INQUIETUDEES ESPÍRITAS
1.-¿ Por qué nos creó Dios, sabiendo que muchos se iban a condenar al infierno eterno?
2. La cura de la obsesión (1)
3.- Subyugación espiritual y locura
4.- La cura de la obsesión (2)
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¿ POR QUÉ NOS CREÓ DIOS, SABIENDO QUE MUCHOS SE IBAN A CONDENAR AL INFIERNO ETERNO ?
Esta interrogante recuerdo que ya me la planteaba yo, entre otras, en mi lejana infancia, y seguramente que no era el único en meditar sobre tales extremos.
No
cabe duda que la idea del Infierno y los demonios es la que más cantidad de
ateos ha generado en todas las épocas porque resulta totalmente
irracional y descabellada, además de que contradice la Bondad y la
Sabiduría Suprema de Dios, infinitamente perfecto, justo y
bueno. Y este sentido de la Perfección Suprema, no puede ofrecer sombras en
cuanto a la lógica y coherencia, pues de ese modo admitiríamos sombras de duda
que harían muy frágil nuestra creencia en la perfección del Ser Supremo.
Si Dios hubiera podido ser
así de cruel, sería contradictorio a Su naturaleza, porque sería admitir que es bueno y
malo al mismo tiempo, por lo tanto imperfecto, y el ser humano, por las
bondades y perfecciones sabias que aprecia en la Naturaleza y en el Cosmos, que
le hablan del Creador cono la suma de la Perfección, la Inteligencia, la
Armonía y, sobre todo el Amor, nadie puede aceptar en su fuero
interno los dogmas religiosos que enturbian tanto la idea de un Ser infinitamente Perfecto, a no ser que su mentalidad esté cegada por una falsa educación
recibida en el seno de esas culturas religiosas humanas con conceptos tan deformantes muchas veces de
la idea del Ser Supremo Origen de todo y que llamamos Dios..
Si la perfección, sabiduría y Amor infinitos se
presentaran en su grado supremo en una inteligencia o ese dios fuese al mismo
tiempo así de malo, cruel e insensible, estaríamos ante el concepto de un
Ser peor, que el peor de los seres humanos,
porque ¿ Qué padre humano sería tan jnfinitamenete cruel para
con sus hijos?; ¿ Acaso Dios podría ser peor que sus criaturas
humanas?. Ese dios tan monstruoso e imperfecto que nos han presentado las
religiones, si en verdad existiese sería un dios menor, pequeño y tarado, pero
a todas luces comprendemos y sentimos que el Creador no puede ser así, al mismo tiempo, bueno y malo, pues a Dios solo se le puede entender como a un Ser Supremo y
absolutamente Perfecto.
Al aceptar esta idea de Dios así,
sería normal creer que el acto de la creación Divina del Ser
humano, no fue un acto de bondad, sino de refinada crueldad, lo cual es absolutamente absurdo, injusto e impensable.
Si sabemos
que Dios solo puede ser Bondad y Perfección infinitas, es imposible que a su
vez fuese tan sumamente imperfecto, cruel e injusto. Así lo han deformado las teologías porque, según el dogma de las penas eternas, cuando nos creó Él
sabía que nos iba a tener que castigar eternamente, sin más posibilidad de
perdón, por lo que en ese caso, no nos debió haber creado y desde luego
si así lo hizo, no actuó como un Ser infinitamente bueno sino que
actuó de un modo infinitamente implacable y cruel; y si no lo
sabía, entonces supondría que no era un Ser infinitamente justo, bueno sabio y previsor, y que su creación “se le fue de las manos”. El Verdadero
Dios, un Ser infinitamente Perfecto en todos Sus atributos no pudo ser tan torpe.
También parece absurdo admitir que un
momento de arrepentimiento al final de la vida es suficiente para obtener
el perdón eterno, mientras que si ese arrepentimiento del Ser fuera un
momento después de haber dejado este mundo, ya sería un
arrepentimiento tardío y sin efecto; es como si después de dejar en
la Tierra nuestro cuerpo, Dios dejase de amarnos y se volviese
insensible, duro e injusto.
¡ Desde luego, ese dios menor tan imperfecto y absurdo
que nos pintaron las religiones, no es mi Dios, ni el de tanta gente que no ha podido creer en
ese dios tan pequeño, imperfecto, tarado y en definitiva,
inexistente, que nos hicieron creer las religiones humanas ¡.
- José Luis Martín-
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LA CURA DE LA OBSESIÓN
(1 )
( Iniciamos aquí el primer tramo de seis, en que he dividido este trabajo aportado nuestra amiga Merchita, dado la extensión total del mismo. Cada una de ellas, con el fin de no fatigar al lector, se irán publicando intercaladas con otros trabajos de otros temas.)
La cura de la obsesión es un trabajo milenario sobre la tierra. La adquisición de la paz es el resultado de luchas y esfuerzos que disciplinan al ser, condicionándole los hábitos saludables, con los cuales entra en armonía con la vida.
