jueves, 27 de octubre de 2016

Agua de Paz


                                             


                        LA MISERIA HUMANA

El hombre es habitualmente nombrado como el rey de la Creación.

El sobrepuja el resto de los habitantes del planeta.


Animales muy fuertes y peligrosos son domados por el ingenio humano.


Inteligente y dotado de múltiples talentos, el hombre moderno constituye el ápice de una larga jornada evolutiva.


Una retrospectiva histórica revela  como la raza humana se  mejoró en el curso de los siglos.


Dolencias que en el pasado diezmaron poblaciones enteras, hoy  no nos asustan.


Medios relativamente modernos de comunicación, como la Radio, TV e Internet, revolucionan las costumbres.

Más los recursos de la modernidad son frecuentemente mal utilizados.


En la TV, preponderan programas con contenido vulgar y sensacionalista.


La violencia y la sexualidad desenfrenada son agasajadas en las películas y novelas.


Son frecuentes las noticias sobre la corrupción y crueldad.


De hecho, sigue siendo angustiante el estado moral de la Humanidad.


Las enfermedades y los dolores son inherentes a la vida material.

Todo cuerpo humano más tarde o más temprano se desgasta y se extingue.


La ciencia avanza y torna menos atroces los dolores, más no logrará convertir en inmortal ningún organismo material.


Es comprensible la tristeza que suscita la muerte de alguien querido.


Más eso está de acuerdo con las leyes de la naturaleza y en general no causa escándalo.


Lo que realmente genera tristeza son las crueldades y bajezas que los seres humanos frecuentemente se permiten.


Quien podrá aquilatar la desolación de un padre al saber que su hijo se tornó criminal?


Así, sin embargo la evolución intelectual y científica de los últimos tiempos, la Humanidad continua miserable en muchos aspectos.


La genuina nobleza es bastante rara.


Bondad, generosidad y pureza son características  bien poco usuales.


La amplia mayoría de los hombres merodea en vicios y pasiones.


Preocupados con sus gozos e intereses, poco se preocupan con los estragos que causan en la vida del prójimo.


No falta quien afirme que la raza humana desmiente la bondad de Dios.


¿Si Dios es infinitamente bondadoso, todo puede y sabe, porque hizo al hombre tan miserable, bajo el prisma moral?


Con todo, es preciso tener en mente que la Humanidad no se haya toda representada en la Tierra.


No es posible comparar el carácter de un pueblo a partir de la popularización de una penitenciaria.


El análisis de salud de una comunidad también tampoco puede ser aquilatado a partir de los internados en un hospital.


Quien hiciese tal análisis, concluirá que todos los habitantes del país son enfermos o criminales.


Lo mismo ocurre cuando se toma por padrón la conducta de los habitantes de la Tierra en relación a la totalidad de la creación.


Los Espíritus enseñaron que son infinitos los mundos habitados.


La Tierra es de los mundos menos evolucionados y por eso constituye morada de seres moralmente atrasados.


Ella funciona a semejanza de un hospital y de un presidio y abriga a Espíritus rebeldes y viciosos.


Los seres altamente moralizados  que, algunas veces, están aquí en misión, a semejanza de médicos en un hospital.


Quien consigue liberarse de vicios y pasiones y se ajusta con las Leyes Divinas sigue  para mundos de paz y regeneración.


Sepa que está en sus manos conquistar su libertad.


Dedíquese a domar su egoísmo y sus pasiones.


Experimente la aventura de actuar con honestidad, pureza y bondad e incorpore ese modo de vida en su carácter.


La Justicia Divina es infalible y lo conducirá luego a locales compatibles con su realidad intima.


Entonces, usted cambiará de idea a respecto de la miseria humana.


Comprenderá que ella es como una enfermedad.


Causa algunos dolores, más pasa, cuando es combatida con coraje.


     Redacción del Momento espirita.
                                                          ******************************


" Perdón y tolerancia son las palancas de sustentación de nuestra paz íntima "
               - Emmanuel -

