1. En todas las épocas han hecho los demonios un gran papel en las diversas teogonías.
Aunque decaídos considerablemente en la opinión general, la importancia que todavía se les atribuye en nuestros días da a esta cuestión cierta gravedad, porque toca el mismo fondo de las creencias religiosas. Así es que consideramos útil examinarla con el desarrollo que permite.
La creencia en una potencia superior es instintiva en los hombres, y por esto se la encuentra bajo diferentes formas en todas las edades del mundo. Pero si en el grado de adelanto intelectual a que han llegado hoy, discuten aún sobre la naturaleza y los atributos de esta potencia, ¡cuánto más imperfectas debían ser sus nociones respecto a este objeto en la infancia de la Humanidad!
2. El cuadro que se nos representa de la inocencia de los pueblos primitivos, en contemplación ante las hermosuras de la Naturaleza, en la cual admiran la bondad del Creador, es, sin duda, poética, pero falta en él la realidad.
Cuanto más se acerca el hombre al estado de naturaleza, más domina en él el instinto, como se observa todavía en los pueblos salvajes y bárbaros de nuestros días. Lo que más le preocupa, o que le ocupa exclusivamente, es la satisfacción de las necesidades materiales, porque no tienen otras. El sentido que puede hacerle accesible a los goces puramente morales no se desenvuelve sino a la larga y gradualmente. El alma tiene su infancia, su adolescencia y su virilidad, como el cuerpo humano. Mas para alcanzar la virilidad que se le pone en disposición de comprender los temas abstractos, ¡cuántas evoluciones no debe efectuar en la Humanidad! ¡Cuántas existencias no tiene que cumplir!
Sin remontarnos a las primeras edades, vemos alrededor nuestro las gentes de nuestras campiñas, y preguntamos, ¡qué sentimientos de admiración despiertan en ellas el esplendor del sol cuando sale, la bóveda estrellada, el gorjeo de las aves, el murmullo de las espumosas olas, las praderas esmaltadas de flores!
Para ellos sale el sol porque tiene la costumbre de hacerlo, y con tal que dé bastante calor para madurar las cosechas, y no para quemarlas, están satisfechos. Si miran al cielo, es para saber si el día siguiente será bueno o malo. Que canten las aves o no, poco les importa, con tal de que no coman trigo. A las melodías del ruiseñor prefieren el cacareo de las gallinas y el gruñido de los puercos. Piden que los ríos, claros o cenagosos, no se sequen y que no les inunden, que las praderas les den buena hierba, con flores o sin ellas. Esto es todo lo que desean, digamos más, todo lo que comprenden de la Naturaleza, y, sin embargo, están ya lejos de los hombres primitivos.
3. Si nos referimos a estos últimos, les vemos más exclusivamente preocupados en la satisfacción de las necesidades materiales. Lo que sirve para la satisfacción de las mismas, y lo que puede dañarlas, resume para ellos el bien y el mal en este mundo. Creen en una potencia extrahumana, pero como lo que les causa un perjuicio material es lo que más les afecta, lo atribuyen a esta potencia, de la que, por otra parte, se forman una idea muy vaga. No pudiendo
todavía concebir nada fuera del mundo visible y tangible, se la figuran residiendo en los seres y cosas que les son nocivos. Los animales dañinos son, pues, para ellos, los representantes naturales y directos de aquélla. Por la misma razón han visto la personificación del bien en las cosas útiles, de ahí el culto tributado a ciertos animales, a ciertas plantas, y aun a objetos inanimados. Pero el hombre es generalmente más sensible al mal que al bien. El bien le parece natural, mientras que el mal le afecta más. Esta es la causa de que en todos los cultos primitivos las ceremonias en honor de la potencia maléfica fueran más numerosas. El miedo domina a la gratitud.
Durante largo tiempo, el hombre sólo comprendió el bien y el mal físicos. El sentimiento del bien y del mal moral marca un progreso en la inteligencia humana. Sólo entonces el hombre entrevé la espiritualidad y comprende que la potencia sobrehumana está fuera del mundo visible y no en las cuestiones materiales. Esta fue la obra de algunas inteligencias escogidas, pero que no pudieron, sin embargo, salvar ciertos límites.
