viernes, 7 de abril de 2017

Sesiones espíritas



Contenido de este Blog en el día de hoy:

- Los Sentimientos
- Sesiones Espíritas
- El destino del hombre
- ¿La mediumnidad alguna vez fue investigada científicamente?


                                                                     
                                                                     
                           LOS SENTIMIENTOS

      Inicialmente recurrimos al diccionario para definir lo que es el Sentimiento. He ahí a continuación: Acción o efecto de sentir. Sensibilidad. Conjunto de calidades morales del individuo.
      Los sentimientos fueron estudiados por varias áreas del estudio del conocimiento humano. Los investigadores materialistas creen que los sentimientos son una mera manifestación de áreas localizadas en el cerebro.  Desactivándola, la persona no demuestra sentimiento ninguno. No tenemos duda de que el cerebro es el vehículo de expresión de la mente, pero, no es la propia mente. Los estudiosos afirman que entre expresar y ser, existe una distancia considerable. Actualmente, los neurocientíficos consiguieron localizar, en el cerebro, las regiones correspondientes al habla, a la audición, a la parte de la inteligencia, a las diversas emociones, a los sentimientos y los demás atributos del hombre.
    Recientemente ellos ya consiguieron descubrir el recorrido desarrollado en el cerebro por una saludable o negativa emoción, así como en el trabajo de las neuronas en el mando de los agentes psíquicos que resultan de esa energética en movimiento en las capas cerebrales. Y lo más interesante, dependiendo de la emoción o del sentimiento, el cerebro tutela en la producción de ciertas hormonas y demás substancias químicas correspondientes al tipo de la función psíquica ejercitada en aquel momento, pudiendo de ahí, generar la salud o la enfermedad.
      El Dr. Deepack Chopra, endocrinólogo hindú, residente en Estados Unidos y autor de varios libros, dice que: el estudio del cerebro es muy significativo por aquello que él representa en la estructura del cuerpo físico, así como por la gran central desencadenante de reacciones químicas que él es. Sin embargo, por detrás de él está la fuente mental de todos los fenómenos intelectivos, emocionales y morales: El Espíritu. En el siglo XIX, este fue presentado, científicamente, al mundo por el eminente pedagogo francés, Allan Kardec.
    Como estamos en el inicio de la Era del Espíritu, surgen, actualmente, algunos estudios en la propia área médica y psicológica acerca de la plegaria, de la meditación, de la transmisión de energías psicofísicas (pases espíritas), de la reencarnación y de la influencia de la mente extrafísica sobre el cuerpo humano.
 Son ensayos promocionados desarrollados por algunas Universidades Americanas y Brasileñas que ya se interesan por este tipo de investigaciones, aún, que existen resultados significativos en el campo de la salud física y mental cuando las personas meditan, cuando efectúan plegarias y cuando son sometidas a los llamados toques terapéuticos (el conocido pase espírita aplicado, gratuitamente, en los Centros Espíritas de Brasil). Además de estas investigaciones, vimos el trabajo desarrollado por el Dr. Ian Stevenson, de la Universidad de  Virginia, en California, sobre la Reencarnación. El Dr. Stanislaw Grof de la Universidad Americana Jonhs Hopkins que lanzó los libros: “Además del Cerebro” y “Emergencia Espiritual”, presentando, así, una propuesta revolucionaria en la dirección de la conciencia humana.
       El escritor espírita Jason de Camargo en su libro la ‘Educación de los Sentimientos’ afirma que el Sentimiento es el cenit de la Espiritualidad. El puede ser considerado una función racional, pero sutil, porque obedece a la lógica del corazón y no de la cabeza. La lógica del Amor, por ejemplo, transciende la racionalidad intelectiva, pero no transciende la racionalidad de las leyes que también están vigente en el alma humana y que son tan o más importantes que aquellas que se refieren a la intelectualidad del hombre.
    Podemos alegar que Chico Xavier, Bezerra de Menezes, Divaldo Franco y tantos otros, de este y del siglo pasado, por sus vivencias trabajaron en el Amor y en la Caridad los sentimientos superiores realizando una obra de transformació n de la humanidad conforme la afirmación del Espíritu de Verdad: “Espíritas Amaos, este el primero mandamiento; instruiros, este el segundo”. La prioridad fue dirigida al “Amor”, justamente por ser el la ley suprema de la conciencia y la madre de todas las virtudes.
     Finalmente actuando por la educación de los Sentimientos, por descontado, encontraremos la paz y la salud, liberándonos de los varios tipos de sufrimientos de esta o de otras vivencias.
 João Batista Cabral – Presidente da ADE-SE - Associação de  Divulgadores do Espiritismo de Sergipe. Conferencista. Jornalista. Psicoterapeuta Transpessoal.
    Materia publicada en el Periódico Cinform de Aracaju para una edición de 22.000 ejemplares.

