martes, 16 de octubre de 2018

La Democracia



  Para hoy podemos leer en este sitio:

1.- Naturaleza del Amor(2)
2.-Ars y el tiempo
3.-Casos comprobados de Reencarnación
4.-El Tránsito
5-La Democracia





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 (Viene del publicado anterior)

                  NATURALEZA DEL AMOR (2)

                                       


                                         Sublimación 
Para la Psicología, la sublimación es un mecanismo de defensa mediante el cual la energía sexual se desvía hacia otras actividades, con la intención inconsciente de no tener así que enfrentarse a determinados deseos. Pero también hablamos de sublimación desde el punto de vista espiritual, pues la trascendencia (la superación de los formas y los condicionamientos) forma parte de la esencia misma del amor.. si este permaneciera “preso” a las pasiones e intereses mundanos, no sería más que deseo, y el verdadero amor, por ser tal, supera todo esto. 
Podemos hablar de una sublimación psicológica y de otra espiritual o natural, es decir, la que va adquiriendo cada alma de existencia en existencia, superando ciertas cosas.. y quedándole pendientes otras. 
Es un hecho perfectamente demostrado a la luz de las ciencias del espíritu, que ciertos individuos, pueden prescindir del placer erótico común a la media, viviendo así una sexualidad más global, sin desequilibrarse ( y no estamos refiriéndonos necesariamente a Espíritus superiores), pues eso sí, igualmente, tampoco prescinden del relacionamiento afectivo (sea el que fuere), pues las fuerzas de la emoción son imprescindibles para la construcción de los destinos del mundo. Sublimación, por otro lado, no tiene por que traducirse como algo absoluto ante las tentaciones mundanas, estas no pueden ser evitadas en nuestra actual evolución, pero sí superadas. Una persona con ciertas adquisiciones en el terreno moral o sexual, no deja de reconocer sus impulsos y debilidades, precisamente por su madurez en esta área, sólo que aplica su voluntad y las supera sin mayores complicaciones. 
Gandhi, Teresa de Calcuta, o el inolvidable médium “Chico” Xavier, no eran seres asexuados, poseían sus  elementos  sexuales propios, dirigidos, esto sí, hacia el crecimiento interior y la caridad hacia los menos afortunados. 
Todos poseemos energía sexual, sólo que en unos está más sexualizada y en otros más sublimada.. o en grados diferentes. 


                                   ABUSO GENÉSICO 
“En ningún caso nos será lícito subestimar la importancia de la energía sexual que, en esencia, viene de la Creación divina.. Nadie se servirá de ella en las relaciones con otros, sin consecuencias felices o infelices, constructivas o destructivas, según la orientación que se le de.” 
Emmanuel (“Sexo y vida”). 


                                                                    


                              Excesos y desgaste 
El sexo es la fuerza más poderosa que existe en nosotros, después de la mente. Por esto, practicado bajo el descontrol, como todo mal uso que infrigimos a una máquina, termina por bloquear o estropear al sistema.. En esta fuerza primaria de nuestro ser, los Ingenieros espirituales de la creación concentraron cantidades de energías que, liberadas indiscriminadamente, conducen a la confusión emocional, la desilusión y el desgaste psicosomático. 


Las fantasías eróticas continuas, el deseo compulsivo, etc., son descargas electromagnéticas de altísimo voltaje. Cuando la fijación sexual es demasiado prolongada, deviene en agotamiento nervioso y desorganización somática, así como incluso  la locura, cuando determinadas personas entran en estado de obsesión o se pierden en la espiral del vicio (inducidas por malas compañías del entorno que frecuentan,o por espíritus inferiores). 
El abuso del que hablamos, aparte de propio, puede ser también el que infligimos a los demás; porque si bien el amor de Dios, para engrandecernos, nos concedió el libre albedrío (permitiéndonos la debilidad y el aprendizaje), toda manipulación erótico-afectiva o desprecio que hagamos a alguien, no será pasada por alto ante la infalibilidad de las leyes espirituales (karma) que rigen el Cosmos.. Nacemos en esta vida para, entre otras cosas, adquirir un mayor equilibrio emocional y/o liberarnos de las pautas erróneas del pasado. 
No existe ninguna inmundicia en el sexo, patrimonio sagrado de la vida, lo que si es necesario evitar son los excesos, la promiscuidad y la búsqueda de sensaciones viles que arrastran al ser a las zonas inferiores de la existencia. Esto, a menudo, es subliminalmente aconsejado y puesto como atractivo, por diferentes medios de comunicación y/o desafortunados shows televisivos (ignorando que los comportamientos sexualmente promiscuos, con pérdida de la capacidad de establecer vínculos afectivos duraderos, son una de las señales de la esquizofrenia). 


