El Director de un Grupo Espírita

                                       
ESPÍRITU Y MATERIA. 


21 – La materia, ¿existe desde el principio, como Dios, o fue  creada por él en determinado momento? 
– Sólo Dios lo sabe. Hay, sin embargo, una cosa que debe indicaros vuestra razón y es que Dios, modelo de amor y caridad, jamás ha estado inactivo. Por más lejano que se pueda imaginar el principio de su acción, ¿se podrá comprenderle ocioso siquiera por 
un segundo? 
22 – Generalmente, se define la materia, como lo que no tiene extensión, lo que impresiona a nuestros sentidos y lo impenetrable. 
¿Son exactas estas definiciones? 
– Desde vuestro punto de vista esas definiciones son exactas, porque habláis tan sólo de lo que conocéis. Pero la materia existe en estados que os son desconocidos. Puede ser, por ejemplo, tan etérea y sutil que ninguna impresión produzca en vuestros sentidos; y, sin 
embargo, es siempre materia, aunque no lo sea para vosotros. 
– ¿Qué definición podéis dar de la materia? 
– La materia es el lazo que sujeta al espíritu; es el instrumento que emplea y sobre el cual ejerce, al mismo tiempo, su acción. 
Bajo este punto de vista, puede decirse que la materia es el agente, o medio con la ayuda del cual y sobre el cual actúa el espíritu. 
23 – ¿Qué es el espíritu? 
– El principio inteligente del Universo. 
– ¿Cuál es la naturaleza íntima del espíritu? 
– No es fácil de analizar al espíritu con el lenguaje humano. 
Porque el espíritu no es una cosa palpable, para vosotros no es nada; pero para nosotros es algo. Sabedlo bien, nada es nada y la nada no existe. 
24 – ¿El espíritu es sinónimo de inteligencia? 
– La inteligencia es un atributo esencial del espíritu. Pero, como ambos se confunden en un principio común, para vosotros son la misma cosa. 

- El Libro de los Espíritus -
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EL DIRECTOR DE UN 

GRUPO ESPÍRITA

La tarea de dirigir un grupo es de las más delicadas. Exige cualidades raras, grandes conocimientos, y sobre todo, una larga práctica de las cosas.

Ningún grupo puede funcionar sin estar sometido a cierta disciplina. Ésta se impone no solamente a los experimentadores, sino también a los espíritus. El jefe de grupo debe estar secundado, asistido por un espíritu guía que establecerá el orden en el centro oculto como él ha de mantenerlo en el centro terrestre y humano. Estas dos direcciones deben completarse la una por la otra, inspirarse en un pensamiento igualmente elevado y unirse en la prosecución de un bien común.  En los casos en que se obtiene esta protección oculta, la misión del jefe de grupo se hace más difícil aún. Necesita toda la experiencia necesaria para discernir la naturaleza de los espíritus que intervienen, desenmascarar a los impostores, moralizar a los atrazados, oponer una voluntad firme a los espíritus ligeros y perturbadores, y dar una apreciación ilustrada de las comunicaciones obtenidas.

Los miembros mismos del grupo no le causarán menos desazones.

Refrenar las exigencias y las miras demasiado personales de los unos, los celos posibles de los otros, especialmente de los médiums entre sí, evitar la intrusión de los sentimientos egoístas que atraen a los elementos nocivos del más allá, dando a los fenómenos aspectos extraños y desordenados: la tarea del presidente es, como se ve, de las más arduas.

En el grupo que hemos dirigido durante largo tiempo, la asistencia eficaz de los invisibles se había dejado sentir desde el principio y tuvimos pocas dificultades de este género. Nos esforzábamos, por la impulsión de nuestros pensamientos y de nuestros corazones, en ponernos al unisono con nuestros guías,  y gracias a nuestros esfuerzos y a su auxilio, habíamos logrado crear en derredor nuestro, por nuestras radiaciones mentales, una atmósfera de paz y de serenidad que imprimían a la mayor parte de las manifestaciones un carácter de elevación moral, de sinceridad, de franqueza, que impresionaba a los asistentes y alejaba a los espíritus engañadores.

Más adelante, a consecuencia de la introducción en nuestro grupo de un experimentador entusiasta por los hechos materiales y asistido por todo un séquito de espíritus inferiores, fenómenos vulgares vinieron a añadirse a las manifestaciones elevadas. Espíritus ligeros, aficionados a las trivialidades, se introdujeron en nuestro círculo y se necesitó toda la energía de nuestras voluntades reunidas para rechazar las malas influencias que nos invadían.

