Todos hemos sentido alguna vez la sensación de que hemos fracasado en algo. En ocasiones esto puede llegar a hundir a una persona. En esos momentos, lo realmente importante es la reacción que tengamos ante el fracaso. Si lo sabemos asimilar, aprender de él y sacar conclusiones, un fracaso puede resultarnos incluso provechoso.
El fracaso es algo humano y esencial para llegar al éxito. Piensa que cada vez que fracasas te aproximas cada vez más y más a tu meta. Una vida sin fracasos sería muy desesperanzadora y aburrida. Imagínate que eres siempre el mejor de clase sin proponértelo, corres más que nadie, te cogen en cualquier sitio que pidas y nada te cuesta esfuerzo alguno. ¿La vida tendría sentido?
El fracaso va de leve a extremo y tiene una función en nuestras vidas importantísima: “hacer que estemos ilusionados y hacernos mejorar constantemente”.
Es un proceso normal, tan natural como respirar y no va nada mal enfrentarse a fracasos de vez en cuando que nos hacen madurar un paso más y auto-superarnos. Si no fuera por un fracaso extremo que recibí en mi vida hace unos años, jamás me hubiera puesto a viajar por toda España para mejorar mis habilidades sociales y Verdadera Seducción no sería la web que conocéis ahora.
El fracaso es tan bueno o más que el tener éxito
Una de las peores cosas que se le puede llamar a alguien es fracasada. Y ese es uno de los peores estigmas con que marca la escuela a un número de alumnos que no tiene nada de residual.
Fracaso no significa que somos unos fracasados, significa que todavía no hemos tenido éxito.
Fracaso no significa que no hemos logrado nada significa que hemos aprendido algo.
Fracaso no significa que hemos actuado como necios significa que hemos tenido mucha fe.
Fracaso no significa que hemos sufrido el descredito significa que estuvimos dispuestos a probar.
Fracaso no significa falta de capacidad significa que debemos hacer las cosas de distinta manera.
Fracaso no significa que somos inferiores significa que no somos perfectos.
Fracaso no significa que hemos perdido nuestra vida significa que tenemos buenas razones para empezar de nuevo.
Fracaso no significa que debamos echarnos a tras significa que tenemos que luchar con mayor ahincó.
Fracaso no significa que jamás lograremos nuestras metas significa que tardaremos un poco más en alcanzarlas.
Fracaso no significa que Dios nos ha abandonado ¡Significa que Dios tiene una idea mejor!
Cada fracaso supone un capítulo más en la historia de nuestra vida y una lección que nos ayuda a crecer. No te dejes desanimar por los fracasos. Aprende de ellos, y sigue adelante.
Para empezar un gran proyecto, hace falta valentía. Para terminar un gran proyecto, hace falta perseverancia.
El fracaso tiene aspectos positivos ya que con el fracaso aprendemos, nos hace más fuertes y resistentes. Nos ayuda a afrontar la contrariedad de forma más preparada y nos fortalece ante las situaciones difíciles y adversas. En definitiva, aprendemos de nuestra propia experiencia.
En ocasiones podemos considerarlo como la antesala del éxito. Hay momentos en que para triunfar es necesario haber conocido el fracaso y todo lo que ello conlleva. Supone un aprendizaje imposible de conocer por quienes no lo experimentan.
Tras el fracaso solemos tener diversas sensaciones como Cuando fracasamos nos sentimos tristes, desesperanzados e impotentes. Es una experiencia que desearíamos evitar. Sin embargo, con el paso del tiempo nos damos cuenta de que todo fracaso, a pesar de ser una experiencia desagradable, conlleva aspectos positivos.
Otras veces, aparece el orgullo y tratamos de encubrir o silenciar aquello en lo que hemos fallado. Esta es una actitud cobarde que en la mayoría de las ocasiones se produce por temor a las consecuencias; en otras no queremos reconocerlo simplemente por soberbia, porque somos incapaces de asumir nuestros errores.
