jueves, 10 de diciembre de 2015

¿ Vida después de la muerte?


Todos nosotros, sin excepción, somos maestros de alguien algunas veces, pero también somos estudiantes hasta el día que partimos a nuestro hogar. Es importante siempre tener presente que hasta de un niño se aprende lecciones muy grandes.

- Mercy Ingaro -
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DESCUBRIENDO COSAS DEL MUNDO ESPIRITUAL

Los más grandes sabios de la antigüedad, conocían ya las relaciones con el mundo espiritual aunque aun no conocían el Espiritismo.
El alma humana, está ligada  continuamente  a una sociedad toda inmaterial, actúa con el Mundo Espiritual y recibe de ese mundo impresiones que, como hombre no percibe mientras el orden perfecto no esté establecido.
Solo después de la muerte somos seres espirituales, el periespíritu se puede separar del cuerpo Material, aunque por poco tiempo.
No se muere, y todos los que llamamos muertos continúan viviendo.
La relación de nuestro periespíritu con el Mundo Espiritual es más frecuente de lo que podemos imaginar, principalmente cuando estamos adormecidos. Durante la vida terrenal, somos espíritu y actuamos como
espíritu, realizando una especie de espiritismo ignorado. En ese invisible intercambio con el mundo espiritual, recibimos pensamientos elevados y aclaraciones, los cuales solemos denominar inspiraciones, intuición etc.
Es una especie de Espiritismo ejercido inconscientemente.
Todos los espiritistas gozan de excelente salud, si se guían por la enseñanza de los espíritus. Los espíritus nos aconsejan indefectiblemente, una vida moral. Un espíritu  sano responde por un cuerpo sano.
Las apariciones de los fallecidos, en nuestro mundo, se realizan,ciertamente,  por el mucho amor que nos dedican.
Vienen a avivar en nosotros la fe y la esperanza de que nos encontraremos en un futuro próximo. Nosotros nos admiraremos cuando despertemos en el más allá.
Muchos de los que creen en la inmortalidad, se suponen que somos abandonados  en una eterna oscuridad.  Eso no tiene lógica alguna.
Cada uno de nosotros será recibido por seres espirituales, nuestros parientes y amigos, que nos llevan junto a ellos. Morir aquí es nacer en el Más Allá.
La bibliografía espiritista es inmensa, hay una gran literatura a disposición y alcance de todos al relacionarse el Espiritismo  muy cerca con casi todas las ciencias, nos aclara muchos enigmas, ayuda a hacerlos más comprensibles.
El Espiritismo, ha traído una infinidad de hechos a la luz del día. El nos ha facilitado los conocimientos de que el Hombre está dotado de un espíritu inmortal, y la vida terrena es una especie de escuela preparatoria.
El hombre percibe sus deberes por un instinto sentimental, como por la intuición que los Espíritus Guías le transmiten. Del cumplimiento de esos deberes, dependen su progreso y su felicidad. Cumpliendo  con sus
deberes se desenvuelven en él  fuerzas espirituales. Y, más, cada vez más,  comprende  cómo y dónde puede encontrar su verdadera felicidad.
La existencia en la Tierra, es apenas una fracción mínima de la vida.
Siempre y siempre, son buenos los resultados del buen proceder. Los buenos actos siguen al frente del espíritu y captan intuiciones puras y elevadas. Así, cuando el espíritu penetra en la esfera superior,  es bien recibido y pasa de continuo a ser auxiliado, en el sentido de proseguir  en su propio progreso. Todas las vidas que hemos vivido y
que viviremos son una existencia sola.  Es una evolución continua, de grado en grado, para la sublimación.
Las leyes son eternas e inmutables, todo lo rigen, influencian a todos los seres, sin excepción, para el bien. No hay seres privilegiados.
Nadie es castigado por los errores cometidos que no puede evitar.
Justicia eterna, amor eterno, es lo que impera.
Debemos recordar el deber para con Dios, el deber para con el prójimo y el deber para con nosotros mismos, teniendo en cuenta el espíritu y el cuerpo.
Por el mecanismo de la reencarnación, el ser astral trae consigo, en su regreso a la Tierra, sus antiguas conquistas. Recorre otra vez los años terrestres y, si es sabio, aprovecha al máximo las oportunidades que le son ofrecidas. Es como el alumno que va siendo transferido a clases  más y más elevadas, pero siempre que sea aprobado. Si fue
