martes, 10 de abril de 2018

El mal y el remedio




Vemos en este día:

- El Matrimonio en el Más Allá
- Sobre los Espíritus- Reflexión
- Nacer y morir
- El mal y el remedio

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         El matrimonio en el Más Allá
1-¿El matrimonio es planificado en el Más Allá?
Generalmente la unión matrimonial implica una armonización que no sólo involucra a la pareja, sino también a los Espíritus que reencarnarán como hijos. Obviamente, es preciso planificar.
2- ¿Lo hacen los propios interesados?
Eso sería lo ideal, ya que tendemos a encarar con mayor seriedad los compromisos que asumimos por iniciativa propia. Sin embargo, no siempre los Espíritus que reencarnan tienen suficiente madurez y discernimiento para ello. La planificación queda por cuenta de mentores espirituales.
3- ¿ Un eventual segundo matrimonio, también obedece a una planificación?
Cuando los compañeros de la vida conyugal se separan de forma irreversible, en virtud de conflictos insuperables, es justo que procuren recomponer su vida afectiva, buscando una nueva experiencia. Si hay seriedad en la intención y no mero ejercicio de promiscuidad sexual, tan frecuente en los días actuales, los mentores espirituales pueden ayudarlos en ese propósito y orientan una nueva unión.
4-Si existe una sucesión de problemas o conflictos ¿habrá siempre nuevas planificaciones?
Los mentores procuran ayudarnos, al mostrar caminos, pero jamás son conniventes con nuestros desatinos. La sucesión de uniones indica la incapacidad de asumir compromisos y de convivir. En estos casos, es natural que se aparten y retiren los escudos de su protección para que los tutelados aprendan con sus propios errores.
5-¿Por tanto lo ideal sería «soportar» al cónyuge para merecer el apoyo de la espiritualidad?
Ese es, tal vez, el mayor equívoco. Las personas «soportan» al cónyuge por amor a los hijos o respeto a la religión, olvidándose de que están juntos para armonizarse, al aprender a convivir fraternalmente. Eso implica el cambiar de pronombre en el verbo de la acción conyugal: de la primera persona del singular, yo poseo, yo quiero, yo hago, hacia la primera del plural: nosotros podemos, nosotros queremos, nosotros hacemos. Cultivar el individualismo en el matrimonio es condenarlo al fracaso.
6-¿Sería eso suficiente para ser felices?
Hay algo más. Las personas esperan que el matrimonio salga bien para que sean felices, sin comprender que es preciso que sean felices para que el casamiento salga bien. Un corazón amargado, un carácter impertinente, una vocación hacia la agresividad, todo eso amarga la existencia y nos hace incapaces de convivir, particularmente en el hogar, donde no existen las máscaras de la sociedad.
7-¿Cómo alcanzar la felicidad con un matrimonio exitoso?
Hay que tener siempre presente que la felicidad no está subordinada a la satisfacción de nuestros deseos ante la Vida, sino al empeño por atender lo que ella espera de nosotros. No se necesita mucho para ello. Basta observar la lección fundamental de Jesús: haced a nuestro semejante el bien que deseamos que él nos haga. Funciona admirablemente cuando se trata de armonizar a las personas, particularmente en el hogar.
M. Escritor y conferencista espirita, Presidente del Centro Espirita «Amor e Caridade» en la ciudad de Bauru, Brasil. Autor de diversos libros: ¿Quién tiene miedo de la Muerte Reencarnación: todo lo le necesitas saber, Huyendo de la Prisión, entre otros.
La revista Espirita

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                   SOBRE LOS ESPÍRITUS

                                                                        Reflexión.

Los espíritus pueden venir con formas diferentes y tienen la capacidad de deslizarse sin ningún movimiento aparente.

Su aparición requiere una cantidad increíble de energía para llegar a nuestra vista y oído.


Un médium experimentado se acostumbra pronto a las limitaciones físicas de esas almas elevadas y sabe cuando la comunicación se acerca a su finalización.


El mundo de los espíritus es nuestro mundo futuro y es muy diferente al nuestro.

Un guía espiritual es un protector. No todo el mundo tiene uno en cada momento.
Pocos son los afortunados en llegar a conocer incluso sus nombres.

Los espíritus elijen visitar a quien quieren y cuando quieren.
Nosotros seguimos el tiempo lineal,para ellos no existe el tiempo.
Los espíritus pueden encontrarse en un estado mental confuso,algunos incluso están enfadados y son hostiles,depende del grado de progreso que alcanzaron.
Normalmente se comunican con el pensamiento,aconsejando para que tomemos las mejores resoluciones. 


También podemos verlos en sueños, e incluso en alguna ocasión oírlos.

Tenemos a nuestro Guía espiritual y también tenemos espíritus protectores,sobre todo en los momentos difíciles de nuestras vidas, con el propósito de aconsejarnos mediante la voz de nuestra conciencia y ayudarnos en lo que puedan y les esté permitido.