Otra sensación muy común es la necesidad de disculparse constantemente con la persona que se comete el error o a quien le afecta, o de justificar la equivocación con el fin de liberarse un poco de la culpa. En definitiva, tratamos de encontrar la mejor salida a nuestra equivocación de cara a los demás.
El fracaso afecta de forma diferente según la personalidad de cada uno.
Unos piensan que es algo transitorio que debe ser soportado de la mejor manera posible y que les prepara para posteriores situaciones. Consideran que el hecho de fracasar en un aspecto de su vida en un determinado momento, no significa que sean unos fracasados ni que siempre vaya a ser así, lo ven como un desafortunado acontecimiento que pasará y que no tiene porqué volver a repetirse.
Para otros, supone el fin. Los hunde, pierden confianza en sí mismos y son incapaces de remontar esa situación; incluso los imposibilita para situaciones posteriores, creyéndose incapaces de realizar correctamente cualquier otra actividad o de tener éxito en sus relaciones sentimentales o de amistad. Cogen tal inseguridad que les afecta negativamente durante mucho tiempo.
El verdadero fracasado no es el que obtiene una serie de fracasos en su vida, sino el que se muestra perezoso a la hora de aprender de los propios errores y no es capaz de reponerse y aprovechar las lecciones que el propio fracaso le ofrece.
Lo que debemos hacer ante el fracaso es Tanto el éxito como el fracaso forman parte de nosotros. Todos en algún momento o circunstancia de nuestra vida hemos experimentado ambas experiencias.
Nuestra actitud es fundamental para sacar el máximo provecho de lo fracasos que suframos. Veamos algunas sugerencias para que así sea:
- Actuar con coraje, determinación, firmeza y con más empeño aún por lograr el objetivo propuesto.
- Reflexionar sobre los errores incurridos para no volver a cometerlos. Aprender realmente de los errores y que estos nos ayuden a cambiar para mejorar definitivamente en aquello que fallamos.
- Si para conseguir un objetivo utilizamos unas vías que nos llevan al fracaso, lo inteligente no es abandonar nuestro objetivo sino intentarlo por otros medios.
- Ante circunstancias que ya no tienen solución, aceptar el fracaso lo antes posible y asumir las consecuencias.
- Si se produce por negligencia nuestra o por una mala actuación, lo primero que debemos hacer es asumir nuestra responsabilidad y posteriormente, utilizar el fracaso como una lección para no volver a actuar de esta manera y no cometer los mismos errores.
- Es muy importante no dejarse llevar por el negativismo que nos suele acompañar en estas ocasiones y desdramatizar los fracasos, incluso, si la situación lo permite encajarlos con sentido del humor.
- Por último, debemos analizar las razones del porqué de ese fracaso con toda la objetividad posible para así sacar el máximo provecho de él.
Si quieres triunfar, no te quedes mirando la escalera. Empieza a subir, escalón por escalón, hasta que llegues arriba.
En un mundo con la tecnología que tenemos, los ritmos de vida que llevamos y el consumismo que nos meten en nuestras cabezas, es muy fácil olvidarse de lo más importante de nuestra vida: ¡VIVIR!
Enviado por Merchita
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El milagro del amor
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Del libro: En algún Lugar en el Futuro, cap. El Milagro del Amor.
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¿
Existen riesgos al acceder bajo hipnosis a vidas anteriores?
Es de señalar que esta técnica no es nada nueva, pues
se sabe que las regresiones a vidas pasadas ya eran practicadas por
los egipcios hace unos tres mil años.
La hipnosis supone un estado especial de la mente,
generalmente inducido por otra persona y con el consentimiento previo
del sujeto hipnotizado. Por este procedimiento pueden aflorar a la
mente consciente del sujeto que se somete a hipnosis, recuerdos del
pasado que estaban ocultos en el subconsciente, o también se le
pueden dar órdenes o sugerencias en este estado, que cumple siempre
y cuando no son radicalmente opuestas a sus principios éticos y
morales.
