martes, 8 de octubre de 2024

Indumentaria de los espíritus

 INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.- Allan Kardec y la oración

2.- Los recuerdos a vuestros seres queridos en el Más Allá. (comunicado)

3..-Justicia de la reencarnación

4.- Indumentaria de los espíritus

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             ALLAN KARDEC Y LA ORACIÓN

  La oración sólo tiene valor por el pensamiento que se une a ella, y es imposible unir el pensamiento a lo que no se comprende, por qué lo que no se comprende no puede conmover al corazón. Para la inmensa mayoría, las oraciones en un lenguaje   incomprensible sólo son un conjunto de palabras que nada dicen al espíritu. Para que la oración conmueva, es preciso que cada palabra despierte una idea, y si no se comprende no puede despertar ninguna. Se repite como una simple fórmula, suponiéndole más o menos virtud según el número de veces que se repite; muchos oran por el deber y otros por conformarse con los usos; por esto creen haber cumplido su deber cuando han dicho una oración número de veces determinado, siguiendo tal o cual orden. Dios lee en el fondo del corazón y ve el pensamiento y la sinceridad; sería rebajarle creerle más sensible a la forma que al fondo. 

Allan Kardec.

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  LOS RECUERDOS A NUESTROS SERES QUERIDOS EN "EL MÁS ALLÁ "

( COMUNICADO)

                                                              

- Gloria a Dios sobre todas las cosas . Puedo hablaros muy poco. Está muy limitada mi inteligencia. No me explico como pueden ser las cosas. Os voy a expresar mi punto de vista, tal como lo siente mi alma, en relación con vuestros recuerdos. Mi alma está llena de gratitud hacia Dios por la mucha caridad y grandeza de su ley.

Cuando recordáis a los seres queridos que nos fuimos se os llena el alma de amor y el corazón se contrae de sentimiento. El dardo del dolor se clava en lo más íntimo de vuestro corazón, pero todo tiene su límite, en todo actúa la caridad del Todopoderoso y entonces, mitigando un poco el dolor, cogéis una de las manifestaciones más bellas de la Creación, como son las flores; formáis con ellas un hermoso ramo rebosante de colores y de olores, con formas perfectas, y las depositáis sobre la losa funeraria donde descansa nuestro cuerpo, donde creéis que está el ser querido que se fue de vuestro lado. Pasa el tiempo y aquellas flores se marchitan, pierden todas sus propiedades y belleza, y se secan, convirtiéndose en polvo, igual que lo que guarda aquella fosa funeraria. En estas condiciones el viento se lo lleva y lo esparce sobre la tierra. Vuelve allí de dónde partió. Vuelve para crear nueva vida en varias manifestaciones. Otras veces, derramáis por nosotros unas lágrimas que caen sobre la fosa como una ofrenda de amor, pero sale el sol y disuelve aquellas lágrimas, las evapora y transforma en vesículas de vapor que se elevan al cielo y se confunden con las nubes, esas maravillosas formaciones que asemejan núcleos purísimos de algodón flotante. Otras veces, cuando estáis en vuestro aposento y afluyen a vuestra alma aquellos recuerdos, y con la tranquilidad espiritual que como cristianos tenéis, porque apreciáis las cosas espirituales en su justo valor, eleváis una plegaria, una súplica sin igual al Padre en nuestro recuerdo, ese pensamiento, ese efluvio puro de vuestro sentimiento, eso nunca se seca ni se evapora, hallándose siempre presente, frondoso y vivo en nuestro corazón. ¿ Por qué ?. Porque la ha escuchado Dios.

Muchas gracias por haberme escuchado. Siempre que podáis hacednos el bien augusto der la plegaria que nos conforta, nos anima y nos lleva por caminos infinitos en busca de más luz y progreso.

Que Dios nos bendiga a todos.

- ¿ Puedes decirnos quien eres ?

- Voy a dar un beso al médium, que él sabe quien soy.  ( el médium aun en trance, se emociona y sus ojos se llenan de lágrimas). Se supuso que se trataba de la esposa del médium.

