miércoles, 23 de octubre de 2024

La fe, según el Espiritismo

 INQUIETUDES ESPÍRITAS



1.- La ciencia y el espíritu

2.-  Homenaje al médium parlante por su labor (Comunicado espiritual) 

3.- Autocuración

4.- La fe, según el Espiritismo

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                                LA CIENCIA Y EL ESPIRITU

    La grandiosidad de los conceptos filosóficos que  se desprenden de la Reencarnación y del Espiritismo que la apoya y sostiene, está precisamente en   que  esta idea está respaldada por investigaciones de carácter científico, que las han confirmado alguna vez, aunque la propia  ciencia oficial de carácter ateo y materialista las ha  preferido ignorar.

    Asimismo  el desconocimiento de lo  trascendente  originado por las religiones dogmáticas occidentales que  han tenido durante la Historia  buen cuidado en ocultarla por mantener intereses mundanos que se apoyaban en sus postulados de carácter político o religioso y estos  chocaban frontalmente con lo que nos muestra  esta idea  que acompañó a la Humanidad  desde sus orígenes, hacen que en general sea una realidad poco conocida y poco tomada en serio, como si de una superstición  o dogma oriental más se tratara

Cabría preguntarse: ¿ Alguna vez la Ciencia ha intentado comprobar la existencia del Espíritu?
   En efecto, han sido muchos los investigadores y hombres de Ciencia que han enfocado sus estudios y esfuerzos al esclarecimiento de este asunto.

Durante décadas pasadas, la Parapsicología ha estudiado e investigado los fenómenos Psi-Theta, recurriendo al nombre de  la última letra griega, que es la inicial de Thanatos, y significa muerte, para englobar bajo este epígrafe las manifestaciones paranormales que sugieren la presunta intervención de un Ser humano después de  la muerte, o sea, de su Espíritu.

     Hay científicos que por desconocimiento de las leyes Cósmicas  no físicas, de las que estamos  afectados todos los humanos, se vuelven dogmáticos acogiéndose ciegamente a los postulados  de la Ciencia oficial  que recibieron en la Universidad, no siendo capaces de salirse ni un ápice de ellos intentando llegar a un paso más allá de los mismos por temor a sufrir burlas o un desprestigio profesional, o a ser  tildados de anticientíficos o de charlatanes.

     Los seres humanos, tantas veces engañados, nos hemos vuelto desconfiados y escépticos; de otra parte es de señalar que lo nuevo y desconocido asusta, pues suele  trastornar anteriores verdades adquiridas y fijadas como dogmas inamovibles, y los científicos nunca han sido una excepción, haciendo gala de un orgullo que les dificulta reconocer errores anteriores o admitir nuevas verdades que pongan en entredicho sus postulados científicos; además eso de la espiritualidad y lo paranormal, parece ser que en nuestra sociedad materialista y pragmática, ya no se lleva  y claro está, a casi nadie le apetece nadar contra corriente. Esto no es de ahora, puesto que no sucede por ningún principio científico, sino que es propio de los seres humanos de todas las épocas, solo basta que recordemos lo que sucedió con Galileo, Giordano Bruno, etc.

     Sin embargo cada vez más, van aumentando los que como los salmónidos en el río,  se atreven a nadar contra corriente, rompiendo si es necesario esas barreras dogmáticas, cuando  se atreven a investigar seriamente y por encima de todo, en busca de la verdad, ciertos cuadros clínicos o psiquiátricos y a veces ciertos fenómenos, cuyas causas  transcienden a la materia.

     No existen pruebas totalmente objetivas para la Ciencia, sobre la supervivencia del Ser después de la muerte porque el Espíritu no es nada material, tangible o maleable, que se pueda medir, pesar, o someter a pruebas de laboratorio como si fuese un elemento físico de cualquier clase.  El Ser espiritual es algo tan inmaterial como real, por lo que no es un elemento analizable en laboratorio humano alguno, y  aun encima, para aumentar aún más las dificultades y hacer dudar de sus intentos de comprobación  al investigador  que se atreva con ello, los que lo intentan saben que se enfrentan en este campo de investigación, a algo que además de inmaterial, demuestra una existencia de ser vivo, aunque invisible e intangible, pero muchas veces acredita tener una  inteligencia y una  voluntad propias.

    De todos modos,  en ocasiones se han obtenido por ciertos "científicos-héroes", algunas evidencias de carácter científico, que  aunque se les pueda calificar como subjetivas, otorgan una completa seguridad a quien las experimenta, porque después del primer impacto de sorpresa que causa un fenómeno, hacen que la mente analítica se ponga a funcionar y despierte en nosotros una inquietud ante estas realidades extraordinarias  pero evidentes, que así se presentan.