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"La verdadera religión es aquella que une naturalmente a los seres humanos, y los lleva a caminar juntos, sin opresión ninguna, en la dirección de Dios."
- Joao Cabral-
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 Sesiones Espiritas 
Las Condiciones Para Su Realización
J. Herculano Pires
El Conocimiento, armonía e seriedad en la tarea son esenciales
La realización de las sesiones mediúnicas en los centros o grupos espiritas es una necesidad doctrinaria. Las sesiones no son hechas con la finalidad pura y simple de "oír espíritus", como piensan las personas poco informadas sobre la doctrina. Bien más amplia es la finalidad de las sesiones, que se destinan al socorro espiritual de criaturas necesitadas, tanto encarnadas cuanto desencarnadas.
¿Por que realizan las varias religiones sus ceremonias y sus sacramentos? El Espiritismo no tiene ceremonias, ni fórmulas sacramentales, pero posee también su modo de relación con lo invisible. Ese modo se apoya en la mediumnidad: es la sesión mediúmnica.
     Hay personas, incluso entre los espiritas, que censuran las sesiones medíumnicas de incorporación, realizadas semanalmente en los centros. Creen que las comunicaciones son pocas, y las mistificaciones son muchas en esos trabajos. Otras entienden que, en general, en los medios incultos, en los centros y  grupos de  personas no preparadas, no hay comunicaciones de espíritus sino simples manifestaciones de histerismo y otras formas de morbidez psíquica o nerviosa. La experiencia nos demuestra, sin embargo, que incluso en los medios mas incultos, en donde impera la credulidad ingenua,  se verifican hechos notables de identificación espirítica  y de socorro eficiente a los necesitados.
     Las imperfecciones en el trabajo mediúmnico no son privilegio de los medios incultos. Hay grupos de personas ilustradas que se entregan a formas inadecuadas de trabajos prácticos, por falta de conocimiento de las obras básicas del Espiritismo. Dirigentes vanidosos, que confían más en sus propias ideas, o en la orientación de guías que les incentivan la  soberbia o  la vanidad a través de constantes elogios y cometen más disparates que los dirigentes ingenuos y analfabetos. Tanto en los grupos incultos, como en los de personas ilustradas, lo que vale es la intención, apoyada en un verdadero sentimiento de humildad. Los vanidosos incultos o ilustrados, todos ellos  perjudican los trabajos mediúmnicos.
       Mediunidad es sensibilidad. Los médiums, cuanto mas sensibles son, mas sujetos están a las influencias de los espíritus y las del ambiente. El dirigente de los trabajos y los frecuentadores también ejercen su parte, y esta es tanto mayor cuanto más  cerrado  se muestra el ambiente, cuanto más  cerrado esté en las ideas personales de sus componentes. Hay reuniones en que los espíritus casi no tienen oportunidad, porque las ideas del grupo cierran completamente el ambiente, similar a  como un cielo nublado impide el tránsito normal de los aviones. Los médiums se tornan, entonces, juguetes de la influencia del medio. Muchas mistificaciones no son nada más que el resultado de la opresión de esos medios "cerrados" sobre la sensibilidad de los médiums.
Esas dificultades del trabajo práctico alimentan la desconfianza de muchas personas en relación a la Mediumnidad. Pero los obstáculos existen para ser transpuestos. Los espiritas suficientemente conscientes de sus responsabilidades doctrinarias no pueden entregarse a las dificultades. Los trabajos mediúmnicos, como dijimos antes, son necesarios. No se puede comprender el Espiritismo sin el ejercicio de la mediumnidad.
Porque toda la doctrina se asienta en los hechos de naturaleza mediúmnica,  y porque eses hechos, constituyendo la forma natural de manifestación de las inteligencias invisibles, nos proporcionan los medios de conocerlas y de tratarnos con ellas.
 El adoctrinamiento de espíritus sufridores o inferiores no es una ilusión, sino una realidad ampliamente constatada. Preguntan algunas personas que poder poseemos para adoctrinar espíritus. El poder natural que Dios concede a todos los hombres que supieren cultivar la fraternidad y las buenas intenciones. Los espíritus adoctrinados en las sesiones son criaturas inferiores, entidades sometidas a vicios o perturbadas por ideas preconcebidas, con arreglo a los prejuicios que alimentaron en la vida terrena. Adoctrinar a esos espíritus no es más que orientarlos respecto de su verdadera situación espiritual y  de sus deberes morales. Cosa que, habitualmente, los hombres de buen sentido vienen haciendo en la tierra, con las personas débiles a las que dan consejos y orientación.

