viernes, 28 de septiembre de 2018

Embarazo, una experiencia espiritual


    Hoy estudiamos:

-Elevación, Ascensión y Fuente de Poder
-Cuestiones diversas según el Espiritismo
-Penas temporales
-Origen y forma en la que fueron creados de los Espíritus
-La importancia del Más Allá que no vemos
-Embarazo, una experiencia espiritual



                                                            **********************

                                                                 

  ELEVACIÓN, ASCENSIÓN Y               FUENTE DE PODER

“Semper Ascendens”

En la larga andadura del espíritu a través de su evolución espiritual, así como también en el desarrollo biológico del ser humano existen una serie de constantes que se presentan en todo tiempo y lugar, así como en cada periodo de crecimiento.
La primera y más importante es la de la transformación y el cambio constante; hoy la ciencia demuestra que todo está en permanente cambio y modificación; desde las neuronas cerebrales que mueren por millares a diario y son sustituidas por otras nuevas así como las modificaciones que se experimentan en los universos físicos, microscópicos o macroscópicos como en las transformaciones de las galaxias y el cosmos en general.
Esta impulsión que induce a todo lo que existe a la constante modificación y transformación ha cambiado el paradigma del estudio de la materia; esta era hasta hace unas décadas el único objeto de la realidad y se ha visto sustituida por la energía como patrón exclusivo de todo lo que existe; pues hasta la propia materia, según la física cuántica y de partículas, no es otra cosa que energía en diferentes grados de vibración y frecuencia.
Esa impulsión física se traduce en el espíritu en el impulso inmanente que le impele a progresar de forma constante. No podemos olvidar que el espíritu humano es también energía; una energía sutil, purísima, que al igual que las ondas electromagnéticas o fuerza de la gravedad, son invisibles a nuestros ojos. La física está llegando a la conclusión de que lo invisible es más real que lo visible. Pues todo lo que no vemos se debe a nuestra percepción sensorial en tres dimensiones, lo que nos impide captar multitud de realidades, tan presentes en nuestra vida diaria, como el aire que respiramos (que tampoco vemos) ni la atmósfera de la que nos servimos (sin la cual no existiría vida en la tierra).
Existen multitud de dimensiones que los científicos ya han demostrado y que no son perceptibles a nuestros cinco sentidos. Y son tan reales, tan importantes y nos afectan tanto o más que aquellas que vemos o percibimos. Estamos rodeados, inundados y constantemente influenciados por energías que desconocemos y no percibimos.
La realidad del espíritu humano, así como su pensamiento y sus emociones forman parte de energías que ya pueden medirse, comprobarse y certificarse desde hace más de un siglo. Y si hemos avanzado que la transformación y el cambio de la materia es constante y nadie puede detenerlo; el espíritu, energía permanente, surgida de un acto de creación, inmortal como la esencia de la que procede, está también sujeta a unas leyes de cambio, progreso y transformación que le permiten desarrollar aquellas cualidades latentes que, como una semilla, alberga en su interior a falta de desarrollar.
Estas cualidades no son otras que los atributos de la perfección y la divinidad que el creador puso en el espíritu para que, por sí mismo, bajo los parámetros del libre albedrío, la voluntad y la consciencia, y únicamente mediante su propio esfuerzo, alcance la plenitud y la dicha. Siendo su naturaleza espiritual, energética, inmortal, e inextinguible, su energía es así mismo imperecedera; se renueva de forma constante, en el espacio y en la tierra; es decir, encarnado en un cuerpo físico, o en estado de liberación cuando regresa al mundo del espíritu.
El espíritu necesita ELEVARSE Y ASCENDER, en la escala evolutiva mediante el desarrollo de esas cualidades latentes mencionadas; y ellas son fundamentalmente dos: el Amor y la Sabiduría. Creciendo en el amor se identifica y armoniza con la fuente de poder del Universo físico y espiritual; esa fuente a la que pobremente llamamos Dios y que apenas podemos definir, es amor universal.
De tal forma que cuando los pensamientos, los sentimientos, las acciones y las obras se ven guiadas por sentimientos nobles, caritativos, altruistas, desinteresados, de ayuda al prójimo, etc.. Emitimos vibraciones de una determinada frecuencia que nos permiten conectar con las franjas superiores del mundo espiritual, recibiendo a cambio la energía vivificadora, poderosa y eterna del amor universal.
