LOS ESPÍRITAS NO TEMEMOS LOS AVANCES CIENTÍFICOS
Hay cosas a cuyo sacrificio debemos resignarnos, lo queramos o no, cuando no es posible evitarlo. Cuando el mundo avanza,sin que la voluntad de unos pocos pueda detenerlo, lo más sensato es que lo acompañemos y nos adaptemos al nuevo estado de cosas, en vez de aferrarnos al pasado y correr el riesgo de que
nos arrastre en su caída.
nos arrastre en su caída.
9. Por respeto a los textos que se consideran sagrados, ¿se debería obligar a la ciencia a que guarde silencio? Sería algo tan imposible como pretender que la Tierra deje de girar. Las religiones, sean cuales fueren, nunca ganaron nada defendiendo errores evidentes. La ciencia tiene por misión descubrir las leyes de la naturaleza.
Ahora bien, como esas leyes son obra de Dios, no pueden ser contrarias a las religiones que se basan en la verdad. Lanzar un anatema al progreso, porque atenta contra la religión, es lanzarlo contra la obra misma de Dios. Más aún, sería un trabajo inútil, porque ni siquiera todos los anatemas del mundo podrían impedir que la ciencia avance y que la verdad se abra camino. Si la religión se niega a avanzar junto con la ciencia, esta avanzará a solas.
10. Solamente las religiones estancadas pueden temer a los descubrimientos de la ciencia. Esos descubrimientos sólo son funestos para aquellas que consienten en distanciarse de las ideas progresivas y se inmovilizan en el absolutismo de sus creencias. Por lo general, se forman de la Divinidad una idea tan mezquina, que
no comprenden que asimilar las leyes de la naturaleza reveladas por la ciencia es glorificar a Dios en sus obras.
EL GÉNESIS
ALLAN KARDEC
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"Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán”
*. “Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños; y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días derramaré de mi espíritu, y profetizarán” (Hechos de los Apóstoles, 2:17 y 18; y Joel, 2:28 y 29).
. Si se considera el estado actual del mundo físico y del mundo moral, las tendencias, las
aspiraciones, los presentimientos de las masas, la decadencia de las viejas ideas que se debaten en vano desde hace un siglo contra las ideas nuevas, no podremos dudar de que un nuevo orden de cosas se prepara y que el viejo mundo toca a su fin.
Si hoy, suprimiendo la parte alegórica de ciertos cuadros y escrutando el sentido íntimo de
las palabras de Jesús, comparamos la situación actual con los tiempos descritos por él, deduciendo que éstos deben indicar la era de la renovación, no se puede negar que muchas de sus profecías se están cumpliendo, por lo que podemos inferir que nos aproximamos a los tiempos anunciados, suposición confirmada en todos los puntos del planeta por los espíritus que se manifiestan.
61. Tal como ha sido tratado (cap. I, n.º 32) el advenimiento del Espiritismo, coincidiendo
con otras circunstancias, lleva adelante una de las más importantes profecías de Jesús, por la influencia que debe forzosamente ejercer sobre las ideas. Por otra parte, él es anunciado claramente en los Hechos de los Apóstoles: “Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán.”
Es el anuncio inequívoco de la vulgarización de la mediumnidad, que se revela en nuestros
días en individuos de toda edad, sexo y condición y, en consecuencia, de la manifestación universal de los espíritus, ya que sin espíritus no habría médiums. Tal cosa, se dice: llegará en los postreros días. Ahora bien, ya que no llegamos al fin del mundo, sino, por el contrario, a su regeneración, debemos entender tales palabras como: los postreros días del mundo moral que termina
(El Evangelio según el Espiritismo, cap. XXI).
ALLAN KARDEC
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PIENSO Y HABLO CONMIGO MISMO
Llevo mucho tiempo hablando solo, yo oigo una voz, y otra que no es la mía me contesta; siempre está a mi lado un personaje que interpreta mis pensamientos y da respuesta a los mismos; la verdad que es incomodo oírse sin ser oído.