Pero antes de este período de perturbación, gracias a nuestra persistencia y a nuestra concordia, las manifestaciones habían tomado gradualmente un carácter de claridad y de grandeza que nos cautivaba, las pruebas se multiplicaban fortificando nuestros corazones, haciéndolas definitivas.

Predicciones de carácter íntimo se habían realizado.

Se obtuvieron consejos, instrucciones, apreciaciones científicas y filosóficas, que formaron la materia de varios volúmenes...

Pudimos atraer y conservar en nuestras sesiones a varios hombres de gran mérito pertenecientes a todos los campos, a todas las opiniones; materialistas, indiferentes, creyentes religiosos y también a algunos sacerdotes,  a cuyo espíritu amplio e indagador no repugnaban nuestras investigaciones

LEÓN DENIS

En lo invisible.

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NIÑOS EN DIFICULTADES

Francisco Cándido Xavier

“En la reunión pública del día 4 de septiembre de 1972 fue integrada por un gran número de señoras, siendo procedida por largo dialogo en el que algunas de ellas formulaban preguntas en torno a niños con dificultades, en lo tocante a hijas de padres aun vivos en la Tierra.

¿Cómo actuar ante los niños de tierna infancia, bajo el impacto de las cuestiones que aparecen en el área de las parejas divorciadas? ¿Cómo socorrer

a los niños abandonados por los padres en las manos abnegadas, aunque en penuria, madres abandonadas por los compañeros?

¿Qué hacer con los pequeños nacidos de dedicadas madres solteras en lucha por la propia manutención? ¿Cómo actuar la mujer ante los hijos necesitados de protección y asistencia, cuando los maridos o compañeros se hacen empedernidos alcohólicos?

Indagaciones como esas fueron hechas en gran número. Y los argumentos alusivos al asunto fueron los más diversos. Iniciadas las tareas doctrinarias de la noche, El Libro de los Espíritus nos ofreció la cuestión número 890 para estudios y comentarios.

Al termino de la reunión, nuestro querido Emmanuel escribió el mensaje Palabras a las madres, que a continuación puso en sus manos a petición de varias señoras que estaban presentes.”

PALABRAS A LAS MADRES ·

Emmanuel

Si el Señor te concedió hijos al corazón de mujer, por más difícil que se te haga el camino terrestre, no arrojes a los pequeños al vendaval de la adversidad.

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Es posible que el compañero haya desertado de las obligaciones que el mismo aceptó, bandeándose para la fuga bajo la compulsión de errores , de los cuales un día se desprenderá.

No le condenes, sin embargo, la actitud. Bendícelo y, cuanto sea posible, ampara a los hijos inexpertos queque quedaron a la espera en los cansados brazos.

¿Quién podrá en el mundo, calcular la extensión de las fuerzas negativas que asedian, muchas veces, a la criatura sumergida en el cuerpo físico, induciéndola a transitorio olvido de los encargos que abrazo? ¿Quién conseguirá, en la Tierra, medir la resistencia espiritual de la persona empeñada al rescate complejo de múltiples compromisos remaneciéndole de existencias pasadas?

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Si fuiste sentenciada a la indiferencia y, en muchas ocasiones, hasta aun mismo a extremada penuria, al lado de niños que te solicitan protección y cariño, permanece con ellos y, esposando el trabajo por escudo de seguridad y tranquilidad, conserva la certeza de que el Señor te proveerá con todos los recursos indispensables para la precisa sustentación.

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Es natural que preserves la propia independencia y que no transformes la maternidad en un cautiverio en el cual te desequilibres o desequilibres a los seres amados, a través del apego enfermizo. Más cuando los hijos aun niños te pidan apoyo y ternura, a fin de garantizar en la propia formación de la cual consigan partir en demanda al mar alto de la experiencia, dispensándote la cobertura inmediata, auxílialos, como pudieras, aun mismo al precio de sacrificio, con el fin de que marchen, dentro de la seguridad necesaria, para las tareas que están destinados.

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¡Sus hijos son pequeños!... Recuerda que las leyes de la vida aguardan del hombre la ejecución de los deberes paternales que haya asumido ante ti; entretanto, si eres madre, no olvides que la Providencia Divina, con relación al hombre, en lo que se reporta a conocimiento y convivencia, determinó que los hijos pequeños te fuesen confiados nueve meses antes.