Esta energía “recarga las baterías del espíritu”, permitiéndole afrontar nuevos compromisos, por difíciles que estos sean o supongan cualquier tipo de desgaste. “Todo lo que yo hago vosotros lo podéis hacer, si queréis” (Jesús de Nazareth). El camino más directo hacia la elevación y ascensión del espíritu humano es pues el amor; pero este no puede caminar sólo, le es preciso conocer, aprender, encontrar las cualidades que la razón, la intuición y el conocimiento le proporcionan para saber discernir, para no equivocarse, para no confundirse sobre las decisiones a tomar en tal o cual circunstancia.
Este conocimiento no se adquiere en la escuela formal, se adquiere en el desarrollo de la conciencia; y esta llega al hombre cuando es capaz a de afrontar sus deberes con responsabilidad, con gratitud, con equilibrio y honradez. La conciencia y su desarrollo permite al hombre alcanzar “sabiduría”; una palabra usada con frecuencia pero muy poco comprendida. La sabiduría no sólo acompaña al amor en el recorrido que permite la elevación y ascensión del espíritu, sino que a veces, sus determinaciones son contrarias a la razón humana, no así a las leyes divinas, que respeta y engrandece de forma notable.
La elevación del espíritu humano es pues la tarea que todo ser tiene desde que es creado por Dios. Y hacia ella debemos encaminar todos los esfuerzos, todas las energías de que disponemos. Hoy la ciencia viene en auxilio de la espiritualidad; y así como el mundo de los espíritus es una realidad desde que existe el hombre; la verdad de las leyes que rigen el mundo se abre paso como un torrente a través de los nuevos paradigmas científicos del siglo XXI. La evolución darwiniana ya “no se comprende sin el desarrollo del amor entre los seres humanos”, y no únicamente de la competitividad que los materialistas enarbolan como única fuerza del cambio y la transformación de las especies.
La aparición de la vida en la tierra tampoco se entiende sin “la intervención de una causa primera”, un “diseño inteligente” que proyecta y dirige la vida en los diferentes universos, galaxias, y espacios cósmicos que conocemos y aquellos otros que todavía ignoramos. La propia célula, elemento primigenio de la vida, presenta a los investigadores del genoma humano la realidad última de “un primer motor” capaz de activarla y desencadenar su evolución, desarrollo y reproducción. El azar dejó hace tiempo de ser una explicación; pues todo efecto tiene una causa.Y la causa del origen de la vida, de la célula, de la materia y la energía,, no es otra que ese arquitecto universal al que llamamos Dios.
Y, todo efecto inteligente tiene una causa inteligente. Esto es lo que aplicamos al espíritu humano; inteligencia creada por una inteligencia suprema. Y con ello se encuentran las explicaciones precisas y necesarias que le permiten cumplir el objetivo para el que fue creado: formar parte de la obra más extraordinaria jamás pensada, jamás concebida por mente humana; y además hacerlo en plenitud de conciencia, con total individualidad y plenitud, alcanzando la dicha permanente y eterna que sólo el amor (la fuerza más poderosa del universo) es capaz de otorgar.
La identificación con el amor, “la fuente del poder del universo”, permite al espíritu humano Elevarse y Ascender en el camino que le llevará a la plenitud; aunque antes, y por milenios, debamos desarrollar esas cualidades que Dios puso en nosotros como una semilla, para que a través de las experiencias en las vidas físicas y en el mundo espiritual, podamos alcanzar por nosotros mismos, con total justicia y merecimiento ese estado de conciencia elevada que sólo distingue a los espíritus perfectos, llenos de amor y de sabiduría.
Elevación, Ascensión y Fuente de poder por:  Antonio LLedó Flor
© 2016, Amor, paz y caridad
“El amor es la fuerza que Dios deposita en el corazón de todos los seres humanos, a cada uno corresponde decidir vivir como un paladín o un cobarde, como un conquistador o un conformista, como un ser excelente o un mediocre, como un ser lleno de luz o quien permanece por siempre en la oscuridad; el amor hace nacer la fuerza para atrevernos a ser auténticos colaboradores en la grandeza de la creación.
-” Anónimo".
************************************



CUESTIONES DIVERSAS SEGÚN  EL ESPIRITISMO
Entrevista a Divaldo Pereira Franco. 