- Jaén, 12 de agosto de 1971-

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  JUSTICIA DE LA REENCARNACIÓN


171 – ¿Sobre qué está basado el dogma de la reencarnación? 

– En la justicia de Dios y en la revelación; porque como lo repetimos siempre: Un buen padre deja siempre a sus hijos una puerta abierta al arrepentimiento. ¿No te dice la razón que sería injusto privar para siempre de la dicha eterna, a todos aquellos cuyo progreso no dependió de ellos mismos? ¿No son todos los hombres hijos de Dios? Solo entre los egoístas impera la iniquidad, el odio implacable y los castigos sin perdón. 

Todos los Espíritus tienden a la perfección y Dios les proporciona los medios por las pruebas de la vida corporal; pero, en su justicia, les permite realizar, en nuevas existencias, lo que no pudieron hacer o terminar en la prueba anterior. 

No estaría conforme ni con la equidad ni con la bondad de Dios el castigar para siempre a los que han podido encontrar obstáculos al progreso ajenos a su voluntad, en el mismo medio donde fueron colocados. Si el destino del hombre quedase irrevocablemente decidido después de su muerte, Dios no habría pesado las acciones de todos los hombres con la misma balanza, ni los habría tratado con imparcialidad. 

La doctrina de la reencarnación, que admite muchas existencias sucesivas para el hombre, es la única que responde a la idea que nos formamos de la justicia de Dios con relación a los hombres, colocados en una condición moral inferior, la única que nos explica el futuro y sustenta nuestras esperanzas, pues nos ofrece medios de rescatar nuestros errores por nuevas pruebas. La razón indica esta doctrina y así nos lo enseñan los Espíritus. 

El hombre que tiene conciencia de su inferioridad halla en la doctrina de la reencarnación una consoladora esperanza. Si cree en la justicia de Dios, no puede esperar que será eternamente igual a los que actuaron mejor que él. El pensamiento de que esa inferioridad no lo desheredará para siempre del bien supremo y que podrá lograrlo con nuevos esfuerzos, le sostiene y le reanima el valor. ¿Quién es el que al final de su camino, no lamenta haber adquirido muy tarde una experiencia que no puede aprovechar? Pues, esa experiencia tardía no se pierde; será aprovechada en una nueva existencia. 

Allan Kardec


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               Indumentaria de los Espíritus


126. Ya hemos dicho que los Espíritus se presentan con túnicas, amplias vestiduras o ropa común. Las vestiduras amplias y flotantes parecieran ser el indumento generalizado en el mundo de los Espíritus. Pero nos preguntamos de dónde sacan esos trajes con que a veces se muestran, en un, todo semejantes a los que utilizaban en la vida material, y que incluyen la totalidad de sus accesorios. Por supuesto, no se lo han llevado consigo esos objetos al desencarnar, sino que tales piezas siguen en nuestro mundo. ¿De dónde provienen, pues, las que visten en el otro?

Esta incógnita siempre ha intrigado mucho. Mas, para gran número de personas no pasaba de ser un mero motivo de curiosidad. Con todo, implicaba una cuestión básica de gran importancia, por cuanto su solución nos ha puesto en el camino de describir una ley general que es aplicable así mismo a nuestro mundo corpóreo. Numerosos hechos han venido a complicarla y a poner de relieve la insuficiencia de las teorías que se habían esbozado.

Hasta cierto punto se podía explicar la presencia del traje, puesto que es posible considerar a éste como formado, en cierto modo, parte del individuo. Mas no sucede lo mismo con los accesorios y objetos personales, como por ejemplo, la tabaquera que llevaba consigo el visitante de la dama enferma, a quien nos hemos referido en el párrafo 116. Subrayemos que en ese episodio no se trataba de la aparición de un muerto, sino de un encarnado, y que este caballero, cuando volvió en persona a la casa de la señora, tenía una tabaquera en un todo similar a la que había mostrado al aparecerse ante ella. Cabe preguntarnos, pues, dónde había encontrado el Espíritu una tabaquera igual. Podríamos mencionar gran cantidad de casos en que Espíritus de muertos o de vivientes se aparecen con objetos diversos, como bastones, armas, pipas, libros y otros objetos más.