            No existen “pecados” y sí errores o abusos. 
En “El Génesis” estudiamos que, son las imperfecciones, los malos instintos que aún no corregimos y la inclinación a tal o cual vicio, el verdadero pecado original... 


Vampirismo energético 


“El Espíritu encarnado está bajo la influencia de la materia, y el hombre que se sobrepone a esta por la elevación y depuración de su alma, se acerca a los buenos Espíritus, a los que se unirá algún día. Pero el que se deja dominar por las malas pasiones y cifra todos sus goces en satisfacer los apetitos groseros, se acerca a los Espíritus impuros dejando que prepondere la naturaleza animal. 


                        MISTERIOS DEL AMOR 
Hay tantas clases de amor que no sabemos a donde dirigir nuestra atención para definirlo.” 
(Voltaire: “Diccionario filosófico”) 


                             Bipolaridad sexual 
Como sabemos, el alma es asexuada, sólo que en nuestro mundo, para exteriorizarse en la carne, presenta dos tendencias, dos líneas de evolución diferentes; masculina y femenina; así, cuando vibra en un polo, busca completarse con la otra parte, que está en el otro. 
La atracción de los sexos muestra la unidad que existe en las almas. En ellas no hay dos mitades separadas sino unidas y complementarias, que están siempre buscándose.. El sexo es tan sólo una condición externa, porque, realmente, el alma, en si misma, posee las dos posibilidades de manifestación (masculina y femenina), optando por una u otra según lo que más convenga a su progreso..Esto, da una idea de por qué ni para los Espíritus superiores,ni para la ciencia actual, existe la heterosexualidad entendida en términos absolutos. 
Para los Espíritus más evolucionados, en los que la asimilación de experiencias en un sexo y en otro ya se completó (cerrándose el ciclo sexual), no hay más necesidad de polarización en una u otra forma. Cuando encarnan, desprovistos ya de deseo erótico, emplean toda la fuerza creadora para el beneficio del prójimo. Según las definiciones terrenas, tales criaturas pasarían por heterosexuales (puesto que su estructura orgánica, masculina o femenina, en nada es distinta al resto), sin embargo, la inclinación sexual, en ellos, está superada, ni siquiera conservan ya, en la retaguardia de las vidas pasadas, compromisos con esta área. En ellos sí podemos hablar de castidad pura. 


También podemos hablar de Espíritus equilibrados (más abundantes que los anteriores), que se sitúan entre los Espíritus. inferiores o de mediana evolución, y  los Espíritus Superiores. Aún siendo todavía almas imperfectas, son más experimentados y esclarecidos, atravesando su nueva condición sexual sin resquicios conflictivos especialmente importantes o atavismos instintivos que no puedan salvar echando mano de su voluntad. En ellos la exigencia sexual está más o menos presente, pero bajo control. Entre ellos puede haber lugar para la abstinencia y/o el celibato, como opción vital con la que se enriquecen., no de una manera pura, propiamente dicha, pero sí sublimada. 


Para los Espíritus Inferiores y de mediana evolución, el deseo sexual forma parte de su realidad más inmediata, aún fuertemente influidos por los condicionamientos sexuales del pasado; el ser se presenta unas veces marcadamente femenino y otras marcadamente masculino (se encuentra bi-partido en si mismo) pues aún no se ha procesado la integración de las dos polaridades en una; por eso es intenso su deseo de ligarse (aún inconscientemente) al elemento opuesto, aparentemente ausente pero insertado en si mismo, otorgando una cierta insatisfacción más o menos marcada en todos los individuos. El sexo, en este grado evolutivo, está todavía muy unido al impulso animal, arrastrando para esta vida, los efectos de sus diferentes abusos y ansiedades practicados en las experiencias anteriores. En esta etapa, la abstinencia y el celibato se presentan más “forzados” que sublimados, lo que no significa que no sean instrumento depurador de ciertos instintos, sólo que es más difícil llevar a cabo por la criatura y no suele estar exentos de conflictos, pudiendo servir los dogmas religiosos (si no se presentan en exceso castradores) como reforzadores y ayuda para determinadas personas. 