La mente del hombre es el espejo que refleja los estados íntimos, las conquistas logradas y las que están por conseguir. En los paisajes mentales se expresan fácilmente los estados múltiples de la personalidad, que encadenan éxitos y fracasos, que se exteriorizan en formas depresivas, ansiosas, traumáticas, neurasténicas y otras, que dan origen a enfermedades psíquicas de variada y compleja enumeración.
La mente, en el torpe comercio de los intereses subalternos, produce una spicoesfera pestilente, de la cual se nutren vibriones psíquicos, formas-pensamiento mezcladas con Entidades perversas, viciadas y dependientes, en un espectáculo desordenado, deprimente.
El hombre es el compendio de sus anhelos y realizaciones. Mientras él no elabore elevadas necesidades íntimas, se eternizará en las permutas groseras de la faja de los instintos primitivos. Por esta causa, la Humanidad padece urgentes carencias en las aéreas rudimentarias de la vida… Al dejarse martirizar por deseos inconfesables, aun no se ha decidido a seguir la conducta realmente emocional, que le permita el trabajo interior para deshacerse de las sensaciones que responden por los intereses groseros, generadores de las luchas por la posesión, con predominio del egoísmo.
Cuando fijamos en la mente paisajes sombríos perdemos la percepción estética de las visiones armónicas de la Naturaleza. De la misma forma que el hombre experimenta las sensaciones del placer salvaje, pierde interés en adquirir los valores estéticos y liberadores del alma. La transposición de proyectos y aspiraciones, mientras está en el área de la voracidad y de la exageración carnal, solamente sobreviene del pesado tributo de dolor y de los fuertes aguijones de la aflicción
Toda ascensión exige la colaboración del sacrificio y de las renuncias. La visión de los amplios horizontes coloridos, solamente es lograda después de la victoria sobre las caídas sombrías y los caminos tortuosos.
El fatalismo de la vida es para el bien y el destino es para la felicidad. Conseguirlos al impulso del amor o conquistarlos con sufrimiento, son las únicas opciones que tendrá que escoger.
Los Espíritus fuertes son los que procuran conquistar lo bello y liberarse de los vicios, marchando al frente, con frenesí, despertando al mismo tiempo a los que yacen rezagados que están bajo el influjo de la ilusión y encadenados a los placeres seductores y venenosos.
Todos tenemos un día que haber conquistado el amor. El deber del buen cristiano es extender hasta el infinito su cielo para que los que sufren en la vida, encuentren la paz y la esperanza.
Todos los seres humanos tienen el auxilio paternal de Dios, las Entidades Benefactoras, se encargan de auxiliar a los alineados en ambos planos de la vida, participan de las ocupaciones en la caridad fraternal, llenos de amor y profundo respeto hacia las víctimas, cuidándose de no censurarlas, ya que comprenden que el cuerpo es efecto y no causa de la vida, y en él se establecen las bases de la elevación; cuando los seres tomen conciencia de que la cuna es la puerta que se abre para el cuerpo como el sepulcro es el que la cierra, sin que nadie entre o salga de la vida; cuando se establezcan metas que traspasen los limites de una breve existencia corporal, será diferente la actitud que habrá de asumirse ante las situaciones y circunstancias de lo cotidiano.
Solamente la visión de la Reencarnación, proporciona mediante una perfecta integración del Espíritu, el proceso de ascensión.
No olvidemos que el bien posee un lenguaje universal en los diccionarios de Dios, que producen valores que pueden ser utilizados en todas partes, merced a los cambios divinos.
Es muy diáfana la línea divisoria entre la salud y el equilibrio mental.
Una ligera excitación, alguna situación depresiva, una ansiedad o un momento de aflicción, la escasez de recursos financieros, la imposibilidad social, la falta de trabajo digno, entre otros muchos factores, pueden llevar al hombre a cambiar su salud mental enajenándolo de forma temporal, pudiendo luego retornar a la posición normal de salud.
Los problemas de orden emocional y psicológico comúnmente son los que conducen al trastorno de la conducta psíquica.
Además de los factores que disponen a la locura, entre lo que se ubica en el karma del Espíritu, hace que muchos individuos se encuentren en plena frontera de la obsesión espiritual que los induce a dar el paso al frente, arrojándolos al angosto camino de la alineación de comportamiento grave y de difícil recuperación…
Los idolatras del sexo, los violentos, los exagerados. Los adictos a vicios de cualquier naturaleza, los pesimistas, los envidiosos, los amargados, los sospechosos incondicionales, los celosos, los obsesos, con los que con mayor facilidad trasponen los límites de la salud mental.
La obsesión es una frontera peligrosa para la locura irreversible.
Al principio, es sutil y transparente; luego, se agrava en razón de la tendencia negativa con que la recibe el infractor de los Soberanos Códigos de la Vida.
Da origen a diversas enfermedades, la principio imaginarias, que recibe por vía telepática, las cuales se pueden transformar en males orgánicos con derivaciones insospechadas a voluntad del agente que induce a la victima que lo hospeda, a situaciones lamentables.
