jueves, 2 de octubre de 2025

La doctrina materialista

 INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.- Justicia y derechos naturales

2.- Alcoholismo

3.- En el servicio de la Fe

4.- La doctrina materialista

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    JUSTICIA Y DERECHOS     
            NATURALES

Elio Mollo


El sentimiento de justicia está  en la Naturaleza de tal modo, que nos revuelve la simple 
idea de una injusticia. Y fuera de dudas, que el progreso moral desarrolla ese sentimiento,
 pero no lo da. Dios lo puso en el corazón del hombre. De ahí viene que, frecuentemente,
 en los hombres simples e incultos, nos encontramos con nociones mas exactas de 
justicia que otros que poseen un gran caudal de conocimientos.

Siendo la justicia una ley de la Naturaleza, la explicación de que los hombres la 
entiendan de modo tan diferente, considerando unos, justo lo que a otros parece 
injusto, es porque en ese sentimiento se mezclan pasiones que lo alteran, como 
sucede la mayor parte de otros sentimientos naturales, haciendo que los hombres 
vean las cosas por un prisma falso.

La definición de la justicia consiste en que cada uno respete los derechos de los demás. 
Y lo que determina esos derechos son dos cosas: la ley humana 
y la ley natural. Estando los hombres formulando leyes apropiadas a sus  costumbres y
caracteres, ellas establecerán derechos mutables con el progreso de las luces. Hoy 
nuestras leyes, además imperfectas, consagran los mismos derechos que las de la Edad 
Media. Entretanto esos derechos anticuados que ahora se nos figuran monstruosos, 
parecían justos y naturales en aquella época. No siempre, pues, es acorde con la  justicia
el derecho que los hombres prescriben. Además ese derecho regula algunas relaciones 
sociales, cuando es cierto que, en la vida particular, hay una inmensidad de actos 
únicamente de la juridicción del tribunal de la conciencia".

Dejando de lado el derecho que la ley humana consagra, la base de la justicia, según
 la ley natural: Dice el Cristo: "Quiera cada uno para los otros lo que quería para sí mismo"
En el corazón del hombre imprimió Dios la regla de la verdadera justicia, haciendo que 
cada uno vea respetados sus derechos. En la incertidumbre de como deba proceder con
su semejante, en dada circunstancia, trate el hombre de saber como quería que él 
procediese en circunstancia idéntica. Guía más seguro de lo que es la propia conciencia
,no le podría haber dado Dios.

Nota de Allan Kardec: Efectivamente, el criterio de verdadera justicia está en querer 
para los otros lo que para sí mismo querríamos y no en querer para sí lo que quería 
para los otros, lo que no es la misma cosa en absoluto. No siendo natural que haya 
quien desee mal para sí, desde que cada hombre tome por modelo su deseo  personal,
es evidente que nunca nadie deseará para su semejante sino el bien. En todos los 
tiempos y bajo el imperio de todas las creencias, siempre el hombre se esforzó para que
prevaleciese su derecho personal. La sublimidad de la religión cristiana está en que ella
tomó el derecho personal por base del derecho del prójimo.

De la necesidad que el hombre tiene de vivir en sociedad, le nacen las obligaciones 
especiales, y la primera de todas es la de respetar los derechos de sus semejantes. 
Aquel que respete esos derechos procederá siempre con justicia. En nuestro mundo, 
porque la mayoría de los hombres no practica la ley de justicia, cada uno usa de represalias. 
Esa es la causa de la perturbación y confusión en que viven las sociedades humanas. 
La vida social otorga derechos e impone deberes recíprocos.
Pudiendo el hombre engañarse en cuanto a la extensión de su derecho, lo que le hará 
conocer el límite de ese derecho con relación a sí mismo y reconocer a su semejante en
semejante, en idénticas circunstancias y recíprocamente. Pero, dirán algunos: si cada 
uno se atribuye a sí mismo derechos iguales a los de su semejante, ¿ qué vendrá a ser de
la subordinación a los superiores?. ¿No sería eso  la anarquía de todos los poderes ?-
Los derechos naturales son los mismos para todos los hombres, desde los de 
condición más humilde hasta los de posición más elevada. Dios no hizo a unos de 
barro más puro que a otros, y todos, a sus ojos, son iguales. Esos derechos son 
eternos. Los que el hombre estableció perecen con las instituciones. Además, cada uno
siente bien su fuerza o su debilidad y sabrá tener una cierta deferencia para con los 
que lo merezcan por sus virtudes y sabiduría. Es importante acentuar esto para que los 
que se juzgan superiores conozcan sus deberes, a fin de merecer esas 
deferencias. La subordinación no se hallará comprometida, cuando a la autoridad
 le fue concedida la sabiduría.