Si deseamos tener una comprensión más amplia y real de la naturaleza humana presente en cada individuo, tenemos que tener en cuenta esas pequeñas “sutilidades” del comportamiento y la emoción que no logramos encajar, que no se explican suficientemente por el género sexual del cual se es portador. Esas sutilidades, son el eco de todos los viajes y experiencias que cada alma ha emprendido a lo largo de la historia. Porque, si podemos ser más categóricos con respecto a nuestra identidad somática, genital y cromosómica., la auténtica realidad psicológica (espiritual), va más allá, es infinitamente más amplia y compleja;no queda limitada a la apariencia orgánica, que es sólo una parte de la emanación espiritual global. 



En el amor puede haber sexo o no (según el tipo de relación), pero si este toma el papel de “motor”, entonces la relación  está condicionado a las sensaciones y, por lo tanto, ya nace con fecha de caducidad. Por mucho que promulguen los terapeutas, filósofos o analistas presuntamente modernizados, ninguna relación de pareja se sostendrá mucho tiempo a base de erotismo. 


En nuestra actual fase evolutiva, nos hallamos más o menos presos de la dicotomía amor/pasión o sensación/sentimiento, y por lo mismo, empleamos con frecuencia el término “amor” para designar emociones muy diferentes. Y es que el amor( como emoción a largo plazo) es diferente del encaprichamiento momentáneo que llamamos enamoramiento (sensación intensa pero más fugaz). Así, el enamoramiento a secas, sería una emoción pasional que posee un fuerte grado de fantasía o romanticismo, pero que puede extinguirse una vez que cesa el estimulo neuro-hormonal característico de la etapa “rosa”, muy condicionada por la química endocrina. 


El amor es una fuerza esencial, alejada de nuestras limitadas referencias, que eleva a las almas por encima de todo lo terrenal y, sin embargo, un eco de su poder y verdad late secretamente en el interior de cada uno de nosotros.. No obstante, estamos convencidos, de que sólo el amor está capacitado para realizar la alquimia del progreso; la gran síntesis universal de concordia y pensamiento, esperanza y libertad. 

( FINAL)

Este artículo procede de la Federación Espírita Española . 
(Conferencia ofrecida en diciembre del 2004 en el XII Congreso Espírita Nacional).


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                               ARS Y EL TIEMPO



Herculano Pires



 
   Desde que el hombre comenzó a pensar, a tomar conciencia de sí mismo y del mundo, el problema del tiempo lo preocupó. Muchos plantearon ese problema, pero nadie lo resolvió. El primer aforismo de Hipócrates aparece en latín en la forma clásica de Ars larga vita, breves Camones,  repite en este verso: “Para tan corta vida, tan largo arte!”

     El simposio espirita semanal de Uberaba habría también de enfrentar ese problema, más ahora disponiendo de la solución espirita.

      El Eclesiastés afirma que Dios hizo el tiempo para todo. En la Génesis de Allan Kardec, tenemos una definición que nos muestra su relatividad. Esta concepción de la relatividad del tiempo se acentúa en la doctrina de las vidas sucesivas, de las existencias palingenésicas que son solidarias entre sí. Para cada existencia, un determinado tiempo – el tiempo necesario para la ejecución de las tareas que el espíritu trae como de su incumbencia en la reencarnación.

     Así, el aforismo Ars larga, vida breve corresponde apenas a una visión limitada de las cosas. Dios nos concede tiempo para todo, más no en los exiguos limites de una encarnación. Como se vio la extensión infinita del arte, en que podría crear sin cesar, más se angustiaba con el tiempo exiguo de que disponía. No obstante, más allá de los limites de las existencias, el podría disponer del ilimitado de la vida que se amplía en la duración de la inmortalidad. Así como el día es corto para la ejecución de un trabajo, más podemos prolongarlo con el día siguiente, así acontece en la sucesión de las encarnaciones.

