INQUIETUDES ESPÍRITAS
1.- Problemas del amor
2.- Argumentos espíritas de la existencia de vida en el Universo
3.- Lord, el perro de Chico
4.- Caminos rectos
***************************************
Médium Francisco Cándido Xavier.
Del libro “Fuente Viva”
CAMINOS RECTOS
“
Y él les dijo: Lanzad la red hacia la banda derecha del barco y
hallareis” (Evangelio
de Juan 21-65)
La vida , para ser aprovechada y feliz, debería de ser con una rigurosa observancia de los intereses de Dios. Ante este pensamiento, yo me pregunto: ¿ Cuales son esos intereses?. Creo que la única respuesta posible es la de retomar el camino del Amor a Dios y al prójimo, pues si sabemos que Dios es Amor, solamente sintonizando con ese Amor, haciendo vibrar nuestra alma lo más elevadamente posible, podemos sentirnos felices y plenos. Es el mismo Amor ejemplificado y predicado por Jesús de Nazaret, y todos los grandes Enviados que vinieron a la humanidad en diferentes épocas.
El
Padre mismo ha invertido en toda Su Creación y en todas sus
criaturas, particularmente en el ser humano, porque este es Espíritu en proceso
evolutivo llamado a alcanzar algún día la Divinidad, que es la Fuente de Origen de la que procedemos todos, inmersos en los caminos de la
evolución a través de las múltiples reencarnaciones en
los mundos físicos. Durante estas vidas en la materia, el Alma tiene tiempo de practicar , aprender y vivenciar lo que es el Amor mediante la convivencia con los demás hermanos de
la Humanidad que le acompañan en cada vida, y así sucesivamente hasta llegar a
sintonizar con Su vibración de Amor, que es la vibración misma del Creador, y
de este modo ir perfeccionándose como Ser espiritual al aproximarse cada vez más a su Creador. Este quiere que
sus hijos de la humanidad sean felices, y la forma de conquistar la
felicidad es creciendo en el Amor Divino.
Los mundos
físicos son escuelas de evolución en donde aprendemos y ensayamos por la
sagrada senda del Amor a Dios a través del Amor al prójimo en cada
una de nuestras existencias humanas. Sin embargo con frecuencia tendemos a
vivir de espaldas a este sagrado designio de querer y saber vivir
según la Voluntad Divina, practicando la ley del Amor que Jesús, así como
también otros profetas y Enviados nos enseñaron y ejemplificaron. Fijémonos que
la enseñanza o el factor común que todos estos grandes
Enviados, además de Jesús, transmitieron a la Humanidad, es precisamente el
camino del Amor, que es el único camino recto para hacer crecer y fortalecer el Espíritu para ascender hasta Dios y dejar
de necesitar, cada vez menos, los mundos materiales para poder progresar.
Cuando
nuestra vida transcurre de espaldas a Dios se origina un desequilibrio
espiritual que causa infelicidad por el cúmulo de errores
cometidos y las deudas contraídas que antes o después se tendrán que saldar y
equilibrar dentro del marco de la ley de Justicia y su mecanismo de acción con
la ley de Consecuencias ( ley kármica), que es una ley natural que nos
reconduce al camino del Amor cuando de él nos desviamos con nuestros errores.
Al
no encontrar el verdadero camino interior que aporte equilibrio y felicidad,
muchos se desesperan acusando a Dios de su desdicha, sin reconocer que los
estados de sufrimiento son generados por nuestra imprevisión y nuestros propios
errores que nos son permitidos cometer a fin de aprender de ellos y dejar de cometerlos más, para alcanzar un estado de dicha y poder dejar de sufrir a causa de los mismos.
Jesús de
Nazaret, el más grande modelo de perfección moral al que puede
aspirar el ser humano, nos indicó a dónde dirigir las redes de nuestras vidas
para obtener el fruto correspondiente. Somos pescadores de bienes espirituales
y morales, a través de los agitados
mares de las vidas sucesivas en este mundo, en donde
luchamos cada día y como en el relato evangélico, cuando vemos peligro de
zozobra o de fracaso, pedimos al Padre que nos ayude y nos salve de estas
tempestades que son las complejos tramas del destino en los que nos
hemos enredado cada uno, y que siguen amenazando con enredarnos cada vez más, como
pesadas redes en medio de un mundo en el que tememos fracasar como temeríamos
hundirnos en medio de un agitado y oscuro mar tenebroso, pero en el que anhelamos
llegar a la orilla segura de la propia evolución, para ponernos a
salvo, creciendo espiritualmente hasta poder
alcanzar nuevas y mejores existencias en los mundos de regeneración,
en los que en vez de predominar el mal como sucede todavía en la Tierra, en ellos el
Amor y el Bien constituyen el mismo camino pero mas fácil
de transitar que en este mundo en
donde esa senda es aun difícil y tortuosa por estar llena de piedras , baches y lodos, pero en medio de tantas dificultades de la vida, es la
única que nos conduce a la Luz del Porvenir.
-José Luis
Martín.-
*********************************
No hay comentarios:
Publicar un comentario