    No hay, pues, nada de sobrenatural en las sesiones mediúnicas de adoctrinamiento. Lo que existe es simplemente la práctica de la fraternidad. En su primera epístola a los corintios, tratando de las manifestaciones espirituales que se verificaban en las reuniones del cristianismo primitivo, el apóstol Pablo enseña como debemos de portarnos en las sesiones mediúmnicas. Un corazón puro, la mente volcada para el bien, y la firme confianza en el auxilio de los Espíritus Superiores, son las condiciones esenciales para a realización de eficientes trabajos mediúmnicos. El corazón puro implica humildad. Y la humildad nos liberta de los engaños y de las mistificaciones, que siempre nos alcanzan a través de la vanidad.  Sea en los medios incultos, o entre personas ilustradas, siempre  que estén presentes los atributos y el conocimiento de las obras de Kardec, las sesiones mediúmnicas solo pueden producir beneficios, e inmensos beneficios.
J. Herculano Pires
Traducido por Cassio 

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El Destino del Hombre 

“Lo que no se hace consciente se manifiesta en nuestras vidas como destino” 
Carl Gustav Jung 
El dogmatismo religioso, así como la filosofía positivista del mundo occidental, en virtud de su desconocimiento de la naturaleza ontológica del ser humano, han sumido el tema del Destino en un escabroso galimatías. En tal sentido, lo han atribuido al azar, señalando que el destino de los seres humanos está en función de lo que les acontezca, negando, de esta manera, toda Ley que pudiera prescribirles un objetivo final. Asimismo, desconocen, también, que este acontecer no es más que el resultado de la acción de la Ley de Causa y Efecto, accionada por los hombres en el ejercicio de su libre albedrío. Pero, en definitiva, todos los seres humanos tenemos un destino ontológico común, que es la purificación de nuestras almas para producir la eclosión de esencia divina que mora dentro de nosotros, que es nuestro verdadero yo. 

Este tema, desde muy antiguo nos fue transmitido mediante mitos y misterios; sintetizado en las “Escrituras Sagradas” con el apotegma: “Al final seremos como Dios”. 

Erróneamente se define el Destino como “Poder sobrenatural inevitable e ineludible que guía la vida humana a un fin no escogido, de forma necesaria y fatal, opuesta al libre albedrío”. Pero etimológicamente el término destino proviene del Latín Fatum, cuya raíz Fas significa “Fatalidad”, “Ley Divina” o “Determinismo Divino”, lo cual invalida la definición dada, ya que la misma alude a un “Poder sobrenatural” que guía la vida de los seres humanos a un fin no escogido por éstos, de manera inevitable; en segundo lugar, es opuesta a la noción de libertad, que es precisamente el destino ontológico de los seres humanos: liberar al espíritu de las pasiones del alma. 

Para conocer lo que realmente es el Destino, necesariamente tenemos que saber que la esencia de los seres humanos está constituida por una partícula de “Dios”, que es su espíritu, la cual se enajena y, finalmente, vuelve a restablecer su prístina naturaleza. Esta es la concepción metafísica de la libertad. 

En la antigüedad, Crisipo de Chipre (277-204 a.n.e.), miembro de la escuela estoica, decía: “El fatum stoicum no es un impulso irracional, sino la expresión del orden impreso por la Razón Divina del universo”. Esta Razón Divina de Crisipo, obviamente, es absolutamente diferente de un dios antropomorfo que determina lo que los seres humanos deben hacer, tan internalizado en los creyentes, en los cuales es usual oir constantemente: “Lo que Dios quiera” o que “Hágase la voluntad Dios”. Entregarse a esa voluntad de un Ente externo es enajenarse y soslayar el poder de nuestra voluntad en perjuicio de nuestra libertad. El Destino no obedece a designios de entes externos ni a los caprichos de nuestro libre albedrío, sino a una Ley Divina que mora en nosotros, representada en nuestro espíritu. Razón tenía Spinoza cuando dijo: “Sólo la ignorancia hace pensar al ser humano que puede cambiar su destino”. Esto es el Determinismo Divino, del cual Kant derivó el concepto de libertad como “autodeterminación”. 

