martes, 30 de octubre de 2018

Nostalgias del recuerdo: El día de todos los Santos


Temas de hoy:

1.- ¿ Qué es la Terapia de vidas anteriores?

2.-Nostalgias del recuerdo: El Día de todos los Santos
3.-Cristo, Camino, Verdad y  Vida
4.-Carta de un muerto
5.-Benet de Canfield


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    ¿ Qué es  la Terapia de  Vidas  
                     anteriores ?

                          


      Este sistema de terapia psicológica, se aplica con carácter experimental en algunas de las Universidades mas prestigiosas de todo el mundo, y con carácter terapeútico por algunos psicólogos y psiquiatras.  Se tratan así problemas psíquicos o somáticos en pacientes que presentan complejos, traumas y deficiencias mentales, cuyas causas y orígenes no aparecen localizados en su actual existencia humana.
      A diferencia de la Terapia de la Reencarnación, que es una terapia de regresión hipnótica  basada solamente en los recuerdos obtenidos durante el proceso de regresión, la Terapia de Vidas anteriores, a diferencia, combina la Hipnosis con el  Psicoanálisis, porque básicamente  es una terapia de sugestión que con ayuda del psicoanálisis ataca directamente la raíz del problema. Se apoya en una técnica para rememorar emocionalmente las causas de traumas originados en el pasado.  Durante el proceso el paciente se mantiene consciente y proporciona sus informes por medio de una libre asociación de ideas y recuerdos.
       Con  ella se llegan a enfrentar con éxito problemas existenciales que repercuten en el Alma o Psicosoma, haciendo aflorar al recuerdo, desde el Inconsciente, informaciones y datos que proporcionan al sujeto la clave para comprender y solucionar algunos problemas actuales.
       No se trata solamente de un método hipnótico, sino mas bien es una técnica de terapia psicológica. Lo que se hace con este método, es reconstruir para vivenciarlos y obtener su curación, los traumas emocionales y los sufrimientos originados en existencias anteriores.
      Al igual que la regresión hipnótica,  también se diferencia del  Hipnoanálisis en que este regresa al paciente solo hasta el momento de su nacimiento, pasando  hasta por los hechos mas insignificantes de su vida actual, mientras que estas terapias profundizan mas allá del recuerdo intrauterino.
      Esta terapia  trata los efectos, mientras  que con  la de  regresión hipnótica  a  Vidas anteriores, se ataca directamente  a las causas.
-Jose Luis Martín


“La terapia de vidas anteriores te permite dejar hacer cosas a las personas porque sí, y comenzar a hacer cosas con ellas porque tu quieres”.
                             - Morris Netherton -


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             NOSTALGIAS DEL RECUERDO
                “ El Día de todos los Santos”