El carácter del hombre que practicase la justicia en toda su pureza sería el del verdadero 
justo, a ejemplo de Jesús, por cuanto practicaría también el amor al prójimo y la caridad,
sin los cuales no hay verdadera justicia.

DERECHO DE PROPRIEDAD. ROBO.

El primero de todos los derechos naturales del hombre es el de vivir. Por eso es que nadie
tiene que atentar contra la vida de su semejante, ni de hacer lo que quiere que pueda comprometerle la existencia corporal.

El derecho de vivir da al hombre el de acumular bienes que le permitan reposar cuando
ya no pueda trabajar, pero él debe hacerlo en familia, como la abeja, por medio de un 
trabajo honesto, y no como egoísta. Hay animales que le dan  ejemplo de la previsión.

Tiene el hombre el derecho de defender los bienes que haya conseguido juntar por su 
trabajo, desde que siga estas instrucciones: De los mandamientos dictados a Moisés por
 Dios: " No robarás" Y de Jesús: "Dad al César lo que es del Cesar"

Nota de Allan Kardec: Lo que por medio del trabajo honesto, el hombre junta, 
constituye legítima propiedad suya, que él tiene el derecho de defender, porque la 
propiedad que resulta del trabajo es un derecho natural, tan sagrado como el de 
trabajar y el de vivir.

Es natural el deseo de poseer, pero cuando el hombre desea poseer para sí solamente
 y es para su satisfacción personal, es lo que hace el egoísmo. Hay hombres insaciables
que acumulan bienes sin utilidad para nadie, o solo para saciar sus pasiones. ¿Crees
 que Dios ve eso con buenos ojos?. Aquel que, al contrario, junta por el trabajo, teniendo
 a la vista socorrer a los semejantes, practica la ley del amor y caridad, y Dios bendice
su trabajo.

El carácter de legítima propiedad es únicamente la que fue adquirida sin perjuicio de otros.

808. ¿ La desigualdad de las riquezas no se originará de las facultades, en 
virtud de la cual unos disponen de más medios de adquirir bienes que los otros?
        "Sí y no. De la vellaquería y del robo, que decís?"

808 a. Mas, la riqueza heredada,  no es fruto de pasiones.
"¿ Qué sabes al respecto?. Busca la fuente de tal riqueza y verás que no siempre es
pura. ¿Sabes por ventura si no se originó de una expoliación o de una injusticia?. 
Incluso pueden, sin hablar del origen, que puede ser malo, creer que guardando 
la riqueza, aun cuando bien adquirida, los deseos secretos de poseerla lo más 
deprisa posible, sean sentimientos loables?. Eso es lo que Dios juzga y yo te aseguro
que Su juicio es más severo que el de los hombres".

Nota de Allan Kardec: Prohibiéndonos que hagamos a los otros lo que no desearíamos que nos hiciesen, la ley del amor y de justicia nos prohíbe ipso facto, la adquisición de bienes por cualquier medio que le sean contrarios.

      Todo lo que legítimamente se adquiere constituye una propiedad. Pero, como 
   hemos dicho, la legislación de los hombres, porque imperfecta, consagra muchos 
  derechos convencionales, que la ley de justicia reprueba. Esa es la razón por la 
 que ellos reforman sus leyes, a medida que el progreso se  efectúa y  mejor 
 comprende la justicia. Lo que en un siglo parece perfecto, se figura como bárbaro 
 en el siglo siguiente.

795. ¿ Cual es la causa de la inestabilidad de las leyes humanas? 
"En las épocas de barbarie son los más fuertes los que hacen las leyes y ellos las
 hicieron para sí. A proporción que los hombres fueron comprendiendo mejor la 
justicia, indispensable se tornó la modificación de ellas. Cuanto más se aproximan
a la verdadera justicia, tanto menos inestables son las leyes humanas, esto es, 
tanto más estables se van volviendo, conforme van siendo hechas para todos y se
identifican con la ley natural."

