INQUIETUDES ESPÍRITAS
1.- Por qué sufría yo
2.- Comunicación de ultratumba
3.- Algunas ideas sobre el materialismo
4.- Estructura del Cuerpo Espiritual
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" POR QUÉ SUFRÍA YO "
Mi padre partió el 19 de junio de 1999, pero la muerte no nos ha separado.
Cuando pienso en él, lo que recuerdo es su venida entre los espíritas.
Hace ya quince años** y si remonto el tiempo, puedo decir que muy pronto, tuvimos noticias de su estado; sí, desde el 21 de junio, un Espíritu vino a indicarnos que papá había llegado al más allá, recibido por su guía que lo esperaba en las puertas de la materia para dirigirlo hacia el amor del astral.
Mi padre no conoció pues una gran turbación, se manifestó rápidamente, diciendo:
“Porque sufría, porque tenía miedo, sí hija mía, sí hijo mío, dudaba de ustedes y de su espiritismo. Porque estoy vivo, porque ya no sufro, a ustedes, espíritas, les canto mi liberación. A ti, Jeanine, te digo, no llores más y cree en mi libertad, cree en mi felicidad. Porque escribo, siento la dificultad de los últimos momentos pero quería decirles gracias por existir y por rezar”.
Su sufrimiento era doble: estaba afectado por un cáncer de los pulmones y también estaba afectado en su alma por la prematura separación de su hija que, varios años antes, había sido atropellada por un auto, a los ocho años y medio.
Por no haber aceptado nunca aquella muerte brutal, rechazaba nuestro espiritismo, a mi hermano, a mi madre y a mí pues los tres éramos espíritas.
Con los años, recuperó fuerza y serenidad, alegría de poder manifestarse más allá de la muerte, feliz de haber encontrado a aquella por quien, y para quien, el deseo de vivir verdaderamente, le fue arrebatado: “Vivo, vivo, vivo y comprendo y aprendo, aprendo a amar la vida. Sufrí en la muerte pero no en el más allá, soy feliz”.
Cuando mi madre se reunió con él en diciembre de 2004, fueron ambos los que se manifestaron en un mismo y único mensaje: “¿Hace falta repetir y volver a escribir la alegría como la felicidad recobrada? Sí, lo repito para que no tengan ninguna inquietud, ninguna nostalgia. Papá está conmigo y los abraza a todos. Se les quiere y se les sigue”.
Su última venida data de enero de 2011 donde dijo: “Sé cuánto piensas en mí todavía, hija mía y eso me da gusto. Sé cuánto me amas y en este mensaje vengo a hablarte de mi avance. Sabes, Fabienne, la muerte transforma al ser. En primer lugar lo hace encontrarse, luego lo hace crecer. Entonces, ahora, desde hace años, he crecido, he comprendido, he aprendido. Es más allá donde se ubica la verdadera vida. Ves, ¡hasta he aprendido a hablar correctamente! Soy feliz, tan feliz con tu madre recobrada y que vive a mi lado. Quizás para mi felicidad no falta sino la presencia de mi pequeña Michèle. Pero fue muy necesario que aceptara verla en otra parte (reencarnada), y por cierto, cerca de ti. Entonces mi Michèle se convirtió en Pablo, yo la miro, también me encuentro con ella en el sueño y vengo a decirte con alegría que su espíritu se libera y que encuentra el equilibrio. Mi guía siempre está cerca de mí, es tan grande, tan fuerte, tan amoroso que el Bouboule (su apodo) (*) muere una y otra vez para renacer en sí mismo. Te amo hija mía y estoy tan cerca de ustedes con mamá y tan feliz de verte vivir esta idea tan hermosa y tan verdadera”.
Por Fabienne Ducourneau – Traducción de Ruth Neumann Publicado en la revista Le Journal Spirite en Español. la Revista del Círculo Espírita Allan Kardec de Nancy (Francia). Nº 98 Octubre – Diciembre de 2014.
Escrito por Reproducciones de Zona Espírita
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COMUNICACIÓN DE ULTRATUMBA
" Cuando os sentís abandonados por la Providencia, soléis pensar: "Dios no se acuerda de mí", y Dios, hermanos míos, no es quien se aparta de vosotros; sois vosotros los que abandonáis a Dios, y como os alejáis de Él, que es la luz de las almas, sentís necesariamente que las tinieblas y el frío invaden vuestro espíritu.