haragán y le falto buena voluntad, volverá a repetir el curso, hasta terminarlo con distinción.
No siempre el ser astral regresa a la Tierra para rectificar errores cometidos o para repetir lecciones mal aprendidas. Los hay que, espontáneamente, se ofrecen para el retorno: son los misioneros.
De nuevo en la Tierra,  se distribuyen  entre los más diversos sectores  de la experiencia humana, como guías, misioneros del bien  y del amor, del saber  y de la ejemplificación.
Guían a los grupos humanos y los animan, estimulándoles el progreso espiritual. Son como los profesores  de instrucción superior que van a dar clase a los alumnos ya iniciados en el saber,  para enseñarlos  y hacerlos progresar.
Son entidades como Buda, Rafael, Confucio, Galileo, Euler, etc.  Seres privilegiados que aceptaron venir a la Tierra sacrificándose, por su amor a la Humanidad y por el deseo de hacerla progresar y mejorar.
En el más allá, cada uno de nosotros, vamos a ocupar el lugar que merecemos.
De acuerdo con nuestra elevación moral, alcanzaremos nuestro bien.
Nuestro  procedimiento en la Tierra, es la balanza  que determina nuestro valor en el Más Allá. Es por eso que, incesantemente, los espíritus y el Espiritismo  pregonan el cumplimiento de los deberes,la acumulación de los valores morales, el perfeccionamiento espiritual.
El que huye de estos imperativos, paraliza su propio progreso.
Cada conquista del ser astral, es la ganancia que se obtiene  a costa de arduos trabajos, ya que nada nos es regalado. Cuando dejamos de hacer algo en una existencia física, volvemos a la Tierra para realizarlo, y tal vez, con el agravante  de colocarnos en dificultades mayores,  como consecuencia  de la implicación que guardamos los unos para con los otros, para quien comprende el Espiritismo,  hay siempre buena voluntad y alegría para enfrentar los deberes y las dificultades,  pues eso representa nuestra ascensión.
Muchos sonámbulos o médiums se resisten  a regresar del trance, las maravillas y las bellezas  que contemplan cuando están en trance los atraen irresistiblemente hacia las armonías celestiales.
Al despertar se quejan de la oscuridad existente en la sala y se muestran tristes. Es que ven las bellezas  para las cuales  nuestro ojo físico está ciego. El Más Allá, no dista tanto de nosotros, como mucha gente imagina. El Más Allá, en realidad, comienza en donde acaba el “Aquí” Y se extiende  hasta donde no podemos  comprender: Dios en su infinita sabiduría, creo el infinito para que la vida lo pueble.
Pero, con nuestros groseros sentidos, con nuestra tibia comprensión,no podemos alcanzar esos objetivos. Nuestros ojos ven  puntos luminosos a los cuales llamamos estrellas y apenas podemos decir que son soles  de otros mundos esparcidos por lo inmensurable.
Como todos los seres vivos son de naturaleza cósmica, también son etéreos y es por eso que el inmenso espacio etérico nos pertenece, es nuestro elemento, nuestra verdadera patria, en donde encontramos la plenitud de nuestra felicidad. En verdad, es nuestro hogar. La Tierra es una simple estación durante un gran viaje. Como seres
materializados que somos, no podemos imaginárnosla. Nuestra comprensión no va más allá de la materia de que está hecho nuestro cuerpo y lo que nos rodea.
Los científicos físicos, quieren probar que la materia no existe, que ella se reduce a la sustancia etérea. Así, llegamos  a comprender que, aun nuestra casa planetaria, la Tierra,  no es otra cosa que una densidad astral, que también ella es una materialización. Las últimas novedades sobre la radioactividad, nos convencen de que la materia se forma como resultado de inmensas velocidades y ciclones del éter.
La doctrina espirita avanza, dilata sus fronteras, vence a sus opositores, está presta a probar que el cuerpo es un producto del espíritu.
Las confusiones y las incertidumbres se acabaron. El Espiritismo es sencillo y cristalino. Con el vemos la vida y el Mundo bajo una nueva  y viva luz.
 