                                     *********************








                  CARIDAD EN LA CARIDAD 

Hijos, vuestros impulsos negativos acostumbran a asaltaros, aun cuando os encontréis envueltos en las tareas de amor al prójimo. Y la susceptibilidad que os causa un compañero de ideal con el cual aún no os afináis completamente; es vuestra equivocada postura de superioridad que os es incentivada por vuestra transitoria condición de donadores; es la ilusión a que os inclinan los bienes amonedados que fuisteis llamados a administrar con parsimonia; es la justicia que os asoma a la personalidad, a través de las decisiones arbitrarias que tomáis en relación a lo que se debe dividir con los necesitados; es la palabra áspera con que os encontráis en el derecho de dirigiros a los que con vosotros cooperan en la escala menor; es la indiferencia ante la opinión de vuestro anónimo colaborador que insensatamente consideráis sin bastante lucidez para exteriorizar su punto de vista; es la censura sin caridad que efectuáis contra los que no están recortados por vuestra figura moral; es el movimiento inútil que emprendéis para apartar determinado integrante del grupo que no os corresponde a los anhelos… 
No es porque os encontráis haciendo el bien a los otros que el mal, aún subsiste en vosotros, deje de luchar por vuestra alma. 
Las tinieblas no desisten fácilmente. 
No hay quien pueda considerarse suficientemente fuerte para menoscabar la tentación. 
Hijos, cuidad para que vuestros impulsos negativos no os comprometan la alegría oriunda de la práctica del Bien. 
  Sed, pues, generosos y fraternos, principalmente con aquellos que están más próximos y que no hayan gastado tanto como vosotros. 
La caridad no atropella a nadie. 
Poned un poco más de caridad en la caridad que practicáis, no consentiréis que la luz que se os proyecte del alma lo haga con tantos trazos de sombra. 

Espíritu: Bezerra de Menezes/Médium: Carlos A. Bacelli

                                                ***********************


                                                               

                       
   EL PERIESPÍRITU Y SUS  PROPIEDADES

El término periespíritu es un nelogismo  creado por Allan Kardec para designar al envoltorio del espíritu. Etimológicamente está constituido por peri (griego)= alrededor, spiritus (latín)= espíritu. Muchos son los vocablos utilizados para denominar a este cuerpo sutíl del alma. Los más conocidos son:

-Psicosoma: creado por André Luiz (espíritu), mediante la mediumnidad de Chico Xavier, pasa a dar nombre a esa formación sutíl, extrafísica, cuando es considerada con respecto al soma (cuerpo).
- Cuerpo espiritual, según el apostol Páblo.
- Cuerpo astral: de origen esotérico.
- Modelo organizador biológico : por Hernani Guimaraes Andrade.
- Mediador plástico: para Cudworth.
- Kama-rupa: por el budismo
- Cuerpo fluídico: según Leibnitz

Veamos algunos puntos:

1. Naturaleza del periespíritu: es el resultado de la aglutinación del fluido cósmico universal alrededor de un foco de inteligencia (alma). En cuanto etéreo, lo es con mayor o menor intensidad según el planeta y el grado de evolución del espíritu.

2. Propiedades: son muy variadas. Responde a los comandos del alma o bien se modifica por efecto de vibraciones provenientes del exterior. Identificamos en el periespíritu plasticidad, densidad, sensibilidad magnética, tangibilidad, expansibilidad y penetrabilidad, además de ottras propiedades que hacen del él un importante medio para influir sobre la totalidad de las estructuras celulares del envoltorio físico.

3. Funciones: Al mismo tiempo que cumple la función de intermediario y vínculo entre el espíritu y el cuerpo, el periespíritu interviene en la formación del cuerpo físico durante el periodo de gestación, así como suministra elementos vitales durante la existencia del cuerpo físico.

4. Otras características: el periespíritu presenta una estructura semejante a la del cuerpo material. Tiene, por lo general, la misma forma que este, solo que en otra frecuencia vibratoria. Posee por lo tanto, piernas, brazos y los restantes atributos y órganos físicos. Podrá adoptar el aspecto que prefiera (alto, bajo, con tal  cual vestimenta, etc), o bien estará sometido a los automatismos mentales que lo determinen ( con o sin deformaciones). Su apariencia puede ser densa (sin brillo) o etérea (iluminado e irradiando luz), lo que dependerá de sus características espirituales. Según su peso específico, el espíritu podrá trasladarse en volitaciones,(una de las formas en que pueden trasladarse los espíritus cuando están liberados del envoltorio físico, condicionada por su estado evolutivo. Volitar significa revolotear. Consiste en el desplazamiento por encima del suelo sin necesidad de instrumentos o vehículos)
prodigiosas o simplemente caminará como en nuestro ámbito material. Dependerá del estado mental del espíritu, que su periespíritu sea portador de determinadas enfermedades en consonancia con la falta de equilibrio de la mente, y consecuentemente, durante la encarnación su influencia alimentará un proceso degenerativo de células orgánicas.