     Las filosofías de la existencia nos reclaman atención para el aquí y el ahora, más el existencialismo espirita valorizando esas categorías en el momento que pasa, no se olvida de que ya dispusimos del entonces y dispondremos del mañana. Anteriormente, en el entonces, acondicionamos el aquí y el ahora a la ejecución de determinadas tareas y Dios concede hoy el tiempo para eso. Si  aprovechamos bien el tiempo concedido,  no nos parecerá insuficiente. Si lo desaprovechamos, condicionaremos el mañana a nuevas angustias de tiempo.

     Es así que podemos entender los versos finales de Luciano de los Reyes: “Dios da el mismo tiempo a todos/ no menosprecia a nadie. “Reclamamos del tiempo lo que deberíamos reclamar de nosotros mismos, pues lo que nos falta en este momento corresponde exactamente a lo que desperdiciamos aun hace poco. Si aprovechamos con inteligencia y cuidado cada minuto que pasa, veremos que Dios nos concedió tiempo para todo lo que tenemos que hacer realmente en esta vida.

J. Herculano Pires (Hermano Saulo)


Artículo publicado originalmente en la columna dominical “Chico Xavier pide licencia” del periódico Diario de S. Paulo, en la década de 1970
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"Llegará un día en que matar a un animal será un crimen igualmente punible que matar un ser humano. Ese día la civilización habrá avanzado."
- Leonardo da Vinci -

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           CASOS COMPROBADOS DE                         REENCARNACIÓN

     En la India y en el resto de  Asia, en donde la creencia de la reencarnación es admitida y generalizada, se encuentran depositados en los archivos estatales mas de quinientos casos de reencarnación comprobados y admitidos como tales, por investigadores científicos, que han denominado a estos casos investigados y comprobados, “Casos de memoria extra-cerebral”.

      Son ya muchos los casos que nos ofrecen constatación científica  de la reencarnación. Los nuevos terapeutas repiten lo que ya a finales del siglo XIX se ha investigado y experimentado por una cantidad de  personajes ilustres cuya aportación original  viene siendo  profundizada en las investigaciones que se  han estado realizando en las ultimas décadas.

A ejemplo de lo dicho, el profesor Ian Stevenson,
catedrático y director del departamento de Neurología y Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Virgínia, ha sido uno de los grandes investigadores en materia de reencarnación. Él viajó por primera vez a la India en 1961, específicamente en busca de casos que apoyen la comprobación de la reencarnación. Después de 22 años, consiguió reunir casi 2,000 casos. El método empleado consistió en  localizar  niños que espontáneamente manifestaban recuerdos de vidas pasadas o  de haber vivido en otros lugares ofreciendo información suficientemente detallada e identificando a personas que tuvieron alguna relación con él en otras existencias.  Entre las obras más importantes del investigador figura el libro titulado "20 Casos que Sugieren la Reencarnación". En éste libro se resalta la extraordinaria documentación del estudio detallado y minucioso de Stevenson realizado en distintos países con diferentes personas de distintas edades, niveles de inteligencia y creencias.

        Según la tabla estadística creada por el profesor Stevenson, la edad media en la que aparecen los recuerdos de vidas pasadas en la conciencia es entre dos y tres años; la edad media de duración de dichos recuerdos es de siete años y a partir de ese momento los recuerdos se van perdiendo poco a poco. En algunos casos estos quedan difusos y en otros quedan totalmente olvidados. Hay que tener en cuenta que el profesor no utilizó la hipnosis ni ningún otro medio para provocar dichos recuerdos.
      Se podrían narrar, por tanto infinidad de ellos, pero como muestra, a continuación  relato resumidamente el siguiente caso, escogido entre cientos, con algunas de las investigaciones realizadas en  él, que al igual que en el resto, todos ellos sugieren como explicación más coherente de los mismos , la de la Reencarnación.
- Jose Luis Martín-
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“El proceso de la reencarnación y la desencarnación viene a ser algo así como un contínuo ir y venir en ambas direcciones de la Vida Una”.
Autor desconocido –


