martes, 25 de diciembre de 2018

La vida y la muerte (2ª Parte)


ESPIRITISMO:
Sumario de temas para hoy:

1.-Divaldo Pereira Franco
2.- Crisis, ¿Qué crisis?
3.-La vida y la muerte (2ª Parte)
4.- Clases de médiums según el género y
     especialidad de las comunicaciones
5.- El sentido de una vida tan dura.


                           

                                                        
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                                                            BIOGRAFÍA



                           DIVALDO PEREIRA FRANCO

           Divaldo Pereira Franco, médium brasileño, es considerado actualmente como el máximo exponente del Espiritismo en el mundo.

         Nacido en 1927, desde los primeros años de su vida, Divaldo Franco (como también es designado),  cuenta con la capacidad de comunicarse con los espíritus. En su infancia la presencia del espíritu de un niño indígena lo acompañó durante varios años. 

En su juventud, fue sacudido por la muerte de sus tres hermanos mayores, lo que dejó a Divaldo, muy consternado. A raíz de estos sucesos, enfermó sufriendo una amenaza de parálisis que lo abatió, incapaz de encontrar una explicación a tantos sufrimientos. Los propios especialistas no querían engañarle con cualquier resultado satisfactorio pero no veían solución. En esa búsqueda por encontrar respuestas, apareció en su vida Ana Ribeiro Borges, médium psicógrafa y de intuición, quien lo conduce a la Doctrina Espírita. Este conocimiento lo ayudó a liberarse del trauma y llevó consuelo para él y para toda su familia. Fue entonces cuando decidió dedicarse a estudiar el Espiritismo. Pronto constató como mejoraba sus facultades mediúmnicas y, para realizar un ejercicio correcto, siguió estudiando. 

    Divaldo es médium desde su juventud y presenta diversas facultades, tanto de efectos físicos como de efectos intelectuales Entre ellos, se distingue por la psicografía. Sus mensajes proceden de diversos espíritus, destacando, entre otros, Joanna de Ángelis, que durante mucho tiempo se presentó como un “Espíritu Amigo“, hasta que se mostró como su orientadora espiritual. Dicha mentora le escribía innumerables mensajes en un estilo agradable, pasando de la sabiduría profunda al amor infinito. Estos mensajes hoy en día consuelan a los lectores más diversos y se han convertido en un importante apoyo en su camino espiritual. 

    En 1964, se publicó el primer libro de Divaldo Pereira Franco, que llevaba como título Mensajes de Amor, donde se recogen los mensajes dictados por Joanna de Ángelis. Ha psicografiado un total de 210 títulos, guiado por numerosos autores espirituales. Aunque la mayoría de ellos son de su orientadora espiritual Joanna de Ángelis, podemos nombrar a otros autores como Manuel Philomeno de Miranda, Victor Hugo, Amelia Rodrigues etc... Divaldo comenzó a impartir conferencias en 1947, extendiendo la Doctrina Espírita por todo el mundo y presenta una trayectoria histórica que llega a batir records en todo el mundo, atrayendo multitudes, con su palabra inspirada e ilustrando acerca de temas diferentes sobre los problemas humanos y espirituales. 

    Viaja un promedio de 230 días al año, para impartir conferencias y seminarios por todo el mundo. Para tener una panorámica de sus actividades podemos decir que: han sido más de 13 mil conferencias pronunciadas en 64 países; sus obras han sido traducidas a 15 idiomas con más de 5 millones de ejemplares y ha concedido 1.500 entrevistas para radio y televisión. Es un importante orador y escritor espírita, con más de cincuenta años dedicados al cuidado de los muchachos de la calle en Salvador de Bahía, en Brasil. En agosto de 1952, fundó junto a su primo Nilson de Souza Pereira, la casa de ayuda “la Mansión del Camino”, un centro de acogida que ha dado la orientación y educación necesaria a más de 33 mil niños y adolescentes desprovistos del sustento necesario para su desarrollo. Hoy la Mansión del Camino es un complejo admirable, educativo dedicada al cuidado a más de 3.000 niños de la calle, con una superficie de 83.000 m2 y 50 edificios. 