Angeles C.M


                                                                                                                                        ****************************




                   Nacer y morir 

1–¿Qué es más complicado: reencarnar o desencarnar? 
Reencarnar, sin duda. El Espíritu viste una armadura, que le inhibe las percepciones y le impone limitaciones y necesidades urgentes, relacionadas con la subsistencia; pasa por la completa amnesia, incapaz de definir la propia identidad; durante varios años estará en total dependencia, debilitado e indefenso. Males físicos lo asediarán, dudas lo perseguirán, el dolor será su compañera inexorable. ¡Será complicado y asustadizo! 
2 –¿Y desencarnar? 
El retorno al hogar, al continente espiritual; sacar la armadura, readquirir las percepciones, encarar la realidad, superar las dudas, librarse del dolor físico, reencontrar afectos queridos…Y lo mejor – la libertad. 
3 –¿Están en lo cierto, entonces, los orientales que lloran el nacimiento y festejan la muerte? 
Es razonable que festejemos el nacimiento. A fin de cuentas, incluso por las peores pruebas que puedan esperarlo, es, para el Espíritu que llega la ocasión del recomienzo, la facilidad de renovación, la oportunidad de desarrollar sus potencialidades y evolucionar. 
4 –¿Debemos festejar también la muerte? 
Sería pedir demasiado. Estamos lejos de la convicción necesaria. Por lo menos no deberíamos deplorarla. En nuestro propio beneficio, es necesario encarar la muerte de forma optimista, como el viajante que retorna al hogar, después de una larga ausencia. 
5 – Si las perspectivas son tan buenas, ¿por qué las personas tienen terror de la muerte y le oponen tantas resistencias? 
Es porque se apegan demasiado a la experiencia humana, sin espacio para pensar en la vida espiritual. Se lían de tal forma, que encarara la muerte como el aniquilamiento de todas las esperanzas, algo tétrico, terrible, que procuran ignorar. Prefieren imaginar la muerte como un monstruo que no las amenazará si no piensan en él. 
6 –¿Sería la reencarnación una especie de destierro, una penalización a cumplir, por culpa de nuestros compromisos del pasado? 
Depende de como encaremos la experiencia humana. Hay personas atormentadas y enfermas que parecen vivir en un hospital; otras se sienten en una prisión. Hay quien se sitúa en una arena de disputas por la riqueza y el poder, y quien juzgue estar haciendo un viaje de vacaciones, en la inconsecuencia de los vicios y ocios... 
7 –¿Qué sería lo ideal? 
Resaltar en la experiencia humana la escuela y la oficina de trabajo, considerando que estamos aquí para aprender los fundamentos de la Vida y superar las tendencias egoístas con el empeño en el Bien. 
8 –¿Y sobre los problemas kármicos, que nos imponen limitaciones y dolores? 
Considerando que la jornada terrestre es una gran lija que pule nuestras imperfecciones más groseras, todos tenemos programas relacionados con el hospital y la prisión. Hay males inevitables. No obstante, facultarnos la bondad celeste los ameniza, tornándolos perfectamente tolerables, desde que no despreciemos la necesidad de aprender y servir, sin desánimo. 

Extraído del libro 
Reencarnación, todo lo que usted necesita saber. 
Richard Simonetti.

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                                   EL MAL Y EL REMEDIO
 Alguien, en cierta ocasión, preguntó a un gran filósofo cómo conceptuaría al sabio y al ignorante, respondiendo el filósofo afirmando que consideraba a uno y a otro, respectivamente, como el médico y el enfermo.- 
Sin embargo, agregamos nosotros: entre el médico y el enfermo está el remedio. 
Si el enfermo guarda la receta en el bolsillo y desobedece la instrucción indicada, de nada valdrán las indicaciones del clínico o del cirujano que se afirman en su saber para servirlo. 
Que la obsesión es una afección del alma, es cosa que no se la puede negar. 
La persona carente de un conocimiento superior se rinde indefensa ante la influencia perturbadora, como una planta sin protección es invadida por la plaga destructora, surgiendo así los dolorosos enigmas orgánicos que, muchas veces, culminan en la muerte. 
Con todo, disponemos en la Doctrina Espírita, a la luz de las enseñanzas de Cristo, de una verdadera ciencia curativa del alma con recursos propios para la solución de cada proceso morboso de la mente, alejando al obsesor del obsedido mediante el adoctrinamiento, es decir, suprimiendo la causa de la molestia. al igual que el agente químico o la intervención operatoria anulan la enfermedad en el paciente, siempre que los interesados se sometan a las prescripciones necesarias. 
Si traes el problema de una obsesión y tienes la lucidez suficiente para comprender tu verdadero estado, no desconozcas que la compañía espiritual inferior que te acompaña depende de tu propia renovación. 
Oirás indicaciones nobles, señalándote rumbos. 
Recogerás, de aquí y del Más Allá, consejos justos y precisos. 
En suma, encontrarás en los principios espíritas, enseñanzas ciertas y exacta orientación. 
No obstante, como el caso de la receta formulada en tu favor por le médico abnegado y responsable, la lección del Evangelio consuela y esclarece, da valor y honra a aquellos que la reciben, pero, si no fuera usada, no servirá de nada. 
Espíritu Emmanuel 

Médium Francisco Càndido Xavier.   

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