INQUIETUDES ESPIRITAS
1.- León Denis, pionero del Espiritismo. - ( 1ª Parte )
2.- Resumen de la enseñanza de los Espíritus
3.- Acerca del Amor
4.- La humildad de ser hombre
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LÉON DENIS, PIONERO DEL ESPIRITISMO
( 1ª Parte)
Jean Luis Petit
Para comprender al hombre, escuchemos primero un extracto de su testamento
moral: “Llegado al atardecer de la vida, en esta hora crepuscular donde una
nueva etapa finaliza, donde las sombras suben a porfía y cubren todas las cosas
con su velo melancólico, considero el camino recorrido desde mi infancia,
dirijo luego mi mirada hacia adelante, hacia esa salida que pronto se abrirá
para mí, sobre el más allá y sus claridades eternas. A esta hora, mi alma se
recoge y se despoja de antemano de las trabas terrestres; comprende el objetivo
de la vida, consciente de su papel en este mundo, agradecida de los favores de
Dios, sabiendo por qué ha venido y por qué ha actuado”.
Este extracto de una de las últimas páginas de Léon Denis ubica bien al
personaje: un estilo suntuoso, como ya no se acostumbra, al servicio de una
gran voz, de una hermosa alma. ¿Qué retener de esta vida tan austera y tan
colmada, que no se apaga sino a más de los ochenta y un años? Él mismo nos lo
va a decir, en el mismo texto: “He dedicado esta existencia al servicio de una
gran causa, el espiritismo que será ciertamente la creencia universal, la
religión del porvenir”. Ni una sola duda, ni una sola aflicción en este momento
decisivo; es la voz de un gigante que va a callar, después de la misión
cumplida.
En su tiempo fue adulado por su público y tratado por la Iglesia como un diablo
en una pila de agua bendita.
Examinemos su vida, se descubrirá allí a un hombre humilde y autodidacta
llamado a la extraordinaria misión de ser portavoz del espiritismo.
Un hombre humilde y un autodidacta realizado
Nació el 1º de enero de 1846,
en Foug, de padres pobres. El padre, albañil asalariado, sin empresa personal,
no podrá darle la posibilidad de seguir los estudios que su inteligencia muy
vivaz y su gusto por el saber podían permitirle. La madre se ocupa del hogar y
de los niños. Sus maestros intervendrán a su favor, pero la familia tiene
demasiada necesidad de su salario, y sería incapaz de pagar sus gastos de
matrícula. Al ritmo de los empleos del padre que es primero obrero en
Estrasburgo y después en Burdeos, antes de un puesto de jefe de una estación
muy pequeña en las Landas, luego en el Jura, Léon Denis multiplica las tareas
de obrero, aprendiz o ayudante de su padre. Durante sus noches, se impone un
segundo empleo: lee y prosigue, solo o con la ayuda del instructor local, los
estudios primarios y secundarios que no puede seguir. En 1852 la familia se
establece en Tours y de allí no se moverá más; su situación económica permanece
precaria siempre. León trabaja entonces más que nunca, primero en una industria
de loza, luego una casa de cueros donde realiza pesadas labores manuales.
Destacado por su inteligencia, accede rápidamente a puestos de empleado
administrativo y contable, mejor remunerado y donde va a sobresalir. Se
convierte en viajante de comercio itinerante, en Francia y luego en el extranjero.
Se inscribe en cursos nocturnos que le ofrecen un complemento, y desgasta sus
ojos leyendo sin cesar para adquirir una cultura universitaria. Se apasiona por
la geografía y la historia, pero también por la filosofía, las artes y las
letras, etc. En algunos momentos considera llevar una vida normal, casándose,
en el marco de un amor compartido, pero comprende que toda su vida deberá
mantener económicamente a sus padres que viven con él. Renuncia entonces al
matrimonio permanece célibe; se consuela en la lectura y los estudios. Se
apasiona por las grandes cuestiones de la filosofía. Dios le atrae, pero
rechaza los dogmas y la pequeñez de las Iglesias. Como lee todo lo que se
incluye en las vitrinas de las librerías, un día encuentra en Tours un título
que le llama la atención: El Libro de los Espíritus, por Allan Kardec. Tiene
dieciocho años, lo adquiere enseguida y devora el libro a escondidas de su
madre, a quien teme inquietar con una literatura poco ortodoxa. Su convicción
es un hecho: el espiritismo es la clave que buscaba de la comprensión del
mundo. Se volverá pues espírita. Para su gran alegría, su madre, de quien es
muy cercano, también lee el libro a escondidas de su hijo y manifiesta el mismo
entusiasmo. Su padre se adherirá posteriormente. Toda la familia alienta al
hijo pródigo a entrar al servicio del espiritismo que se difunde rápidamente en
Francia. Desde 1862 se forman varios grupos espíritas en Tours, con él,
luego alrededor de él, pues allí también se destaca rápidamente por su cultura
y sus múltiples talentos. A partir de allí ha encontrado su vocación; desde
Tours se convierte en uno de los faros del espiritismo de su época. En adelante
su carrera acumula responsabilidades y éxitos nacionales e internacionales.
Tours le permite a Léon Denis conocer las escuelas de pensamiento que lo
prepararán para una admirable carrera de orador.
La educación le apasiona: rápidamente se convierte en militante de la Liga de la enseñanza que difunde en Tours, así como en otras partes, el programa de la escuela republicana gratuita, laica y obligatoria. El militante convencido se convierte en un propagandista muy apreciado. Combina sus viajes de negocios con un ciclo de conferencias, a veces con Jean Macé, presidente de la Liga de la enseñanza, en favor de poner en marcha la escuela republicana.
Igualmente, en 1869, es admitido en el seno de la Francmasonería en la logia de los “Démophiles”, (los amantes del pueblo), cuyas ideas laicas y republicanas complementan la doctrina de la Liga de la enseñanza.
Rápidamente se convierte en el orador de su logia, es decir el que cierra los debates y pronuncia los discursos. Esto se corresponde bien con su gusto por una cultura humanista, y le obliga a leer aún más y a preparar sus intervenciones. Con mucho es el espiritismo el que predominará en su preferencia, con su práctica personal en el seno de los círculos espíritas de Tours. Lee todos los libros y artículos que puede encontrar sobre el tema; y rápidamente se convierte en una enciclopedia espírita.
En vida se reunirá poco con Allan Kardec: tres veces en total, a partir de 1867, pero será recibido por él en París, antes del deceso del Maestro en marzo de 1869. La guerra de 1870 pone fin a este aprendizaje, en pro del compromiso patriótico. Primero es exonerado y más tarde, después de la derrota de Sedan, es aceptado en los ejércitos de la República donde obtiene rápidamente sus galones de suboficial y luego de oficial. El fin de la guerra lo reintegra a Tours y a su destino marcado por las sesiones espíritas; es alentado por los Espíritus para que se dedique a la propaganda y la difusión del espiritismo. A partir de 1873, comienza a escribir para este trabajo de difusión que lo lleva a aceptar conferencias en las ciudades, hasta cuarenta y cinco por año, y donde ejerce también su trabajo de representante de comercio. Será cerca de Tours, luego en Francia, en Córcega y finalmente en el extranjero: Italia, Túnez, África del Norte. Para él, estos viajes son también fabulosas oportunidades de descubrir paisajes, hábitos y costumbres de vida. Por ejemplo, surcará a pie el Alto Atlas, casi solo, yendo a lugares por donde ningún europeo había pasado. Desarrolla un amor muy particular por la naturaleza, los animales y los humildes. Se convierte en un apasionado de la montaña, que también incita a la elevación del espíritu, hacia las realidades del más allá que le apasionan.
Sus cualidades de orador lo hacen cada vez más apreciado. Un notable local le propone, a los treinta y cinco años, convertirse en su sucesor en la Asamblea Nacional. Declina cortésmente la invitación, alegando principalmente sus problemas de salud. Sufre una operación luego de una oclusión intestinal. Su vista continúa decayendo regularmente. A pesar de todo, se convierte en representante nacional e internacional de los espíritas.
En diciembre de 1882, lógicamente es nombrado miembro de un congreso nacional destinado a crear la Fundación de Estudios Espíritas, encargada de la difusión de las ideas espíritas, especialmente con un periódico, Le Espiritisme. Desde entonces frecuenta hasta su muerte a Amélie Boudet, viuda de Allan Kardec, a Pierre-Gaétan Leymarie, célebre librero y más tarde editor en París, que se ha puesto al servicio del espiritismo.
( Continúa en la 2ª Parte )
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Resumen de la enseñanza de los Espíritus
16. En el intervalo de sus existencias corpóreas, el Espíritu está
errante. La erraticidad no tiene una duración determinada; en ese estado, el
Espíritu es feliz o infeliz; según el buen o mal empleo que hizo de su última
existencia; él estudia las causas que apresuraron o retardaron su adelanto;
toma las resoluciones que procurará poner en práctica en su próxima encarnación
y escoge, él mismo, las pruebas que cree más apropiadas para su evolución; pero
en algunas ocasiones se equivoca o sucumbe, porque no mantiene, como hombre,
las resoluciones que había tomado como Espíritu.
17. El Espíritu culpable es castigado con sufrimientos morales en el
mundo de los Espíritus y con penas físicas en la vida corpórea. Sus aflicciones
son consecuencias de sus faltas, vale decir, de sus infracciones a la ley de
Dios; de esta manera constituyen, a la vez, una expiación del pasado y una
prueba para el porvenir; así es que el orgulloso puede tener una existencia de
humillaciones; el tirano una de servidumbre y el mal rico una de miseria.
18. Hay mundos apropiados a los diferentes grados de adelanto de los
Espíritus y donde la existencia corporal se encuentra en condiciones muy
diferentes. Cuanto menos avanzado es el Espíritu, tanto más pesado y material
es el cuerpo con que se reviste; a medida que se purifica, pasa a mundos
superiores moral y físicamente. La Tierra no es ni el primero ni el último,
pero, sí, uno de los más atrasados.
19. Los Espíritus culpados están encarnados en los mundos menos
avanzados donde expían sus faltas por las tribulaciones de la vida material.
Esos mundos son para ellos verdaderos purgatorios, pero de donde depende de
ellos salir, trabajando por su perfeccionamiento moral. La Tierra es uno de
esos mundos.
20. Siendo Dios, soberanamente justo y bueno, no condena a sus criaturas
a castigos perpetuos por faltas transitorias; les ofrece en todo momento medios
para progresar y reparar el mal que pudieron hacer. Dios perdona, pero exige el
arrepentimiento, la reparación y el retorno al bien; de suerte que la duración
del castigo es proporcional a la persistencia del Espíritu en el mal; en
consecuencia, el castigo sería eterno para aquel que permaneciese eternamente
en el mal camino; pero, desde que la claridad del arrepentimiento entra en el
corazón del culpado, Dios extiende sobre él su misericordia. Así, la eternidad
de las penas debe ser entendida en el sentido relativo y no en el sentido
absoluto.
El Espiritismo en su más simple expresión -Exposiciones sumarias de las
enseñanzas de los espíritus- por Allan Kardec.
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ACERCA DEL AMOR
Todo el mundo habla del amor, en las canciones, en las películas, en las novelas, ¡ Es algo formidable !. Cantan al amor, lo glorifican, pero han descendido demasiado abajo. Estoy un poco al corriente, incluso de la existencia de toda una literatura pornográfica. Ahí se os dice, sin remilgos, cómo se hace esto o aquello, y no cuenta nada más que el lado físico, o sea, la bestialidad. Sí, comprendo que es necesario decir ciertas cosas, pero hundirse solamente en este lado inferior, no es ciencia para mí, no es progreso. Que el sexo existe, que los instintos existen, de acuerdo; pero, ¡ que se intente al menos añadirles algunos elementos para ennoblecerlos, para espiritualizarlos ª. No estoy en contra del amor sexual, pero cuando veo lo que ocurre, siento que la humanidad se viene abajo y que la Luz desaparece; y cuando la Luz desaparece, cuando la gente se vuelve demasiado prosaica, demasiado animal, se deriva de todo ello todo tipo de consecuencias sociales catastróficas : exterminios, degeneraciones, etc. ¡ Cuantas civilizaciones han desaparecido entre excesos y libertinajes !, y si los hombres no sientan la cabeza, esta civilización desaparecerá también. Bien se que es muy difícil hacer sentar la cabeza a los humanos y sobre todo a la juventud. Les han presentado solamente el lado físico del amor. Así que, ¿ Qué queréis que haga?. De ahora en adelante hay que enseñarles como son las cosas en realidad, que el Amor es un mundo inmenso y rico, que va más allá de los grados que se conocen y cuales son los proyectos de la Inteligencia Cósmica para llevar a la humanidad a los grados más espirituales del Amor.
En nuestros días, cuando hay libertad para dar rienda suelta a todos los excesos del sexo, en los que aumenta el vicio y la corrupción, y las expresiones de homosexualidad de ambos géneros alcanza cotas inimaginables, y hasta se da carácter legal a la unión de estas personas, llamándoles matrimonio, y se reparten preservativos y contraceptivos químicos a jóvenes, casi niñas, y al mismo tiempo el Estado imparte a través de la educación, más cercanas a la pornografía que a una sexualidad sana, en la que se enseñan técnicas que todos conocemos y no voy a nombrar aquí. Y por si esto fuese poco, se liberaliza el aborto criminal, proclamando en un alarde de ignorancia infinita que un feto no es un ser vivo.... ¿ Qué podemos esperar ?, ¿ qué futuro aguarda a una civilización así?.
Por todo ello, las palabras tan bien inspiradas y tan proféticas del maestro Omraam Mikhaél y las de tantos otros hermanos, igualmente esclarecidos, nos advirtieron y lo siguen haciendo, sobre las consecuencias de toda conducta anticristiana y alejadas de las normas y leyes Divinas que todos conocemos.
- ( Extracto de la conferencia impartida por el maestro Omraam Mikhaél en la sede de Fraternidad Blanca Universal).
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