INQUIETUDES
1.- Los pensamientos ( comunicado)
2.-Valores humanos ( comunicado)
3.- Sexualidad
4.-Las reflexiones de Merchita
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LOS PENSAMIENTOS
( COMUNICADO ESPIRITUAL)
Es muy importante entender que todo lo malo que pensemos nos puede causar problemas, ya sea propiamente mental o propiamente físico. El pensamiento es fuerza creadora y es muy importante estar pendiente con todo pensamiento malo, tendremos una reacción desorganizada en nuestra propia mente y en nuestro cuerpo físico. Todo lo que pensamos causa esa reacción dentro de nosotros que además tenemos que sumar que nuestro pensamiento si lo creamos con una vibración mental baja se unirá inmediatamente a otros de igual condición, de lo contrario, si son pensamientos buenos, eso hace que nuestra condición vibratoria sea mejor, más elevada, uniendo nuestros pensamientos a otros pensamientos mejor organizados y más sanos.
Tenemos que comprender que nuestra mente siempre está generando pensamientos que su fuente esta en el espíritu, en nuestra alma, por lo tanto, es importante que siempre pongamos especial atención con lo que pensamos, pues mientras pensamos esos pensamientos se van extendiendo a nuestro alrededor y hace que atraiga a otros que piensan igual, es como si todo lo que pensamos lo dijéramos a través de un altavoz, lo escucharía cualquiera en su radio de acción. Todo pensamiento atrae a otro pensamiento igual, y como a nuestro alrededor tenemos un mundo espiritual, esos espíritus que piensen igual vendrán a nuestro lado por la ley de afinidad, esto es, todo individuo pensante atrae a otro igual.
En la actualidad no se tiene muy presente lo que la criatura humana piensa, pues mientras nosotros pensamos creamos como una especie de atracción que vendrán con nosotros haya donde estemos. Nuestros pensamientos deben de ser siempre observados y siempre tenemos que tener prudencia, nunca hablemos mal de nadie, pues esos pensamientos tóxicos pueden perjudicar a la persona pero también ese mal que provocamos, toma mucha atención, volverá a nosotros con inquietudes o con mal estar. Por eso no hablemos mal de nadie, no odiemos a nadie, tengamos nuestro pensamiento más elevado, no tenemos que preocuparnos que otros hablen mal de nosotros, o que otros nos odien, eso no es lo importante, lo importante es que nosotros no lo hagamos, porque los pensamientos que creamos y pensamos mal de alguien eso lo creamos nosotros y todo mal que se crea vuelve a la fuente, también eso ocurre con buenos pensamientos que nos generaran tranquilidad y mas felicidad disponiendo poco a poco de una mente sana.
Por esto, siempre tenemos que intentar gobernar lo que pensamos, entender que todo nuestro pensamiento alejado de las enseñanzas de Jesús, nos puede causar sufrimientos y que todo pensamiento bueno nos dará calma. Siempre buscamos un medico cuando sentimos dolor en nuestro cuerpo, entre tanto, busquemos a Jesús para nuestra alma, con pensamientos buenos y más sanos. Si no hacemos determinadas cosas para no dañar nuestro cuerpo, si comemos cosas sanas para no engordar, si hacemos deporte para estar más sanos, si cuidamos nuestra imagen, con peinados modernos, con maquillaje y bronceados para resaltar nuestra elegancia y compramos vestidos y trajes para tener una imagen elegante, si cuidamos todo lo exterior y no procuramos cuidar nuestro interior, nuestro pensamiento, entonces nuestro exterior comenzara a dañarse en cualquier momento, porque pensamientos negativos producen enfermedades en el cuerpo, la cólera perjudica el corazón, la tensión, la ansiedad, enferman el estomago, todo lo que pensemos si está mal enfocado causará un dolor en nuestro organismo.
Por esta razón y por muchas otras tengamos presente que cuidar nuestro exterior es necesario, pero nuestro interior es imprescindible. Comencemos a tener pensamientos saludables, y si tenemos rencor, la envidia, los celos, el odio, tengamos cuidado y no los mantengamos en nuestro interior, tengamos siempre una actitud positiva en frente de la vida y vivíamos siempre con alegría confiando en Dios y nunca nos dejemos arrastras por la tristeza ni por el desaliento, pues esta, también, nos pueden arrastrar a la depresión que es como una bomba en nuestro interior que siempre tenemos que evitar. Confiemos en Dios y aprendemos de Jesús.
Espíritu Rafael.
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Dios, repito, y sobre todo acepten aquello que es de ley y de justicia para un mejoramiento de sus Espíritus, para una elevación moral; hay tantas cosas beneficiosas dentro de las pruebas de la vida, que después de haberlas pasado, hay que hacer un examen profundo, de lo que han significado para usted y en qué les ha mejorado, para qué les ha servido; eso es lo que deben analizar; cuando se ha pasado un tiempo, la mente está más tranquila, y el razonamiento sirve, precisamente, para fortalecer las ideas interiores; todo debe analizarse para que les pueda servir en otras ocasiones.
Sexualidad
El tema del sexo se debe considerar desde dos aspectos o vertientes: el físico y el psíquico.
Por el aspecto físico, el sexo solamente afecta a nuestro cuerpo físico, en donde los órganos reproductores o sexuales, tienen la gran función de la procreación de la especie humana.
Por su aspecto psíquico, el Espíritu humano creado a semejanza de la Fuente Creadora, es asexuado pero incluye en sí mismo las dos polaridades o tendencias sexuales : el sexo que ostenta en cada vida como hombre o mujer, junto a ciertos vestigios del sexo contrario, residuos de la otra polaridad sexual que dominó y alternó en otras vidas pasadas. O sea, que se podría considerar que el Espíritu es andrógeno, o sea, masculino y femenino simultáneamente. Cuando tomamos cuerpo físico asumimos mayor proporción de una de las dos polaridades sexuales, normalmente de acuerdo con nuestra genitalidad.
Los aspectos propios de la polaridad sexual contraria a la que se ostenta fisicamente en cada vida, son los resíduos de esa polaridad contraria que en mayor o menor medida se pueden llegar a manifestar en cada persona, constituyendo ambas polaridades conjuntas la sexualidad humana. Jung llamó “Anima ” a la parte femenina que se encuentra acoplada en el psiquismo del hombre y “Animus” a este mismo principio masculino que se manifiesta en la mujer .
El sexo que asumimos en cada vida afecta al psiquismo humano de la misma forma que el vestuario afecta a nuestro estado de ánimo y llega a influir hasta en la forma de hablar o de comportarnos. Así, el psiquismo humano muchas veces se siente influenciado por la polaridad sexual que se tuvo en la anterior vida humana, y esto le puede influir mucho en la sexualidad de la nueva personalidad humana que tenga en su vida actual, sobre todo cuando esta es de la polaridad contraria a la que tenía el espíritu en su existencia anterior. Esto contesta el por qué de la inclinación sexual opuesta a la que por naturaleza se debiera manifestar normalmente, o cuando se manifiestan ambas indistintamente ( bisexuales), que muchas veces traen consigo desde el nacimiento, como vestigio de la sexualidad anterior que se tuvo, porque no siempre coincide con la misma sexualidad de su vida actual.
En cada ciclo de vidas, el Espíritu adopta y toma el predominio de uno u otro sexo que se repite igualmente en las diversas existencias humanas que componen cada ciclo.
Sin embargo aquí no hay una norma fija establecida, pues también hay casos en los que la condición de masculinidad o feminidad cambian alternativamente de polaridad en vidas sucesivas, mientras que otras veces se reencarna con el mismo sexo repetidamente durante varias vidas consecutivas,- dependiendo de los aprendizajes o experiencias que deba acumular como Espíritu encarnado-, con lo que una polaridad sexual determinada se fija y fortalece, para después llegar a otra siguiente vida humana con el sexo contrario, del que irremediablemente conserva algunas tendencias psicológicas de la anterior personalidad, que forman parte de su patrimonio como Espíritu. Hay Espíritus que suelen presentar esta circunstancia, cuando reinician un nuevo ciclo de reencarnaciones con otros objetivos y metas a alcanzar, desenvolviéndose con el sexo opuesto al que tuvieron repetidamente en vidas anteriores..
La sexualidad del Ser humano es simplemente una experiencia personal que principalmente cumple la función de la procreación y del necesario desahogo de la pasión sexual de la persona, que puede ser solamente una experiencia sexual sin más, vacía y egoísta de "hacer sexo solo por el momento de placer físico", o bien una experiencia de ambos psiquismos que se manifiestan un sentimiento de amor en donde se funden cuerpos y almas, por lo que en este caso el sexo tiene unas funciones cósmicas de Amor y de Creación que a todos nos afecta, y por ser estas, funciones cósmicas, resultan a su vez una función Divina, cuyo resultado es la manifestación de la Vida en la materia.
La sexualidad es por tanto, un instrumento importantísimo y fundamental en la existencia de los seres humanos y de sus reencarnaciones para que se lleve a cabo en ellos la Ley de Evolución. Por tanto en la relación amorosa sexual, el Amor no solamente es sexo, como tampoco el sexo por sí solo nunca es Amor; como todos conocemos, puede existir el sexo sin Amor, solo cuando el ser humano se deja llevar por el celo animal que es un instinto ciego que también cumple la misma función de llegar al acto sexual y a la procreación, del mismo modo que existe el Amor sin sexo, más propio de los Ángeles y Seres muy elevados.
Una vez comprendido que todos hemos sido y
seguiremos siendo, indistintamente,
hombres y mujeres, vemos lo
ridículo que resulta sostener una pretendida superioridad de unos humanos con
respecto a otros, solo por cuestión del sexo de cada uno. Todos somos Seres humanos en pleno proceso
evolutivo y necesitamos adquirir y enriquecernos con todas las experiencias que
en las diversas épocas y sociedades
humanas, podamos adquirir indistintamente como hombres y como mujeres.
Dentro de la relación amorosa de la pareja, cuando el acto sexual se realiza de un modo natural y espontáneo, movido por un sentimiento mutuo de Amor, pasión y ternura, sin motivaciones egoístas que solo buscan la propia satisfacción, se crean sentimientos y deseos que suponen un verdadero acto de Amor en donde existe una mutua entrega ,física y espiritual, necesaria psicológicamente para la relación y la armonía humana entre los miembros de la pareja, de modo que se llegan a sentir como dijo San Pablo: " Ya no son dos, sino solo Uno en una sola carne"...
Al ayuntamiento sexual se le ha llamado “hacer el amor”. Pero hacer el amor no es simplemente tener una relación física o genital con otra persona, sino que es un acto que supone llegar a sentirse totalmente unido y entregado al otro en cuerpo y alma en una comunión de mútuo e intenso sentimiento de Amor que eleva a los amantes hasta estadios sublimes en medio del placer físico que se otorgan , acompañados de una inenarrable felicidad.
Sin embargo, debemos tener presentes que los excesos, desórdenes, y abusos en el uso del sexo, pueden causar un debilitamiento progresivo de las neuronas del cerebro, en la glándula Pinneal y en todo el sistema nervioso en general, llegando así a un estado de envejecimiento prematuro, siendo estos desórdenes un motivo de atraso evolutivo en el Ser espiritual al que atan a la materia y a lo físico.
Tengamos presente que el uso del sexo se puede
convertir en un acto negativo cuando hay maldad o egoísmo en la relación
carnal, o cuando su práctica no conlleva ningún sentimiento de Amor y ternura,
sino solamente sensualidad animal, ciega
e instintiva. Sin embargo debemos
considerar que jamás debemos juzgar ni menos aún condenar aquellos comportamientos sexuales
desordenados que apreciemos en los demás, pues nosotros mismos a lo largo de
nuestra historia evolutiva, alguna vez también habremos, tal vez, errado y
caído en aquello que ahora nos puedan parecer comportamientos negativos o desviados sexualmente
en los otros..
- Jose L. Martín-
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LAS REFLEXIONES DE
MERCHITA
Queridos amigos, si miramos un poco para atrás,
y abrimos de par en par nuestra ventana al exterior, vemos que las cosas no son
iguales, el horizonte es distinto, se ha mejorado o empeorado, seamos
optimistas y veamos la vida como un precioso regalo, una gran oportunidad para
luchar en el campo de nuestras propias batallas.
Sabemos que la historia nos muestra
los numerosos siglos que fueron precisos para llegar al grado de
civilización que hemos llegado. Sin embargo observamos que el avance material
ha sido grandioso, pero los hombres aún seguimos siendo imperfectos,
espiritualmente aún hemos avanzado muy poco, las virtudes escasean aún en
muchos hombres y el vicio es el causante de que ellas no florezcan; el egoísmo
sofoca el amor. Todos mantenemos una lucha en la sociedad donde nos
desarrollamos, siendo muchas veces victimas o mártires; y en eso consiste el
mérito y el progreso para los Espíritus encarnados en la Tierra.
Todos hemos de procurar hacer el bien para
progresar y en eso estamos, manteniendo una lucha interna, del hombre
nuevo que somos ahora, con el hombre viejo que fuimos, y es cierto que todos
los que nos rodean se benefician de ese esfuerzo pues poco o mucho ellos
progresan también con nuestros buenos ejemplos y con nuestra buena forma de
actuar y de comportarnos.
Un día, no muy lejano, cuando volvamos al
otro lado de la vida, si hemos trabajado y hemos conseguido ser mejores
personas, no necesitaremos volver más al planeta Tierra a no ser que sea
con una misión, como guía de la humanidad.
El Espiritismo es una ciencia eminentemente
práctica, que enseña a los hombres las dos grandes virtudes sobre las cuales
reposa toda la moral humana y sabemos que esta es la justicia y la
solidaridad, y ello no es otra cosa, que el progreso en el orden moral.
Muchos nos preguntamos alguna que otra vez,
¿Dónde está la recompensa del bien cumplido? Y esta es el propio
bien, un bien hecho, nos da un estado de gozo, de alegría interna, de
satisfacción. Al igual que cuando hacemos el mal, nuestra conciencia se encarga
de martirizarnos, el remordimiento, nos hace estar inquietos, pesarosos,
amargados, sin tranquilidad.
El hombre es para sí mismo su propio
compensador o su propio verdugo. Dios no castiga ni recompensa a nadie. Sabemos
que una ley inmutable, una justicia inmanente presiden el orden del universo y
las acciones del hombre. Todo los actos que cometemos encierran sus
consecuencias. Dios deja al tiempo el cuidado de realizarlas.
El cielo o el infierno están en nuestras
conciencias, todos traemos en el alma nuestra alegría o
sufrimiento, la gloria o la miseria, conforme a los méritos o deméritos.
El Espiritismo nos torna mejor al darnos una
noción clara de la vida, de nuestro destino, y esto hace que poco a poco
estemos educándonos moralmente en sí mismos, individualmente y también
socialmente, tratando ser mejores con nuestros hermanos.
Nosotros como espiritas sabemos que nos
podemos poner en comunicación con el mundo invisible, estamos
desarrollando la mediúmnidad pues sabemos que ella está en germen en cada uno
de nosotros.
La mediúmnidad constituye una serie de
fenómenos psíquicos y espirituales. Recordemos que las leyes del universo están
en total armonía, y que, consecuentemente, nosotros que somos espíritus, solo
nos podemos comunicar con el mundo de los espíritus por los sentidos del
espíritu. Es un sexto sentido, que completa la naturaleza humana, es la
percepción espiritual, es la mediúmnidad.
Todos podemos perfeccionar la mediúmnidad, si la
poseemos ostensivamente, que es cuando en realidad nos podemos catalogar de
médiums. Ella es desenvuelta por el ejercicio, por el entrenamiento, por la
experimentación. Pero es preciso para eso dejarnos dirigir por los propios
Espíritus; porque son ellos los que preparan y forman a sus médiums, como un
maestro sabio forma al operario que lo debe ayudar y servir.
El Espiritismo es el futuro de la religión y
poco a poco sus adeptos aumentan y se expanden sus enseñanzas. Como su nombre
indica el Espiritismo es la más alta y la más científica forma del
espiritualismo. El es, al mismo tiempo, una ciencia positiva, una filosofía moral,
una solución social. Bajo todos esos títulos, responde admirablemente a las
exigencias del pensamiento moderno, a las necesidades del corazón humano, a las
aspiraciones elevadas del alma. Los progresos del futuro confirman cada día más
sus enseñanzas y su doctrina: podemos, pues, afirmar que el Espiritismo es el
Credo futuro de la humanidad.
- Merchita-
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