    Ya se acerca en el calendario, la fecha en la que se conmemora el recuerdo de los seres queridos que ya partieron de este mundo.
    Las religiones son muchas, y cada una tiene sus propias interpretaciones de lo que significa la muerte, de si existe un más  allá, o de cómo será este, pero  por encima de este conglomerado de teologías, creencias, dogmas, rituales y supersticiones, hay una realidad constante y permanente, que no cesa de afectarnos a todos, sin preguntarnos de que religión o de que ideología o de qué partido político somos cada uno, y esa realidad es que la muerte sigue llamando cada día a tantas gentes, sembrando de dolores y nostalgias tantos hogares….
    Ante esta cruda realidad que pende sobre cada una de nuestras cabezas, como una Espada de Damocles, que antes o después, fatalmente caerá irremediablemente sobre nosotros, cabe preguntarse una vez más  que si el paso por la muerte es un trámite que debemos de cumplir todos,  después ¿ qué?.  Una especie de vértigo invade a tanta gente ante esa especie de “vacío” que representa la idea de la muerte, cuando llegue la hora de la verdad y enseguida acuden a la memoria las ideas de cielo o de infierno; un cielo siempre indefinido o un infierno lleno de demonios, con sus cuernos, rabos y aspectos terribles; ideas que nos inculcaron en nuestra infancia, junto con los conceptos de un gran respeto por todos los fallecidos, ante el gran misterio de la muerte, y ahora nos queda el recuerdo nostálgico al visitar los cementerios, en donde asaltan a la mente los recuerdos personales  de tantos seres que allí dejaron sus osamentas,  así como las ideas de las tantísimas historias que se  sellaron tras esas lápidas y esos túmulos;  personas que ya pasaron y que  seguramente  que  de algunas solamente sean  apenas  un recuerdo  remoto para algunos familiares o amigos, o para alguien que las conoció en vida o que se relacionaron con el finado.
    Recuerdo con cariño y asombro, la costumbre religiosa católica, de origen ancestral. de mantener encendidas, generalmente en las cocinillas de las casas, “mariposillas de aceite”, para “darles luz a las ánimas”, detalle este, que recuerdo  que me intrigaba y me divertía al mismo tiempo; sin entonces conocer apenas nada, ya por aquel entonces me parecía a mi  aquella, una costumbre trasnochada y sin mucho  sentido lógico, porque me recordaba la idea de las mariposas nocturnas que acuden a la luz de las llamas y terminan chamuscadas.
       Así  mismo también recuerdo el respeto  y el temor más o menos disimulado, ante las historias oscuras, terribles o de misterio, que se relataban en las reuniones familiares al calor de las mencionadas cocinillas, alrededor de algún fuego de leña, en la noche de “las Ánimas”, en la víspera del día de “Todos los Santos” ( entonces, para el entretenimiento  o la diversión, no había tanta televisión ni tanto wasap como ahora),  historias aquellas que nos hacían ir a la cama impresionados y encogidos de puro miedo.
     Pues bien , todos aquellos recuerdos entrañables de nuestra infancia o de nuestra juventud, al compararlos  con lo que sucede en los tiempos actuales, no tienen por menos que seguir causándome  asombro y cierta  nostalgia, porque me parece que, desde entonces, no hemos ido a mejor en las costumbres y celebraciones  sociales, sino que en cierto sentido parece que hemos ido a peor; ya se sabe: siempre el pasado fue mejor.  Me explico: Ahora aquél respeto que había  ante el fenómeno de la muerte y lo que esta representaba  en el común de las gentes, se ha perdido;  se ha ido cambiando  por la fiesta, el jolgorio, el chiste, el disfraz de monstruito, ( como si es que ahora,  los fieles difuntos  de antaño  se hubiesen transformado en el Más Allá en unos seres temibles),  el carnaval de los muertos que se creen vivos o de los vivos que permanecen muertos, las músicas estridentes, la celebración, la fiesta, etc ;  en definitiva Hallowey ¿Se escribe así?; tradición de importación y de origen  norteamericana. Parece como si los estadounidenses y los mexicanos  se lo tomasen todo a pilongueo y que aquí, donde antes la muerte era cosa muy seria y respetuosa, ahora nos hemos contagiado de ellos  mayormente.
     No es  que ahora sea peor ni mejor que antes; simplemente es muy diferente. Las fiestas de Carnaval en todo el mundo, son en Febrero. Esta fiesta de ahora,  no es exactamente de carnaval, pero es casi una copia; como el preludio anual  de esa otra  fiesta multitudinaria que a tantas personas envuelve, entre cánticos, mascaradas, músicas, etc
     Tal vez a ellos (a los difuntos), también les divierta el Hallowey , (a algunos  más que a otros), pero los que bebimos aquellas esencias de como eran estas cosas en nuestra infantil época, al paso del tiempo no nos hemos desembarazado del todo de ellas, y todavía, al acudir a dejar unas flores y una oración ante un sepulcro o panteón, en alguno de los muchos cementerios que crecen a las afueras de nuestras ciudades, los seres queridos que no dejan de acompañarnos en el recuerdo, parece que nos susurran al oído: “Gracias por vuestro recuerdo y cariño; no os dejaremos nunca solos. El tiempo nos volverá a reunir un día y estas huellas materiales que son los túmulos, nichos y tumbas que ahora veis, con el paso del tiempo, se irán borrando y disipando cada vez más; mientras tanto, ellos volverán  a revestir nuevo atuendo carnal para seguir interpretando nuevos papeles en el gran teatro de la vida y seguir creciendo”.
     A todo esto, tal vez se me está olvidando plantear que  hay un valor positivo en todos estos jolgorios del  Hallowey, y es que donde antes solo quedaba un recuerdo de color gris de  cierta tristeza y  nostalgia, que en nada ayudaban a nuestros seres queridos ni a nadie, ahora, sin embargo, esto se ha sustituido por el colorido y la alegría de una fiesta, en principio inocente, en la que tal vez también participan y se divierten algunos de los protagonistas, ahora desencarnados, que desde su plano de existencia se seguirán sumando al jolgorio y a la fiesta.
¡ Feliz Hallowey ¡