      Trabajo realizado por Merchita

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UTILIDAD DE CIERTAS EVOCACIONES PARTICULARES

Las comunicaciones que se obtienen de los Espíritus muy superiores o de los que han animado los grandes personajes de la Antigüedad son preciosas por la alta enseñanza que encierran. Esos Espíritus han adquirido un grado de perfección que les permite abarcar una esfera más amplia de ideas, penetrar misterios que superan el alcance vulgar de la Humanidad y, por consecuencia, iniciarnos mejor que otros en ciertas cosas. De allí no resulta que las comunicaciones de los Espíritus de un orden menos elevado no tengan utilidad; lejos de esto: el observador extrae de ellas más de una instrucción. Para conocer las costumbres de un pueblo es necesario estudiarlo en todos los grados de la escala. Cualquiera que lo hubiese visto bajo un solo aspecto lo conocería mal. La historia de un pueblo no es la de sus reyes ni la de sus eminencias sociales; para juzgarlo es preciso verlo en su vida íntima, en sus hábitos privados. Ahora bien, los Espíritus superiores son las eminencias del mundo espírita; su propia elevación los coloca tan por encima nuestro que nos quedamos asombrados de la distancia que nos separa. Espíritus más burgueses (permítasenos esta expresión) nos vuelven más palpables las circunstancias de su nueva existencia. Entre ellos, el lazo entre la vida corporal y la vida espírita es más íntimo; la comprendemos mejor porque nos toca más de cerca. Al aprender con ellos mismos lo que han llegado a ser, lo que piensan, lo que sienten los hombres de todas las condiciones y de todos los caracteres –tanto los hombres de bien como los viciosos, los grandes y los pequeños, los felices y los desdichados del siglo, en una palabra, los hombres que han vivido entre nosotros, que hemos visto y conocido, de los cuales conocemos sus vidas reales, sus virtudes y defectos–, comprendemos sus alegrías y sus sufrimientos, nos asociamos y extraemos de los mismos una enseñanza moral tanto más provechosa cuanto más íntimas son las relaciones entre ellos y nosotros. Nos ponemos más fácilmente en el lugar del que ha sido nuestro igual que en el del que no vemos sino a través del espejismo de una gloria celestial. Los Espíritus vulgares nos muestran la aplicación práctica de las grandes y sublimes verdades, de las que los Espíritus superiores nos enseñan la teoría. Además, en el estudio de una ciencia nada es inútil: Newton encontró la ley de las fuerzas del Universo en el fenómeno más simple.
Esas comunicaciones tienen otra ventaja: la de constatar la identidad de los Espíritus de una manera más precisa. Cuando un Espíritu nos dice haber sido Sócrates o Platón, somos obligados a creer bajo palabra, porque no trae consigo un certificado de autenticidad; podemos ver en sus discursos si desmiente o no el origen que se atribuye: nosotros lo juzgaremos un Espíritu elevado, eso es todo; que en realidad haya sido Sócrates o Platón, poco nos importa. Pero cuando nuestros parientes, nuestros amigos o los que hemos conocido se nos manifiestan en Espíritu, se presentan mil y una circunstancias de detalles íntimos donde la identidad no podría ser puesta en duda: se adquiere, de alguna manera, la prueba material. Por lo tanto, pensamos que se ha de apreciar el hecho de ofrecer de cuando en cuando algunas de esas evocaciones íntimas: es la novela de las costumbres de la vida espírita sin la ficción.