   Los fenómenos paranormales, cuando se han manifestado, constituyen pruebas innegables, aunque  se tilden de subjetivas, sobre la existencia y supervivencia del Espíritu humano y su reencarnación, y estas se pueden aceptar con el mismo derecho que se aceptan otra clase de pruebas, como las filosóficas, las históricas o las de jurisprudencia, que en cualquier caso, se podrán admitir o no, porque no ofrecen una posible comprobación experimental.

   Aunque se pueda considerar como subjetiva o imposible la demostración científica de la existencia del Alma o Cuerpo fluídico, este concepto y su inmortalidad dejan de ser una creencia apoyada en la fe, o en un simple dogma indemostrable, para confirmarse a través de la mediumnidad y de experiencias científicas  comprobadas y reconocidas por hombres y mujeres de Ciencia de diversos países.


- Jose Luis Martín-

“La supuesta memoria de una vida anterior es viva,  entre los dos y tres años de edad del niño. Después va decayendo hasta desaparecer, excepto si se estimula con frecuencia”.
                                       - Dr. Benerjee -



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HOMENAJE AL MÉDIUM PARLANTE POR SU LABOR- (COMUNICADO ESPIRITUAL)

                                    
   Jaén, 28 de diciembre de 1971

Buenas noches hermanos:

   Tenéis costumbre en la Tierra de hacer homenajes por motivos determinados a personas, que unas veces lo merecen y otras no . Aquí, en el mundo espiritual, cuando lo hacemos, no solo se han pensado detenidamente, sino que han de ser muy merecidos.

  Si es preceptivo homenajear a los que sobre sus cabezas blanquean ya las nieves benditas del tiempo, aún es más obligado cuando, además, debe hacerse resaltar un reconocimiento sincero y muy merecido a una labor constante, desinteresada, difícil y trascendente, como lo ha sido y es la realizada por vuestro hermano el médium.

   Precisamente nos hemos reunido hoy para hacer un homenaje a esta dedicación, este sacrificio y esta constancia de toda una vida entregada totalmente a servir de intermediario entre nosotros y vosotros. En el transcurso de cerca de 55 años en esta misión, ha tenido este hermano que soportar la incomprensión, el rechazo, y muchas veces la difamación injusta, no faltaron tampoco situaciones difíciles y comprometidas que supo superar sin que en ningún momento se debilitara su fe y entusiasmo por la idea tan firmemente sentida y practicada.

   Ha sido y es, una labor de apostolado muy fructífera, porque gracias a su intermedio recibieron la luz bendita del conocimiento espiritual muchos hermanos encarnados y fueron también despertados al conocimiento de su estado espiritual, muchos hermanos desencarnados.

   Cuando llegue el tiempo de que la materia marche al laboratorio donde fue creada  y el espíritu quede en libertad, veréis con más claridad la labor realizada por él, y en la que vosotros y nosotros hemos cado.

   Nunca la consideraremos todo lo perfecta y fructífera que quisiéramos, pero nos quedará la satisfacción de haber puesto en ello nuestra mejor voluntad, cariño y entusiasmo.

   Hemos elevado a Dios nuestras plegarias para que por muchos años esté entre vosotros y también para que permanezca con el mayor entusiasmo, fe y voluntad la labor que os habéis impuesto para bien de la  humanidad.

   Y al igual que el médico receta estimulantes cuando el paciente se haya decaído o debilitado
, nosotros recomendamos que echéis más carbón al fuego en donde se acrisola la amistad, el amor y el fraternal afecto que sentía hacia este espíritu envejecido en las luchas de la vida, porque ese calor, ese afecto y esas atenciones, constituyen un incentivo y un estímulo para continuar su meritoria labor digna de todo encomio. 

  Os suplicamos que hagáis llegar a él este homenaje nuestro, tan merecido y obligado, como sencillo y lleno de amor, junto con nuestros mejores deseos de un porvenir luminoso y feliz para todos.

Buenas noches en nombre de Dios.
DEMEIRE-

( Comunicado tomado del libro "Desde la otra vida", edit. por la FEE )

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                                                   AUTO-CURACIÓN

"No hay cura para las dolencias de nuestra alma cuando nuestra alma no se rinde al imperativo de recuperarse".

- Bezerra de Menezes

Chico recibe del espíritu amoroso Bezerra de Menezes, quien desde su última encarnación en Brasil, se ha dedicado al trabajo de la medicina espiritual, una enseñanza valiosa en cuanto a la intención de lograr la cura de nuestras enfermedades.