                          Joana y Jacqueline.-



      En la pequeña ciudad de Hexam Nothumberland (Inglaterra), durante el año 1957, vivía un matrimonio formado por John Pallok y Florence.
Este matrimonio tenía dos niñas llamadas Joana y Jacqueline.  Un día las niñas fueron a dar un paseo acompañadas de otro niño, mientras sus padres quedaban en casa atendiendo faenas domésticas cotidianas, cuando recibieron la visita de la policía que les trajo la trágica noticia de la muerte de sus dos hijas que habían sido atropelladas por un automóvil cuando cruzaban una calle próxima en compañía del otro niño.
La misma noche del accidente, agotados por tanto dolor, se durmieron finalmente el uno al lado del otro, cuando poco antes de amanecer, John se despertó gritando y llamando angustiosamente a sus hijitas.
Florence ,su esposa, despertó y encontró a John con los ojos muy abiertos y la cara congestionada, pidiendo a gritos a sus hijas que volviesen.
Ella  encontró esto normal debido al estado de conmoción y de aflicción en que ambos estaban, pero quedó intrigada cuando su esposo le contó el extraño sueño que había tenido lleno de realismo y del que había despertado apenas hacía un momento.
En algún lugar extraño vio a sus hijitas  vestidas de blanco que se acercaban a él y le decían que no llorasen mas por ellas porque estaban felices, y que dentro de año y medio volverían a ellos; después se  dieron la vuelta y desaparecieron.
Al cabo de pocos días, aquel extraño sueño apenas se recordaba como una alucinación.
Por otro lado , el médico que atendió a Florence en el parto de la segunda hija, pronosticó que debido a las complicaciones surgidas durante el parto de la misma, ya no podría volver a tener mas hijos.
Algo mas resignados con su desgracia, el matrimonio decidió cambiar su residencia a Whidey Bay, un pueblo cercano.
Nueve meses después del accidente, Florence quedó nuevamente en cinta.  La gestación transcurrió con normalidad y poco antes del parto John tuvo el presentimiento de que venían gemelos.
Al año y medio del accidente Florence dio a luz a dos niñas a las que dieron el nombre de Guillian y Jennifer.
Cuando estas tenían cinco años, las llevaron a la ciudad de Hexam a visitar a una tía. Caminando por sus calles, las niñas correteaban con soltura; en un momento dado Guillian dijo: “mamá en aquella esquina hay una pastelería”. Su madre no dio importancia a la frase, pero comenzó a sentirse mas confusa cuando Jennifer le preguntó: “¿nos dejas ir a jugar al jardín que está aquí cerca?”. Efectivamente allí cerca existía un jardín, pero no se veía desde el lugar en donde en ese momento estaban. La madre preguntó a Jennifer: “¿Cómo sabeis que hay cerca un jardín?”; contestaron que lo sabían , pero no el por qué.
Dirigiéndose a Jennifer le preguntó como sabían lo de la pastelería si era la primera vez que venían a  esta ciudad. La niña respondió: “no sé mamá, pero estoy segura de que en aquella esquina hay una pastelería”.
Al  regresar  a casa, Florence contó a su esposo lo sucedido, y este muy contento exclamó: “¡ya sabía yo que mis hijas volverían¡”.
La frecuencia de más anécdotas  análogas llevó a John a buscar en la Ciencia el esclarecimiento de todo aquello. Un psicólogo de Londres, le puso en contacto con el profesor Ian Stevenson, psicólogo americano, que precisamente por aquellos días estaba en Londres.
Este se interesó por el caso y acompañó personalmente al matrimonio a su casa de Whitley Bay. Una vez ganada la confianza de las niñas, les preguntó todo aquello que juzgó como interesante, y decidió investigar mediante dos pruebas consistentes en dar con ellas un paseo y visitar el apartamento en donde vivió la familia en el anterior pueblo de Hexam, así como visitar con ellas el lugar en donde murieron en accidente las anteriores niñas Joana y Jacqueline.
          El profesor, junto con las niñas y el padre, salieron a caminar por diversas calles de la ciudad, hasta que entraron en la calle donde estaba la antigua casa. De modo expontáneo Guillian exclamó: “Nosotras ya vivimos en esta calle, en aquella casa; ¡yo quiero ver la cueva de Tigre¡”.  El padre aclaró a Stevenson, que Tigre era un gatito que tuvieron y que estaba sepultado en el jardín de la casa; también explicó que ni él ni su esposa habían hablado nunca de Tigre a las niñas.
Al llegar a la casa les preguntaron el cómo conocían la casa, a lo que Jennifer contestó describiendo las partes interiores de la misma, que fueron confirmadas por su padre.
 Continuaron con el paseo, y las niñas iban alegres y despreocupadas; durante el mismo observaron como estas hablaban entre sí de personas del pueblo que no habían visto ni conocido antes.
Al llegar al  lugar del accidente, el carácter de las niñas experimentó un cambio total, pues después de caminar  hasta ese momento tan normales y alegres, se pararon con caras de miedo. Les preguntaron qué les pasaba, pero ellas con caras de pavor se negaron rotundamente a cruzar por el lugar del accidente.
La investigación estaba finalizada, y las pruebas no podían ser más positivas.
La opinión del Dr. Stevenson  fue: “Creo que bajo hipnosis se podría hacer volver a las gemelas al tiempo del accidente y de los acontecimientos ocurridos antes de la muerte de las niñas anteriores, pero dada su corta edad, no me atrevo a efectuar esta experiencia por el momento. Cuando cumplan doce o más años, podemos tener una prueba notable de este extraordinario caso de reencarnación”.
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“La muerte y el renacimiento son las campanas vespertinas y matutinas que llaman a la especie humana a dormir o a levantarse,motivados por el nuevo progreso”
                           -Thomas Carlyle -

