viernes, 10 de mayo de 2019

El secreto de la felicidad

     INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.- Fenómenos de efectos físicos
2.- Consecuencias filosóficas y morales de la Reencarnación
3.- Mediumnidad en los niños
4.- La inmortalidad es una realidad
5.-  El secreto de la felicidad



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      FENÓMENOS DE EFECTOS FÍSICOS

     Los denominados fenómenos de efectos físicos siempre han existido desde los tiempos más remotos de la historia del hombre. En casi todas las civilizaciones de la antigüedad se registraron relatos, leyendas y tradiciones alusivos a las manifestaciones de los espíritus mediante efectos materiales y objetivos, tales como ruidos, golpes, movimientos y traslación de objetos, levitación de objetos y personas, mesas giratorias y parlantes, materializaciones y muchos otros semejantes. Estos fenómenos o manifestaciones se caracterizan por la no intervención de un agente físico visible o conocido, ya sea de origen humano o instrumental, siendo atribuidos, por lo tanto, a fuerzas invisibles, ocultas o desconocidas como fantasmas, duendes, dioses, demonios, espíritus, poderes psíquicos, energías, etc., según la religión, doctrina o ideología imperante en el medio o la época en que se produjeron. 
                                                       
     Durante mucho tiempo estos fenómenos permanecieron dentro del dominio de lo mágico, lo misterioso, lo sobrenatural o lo milagroso. Fue aproximadamente a partir del siglo XVII cuando fueron objeto del interés y el estudio de algunos hombres de ciencia que, en forma racional e imparcial, se dieron a la tarea de observarlos, estudiarlos y analizarlos objetivamente, al principio en forma incipiente y empírica. Ya a partir del siglo XIX fueron estudiados en forma metódica y organizada dentro de todo un proceso de investigación específica en la búsqueda de sus causas, efectos y consecuencias.
     Correspondió al pedagogo francés Hipollyte León Denizard Rivail -más conocido como Allan Kardec- dedicarse de lleno a la investigación científica de la fenomenología mediúmnica a partir de 1854, empezando por la observación y estudio del fenómeno de las denominadas mesas giratorias, parlantes y danzantes, y posteriormente a las manifestaciones mediúmnicas de tipo inteligente como son las comunicaciones de los espíritus mediante la psicografía y la psicofonía, a través de los sensitivos denominados médiums o mediadores entre los espíritus y los hombres. El 18 de abril de 1857 Allan Kardec publicó en la ciudad de París El Libro de los Espíritus como piedra angular y obra fundamental del Espiritismo, conteniendo “los principios de la Doctrina Espírita sobre la inmortalidad del alma, la naturaleza de los espíritus y sus relaciones con los hombres, las leyes morales, la vida presente, la vida futura y el provenir de la humanidad, según la enseñanza dada por los espíritus superiores, con la ayuda de diferentes médiums, recopilada y puesta en orden por Allan Kardec”. En enero de 1861 Allan Kardec publicó su segunda obra: “El Libro de los Médiums, guía de los médiums y de los evocadores, conteniendo la enseñanza especial de los espíritus sobre la teoría de todos los géneros de manifestaciones, los medios de comunicarse con el mundo invisible, el desarrollo de la mediumnidad, las dificultades y los escollos que se pueden encontrar en la práctica del Espiritismo, continuación de El Libro de Los Espíritus”. Este libro constituye todo un compendio profundo y completo sobre la gran diversidad de facultades mediúmnicas y su clasificación, los distintos tipos de médiums y las diversas formas de manifestación de los espíritus, incluyendo la variedad de los fenómenos de efectos físicos:
 -Movimientos y suspensión de objetos
-Mesas giratorias y danzantes
-Trasporte y lanzamiento de objetos, ruidos y golpes
- Poltergeist
- Mesas parlantes
 – Mensajes por código de golpes
-  Levitaciones
- Aportes
- Aparición de objetos en recintos cerrados
- Materializaciones de espíritus
- Ectoplamías
- Escritura directa
- Pneumatografía
-Voz directa
- Pneumatofonía