Si pertenecéis a esa pequeña minoría que siente la intervención Divina en los sucesos que constituyen la trama de la vida, entonces decís en vuestro fueron interno: He pecado y Dios me abandona porque he practicado el mal. Pero por lo regular no os fijáis precisamente en aquellas acciones en que os habéis faltado a vosotros mismos y a la ley de la caridad; porque tenéis tan errada la idea de la justicia, del bien, de la caridad, que solo encontráis reprochable cierto número de acciones, que quizás y sin quizás, no son las que más trastornan el orden y la ley de la conciencia; porque en su origen no tuvieron por estímulo ni la premeditación, ni el conocimiento, que constituyen la responsabilidad de los hechos.
Yo, hermanos míos, qque procuro vuestra elevación; que lamento vuestro continuo errar y que deseo el perfeccionamiento de mis hermanos terrestres, os quiero advertir de aquellas acciones y omisiones que con tanta lenidad mira el hombre, y en las que más se aparta de los preceptos evangélicos y del deber de la conciencia.
Vosotros buscáis todo provecho para la tierra; por eso no omitís ni el sacrificio ni la diligencia, para servir al rico, al magnate, a aquél de quien pretendéis esperar la recompensa de vuestros obsequios o la satisfacción de vuestra vanidad; en cambio, la más mínima parte del tiempo que os sobra, de la diligencia que nada os cuesta; de las migajas que os sobran de vuestra mesa, cuando se trata de un desheredado, de uno de aquellos que no pueden recompensar, ni premiar, ni halagar vuestro orgullo, lo estimáis como un sacrificio de sumo valor, o cuando menos, os consideráis muy satisfechos, como el complimiento pleno del deber de caridad que os hace dignos de las recompensas de lo Alto.
Ahora, escuchad lo que Cristo recomienda a los suyos, a los Cristianos:
" Cuando deis banquetes- dice el Salvador- no convidéis a vuestra mesa a aquellos que de nada carecen, porque ellos os pueden convidar a su vez; llamad a vuestra mesa a los pobres, a los estropeados, que nada pueden hacer en obsequio vuestro, y vuestro Padre os otorgará a su vez un asiento en su gloria". Servid, hermanos míos, a los que necesiten; trabajad en obsequio de los que nada pueden; alimentad y socorred a los que de todo carecen; que Dios está muy cerca de aquellos a quienes el mundo vuelve las espaldas.
Si solo buscáis la conveniencia, el interés de las cosas terrenales, que hoy son y mañana pasan, ¿ cómo queréis que se os otorgue protección?. Si no sois verdaderamente misericordiosos, ¿ cómo podéis esperar misericordia?. Si sois duros, injustos, indiferentes, ¿ cómo podéis pedir protección y caridad para vuestras miserias, luz para vuestras tinieblas, consuelo para vuestros dolores?
¡ Ah !, pensad en vosotros mismos, os ruego, antes de elevar vuestras súplicas al Padre.
- Angel- (Espíritu)
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Algunas
reflexiones sobre el Materialismo
El materialismo es una doctrina
filosófica cuyos orígenes se remontan
hasta el siglo VI a.C. y llega hasta nuestros días con los intentos de creación de una
inteligencia artificial que sustituya a la mente humana y así se demuestre que
como con el cerebro, la mente procede de la materia..
En
todas las épocas la historia humana ha habido famosos filósofos de esta
tendencia, como han sido Tales de Mileto, Demócrito, Epicuro, Aristóteles, que
pretendió conciliar las vertientes materialistas e idealistas en la filosofía
griega; Francois Bacon, defensor del materialismo naturalista; Descartes, impulsor en Francia del materialismo mecanicista con
su teoría dualista por la que se separa radicalmente el espíritu y la materia;
en Italia Tomasso Campanella y Giordano
Bruno defendieron el Panpsiquismo, por el que toda materia tiene una fuerza
interior que adquiere cualidades anímicas o conscientes. Según esta idea, por
la integración de dos átomos en moléculas gigantes de materia viva, se propicia
el surgimiento de la memoria, y en el hombre la consciencia.
La idea materialista afirma que todo cuanto existe es materia, y que cada molécula tiene sus propiedades naturales, formando estas el
Universo entero. La concepción antagónica del materialismo es el Idealismo.
La realidad de la materia es algo
incuestionable para nuestros sentidos físicos, pues vivimos en un mundo
material que nos condiciona, sin embargo
la realidad espiritual del ser humano como Ente, antes y después de la
muerte, ha sido mantenida solamente por la fe en las diversas religiones
durante todas las épocas de la Humanidad.