Revista Espírita 1858

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        ¿Vida después de la muerte? 

Un neurocirujano dice que estuvo en el 'más allá'

Por Robert MacPherson 

El rápido viaje del neurocirujano Alexander Eban hacia el cielo comenzó con un dolor de cabeza y siguió con siete días en coma durante los que afirma haber viajado "a otra dimensión".

Era noviembre de 2008 y una meningitis bacteriana atípica hacía rápidamente su camino hacia la corteza cerebral -la parte del cerebro que se ocupa de la percepción sensorial y el pensamiento consciente- de este neurocirujano de la Universidad de Virginia.
"Durante siete días permanecí en coma profundo", recordó, aunque al mismo tiempo, dice, "viajó a otra dimensión mayor del universo, una dimensión que nunca había soñado que existía". Allí encontró "nubes grandes, rellenas y rosadas" contra un "cielo profundo y azul" y "bandadas de seres transparentes, brillantes... sencillamente diferentes a cualquier cosa que he conocido en este planeta".

Alexander no estaba solo. Su compañera de viaje en el más allá era una mujer joven, de pómulos marcados, ojos profundamente azules y "trenzas doradas" que, en medio de "millones" de mariposas, hablaba con él, "sin pronunciar unasola palabra".

Esta experiencia es lo que trata de explicar Alexander en su libro 'Proof of Heaven: a neurosurgeon's journey into the afterlife', que será publicado en Estados Unidos el próximo 23 de octubre.

Un extracto del texto publicado en la revista Newsweek ya ha despertado el debate permanente sobre la vida después de la muerte. Inevitablemente, los escépticos se preguntan si Alexander, quien es profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, no se está yendo por las ramas de lo paranormal. "Pareciera como si él hubiese tenido nada más que un sueño lúcido intenso", escribió un lector el viernes en la página web de Newsweek. "Una anécdota personal no es evidencia o prueba", añadió otro.

El sarcástico blog de New York Gawker desafió a sus lectores a encontrar la diferencia, si la hay, entre lo que Alexander describe como paraíso y los testimonios sobre alucinaciones bajo los efectos del LSD.
Sin embargo, otros apoyan firmemente a Alexander. Según una estimación, el 3% de los estadounidenses -que sería más de nueve millones de personas- ha sufrido una experiencia cercana a la muerte. Algunos han escrito sus historias en el sitio web de la Fundación de Investigación de Experiencias Cercanas a la Muerte.

"Hay decenas de miles de experiencias cercanas a la muerte cada año y muchas de ellas son muy similares a los de Alexander", dijo a la AFP Paul Perry, coautor de varios de los libros más vendidos sobre el tema.

Dean Mobbs, psicólogo de la Universidad de Columbia en Nueva York, quien estudia la neurobiología y el miedo en los seres humanos, no rechaza la experiencia de Alexander, aunque cuestiona la forma en que se produjo. "Pienso que no hay ningún componente paranormal para ello (... ) Creo que nuestros cerebros pueden inventar experiencias vividas en particular en situaciones de confusión y trauma".

En el extracto del libro publicado en Newsweek, Alexander enmarcó su experiencia en términos religiosos. Uno de los pocos lugares en los que no ha tenido ningún problema al contar su historia es la Iglesia, donde "los colores de los vitrales me recuerdan la luminosa belleza de los paisajes que vi en el mundo de arriba", escribió.

Y agregó: "El hecho cierto es que la imagen materialista del cuerpo y el cerebro como productores, más que vehículos, de la conciencia humana, está condenada."

 El rápido viaje del neurocirujano Alexander Eban hacia el cielo comenzó con un dolor de cabeza y siguió con siete días en coma durante los que afirma haber viajado "a otra dimensión".

( Reportaje de Yahoo/2012)

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¿Las  desigualdades  físicas y  psíquicas   son  siempre  resultado de la Ley de Consecuencias  ?