    Hasta la fecha ha recibido más de 600 homenajes, siendo Doctor Honoris Causa de varias universidades norteamericanas, y con más de 80 títulos de ciudadanía honoraria. El 30 de Diciembre de 2005 se le concedió el Título de Embajador de la Paz en el Mundo. 

    Actualmente, casi con 92 años, continúa su incansable actividad por todo el mundo.

Entrevista al Médium:
I. Cuéntenos cómo descubrió que era médium y en qué momento ocurrió eso. 
Cuando cumplí cuatro años y medio, me encontraba en la sala de la entrada de nuestra casa (en la ciudad de Feira de Santana-Bahía-Brasil), cuando vi entrar a una señora que me pidió que llamara a mi madre. Yo así lo hice. Pero, cuando mi mamá llegó -pues estaba en la cocina- no vio a nadie y me llamó la atención. En ese momento, cuando mi madre había vuelto a sus tareas, la señora me dijo: - Yo soy tu abuela, María Senhorinha. Llama a Ana otra vez. Yo repetí la llamada y le dije a mi mamá lo que estaba sucediendo. Ella se quedó muy sorprendida, porque yo no había conocido a ninguno de mis cuatro abuelos, que habían muerto antes de que yo naciera. Como mi mamá tampoco conoció a su madre, que se murió de infección puerperal después de su parto y fue educada por una hermana, se quedó sorprendidísima de que yo supiera el nombre de mi abuela, me preguntó qué estaba ocurriendo. Le expliqué que la señora que estaba allí me lo había dicho. Embargada por una gran emoción, ella me condujo a la casa de mi tía –su madre adoptiva– y le explicó lo que estaba ocurriendo. Mi tía me interrogó al respeto de lo que pasaba y se lo expliqué. En ese momento, vi a la dama que se me acercó, yo la describí, y no sé que más pasó… A partir de entonces pasé a ver a los Espíritus. Pero a partir de cuando tenía 17 años, después de una larga enfermedad, al recibir la visita de una señora médium que me recuperó la salud, por intermedio de la aplicación de pases, es cuando fui a una sesión mediúmnica y empecé a leer las obras de Allan Kardec. Tornándome espírita a partir de esa ocasión, dicté una conferencia en la Unión Espírita Sergipana (en Aracaju, capital del Estado de Sergipe), el día 27 de marzo de 1947, iniciándome así en la vivencia del Espiritismo. 

2. ¿Nos podría relatar algunas de las pruebas que hayan confirmado su mediumnidad? 
Centenares de veces en diferentes partes del mundo, los Espíritus me proponen informar a sus familiares de sus presencias, y, al hacerlo, las personas confirman totalmente las informaciones que les son dadas. Además, por psicografía, los Espíritus han escrito, por intermedio mío, más de cuatrocientas cartas del Más Allá dando noticias que son aceptadas como verdaderas por los miembros de sus familias. Ya he psicografiado públicamente en inglés, francés, italiano, español, árabe, muchas veces con técnica especular –que debe leerse con la colocación de un espejo– y excelentes contenidos literarios, filosóficos, científicos, morales.

3. ¿Cuál cree que sea la mejor expresión y acción de un médium en este mundo? 
Es cuando él se ilumina y se dedica a servir a la humanidad sin otro interés, excepto, el de practicar la caridad conforme fue recomendado por Allan Kardec. 

4. ¿Habrá en un futuro más médiums, y si es así de qué tipo? 
Los Espíritus me dicen que sí, que muchísimos médiums se harán presentes en este momento de transición planetaria, para apresurar la transformación moral de la Tierra, que dejará de ser un mundo de pruebas y de expiaciones para trasformarse en un mundo de regeneración. Pienso que serán médiums parlantes, escribientes y de curación para disminuir el dolor de las criaturas humanas.