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Si somos herederos de nosotros mismos, nada más lógico y justo que nos esforcemos por construir el bien a fin de que podamos evolucionar más rápido.
- Elio E. Mollo -
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                                    ALCOHOLISMO
 
                                                    

Sin detenernos en el examen de los factores socio psicológicos del alcoholismo generalizado, son de dos órdenes los engranajes que lo desencadenan- observado el problema desde un punto de vista espiritual.
   Antíguos viciosos y dependientes del alcohol, cuando desencarnan no se liberan del hábito, sino que por el contrario, es más ruda la imposición.
   Prosiguiendo la vida, aunque con ausencia del cuerpo, los vicios continúan vigorosos, obligando a quienes a ellos se aferraron a una necesidad enloquecedora. Atónitos y sedientos, los alcoholatras desencarnados se vinculan a las mentes irresponsables, para dar larga a la continuación del falso placer, empujándolos poco a poco, del sorbito en el aperitivo, a un lamentable estado de embriaguez.
   Los que caen en las redes se tornan, por eso mismo, en verdaderos recipientes por medio de los cuales absorben los vapores deletéreos, cayendo, también, en total desequilibrio hasta cuando la muerte adviene a la víctima, o las Leyes Soberanas recambian la materia, que padecerá de las dolorosas constricciones que le impone el  cuerpo espiritual....
   Normalmente, cuando están reencarnados, los antíguos viciados recomienzan la actividad mórbida, sirviendo, su turno, como instrumento del gozo infeliz para los que se demoran en la Erraticidad inferior...
   Otras veces, los adversarios espirituales, en la ejecución de un programa no forzado por el odio, inducen a sus antíguos afectos a la iniciación alcohólica, mediante pequeñas dosis,, con las que en el transcurso del tiempo los conducen a la obsesión, desorganizándole el aparato físico- psíquico y dominándolos por completo.
   En el estado de alcoholismo, se hace muy difícil la recomposición del paciente, ya que exige de él un esfuerzo muy grande para la recuperación de la salud.
   No apartándose la causa espiritual, se torna menos probable la liberación, desde que, cesados los efectos de cualquier terapéutica académica, la influencia psíquica se manifiesta insidiosa, repitiéndose la lamentable hazaña destructora...
  La obsesión, a través del alcoholismo, es más generalizada de lo que parece.
   En un contexto social permisivo, el vicio por la ingestión de alcohol se torna expresión de estatus, atestando a la decadencia de un periodo histórico que pasa lento y dolorido.
   En el año 1851, porque se mezclaron como en un enjambre, los problemas derivados del alcoholismo, Magno Huss, realizó por vez primera, un estudio adecuado de la cuestión, promoviendo un levantamiento de los daños causados en el individuo y alertando a las autoridades de las consecuencias que produce en la sociedad.
   Los que caen en la trampa del alcohol, justifican el extraño placer que al principio agudiza de inteligencia, le faculta sensaciones agradables, liberándolos de traumas y recelos, sin darse cuenta de que tal estado es fruto de las excitaciones en el aparato circulatorio y respiratorio, con elevación de temperatura, para luego, causar el entorpecimiento de la lucidez, la alucinación y la desaparición del equilibrio normal de los movimientos...
   Inevitablemente, el viciado sufre una congestión cerebral intensa o experimenta los dolorosos estados convulsivos que se tornan perfectos delirios epilépticos, dando margen a otros disturbios, digestivos, circulatorios o nerviosos, que pueden causar lesiones irreversibles.
   La dependencia y continuidad del vicio conduce al delirio tremens, resultante de la cronicidad del alcoholismo, generando psicosis y variadas alucinaciones que pueden terminar en suicidio, homicidio o en la irrecuperable locura.
   Aun en tal caso, la constricción obsesiva sigue su lamentable curso, ya que el espíritu encarnado continúa siendo dominado por sus verdugos impenitentes en ajustes de cuentas de difícil narración...
   Más allá de los daños sociales que el alcoholismo produce, engendra la perturbación, la caída de la natalidad, la incidencia en variados crímenes, la decadencia económica y moral, es enfermedad espiritual que el nuevo Cristianismo, erradicará de la Tierra, cuando la moral evangélica legítima, sustituirá la débil moral social, conveniente y torpe.
   Al Espiritismo cumple el deber de realizar la psicoterapia valiosa junto a tales enfermos y, principalmente, la medida preventiva por las enseñanzas correctas de cómo vivir acorde con las directrices de la Vida Mayor,