-         Jose Luis Martín-

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                           CRISTO CAMINO, VERDAD Y  VIDA


      El dos de Noviembre quedó fijado oficialmente como el día de los muertos. Pero, ¿ De qué clase de muertos?. Si, de qué clase. Y lo indagamos, visto que hay dos categorías de muertos: los denominados como tales por haber dejado la materia, y los así llamados por vivir solamente la vida animal. La primera clasificación es de los hombres, y la segunda en la de Jesús, Para el mundo, muertos son los que se desprenden de la carne, para Jesús son los viven en ella inmersos, ajenos a la espiritualidad. 

               - Texto enviado por Linda Rosa -

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                        CARTA DE UN MUERTO 

                 


Me pides noticias del cementerio en la conmemoración del día de los finados. Y como tengo en mis manos la carta de un amigo, hoy en la espiritualidad, dirigida a otro amigo que aún se encuentra en la Tierra, acerca del asunto, transcribo para usted esa misiva que en su texto puro y simple que dice: 

"Mi querido amigo, usted no se puede imaginar lo que es entregar a la Tierra el cuerpo yerto el día dos de Noviembre.Verdadera tragedia para un muerto inexperto. Se recordará usted cuando el entierro de mi viejo cuerpo, corroído por la enfermedad, se realizó en el crepúsculo,cuando el cementerio adornado parecía una casa de fiestas. Me encontraba triste dentro del coche fúnebre, vigilando mis restos, reflejando la miserabilidad de la Vida humana. Contemplando de lejos a mi esposa y mis hijos, que lloraban discretamente en un largo automóvil, meditaba en aquel antiguo apunte de Salomón “vanidad de vanidades, todo es vanidad” cuando a la entrada del cementerio, fui desalojado sorpresivamente. Entre la multitud ceremoniosa de los vivos en la carne, veía enorme manada de espíritus desencarnados, que se palmoteaban curiosos, entre el sarcasmo y la conmiseración. Algunos me hacían preguntas indiscretas, mientras que otros deploraban mi suerte. Con mucha dificultad, seguí el ataúd que me trasportaba el esqueleto y, en vano intenté llegar hasta  mi esposa entre lágrimas. Mal pude escuchar la oración que algunos amigos me consagraban, porque, de repente la onda tumultuosa me arrebató del círculo más íntimo de mis amigos y familiares encarnados. Infructuosamente intenté regresar al lugar humilde donde compartí las cosas de este Mundo… los visitantes terrestres de aquella mansión (cementerio) pertenecientes a los supuestos finados, traían consigo inmensas cantidades de almas en sufrimiento y rebeldes, perfectamente unidos a ellos mismos. Muchos de esos Espíritus, atados a nuestros compañeros humanos, gritaban al pié de las tumbas, contando los crímenes ocultos que los habían conducido a la puerta oscura de la muerte, otros traían en sus manos documentos acusadores, clamando contra la maldad de parientes o contra la venalidad de los tribunales que habían alterado las disposiciones y deseos.  
            Padres arremetían contra sus hijos, hijos protestaban contra sus padres. Muchas almas,principalmente aquellas cuyos despojos se localizaban en monumentos de elevado precio, penetraban en la intimidad del sepulcro y, desde allá, lanzaban gemidos y sollozos aterradores, buscando inútilmente levantar sus propios huesos, intentando decir a los seres queridos verdades que el oído humano detestaba escuchar. Mucha gente desencarnada hablaba acerca de títulos y depósitos financieros perdidos en los bancos, de tierras desaprovechadas, de causas olvidadas, de objetos de valor y obras de arte que habían pasado por sus manos, ahora vacías y sedientas de cosas materiales. Mujeres desdeñadas clamaban venganza contra hombres crueles, y hombres débiles e inquietos vociferaban contra mujeres insensatas y delincuentes.
           Tal vez porque aún llevase el reflejo de mi cuerpo físico, muchos me tenían por vivo aún en la Tierra, me creían capaz de auxiliarlos en la solución de los problemas que les perturbaban la mente,comentándome alegatos y quejas, infamias y testimonios. 
          Observé que los médicos, los padres y los jueces son las personas más discutidas y criticadas aquí, (cementerio) en razón a los votos de promesas,socorros y testamentos, los cuales no siempre correspondieron a la expectativa de los interesados.
           En muchas ocasiones, oí de amigos espíritus la afirmación de que hay siempre muchos muertos (espíritus desencarnados) observando o perturbando a los vivos, pero, constando en biografías y narraciones, escuchando el llanto y las quejas, y aún viendo el retrato real de muchos, creo hoy que hay más vivos flagelando a los muertos, amarrándolos a los desvaríos y pasiones de la carne que el menosprecio con que tratan la memoria y la hipocresía con que los visitan a los sepulcros.Grandes fueron mis obstáculos, que no pude volver a ver a mis familiares en aquellas horas solemnes e inciertas del recién-venido, y, solamente cuando los hombres y las mujeres, casi todos protocolarios e indiferentes, se retiraron, es cuando las almas terriblemente atormentadas e infelices,desocuparon el recinto (cementerio), quedando en la retaguardia solamente, aquellos que aunque liberados de los vínculos terrenales, sentimos aún las dificultades propuestas por los vivos, llegado a la conclusión de que el tumulto en el hogar de los muertos, es una simple consecuencia de la perturbación reinante en el hogar de los vivos.
          Apaciguado el ambiente, el cementerio me pareció un nido claro y acogedor, en el que faltaron brazos amigos respondiéndome a las súplicas, y la ciudad en trono se me figuró entonces, una basta necrópolis, poblada de mausoleos y cruces, en los cuales los espíritus encarnados y desencarnados (mal llamados muertos) viven el angustioso drama de la muerte moral, comprometidos moralmente con las sombras.
          Como observas, mientras la humanidad no se habilite para que entienda el respeto por la Vida Eterna, es muy desagradable embarcarse desde la Tierra para el Más Allá en el día dedicado por ella al culto de los muertos que le son simpáticos y antipáticos. Pida a Jesús para que no pase al Mundo del Espíritu, un día  dos de Noviembre. Cualquier otra fecha puede ser útil y valiosa. Ruegue también al Señor que si es posible, pueda usted viajar a nuestro encuentro, en un día nublado y lluvioso, porque tratándose de su paz, cuanto más reducido sea su séquito en el entierro, será mucho mejor. 