P. - ¿Qué es ser espírita? 
Para las personas ajenas a su mundo, espírita es aquél que se comunica con otras entidades para buscar explicación a muchos de sus interrogantes. Pero usted habla de algo más... 

Ser espírita es creer en Dios, en la inmortalidad del alma, en la comunicación con los Espíritus, en la reencarnación y en la pluralidad de mundos habitados. La base de nuestra conducta ética y moral radica en las enseñanzas de Jesús. La presencia de los Espíritus es una cuestión secundaria en este planteamiento trascendental y transpersonal de la vida. 
P. - ¿Es posible convencer a alguien que no ve a los Espíritus de que éstos existen? 
R. - Para eso la parapsicología nos ha propuesto toda una ética de investigación, demostrando que hay fenómenos anímicos o mentales y también otros fenómenos que pertenecen al más allá de la muerte. Todos creemos en el virus del SIDA, aunque personalmente nunca lo hemos visto. Del mismo modo creemos que existen los Espíritus porque otras personas calificadas nos lo han dicho, aquellas que poseen clarividencia. Pero si esto fuera poco, también hoy disfrutamos de las evidencias que nos proporciona la tecnología. Las psicofonías y psicoimágenes son un material abundante en la investigación parapsicológica. 
P. - Usted como un reputado médium, ¿cómo vive esta condición? ¿En qué es diferente del resto de los mortales? 
R. - La videncia, la clarividencia y la precognición son facultades o atributos de nuestra mente. Pero en el momento en que un Espíritu interviene en nuestra conciencia ya estamos ante un fenómeno mediúmnico y no anímico. 
Si en una reunión se materializa un Espíritu capaz de dejar impresiones digitales que pueden después ser confrontadas con sus huellas en vida, eso ya no puede ser creación de la mente. Los médiums somos personas que sentimos esas presencias con tanta realidad que llegan a cambiar nuestra vida. 
P. - ¿Y qué tienen que decir los Espíritus al hombre del mundo moderno? 
R. - Vienen a repetir lo que ya está dicho y a decir cosas nuevas. En estos momentos de tanta presión emocional traen un mensaje de esperanza. Lo cierto es que hemos avanzado mucho tecnológicamente, pero no sabemos qué hacer con nuestras vidas. Los Espíritus vienen a mostrarnos el camino hacia la claridad. La realidad del ser es la vida plena; la vida física es sólo el vehículo. 
P. - ¿Cómo el Espiritismo en forma práctica contribuirá al progreso de la Humanidad? 
R. - Despertando al hombre para su propia realidad. Haciéndolo consciente de sí mismo, para que descubra la finalidad de la vida en la Tierra. El Espiritismo brinda las propuestas para que el hombre se torne perfectamente completo. 
P. - ¿Qué dicen los Espíritus sobre el tercer milenio? 
R. - En el tercer milenio, que naturalmente se demorará mil años, ellos dicen que la Tierra alcanzará su punto de evolución. Cambiará de mundo de pruebas y expiaciones a un mundo de regeneración. Sin embargo, muchos dolores nos aguardan, muchos testimonios; porque la propuesta de transformación moral para erradicar los vicios, los atavismos y primitivismos negativos, se realizará poco a poco. Sin embargo por intermedio del amor y de la ley de caridad, lograremos esa plenitud, desde que estemos resueltos a transformarnos y por consecuencia a transformar la Tierra. 
P. - Un mensaje para las personas que nunca en su vida escucharon hablar de la Doctrina Espírita o Espiritismo. 
R. - Un mensaje de optimismo. La vida es una bendición de Dios y debe ser vivida con esa plenitud. Los sufrimientos y problemas, son accidentes en el camino, el valor que tienen, es el que nosotros les atribuimos, pero como consideramos que son técnicas de evolución, transformamos aquello que parece desagradable en una realización de edificación y de ennoblecimiento del ser humano. Vale la pena amar, aquél que ama es feliz, aquél que espera ser amado es un niño psicológico. 