Miles de personas, en todo el mundo, piden ayuda a Bezerra de Menezes para sus dolores físicos y morales. Chico nos revela la propia palabra de orientación de la Entidad, a través de la cual podremos pisar, con mayor seguridad, el campo de nuestra curación interior.

Aquellos que quieren curarse espiritualmente necesitan reconocer que la mayoría de las enfermedades tienen sus causas enraizadas en nuestro mundo íntimo.

Irritación, enfado, ligereza y murmuración, crueldad y calumnia, desconsideración y brutalidad, tristeza y desánimo, producen un alto porcentaje de agentes destructivos de nuestra armonía física y mental. La curación, por lo tanto, debe comenzar de adentro hacia afuera, y esto solo la persona enferma puede hacer.

El Dr. Bezerra habla de la necesidad de que el alma enferma se esfuerce por recuperarse. Recuperar es recuperar algo que se perdió.

Cuando nos sumergimos en las bandas del egoísmo, con todas sus derivaciones de orgullo, vanidad, envidia y arrogancia, perdemos temporalmente la conexión con nuestra esencia divina, amorosa y que mantiene la buena salud física. En la búsqueda de la curación, necesitamos restablecer esta conexión del amor con la vida, con nosotros mismos y con los demás. ¿En qué parte del camino perdemos esta conexión con nuestro ser divino? ¿En qué momento nos volvemos arrogantes, impacientes, envidiosos, susceptibles, violentos, inseguros, necesitados?

Recuperar la salud es recuperar el amor en nosotros. Y cuando eso sucede, no hay lugar para el miedo, la ira, el orgullo y la envidia, que son las causas principales de casi todas las enfermedades en nuestras vidas.

Jesús de Nazaret afirmó que felices son los mansos, los misericordiosos, los humildes, los puros de corazón, los que promueven la paz, los que cumplen la voluntad de Dios.

Sin desdén por la atención médica a la que todos debemos someternos, comencemos ahora mismo nuestro tratamiento, realizando inicialmente un chequeo para evaluar nuestras condiciones de salud espiritual, según los parámetros establecidos en el Evangelio.

Tenemos los exámenes y la receta en nuestras manos.

La cura está en nosotros.

-José Carlos de Lucca - del libro Minutos con Chico Xavier - Intelítera editora

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                       LA FE, SEGÚN EL ESPIRITISMO

                            

La fe es en el hombre el sentimiento innato de sus destinos.. Es la conciencia que tiene de las ingentes facultades cuyo germen ha sido depositado en él, al principio en estado de latencia, y que él debe hacer brotar y crecer por medio de su voluntad actuante.
Hasta hoy, la fe sólo ha sido comprendida en su aspecto religioso, por cuanto Cristo la preconizó como palanca poderosa, y no han visto en Él más que al jefe de una religión. Pero Jesús, que obro verdaderos milagros, mostró con ellos lo que el hombre puede cuando tiene fe, esto es, voluntad de querer y certidumbre de que esa voluntad puede ser realizada. A ejemplo de Cristo, ¿no hicieron también milagros los apóstoles? Ahora bien, ¿qué eran esos milagros, sino efectos naturales, cuya causa desconocían los hombres de aquel entonces, pero que hoy se explican en gran parte y que terminarán por ser comprendidos del todo mediante el estudio del Espiritismo y del magnetismo?
La fe es humana o divina, según el hombre aplique sus facultades a las necesidades terrenas o a sus aspiraciones celestiales y futuras. El hombre genial que persigue la realización de una gran empresa triunfa si tiene fe, porque siente en su fuero íntimo que puede y debe llegar, y esa certeza le da una fuerza inmensa.
El hombre de bien que, creyendo en su porvenir celestial, quiere llenar su vida con nobles y bellas acciones, extrae de su fe, de la certidumbre de la felicidad que le aguarda, la fuerza necesaria, y en este caso también se operan milagros de caridad, sacrificio y abnegación. Digamos, por último, que con fe no hay malas tendencias que sean invencibles.
El magnetismo es una de las mayores pruebas del poder de la fe puesta en acción. Cura por medio de la fe y origina fenómenos extraños que en otros tiempos eran tenidos por milagros.
Lo repito la fe es humana y también divina..
Si todos los encarnados estuvieran suficientemente persuadidos de la fuerza que poseen en sí, y quisieran poner su voluntad al servicio de esa fuerza, serían capaces de llevar a cabo lo que hasta el presente se ha denominado
milagros y que, en rigor de verdad, es tan soló un desarrollo de las facultades humanas.
Un Espíritu protector.
A la luz del Espiritismo.
Allan Kardec.

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