Los materialistas sostienen que la
materia se gobierna a sí misma por leyes
ciegas y mecánicas. Afirman que solo la materia es eterna teniendo en cuenta solamente el aspecto
biológico, pero no el espiritual; que no
hay mas vida que la que tenemos ahora y
que la Vida, no es mas que un accidente debido a la combinación química de la
materia que coincidió casualmente, y que
la originó.
Para el materialismo, la materia en
movimiento es la única realidad del Universo y abarca desde el reino mineral
hasta el vegetal y el animal, en los que produce efectos como la conciencia y
las emociones.
Por supuesto, niegan la existencia de
Dios y del alma, pues no conciben que pueda existir un ser que sea real y
eterno y que además no sea material y por tanto no tenga ninguna forma, ni
humana ni de otra clase.
Lo que llamamos el Alma, ser inmaterial, con sus
facultades intelectuales y la conciencia, según esta filosofía, solo sería una función
del organismo que se forma con el mismo y que se desvanece tras la muerte.
El vacío y la
oscuridad de muchas doctrinas religiosas y los abusos de toda clase que han
engendrado, han llevado a muchos al escepticismo y a creer fácilmente que al
final todo termina con la muerte y que después no hay nada, cayendo así en una
concepción materialista, sin esperanza y sin fundamento de la vida, y en un
estado de profundo egoísmo hacia los demás, al considerar que solo tenemos esta
única existencia y que existimos solo
por casualidad mientras estamos aquí, pero que al final nos aguarda la nada, y que lo que todo lo que no abusemos y disfrutemos ahora,
caiga quien caiga, aunque tengamos que utilizar a los demás y hasta
perjudicarles si es necesario, como si los demás humanos solo fuesen meros
instrumentos impersonales para el logro
de nuestros fines.
El materialismo dialéctico del filósofo Karl
Marx, basado en la dialéctica de Hegel, no se limita a pensar en el mundo sino
que pretende transformarlo con sus principios fundamentales que han tenido como objeto transformaciones
económicas y sociales, sin embargo esta variante de la filosofía materialista
solo ha producido doctrinas que por si
solas carecen de elementos para transformar el mundo. Esta transformación solo
es posible partiendo de una reforma moral e íntima de cada Ser humano, y el materialismo no nos conduce
a ninguna mejora moral.
Con la negación de la vida después de la muerte que sostienen los
materialistas, los actos buenos o malos conducen al mismo resultado: a la nada, por lo que el Ser no tiene razón
alguna para contener sus instintos y en consecuencia, solo actuará para sí en un culto lógico al egoísmo..
Ante estas tristes ideas, se puede objetar que, posiblemente si no
existiese una Inteligencia Suprema gobernando todo el Universo mediante unas
leyes sabias, previsoras y justas, cómo nos podríamos explicar la perfección y previsión matemática del
cosmos, que no puede deberse solo al azar; ni ese impulso que en todos los tiempos han mostrado
todos los Seres y formas de vida, para ir transformándose hacia formas cada vez
mas perfectas. Si la materia ciega e
inconsciente no estuviese regida por unas leyes inteligentes, ¿Cómo se podrían
explicar la diversificación de sus elementos, hasta constituir todas las
maravillas y todos los Seres de la Naturaleza, desde la ameba, el insecto o la
flor hasta el Ser humano y hasta el perfecto ordenamiento en el espacio estelar
de los cuerpos celestes que por él circulan?; ¿Cómo la materia inconsciente se
puede autogobernar por unas leyes indudablemente inteligentes?; ¿Cómo la “no
inteligencia” puede crear una inteligencia que la gobierne?....
Si el mundo no fuese mas que un
compuesto de materia gobernado por una fuerza ciega que llamamos casualidad, no
existiría la sucesión regular y continua de los mismos fenómenos, dentro de un
orden establecido. La vida sería un accidente y una excepción, no un fenómeno de orden general que lleva a adoptar
formas cada vez mas perfectas y complejas
en todos los seres de la
naturaleza; ¿ si la materia por si sola no razona, cómo ha podido
producir seres razonables y sensibles, capaces de discernir entre lo injusto y lo justo, o
entre el bien y el mal?. El buen sentido nos indica que si el sentido del
bien, de lo justo, y la inteligencia están en nosotros, preciso es que procedan
de una Causa que los posea en grado superior a nosotros; si en el mundo
observamos que existe
un
orden establecido mediante unas leyes
naturales que lo van conduciendo por una evolución gradual e ilimitada, preciso
será admitir que existe un pensamiento
que lo ha concebido.