La naturaleza humana está conformada por un cuerpo material, un alma y un espíritu; donde el verdadero hombre es el espíritu o Súper Yo. Pero en virtud que el hombre, generalmente, desconoce su parte espiritual y, por ende, su destino, acciona su voluntad al servicio de los placeres materiales, soslayando totalmente sus deberes espirituales. En este estado de enajenación el hombre comete muchos males, los cuales, en virtud de la Ley de Causa y Efecto, tendrá que pagar, trayéndole como consecuencia mucho dolor y sufrimiento. Pero este sufrimiento lo reorientará en su verdadero camino para volver a ser el que realmente es: un ser divino, tal como lo señalan las Escrituras, cuando dice: “Yo dije: Vosotros sois dioses” (Slm. 82:06 y 1Co. 03:16). 

En virtud de la Ley de Causa y Efecto, si el hombre causa mal a su prójimo, su destino será pagar esos males causados porque hay una ley de Justicia; pero este destino es subsidiario. 

El logro de nuestro destino se da mediante un proceso dialéctico, donde el hombre pasará por tres fases: de Uno a Dúo y de Dúo a Trino. Alcanzado este tercer estado el hombre se conoce sí mismo; ahora sus acciones están en función del amor. 

El destino del hombre lo podemos sintetizar en la frase de Sartre: “Estamos condenados a ser libres”. En consecuencia, el destino de los seres humanos no es producto de un azar ni de la imposición de la voluntad de un Ente externo, pues, “Dios” mora en nosotros, “somos dioses”; simplemente es la Determinación Divina, entendida como autodeterminación del hombre. Extraviarse de este camino obedece a nuestra ignorancia y con ello nos creamos un destino subsidiario, de allí el adagio popular: “Cada quien se labra su propio destino”; pero el fin último y verdadero es el espiritual. 

En conclusión, sólo la verdad nos hará libres y sólo así podremos alcanzar nuestro destino. Es el imperativo categórico kantiano, como condición de posibilidad de la moralidad. El conocimiento que nos proporciona la doctrina del Espiritismo nos permite emanciparnos de dogmas religiosos, así como de falsos paradigmas materialistas que oscurecen la luz de la Verdad; pero para ello es de necesidad una clara visión intelectual y una férrea voluntad para lograrlo; pues existen enemigos que tratan de desviarnos de este camino, como son los placeres materiales, los egoísmos, la soberbia, los prejuicios. Nuestro destino es ser señor de sí mismo y esclavo de nuestro deber. Esto condensa el pensamiento de Sartre: “Estamos condenados a ser libres”. 

Germán Bravo

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Sir Williams Crookes



   ¿La  Mediumnidad alguna vez fue 

investigada científicamente?
           

 Han habido científicos investigadores de la psique humana, que la han empleado en sus investigaciones y comprobaciones como herramienta de trabajo fundamental. No obstante hay que tener en cuenta que esta clase de facultades cuando se estudian resultan ser  un proceso muy complicado, porque en este caso no se está tratando con productos o formas materiales que se prestan a cuantas comprobaciones idénticas o de cualquier clase, se deseen hacer. Pero en este caso,  las manifestaciones de las Entidades espirituales son libres, espontáneas y normalmente  independientes de la voluntad del  médium. La mediumnidad  como el mundo  espiritual,  no es ninguna   cosa  material  que se pueda analizar en probetas, o  que se pueda someter a reacciones físicas o químicas ni se pueda reproducir a voluntad en un laboratorio, lo cual es condición  indispensable para que algo pueda o quiera ser estudiado por la Ciencia actual.
     No tiene ninguna señal o característica exterior que permita el poder caracterizarla o identificarla a través de   síndromes o manifestaciones de ningún tipo que tipifiquen el  comportamiento de un médium, por lo que su investigación solo ha podido ser  realizada a nivel psicológico y neurológico.
     Es de señalar que, no obstante, ha habido en la historia humana, brillantes hombres de ciencia que  han pasado a la historia por sus investigaciones serias sobre la mediumnidad  y los demás fenómenos que estudia el Espiritismo; científicos de la talla de Camilo Flammarión,  William Crookes, Oliver Lodge etc.
       En la actualidad aún  hay algunos investigadores científicos que investigan este tema desde el campo de la Psiquiatría y la Psicología, pero  todavía no han llegado a una conclusión que satisfaga pueda ser reconocida y celebrada en el mundo de la Ciencia oficial establecida, así como muchos parapsicólogos que se pasan la vida girando alrededor de los fenómenos que llaman paranormales o sobrenaturales, sin llegar a ninguna conclusión  o dictamen que satisfaga a la sociedad en general y   al mundo de la ciencia en particular.
   - Jose Luis Martín-

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  “La Parapsicología es la ciencia que tiene por objeto el estudio de los fenómenos físicos o psicológicos producidos por fuerzas que parecen inteligentes o por facultades desconocidas de la mente”.
           -Rene Sundre -(Tratado de Parapsicología)

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