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                        EL TRÁNSITO



      En el momento de la muerte todo es al principio confuso. Hace falta al alma algún tiempo para recobrarse. Se halla como aturdida, al igual que el estado de un hombre que saliera de un sueño profundo y que tratara de darse cuenta de su situación. La lucidez de las ideas y el recuerdo del pasado le vuelven conforme se va borrando el influjo de la materia de que acaba de desembarazarse, y a medida que se disipa la especie de niebla que oscurece sus pensamientos. La duración de la turbación que sigue a la muerte es muy variable. Puede ser de unas pocas horas como de varios meses, y hasta de muchos años. Aquellos en quienes es más breve son los que ya se han identificado en vida con su estado futuro, por cuanto comprenden de inmediato su situación. 
      La turbación presenta circunstancias particulares, de acuerdo con el carácter de cada individuo y, sobre todo, según el tipo de muerte experimentada. En las violentas, producidas por suicidio o suplicio, accidente, apoplejía o heridas, etcétera, el Espíritu se encuentra sorprendido, asombrado, y no cree haber muerto. Así lo sostiene con terquedad. No obstante, ve su cuerpo, sabe que ese cuerpo es el suyo, y no comprende que se haya separado de él. Acude junto a las personas a quienes profesaba afecto, les habla y no comprende por qué ellas no le oyen. Esa ilusión dura hasta que el desprendimiento del periespíritu se ha consumado. Sólo entonces el Espíritu se recobra y comprende que ya no forma parte de los vivientes. Este fenómeno se explica con facilidad. Sorprendido de improviso por la muerte, el Espíritu está aturdido por el brusco cambio que en él se ha operado. Para él, la muerte sigue siendo sinónimo de destrucción, de aniquilamiento. Ahora bien, como quiera que piensa, ve y entiende, en su opinión no está muerto. Lo que aumenta su ilusión es que se ve dueño de un cuerpo similar al anterior, por su forma, pero cuya etérea naturaleza no ha tenido todavía tiempo de estudiar. Lo cree sólido y compacto como lo era el primero, y cuando se le llama la atención sobre este punto se asombra de no poder palparlo. 

Cielo y el Infierno o la Justicia Divina según el Espiritismo – Allan Kardec -CAPITULO I 