4. Como se veía una lucha incesante entre el bien y el mal, y que éste dominaba a menudo;como, por otra parte, no se podía admitir racionalmente que el fuese obra de una potencia benéfica,se dedujo de esto la existencia de dos potencias rivales que gobernaban el mundo. De ahí nació la doctrina de los dos principios, el del mal y el del bien. Doctrina lógica para esa época, porque el hombre era todavía incapaz de concebir otra y de penetrar la esencia del Ser Supremo. ¿Cómo podía comprender que el mal no es más que un estado momentáneo de donde puede salir el bien, y que los males que le afligen deben conducirle a la dicha auxiliando su adelanto? Los límites de su horizonte moral nada le permitían ver fuera de la vida presente. No podía comprender ni que hubiera progresado, ni que progresaría individualmente. Y aún menos que las vicisitudes de la vida fuesen resultado de la imperfección del ser espiritual que está en él, que preexiste y sobrevive al cuerpo, y que se depura en una serie de existencias, hasta que haya alcanzado la perfección. Para comprender el bien que puede salir del mal, no debe mirarse una sola existencia. Es preciso abrazar el conjunto, sólo entonces aparecen las verdaderas causas y sus efectos.
5. El doble principio del bien y del mal fue durante largos siglos, y bajo diferentes nombres, la base de todas las creencias religiosas. Se personificó bajo los nombres de Orimaze y Arimane
entre los persas, de Jehová y Satanás entre los hebreos. Pero como todo soberano debe tener
ministros, todas las religiones admiten potencias secundarias o genios buenos o malos. Los paganos
los personificaron en multitud innumerable de individualidades, teniendo cada una atribuciones
especiales para el bien y para el mal, para los vicios y para las virtudes, y a las cuales dieron el
nombre genérico de dioses. Los cristianos y los musulmanes heredaron de los hebreos los ángeles y
los demonios.
6. La doctrina de los demonios tiene, pues, su origen en la antigua creencia de los principios del bien y del mal. No vamos a examinarla aquí sino bajo el punto de vista cristiano, y para ver si está en relación con el conocimiento más exacto que tenemos hoy de los atributos de la Divinidad.
Estos atributos son el punto de partida, la base de todas las doctrinas religiones: los dogmas,el culto, las ceremonias, los usos, la moral, todo está en relación con la idea más o menos exacta,más o menos elevada que se tiene de Dios, desde el fetichismo hasta el cristianismo. Si la esencia íntima de Dios es aún un misterio para nuestra inteligencia, nosotros, sin embargo, lo comprendemos mejor que no lo ha sido jamás, gracias a las doctrinas de Cristo. El cristianismo, conforme en esto con la razón, nos declara que: Dios es único, eterno, inmutable, inmaterial, todopoderoso, soberanamente justo y bueno, infinito en todas sus perfecciones.
Lo hemos dicho en otra parte (Cáp. VII. “Penas eternas”). Si se quitara la más pequeña parte de uno solo de los atributos de Dios, no sería Dios, porque podría existir un ser más perfecto. Estos atributos, en su plenitud más absoluta, son, en el criterio de todas las religiones, la medida de la verdad de cada uno de los principios que enseñan. Para que uno de estos principios sea verdadero,es preciso que no ataque a ninguna de las perfecciones de Dios. Veamos si sucede lo mismo con la doctrina vulgar de los demonios.
El Cielo y el Infierno o la Justicia Divina según el Espiritismo - Allan Kardec
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El verdadero espírita
"El espírita es reconocido por el esfuerzo que hacen para su transformación moral y para superar sus tendencias hacia el mal." - Allan Kardec
El verdadero espíritu es el que acepta los principios básicos de la Doctrina Espírita. Cuando el médico le pregunta: ¿Es usted el espíritu? Por lo general, él responde: "Estoy tratando." En realidad, la respuesta debe ser ninguna duda, yo soy el espíritu! En cuanto a la calificación de ser perfecta o moral es otra cosa que no exime a la profitente por ser tajante en su respuesta. En este punto, el practicante no debe flaquear en su definición, como Allan Kardec fue claro en su explicación afirmando que reconoce el espíritu en sus esfuerzos por su transformación, y no por sus supuestas virtudes o cualidades, poco comunes en los habitantes de este planeta .
Lo que sucede a menudo, ya sea principiante o incluso el más antiguo, es que es más conveniente no dar por sentado un. Más responsable o estar de pie con un pie en la canoa y el otro en la tierra Se reconoce por en ciertos momentos que se desea dar una pantalla de modesto, pero no puede ser justificado desde el punto de vista de la definición personal.
Por cierto, recuerdo oír una emisora de radio en la capital una declaración de un sacerdote católico, en referencia a los católicos, que asisten a los Centros Espíritas de la habitual y pases "aguinha fluidizado" y pasar su vida sin la más mínima noción de lo que representa el paso y el agua. Para estos medios-tat-medio-no, el reverendo mencionó que se llama "catóritas". Es curioso, no?