Es de señalar que , en el proceso siempre interviene
en mayor o menor medida el consentimiento, la voluntad o la
sugestión positiva del sujeto a hipnotizar, por lo que sin este
requisito imprescindible no se puede llevar a cabo la consecución
del trance hipnótico; por esto se explica el que hay personas mucho
mas sugestionables o sensibles para la inducción hipnótica que
otras.
Cuando se accede bajo hipnosis a los recuerdos vividos
de existencias anteriores bajo trance hipnótico, se suele recordar
y reconocer muchas veces a personas con las que también nos
relacionamos afectivamente en la vida actual, que nos acompañaron
en aquella pasada existencia, protagonizando distintos papeles de
relación interpersonal, a los actuales.
En muchos casos este recuerdo “forzado” no es
conveniente llevarlo a cabo solo por curiosidad, pues es algo que
podría traumatizar psíquicamente a la persona, y por tanto podría
ser un obstáculo serio para su evolución espiritual en esta vida.
Pongamos como ejemplo , la persona que por curiosidad simplemente,
accede al recuerdo de alguna vida o vidas anteriores, y en ellas
reconoce algún amigo o familiar actual, que en aquella ocasión fue
un encarnizado enemigo con el que hubo una relación de odio o de
temor intensa; este recuerdo haría probablemente renacer esos
sentimientos de temor o de odio, y entonces los lazos de una
positiva relación actual se verían seriamente amenazados al
despertar aquella vieja enemistad. Sin embargo si ambos vuelven
juntos a esta vida en otra nueva interrelación, y han olvidado a
nivel de consciencia un oscuro pasado juntos, es precisamente para no
volver a reincidir en aquella relación negativa, y poder equilibrar
la balanza de la Justicia mediante el establecimiento de unos nuevos
lazos positivos de amistad, fraternidad o Amor. Esto de paso explica
el por qué del olvido del pasado a nivel consciente.
Por otra parte, si el hipnotizador no es un científico
experimentado (psiquiatra o psicólogo), que la lleve a cabo
solamente como recurso extremo para curar determinadas fobias de un
paciente, el resultado del experimento puede ser peligroso debido a
que el sujeto hipnotizado no sea capaz de salir por si solo de la
sugestión hipnótica o porque el hipnotizador sea incapaz de
dirigir y controlar el proceso por los cauces debidos debido a una
inexperiencia muchas veces no reconocida
Sin métodos hipnóticos para una regresión, lo que si
que podemos intuir aproximadamente ,es la clase de persona que
fuimos, en función de cómo somos ahora, con nuestras tendencias,
inquietudes, gustos, habilidades, manías, defectos y virtudes.
Otro indicativo del pasado que nos señala la amistad o
enemistad que se tuvo con otras personas, son las buenas relaciones y
simpatías innatas y espontáneas que se dan en el presente, o bien
la falta de armonía o las antipatías sin razones justificadas. Esto
es debido a que, si los problemas que pudieron haber entre dos
personas quedaron resueltos en el pasado, en un encuentro presente no
existe motivo alguno para que puedan seguir existiendo antipatías
innatas, pero cuando alguna cosa negativa quedó pendiente en el
pasado, en un encuentro presente se despiertan inconscientemente esas
antipatías u odios irracionales que no tienen un aparente motivo.
Jose Luis Martín
“¿Qué
significan los conceptos de raza o religión?. Si
se enseñara la creencia en la reencarnación, ¡qué tolerantes
nos volveríamos¡ ; desaparecería el racismo porque ¿Cómo
podríamos despreciar a negros, magrebies, orientales u
otros, si lo hemos podido ser nosotros en el pasado o lo podemos
ser en el futuro?.
- Maguy Lebrun –
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