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          LA DEMOCRACIA 


Una vez se llega al poder, la democracia, que lo es todo, empieza a dejar de existir. La democracia la tiene el que ha ganado, el pueblo la ha perdido, y hay que esperar a que llegue el momento en el que se pueda volver a votar y proceder al cambio de elegidos, si se llega al caso. Salvo en circunstancias muy especiales esto suele ser así, los que ostentan el poder se creen con autoridad para todo, y aunque la soberanía reside en el pueblo, que es el que se la otorgó,  éste ya no la tiene, es como si la hubiera vendido, y no la puede recuperar hasta la finalización del ciclo.
El pueblo, aunque sea soberano se hipoteca cada cuatro años. El pueblo soberano nunca gobierna, se deja gobernar y, si hay suerte y el gobierno es bueno, honrado y competente, pues mejor para todos. Pero si no lo es, mala suerte.
¡Y a esto le llamamos democracia!
La democracia se puede convertir en una dictadura. Dictadura, sí; consentida, pero no deja de ser una especie de dictadura. ¡Me han votado y con mis votos puedo gobernar como quiera! Sólo necesito escuchar al pueblo una vez cada cuatro años, después ya no me interesa la opinión de la ciudadanía. Si aprueban mis políticas o no las aprueban, qué importa, si yo gobierno como quiero.
Lamentablemente, maneras de proceder como esta suelen suceder.
En mi humilde comprensión y falta de conocimientos en política, no logro comprender qué significa ser un gobierno o partido de derechas, de centro o de izquierdas. Son, claro, denominaciones según la ideología de las personas que forman ese partido. Pero ¿los pueblos son de derechas, de izquierdas y de centro, acaso? ¿Hay trabajo de derechas y de izquierdas? ¿Hay industria de derechas y de izquierdas? ¿Hay agricultura, comercio, cultura de izquierdas y de derechas? La felicidad, el bienestar, el bien común no creo que sean de derechas y de izquierdas. ¿Quiénes se merecen mas, los de izquierdas o los de derechas?
Para quien escribe, esto no deja de ser parte de la falta de madurez del los pueblos, es decir, de las personas que componemos la sociedad; una forma mas de separar, dividir y enfrentar. ¿Acaso no somos todos iguales? ¿Acaso no todos tenemos igualdad de derechos y obligaciones? ¿Acaso el bien no es igual para todos, y lo que es malo  lo es por igual para todos?
Estamos muy alejados de crear una sociedad auténticamente igualitaria; vamos avanzando lentamente, demos gracias que avanzamos, aunque si pusiéramos un poquito mas de amor, lealtad, honradez y fuésemos mucho más escrupulosos a la hora de la toma de decisiones, olvidando nuestras preferencias e ideales, con toda seguridad que el gobierno y la democracia irían de la mano. Al no ser así y dejarnos llevar por los intereses y preferencias de nuestro corte político, se generan muchísimas discrepancias y desarmonías, lo que hace que el gobierno vaya por un lado y el pueblo por otro, quedando la democracia en evidencia, ya que brilla por su ausencia.
Se dice que cada pueblo tiene el gobierno que se merece. Esto puede ser una realidad, ya que en general poco hacemos por cambiar las cosas, dejamos que ocurran, y además justificamos a los políticos diciendo que da igual unos que otros, que todos los políticos son iguales y que todo el que llega ahí hace lo mismo.
Una buena comida necesita su punto de sal, unos ingredientes mínimos para lograr una elaboración satisfactoria. Así mismo, toda actividad en lo que concierne a la política debe estar auspiciada por ese puntito de honestidad y honradez, haciendo gala de las promesas hechas por y hacia el pueblo. Sin generosidad, sin ética, sin fraternidad no se puede gobernar, o mejor dicho, no se debería dejar gobernar. Fraternidad significa amor entre hermanos. Una buena política, una buena democracia puede unir y estrechar en gran medida los lazos que unen a las diferentes regiones de un estado, o por contra, pueden provocar o promover su enfrentamiento, la división o el rechazo de unas a otras. De aquí la gran importancia que tiene verse un país respaldado por un gobierno de todos y para todos, sin partidismos, sin exclusivismos, sin tendencias monocromáticas, que defienda a todos por igual y llegue a todos, respondiendo a las verdaderas necesidades de sus habitantes y no trabajando en favor de los poderes fácticos.
Sería un idealismo poder formar un gobierno en el que no prevalezcan solo los ideales y las personas de derechas o de izquierdas. Un gobierno formado por diferentes personalidades avaladas por su trayectoria y por su ética en lo humano y profesional. ¿No sería este un gobierno más democrático y mas universal? De lo contrario, lo que se tiene constantemente es a una parte del pueblo y de los gobiernos enfrentados con la otra, como si fuera un deporte.