INSTINTO Y VIRTUD ·

J. Herculano Pires (Hermano Saulo)

¿Será el amor materno una virtud o apenas un instinto que tanto se manifiesta en la Humanidad como en los animales? Kardec propuso esa cuestión a los espíritus superiores y podemos encontrarla, con la respuesta dada, en la pregunta 890 de El Libro de los Espíritus. En la reunión a que se refiere Chico Xavier, abierto el libro al acaso, fue esa la cuestión que salió para los estudios.

Los Espíritus responden que el amor materno es instinto en los animales y también en la criatura humana, más en los animales es limitado a las necesidades de conservación y desarrollo de la prole, despareciendo enseguida. Y acrecientan: “En la criatura humana persiste por toda la vida y aporta una devoción y abnegación, que constituyen virtudes, pues sobreviven a la propia

muerte, acompañando al hijo más allá de la tumba. Ved en hay en el alguna cosa de lo que en el animal.”

En las sesiones mediúmnicos, cuando nos enfrentamos con espíritus endurecidos, vemos casi siempre que ellos son socorridos por las madres que se desvelan en el mundo espiritual por ampararlos y desviarlos del error. Es el amor materno acompañándolos más allá de la tumba. Así son los hechos que nos dan seguridad de la verdad espirita, pues de Kardec hasta hoy los principios doctrinarios son confirmados en todas las experiencias serias y bien dirigidas.

En el mensaje de Emmanuel tenemos también el problema del amor fraterno, que es esencial para la evolución humana. Ese amor, que cubre a todas las criaturas, depende de nuestra capacidad de superación del egoísmo, de elevarnos por encima de nosotros mismos para poder perdonar y aceptar a los otros. Es el caso de la esposa abandonada por el marido, que la deja en dificultad para criar y educar a los hijos.

Emmanuel recuerda la carga de fuerzas negativas procedentes de existencias anteriores y la fragilidad de la criatura humana para vencerlas en ciertas circunstancias. De ahí el aconsejar a la mujer que no condene al tránsfuga, para no aumentar esa carga, auxiliándolo a vencerla con sus buenos pensamientos y sentimientos de amor.

La madre está biológica y espiritualmente más ligada a los hijos que el padre. En ella, por tanto, el instinto natural y la virtud moral se conjugan de manera más profunda. Grande es la responsabilidad paterna por los hijos, más la responsabilidad materna es aún mayor.

Artículo publicado originalmente en la columna dominical “Chico Xavier pide licencia” del periódico Diario de S. Paulo, en la década de 1970

Traducido por M. C. R.

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LA BENDICIÓN DEL SUFRIMIENTO

Acompañas el desaparecer de las fuerzas del ser querido, que la enfermedad  mata silensiosamente, robándole las energías que antes ofrecía movimiento y saludable alegría.

Ahora contemplas el cuerpo debilitado, señalado por los dolores que lo consumen, ahora en delirio, fruto de la enérgica medicación, que hace disminuir la intensidad de los dolores, en otros momentos la débil lucidez que lo hace reconocer el estado de debilidad en que se encuentra.

Anhelarías que los dolores fuesen disminuidos, y preguntas cual es la razón por la que la admirable máquina orgánica, rica de potencialidades y capaz de producir tantas realizaciones edificantes, de un momento a otro, es devorada por peculiares limitaciones, desconcierto, en marcha irrefrenable para el fenómeno de la muerte.

 Observas como experimentan aflicciones, algunos Espíritus nobles y gentiles que trabajan a favor del bien y cultivan los ideales de edificación y caridad, mientras otros, que se dedican al mal y preservan sentimientos destructivos, permanecen en impecable estado de salud, o desencarnan sin la presencia de dolores angustiantes.

No es raro, inquirireis, porque las cosas malas acontecen a las personas buenas.

Esos fenómenos, sin embargo, forman parte del periodo de evolución y constituyen desafíos  que facultan el crecimiento espiritual del ser.

El sufrimiento, desde el punto de vista espiritual, es una verdadera bendición que Dios ofrece a sus hijos, a fin de proporcionarles el desenvolvimiento de los tesoros divinos que permanecen en germen, liberándoles de las herencias ancestrales que lo capacitaron para alcanzar el estado de humanidad.