Andespírita: Boletín Espírita Peruano Boliviano. Arequipa: CEAK, año 1, n. 1, enero de 1996
                                                          *******************************



                                                                 

               Penas temporales 
983.* El Espíritu que expía sus faltas en una nueva existencia ¿no experimenta sufrimientos materiales? En tal caso ¿es exacto decir que después de la muerte el alma sólo tiene padecimientos morales? 
- Bien es verdad que cuando el alma ha reencarnado las adversidades de la vida constituyen para ella un sufrimiento. Pero sólo el cuerpo padece en forma material. 
A menudo decís, del que ha muerto, que ya no ha de sufrir más, y esto no siempre es cierto. En cuanto Espíritu, no experimenta dolores físicos; pero, según las faltas que haya cometido, puede que tenga dolores morales más amargos, y acaso en otra nueva existencia sea aún más infortunado. El que fue un mal rico pedirá entonces limosna y deberá arrostrar todas las privaciones que la miseria trae consigo, así como el que ha sido orgulloso habrá de sufrir todas las humillaciones. El que abusó de la autoridad que tenía y trataba a sus subordinados con menosprecio y dureza, se verá forzado a obedecer a un amo más duro de lo que él mismo fue. Todas las penalidades y tribulaciones de la vida son la expiación de las culpas cometidas en una existencia anterior, cuando no constituyen las consecuencias de las faltas en que se ha incurrido en la vida actual. Cuando hayáis salido de aquí lo comprenderéis. 
El hombre que se considera venturoso en la Tierra porque puede satisfacer sus pasiones, es el que realiza menos esfuerzos por mejorarse. Muchas veces expía, ya en esta vida misma, esa felicidad efímera, pero es indudable que la expiará también en otra existencia enteramente material. 
984. Las vicisitudes de la vida ¿son siempre la punición de las culpas actuales? 
- No. Lo hemos dicho ya: se trata de pruebas impuestas por Dios o elegidas por vosotros mismos cuando os hallabais en estado de Espíritu, antes de vuestra reencarnación, con el objetivo de reparar las faltas cometidas en una existencia precedente. Porque jamás queda impune una infracción a las leyes de Dios, y en especial a la ley de justicia. Si no se la paga en esta vida se habrá de hacerlo por fuerza en otra. Por eso, aquel que en vuestro concepto es un hombre justo, se ve castigado muchas veces a causa de su pasado. 

EL LIBRO DELOS ESPÍRITUS 
ALLAN KARDEC 

                                                     *****************************





                                                                 


             ORIGEN Y FORMA EN LA QUE             FUERON CREADOS LOS ESPÍRITUS

      El origen y la forma de creación de los Espíritus nos son desconocidos; sólo 
sabemos que fueron creados simples e ignorantes, quiere decir, sin ciencia y sin 
conocimiento del bien y del mal, pero, con igual aptitud para todo, porque Dios en su justicia, no podía eximir a unos del trabajo que hubiese impuesto a los otros para llegar a la 
perfección. En el principio, están en una especie de infancia, sin voluntad propia y sin 
conciencia perfecta de su existencia.. 

El Espiritismo en su más simple expresión 
Allan Kardec 


                                                              **********************************




      LA IMPORTANCIA DEL MÁS ALLÁ                   QUE NO VEMOS- (Saludo matinal)



Queridos amigos, hola buenos días,  como resultado  del comportamiento mantenido en el mundo, por algún proceso de sintonía, los desencarnados se imantan  a los que les son afines,  gracias al tenor de valores morales que caracteriza a cada uno.