              Circulo de difusión del Espiritismo Kardeciano Neiva - Huila - Colombia.  


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        BENET DE CANFIELD

               Benet de Canfield es el pseudónimo empleado por un Espíritu desencarnado desde hace mucho tiempo, que a través de la psicografía  nos ha dejado algunas de sus experiencias y enseñanzas. 

     " Hemos llegado hasta aquí, en este primer reto como espíritu capaz de transmitir de esta forma, una obra psicográfica desde un punto de vista personal respecto a las experiencias de mi última vida en la Tierra y actualmente en el espacio.

Prometo que no será la última vez que, con permiso de los guías espirituales y de los recursos de los que me sirvo, intentaré llevar al conocimiento de aquellos que quieran estudiar nuevas obras de comprensión espiritual. Ahora ya sí, trabajadas con esmero y con la lucidez necesaria que me permite mi estado espiritual actual, y de los que no gocé en la Tierra cuando publiqué algún libro interesante sobre contenido espiritual.
Doy gracias a Dios en primer lugar por haberme facilitado este trabajo que tanto supone para mi redención espiritual, y también agradezco profundamente a los guías espirituales, especialmente al protector de la materia de la que me sirvo, por permitir alentar y asesorar este trabajo de inspiración y psicografía.
Como no, sería desagradecido si no expresara mi admiración y gratitud al espíritu de mi madre en esta última vida. Verdadero ángel tutelar de mis primeros pasos; sin la cual me hubiera sido imposible llegar al final de mi jornada terrena. Gracias a su firme compromiso con mi educación moral y al ejemplo desinteresado de su amor, se cultivó en mi interior el sustrato necesario que años más tarde afloró para discernir lo justo de lo injusto, lo bueno de lo malo, lo correcto de lo incorrecto.
Y cómo no, un capítulo esencial de mi profunda gratitud es preciso dedicarlo a la Doctrina de Kardec, que abrió mi mente y esclareció mi conciencia. Esta filosofía, es un auténtico consolador para el hombre que vaga sin rumbo, necesitando comprender el cómo y el porqué de la realidad profunda de la vida y de la muerte, la justicia divina y las leyes que rigen su destino.
A aquellos lectores que, guiados por la curiosidad, se permitan hacer cábalas sobre mi identidad terrena, les sugiero que lo olviden, pues aunque es fácil suponer quién fui y qué labor desarrollé en la Tierra dentro del Movimiento Espírita la cuestión de la identidad es siempre lo menos importante. 
Les rogaría que evaluaran con razonamiento y serenidad las experiencias plasmadas y explicadas, pues de ellas se pueden extraer paralelismos interesantes aclaración de dudas sobre cómo actuar, análisis de errores acerca de lo que no se debe hacer, así como actitudes esclarecededoras sobre cómo levantarse de aquellos tropiezos, aflicciones y reveses que la vida nos presenta a todos y cada uno de los habitantes de este planeta sometido a una enorme transformación.
Ojalá esta obrita sirva de guía a alguno de los lectores aunque ésta sea únicamente la de evitar caer en algunos de los errores que de forma ignorante cometí. No obstante, lo que es indudablemente cierto es que para mí ha representado un bálsamo, una caricia, una nueva oportunidad de regeneración moral para terminar de completar un trabajo inconcluso que dejé en la Tierra y que ahora se culmina, parcialmente, gracias a esta oportunidad.
