jueves, 25 de septiembre de 2025

Preexistencia y sobrevivencia del Espíritu

 INQUIETUDES ESPÌRITAS

1.- El mundo invisible y la guerra

2.- Insuperable Amor.

3.- La Caridad, alma del Espiritismo

4.- Preexistencia y sobrevivencia del Espíritu

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    El Mundo Invisible y la Guerra 

     León Denis escribe El Mundo Invisible y la Guerra durante la primera guerra mundial, en un contexto histórico de acontecimientos dolorosos y particularmente complejos. En efecto, desde octubre de 1914, es decir justo después de la orden de movilización de las tropas francesas el 3 de agosto, León Denis comienza la redacción de su obra, teniendo como objetivos principales demostrar que los combates no ocurren únicamente en los diversos escenarios de guerra, sino también en el más allá; que la sociedad de los hombres es el resultado de una falta de evolución global que tiene su origen en la falta de educación de las jóvenes generaciones y, finalmente, demostrar que la religión, encerrada en sus dogmas y sus ritos está en completa oposición con la filosofía espirita. 

   Para hablar de lo que es propiamente la guerra, León Denis que reconoce la valentía y el coraje de los soldados, trata también de mostrar que estas cualidades son a menudo influenciadas por lo invisible, igualmente formado en orden de batalla. Éste, poblado de espíritus de diferente evolución espiritual, en busca de soluciones tácticas para orientar la victoria lo más rápidamente posible, influencia positivamente, pero también negativamente, a los oficiales más receptivos. Entre los mensajes espiritas transcritos en esta obra, hay tres que, ellos solos, podrían sintetizar la génesis de esta abominable guerra y las pasiones que ella desencadenó. 

El primero es de Heinrich Heine, un poeta alemán que prefirió Francia a Alemania y se dirigió a Bismarck recordándole sus iniciativas guerreras, su brutalidad y la ignominia de su obra. Ese mismo Bismarck le respondió por mensaje interpuesto, sobre la grandeza de su trabajo que permitía a Alemania, para él por encima de todo, aplastar a sus enemigos por la fuerza. Luego, el espíritu de Federico III que sólo pudo comprobar con gran tristeza la debilidad de su hijo, Guillermo II, que impulsó la política de Bismarck a su paroxismo. Estas tres manifestaciones nos muestran claramente dos espíritus perfectamente conscientes de los objetivos y otro que se obstina en la ceguera y la guerra. Continúan pues, a su manera, influenciando a los hombres en un sentido o en otro. 

Otro mensaje, recibido por un joven soldado en el frente, espirita clariaudiente, le indicó también las interacciones entre los dos mundos. En efecto, los Espíritus brindan su apoyo a los soldados agonizantes, recuerdan el libre albedrío de los hombres y les exhortan a que retengan todas las lecciones de esta tragedia para que no resurja nunca. ¡Esfuerzo perdido cuando los hombres volvieron a empezar dos decenios más tarde! León Denis trata de demostrar que el mundo invisible que rodea la Tierra es particularmente activo, incluso hasta parte implicada en la cercana victoria francesa; todos los Espíritus que se manifiestan en este período crucial del siglo XX, en algún momento de su vida y de su acción, han participado en la historia de Francia. 

     La religión y la educación ocupan un lugar importante en este libro. Para León Denis, es muy lamentable que los cincuenta años que precedieron a este conflicto, no hubieran visto cristalizar la filosofía espirita codificada por Allan Kardec y divulgada por numerosos simpatizantes. En efecto según él, las sociedades europeas prefirieron tonificarse con el materialismo, al que compara con “un fruto venenoso”, mientras que la filosofía espirita conjuga “los principios esenciales y elementales de la ciencia, la filosofía y la religión”. Hace un verdadero alegato en favor de los hombres de ciencia se inclinaron ante las pruebas de la supervivencia del alma rechazadas en bloque por las instancias religiosas. Del mismo modo que rechazaron el axioma de los sabios que afirmaban que la Tierra no era el centro del Universo, rechazaron ferozmente un espiritismo cristiano. 

     En cuanto a la educación oficial, que debería ser el punto de anclaje de elevados principios morales, que eviten todos los oscurantismos, excluirá la verdad de la supervivencia, limitándose a enseñar falsas verdades, todo para hacer promoción a un sistema que impulsa a los seres a atribuirse cualidades ficticias y méritos imaginarios, en detrimento de opiniones fuertes y valores humanos. En El Mundo Invisible y la Guerra, León Denis realiza un fino análisis de la constante interacción entre nuestros dos mundos, el visible y el invisible. Con sus libros y sus tomas de posición, contribuirá vigorosamente a la puesta en evidencia del espiritismo. 