5. Hay ya muchas pruebas e investigaciones que corroboran la mediumnidad, a través de numerosos científicos, no obstante, la mediumnidad no es aún aceptada por parte de la Ciencia Oficial. ¿Piensa que la prueba innegable de la inmortalidad para la Ciencia y el mundo en general, en un futuro, provenga de la mediumnidad, o quizá por otros medios científicos como por ejemplo los estudios más avanzados de la física?
Creo, personalmente que, no obstante la nobleza de la mediumnidad, los científicos, por vanidad y presunción, siempre encontrarán medios de refutar los fenómenos mediúmnicos, dándoles explicaciones absurdas y negativas, cual sucedió con algunos investigadores del pasado. De ese modo, la física cuántica o nuclear, la ingeniería genética, las evidencias de la reencarnación, especialmente por intermedio de recuerdos exactos, así como las experiencias cercanas a la muerte (ECM), abrirán más amplios espacios para la aceptación académica de la inmortalidad del alma. 

6. Su actividad altruista y humanista no ha quedado restringida a la mediumnidad, por la que ha recibido 210 libros mediúmnicos, es de destacar su gran labor como conferenciante divulgando las ideas espíritas en todo el mundo y la importante acción solidaria que viene desempeñando en la Mansión del Camino. Le agradeceríamos algunas palabras sobre estos tres frentes de acción que han definido toda una vida
La primera psicografía de que fui objeto tuvo lugar el día 18 de febrero de 1949, y desde entonces lo hago todos los días. Gracias a ese maravilloso fenómeno vivo momentos imborrables, especialmente cuando los Espíritus están dictando novelas, como aquellas firmadas por Victor Hugo, que me permiten ver todas las escenas que están siendo escritas sin que yo tenga conocimiento lúcido de ellas, pues es mecánica esa mediumnidad en mi. La felicidad de poder confortar a alguien desesperado por la muerte de un ser querido que retorna, es una bendición de Dios; ser instrumento de ese recurso consolador de vidas, algunas casi al borde del suicidio, para dedicarse a la práctica del bien. Dios me ha permitido dictar conferencias en 64 países de los cinco continentes, utilizándome de 16 intérpretes, porque solamente hablo portugués y me hago entender un poco en castellano, lo que constituye una verdadera felicidad. He conseguido fundar más de doscientas instituciones espíritas por el mundo, y hablado durante dictaduras, sin recelar de las persecuciones políticas, como sucedió en Portugal, en el período salazarista, y en España durante el gobierno del general Francisco Franco, ambas en los años 1967 y 1970…
La Mansión del Camino es el lugar donde vivo lo que predico, dedicándome a la educación cultural, moral, social de miles de niños -ya pasaron por nuestras escuelas más de 30.000 estudiantes pobres y necesitados-, personas enfermas, sufrientes y afligidas por el hambre y las enfermedades. Igualmente, es allí donde divulgamos el Espiritismo conforme a la codificación kardeciana. 

7. ¿Qué nos podría destacar de su último libro psicografiado Transición planetaria del espíritu Manoel Philomeno de Miranda? 
Ese libro, ya un best seller, pues en tres meses se han vendido casi 90.000 ejemplares, elucida lo que Allan Kardec anuncia en Obras póstumas sobre la transición planetaria, explicando como la misma es vista y realizada desde mundo espiritual hacia la Tierra. Realmente es una obra que merece ser conocida incluso por aquellos que no son espiritistas o no creen en estos fenómenos que nos llaman la atención en este período

8. ¿Como médium, mundialmente reconocido en el medio espírita, qué recomendaciones daría a aquellas personas que descubren que tienen mediumnidad?
La mediumnidad debe ser practicada cristianamente, religiosamente, como propone Allan Kardec en El Evangelio según el Espiritismo. Por lo tanto, cada uno debe vivirla con abnegación, moralidad y dedicación, sin otro interés, excepto el de servir. El médium debe considerar que es un instrumento, no el autor de los mensajes, dedicándose a la práctica del menester con humildad y alegría de servir. 
(Entrevistado en Mannheim (Alemania), 19 de mayo de 2011)
(Extraído de la Revista nº 1 de la FEE )
   
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                                   CRISIS, ¿ QUÉ CRISIS ?


