INQUIETUDES ESPÍRITAS
1.-En el mundo espiritual, ¿ qué supone ser espiritista?
2.- ¿ Los apasionamientos pueden ser negativos ?
3.- Mundos felices
4.-Espíritus Guías
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EN EL MUNDO ESPIRITUAL, ¿QUÉ SUPONE SER ESPIRITISTA?
(PSICOGRAFÍA)
Hermanos y hermanas, lo que cuenta en el Espiritismo es lo que ustedes hacen del conocimiento que adquieren en él. El resto- créanme- no cuenta mucho.
Cuando desencarné, nadie quiso saber mi nombre, mi dirección, ni los títulos que poseía; de hecho nadie quiso saber nada de mí, ni me preguntó nada.
Era mi conciencia la que me pedía cuentas insistentemente. A decir verdad, mi condición de espiritista no significaba nada y todavía no lo hace.
Sin ánimo de ser redundante, lo que cuenta es el valor personal, sin etiquetas ni rayas de ningún tipo.
Desde este Otro Lado, lo único que puede contar para ti es tu currículum, ¡ tu currículum de bondad!. Porque en el fondo, es lo que te dará algún rayo de luz para que, aunque camines en la oscuridad, puedas evitar el abismo....
No seas tan tonto como para imaginar que en la vida de ultratumba el espiritista puede ser tratado con deferencia. Aquí no existen los privilegios.
Chico Xavier decía- y con razón. que los espiritistas desencarnaban mal; ¡ lo hacían y en general, lo siguen haciendo !. Sinceramente la única cualidad que envidio en una persona es la bondad.
Después de salir de la carcasa, para los que son realmente buenos. aquí se abren todas las puertas y se despejan todos los caminos.
En lugar de pedir una audiencia con los ángeles, ¡son los ángeles los que piden una audiencia con él !.
Así que este es mi consejo: ¡Teorice menos e intente servir más!.
El mundo es caldero que seguirá hirviendo mucho tiempo todavía....
Es posible que desencarnes y reencarnes de nuevo, encontrando mañana en él, casi todo como está ahora.
De una encarnación a otra el Espíritu mejora muy poco...
La evolución- para los que no son conscientes de ello- se produce casi a paso de tortuga, ¡dejando un rastro viscoso en el suelo!.
No creas que eres diferente. No quiero desanimar a nadie, pero si queréis la Verdad, aquí la tenéis al desnudo.
Nuestro Hogar, la colonia espiritual que muchos habitantes de la Tierra desean habitar, tiene muchos más católicos, protestantes, umbandistas, e incluso más ateos que espiritistas....
No, no pienses que eres el supremo, ¡ porque no lo eres !. ¿ Cómo puedo decir eso ?. Ser espiritista es solo un aumento de la responsabilidad espiritual; nada más que eso.
Lo que ya sabemos es más que suficiente para que nuestra conciencia se arrepienta durante muchas y muchas encarnaciones de nuestros errores.
Conozco mucha gente que no quiere saber lo que sabemos sólo para no tener que responder por lo que respondemos o responderemos.
Por lo tanto, deja de profesar el Espiritismo como quien juega en un club de futbol, o en un partido político.
Mientras estés a tiempo, deja de hacer la "guerra santa" contra los demás y contra tus propios compañeros a los que consideras equivocados.
Guardián de la Doctrina ¿tú?, ¡ Vamos !, adepta mis condolencias... ¡ Cuídate porque la muerte se acerca y es una locomotora que no pedirá permiso para atropellarte !.
( Fin del contenido mediúmnico)
( Por el Espíritu Inácio Ferreira, fallecido en Uberaba en 1.988.- Psiquiatra, dirigió durante mucho tiempo el Sanatorio Espírita de Uberaba. Vino a darnos a través de la psicografía esta importante advertencia.)
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¿Los apasionamientos son negativos?
Los apasionamientos pueden ser negativos cuando llegan a llevarnos a caer en la ceguera mental del fanatismo, y sus efectos resultan nocivos para uno mismo o para los demás..
La pasión se convierte en un factor negativo cuando es irracional. El apasionamiento en sí mismo es bueno y necesario como motor impulsor de nuestros actos, pero se puede transformar en factor negativo cuando este da paso al fanatismo, que es una pasión ciega e irracional.
Cuando se abusa de este apasionamiento irracional y fanático, se llega a perder la capacidad de pensar y hasta el control sobre si mismo, y esto puede llevar hasta una exaltación incontrolada de la razón, o sea, una sinrazón. Este apasionamiento se vuelve peor aún cuando nos lleva hasta extremismos tales como los resentimientos, los odios, los rencores, etc.
El apasionamiento excesivo suele llevar a estados de fanatismo, pero a su vez la persona fanática es la que mas fácilmente llega hasta el apasionamiento extremo. Es como si ambos estados negativos, se alimentaran mutuamente y fueran unidos de la mano. Los fanatismos extremos suponen estados alterados e irracionales de la mente que llevan a adoptar posturas que la soberbia aumenta e incita a defender ciegamente.
El apasionado fanático cree haber encontrado la verdad y adopta postulados ciegos e inamovibles, atrincherándose detrás de las enseñanzas procedentes de una sola fuente de información, sin antes haberlas analizado y contrastado con otras diferentes, a las que sistemáticamente rechaza defendiendo sus posiciones adoptadas. Esta ciega postura , llevada al extremo, puede degenerar en cualquier clase de violencia.
Otro aspecto que muestra lo negativo de la pasión excesiva llevada hasta el fanatismo, es que incurre en una falta de caridad hacia quienes difieren de sus posiciones, sin admitir que puedan llevar alguna razón en sus opiniones diferentes y llegando a veces a negarles hasta el favor o caridad de escucharles.
Se puede ser
fanático o muy apasionado, ante diversos motivos y temas, como lo es el deporte
de competición, los espectáculos, las ideas políticas, etc.
Para no caer en esos estados de apasionamiento negativo y de fanatismos, es necesario aprender a dominar siempre nuestros impulsos, controlando nuestras emociones, porque si no se controlan, estas van profundizando cada vez más por repetición, como muy saben los psicólogos.
Conociendo lo que es el fanatismo y sus riesgos, debemos evitar caer o reincidir en esa trampa para no volvernos personas intransigentes.
Por tanto, por
muy seguros y convencidos que estemos de nuestros propios criterios; por mucho
que volquemos nuestras simpatías por algo o por alguien, debemos esforzarnos en
respetar las opiniones ajenas, considerando que todos tienen el mismo derecho a
opinar que nosotros y cada cual puede opinar libremente, según su personal criterio.
Asimismo debemos vigilar nuestros sentimientos y reacciones, sin permitirnos ninguna explosión emocional exagerada, y debemos procurar no engañarnos ni cegarnos con nuestras ideas y creencias, teniendo, cuando ello sea conveniente, la humildad de saber admitir nuestros posibles errores, pero sobre todo hay que tener en cuenta que controlando la emotividad y los impulsos negativos, llegaremos a dominar nuestras reacciones negativas convirtiéndolas en positivas..
El apasionamiento, como todos los defectos, se puede vencer con humildad y paz interior que nos equilibra emocionalmente, y con la voluntad firme de superarlo, porque en esta clase de luchas, querer es poder.
Sin embargo el entusiasmo es una
energía psíquica positiva y muy necesaria porque impulsa nuestra voluntad para
poder ejecutar los actos positivos controlados por la razón. Es la fuerza motora y racional necesaria para poder
llevar a cabo nuestras realizaciones humanas.
Resumiendo:
Pasiones : Estado negativo
que puede ser desequilibrante y puede
llevarnos al fanatismo irracional.
Entusiasmo : Estado
positivo
y
necesario para obtener las energías psíquicas necesarias para impulsar el motor
de la actividad humana. Hay que controlarlo para
moderarlo y que no degenere en apasionamiento.
- Jose Luis Martín -
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MUNDOS FELICES
Con los datos obtenidos por
los Espíritus hemos visitado las regiones inmensas del espacio. El panorama
espléndido de la armonía cósmica se desplegó delante de nuestros pasos.
Hemos recibido un
anticipo de la idea del infinito, mas lo comprenderemos en su magnitud total,
conforme vayamos perfeccionándonos en el futuro.
Los misterios del éter
revelaron su enigma, hasta hoy indescifrable, y hoy tenemos al menos, la noción
de la universalidad de las cosas. Ahora es necesario detenernos y reflexionar.
Haber reconocido la pequeñez de la Tierra y su mediocridad en la jerarquía de
los mundos, es un adelanto.
En los mundos felices, las
relaciones de los pueblos son siempre amistosas, nunca se turban por alcanzar
las pertenencias ajenas. La superioridad moral y la inteligencia es
la que establece la diferencia de condición y la supremacía. La autoridad siempre
la da el mérito, lo que siempre se ejerce con justicia.
Allí todas las virtudes y
sentimientos nobles adquieren un sentido más elevado, que en la Tierra, pus
aquí el amor nunca podremos sentirlo en el grado
de excelsitud que se expresa en los mundos felices.
Allí la necesidad no existe; los pobladores tienen conforme han adquirido, por su esfuerzo en el bien y por su
inteligencia, y si desean algo más se esfuerzan en conseguirlo, pues nadie está
allí por expiación.
Se vive como en un paraíso, donde se puede acceder a todo lo que lo comprende, lugares hermosos, estancias de estudio, de recreo, músicas sublimes que emocionan y llenan el alma de bienestar y felicidad, como define André Luiz, allí todo es positivo, lleno de cometidos, nobles. Para que nos podamos hacer una idea, es como un paraíso donde el llanto y el crujir de dientes no existe, es como vivir en una gran ciudad donde se puede caminar por todas sus calles, visitar todos los lugares sin ningún temor, sin ninguna preocupación por no tener dinero para poder conseguirlo, tu elevación y tus merecimientos te hacen accesibles esas estancias. Y gozar en esa ciudad de una morada exquisita con todos los accesorios necesarios para desarrollar una vida digna y feliz, sin envidias, sin rencores, sin celos, sin egoísmos ni orgullos, sin susceptibilidades, solo un afán domina el corazón de los espíritus que allí moran, el de hacer el bien, y el deseo de progresar más cada día. Allí el sufrimiento no existe.
Estos mundos están al alcance
de todos, Dios soberanamente justo, no tiene preferencias entre sus hijos, para Él todos somos iguales, partimos desde un mismo punto y vamos hacia la misma meta: la perfección de nuestras almas. Todos podremos acceder un día a esas
estancias de felicidad, y morar allí, perfeccionándonos y así llegaremos a habitar esas estancias de luz, paz y felicidad. El tiempo que
tardemos en conseguirlo depende de la prisa que nos demos en
alcanzar la pre disponibilidad para habitarlos.
Todos debemos trabajar con
celo y ánimo en la gran obra de nuestra regeneración, porque así recogeremos
centuplicado el grano que hayamos sembrado. Pero seremos infelices si cerramos los
ojos a esta luz, pues estaremos muchos siglos entre tinieblas y desengaños;
procuremos no fijar nuestros ojos en los bienes de este mundo, pues sufriremos
más privaciones que goces hayamos tenido.
Para eso nuestro esfuerzo ha de ser constante, sin olvidarnos que ya desde aquí si trabajamos en el bien, podremos sentir los bosquejos de esa felicidad, de esos mundos, pues sabemos todos muy bien que tanto el cielo como el infierno lo llevamos dentro de nosotros, son estados de la propia conciencia. El alma pura y limpia, ya siente dentro de sí una felicidad y una concepción muy distinta de la vida y de las cosas.
Trabajo
realizado por Merchita.
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