    Las explicaciones de los Espíritus Superiores dadas a Allan Kardec, así como sus propias investigaciones sobre estos fenómenos, condujeron a establecer la existencia de un determinado fluido o energía vital contenida en el organismo del ser humano, especialmente en los médiums de efectos físicos, cuyas características de sustancia energética, plasmática y moldeable le permitían ser el elemento intermediario para la producción de este tipo de fenómenos. Posteriormente esta sustancia recibiría el nombre de “ectoplasma” por el investigador francés Charles Richet (1890 -1950), término que después se generalizó.
     Para que los fenómenos de efectos físicos se produzcan se requiere una serie de condiciones indispensables:
 a) espíritus con la intención y disposición para manifestarse;
 b) médium de efectos físicos en condiciones adecuadas;
c) cantidad apropiada y suficiente de ectoplasma;
d) determinadas condiciones ambientales requeridas para la producción de los fenómenos.

    Los fenómenos de efectos físicos fueron utilizados por los Espíritus Superiores para llamar la atención de los hombres hacia las realidades espirituales, la vida en el mundo espiritual y la posibilidad de comunicación entre los dos planos de vida; una vez captada la atención de los investigadores y de los observadores, los Espíritus Superiores procedieron a revelar al hombre las verdades de orden espiritual.

- Álvaro Vélez Pareja.-
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Consecuencias filosóficas y morales de la reencarnación


          La idea de  la reencarnación  del espíritu inmortal, aporta múltiples y profundas consecuencias morales,dando un sentido mas profundo de nuestra realidad individual  y existencial dentro del Universo, porque  por ella se cumple el propósito moral de nuestra existencia , tal como lo es la evolución del Ser.
Esta idea  nos lleva a  comprender la necesidad de llegar a amar a toda la Creación y a nuestros semejantes, siendo cada vez mas solidarios y altruistas , en coherencia con el conocimiento de la ley del Amor y de  la ley de las  consecuencias de nuestros actos durante la vida, pues por ella  sabemos que el ayudar a los demás supone estar ayudándonos a nosotros mismos. Estos principios éticos nos  señalan que al ser naturalmente libre el espíritu humano, podemos actuar siempre  plenamente conscientes de nuestra íntima libertad para pensar y decidir, por  lo que cada individuo debería ser instruido sobre las consecuencias de sus actos, pero sin imposición alguna en aras del respeto a su libertad. Esta libertad de acción  viene a ser  utilizada  proporcionalmente  a su grado de desarrollo ético individual.
De  la  idea de la reencarnación, se deduce la gran importancia de poner en nuestras vidas los sagrados principios  evangélicos de la Caridad y de la Fraternidad humanas.
La honradez de vida que  se plantea ante nuestras conciencias se desprende del conocimiento de la reencarnación y de las demás leyes espirituales que la acompañan es  la esencia misma del sentido  moral que debe primar en cada ser humano.  La persona honrada y buena hace el bien por el bien mismo, sin buscar aprobación ni recompensa, ignorando odios y venganzas, y perdonando siempre; el honrado es afable con  todos y caritativo para con los más débiles;  la tolerancia y el respeto son  la bandera  que   ondea  en  su corazón.

 Los conceptos éticos y morales que se desprenden de la idea reencarnacionista  y de las demás leyes espirituales, tal como las presenta  el Espiritismo, podrían contribuir enormemente al progreso espiritual del Ser humano y por tanto de toda la sociedad humana, porque  la aceptación de la existencia del Espíritu y de su reencarnación, resultan un serio oponente a los conceptos materialistas y egoístas de la vida, que por sus nefastas consecuencias son  la mayor plaga que sufre la Humanidad.
 Por la reencarnación, comprendemos como  evolucionamos de existencia en existencia humana,  haciendo del progreso espiritual  el objetivo  esencial  de  la vida ,   pudiéndonos  perfeccionar continuamente a través de nuestro  esfuerzo por adquirir cada vez una  mayor capacidad intelectual y moral, siempre   de modo ilimitado,  lo que nos abre un vasto e ilimitado   horizonte de progreso moral y espiritual.
Quien  tenga asumidos los principios éticos y morales que aporta el sentido espírita de la reencarnación, procurará  en vez de  imponer  castigos o venganzas  a los culpables  de cualquier delito, instruirlos para su reforma moral como enfermos del alma a los que se debe ayudar a sanar, removiendo sus conciencias y  previniendo sus acciones, porque sabrá que la venganza y el castigo son inútiles para su mejoramiento y regeneración.  Además sabrá creer y confiar en los mecanismos de actuación de la Justicia Divina, porque comprenderá  como  cada mala acción lleva implícita en sí misma su propio castigo o corrección.
El conocimiento espírita sobre las leyes de la reencarnación y la de Causa y Efecto, nos llevan a comprender la necesidad que todos tenemos de rechazar pensamientos y sentimientos  negativos,  así como del esfuerzo por ayudar a los demás y de lo necesario e importante que es mantener el cuerpo físico en buen estado, considerando que es un valiosísimo instrumento para  nuestra  evolución.
Si la reencarnación fuese mas comprendida y aceptada por la humanidad  dejaría de tener sentido en nuestro mundo la existencia de lacras como el  racismo, la xenofobia y todos los separatismos, incluidos el machismo y el feminismo tan de moda actualmente.  Nadie podría despreciar a nadie por diferencias de la clase que sean , porque sería como despreciarse a sí mismo ya que en el pasado o en el futuro  cada uno podríamos ser o haber sido como lo que ahora nos diferencia.
El conocimiento de las leyes que rigen la Vida, sobre todo el de la Reencarnación y  la de Consecuencias, nos lleva a saber desprendernos de todo lo que nos empequeñece o rebaja moralmente, enseñándonos cómo debemos vivir en armonía con nosotros mismos, con la Naturaleza y con los demás, dándonos a realizar esfuerzos para crecer  espiritualmente cada vez más.
Así llegaremos a comprender  la igualdad absoluta y la solidaridad que debe unir a los seres humanos a través de nuestras vidas colectivas, lo que supone una lucha contra el orgullo y el egoísmo que nos impiden esta unión.
      Cuando  comprendemos   y aceptamos la idea de  la reencarnación  junto a   las demás leyes cósmicas que  le  dan    forma  y  sentido,  aunque  a  veces  es  difícil,   llegamos  a sentir  una  mayor    benevolencia    y    comprensión    hacia    los    que  
son     mas    débiles o  imperfectos   moralmente ,   así  como hacia  los  que   a   veces  nos  molestan  con  sus pasiones  y  defectos humanos.
También  nos lleva a comprender el por qué  debemos  asumir con ánimo y resignación, el dolor o las circunstancias desfavorables de la vida así como las desigualdades e injusticias que suframos,  porque estas  no son caprichos  arbitrarios de  Dios o producto de la casualidad, sino que las generaron nuestros propios actos del pasado . Asimismo otras veces constituyen por si mismas pruebas necesarias para nuestro progreso espiritual.
 Asimismo se comprende la necesidad de desarrollar la paciencia y la resignación ante los problemas de la vida, sabiendo que son pruebas que debemos asumir y superar para nuestra evolución espiritual, y que cada cosa llega en su momento adecuado  y cuando debe de llegar. En cualquier caso, sabemos que lo que nos sucede es  siempre para nuestro bien aunque a veces  venga disfrazado de mal.  Por eso debemos siempre aceptar todo lo que nos venga en la vida, aunque no lo comprendamos  sin pedir nada más y sin rebelarnos ante el dolor o ante las injusticias humanas que padecemos , porque  ya  sabemos que no son casualidades ni mala suerte,  sino que son  pruebas  necesarias  para nuestro fortalecimiento espiritual, que en cualquier caso, siempre son para nuestro bien. Por supuesto esto no significa que no debamos luchar contra la injusticia humanamente hablando, o contra el dolor y la enfermedad, pues a veces estas pruebas son precisamente para que nos sacudamos la indolencia,  desarrollemos nuestra voluntad y nuestra inteligencia, y nos fortalezcamos en  el esfuerzo  por erradicarlas.
El conocimiento de la Reencarnación y las consecuencias morales que se desprenden de ella   así como  de las demás leyes espirituales que la acompañan, nos debe conducir al bien y a la virtud, escapando así del engranaje de la ley de Consecuencias por la que cada acción , buena o mala, genera una reacción particular del mismo signo.  

   Todo lo dicho hasta aquí se podría concretar  en:

Que tenemos el derecho y el deber de ser íntimamente libres y de gobernarnos a nosotros mismos y a nuestros actos, en cualquier área de actividad.
Que somos siempre responsables de las consecuencias de nuestras obras.
Que tenemos el derecho y el deber de  procurar ser felices y de hacer felices a los demás..
Que nuestros derechos   terminan allí en donde comienzan los derechos ajenos.
-  Que debemos respeto  y amor a los demás  tanto como  a nosotros  mismos.
Que tenemos  obligación de cuidar nuestras  de nuestras  facultades y nuestra salud.
Que debemos Amor a la Vida , a la Verdad y  a  la Libertad.
Que  la honradez total en la vida es algo básico y fundamental..
Que debemos guiarnos en la vida por un sentido ético y justo,rechazando   la  tentación  de beneficiarnos de  privilegios e injusticias.                          
Que debemos considerarnos como simples depositarios  y responsables por  las   riquezas que   tengamos, y   beneficiar  con ellas a quienes lo necesiten.
Que  debemos  dejar  siempre  una  puerta  abierta  al  arrepentimiento  y  no condenar    nunca   a  nadie.
Que debemos tratar a los demás como queremos ser tratados nosotros mismos.
Que debemos perdonar siempre de corazón  y  engrandecer  nuestro espíritu  devolviendo bien por mal.
Que podemos  disfrutar solamente de los placeres que no  perjudiquen  ni hagan mal a nadie  ni a nosotros mismos.
Que debemos amar la Naturaleza   respetando  sus  leyes  y  todos sus sistemas  ecológicos,   respetando  a los   seres que  la   habitan.
Que debemos aceptar en conciencia  que  cada día  que amanece , supone una  nueva   y  maravillosa  ocasión  de  hacer algo por los demás, o de reconciliarnos con ellos.  
Que cada día  es una nueva oportunidad , como un  regalo diario que se  nos hace para que  nos  podamos sentir  en  paz  y  felices, haciendo algo por los demás o por nuestro propio mejoramiento.

        El  conocimiento  y  aplicación   de   todos   estos   conceptos  espirituales, puramente cristianos, son  un    factor  determinante   para la   transformación de la  actual conciencia   planetaria a  fin de    poder alcanzar en  el   futuro de este mundo nuestro,  una  vida  mas  armónica   y  feliz  dentro de sociedades humanas mas justas,  fraternas,   libres  y solidarias   en el  nuevo  Mundo de  Regeneración que un día no muy lejano será  este planeta.
- Jose Luis Martín-



        “No desees hablar. Bien está hablar poco; mejor aún es callar del todo, a menos que estés perfectamente seguro de que lo que vas a decir es verdadero, bueno y útil. Antes de hablar, considera atentamente si lo que vas a decir reúne estas tres cualidades, si no es así, guarda silencio”.
                                                                       -Krishnamurti-


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       MEDIUMNIDAD EN LOS NIÑOS
Divaldo Pereira Franco

1 - Divaldo, películas como "Sexto Sentido" retratan el caso de niños con mediumnidad ostensiva. ¿Cuándo podríamos identificar el caso de un "niño médium"? 
El Espiritismo es una ciencia experimental y todos los casos, a fin de merecer credibilidad, deben pasar por el tamiz de la observación, del estudio y de la confirmación.
Sin duda, en el período lúdico, el niño tiene la imaginación muy rica y crea imágenes, hechos fantasiosos, que tienen que ver con su propio desarrollo psicológico.

De este modo, cuando un niño informa que ve seres espirituales, la mejor metodología es la observación, acompañando sus narrativas con tranquilidad y confiriéndolas con la realidad.

A través de la conversación natural y sin disfraces, se debe explicarle que dicho caso es verdadero y que debe mantenerse perfectamente tranquilo, evitando la generación de miedos injustificables o de deslumbramientos innecesarios.


2 – ¿Qué deben hacer los padres cuando detectan que su hijo es un "niño médium"? ¿Pueden llevarlo a la evangelización, sesión mediúmnica, tomar pases, etc.?

Los padres que perciban mediumnidad en sus hijos aún niños, deben considerar el fenómeno como natural, conduciéndolos a los estudios de la evangelización espírita infanto-juvenil, recurriendo a los pases, cuando hubiera necesidad, manteniendo el estudio del Evangelio en el hogar y orientándolos con naturalidad.

Una buena sugerencia es evitar que los niños participen en reuniones mediúmnicas de cualquier naturaleza, puesto que, encontrándose en fase de desarrollo psicológico y sin discernimiento para las profundas consecuencias de la mediumnidad, la prisa por educar la facultad puede ocasionar graves daños en el comportamiento infantil.


3 – ¿Cómo deben actuar los dirigentes de los Centros Espíritas cuando reciben niños médiums en su institución? ¿Cómo CONDUCIRLOS correctamente?

La actitud más compatible con la metodología educacional propuesta por la Doctrina es conducir a actividades de evangelizació n espírita, a conversación saludable de orientación moral y espiritual.

4 – Muchos niños afirman que hablan con un "amigo invisible", ¿se trata de mediumnidad?

Desde que exista comunicación entre un encarnado y otro desencarnado, estamos ante un fenómeno mediúmnico. En este caso, constatamos, cuando es auténtica la información infantil, que se trata de un intercambio de esta naturaleza.

5 – En Hechos, 2:17 vemos la afirmativa de Jesús: "Y en los últimos días, dice Dios, derramaré algo de mi espíritu sobre toda clase de carne, y sus hijos y sus hijas profetizarán, y sus jóvenes verán visiones y sus viejos soñarán sueños;" Observamos, hoy en día, muchos niños con actitudes y sensibilidad espiritual; ¿estamos en estos tiempos mencionados en el evangelio?

¿Se trata del surgimiento de una nueva generación de Espíritus reencarnando con mediumnidad elevada?

Nos encontramos en los denominados días anunciados por las Escrituras. Esta profecía de Joel, repetida por Lucas, en los Hechos de los Apóstoles, es uno de los más bellos argumentos de anuncio de la mediumnidad generalizada, eliminando los viejos conceptos de don, privilegio, concesión especial, y conduciéndola a la realidad de conquista intelecto-moral del Espíritu en su proceso de evolución.

En todas las épocas siempre hubo niños médiums, y ahora, en la gran transición de mundo de pruebas y expiaciones para el mundo de regeneración, Espíritus de otra dimensión reencarnan en la Tierra, a fin de adelantar este proceso iluminativo.

Allan Kardec, en "La Génesis", en el capítulo XIV, se refiere a esta nueva generación.

Psicólogos, psicoterapeutas, educadores modernos se sorprenden con muchos de los niños actualmente reencarnados, lo que viene dando margen a estudios profundos, algunos de los cuales resultaron en las indebidas denominaciones de niños índigo y cristal, así como de otros con diversos trastornos que vienen siendo cuidados de manera especial, en los cuales se ocultan fenómenos espirituales variados.

6 – ¿Los niños médiums pueden sufrir obsesión?

Claro que sí, porque infantil es solamente el cuerpo. Los Espíritus que habitan los cuerpos son viajeros del tiempo y del espacio, portadores de títulos de ennoblecimiento y de graves débitos para con las Leyes Divinas. Es natural que estando incursos en delitos, experimenten desde la infancia la presencia de sus cobradores entonces desencarnados.

7 – En los Estados Unidos, los fenómenos de Hydesville, contaron con la participación de niños médiums: las hermanas Fox y en el trabajo de la Codificación Espírita en Francia, Allan Kardec contó con la colaboración de diversos niñas médiums como las hermanas Baudin. ¿Por qué sucedió?

Estas jóvenes que participaron en los fenómenos de Hydesville y de la codificación del Espiritismo eran mayores de 13 años, encontrándose en la adolescencia. Pienso que los nobles guías de la humanidad las prefirieron, con el objetivo de demostrar que no eran ellas las responsables por las profundas respuestas que daban a las preguntas que les eran formuladas, en vista de la falta de cultura y de conocimientos generalizados.

Además, estando con el inconciente actual liberado de impresiones perturbadoras, eran más fácilmente conducidas por los desencarnados que utilizaron sus facultades.

8 – ¿Los niños médiums, cuando se convierten en adultos, continuarán siendo médiums?

Siendo la mediumnidad una facultad orgánica que el cuerpo reviste de células, prosigue durante el desarrollo infanto-juvenil, edad adulta, provecta hasta la desencarnación, pudiendo sufrir alteraciones, bloqueos e inclusive pérdida, como enseña el noble Codificador. Normalmente, los niños médiums prosiguen en el ejercicio de la facultad cuando alcanzan la edad de la razón, lo que sucedió, por lo menos, con aquellos que quedaron conocidos y prosiguieron en la labor mediúmnica.

9 – Finalmente, ¿podría contarnos su experiencia como niño médium y cómo fue útil en su vida actual?

Conviviendo con los Espíritus desde los cuatro años y medio de edad, nunca me perturbé con su asistencia en el período infantil. Solamente, más tarde, cuando comencé a identificar aquellos que eran portadores de sentimientos malos y perversos, fue que experimenté conflictos y aflicciones.

Gracias al conocimiento del Espiritismo y a su estudio sistematizado, he podido mantenerme en equilibrio posible, a través de los tiempos, marchando en dirección del amor inefable del Padre.


- Divaldo Pereira Franco-                       

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  LA INMORTALIDAD ES UNA REALIDAD                   La inmortalidad es una realidad porque la muerte no existe. 

El espíritu no muere nunca, pues desde que fue creado por Dios es eterno, al ser de la misma naturaleza que su creador. La materia (cuerpo físico) se transforma, y nuestros átomos pasan a formar parte de la naturaleza que animarán otros cuerpos u otras formas de vida. 
A veces oímos hablar sobre personas que en estado terminal desean prepararse para un bien morir. Pues bien; la mejor forma de prepararse para ello es corregir aquellas tendencias que nos materializan en exceso, la avaricia, el orgullo, el egoísmo, la concupiscencia, el sensualismo, la lujuria, los celos, el odio, la envidia. Todo aquello que perturbe nuestra mente y la tenga permanentemente imantada a pensamientos, emociones, pasiones o excesos materiales, condicionará sobre manera nuestra partida hacia el otro lado de la vida. 

La ciencia descubre a pasos de gigante que realmente “somos lo que pensamos”; aquello que impregnamos en nuestra mente de forma contínua, así como las emociones que mantenemos (destructivas o constructivas), forman nuestro carácter y generan un hábito que es nuestra forma de ser. 
Si estos hábitos son constructivos, mediante emociones y pensamientos nobles, altruístas, de bien común, de perdón, de amor de tolerancia, etc.. nuestra mente está perfectamente preparada para el tránsito hacia el más allá; y este se realiza de forma sencilla, nada traumática; sin dolor moral alguno, y con la ayuda permanente que nuestras acciones y pensamientos de bien merecen por parte de aquellos que nos quieren y que nos precedieron en el viaje. 

Porque la frecuencia de nuestros pensamientos determina con quien estamos conectando en el plano espiritual; si son positivos y buenos, otras almas, espíritus familiares, espíritus queridos de otras vidas, etc,, acuden a recibirnos con un amor indescriptible que inunda nuestra conciencia de seguridad, paz y plenitud para realizar este viaje. 
La muerte es entonces dulce, sin crisis, con lucidez de conciencia y claridad de espíritu. Se convierte en el despertar de un apacible sueño en el que despertamos a la auténtica realidad de nuestro ser inmortal. 

Es por ello que según nuestras acciones, pensamientos y emociones, preparamos nuestra vida para un tránsito apacible o tormentoso. Sobre todo, en este último caso, si estamos profundamente materializados; si nuestra mente vibra permanentemente en el egoísmo, la avaricia, las pasiones o los vicios; quedamos esclavizados a esas actitudes y hábitos que son los que mantenemos, y cuando llega el momento de desencarnar, apenas somos conscientes de que estamos en el otro plano, pues nuestra mente sigue imantada al dinero, al vicio, a la concupiscencia, el sensualismo y las percepciones materiales que la dominan. 
En estos casos vagamos sin rumbo, intentando hacer lo mismo que hacíamos, intentando satisfacer las sensaciones materiales que nos envuelven. Hasta que nos damos cuenta de que no no es posible; pues no tenemos ya un vehículo físico que nos permita experimentar esos vicios, pasiones o adicciones; al mismo tiempo, y poco a poco, la desesperación se apodera de nosotros al no poder comunicar con aquellos a los que vemos y oímos pero que no nos atienden. 

El sufrimiento comienza entonces, y se va ampliando al comprobar como se reparten nuestra herencia (en el caso del avaro), al ver que no podemos satisfacer nuestros vicios (no podemos beber, ni fumar y nos acercamos a aquellos que lo hacen para aspirar el éter que calma un poco nuestra ansiedad), etc. La angustia sigue aumentando hasta que llegado un momento somos conscientes de nuestra falta de cuerpo físico, y solicitamos ayuda. En ese momento somos recogidos y ayudados para comprender nuestra situación. Aspecto que a algunos espíritus les cuesta años y años reconocer. 
Estos ejemplos, son apenas algunas informaciones que ratifican lo que acontece después de la muerte, pero en esto, como en lo tocante a la ley humana, el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento. Pues las leyes divinas son perfectas, e iguales para todos, siendo su único objetivo facilitar el progreso del espíritu hacia el camino de la perfección. 
Comencemos pues a entender que la inmortalidad del ser humano afecta a aquello que no puede morir: la vida del espíritu inmortal; creación divina por amor, que la causa primera e inteligencia suprema (Dios) tuvo la misericordia de incluir en el programa de su obra perfecta e infinita: El Universo físico y Espiritual. 

Antonio Lledó Flor , Amor,paz y caridad. Grupo villena.

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                     CONTROL DE LOS ESPÍRITUS

Es preciso someter, sin excepciones, todo lo que viene de los Espíritus; toda teoría en contradicción manifiesta con el buen sentido, con una lógica rigurosa y con los datos positivos que se poseen, aunque esté firmada por cualquier nombre respetable, debe ser rechazada. Pero este control es incompleto en muchos casos, a consecuencia de la insuficiencia de las luces de ciertas personas, y de la tendencia de muchos de tomar su propio juicio por único árbitro de la verdad. En caso semejante ¿qué hacen 
los hombres que no tienen confianza absoluta en sí mismos? 
     Toman consejos del mayor número, y la opinión de la mayoría es su guía. Así debe ser respecto a la enseñanza de los Espíritus, cuyos medios de control nos los proporcionan ellos mismos. 
     La concordancia en la enseñanza de los Espíritus es, pues, el mejor control; pero es preciso, también, para ello, que ocurra en ciertas condiciones. La menos segura de todas es cuando el mismo médium pregunta a diferentes Espíritus sobre un punto dudoso; es evidente que, si está bajo el imperio de una obsesión o se relaciona con un Espíritu mentiroso, este Espíritu puede decirle la misma cosa bajo nombres diferentes. Tampoco hay una garantía suficiente en la conformidad que se puede obtener por los médiums de un solo Centro, porque todos pueden estar bajo la misma influencia. 
     La única garantía seria de la enseñanza de los Espíritus, está en la concordancia que existe entre las revelaciones dadas espontáneamente con la intervención de un gran número de médiums desconocidos los unos de los otros y en diversos lugares. 
     Se concibe que no se trata aquí de comunicaciones relativas a intereses secundarios sino de las que se vinculan a los mismos principios de la doctrina. La experiencia prueba que cuando un principio nuevo debe recibir su solución, es enseñado espontáneamente en diferentes puntos al mismo tiempo, y de una manera idéntica, sino en cuanto a la forma, al menos en el fondo. Pues, si le place a un Espíritu formular un sistema excéntrico, basado sólo en sus ideas y fuera de la verdad, puede tenerse por seguro que ese sistema quedará circunscrito y caerá ante la unanimidad de las instrucciones dadas por todas partes, como ya se tienen varios ejemplos de eso. Fue esta unanimidad la que hizo caer todos los sistemas parciales que despuntaron en el origen del Espiritismo, cuando cada uno explicaba los fenómenos a su manera, y antes que se conociesen las leyes que rigen las relaciones del mundo visible y del mundo invisible. 
     Tal es la base en que nos apoyamos cuando formulamos un principio de la doctrina; no es porque esté de acuerdo con nuestras ideas que lo damos como verdadero; pues, no nos colocamos, de ninguna manera, como árbitros supremos de la verdad, y no decimos a nadie: “Creed tal cosa porque lo decimos nosotros”. Nuestra opinión no es, a nuestros ojos, sino una opinión personal que puede ser justa o falsa, porque no somos más infalibles que los otros, ni tampoco es verdadero para nosotros un principio porque se nos ha enseñado, sino porque ha recibido la sanción de la concordancia. 
     En nuestra posición, recibiendo las comunicaciones de cerca de mil centros espíritas serios, diseminados por todas las partes del globo, estamos en condiciones de ver los principios en que se establece esta concordancia; esta observación es la que nos ha guiado hasta hoy, y es, igualmente, la que nos guiará en los nuevos campos que el Espiritismo está llamado a explorar. 
     Así es que, estudiando atentamente las comunicaciones que vienen de diferentes partes, tanto de Francia como del exterior, reconocemos, en la naturaleza especial de las revelaciones, que hay una tendencia a entrar en un nuevo camino y que ha llegado el momento de dar un paso adelante. Estas revelaciones hechas a menudo con palabras encubiertas, han pasado desapercibidas para muchos de los que las obtuvieron; muchos otros creyeron obtenerlas en exclusividad. Tomadas aisladamente, no tendrían ningún valor para nosotros; sólo la coincidencia les da mucha gravedad; después, cuando llegue el momento de liberarlas a la luz de la publicidad, cada uno se acordará de haber recibido 
instrucciones en el mismo sentido. Este es el movimiento general que observamos, que estudiamos, con la asistencia de nuestros guías espirituales, y que nos ayuda a juzgar la oportunidad para hacer una cosa o abstenernos de ella. 
     Ese control universal es una garantía para la unidad futura del Espiritismo, y anulará todas las teorías contradictorias. Es en él, que se buscará en el futuro el criterio de la verdad. Lo que contribuyó al éxito de la doctrina formulada en El libro de los Espíritus y en El libro de los médiums, es que, por todas partes, cada uno puede recibir directamente de los Espíritus la confirmación de lo que ellos contienen. Si, en todas partes, los Espíritus los hubiesen contradicho, hace tiempo que esos libros hubieran sufrido la suerte de todas las concepciones fantásticas. 
     Ni aun el apoyo de la prensa les hubiera salvado del naufragio, al paso que, privados de él, no por esto han dejado de hacer un camino rápido; porque han tenido el apoyo de los Espíritus, cuya buena voluntad compensa en mucho, la mala voluntad de los hombres. Lo mismo sucederá con todas las ideas que, viniendo de los Espíritus o de los hombres, no puedan soportar la prueba de este control, cuyo poder nadie puede negar.

EL EVANGELIO SEGUN EL ESPIRITISMO 
ALLAN KARDEC 

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      EL SECRETO DE LA FELICIDAD

"OLVÍDESE un poco de sí mismo y piense en los demás. 
En estas pocas palabras está encerrado el mayor secreto para la felicidad, Cuando nos preocupamos demasiado de nuestras personas y nuestros problemas, estos crecen desmesuradamente. Pero cuando nos olvidamos un poco de nosotros para cuidar de los demás, olvidamos nuestros problemas, que se van resolviendo por sí solos.
  Entonces, olvídese de sí mismo y piense en los demás, y encontrará la felicidad."

                                     - Allan Kardec-

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