Según los
materialistas, los Seres humanos solo somos un cuerpo de carne que vive,
y produce la inteligencia que segrega al igual que segrega el sudor o los jugos
gástricos. Toman el efecto por la causa, al afirmar que esas energías
inteligentes solamente son el producto de la materia cerebral. Bajo estas
premisas, lógicamente, cuando el cuerpo se desintegra después de la muerte, las
energías creadas por él también se
desintegrarían.
Del materialismo se desprenden
conceptos antimorales y antisociales, como lo son el machismo y el feminismo,
porque al no considerar en nosotros nada mas que nuestra parte física, hace de
la mujer un ser inferior por el hecho de tener menos fuerza física, y
finalmente la arrastra hacia el sensualismo, considerándola como un objeto, y
esta a su vez se atrinchera en una postura opuesta de enfrentamiento con el
hombre, para mantener no solo una igualdad, sino demostrar una superioridad
inexistente, pues siendo las características psíquicas diferentes entre el
hombre y la mujer, son complementarias y necesarias para sostener la
convivencia en la familia y en la sociedad.
El materialismo es una doctrina que
anula las esperanzas de sobrevivencia, abreviando las metas de la vida al
retirar las resistencias morales ante el sufrimiento, o los acontecimientos
desastrosos, o las insatisfacciones de cualquier clase.
Obviamente, existen muchísimas personas que militan en las huestes del
materialismo y aun así mantienen una
filosofía existencial digna y una estructura ética respetable.
Si en nosotros hay Amor, inteligencia,
bondad, y sentido de lo bueno y de lo
malo, de lo justo y de lo injusto, de lo bello, de lo ético y de lo estético,
que son conceptos inmateriales, es preciso concluir que todos estos atributos
no los produce la materia bruta e irracional, sino que proceden de un Origen de
ese mismo orden inmaterial, que debe
poseerlos todos en grado sumo, por lo que la negación de la existencia de Dios
que sostiene el materialismo, queda sin fundamentos lógicos.
El principal peligro espiritual que
encierra esta filosofía, es que el ser humano, ante los sufrimientos y pruebas
de la vida, y sin la esperanza o
seguridad de un más allá, puede dejar de encontrar sentido y motivación para
afrontar las luchas y sufrimientos, encontrando
además que no hay motivos para
respetar a los demás ni para respetarse a sí mismo, ni para reprimir toda clase
de apetitos y deseos.
Las afirmaciones temerarias de las religiones
y los dogmas de fe irracionales e inaceptables, han producido la descreencia en
los valores religiosos. Así como las
religiones dogmáticas nos han conducido a
la arbitrariedad y al despotismo, con el materialismo, los seres humanos
se ven abocados inevitablemente a la anarquía y al nihilismo.
Esta doctrina de consecuencias
filosóficas negativas, solo le deja a la
conciencia humana el camino de callarse
ante lo injusto y ceder ante el instinto brutal para conseguir cuanto le place al ego
inferior, pudiendo caer bajo un brutal
estado de egoísmo y de envidia,
quedándole solo la salida lógica del suicidio ante las dificultades de
la vida.
-Jose Luis Martín-
“De
ahí la limitación de Freud que
investigaba factores mórbidos en las personas en un lapso de tiempo que va
desde la cuna hasta el presente, ignorando que la verdadera individualidad del
hombre se genera en el tiempo y en el espacio, remontándose algunos milenios
atrás”.
-Espíritu Ramatis, a través del médium Dr. Hercilio Maes –
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ESTRUCTURA DEL CUERPO
ESPIRITUAL Inicialmente,
buscando facilitar una visión más clara del mecanismo de la reencarnación, es
necesario reportar al estudio del cuerpo espiritual.
Cuando las entidades
espirituales se nos hacen visibles, sea por la simple videncia
mediúmnica, sea por el fenómeno de materialización ectoplásmica, observamos que
ellas poseen un cuerpo semejante a nuestro cuerpo físico. En el fenómeno de la
materialización, tan estudiado por el famoso físico inglés William Crookes y
por el premio Nóbel de Medicina y Fisiología, Charles Richet, los Espíritus se
hacen visibles y palpables a todos los presentes a la sesión de estudios.
Innegable es, sin
duda, que existen, trampas, fraudes conscientes e inconscientes; no obstante,
la gran frecuencia de los fenómenos y el elevado nivel cultural y ético de las
personas seriamente envueltas demuestran su realidad.
Aunque la esencia
espiritual no tenga forma, pues el principio inteligente, los
Espíritus poseen un cuerpo espiritual anatómicamente definido y con una
fisiología propia.