Las fajas de condensación más fuerte, forman regiones densamente pobladas,  donde es fácil encontrar Núcleos  de dolor y aflicciones más primitivas, en donde los descuidados e irresponsables se detienen.
Esos reductos de penas a cumplir se multiplican en las áreas urbanas, donde los hábitos humanos son más promiscuos y las expresiones morales descienden de los estados primitivos bajo los impulsos de las pasiones degradantes.
Esas multitudes de espíritus, que viven el estado errático inferior, deambulan,  desenfrenados  y aturdidos, e integran centenares  de millones de seres en tránsito.  Los culpables y los caídos en las trampas de la liviandad, son trasladados por sus pares y verdugos desencarnados hacia lugares desérticos,  cavernas  y pantanales del planeta,  donde los engañan y los maltratan en colonias especialmente  construidas por su maldad,  haciéndoles imaginar  que se tratan de purgatorios e infiernos, gobernados por verdaderos genios del mal, aunque transitorios, no dándose cuenta que  fueron creados por la gloria del bien y del amor…
La vida mental en esas esferas de intranquilidad y en sus colonias de terror, alcanza  inimaginables expresiones de vileza y primitivismo,  donde la crueldad asume proporciones  de insania imprevisible.
En muchos de estos sitios se organizan atentados contra los hombres y se elaboran actividades  cuyo objetivo es la extinción del bien,  así como la instalación de la supremacía de la fuerza bruta, en el mundo en que los déspotas de la impiedad allí residentes, se transforman en los señores absolutos del planeta…
Luchan tenazmente contra los Emisarios de la Luz, a quienes no consiguen vencer jamás y que con inmensa frecuencia, penetran en sus regiones  en tareas libertadoras, demostrándoles  con eso la fragilidad de su poder.
Son operarios de la caridad, en nombre  y por amor  a Jesús, trabajan  con afán  por amparar y liberar a los que de alguna forma, tengan condiciones para ser conducidos a otros planos vibratorios.
Los puestos de socorro cristianos,  núcleos de apoyo y centros de ayuda se multiplican en ese campo de guerra sostenidos por abnegados agentes  del bien que están siempre dispuestos  a la acción de la misericordia, cuando no pueden recurrir a los valores meritorios de los que ahí se detienen.
Nunca estamos solos en ambos planos de la vida, Dios nuestro Padre siempre atiende a sus hijos, basta que nos arrepintamos y Le pidamos ayuda, para que laboriosos y amables consejeros de la espiritualidad, nos auxilien y nos ayuden a salir de las zonas tenebrosas en las que nos sumergimos por nuestra imperfección y debilidades.
Allí como aquí, siempre hay rayos de luz, a los que nos podemos adherir para salir de las sombras, hay una mano amiga que tira de nosotros para ayudarnos a salir del cenagal de nuestras pasiones.
Son verdaderos  cirineos que se sacrifican teniendo como objetivo el bien del prójimo, , a través de  la contribución  de renuncia personal y de sacrificio. Muchos de ellos  poseen sentimientos de nobleza que los mueven  al trabajo en otros campos  más elevados y pacíficos, aun así prefieren  detenerse donde el dolor  es más  agudo, aunque para ayudar deban sufrirlo…
Existe  un gran progreso moral que florece en la Humanidad, que debemos tomar en cuenta. Jamás hubo tanto interés de los hombres por sus hermanos, con propósitos  de ayudarlos  a levantarse y marchar con dignidad.  Los grupos entregados en la tierra con el objetivo  de ayudar al ennoblecimiento del ser humano se multiplican, tratando de fomentar la alegría y la paz.
Las minorías  raciales reciben  respeto; los prejuicios son barridos del planeta;  los derechos del ciudadano, aunque todavía vulnerables son defendidos; la ecología consigue adeptos fervorosos; las clases menos favorecidas que padecen miseria socio-económica ¡, ya no son despreciadas aunque aun no gocen  de las consideraciones que todos merecen; los proletarios se hacen oír; se piensa  en multiplicar  los órganos  de asistencia social a los necesitados de todo orden; las leyes son más benignas y los estudiosos del comportamiento  están reconociendo más enfermedades  que maldad en la criatura  humana,  lo mismo en aquellas que caen  en los abismos de los crímenes más hediondos; la libertad ya sustenta  ideales  de dignidad  entre los pueblos… Son innumerables las conquistas morales, que pronostican adquisiciones aun más relevantes con relación al futuro.
     Lo que observamos, son reminiscencias  del pasado de todos nosotros, aun no superado, que permanece reteniéndonos en la retaguardia de las liviandades, aunque la voz  y el magnetismo de Cristo nos estén conduciendo de las sombras hacia la luz,  que ya gracias a Dios comenzamos  a entender y aceptar.  Por lo tanto, alegrémonos  y observemos con optimismo, lo que desfila ante nosotros. Ayer, estábamos  sumergidos en los ríos oscuros de la ilusión, mientras  que ahora  nos encontramos en el margen  bendito donde crece el equilibrio y la paz.
     Amigos nuestra decisión es importantísima en los tiempos que corren, el bien es la opción que nos harán triunfadores y nos librará de las sombras, por eso cuanto antes nos dispongamos a ejercerlo en todas las cosas, será para nosotros mucho mejor, ya que la gloria y el infierno lo lleva el hombre en sí mismo
    Un feliz viernes para todos, que Dios nos bendiga y nos permita permutar en mejores sintonías, para la paz que todos ansiamos.
- Merchita-