- Espíritu Victor Hugo- del libro Calvario de liberación- Médium Divaldo Franco-
   
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   EN EL SERVICIO DE LA FE
                                                  

   Compañeros: el Mundo se asemeja a un vasto campo, donde somos llamados 
a plantar las simientes de la Fe y del Amor en la huerta de los corazones.
   La tarea es grandiosa, pero no estamos solitos. El Divino Agricultor nos 
tutela y orienta en la sublime faena, esperando por nuestros esfuerzos 
más sinceros. Dejemos de lado el fermento de la discordia y de la intriga 
malévola y sigamos confiantes, unidos en torno al bien y amparándonos en el 
Amor del Padre.
   Olvidemos desavenencias personales para que la obra confiada en nuestras
manos no sufra ningún perjuicio... estudiemos las lecciones con la Doctrina
Espírita, desdoblando el excelso mensaje de la Cruz nos ennoblezca la existencia
sin permitir que el fanatismo y la intolerancia nos  eclipsen la visión interior, 
arremetiendo unos contra otros, en una refriega incoherente e injustificable. Meditemos las palabras del Señor: "MIS DISCÍPULOS SERÁN CONOCIDOS POR LO MUCHO QUE SE AMEN"-
   Luchemos sin tregua contra el egoísmo, cultivando la humildad en el servicio
desinteresado a los hermanos que sufren.
   Todos traemos aún débitos inmensos a ser resarcidos y los enemigos a vencer
asoman de nosotros mismos. Aprendamos a separar la cizaña del trigo, olvidando
lo que no sea útil a nuestros anhelos de cooperación incondicional, con los 
designios de Dios en la construcción de un Mundo mejor.
   La humanidad espera las bendiciones de la Providencia, a fin de emanciparse de
las sombras del materialismo que avanza a pasos agigantados, engolfando en 
sufrimientos intraducibles a millares de Almas carentes de vigilancia. Hermanos, el
tiempo pasa rápido y muchos precisamos realizar, de acuerdo a las posibilidades 
de cada uno. Es justo que extendamos el pan material a los estómagos hambrientos, ¡ ellos son tantos aún !. Pero debemos concentrar nuestras energías
en la divulgación de la Fe razonada, con el propósito de despertar conciencias para Cristo.
   Estamos juntos: incontables falanges de amigos de los Planos más Altos, en nombre de Jesús, nos secundan los esfuerzos y se movilizan a nuestro lado en las
actividades del Evangelio Redivivo.   
   No nos perdamos en el camino, distraídos por las voces de los falsos profetas que pululan en la actividad terrestre, llamándonos a la puerta ancha de los placeres efímeros.
   Las señales del Señor son inconfundibles; deseando seguirlo, no nos equivoquemos. Entreguemos al bien nuestras vidas y el mal no nos poseerá.
   Reconozcamos la fragilidad espiritual que aún nos caracteriza, pero no nos desanimemos, por cuanto la Divina Providencia estará con nosotros a la hora de los testimonios que nos fueron solicitados.
   Unámonos: sepamos respetar a los hermanos que están haciendo lo que pueden en la edificación de la Paz entre los hombres, en estos días de grandes males y conflictos. Demostremos actitud firme en el bien, puesto que la Fe sin obras es lámpara sin luz; dar de nosotros mismos en la mies Espírita-cristiana, es el compromiso mayor que asumimos ante las Leyes de la Vida y de la propia conciencia. Por lo tanto, mucho se le pedirá a quien mucho haya recibido.
   Por este motivo, haya lo que hubiere y acontezca lo que aconteciere, no nos distanciemos de las tareas que nos corresponda desempeñar.
   Jesús, interpretado por Kardec, y Kardec basado en Jesús, he aquí el derrotero seguro para nuestros más nobles logros espirituales.
   Compañeros, avancemos siempre. La victoria permanecerá para los que perseveren y que el Maestro nos auxilie y nos guarde hoy, ahora y siempre.