     En el caso de las desigualdades humanas, nada nos conmueve mas que las desigualdades que vemos en la infancia. Sin embargo  sabemos que animando un cuerpo infantil se encuentra muchas veces encarnado un espíritu rebelde, cargado de errores. Por misericordia Divina experimenta la reencarnación en un cuerpo frágil, enfermo  o limitado por una parálisis, o por deficiencias mentales, o  nacen en medio de ambientes en donde sufren hambre , frío y miseria, pero estas vidas de dolor suponen  una  escuela bendita  para su aprendizaje y evolución espiritual.
   Hay casos extraordinarios en que esas vidas penosas y tristes no son elegidas voluntariamente por los espíritus que así llegan a este mundo, sino que se  sienten  forzosamente empujados a aceptar esas situaciones y condiciones, pues el grado de infelicidad que padecen en el plano astral les llega a ser insoportable, y ven la reencarnación como la única vía de escape posible.. Esto sucede cuando la propia Ley de Evolución tiene que evitar un estancamiento indefinido, empujando  al Ser a experimentar esas circunstancias penosas  a fin de que pueda superar ciertos aspectos de su depuración espiritual ; esto muestra la infinita Sabiduría Divina que ha forjado estas leyes, pues Seres que se estancan  en su carrera de transformación moral, cayendo siempre en los mismos errores torpemente, vida tras vida, finalmente de este modo, encuentran el freno a su lamentable situación que de no poderse corregir,   les estancaría   indefinidamente en un pozo de dolor e infelicidad.
    En este caso la necesidad evolutiva del Ser se encuentra además con la dificultad añadida del estado de rebeldía y obstinación a que él mismo  puede llegar , endurecido por la fuerza y  el  arraigo que han tomado en él sus errores y defectos espirituales.
    Se podría considerar que cuando el Ser reencarnante sufre el karma de verse abocado a aceptar esta situación humana, es porque por la propia Ley del Amor se le impone para su bien evolutivo. En estas circunstancias el Ser espiritual actúa  igual que  la persona enferma que, rebelde, se resiste a tomar la medicina que le sanará, por ser amarga o dolorosa, y sin embargo se le obliga a tomarla por  el bien de su salud ; si por un ilimitado respeto a su libertad no se le obligase a tomarla, podría perder del todo su salud y hasta su vida.
Sirva también como ejemplo, el  del niño que se encuentra una pistola y amenaza con ella a los demás y a sí mismo ; si no se le arrebata de un modo u otro, anulando en ese momento su libre albedrío, nos podemos imaginar las consecuencias que podría tener su libertad para utilizarla .
Un  Ser nacido en circunstancias tan humanamente penosas, si  lo ha sido contra su voluntad, debe sufrir mucho por ello, y es normal que a veces se rebele  y  se resista ante su situación; sin embargo a cambio del amargo trago que supone  esa penosa  y efímera vida , tiene después el premio de verse liberado de los lastres espirituales que le impedían aspirar a mayores cotas de  felicidad.
Como los espíritus humanos en general, todavía estamos  algo estancados  en una infancia espiritual, Dios a veces permite que se nos suprima transitoriamente nuestro libre albedrío a la hora de negarnos a afrontar vidas penosas en este mundo,  y esto es así precisamente porque su Amor es infinito y su deseo permanente es el  de que alcancemos un estado   de felicidad inimaginables todavía, para el atrasado Ser humano, debido a  su ignorancia, a su  torpeza o a la falta de esfuerzo para conseguirlo.

- Jose Luis Martín-
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“Es correcto que el dolor de ahora procede de equívocos anteriores, no obstante, la indiferencia de los insensibles está generando en ellos situaciones penosas para el futuro. Quien no ama dispone de los tesoros que,cuanto más se reparten más se multiplican. Es semejante a la llama que enciende otros pábilos y siempre arde, repartiéndose sin disminuir jamás su intensidad. Haz pues, tu elección de ayudar. Lo demás pertenece a Dios”
Joanna de Angelis-

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