Hay muchas personas que hablan solas; en la calle, en la plaza, quietas ante una farola o caminando sin parar, casi siempre en voz alta, unas veces con voz sosegada y otras con bastante énfasis, y yo me pregunto ¿qué hay en sus mentes para que sean a la vez, mármol y estatua, trigo y harina o barro y figura? A veces las conversaciones son larguísimas, parece que no tienen final. Un amigo fiel es un alma en dos cuerpos, dijo Aristóteles. O quien habla solo espera hablar con Dios, según Machado. ¿Estarán hablando con Dios, o su alma en dos cuerpos, les permite ser arte y parte de su íntimo soliloquio?
En mi caso, creo que solo me oigo yo, que como dijo Aristóteles tengo un alma y dos cuerpos, uno físico, que veo y toco y otro invisible que me acompaña a todas partes y a todas horas como si fuera mi propia sombra durante el día; mi doble, invisible no dirá nada; y de noche, como dijo un anónimo, “la noche es la sombra de Dios” si Él me oye no comentará nada tampoco. Entonces creo que mi soliloquio solo es una guerra entre dos partes de mi cerebro, el sí y el no, lo creíble y lo inverosímil.
Como dijo Antonio Machado, el hombre de cabeza mediana, enviste contra todo lo que no le cabe en la cabeza; y este puede ser mi problema, que lo que mis ojos han visto y mi inteligencia ha traducido, no está de acuerdo con la idea que tengo de la razón, que provoca el desdoblamiento de mi cerebro.
Hay personas que creen que el amor y la felicidad están fuera de sí mismas y salen a buscarlos fuera; piensan que la cosecha del amigo es mejor que la propia, o que la vaca del vecino da más y mejor leche que la nuestra; error garrafal, “nada del vecino es mejor que lo tuyo” solo ocurre que no miras con el mismo cariño lo que te pertenece que lo ajeno, y eso será tu ruina, cuando has usado los dones ajenos, los no propios, una vez, te has manchado, te has convertido en un esclavo para siempre, porque la memoria, es el enemigo mortal del descanso. Y el vecino se beneficia moralmente, porque se cree envidiado y te ofrecen sus dones y sus dotes para convertirte en su esclavo.
Dicen, que el camino se hace al andar: ¿sabes cuánto camino has recorrido para recoger parte de la cosecha del vecino, para satisfacer a tu mente equivocada y a tu cuerpo enfermo por la envidia, arruinando tu alma?, nunca lo sabrás porque tu mente estaba fuera, separada de ti, solo tu cuerpo se percató de disfrutar de esa cosecha ajena, ignorando la propia, cuando deberías saber “que el amor y la luna, cuando no crece disminuye” y que cuidando con amor tu huerto, y poniendo en él, la misma pasión que pusiste en el del vecino, tu cosecha habría mejorado, y eliminado el deseo de robar. Ahora ya es tarde, tendrás que hablar en silencio, sin esperar respuesta, porque el vecino es un advenedizo, que cultiva en huerto ajeno, mientras que tú tienes tu propio huerto, y las cosechas solo duran una temporada; cuida con cariño a tu jardinero, él recogerá las mejores flores para dártelas con amor y quizás puedas olvidar el error cometido.
Todo lo bueno y lo malo de la vida está dentro de ti, no busque nada fuera, no ayudará a tu conciencia. Haz que tus dos cerebros actúen al unísono, pensando primero y actuando después No dejes que uno de tus cuerpos actúe sin la complicidad de tus dos cerebros.
Al final todos hablamos solos, aunque tal vez nos salve el hecho de que lo hacemos en voz tan baja que no nos oye nadie, o nos resignamos a nuestros pensamientos, que tienen la desventaja de que duran poco y son incoherentes e incompletos o duran demasiado y ensimisman.
Igual ocurrió cuando tomaste parte de la cosecha del vecino, tú creías que nadie te vería, tamaño error, estabas ciega ante tan grave acto, el vecino estaba conforme con el robo, y se dejaba robar, a él no le interesa su verdura y se sentía gratificado viendo que tú te beneficiabas con sus dotes, y como lo hacías con tanta frecuencia, te consideraba una enferma a la que había de ayudar de alguna forma, a él no le importaba como, solo tú eras la manchada, además admiraba tu astucia escurridiza tratando de ocultar lo que tantos ojos estaban viendo. Solo algunos descerebrados creen que lo que ellos no quieren ver, no lo verán los demás y lo que yo no quiero oír no lo oirán otros, y que lo ajeno es propio solo con desearlo; todavía hay personas que buscan en lo ajeno lo que tienen en su casa.