En los planos
espirituales tenemos noticias, por numerosos médiums fiables, como Francisco
Cándido Xavier (Chico) y Divaldo P. Franco, de la organización de comunidades
sociales que los espíritus constituyen, a veces semejanza a las terrestres.
La energía cósmica
universal o fluido cósmico que llena todo el universo es la materia
prima que el comando mental de los Espíritus utiliza para la constitución de
los objetos por ellos manipulados. Las informaciones más detalladas fueron
reunidas por Kardec en “El Libro de los Médiums”, en el capítulo – Del Laboratorio
del Mundo Invisible.
El cuerpo de los
Espíritus, ya mencionados por el apóstol Pablo y conocido en las diversas
religiones con los más diferentes nombres, tales como periespíritu, cuerpo
astral, psicosoma y otros, esta también constituido de un tipo de
materia derivada del fluido cósmico universal.
El cuerpo espiritual
se presenta moldeable conforme las emanaciones mentales del Espíritu. Cada
Espíritu presenta su periespíritu con aspecto correspondiente a su estado
psíquico. La mayor elevación intelecto-moral va a determinar como consecuencia
una sutilización del propio cuerpo espiritual. En contrapartida, los Espíritus
cuyas vibraciones mentales son más inferiores determinan, inconscientemente,
que su cuerpo espiritual se presente más denso y oscurecido, no teniendo la
irradiación luminosa de los primeros.
Conforme se tienen
noticias a través de numerosos autores espirituales, el periespíritu
se presenta estructurado por aparatos o sistemas que se constituyen de órganos;
esos órganos están formados por tejidos que, a su vez, están constituidos por
células.
Según referencias en
las obras de Gustavo Geley y Jorge Andrea, las células del cuerpo espiritual,
en un nivel más profundo, son formadas por moléculas que se constituyen por
átomos. Los átomos del periespíritu están formados por moléculas por elementos
químicos nuestros conocidos, además de otros desconocidos del hombre encarnado.
Elementos como hidrógeno y además del uranio, que en la Tierra representan los
límites de la materia atómica conocida.
Los átomos y
moléculas que constituyen las células del periespíritu poseen una energía
cinética propia que es la fuerza determinante de su vibración constante. Cuanto
más evolucionada es la entidad espiritual mayor velocidad son los átomos del
peri espíritu.
De la misma forma,
conforme el adelantamiento moral del Espíritu, mayor el alejamiento entre las
moléculas que componen el periespíritu, por su vibración, de ahí la menos
densidad de su cuerpo espiritual. Una analogía: el agua en estado líquido,
hervida se transforma en vapor por la mayor energía cinética de sus moléculas,
determinando un alejamiento entre ellas derivado de la vibración más intensa
que pasan a tener. En este ejemplo simple podemos mentalizar el porqué de la
ligereza del cuerpo espiritual de las entidades cuyo padrón vibratorio es más
elevado.
En el libro
“Mecanismos de la Mediumnidad”, de André Luiz, psicografiado por F. Cándido
Xavier, encontramos elementos complementarios sobre esta información.
Espíritus de alta
jerarquía moral poseen vibraciones de alta frecuencia, o sea, las ondas que
emiten o irradian son “finas” o de pequeño expansión de onda.
Los Espíritus más
ignorantes o moralmente inferiores poseen vibraciones de baja frecuencia: las
ondas que emiten o irradian son más “amplías” o de gran espacio.
Las energías emanadas
por las vibraciones de las moléculas periespirituales se traducen también por
una irradiación luminosa con colores típicos. Los Espíritus son vistos por los
videntes o descritos en las obras psicografiadas emitiendo colores y tonos
bastante peculiares a su grado de adelantamiento.
Cuanto más primitiva
fuera la entidad espiritual, más oscuros son tonos de los colores y más opacos
se presentan. A medida que suben peldaños más elevados en la escala del
progreso, pasan a emitir una luminosidad más clara y cada vez más brillante.
Resaltemos, no obstante que, transitoriamente, por la postura mental adoptada,
transcurrente de situaciones momentáneas, las vibraciones se aceleran o
desaceleran, determinando modificaciones en la estructura del cuerpo
espiritual, y todo el conjunto se altera. Son descritos casos de zoantropía o
licantropía donde las formas periespirituales se animalizan por la postura de
odio recalcitrante u otros sentimientos inferiores, deformadores del cuerpo
espiritual. El tratamiento reparador de estas deformaciones se efectúa
con la energización de los Espíritus que hemos observado en los
trabajos mediúmnicos de que participamos.
Ricardo Di Bernardi
Adaptación: Oswaldo
E. Porras Dorta
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