El periespíritu, como mediador plástico tiene los componentes del cuerpo físico en una faja vibratoria diferente. Él es el cuerpo por el cual se expresa el espíritu, es decir, que todo lo que fluye de la mente es asimilado por el periespíritu. Transita por una frecuencia mucho más sutil que la base orgánica, de modo que es capaz de asimilar la energía, además de dar lugar a modificaciones de mayor intensidad que las provocadas por el cuerpo físico. El periespíritu es para el espíritu lo mismo que el cuerpo somático es para el periespíritu: ambos reciben  la influencia de la energía espiritual, y producen modificaciones. Por ejemplo, las emociones proceden del cuerpo mental y se expresan en el periespíritu en forma  de energía de cierta densidad( l que depende de la clase de emoción); desde él se irradian en dirección al cerebro del cuerpo físico, que al ejecutar esas órdenes, genera las sustancias químicas correspondientes.
  El periespíritu está vinculado además a una serie de fenómenos que acompañan al indivíduo durante sus encarnaciones. Tiene un rol importante en el proceso reencarnatorio, muchas obsesiones están cimentadas en los campos periespirituales; la mediumnidad halla facilidades para su manifestación en la capacidad expansiva del periespíritu. El proceso reencarnatorio al cual nos referimos está subordinado simultáneamente a las leyes biológicas y a las morales. Veamos:

Reencanación:Subordinada a : - Leyes biológicas- genética
                                                      -Leyes morales- genotipo espiritual 
                                                                                  (estado de conciencia)

 Genotipo espiritual- La energía del espíritu con sus emisiones vibratorias, llega a los                                     génes portadora de SUGERENCIAS E INSTRUCCIONES.

- Jason de Camargo- Educación de los Sentimientos

                                              ******************************

Todo lo que nace proviene necesariamente de una causa, pues sin causa nada puede tener origen. 
  - Platón-

                                *********************



                                 FIDELIDAD


Fidelidad tiene que ver con todo lo que signifique lealtad, confianza, fe, estamos hablando al mismo tiempo de compromiso, de obligación, de someternos al cumplimiento de aquello que por propia voluntad hemos aceptado.
La fidelidad es propia de las personas nobles, de aquellos que tienen un control sobre su voluntad y saben cumplir con los compromisos adquiridos, sin importarles el esfuerzo que deben realizar para tal fin, o los sacrificios que tengan que hacer. Una promesa hecha a un amigo, una palabra dada en un negocio, un ofrecimiento de ayuda a quien quiera que sea es lo suficientemente transcendente para no olvidarlo y mantenerse fiel, aun pese a las dificultades para no errar o fallar ante dicho compromiso y cumplirlo.
No nos comprometemos por aquello que carece de valor, sino que damos nuestra palabra o hacemos algún tipo de voto por algo que consideramos importante. Si tenemos un amigo al que nos une una gran amistad somos capaces de adquirir compromisos serios con él porque tenemos confianza en su persona, conocemos su valía, estamos seguros de lo que él haría por nosotros y en esa misma medida también hacemos lo mismo por él, es por ello que cuando se contrae un compromiso, una responsabilidad hemos de saber cumplirla. De esa forma, entre amigos por ejemplo se va ampliando y robusteciendo la confianza mutua y creando vínculos cada vez de mayor rango.
El grado de lealtad que sepamos demostrar marcará sin duda el concepto que se formen de nosotros todos aquellos con quienes nos relacionemos. Depende de nosotros el que nuestros amigos, familiares o conocidos nos tengan una mayor o menor confianza, respeto o estima y el que cuenten con nosotros para llevar algo a cabo.
Mantenerse fiel a una idea o principios supone un gran esfuerzo, hemos mantenernos sólidos y razonables y dejar de obrar por impulsos o por lo primero que nos venga a la cabeza, nos debemos a una causa y puesto que formamos parte de algo hemos de ser consecuentes con ello y luchar por responder al compromiso que supone la aceptación de una idea.
No valen las excusas o justificaciones en este terreno, no vale el “donde dije digo, digo Diego”, no, precisamente fidelidad implica superar las barreras u obstáculos que puedan surgir para cumplir los compromisos asumidos. Es preciso tener autoestima, respetarse, voluntad y honestidad para mantenerse firme ante la palabra dada. Si todo nos da igual, si no tenemos una meta trazada, algo por lo que luchar, cualquier impedimento que nos asalte bastará para dar marcha atrás y no cumplir el compromiso. Esto sólo va en detrimento de nosotros mismos.
Sin embargo si nos importa no el quedar bien únicamente, sino nuestra valía personal, si nos importan nuestros propios valores, haremos lo imposible para alcanzar el logro de nuestros objetivos. La fidelidad es algo que arranca de lo más profundo de nuestro ser espiritual, es en muchas ocasiones algo que no se puede explicar exactamente con palabras pero que tiene que ver con la fe en Dios y con la capacidad de renuncia y sacrifico en aras de una causa justa y noble.
Lealtad, fidelidad, confianza y todos sus derivados son un sentimiento espiritual que moviliza todas nuestras energías y que difícilmente pueden entender todos aquellos que sólo persiguen en sus vidas proyectos materiales, que no confían más que en sí mismos y que sólo ven a su alrededor adversarios o enemigos. Los egoístas, los ambiciosos, los envidiosos, los que no creen en nada, no pueden ser leales. Si hacen algo es por su bien, porque persiguen su propia satisfacción. En estos no se puede confiar plenamente. Para ser fiel o leal hace falta creer en algo, sentirse comprometido con un ideal, o estar imbuido de un sentimiento de que estamos aquí por y para algo y de que nos debemos hacia nosotros mismos y hacia nuestros semejantes el mayor respeto y consideración, para que no seamos capaces de faltar a nuestra esencia espiritual que es lo que nos da la fuerza y la vida.
Por medio de la fidelidad se forjan los vínculos más fuertes y solidarios entre todos aquellos que participan de un mismo proyecto, pues llega un momento en que se ponen a prueba nuestras cualidades o verdaderas intenciones a través de situaciones inesperadas, es entonces cuando demostramos si nuestra fe es fuerte y estamos dispuestos a seguir adelante, aun a pesar de renunciar a algo o tener que hacer un nuevo esfuerzo. La fidelidad une por medio del amor y de la entrega que se ofrece de uno mismo a los demás. Sin embargo cuando las personas se unen por intereses particulares se crean cadenas con las cuales los más fuertes dominan a los más débiles. Es la diferencia entre la unión espiritual por medio de la lealtad y el estar dispuesto a cumplir con los compromisos y obligaciones que a cada cual le toca, y la unión material que permanecerá mientras exista la posibilidad del beneficio particular y egoísta.
Para poder ser fieles o leales a algo, como estamos viendo, es necesario sentirse parte de un todo, una pieza dentro de una gran maquinaria, y como tal aceptar que es más importante ese todo que el “yo” de cada individuo. Es entonces cuando de forma natural y espontánea comprendemos y aceptamos que nos debemos a ese todo con todas nuestras fuerzas. Expresándolo como lo hizo un gran maestro espiritual, con toda nuestra mente, con toda nuestra alma y con todo el corazón.
Si estamos inmersos en una actividad en la que participamos junto a otras personas y además ésta es de naturaleza espiritual, tenemos que aprender a dejar a un lado nuestro yo humano, y comenzar a poner en práctica la virtud de saber confiar en los demás, poniendo como premisa que en nosotros es en quien primero se puede confiar por la lealtad que demostramos.
Fermín Hernández Hernández
© 1998 Amor, paz y caridad
                                                         ****************************

