Inquietudes espiritas: El cambio planetario

viernes, 10 de febrero de 2012

El cambio planetario

Por la mañana al despertar, enciendo la televisión y las primeras imágenes reflejan la crisis de la guerra, la terrible situación del desempleo en todo el mundo, la situación ambiental en el planeta, el hambre, las catástrofes y el aumento de la criminalidad en la Tierra.

Horas después, los periódicos transmiten las noticias del momento

en una repetición monótona de lo que pasa en todas partes,

destacando la guerra entre judíos y palestinos, lo que es una injuria

para nuestra civilización y un nuevo holocausto.

Poco antes en la meditación, visualizo las multitudes descontentas

de las ciudades, la violencia urbana, en las escuelas, el aumento del

consumo de las drogas consideradas ilícitas, la violencia de género, y cada cual cargando con
sus problemas, la libertad sexual, (promiscuidad), con sus pasiones, odios, amores, victorias
ilusorias y sufrimientos, pero también veo a muchas personas sirviendo al semejante.

¿ Esta crisis es en todo el mundo o en algún lugar específico?

Decimos que es en todo el planeta, pues es una nueva realidad que está ocurriendo; el mundo
se está transformando y que nosotros, sus habitantes, no tenemos tiempo de percibir los
profundos cambios en nuestras vidas y en nuestras ciudades.

La hora presente es de muchas crisis, reflejándose en todas las actividades humanas,

existiendo una crisis generadora responsable de todo esto, la crisis moral que provoca el
gran desajuste entre aquello a que el hombre aspira y la realidad en que él vive. Esta crisis
moral es del espíritu y no solamente de los intereses transitorios de la violencia y otros en la
Tierra. El atraso espiritual del hombre responde por todas las consecuencias identificadas en
la crisis general

La corrupción moral genera la corrupción generalizada. La violencia agasajada en el
interior del ser responde por la violencia exagerada y responde por la violencia individual y
colectiva.

El egoísmo y el orgullo están en la raíz de todos los males. Esos son males del alma y son

responsables por muchas manifestaciones negativas que prenden al hombre a la
inferioridad moral. La crisis es, sin duda, de fondo espiritual del hombre de hoy, el religioso
materialista,que frecuenta los templos pero no se transforma para la vida espiritual
superior.

Aprender a amar y a servir es tarea de auto educación indispensable para todos nosotros

en el despertar individual, de la era de regeneración, en este proceso evolutivo de la vida,

como un farol iluminando los caminos de la vida espiritual.

Finalmente aclaramos que la doctrina espírita está dirigida a la educación del Espíritu y
puede transformar al hombre egoísta y orgulloso en un ser amoroso y solidario
encaminando su Espíritu inmortal en el camino de la paz y la felicidad. ¡ Piense en eso !