Se nos ocurrió entonces la idea de que los cuerpos inertes podían tener sus dobles etéreos en el mundo invisible. Que la materia condensada que forma los objetos tal vez posea una parte quintaesenciada que escapa a nuestros sentidos*. Esta teoría no se hallaba desprovista de verosimilitud, pero se mostraba imponente para explicar todos los hechos. Había uno, en especial, que parecía poder invalidar todas las hipótesis.

 Hasta entonces sólo se había tratado de imágenes o apariencias. Y ya hemos comprobado que el periespíritu es capaz de adquirir las propiedades de la materia y hacerse tangibles, pero esa tangibilidad es solo momentánea, ya que pasados unos instantes el cuerpo sólido se desvanece como una sombra.

No cabe duda de que es un fenómeno extraordinario; pero lo que acaso sea más extraordinario aún es ver cómo se crea materia sólida persistente, cosa probada por un gran número de hechos auténticos, sobre todo el de la escritura directa, a la que nos referiremos en detalle en un capítulo destinado al tema. Sin embargo, puesto que este fenómeno se vincula íntimamente con la cuestión que ahora nos ocupa, y constituye una de sus aplicaciones más positivas, saltearemos el orden en que debe ser expuesto.

* Esta teoría del doble etéreo de las cosas es verdadera tanto para el espiritismo como para otras corrientes espiritualistas, mas no se aplica al caso de las apariciones. La explicación de los Espíritus revela una vez más su independencia con respecto a las ideas admitidas, inclusive tradicionalmente, por nuestros sistemas. (Nota de J. Herculano Pires)

127. La escritura directa, o neumatografía, es la que se produce en forma espontánea, sin concurso de la mano del médium ni del lápiz**. Basta tomar una hoja de papel en blanco, lo que se puede hacer adoptando todos los recaudos previos necesarios para asegurarse de que no se es víctima de una superchería, doblarla y colocarla en cualquier parte: en un cajón o simplemente en un mueble. Y si se dan las condiciones adecuadas, al cabo de un tiempo mayor o menor se encontrarán en el papel caracteres, signos varios, palabras, frases y aún mensajes, casi siempre trazados con una sustancia grisácea análoga al grafito de la mina del lápiz. Otras veces aparece la escritura hecha con lápiz rojo, tinta común y también tinta de imprimir.

Tal es el fenómeno, en toda su sencillez, y cuya reproducción, aunque poco usual, no es, sin embargo, muy rara, ya que hay personas que lo obtienen con bastante facilidad. Si se colocara un lápiz frente al papel se podría creer que el Espíritu se ha servido de él para escribir; pero, puesto que el papel se encuentra enteramente solo, es evidente que la escritura ha sido hecha con una materia depositada. Ahora bien, ¿de dónde saca el Espíritu esa materia? He aquí el problema, a cuya solución hemos sido conducidos por la tabaquera de que hablamos hace poco.

128. tal solución nos la dio el espíritu de San Luis en las respuestas siguientes:

1.) Hemos mencionado un caso de aparición del Espíritu de una persona encarnada. Ese Espíritu poseía una tabaquera y aspiraba rapé. ¿Experimentaba entonces la misma sensación que cuando se hace esto en la realidad?
- No
2.) Esa tabaquera tenía igual forma que la que usaba él habitualmente, y que estaba en su casa. ¿Qué era, entonces, tal objeto en manos del aparecido?
- Una apariencia. Su finalidad consistía en hacer reparar en él, como efectivamente sucedió, de modo que la aparición no fuese tomada por una alucinación debida a la enfermedad de la vidente. El Espíritu quería que la dama creyese en la realidad de su presencia, de ahí que haya adoptado todas las apariencias de la realidad.

3.) Acabáis de decirnos que se trata de una apariencia. Pero una apariencia no tiene nada de real: es como una ilusión óptica. Querríamos saber si aquella tabaquera era sólo una imagen irreal, o si había algo de materia en ella…
- Por cierto que sí. Precisamente, con ayuda de ese principio material el periespíritu adopta la apariencia de ropas semejantes a las que el Espíritu llevaba cuando estaba encarnado.