                                                  **********************************

       EMBARAZO,UNA EXPERIENCIA                                    ESPIRITUAL

El embarazo desde el punto de vista espiritual es un proceso bellísimo y a su vez complicado. Todo lleva un orden y una programación que comienza antes de que los futuros padres lleguen a encarnar. Es una de las más grandes oportunidades que tenemos para poder solucionar y corregir problemas, odios, enemistades y débitos de vidas anteriores que sólo al calor del amor de padres, madres e hijos podrán ser solucionados, unas veces de forma más llevadera, otras con mayor complicación, dependiendo de los lazos que nos unan. Concebir un niño es una de las decisiones más importantes de nuestra vida y con ello lo que estamos haciendo es dar una oportunidad de progresar a un espíritu, por lo tanto es una gran ocasión que tenemos para poder ayudar de una de las maneras más desinteresadas y con muchísimo amor.
Dejando a un lado la programación familiar que hacemos antes de encarnar, en este artículo vamos a centrarnos en cómo se desarrolla un embarazo, partiendo de una visión espiritual, desde días antes de la concepción hasta el momento del alumbramiento.

Considero importante tener en cuenta que tiempo antes de la concepción, el espíritu que reencarnará como nuestro hijo/a ya se encuentra a nuestro lado. Durante este tiempo está viendo el hogar en donde va a nacer, observa a los miembros de la familia y va poco a poco sugiriendo a los futuros papás, a través de la intuición o durante el sueño de los mismos, la idea del próximo embarazo, con el consecuente sentimiento de alegría si ve que la idea está siendo aceptada por los progenitores o con preocupación si ve que la misma va siendo continuamente postergada, puesto que, por mucho que nos hayamos programado tener hijos, disponemos de libre albedrío y casi siempre, somos nosotros los que tenemos la última palabra a la hora de decidir si finalmente tendremos descendencia y cuando será.

Es justo en el momento de la fecundación, en el instante en que el espermatozoide alcanza al óvulo, cuando comienza la unión del espíritu reencarnante con el embrión a través de un lazo fluídico que se irá estrechando, poco a poco, hasta que el bebé salga a la luz. Este lazo de unión forma parte de lo que en el espiritismo denominamos periespíritu, siendo este una sustancia vaporosa que envuelve al espíritu y hace de intermediario entre el este y el cuerpo físico. De esta manera el periespíritu se va uniendo molécula a molécula de forma inversa al proceso de desencarnación. Dicha unión permanecerá durante toda la encarnación del mismo.