Según indican las encuestas de estos últimos años, y siempre con una clara dependencia del momento y las circunstancias que confluyen, las causas de preocupación, tanto para europeos como para españoles son, y en el mismo orden, las siguientes: el paro, la economía, la corrupción, el fraude, el terrorismo, la seguridad, la justicia, la sanidad y la educación.
Podemos observar que, separadas de los primeros lugares, quedan problemáticas tan importantes como la educación, la investigación y el desarrollo científico. Como simple curiosidad, podemos observar que se omiten, por citar algunas: la cultura, la paz global, la hermandad, la solidaridad, la convivencia, la comprensión, la felicidad, el respeto, la pobreza, el hambre y la enfermedad. En suma, todas aquellas actuaciones humanas que ayudan a que este hogar planetario se pueda convertir en un lugar de convergencia para los hombres; en un lugar donde primen el progreso, el trabajo y las ganas de vivir.
El egoísmo global imperante, junto con el personal (pues no podemos olvidar que el primero no es sino un mero reflejo del segundo), el orgullo, la ambición y la falta de valores, todos se han generado por una transmutación del pensamiento, del comportamiento y de las pautas de conducta humanas que han variado sustancialmente a lo largo de estas últimas décadas. Bien se podría decir, sin miedo al equívoco, que la sociedad actual se ha modificado profundamente, y que las formas y procedimientos de antaño en nada se parecen a los actuales, al igual que los métodos educativos o el modo de vida predominante. Y todos esos resultados se están manifestando aquí y ahora.
La civilización que nos rodea ha cambiado global y tecnológicamente; ha cambiado la sociedad, la forma de vida y el modo de interpretar el mundo que nos rodea. Y este cambio posiblemente sea de una mayor extensión en este último siglo que a lo largo de los dos últimos milenios.
Y no es que se pueda decir que el pasado fue mejor, o que la vida actual también lo sea. Se trata simplemente de pautas de conducta diferentes y de estructuras de pensamiento y comportamiento también diferentes, que obedecen a las circunstancias reinantes y al propio nivel evolutivo de la sociedad. Esta civilización no sabe, no puede, estar inmóvil, pues se encuentra en una  permanente transformación. Y estas alteraciones son apenas visibles día a día, aunque sí en el medio y largo plazo. Y un frío análisis podría mostrar en qué aspectos ha mejorado y en cuáles ha perdido valor. Como en cualquier otra faceta de la vida, el tiempo viene a imponer su ley y dibujar el futuro de la sociedad en que vivimos.
Cita una frase popular que “cada época tiene sus flores”. Y esta época viene marcada por una crisis global de los valores. Todo lo que nos rodea así lo demuestra, pues el planeta se encuentra inmerso en una permanente crisis; crisis económica, crisis financiera, crisis de materias primas, crisis laboral. Son tantas y tantas crisis que sería muy extenso enumerarlas aquí. El hombre ha convertido esas “crisis” en un hermoso cajón de sastre en el que todo cabe, donde todo queda justificado y excusado. Por otro lado, sabemos también que las crisis son cíclicas, que se repiten cada determinado espacio de tiempo, y sabemos también que finalmente aprendemos a superarlas, aunque en sus inicios desconozcamos cómo hacerlo. Y así, las vamos asumiendo y amoldándonos a su ley… en la medida que resulta posible.
¿Alguien se ha planteado, con claridad de ideas, cuáles son los orígenes de estas mal llamadas crisis? ¿Se ha interesado alguien en buscar la raíz de los problemas o las circunstancias que las motivan? ¿Nos creemos realmente sus argumentos?
Sabemos que no existe un interés real en la búsqueda de soluciones porque todo está movido por los engranajes económicos del poder y el dinero, que todo se analiza bajo criterios económicos y políticos, bajo el criterio de las macroeconomías que imponen su latido en la sociedad, que todo se mueve bajo el criterio de las grandes empresas, las multinacionales, los monopolios, la bolsa o los mercados. Todas estas organizaciones son, a la postre, las dueñas reales del planeta. Contra ellas es inútil luchar y esa decepción lleva al individuo a asumir que poco, muy poco, o casi nada, puede hacer. Solo le queda asumir y padecer sus imposiciones, cual mandato divino. Curiosamente, esos gigantes nunca se ven atravesando crisis alguna, y son cada día más fuertes, ricos y poderosos. Para ellos el corazón no late, únicamente late por los beneficios, por el dinero; sus pulsaciones son en dólares, yuanes, euros o yenes; por sus venas corren cifras y números y poco importa todo lo demás, les motiva únicamente su propio beneficio.
Una vez más, el destino de nuestras vidas queda trazado por los sectores materiales, financieros o macroeconómicos. La falta de humanidad y solidaridad entre las personas, entre los habitantes de este convulso planeta, propicia todo cuanto está sucediendo y que está degenerando en una fuerte decadencia moral y social. La crisis afecta a toda la humanidad y no exclusivamente a esta parte del planeta, occidente; está generada por la falta de fe del individuo, por la falta de fe de todos los seres humanos, de los hijos de un Dios todopoderoso que no está formado de cartón-piedra, oro, plata o petróleo. Y ese no es el Dios de la industria, ni de los intereses, es un Dios de amor, de luz, un Dios de verdad que a todos encamina hacia la senda del progreso, a la senda en la que la mutua ayuda resulta imprescindible.
Sin embargo, desde siglos remotos nuestros sentidos continúan ofuscados, adormecidos; seguimos adorando al becerro de oro, al dios dinero; seguimos adorando a esta sociedad convulsa y materialista. El ser humano apenas ha comenzado a atisbar la nueva tierra prometida, el lugar que se consigue mediante la evolución interna, la evolución que no es un regalo, sino una meta a alcanzar, una meta que dejará de lado la idolatría y el vasallaje a lo efímero, a esos valores y placeres materiales que prometen los mercados y las multinacionales.
¡Panem et circenses! Dice Wikipedia: locución latina peyorativa de uso actual que describe la práctica de un gobierno que para mantener tranquila a la población u ocultar hechos controvertidos, provee a las masas de alimento y entretenimiento de baja calidad y con criterios asistencialistas.
¡Y todos contentos!
En realidad, la gran mayoría de la sociedad, incluso la de los países llamados del “primer mundo”, está viviendo inmersa en una gran contradicción, pues teniendo todo a su alcance, apenas puede disfrutar de algo. Únicamente los más ricos disfrutan de lo materialmente conquistado, pues el resto está sentenciado a trabajar por unos limitados ingresos y seguir luchando para llegar a fin de mes.
El individuo ya no cree en sí mismo, ha olvidado quién es y su razón de estar aquí. ¡Dónde quedaron sus metas! El autollamado hombre civilizado dispone de dinero, ciencia y religión, medios y recursos, tecnología y conocimientos, prácticamente le sobra de todo. Únicamente le falta creer en sí mismo y dejar atrás el fantasma del materialismo, el modelo egoísta en el que está atrapado. Le falta dar paso a esa espiritualidad que le acompaña, a esa espiritualidad que lleva en su interior para que este mundo y esta sociedad sea aquello que quiere, puede y debe ser: un verdadero oasis, un paraíso, una tierra de compañeros, vecinos, amigos y hermanos. Si finalmente llegase a suceder así y se alcanzase un clima de hermandad entre los hombres, el individuo podrá seguir evolucionando y olvidar ésta y cualquier otra pseudocrisis que se empeñen en mostrarnos.
El vacío espiritual se rellena con codicia, afán de poder y otros instintos humanos. (Phil Bosmans).
¡Dad a Dios lo que es de Dios y a César lo que es del César!, Mateo 22 15-21.
Con esta sencilla frase nos da a entender el Rabí de Galilea la doble responsabilidad del hombre como ente social. La responsabilidad de quien, por un lado debe cumplir las leyes civiles, y por otro, asume su responsabilidad social como integrante de una comunidad. Enseña también a cumplir el mandato divino de progreso y perfeccionamiento a través de la observación de sus preceptos morales. El individuo tiene la responsabilidad de estudiar y reflexionar para actuar mejor, para dar a cada momento y persona su valor y significado.
Pero llegados a este punto, vemos que la balanza sigue inclinándose significativamente al lado del César. De hecho, el individuo cree más en las cosas materiales que en los valores socialmente admitidos como buenos o deseables. Cree mucho más en aquello que puede tocar y ver; valora acaparar más y más bienes y disfrutar el hoy sin pensar en el mañana.
¿Por qué? Porque ya no cree en ese mañana, porque sólo vive pensando en una única existencia, en la ausencia de una vida futura. Piensa que cuando esa muerte llega, todo acaba y el vacío le invade, que acaban la existencia y la responsabilidad en ese mismo momento. Así, el individuo se limita a la vida material y se despreocupa ante la posibilidad de una existencia más allá de su comprensión. Los movimientos espiritualistas, y especialmente el espírita, deben arrojar luz sobre esta humanidad ofuscada y perdida; iluminar su existencia bajo la comprensión de la ley de renacimientos, de la ley de las vidas múltiples o ley de reencarnación. Ayudarles a eliminar los miedos mediante el conocimiento de esa ley. Ésta y no otra es la clave, y todo lo que se haga aquí y ahora repercutirá, de un modo u otro, en el futuro próximo, en el futuro del hombre nuevo, el “Homo spiritualis” en ciernes.
Por ello, es preciso que el hombre sienta, piense y actúe en conciencia, bajo la luz del espiritismo o de aquella otra filosofía o religión en la que deposite su confianza, porque en definitiva, todas y cada una de ellas le conducirán a la senda de la mejora interna y del perfeccionamiento espiritual.
Achacar a la mala fortuna o a la divinidad la causa de todos los males generados por esta crisis es una gran mentira, pues las crisis se dan únicamente por la intervención de los hombres, que se dejan llevar por multitud de conveniencias e intereses, basados todos en la creencia de que únicamente vive una sola vida y que en ese corto intervalo de tiempo sólo debe pensar en sí mismo, en su egoísmo, en su codicia, su ambición y la multitud de las carencias que le limitan, impidiéndole ver la realidad que le rodea. En su ceguera evolutiva, el individuo argumenta que hay que disfrutar más y lo más rápido posible sin importar las consecuencias que esto acarree para él mismo y para sus semejantes.
Poder cultivarse íntimamente, poder mirar hacia el interior y descubrir las faltas y debilidades, luchar para eliminarlas, luchar para mejorar y aprender, luchar para reaccionar ante cualquier circunstancia y momento dentro de las leyes divinas. Todo ello está considerado como una mísera pérdida de tiempo, y hacer el bien a los semejantes se convierte en una utopía, porque ¿para qué? Y cuando esto lo pone en práctica toda una sociedad y lo constituye en un modelo de conducta, se convierte en un cáncer, un virus que todo arrasa y que, de no erradicar, le conduce, cíclicamente, a guerras y más guerras, con cada vez de peores consecuencias y destrucción.
No busquemos la crisis donde no está, busquemos más bien en el propio interior, dentro de uno mismo. Nos sorprendería ver lo que encontramos. No busquemos la vida en otros planetas, mejor luchemos por solucionar los problemas de millones de personas de éste, para que puedan lograr una vida digna de llamarse como tal. No demos tanta relevancia a la ciencia y a la tecnología y escondamos corazón y sentimientos. Mientras el hombre no resuelva sus crisis internas y la falta de fe en ese ser espiritual y eterno que lleva dentro, las crisis, “esas crisis”, seguirán asolándole constantemente, una tras otra.
 Amor, Paz y Caridad, 2018

Cuando un hombre se hunde espiritualmente, ninguna ayuda puede salvarlo. La ciencia y la tecnología alzaron al hombre de Occidente por encima del mundo, le dirigieron a las estrellas, pero no han sido capaces de hacer felices a los hombres en el mundo. (Phil Bosmans).
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            LA VIDA Y LA MUERTE. 2º parte. 

Debemos pues ampliar horizontes, perspectivas, afrontar una nueva visión de la vida y de la muerte que nos saque de las falsas ideas del pasado y nos acerquen a una realidad más lógica y comprensible, rechazando la idea pesimista y lúgubre de la pérdida definitiva de los seres queridos, porque según pensamos millones de personas en todo el mundo, no es un adiós definitivo, en realidad es un “hasta luego”. 
La muerte, cuando no es auto-provocada, puede ser una liberación, como la mariposa que sale del capullo para volar, libre de ataduras físicas que lo limitaban extraordinariamente. Es el alma que vuela feliz o desdichada, con esperanza, hacia nuevos retos, también al encuentro de los que se fueron con anterioridad. El cuerpo pasa a ser un ropaje andrajoso e inútil, ha sido la envoltura momentánea, porque; ¿qué es acaso una vida física? Un momento en la eternidad, un suspiro, una vivencia llena de experiencias, con sus aciertos y sus errores. La muerte es el final de una etapa, es pasar página para vivir la verdadera vida, sin limitaciones; tan sólo las propias, según nuestro grado de evolución. 
Sin duda, existe un conocimiento espiritual que nos aclara todo lo que es el proceso de la muerte. Por lo general y dependiendo del individuo, en primera instancia, se produce una adaptación a su nueva vida, una especie de sueño pesado, transitorio, para posteriormente recobrar toda la lucidez perdida. Este proceso puede ser más o menos largo. En todos los casos, la oración sentida, de corazón, les es de una gran utilidad para facilitarles el tránsito. 
Para que nos hagamos una idea de esta realidad, comparemos: ¿quién no tiene algún familiar fuera? Bien de viaje, porque trabaja en el extranjero, etc. Todos tenemos la certeza de que en este mismo instante están haciendo algo: durmiendo, trabajando, viajando, descansando, hablando con alguien, estudiando, etc. Esto es una realidad común que nadie cuestiona. Pues bien, ¿Quién nos puede negar que, pasado un tiempo y una vez adaptados a su nueva vida, los seres queridos fallecidos no estén desarrollando alguna actividad ahora mismo en otra dimensión, el equivalente, para que nos entendamos, a otros mundos? Reflexionemos sobre ello. 
Por todo lo expuesto, es muy importante desarrollar el desapego. Todas las formas físicas se deterioran y se transforman con el tiempo, la vida se renueva a cada instante. Una fe razonada nos aportará la seguridad en la otra vida, nos ayudará a pensar que no hace falta tener a los seres queridos a nuestro lado físicamente. Todo es transitorio y hay muchas formas de estar cerca; a través de los vínculos del sentimiento y el recuerdo. 