¿Puede una persona sin principios espirituales, sin un ideal de servicio verdadero, sin rasgos de moralidad en su formación humana dirigir y gobernar el destino de todo un pueblo? Solo por poseer una licenciatura, por estar adscrito muchos años a un partido político, por ostentar un alto grado militar o por tener un carácter extrovertido y tener don de gentes, ¿eso nos capacita para llegar a la jefatura de un gobierno o alcanzar puestos de suma responsabilidad, o hace falta algo más?
Se nos suele olvidar, como casi siempre, la faceta humana de las personas. Ya lo dijo un sabio: Un árbol bueno da buenos frutos. Examinemos con detenimiento cuáles han sido los frutos que nos han dejado los gobernantes en estos últimos tiempos. ¿Qué porvenir les espera a los jóvenes? Comencemos por ahí.
La democracia, sin duda, está reñida con el poder. En cuanto se empieza a gobernar en base al poder que se ha adquirido, se comienza a faltar al respeto hacia los demás, porque el poder se opera con la fuerza, a través de la intransigencia y del miedo. El poder se manifiesta a través de los abusos, de la corrupción, y no piensa en los más débiles, solo cede ante un poder más fuerte. No puede haber democracia si ignoramos a una parte de la sociedad, por pequeña que sea, En general, tanto el poder como la justicia y el dinero solo benefician a unos pocos, olvidando al resto de la sociedad. Esto no es porque las ideologías sean más o menos acertadas, sino por las imperfecciones humanas que contaminan todo lo que tocan.
Sin ética y sin un carácter humanitario no se puede gobernar un país democráticamente. Todas aquellas personas que se atrevan a ejercer puestos de altísima relevancia en lo político tienen que ser, lo primero hombres buenos, personas honradas, gente de estado, y se les debería someter a un examen muy escrupuloso para detectar si posee esa ética y está a salvo de sucumbir ante las pruebas y las tentaciones que todo poder lleva consigo.
Por lo tanto, deberíamos depositar nuestra confianza no sólo por los conocimientos o por las tendencias políticas de cada cual, sino por su integridad y calidad humana, y por los deseos de servir y vivir por y para el bien común. Si se carecen de estas características, el fracaso llegará antes o después.
Recordemos la figura del Sublime Maestro, él no vino rodeado de poder, no vino rodeado de riquezas; su poder y su riqueza era su manantial de amor y de caridad, su sólo semblante, su calma, su seguridad y su integridad moral causaban impacto a todos aquellos que se le acercaban, era la gloria de su elevación espiritual la que se ganaba a todas las buenas gentes deseosas de aprender y de escucharle desde el fondo de su corazón. Sin embargo, aquellos que tenían inflado su orgullo y su corazón, aquellos que estaban dominados por el afán de poder y de riquezas, que habían convertido el templo en un local de negocio y servidumbre a los bajos instintos y pasiones, a aquellos no les penetró el mensaje, se rebelaron, no les interesaba ni la luz, ni la verdad ni el progreso espiritual, hasta el punto de llevarle a la cruz con el fin de que no les molestase y pudieran seguir en su círculo de mezquindad y materialismo en el que estaban sumidos.
Algo parecido ocurre ahora, el que ostenta el poder cierra sus ojos, rechaza todo aquello que pueda venirle desde fuera, y con esa falta de aperturismo de ideas se enredan en su estrechez de miras, desaprovechando otras muchas ideas y maneras de hacer que pudieran mejorar sus políticas, y demostrarían de ese modo que son verdaderos demócratas y que no se aferran al poder, sino que, por responsabilidad y generosidad, saben ver por el bien de todos.
Si supieran la gran responsabilidad que se contrae, y que han de responder por todas las decisiones que tomen, actuarían de otro modo, pero una vez más el desconocimiento de las leyes divinas les lleva a cometer muchos errores, creyendo que el poder les otorga permiso para hacer todo lo que quieran sin tener que responder ante nadie. Craso error, ya que, a mayor responsabilidad, más cuentas se nos piden.
En fin, un tema muy controvertido y difícil de solucionar, pero al menos podemos opinar y dejar una reseña pequeña de lo que sería para nosotros el ideal de la democracia.
   Fermín Hernández Hernández Amor, Paz y Caridad, 
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