¿Cómo llamar a los espiritistas que se dedican a trabajar en centros espiritistas, pero aún así bautizar a los niños, bajo el pretexto de que cuando más elegir su propia religión, se casan a sus hijos en la iglesia con la pompa y la ceremonia de costumbre, para hacer su Primera Comunión las tradiciones de la Iglesia Católica, etc?
Cuando los centros espiritistas para organizar realmente la prestación de sus clientes, y el paso de agua y fluidos, la orientación doctrinal para una mayor comprensión de los principios básicos que deben guiar al alumno y los trabajadores de Seara Espírita sin duda tienen un verdadero espíritu nueva posición en la sociedad, la más convincente, ya que será de distinguir lo que es espíritu, de acuerdo con la analogía explícita por Allan Kardec en las obras básicas, organizado por el codificador, bajo la dirección de los benefactores espirituales.
"La solidaridad, la unión será. Será separado de cada uno otros puntos de vista. Juntos podemos lograr el cumplimiento de nuestros propósitos. "
Bezerra de Menezes
(Publicado en La Voz Oficial del Espíritu - Número 92: diciembre de 1998)
Por: Jamil Salomão.
"El espírita es reconocido por el esfuerzo que hacen para su transformación moral y para superar sus tendencias hacia el mal." - Allan Kardec
El verdadero espíritu es el que acepta los principios básicos de la Doctrina Espírita. Cuando el médico le pregunta: ¿Es usted el espíritu? Por lo general, él responde: "Estoy tratando." En realidad, la respuesta debe ser ninguna duda, yo soy el espíritu! En cuanto a la calificación de ser perfecta o moral es otra cosa que no exime a la profitente por ser tajante en su respuesta. En este punto, el practicante no debe flaquear en su definición, como Allan Kardec fue claro en su explicación afirmando que reconoce el espíritu en sus esfuerzos por su transformación, y no por sus supuestas virtudes o cualidades, poco comunes en los habitantes de este planeta .
Lo que sucede a menudo, ya sea principiante o incluso el más antiguo, es que es más conveniente no dar por sentado un. Más responsable o estar de pie con un pie en la canoa y el otro en la tierra Se reconoce por en ciertos momentos que se desea dar una pantalla de modesto, pero no puede ser justificado desde el punto de vista de la definición personal.
Por cierto, recuerdo oír una emisora de radio en la capital una declaración de un sacerdote católico, en referencia a los católicos, que asisten a los Centros Espíritas de la habitual y pases "aguinha fluidizado" y pasar su vida sin la más mínima noción de lo que representa el paso y el agua. Para estos medios-tat-medio-no, el reverendo mencionó que se llama "catóritas". Es curioso, no?
¿Cómo llamar a los espiritistas que se dedican a trabajar en centros espiritistas, pero aún así bautizar a los niños, bajo el pretexto de que cuando más elegir su propia religión, se casan a sus hijos en la iglesia con la pompa y la ceremonia de costumbre, para hacer su Primera Comunión las tradiciones de la Iglesia Católica, etc?
Cuando los centros espiritistas para organizar realmente la prestación de sus clientes, y el paso de agua y fluidos, la orientación doctrinal para una mayor comprensión de los principios básicos que deben guiar al alumno y los trabajadores de Seara Espírita sin duda tienen un verdadero espíritu nueva posición en la sociedad, la más convincente, ya que será de distinguir lo que es espíritu, de acuerdo con la analogía explícita por Allan Kardec en las obras básicas, organizado por el codificador, bajo la dirección de los benefactores espirituales.
"La solidaridad, la unión será. Será separado de cada uno otros puntos de vista. Juntos podemos lograr el cumplimiento de nuestros propósitos. "
Bezerra de Menezes
(Publicado en La Voz Oficial del Espíritu - Número 92: diciembre de 1998)
Por: Jamil Salomão.
NOTA IMPORTANTE: Los lunes,miércoles y jueves a las 22,30 horas, pueden participar en el chat de la Federación Espírita Española.
Los viernes a las 23,00 horas se os invita a asistir a una conferencia en la misma sala.
Los domingos a las 21,30 horas tenemos la clase de Estudio del Espiritismo por el "Grupo espírita Sin Fronteras".dirigido por Carlos Campetti-
Y además recomiendo los Blogs:
El espirita albaceteño.- elespiritadealbacete.blogspot.com.es
Albacete espírita: espiritismoalbacete.blogspot.com.es
kardeciano.blogspot.com
elblogdeazucena.blogspot.com
marinamiesdeamor.blogspot.com
boletin-nuevaesperanza.blogspot.com
ade-sergipe.com.br
ceesinfronteras.es/eventos.htm
espiritistas. es
Revista virtual AMOR, PAZ Y CARIDAD : www.amorpazycaridad.com
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