Efectivamente, el momento de la pérdida de un ser querido puede ser una señal en nuestra vida, una nueva oportunidad que nos empuje a investigar, a buscar un sentido a todo lo que nos rodea, analizando y razonando con una mente abierta. 

Como conclusión: ¡Atrevámonos a pensar! ¡Perdamos los miedos! Busquemos respuestas porque las hay. La vida no puede ser una corriente que nos lleva sin sentido, sin un porqué y para qué. Hay investigaciones científicas que corroboran esa realidad, una filosofía espiritualista que explica con claridad el por qué y para qué estamos aquí. Sólo falta buscar adecuadamente e investigar, para poder encajar las múltiples piezas que unen esta vida con la del Más Allá. 

José M. Meseguer 

 Amor, paz y caridad. Grupo Villena.
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Clases de médiums según el género y especialidad de las comunicaciones.

Médiums versificadores: obtienen más fácilmente que otras comunicaciones versificadas. Bastante comunes para los malos versos; muy raros para los buenos.
Médiums poéticos: sin obtener versos, las comunicaciones que reciben tienen alguna cosa de vaporoso, de sentimental; nada demuestra la rudeza; son más propios que otros para la expresión de los sentimientos tiernos y afectuosos. Todo es vaguedad y sería inútil pedirles nada preciso. Muy comunes.
Médiums positivos: sus comunicaciones tienen, en general, un carácter de limpieza y de precisión que se presta voluntariamente a los detalles circunstanciados y a las noticias exactas. Bastante raros.
Médiums literarios: no tienen ni la vaguedad de los médiums poéticos ni la cautela de los médiums positivos; pero disertan con facilidad; su estilo es correcto, elegante y a menudo de una notable elocuencia.
Médiums incorrectos: pueden obtener muy buenas cosas, pensamientos de una moralidad irreprochable, pero su estilo es difuso, incorrecto, sobrecargado de repeticiones y de términos impropios.
La incorrección material de estilo depende generalmente de la falta de cultura intelectual del médium, que bajo este aspecto no es para el Espíritu un buen instrumento. El Espíritu da a eso poca importancia; para él, el pensamiento es la cosa esencial, y os deja libres de darle la forma conveniente. No sucede así con las ideas falsas e ilógicas que puede encerrar una comunicación; éstas son siempre un indicio de la inferioridad del Espíritu que se manifiesta.
Médiums historiadores: los que tienen una aptitud especial para el desarrollo de los hechos históricos. Esta facultad, como todas las otras, es independiente de los conocimientos del médium, porque se ven gentes sin instrucción, y aun niños, tratar de asuntos muy superiores a su alcance. Variedad rara de los médiums positivos.
Médiums científicos: nosotros no decimos sabios, porque pueden ser muy ignorantes; y, no obstante esto, son más especialmente propios para las comunicaciones relativas a las
ciencias.
Médiums medicinantes: su especialidad es el servir más fácilmente de intérpretes a los Espíritus para las prescripciones medicinales. Es preciso no confundirlos con los médiums
curanderos, porque absolutamente no hacen más que transmitir el pensamiento del Espíritu, y no tienen por sí mismos ninguna influencia. Bastante comunes.
Médiums religiosos: reciben más especialmente
comunicaciones de un carácter religioso o que tratan la cuestión de la religión, no obstante sus creencias y sus costumbres.
Médiums filósofos y moralistas: sus comunicaciones tienen generalmente por objeto las cuestiones de moral y de alta filosofía. Muy comunes para la moral.

Todas estas diferencias, son variedades de las aptitudes de los buenos médiums. En cuanto a aquellos que tienen una aptitud especial para ciertas comunicaciones científicas, históricas,
medicinales u otras, fuera de su alcance actual, estad persuadidos que han poseído estos conocimientos en otra existencia, y que han quedado en ellos en estado latente; forman parte de los materiales cerebrales necesarios al Espíritu que se manifiesta, éstos son los elementos que le facilitan el camino para comunicar sus propias ideas porque estos médiums son para él instrumentos más inteligentes y más flexibles de lo que lo sería uno que fuese tosco. – ERASTO.

Médiums de comunicaciones triviales y obscenas: estas palabras, indican el género de comunicaciones que ciertos médiums reciben de costumbre, y la naturaleza de los Espíritus que las hacen. Cualquiera que haya estudiado el mundo espiritista en todos los grados de la escala, sabe que los hay en ésta cuya perversidad iguala a los hombres más depravados y que se complacen en expresar sus pensamientos en los términos más groseros. Otros, menos abyectos, se contentan con expresiones triviales. Se comprende que estos médiums deben tener el deseo de librarse de la preferencia que estos Espíritus les conceden, y que deben tener envidia de aquellos que en las comunicaciones que reciben no han tenido jamás una palabra malsonante. Sería preciso una extraña aberración de ideas y haberse divorciado con el buen sentido, para creer que semejante lenguaje pudiese ser el hecho de los  buenos Espíritus.

- El Libro de los Médiums- (continuará)

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     EL SENTIDO DE UNA VIDA TAN DURA

Un niño fue llevado a chico Xavier porque los médicos habían indicado la amputación de las piernas. Su madre  preguntó :-Chico, qué hago?

Y chico dijo: " sigue la orientación de los médicos Los amigos que acompañaron esa llamada preguntaron :-Pero, Chico, cómo puede un niño tener las piernas amputadas? Ya no tiene brazos, es ciego, mudo y sordo. Cuál es la ventaja de esa encarnación?

- Chico explicó :-los espíritus amigos me dijeron que la madre debería seguir las directrices médicas porque el espíritu que habita este cuerpo mutilado, en las últimas 10 encarnaciones se suicidó. Y antes de encarnar, él suplicó la misericordia divina para que evitara por todos los modos que cometiera el suicidio de nuevo. Aunque no tiene los brazos, no escuche, no hable y no vea, está pensando en ir caminando a buscar un puente para jugar. La gangrena vino como la misericordia divina para que en la próxima encarnación él  pueda venir  con menos deuda y empiece a caminar para la recuperación espiritual.
(Historia aportada por Zeferino y Marlene Goulart)

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