En la tierra, hay mucha más obsesión propagándose de lo que nadie puede imaginar y creer.
En este mundo que es de intercambio mental, vivo y pulsante, cada ser sintoniza con otros equivalentes, prevaleciendo, entretanto, las especies más pesadas de vibraciones negativas, que perturban gravemente la riqueza psíquica, social y moral de los hombres que en el habitan.
No obstante, la vigilancia del amor de Jesucristo actúa en forma positiva, al trabajar con eficiencia, a fin de modificar los dolorosos cuadros de la actualidad, y dar así surgimiento a un nuevo periodo de salud y de paz.
En este contexto, el Espiritismo – que es el más eficaz y sencillo tratado de Higiene Mental – desempeña un importante papel, como el de prevenir al hombre de los males que él genera para si mismo y que puede evitar, como también, le facilita los recursos para superar la problemática obsesiva, al mismo tiempo, apoya y enriquece a los nobles profesionales y misioneros de la Psicología, de la Psiquiatría, del Psicoanálisis…
La adquisición de la paz es el resultado de luchas y esfuerzos que nos disciplinan, condicionándonos los hábitos saludables, con los cuales entramos en armonía con la vida.
La mente es el espejo que refleja los estados íntimos, las conquistas logradas y las que están por conseguir.
Dinamo generador de recursos psicofísicos, dirigido por el Espíritu que se vale de la constitución cerebral, en los paisajes mentales fácilmente se expresan los múltiples estados de la personalidad, que encadenan éxitos o fracasos, que se exteriorizan en formas depresivas, ansiosas, traumáticas, neurasténicas y otras, que dan origen a enfermedades psíquicas de variada y compleja enumeración.
( Continúa....)
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SUBYUGACIÓN ESPIRITUAL Y LOCURA
La subyugación corporal, llevada a cierto grado, ¿puede causar la locura?
“Sí, una especie de locura cuya causa el mundo no conoce, pero que no tiene relación con la locura común.- Entre aquellos a quienes se considera locos, muchos son apenas subyugados. Les haría falta un tratamiento moral, porque con los tratamientos corporales se los vuelve realmente locos. Cuando los médicos conozcan bien el espiritismo, sabrán hacer esa distinción y curarán más enfermos que con las duchas.”
EL LIBRO DE LOS MEDIUMS
ALLAN KARDEC *************************
LA CURA DE LA OBSESIÓN
(2 )
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Frente a esos estados enfermizos, se abren anchas brechas que permiten y estimulan las parasitosis espirituales que degeneran en síndromes obsesivos que muchas veces se prolongan hasta convertirse en subyugaciones de curso irreversible.
a) Recepción de la idea perturbadora
Viviendo en un permanente intercambio, consciente o inconsciente, los espíritus – tanto encarnados como desencarnados – participamos de las vivencias en el cuerpo y fuera de él.
No solo por los procesos de venganza personal, en los cuales los enemigos se buscan para provocarse males y cobranzas injustificables, sino también, por factores de distintos motivos, se asimilan ideas y pensamientos a través de la simple sintonía de la propia onda en que se sitúan las mentes.
Abordada por vibraciones negativas, la mente ociosa o indisciplinada, viciada o rebelde, registra la interferencia y en virtud de no ajustarse a un programa educativo de la voluntad, recibe el impulso de la idea, permitiéndose aceptar la sugestión perturbadora que alberga y se fortalece bajo la natural adaptación de los complejos y traumas de los comportamientos pesimistas que son peculiares a cada uno.
Aceptada la persuasión, se establece un vínculo con las sombras como forma de intercambio psíquico.
b) Intercambio mental.
Una vez fijada la idea infeliz, los archivos del inconsciente desbordan las impresiones angustiosas que duermen almacenadas, confundiéndose en la conciencia con las informaciones actuales, al mismo tiempo que se encuentra en desorden por la influencia de la parasitosis externa que se adueña del campo expuesto, sin defensas.
Por un natural proceso selectivo y teniendo en cuenta las tendencias, las preferencias emocionales e intelectuales del paciente, la obligación impuesta produce una mejor aceptación de los recuerdos perniciosos, que sirven de vehículo y acceso al pensamiento del invasor.
La polivalencia mental, en casos de esta naturaleza, tiende a la idea fija, que produce los cuadros de la fascinación torturante y finalmente los de la subyugación de difícil reversibilidad.
La obsesión simple es una parasitosis común en casi todos los individuos, cuando se la considera la natural comunicación psíquica vigente en todas partes del Universo.
Al tener en cuenta la infinita variedad de las posiciones vibratorias en las que se detienen los hombres, estos sufren, cuando intervienen en esas fajas, al sintonizar a través de un proceso normal, con los otros comensales ahí situados.
Si son portadores de aspiraciones nobles, en donde se instalen consiguen mayor impulso para el crecimiento.
( Continúa)
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