Está claro que aquellos que hoy son buenos, no siempre lo fueron, y ahora rescatan los lamentables engaños de jornadas ancestrales, en los cuales de comprometieron de manera infeliz, escribiendo la trayectoria por la cual peregrinan.

Sucede que las leyes de la Vida, están hechas de amor y de justicia indiscutibles, y nadie las burla sin sufrir las consecuencias.

Por otro lado, aquellos que hoy permanecen en la indiferencia o se complacen en generar dificultades para su prójimo, disfrutando de alegrías y concesiones que parecen no merecer, están disponiendo de la oportunidad de producir y de despertar los sentimientos elevados que yacen entorpecidos por la inferioridad en que aún se encuentran.....

Volverán al proscenio terrestre oportunamente y serán considerados  buenos, experimentando dolores que suenan como  injustos.

Bendice, de ese modo, el dolor del ser querido, en este momento de testimonio y de elevación moral, por cuanto ella es la benefactora anónima, la mensajera del amor de Dios a favor de sus hijos.

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El árbol que no soporta la tempestad en la fase de crecimiento, no adquiere solidez para mantenerse recto y resistente en la interperie.

Los metales que no experimentan el calor del ardiente horno, son facilmente carcomidos por el óxido.

El diamante que no pasa por la dureza de la lapidación, permanece como oscuro carbón destituido de cualquier belleza, imposibilitado para reflejar la magnitud  de las estrellas.

El barro, aparentemente inmundo, que no experimenta el calor de la madera en combustión,permanece informe, no poseyendo fuerza para preservar las formas bellas y de utilidad , que le darán las manos del alfarero.

La piedra que no rola al sabor de las aguas del arroyo, no logra redondearse adquiriendo especial apariencia.

Todo el universo es resultado de incesantes transformaciones.

La estrella refulgente que deslumbra, es masa ígnea de elevada temperatura, así como la dádiva de la luz del sol y de su irradiación, resulta de la consumición de la materia en energía.

Vegetales, animales y seres humanos también son modulados en la ornamenta que les consume las formas,a fin de adquirir la belleza trascendental a la que el Creador les destina.

Nunca reacciones con rebeldía a la sublime experiencia del sufrimiento que te modela interiormente,demostrándote, por un lado, la transitoriedad de la apariencia carnal, al tiempo que te prepara para la perennidad de la vida de la disyunción molecular, por los infinitos caminos de la inmortalidad.

Renaciste, para redimirte de los equívocos y disparates  que te permitiste en las experiencias transitorias.

El dolor de aquel a quien amas, es mensaje oportuno, y advertencia para tus sentimientos, hablándote sin palabras, que no permaneceras indemne al quivalente proceso iluminativo.

Te preparas para la construcción del Reino de Dios en el propio corazón, de modo que si estás en la divina planificación, un testimonio equivalente para tí, estés en condiciones de enfrentarlo con elevación y alegría, considerando los beneficios que te advendrán por el sublime rescate.

Y si por acaso, fueras convocado al retorno, inesperadamente, sin la contribución del bendecido sufrimiento en la etapa final, por cierto, no estarás exento de experimentarlo más allá de la niebla carnal....

La existencia material es concesión del Celeste Amor para el mejoramiento del Espíritu.

Aprovecha toda y cualquier oportunidad para edificar interiormente, valorando la dádiva de la salud, así como del conocimiento libertador,de modo que te transformes en ejemplo de paz y de trabajo en la acción imperecedera del bien.

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Aun el mismo Jesús, crucificado sin culpa,experimentó el sufrimiento, a fin de enseñar por el amor,que solamente a través de la donación total, es que se alcanza la plenitud.

Toda su existencia en la Tierra estuvo señalada  por la sabiduria, mediante el amor, la caridad , la misericordia y el sacrificio personal. No obstante no recalcitró ante el dolor que le impusieron los infelices y desdichados, enseñandoles la máxima sublimación para que todos lo pudiesen imitar y agradecer, entregándose-Lé en régimen de totalidad.

-Joanna de Ángelis-

Psicografía de Divaldo Pereira Franc, mientras acompañaba a Nilson de Souza Pereira, durante la grave enfermedad que lo vencía, la tarde del 1 de Noviembre de 2013, en el Hospital Santa Isabel de Salvador de Bahía (Brasil).

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