Christophe Chevalier 
Extraído de la revista “Le journal Spirite Nº 93”

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INSUPERABLE AMOR



       Él vino de la Luz en una noche casi fría y lo primero fue abrigar-Lo; los padres se sirvieron de paja y heno, destinados a los animales del local donde se abrigaban.
      Tuvo Su vida amenazada, desde los primeros meses, por quien temía verse destituido del trono de las vanidades.
      Vagó por tierras extranjeras, retornando a la ciudad  de Sus padres, para crecer en gracia y vitalidad.
     El clima político era de intranquilidad. El pueblo al que pertenecía era esclavo de una nación arbitraria y dominadora.
     El gobierno estaba centrado en el cumulo de las riquezas y en la manutención del poder por la fuerza, por lo que fallecían  además de otras razones.
    Toda vez que mencionaran el nombre, a lo largo de los siglos que vendrían después, seria recordado como Aquel que viniera de la ciudad  de las menos expresivas de Su nación.
     Su padre no tenia ninguna proyección social. Era carpintero, Sus manos largas y finas pasaron a modelar la madera.
      Cuando el tiempo fue propicio, Se hizo conocer por los hombres, sirviendo-Se de frases dictadas muchos siglos antes de Su venida.
    Frases de conocimiento popular, repetidas de generación a generación, en canticos de esperanza.
    Mas aquellos mismos para quien viniera, no Lo reconocieron. Esperaban a alguien  lleno de pompa  y Él se hizo pequeño, para amar y servir a los hombres.
    Lo acusaron de crimen sacrílego porque  osó afirmar Su afiliación Divina, presentándonos  al Padre de todos nosotros.
     Llamó a los que Lo seguían, a los amigos, patentando que la amistad es uno de los más puros sentimientos.
    Afirmó que Se ofrecería en holocausto, en el momento oportuno y que, por  Sus amigos, daría la propia vida. 
     Él enseño la alegría, haciendo-Se presente en momentos de importancia en  la vida de parientes y de personas que deseaban con El  compartir el pan, la mesa, la amistad.
   Bendijo con Su presencia un casamiento, señalando la importancia de la familia.
     El llamó para Si a los niños, afirmando la importancia del periodo infantil y, educador excepcional, dijo de las graves responsabilidades de conducir bien ese periodo de la vida.
    Estuvo con los jóvenes  e, idealistas, los invitó  a seguir-Lo,  con el fin de que tuviesen su juventud bendecida por el amor imperecedero.
     Hizo de la naturaleza Su templo y Su escuela, llamando la atención de los que Lo oían para las cosas pequeñas.
   El grano de mostaza, la higuera improductiva, la siega en el momento apropiado, el periodo de las estaciones, la caída de la hoja de un árbol.
      Enseñó la nobleza en el sacrificio por amor a la verdad. Con Su sangre regó el ánimo de los que se tornaron Sus seguidores, en el transcurrir de los tiempos.
     Retornando del país del Más Allá, El que fuera abandonado, traicionado, Se presentó para consolar a los amigos.
    Atestiguó la Inmortalidad con Su presencia, permitiendo Ser tocado, palpado.
  Conocedor de las necesidades humana más primarias, no Se olvido de preparar,  en la playa, el fuego, ofreciendo a los amigos pescadores, el alimento, a Su regreso de las tareas.
      Fue un hijo amoroso, amigo incondicional, servidor de la Humanidad.
  No exigió nada. Ejemplifico la perfección y, en un convite vehemente, estableció que quien Lo desease imitar, bastaba con que tomara Su cruz y Lo siguiera.
         Lo que El hacia todos lo podían realizar.
    No prometió recursos amonedados o situaciones de privilegio. El era el Modelo y Guía, sin siquiera poseer una piedra para reposar la cabeza.
     No era excepcional, afirmaba. Hijo del Excelso Padre, comulgando con Su voluntad nos revelo nuestra filiación Divina.
      Y en Su testamento de amor afirmó que somos los herederos de las estrellas, los señores de los astros, viajeros del Universo.
      Lo llaman Nazareno, Amigo Celeste, Galileo, hijo de Dios.
   No importa. El es Jesús, el amor insuperable. Nuestro Maestro, Amigo y Hermano.

Redacción de Momento espirita.

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 LA CARIDAD, ALMA DEL ESPIRITISMO

                                     
        
¿ Cual es el lazo que debe existir entre los espíritas ?. Ellos no están unidos entre sí por ningún contrato material ni por ninguna práctica obligatoria. ¿ Cual es el sentimiento en que se deben confundir  todos los pensamientos ?

   Es un sentimiento moral, todo espiritual, todo humanitario: el de la Caridad para con todos, o en otras palabras, el amor al prójimo, que comprende a vivos y a muertos, pues sabemos que los muertos también forman parte de la Humanidad.

   La Caridad es el alma del Espiritismo, ella resume todos los deberes del hombre consigo mismo y para con sus semejantes, razón por la que se puede decir que no hay verdadero espírita sin la caridad.

   Pero la Caridad todavía es una palabra de muchos sentidos, cuyo entero alcance debe ser bien comprendido; y si los Espíritus no cesan de predicarla y definirla, es porque probablemente reconocen que esta es aún necesaria.

   El campo de la Caridad es muy vasto

- Revista Espírita- ( diciembre de 1868)-

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PREEXISTENCIA Y SUPERVIVENCIA DEL ESPÍRITU

" La cuna tiene un ayer y la tumba tiene un mañana !. ( Victor Hugo )

Un principio fundamental en que se basa el ideario espírita , es la existencia del espíritu como elemento animador y organizador de la materia. El espíritu es el principio inteligente del Universo.

Existimos antes de nacer y continuamos viviendo después de la muerte. Todos los seres vivos están dinamizados por un ente psíquico su imperecedero. En los animales su alma rudimentaria se manifiesta principalmente a través de los instintos y del raciocinio elemental; en los seres humanos es el asiento de la individualidad superior en sus expresiones intelectuales, emotivas y volitivas, principio central de conciencia indestructible y perdurable que coexiste con el organismo corporal, siendo testigo inmutable de sus cambios. No es que tengamos un espíritu, es que somos un espíritu. Puesto que el organismo no es el individuo real, sino su representación exterior, somos un espíritu con un cuerpo, no un cuerpo con un espíritu.

El espíritu está envuelto por una estructura fluidica a la que Kardec llamó Periespíritu y actúa como un campo magnético, en torno al cual se agregan las partículas de materia densa, que constituyen el organismo físico.

A pesar de las apariencias, millares de hombres y mujeres, en todos los tiempos, han sentido germinar la noción maravillosa de la supervivencia, como una íntima y profunda protesta del principio esencial que vibra en ellos, su espíritu inmortal. Muchos seres han encontrado el alimento de su ideal en la fe; otros en la teoría especulativa, y ahora, gracias al Espiritismo, la humanidad puede llegar a esta certeza, por medio de la experimentación ( observación) científica de los fenómenos.

La existencia y supervivencia del principio espiritual como lo que espera al ser humano después de su muerte, ha dejado, mediante el Espiritismo, de ser un problema de metafísica abstracta o un artículo de fe religiosa, para convertirse en un hecho concreto y positivo. Los teólogos de todas las religiones hicieron del alma una concepción tan abstracta, que en verdad, casi equivalía a negarla, y reaccionando contra esa absurda concepción, los pensadores materialistas pensaron cortar el nudo gordiano y decretaron la supresión del alma o espíritu y transfirieron todas sus propiedades al cuerpo  físico. Si bien Descartes expresó en su momento , con gran brillo y altura, la noción dualista que Informa a todo espiritualismo en su esencia, llamando res-extensa a la sustancia material, y res-cogitans al elemento espiritual, ha sido con el Espiritismo, en tanto espiritualismo científico, que se ha establecido la existencia real, concreta y objetiva del espíritu.

El insigne pensador espírita francés, Gustavo Geley, presentó su sistema de filosofía científica, idealista y dialéctica, respaldado sobre dos proposiciones capitales:

1) Lo que hay de esencial en el Universo y en el individuo, es un dinamo-psiquismo único, primitivamente inconsciente, conteniendo en sí todas las potencialidades- Las apariencias diversas e innumerables de las cosas no son más que sus representaciones.

2) El dinamopsiquismo esencial y creador, pasa por la evolución de lo consciente y de lo inconsciente.

Estas dos proposiciones reposan sobre los hechos. Pueden ser el objeto de una demostración preciosa, en el individuo primero, y luego, por una vasta inducción, pueden trasladarse al Universo.

El Espiritismo libera al hombre de la angustia de la muerte al darle el sentido de la inmortalidad, haciendo resaltar con claridad meridiana, la excelsitud de los destinos humanos, en estadios posteriores a la disgregación física.

- Jon Aizpurua-  de su obra "Fundamentos del Espiritismo -

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