´Hermano José- Espíritu-
( Comunicado mediúmnico aportado por el hermano Bras de Alborada )

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                LA DOCTRINA MATERIALISTA

" La inteligencia del hombre es una propiedad de la materia; nace y muere con el organismo. El hombre no es nada ni antes ni después de la vida corporal."

CONSECUENCIAS.- No siendo el hombre nada más que materia, solo son reales y envidiables los goces materiales; los afectos morales carecen de porvenir; con la muerte quedan rotos para siempre los lazos morales; las miserias de la vida no tienen compensación; el suicidio viene a ser el fin racional y lógico de la existencia cuando no hay esperanza de alivio en los sufrimientos, inútil es contrariarse para vencer las malas inclinaciones; mientras estamos en la tierra se debe vivir para sí lo mejor posible; es una estupidez molestarse y sacrificar el reposo y el bienestar por otros, es decir, por seres que a su vez serán anonadados y que jamás volverán a verse; los deberes sociales quedan sin base; el bien y el mal son cosas convencionales y el freno social se reduce a la fuerza material de la ley civil.

  Observaciones,. Acaso no sea inútil aquí, recordar a nuestros lectores algunos pasajes de un artículo que publicamos sobre el materialismo, en la Revue Spirite de Agosto de 1808.:

  El materialismo- decíamos- , jactándose como en ninguna otra época, erigiéndose como regulador supremo de los destinos morales de la humanidad, ha producido el efecto de atemorizar a las masas con las consecuencias inevitables de sus doctrinas en el orden social, y por esta misma razón, ha provocado en las ideas espiritualistas una enérgica reacción, que debe probarle que está muy lejos de disfrutar de las generales simpatías como supone, y que se engaña notablemente si espera imponer sus leyes en el mundo algún día.

" Ciertamente las ideas espiritualistas del pasado son insuficientes en nuestro siglo; no están al nivel intelectual de nuestra generación; en muchos puntos se contradicen con las conquistas de la ciencia; dejan en el ánimo ideas incompatibles con el anhelo positivista que domina en la sociedad moderna; incurren, por otra parte, en el grave renuncio de imponerse por la fe ciega y de proscribir el libre examen, y de aquí, sin duda alguna, el desarrollo de la incredulidad en el mayor número, Es evidente que si a los hombres se les alimentase desde la infancia con ideas que más tarde fuesen confirmadas por la razón, no habría incrédulos. ¡ Cuantas personas han vuelto a la creencia por el Espiritismo, nos han dicho: " Si siempre se nos hubiera presentado a Dios, al alma y a la vida futura, de un modo racional, nunca hubiéramos dudado ! ".

   " Porque un principio sea mal o falsamente aplicado, ¿ Se sigue que debemos rechazarlo?.  Sucede con las cosas espirituales como con la legislación y todas las instituciones sociales que, so pena de que perezcan, es preciso apropiarlas a los tiempos. Pero, en vez de presentar algo mejor que el caduco espiritualismo, el materialismo ha preferido suprimirlo todo, lo que le dispensaba de la investigación y parecía más cómodo a aquellos a quienes importuna la idea de Dios y del porvenir. ¿Qué se diría de un médico que notando que el régimen seguido por el convaleciente, no es bastante sustancial para su temperamento, le ordenase que no comiese nada?.

   " Lo que más admira en la mayor parte de los materialistas de la escuela moderna, es el espíritu de intolerancia llevado a sus últimos límites; ellos, ¡ que reivindican sin cesar el derecho a la libertad de conciencia !...

   " Hay en este momento, y por parte de cierto partido, una conjuración contra las ideas espiritualistas en general, entre las que se halla naturalmente comprendido el Espiritismo. Lo que busca el materialismo no es un dios más justo y mejor, sino el dios- materia, menos molesto porque no han de dársele cuentas. Nadie niega a semejante partido el derecho a tener su opinión y de discutir las contrarias; pero lo que no se le puede conceder es la pretensión singular. al menos en hombres que se erigen apóstoles de la libertad. que impidan a los demás que crean a su manera y discutan las doctrinas que no aceptan. Intolerancia por intolerancia, no es mejor la una que la otra."

- Allan Kardec- ( Obras Póstumas )

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