Es en este periodo cuando el espíritu empieza a sentir una especie de turbación o adormecimiento que irá aumentando de intensidad a medida que el embarazo vaya avanzando, aunque hay casos en los que este adormecimiento no es necesario si el espíritu que va a reencarnar es bastante evolucionado y entonces vive la experiencia de la gestación de una manera más consciente. A partir de ahora el espíritu queda ligado al embrión y por tanto a la madre también. Todo esto lleva un gran trabajo que es realizado por la espiritualidad superior que prepara, realiza y supervisa todo el proceso de unión y desarrollo del mismo para que concurra según lo programado anteriormente.

En muchas ocasiones, el embarazo está unido a algunas molestias físicas que sufre la madre. Éstas tienen su origen en dos puntos, uno meramente orgánico y otro espiritual. Espiritualmente hablando estas molestias pueden deberse al choque energético que sufre, tanto la madre como el embrión, al unirse. Pensemos que somos individuos diferentes y que ya traemos un bagaje de vidas anteriores, en las que muy probablemente hemos tenido relación entre nosotros con los consiguientes arreglos y desavenencias que una vida conlleva. Estas situaciones o experiencias vividas en el pasado y que en el presente continúan sin resolverse son las que generan ese malestar. También pueden deberse a la diferencia de evolución entre la madre y el niño que va a nacer. Esta “incompatibilidad” energética suele resolverse más fácilmente si el bebé es más evolucionado que la madre, ya que a los espíritus más adelantados les cuesta mucho menos adaptarse y comprender los límites de los menos avanzados.

Durante los nueve meses que dura el embarazo, la relación de los padres con el futuro bebé es importantísima, sobre todo por parte de la madre. No podemos olvidar que el espíritu de nuestro bebé está aquí junto a nosotros durante toda la gestación, viéndonos, escuchándonos y sintiendo todo lo que nosotras sentimos, hacemos, pensamos… sobre todo si es acerca de él. Debemos ser conscientes de lo necesario que es que les trasmitamos todo el amor que seamos capaces de dar para que, además de sentirse bienvenidos y queridos, tengan un buen equilibrio tanto emocional como espiritual y de esta manera estaremos ayudándoles, en gran medida, en su correcto desarrollo físico dentro de nuestro cuerpo.
Según va transcurriendo el embarazo, el bebé va creciendo y desarrollándose física y mentalmente. Es muy importante el contacto con él, hablándole, enviándole sentimientos de cariño y sobre todo actuando de una manera correcta, moralmente hablando, pues como he mencionado anteriormente, su espíritu nos acompaña durante todo este tiempo y está aprendiendo constantemente de todo lo que hacemos. Es esencial también, intentar mantener el hogar dentro de una vibración elevada y una buena sintonía, haciendo con esto que los buenos espíritus estén a nuestro alrededor y de esta manera también envuelvan a nuestro preciado futuro bebé.

A medida que van pasando los meses, el espíritu se va ligando cada vez más al cuerpo físico, el adormecimiento cada vez es mayor hasta el momento del nacimiento y durante todo este periodo el espíritu se encuentra más o menos como nos encontramos nosotros, los encarnados, durante el sueño del cuerpo.
Se va acercando el momento del nacimiento y sus ideas y recuerdos del pasado se van, poco a poco, borrando. Las facultades que le son propias las irá desarrollando después del nacimiento, gradualmente, a medida que sus órganos se desarrollan y su espíritu se va acoplando del todo, cosa que no sucederá totalmente hasta la adolescencia.

A los nueve meses llega el momento del parto y es justo aquí, en el mismo instante en que nuestro pequeño sale al mundo, cuando se completa la unión del espíritu con su cuerpo físico. Esta unión, como he dicho es completa, aunque muy débil y es a partir de ahora que el espíritu comienza su acoplamiento. Ahora sólo queda, por nuestra parte, darle todo el amor que seamos capaces y asistirles en su nueva reencarnación, en la que tendrán que aprender, pasar alegrías y penas… Nosotros como padres deberemos ayudarles a progresar.

Yolanda Durán.
Centro espírita Entre el cielo y la Tierra.

                                                           *************************



No hay comentarios: