viernes, 21 de julio de 2017

Lento Suicidio




Hoy presentamos los siguientes artículos:

-Adoración a Dios
- Resurección de la carne
-Lento suicidio
- Amalia: Enseñanzas de entrega, fe y resignación




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                                      ADORACIÓN A DIOS


Según la Real Academia de la Lengua la palabra adoración significa: “Reverenciar o rendir culto a un ser que se considera de naturaleza divina”. También puede significar: “Amar con extremo”.
Sin embargo, la mejor interpretación, o al menos la más precisa desde mi punto de vista nos viene de la doctrina espírita. En la pregunta 649 del Libro de los Espíritus la concreta de la siguiente forma: “Es la elevación del pensamiento hacia Dios. Mediante la adoración acercamos nuestra alma a Él.”
Todas las criaturas; en especial los seres inteligentes de la Creación necesitamos de Él, puesto que formamos parte de su esencia, somos una chispa divina en desarrollo y crecimiento hacia la perfección.
Elevando el pensamiento nos reforzamos espiritualmente, recibimos inspiración, conectamos con la realidad íntima; entramos en comunión mental con lo divino, nos reajustamos para  recuperar o centrar, en mejor medida, el camino a seguir, en inevitable ascensión hacia la meta soñada.
La adoración supone tomar conciencia de nuestra pequeñez, reconocer la grandeza de nuestro Padre a través de su Obra.
Es buscarle con el sentimiento, proyectar el pensamiento para dejarse envolver por su energía poderosa y para que los vínculos que nos unen se hagan más fuertes, se amplifiquen.
Los ascetas, los místicos, los grandes maestros espirituales; incluso con el esfuerzo estoico de algunos espíritus sumergidos en la retaguardia moral en momentos de grandes dificultades, supieron conectar con esa Fuente Divina para recibir la ayuda necesaria, el flujo de Amor que a todos protege y ampara.
En épocas pretéritas la adoración se manifestaba por medio de distintos tipos de ofrendas y sacrificios, buscando demostrar, a través de los actos externos, la sumisión y la importancia del Dios al que se rendía culto. Hoy día la mentalidad es muy distinta. La forma importa poco y el fondo es el todo. El pensamiento y el sentimiento dirigido hacia lo Alto, con sinceridad, sin artificios ni nomenclaturas estériles, es el único método válido con capacidad de elevación, de llegar con claridad a su objetivo final.
Tampoco existen lugares especialmente adecuados para rendir adoración o culto, como nos han inculcado muchos líderes religiosos a lo largo de la historia. Al menos hoy día, un sector significativo del conglomerado humano ya no necesita de lugares supuestamente sagrados para conectar con Dios, gracias a su comprensión de la realidad espiritual. Sabemos que el verdadero templo de Dios está en todas partes; como refleja la bella poesía de Amalia Domingo Soler titulada LA ORACIÓN. Reproducimos aquí algunas estrofas con su pensamiento:
                                                   “Para rogar al Eterno
yo no encuentro necesario
entrar en el santuario
que la costumbre fijó.
¡Cuando un alma dolorida
no encuentra a su mal consuelo
le basta mirar al cielo!
¿Hay templo más grande? No.
                                                  …Cuando me encuentro en parajes
donde no hay templos de piedra,
ni ermitas, donde la hiedra
pueda su manto extender.
Busco en collados y en montes
magnífico santuario,
que en un valle solitario
allí está el Supremo Ser.
                                                   Allí está el cielo y la brisa,
las cascadas y las flores,
y las aves de colores
que bendicen la creación.
Está la naturaleza,
esa fábrica grandiosa,
de belleza portentosa
y gigante construcción…
                                 (Ramos de Violetas, tomo I; Amalia Domingo Soler)
Despojándonos de prejuicios y preconceptos del pasado; estudiando y analizando la grandeza del Creador se nos amplía el campo de visión, la conciencia se expande. Y en la medida en que nos vamos apoyando en El, lo material pierde valor para tomar una mayor importancia lo espiritual. Los problemas y obstáculos de la vida se observan como un trámite necesario que nos han de enriquecer; son experiencias que han de pasar a formar parte del acervo personal, engrandeciéndonos, elevándonos.
La ley innata de adoración nos hace comprender que nunca estamos solos; que manos amorosas nos sostienen. Son en conjunto los mensajeros de Dios que nos guían; es la Armonía Universal que nos dirige con sus manos repletas de generosidad. Al mismo tiempo, este descubrimiento nos envuelve en un profundo sentimiento de gratitud por todo aquello que se nos otorga y que  no merecemos ¡¡Somos tan limitados y pequeños todavía!!
Todo ello nos conduce a una conclusión que representa un compromiso profundo: La necesidad de un cambio interior, la urgencia de servir al prójimo, de hacer todo el bien posible, a manos llenas. Corresponder a las dádivas de Dios devolviendo una pequeña parte de lo que recibimos. Siendo instrumentos del bien; sin pulir todavía pero con capacidad de crecer, mejorar a través del consuelo, de la manifestación de la caridad en sus múltiples formas para acercarse a las necesidades de los demás. Esta es, en definitiva, la mejor ofrenda a Dios, amarle a través del servicio desinteresado; ser partícipe de su obra.
Y puesto que somos tan frágiles, imperfectos y llenos de necesidades, nos sentimos impelidos de una forma innata a solicitar auxilio y amparo.
También la fe en el porvenir nos sostiene. La fe es la antorcha que ilumina el camino, que facilita la comunicación íntima con nuestro Padre. No hay que olvidar nunca que somos parte de Él desde que fuimos creados, somos la consecuencia principal de su amor.
Con la oración o elevación de pensamiento se potencian cualidades como son: la fortaleza, la esperanza, la paciencia, la resignación, etc., para afrontar y resolver con éxito todas las vicisitudes que la vida nos tenga preparadas; superando pruebas, rescatando deudas del pasado.
Algunas circunstancias dolorosas y desagradables de la vida no podremos evitarlas; empero, una mano fuerte, firme nos sostiene; convirtiéndolas en más livianas, más suaves, menos severas.
Por otro lado, hay que considerar que la adoración a través del pensamiento y respaldada con buenas obras supone la base para el cumplimiento de nuestros deberes. Significa abrazar la tarea con confianza, sin miedo; no esperando a que llegue a nosotros sino acudiendo a su encuentro.
Para ir concluyendo queremos recalcar que la excelencia en la adoración se encuentra en los hechos más que en las intenciones, también en los esfuerzos por ser cada día mejor; no hay mejor tributo que ese. Además, cuando se toma la determinación firme de un verdadero cambio moral, una fuerza extraordinaria y poderosa desciende para secundar dicha decisión personal, tomando un impulso imparable. Fue lo que sin apenas percibirlo de una manera consciente demandaba el espíritu ofuscado y perdido de Pablo de Tarso. En un momento clave, se le materializó en el desierto la excelsa figura del Maestro mostrándole el camino, la tarea a realizar. Desde ese momento le acompañó, le sostuvo en sus luchas y sacrificios hasta completar su tarea, convirtiéndose en uno de los más fieles e importantes apóstoles de la cristiandad.
 José M. Meseguer
© 2017, Amor, Paz y Caridad

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Resurección de Jesús


         RESURRECCIÓN DE LA CARNE 

Libro de los Espíritus: 
Pregunta 1010. El dogma de la resurrección de la carne, ¿es la consagración del dogma de la reencarnación que enseñan los Espíritus? 

“¿Cómo pretendéis que sea de otro modo? Sucede con esas palabras lo mismo que con tantas otras: sólo parecen irracionales para algunas personas, porque se las toma al pie de la letra. Por esa razón conducen a la incredulidad. 
No obstante, darles una interpretación lógica y aquellos a quienes llamáis librepensadores las admitirán sin dificultad, precisamente porque reflexionan. No os engañéis al respecto: esos librepensadores no aspiran a otra cosa más que creer. Como los demás, o tal vez más aún, ellos tienen sed del porvenir, pero no pueden admitir lo que la ciencia refuta. La doctrina de la pluralidad de las existencias es conforme a la justicia de Dios. Sólo esa doctrina puede explicar lo que, sin ella, es inexplicable. ¿Cómo pretenderíais que ese principio no formase parte de la religión misma?” 
– En ese caso, la Iglesia, mediante el dogma de la resurrección de la carne, ¿enseña también la doctrina de la reencarnación? 
“Es evidente. Esa doctrina es, por otra parte, la consecuencia de muchas cosas que han pasado inadvertidas y que no tardarán en ser comprendidas en ese sentido. En poco tiempo más habrá de reconocerse que el espiritismo resalta a cada paso del texto mismo de las Sagradas Escrituras. Los Espíritus no vienen, pues, a destruir la religión, como algunos pretenden. Vienen, por el contrario, a confirmarla, a sancionarla mediante pruebas irrefutables. No obstante, como han llegado los tiempos en que ya no se hace uso del lenguaje figurado, los Espíritus se expresan sin alegorías y atribuyen a las cosas un sentido claro y preciso, que no puede estar sujeto a ninguna falsa interpretación. Por esa razón, en poco tiempo, habrá más personas sinceramente religiosas y creyentes que las que hay en la actualidad.” 
SAN LUIS.


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                                             LENTO SUICIDIO

El hombre que perece víctima del abuso de pasiones que sabe que acelerarán su fin, pero a las cuales no puede dominar, porque el hábito las ha convertido en él en verdaderas necesidades físicas, ¿comete suicidio? 

- Es un suicidio moral. ¿No comprendéis que en esa circunstancia el hombre resulta doblemente culpable? Hay en él falta de valor tanto como bestialidad y, además, olvido de Dios. 

952 a. ¿Es culpable en mayor o menor grado que aquel otro que se quita la vida por desesperación? 

- Culpable en grado mayor, por cuanto ha tenido tiempo de razonar su suicidio. En aquel que lo comete instantáneamente hay a veces una especie de extravío que se asemeja a la locura. El otro, en cambio, será castigado mucho más, pues las penas están siempre proporcionadas a la conciencia que se tenga de las faltas cometidas. 

EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS 
ALLAN KARDEC 

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          AMALIA : ENSEÑANZAS DE                      ENTREGA, FE Y RESIGNACIÓN


   En todos los días borrascosos que encontréis en el camino de la vida debéis bendecir a Dios, porque teniendo fuerzas y resignación, si en vez de rebelaros os domináis como niños dóciles, el acíbar de la hiel que se acercará a vuestros labios no resultará tan amargo, pues será endulzado en esos momentos si tenéis la resignación debida para llevar el peso de la cruz. Acordaos de cuánto sufrió aquel espíritu de amor y caridad cuya existencia no tuvo otro objeto que enseñar al hombre la manera como tenia que redimirse. Pero las transformaciones de las religiones han hecho tanto daño a la humanidad, empequeciéndose ellos mismos tanto, que han esparcido una atmósfera putrefacta que la envenena. Ahora esos espíritus que escondieron la luz debajo del celemín van comprendiendo el error en que han vivido al oscurecer la verdad; esos espíritus que han vivido tantos siglos a la sombra de falsas religiones son los que ahora más se apresuran en derrumbar esos sombríos edificios, para que la luz de la verdad se esparza por ellos. Aquí donde estoy yo, quisiera, en determinado momento, que os pudierais reunir todos, para que distinguierais, como yo, la verdad de la mentira, la luz de la sombra, y así podrían dar vuestros espíritus el paso agigantado que se necesita para cuando llegue la transformación del planeta. 
     Estas pobres lineas son hijas del cariño y amor que tengo a mi hermoso Ideal, y quisiera que todos los discípulos que pertenecéis a nuestra filosofía diérais el ejemplo en vez de entretenernos en esas miserias mundanas, enriqueciéndoos de espíritu porque ¡ay!, la felicidad que sigue después de una existencia de amargura y sufrimiento no se puede describir: se negaría la pluma del más famoso escritor a trazar en el papel esos conceptos bellos e indescriptibles para el hombre. 

Amalia Domingo Soler. 

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