Los pensamientos se pueden ocultar porque no se ven.
Los actos buenos poco se aprecian, y menos se comentan.
Pero los actos malos se ven se multiplican y se comentan.
Tú lo tienes todo, solo tienes que buscarlo dentro de ti, cultivarlo y tratarlo con cariño, la felicidad viene sola, pero hay que ir a su encuentro.
Y repito, la luna y el amor, cuando no crecen, merman.
La felicidad no viene de fuera, está dentro de ti, solo tienes que buscarla y tratarla con cariño, la sonrisa brotará fácilmente en tus labios.
Isidro Jesús
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ASIMILAR EL PRINCIPIO DE LA REENCARNACIÓN
Asimilar la ley del karma1 es bastante difícil pero todavía lo es más el percibir la ley elemental de la encarnación. Las escrituras de las épocas más antiguas se referían con frecuencia a dicho cambio de vida. Los moradores del Mundo Sutil con frecuencia han pasado información a la gente de la Tierra. La gente recuerda con frecuencia sus vidas anteriores. La reencarnación ha sido reconocida por edades enteras, pero luego esta ha sido olvidada nuevamente e incluso el sólo pensar en la ella fue prohibido. Es difícil comprender la razón de semejante lucha en contra de algo tan evidente. Algunas veces parecería que los sabios deseaban volver la atención sólo al futuro, pero dicha sabiduría sería unilateral.
La gente debería aspirar al conocimiento ilimitado. Uno no debería exigirle al ser humano que no aprenda. El ser humano no debería ser privado de su derecho al auto-perfeccionamiento. Que se sepa y se recuerde que el Maestro de la vida traza una línea entre el pasado y el futuro.
En consecuencia, no cerremos los ojos ante la realidad. La ley de la encarnación es justa. El núcleo del espíritu es inviolable y eterno. El Infinito afirma la Eternidad, y todos podemos visualizar el Infinito, lo que significa que todos podemos comprender la Eternidad.
Uno no debería negar o pasar por alto las declaraciones de los niños y niñas sobre sus vidas pasadas. Esencialmente ellos saben lo que ha ocurrido a su alrededor. Especialmente hoy en día que con frecuencia existen reencarnaciones rápidas. Muchos moradores del Mundo Sutil se apresuran en regresar y en esto está expresado el crecimiento y la aceleración de la evolución. Y en ese proceso acelerado podría ser visto el acercamiento entre los Mundos.
Existen algunos que suponen que los seres humanos están muriendo continuamente; otros saben que el ser humano está renaciendo incesantemente. Los primeros están motivados por el miedo, los últimos por la alegría. Los primeros se condenan ellos mismos a morir, los últimos reconocen la vida. Así, en gran medida el hombre predetermina su propio futuro. Uno puede estar seguro que aquel que piensa que su destino es la muerte no sabe nada acerca del Mundo Superior. Él podrá exhibir rituales externos, pero su corazón estará muy lejos de la verdad.
La afirmación de la vida es la afirmación de la Luz. El espíritu del ser humano es inmortal, pero esta simple verdad no le es cercana a la gente; ya que a ellos les importa más el cuerpo que el espíritu.
La vida obliga al ser humano a ascender, mientras que la muerte lo empuja a descender. La gente, en principio, prefiere entender a la muerte como destrucción. La existencia misma afirma una continua renovación. Todo ser humano muere para el ayer y se regenera para el mañana. Cada día ocurre una renovación de los tres principios. Cada día y cada hora el ser humano se acerca o se aleja del Mundo Superior.
Que cada uno, por la cualidad de su pensamiento, adelante su propio ascenso y su percepción del Mundo Superior.
FUENTE.: Fragmentos extraídos del libro “Aum”, por Helena Roerich
NOTA: 1) En terminología espiritista, Ley de Causa-Efecto.
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