OBSERVACIONES. –Es evidente que hay que entender aquí la palabra apariencia en el sentido de aspecto, imitación. . La tabaquera real no estaba ahí. La que tenía el Espíritu solo era una representación. Se trataba, pues, de una apariencia, si la comparamos con la original, aunque estuviera formada por un principio material.
Nos ha señalado la experiencia que no se debe tomar al pie de la letra ciertas expresiones que los Espíritus emplean. Si las interpretamos con arreglo a nuestras ideas nos exponemos a grandes equivocaciones. De ahí que sea necesario profundizar el significado de sus palabras cada vez que presenten éstas la menor ambigüedad. Es una recomendación que nos hacen constantemente los Espíritus mismos. A no ser por la explicación que en esta oportunidad suscitamos, el vocablo apariencia, reiterado de continuo en episodios análogos, podía dar lugar a una falsa interpretación*

** Posteriormente se admitió la escritura directa por medio de un lápiz u otros instrumentos, pero sin el uso de las manos. Véance las experiencias de J. K. friedrich Zóllner con el médium Slade, en Provas científicas de sobrevivencia, EDICEL, San Pablo, 1966. (Nota de J. Herculano Pires)

4.) ¿Será, acaso, que la materia inerte se desdobla; que existe en el mundo invisible una materia esencial, que adopte la forma de los objetos que estamos viendo aquí? En síntesis, cada uno de esos objetos ¿tendrá su doble etéreo en el mundo invisible, de la manera misma que los seres humanos están representados en él por los Espíritus?
- No es eso lo que sucede. El Espíritu ejerce, sobre los elementos materiales que existen por doquier – en el Espacio, en vuestra atmósfera-, un poder que estas lejos de sospechar. Según su voluntad, es capaz de concentrar tales elementos y darles la forma y apariencia adecuada a sus proyectos.

OBSERVACIONES: Esta pregunta, conforme se habrá podido advertir, era la traducción de su propio pensamiento, es decir, de la idea que nosotros nos habíamos formado acerca de la naturaleza de dichos objetos. Si las respuestas de los espíritus fueran, como algunos pretenden, el reflejo del pensamiento de los asistentes de la sesión, entonces abríamos obtenido en este caso particular una confirmación de nuestra teoría, en vez de una teoría opuesta, como en efecto sucedió.

5.) Plantearé de nuevo la pregunta en forma categórica, a fin de evitar todo equivoco: las ropas que con que se cubren los Espíritus ¿son algo?
- Pienso que mi respuesta anterior dejó resuelta la cuestión.
¿No sabéis, por ventura, que el periespíritu mismo es algo?
6.) De esta explicación resulta que los Espíritus someten a la materia etérea a las transformaciones que desean. Así por ejemplo, refiriéndonos a la tabaquera de que hablábamos, el Espíritu no la encontró hecha, sino que la produjo él mismo mediante un acto de su voluntad, para utilizarla en el momento en que la necesitaba, y de igual modo ha podido después deshacerlas. Lo mismo debe de ocurrir con todos los demás objetos: ropas, alhajas, etcétera.
- Es evidente.


* Esta observación de Kardec es de la mayor importancia para cuantos se dedican a la práctica del Espiritismo. Los Espíritus se hallan en un mundo diferente al nuestro, y aun cuando estén hablándonos en el mismo idioma que utilizamos nosotros, no siempre éste corresponde a nuestra manera de ver las cosas. Debemos permanecer atentos a lo que nos dicen y solicitarles todas las aclaraciones que nos parezcan pertinentes. El problema del lenguaje de los Espíritus – ya señalado por Kardec-, requiere estudios en profundidad que aun están por hacerse. (Nota de J. Herculano Pires.)

LABORATORIO DEL MUNDO INVISIBLE
Capítulo VIII DEL LIBRO DE LOS MÉDIUMS-  ALLAN KARDEC


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