occidente como del Oriente, perdió la capacidad de socorrer y consolar a los que se desesperan con la muerte de las personas amadas. Sus instrumentos de consuelo perdieran la eficacia antigua, que se apoyaba en el oscurantismo de las poblaciones permanentemente amenazadas por la Ira de Dios.

El Siglo XIX, como diría más tarde León Denis, tenía la misión de restablecer científicamente la concepción espiritual del hombre.

El hombre es un espíritu y no apenas un organismo biológico,  es la esencia y no la forma, y que la esencia determina la forma de su adaptación a la vida terrenal, el principio de la identificación del hombre por el cuerpo tornase insatisfactorio y hasta también absurdo.

La Educación para la Muerte no es ninguna forma de preparación religiosa para conquistar el Cielo. Es un proceso educacional que tiende a ajustar a los educandos para la realidad de la Vida, que no consiste apenas en el vivir, mas también en el existir y en el trascender. La vida y la muerte constituyen los límites de la existencia. Entre el primer grito del niño al nacer y el último suspiro del viejo al morir, tendremos la consciencia del ser y de su destino. Las plantas y los animales viven simplemente, se dejan llevar en la corriente de la vivencia, entregados a las fuerzas naturales del tropismo y de los instintos. Son seres en desenvolvimiento, dirigidos por el PRINCIPIO vital. Mas la criatura humana es un ser definido, que se refleja en el mundo en su consciencia y se ajusta a él, no para permanecer en él, mas para conquistarlo, sacar de él el jugo de las experiencias posibles y transcenderlo, o sea, pasar más allá de él. Gracias a esto existen las civilizaciones, el desenvolvimiento histórico de la sociedad y el cúmulo de conocimientos en el proceso de las sucesiones de los períodos históricos. El hombre que vive sin tomar conocimiento de este proceso no ha vivido, pasó apenas por la vida, como dice el poeta: “Pasó por la vida y no vivió”. Una criatura así no ha entrado aún en la especie humana, no se ha integrado en ella. La integración se hace por la educación, y por esto la Educación para la Vida será la primera en serle dada. En esta educación el ser se amolda al mundo, comenzando por la educación familiar, en el hogar, y pasando después por la educación social en la escuela y por la educación profesional o experiencial, en la cual se hace ciudadano del mundo, apto para escoger su oficio o su que hacer y dedicarse a él. También por esto Simone de Boudoir observó, con razón, que la Humanidad no es una especie, más SI  un devenir. Es, podemos decir, el flujo de la consciencia en la búsqueda de su propia realización.

La Educación para la Muerte será, por lo tanto, la preparación del hombre durante su existencia, para la liberación de su condicionamiento humano. Liberándose de este condicionamiento, el hombre se reintegra a su naturaleza espiritual, tornándose espíritu, en la plenitud de su esencia divina.

La propia función de la muerte, en todos los reinos de la Naturaleza, y no apenas en lo hominal, es desenvolver las potencialidades latentes, llevándolas a las realizaciones posibles de sí mismas.

La educación para la Muerte comienza en la toma de consciencia de esta realidad espantosa. El desenvolvimiento de la grama y el desabrochar de las flores pueden ser ayudadas por el jardinero, para que ambos fenómenos puedan lograr su perfectibilidad posible. Alcanzados los límites de esta posibilidad, la grama y las flores se marchitan y mueren, para avanzar después en el ciclo de los renacimientos. La programación del computador cósmico incluye necesariamente al hombre que muere para renacer en el mismo ritmo ascensional de las cosas y de los seres, mas exigiendo la toma de consciencia de esta patogénesis espiritual.

( Continúa en la siguiente publicación)

Mercedes Cruz-

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