Mis estimados amigos, confiad, creed, actuad y no dejéis de servir a los demás, comenzando por amaros a vosotros mismos para luego amar a Dios y al prójimo. Mis queridos compañeros de ideal perseverad, proseguid, continuad; no renunciéis nunca a vuestro compromiso espiritual, sea este el que sea.
Sabed que las cosas grandes comienzan por las pequeñas. Para llegar a dirigir un trasatlántico, primero es preciso manejar una barca. Así somos nosotros, aquellos que de repente descubrimos el mundo del espíritu, la realidad auténtica de la vida, la trascendencia de la misma y la inmortalidad.
Al comienzo todo es euforia, ilusión desaforada, energía desbocada ante las verdades que vamos conociendo. Posteriormente, con el transcurso de los años, el espíritu empieza a conocerse, la calma y la paciencia se hacen necesarias, la determinación y la fe se convierten en imprescindibles, y la reforma moral y el amor al prójimo se presentan como las tareas más importantes que hemos de acometer en nuestro interior.
La vida en el espacio no es muy diferente a la de la Tierra si no fuera por el gran obstáculo de la materia que nos ciega, que no nos permite vislumbrar lo que fuimos, lo que somos y lo que podemos llegar a ser. No obstante en este olvido del pasado se encuentra la mayor misericordia, la mayor dádiva que el Creador nos concede a los espíritus imperfectos que, como yo, todavía nos encontramos en un nivel infantil de progreso y evolución moral.
La materia es un freno, sí, un obstáculo enorme, pero nuestra conciencia y nuestros deberes espirituales, algunos de ellos intuidos incluso estando encarnados e inspirados por nuestros guías durante el sueño, son los apoyos que tenemos para crecer, progresar, acertar con el compromiso aceptado antes de encarnar y sublimar nuestra vida en la Tierra, dedicándola al servicio desinteresado hacia nuestros semejantes.
Si trabajamos con determinación en beneficio del prójimo y servimos con humildad a nuestros compañeros de viaje en el periplo terrestre, estaremos procurando nuestra redención moral, depurando nuestras debilidades ancestrales, saldando débitos con la ley de causa y efecto y sembrando la felicidad en nuestro camino evolutivo hasta llegar a la plenitud a la que tenemos derecho.
Seamos conscientes de esta realidad entre dos mundos: el físico y el espiritual. Nada cambia para el espíritu en su condición moral cuando traspasa el umbral de la muerte o cuando regresa a la vida en una nueva reencarnación. Nuestra conciencia se mantiene, nuestra individualidad permanece y nuestros méritos y deméritos se manifiestan con nitidez a través de las pruebas y las expiaciones que la vida nos presenta.
Termino este primer trabajo continuado desde el espacio. Espero y deseo ser útil como lo fui en la Tierra. Ojalá Dios me permita continuar con esta labor que supone para mí la gratificación extraordinaria de esclarecer a quien, como yo, precisó de ser esclarecido. Gracias a todos por prestar atención a este trabajo.
Con todo mi amor,  prometo volver pronto.
 Benet de Canfield
Psicografiado por Antonio LLedó- Amor, Paz y Caridad

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