          

               Palabras, palabras, palabras... 
                       'Agua de Paz'

 
Cuentan que era muy común, antes de iniciar las sesiones en el Centro Espirita Luiz Gonzaga, que ocurriesen algunas discusiones a respecto de la mediumnidad, especialmente provocadas por personas poco esclarecidas sobre el asunto. 
Esa situación empezaba a provocar cierta irritación en Chico Xavier, que intentaba explicar los acontecimientos, sin que fuera comprendido por los presentes. 
En uno de los momentos de irritación, su madre se le apareció y le aconsejó acerca de una forma muy sencilla, para acabar con esas perturbaciones: 
"Para acabar con esas perturbaciones" prosigue "usa el Agua de Paz". 
Chico se alegró, pues finalmente tenía una solución para el problema . 
Comenzó a buscar la "medicina" en las farmacias de Pedro Leopoldo, un pequeño pueblo de la provincia de Minas Gerais – sin éxito. Igualmente lo buscó en la capital, Belo Horizonte, y nada. 
Dos semanas después, contó a su madre que no había podido encontrar el 'Agua de Paz', a lo que ella le contestó: 

"No es necesario viajar para buscarla. 
Este remedio lo puedes conseguir en cualquier lugar, aquí mismo. 
Cuando alguien te provoque irritación, coge un vaso con agua, bebe un poco y mantén el resto en la boca. 
No la tires, ni tampoco la tragues. 
Durante el tiempo en que persista la tentación de responder, déjala en la boca, bañando la lengua. 
Este es el agua de paz". 

Chico Xavier entendió el consejo, percibiendo que había recibido una lección de humildad: el silencio.


- Aportado por Juan Carlos Mariani-

                                              *********************************




No hay comentarios: