INQUIETUDES ESPÍRITAS
- Minutos de Sabiduría
1.-Evolución del Espiritismo y del Alma Animal
2.- Consideraciones sobre el más allá
3.- La Providencia Divina (Psicografía)
4.- ¿Qué son los fenómenos Paranormales?
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MINUTOS DE SABIDURÍA
Enciende tu luz interior, la luz de la sabiduría y de la bondad. Dedica algunos minutos del día a la meditación, porque el hombre iluminado no encuentra tinieblas en su camino.
Por donde pasas, irradias la luz de ti mismo, iluminando a los que están cerca. Entra en tu interior y oirás la voz de la conciencia, que es la voz silenciosa de Dios hablando dentro de ti mismo.
- Carlos Torres Pastorino-
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EVOLUCIÓN DEL ESPIRITISMO Y DEL ALMA ANIMAL
¿ Kardec dejó completada la Codificación Espírita?
El Espiritismo, no quedó cerrado y finalizado por Kardec, pues una de sus características es que es una doctrina filosófica abierta. Esto significa que a partir de sus fundamentos básicos, está doctrina esta abierta a seguir evolucionando, como todo en la Naturaleza.
Como Consolador prometido por Jesús, llegó a la Humanidad en una época propicia por el desarrollo de las ciencias y de las corrientes filsóficas que indicaban una madurez suficiente y necesaria en los seres humanos en general, que ya podían comenzar a comprender estas grandes verdades de sus enseñanzas, ampliadas en una profunda filosofía dada por los Espíritus Superiores, y la moral evangélica explicada y ampliada, dentro de los cauces de la Ciencia de su época, con sus métodos de avance y desarrollo, como lo son la observación, la deducción y la comparación, apoyadas en una profunda filosofía de los Espíritus Superiores, que llama a la razón, de modo que los postulados espíritas, a diferencia de las religiones, ya no eran dogmas de fe, ciegos o irracionales, sino fundamentados en primer lugar, en el sagrado libro natural que Dios ha puesto en las mentes de los hombres y las mujeres: La capacidad intelectual de pensar, razonar, deducir y concluir por sí mismos. En segundo lugar porque hombres de reconocido prestigio en diversas ramas de las ciencias, se interesaron en investigar e indagar sobre una serie de fenomenología que en esa época se tenía por "sobrenatural" o "paranormal", en hechos abundantes abundantes y frecuentes de modo llamativo, con el fin de poner a muchas mentes humanas a funcionar de forma autónoma, rompiendo moldes establecidos y tabús sobre tantos temas.
Hay quien espera encontrar en el Espiritismo codificado por Kardec, respuestas totales, completas y cerradas para todos los temas posibles que puedan inquietar a los seres humanos. Y sin embargo, el trabajo de los Espíritus quedó hecho en parte solamente; La parte fundamental y básica que no cambia con el paso del tiempo; la que en el nivel de evolución espiritual y moral de la época, era la más importante o la más urgente. Y es que el mismo codificador dejó claro que el Espiritismo no es una doctrina cerrada y completa , pues afirmó que cuando una verdad nueva se confirmase por la Ciencia, esa verdad sería adoptada como tal por el Espiritismo, aunque eso supusiera derogar alguna verdad anteriormente admitida y después evidenciadas como error. Y está claro, que a nivel filosófico y moral no han cambiado mucho las cosas desde entonces, pero sin embargo en sentido científico y tecnológico, si vemos que hoy existe un abismo de diferencia con lo de su época inicial.
Han habido y hay temas, de los que se sabe que Kardec tenía en proyecto abordar y desarrollar para incorporarlos en la Codificación, pero que quedaron fuera porque no le dio tiempo para abordarlos: desencarnó antes de que pudiese iniciar una más amplia tarea con esos nuevos temas a causa de un aneurisma cerebral que lo llevó fuera de este mundo.
¿Significaba esto que la Codificación quedaba coja de contenido, o a medias?; sin duda que no es así, pues en los planos de la espiritualidad superior todo está perfectamente planificado y calculado de antemano; nada queda al azar, y menos aún un proyecto tan importante y transcendente para la Humanidad. Por tanto la circunstancia de que Kardec hiciese solamente el trabajo que hizo y hasta el punto que lo hizo, tenía que tener un propósito, y posiblemente fuese el de que con los propios adeptos al Espiritismo, o a la parte de Doctrina codificada por el Maestro Lionés, el Espiritismo siguiese creciendo apoyado en la Espiritualidad Superior y concretado por otros espíritas investigadores en el desarrollo de esos temas que han quedado como inconclusos o no iniciados siquiera.
No olvidemos que en realidad la doctrina espírita es la doctrina de los Espíritus y ha sido y continua siendo revelada y explicada por ellos. No está concluida por tanto la codificación que inició Kardec, el cual sentó las bases al dar al Espiritismo el carácter de Ciencia experimental, basada inicialmente en la existencia de los espíritus- Los fenómenos físicos de orden mediúmnico, los clasifico como "efectos físicos" que procedían de una causa que los debía originar, y mediante la deducción lógica, llegó a la conclusión de que la causa buscada eran los espíritus, seres inmateriales, pero de una real existencia causantes de las manifestaciones que se producían abundantemente para llamar la atención en un principio, obteniendo de esta experimentación con los médiums, una filosofía de los Espíritus de carácter totalmente racional, y de unas consecuencias morales que suponen una verdadera religión íntima, porque dichas consecuencias“religan” al ser humano con su Creador.
Una prueba de que el Espiritismo ha seguido creciendo y avanzando después de Kardec, la tenemos en la cantidad de importantes médiums espíritas que han aportado con sus facultades, toda una inmensa ciencia y conocimiento espiritual para la evolución humana; y eso ha seguido siendo Espiritismo, pues sus autores no han sido los médiums, sino los Espíritus.
Hemos tenido esos grandes médiums que han transmitido y completado aspectos y matices mas profundos y completos, sobre el mundo espiritual, la reencarnación, etc. Así por ejemplo hemos tenido a Francisco Cándido Xavier, ya desencarnado y de sobra conocido por todos los espíritas del mundo y personaje muy popular en todo Brasil, en donde vivió, pues su popularidad a causa de la gran cantidad de libros que psicografió (más de 400) , de diversos y célebres espíritus tales como el Dr. Bezerra, André Luiz, Emmanuel, etc, y de los que nunca se benefició de la venta de tantas ediciones de las obras espíritas psicografiadas que han salido a través de sus manos; sin embargo, siendo coherente con la moral espírita, que es netamente cristiana, fue un hombre cuya vida entera fue un ejemplo de lo que es el Amor en acción, la sencillez y humildad, de modo que el producto de las ventas de estas obras que produjo su mediumnidad, lo dedicó a la beneficiencia en su totalidad.
Por citar algún ejemplo más, tenemos todavía entre nosotros a Divaldo Pereira Franco, constituido por méritos propios como el mejor orador y y el mayor divulgador de la doctrina espírita por todo el mundo y también medium de incorporación y psicógrafo, por cuya mano su espíritu mentor Juana de Angelis escribió diversas obras profundizando en temas evangélicos y descubriendo nuevas luces y aspectos de moralidad ocultos en los mismos. Asimismo también de sus manos han salido otras muchas obras mediúmnicas formativas e informativas, cuyas ventas las ha dedicado, todas, a la formación y mantenimiento de una gran casa , albergue escuela, de acogida de niños y jóvenes sin familia ni recursos, en Brasil, conocida como “La Mansión del Camino”, todo un ejemplo de lo que la caridad y el altruismo puestos en acción pueden lograr.
También se podrían citar muchas otras mediumnidades mas o menos célebres y también relevantes, que han hecho y están haciendo crecer la filosofía espírita, tal como por ejemplo, Raul Teixeira, y tantos y tantos otros más, que a través de sus manos nos han aportado y nos siguen aportando un extenso legado de conocimientos y profundización espiritistas, muchas veces, en temas que escaparon al tratamiento por Kardec.
Uno de estos temas es el de la evolución animal; si los animales tienen alma o no la tienen.
La Naturaleza no da saltos, sino que en ella todo se encadena armónicamente. Por tanto el alma del hombre no ha podido surgir así de pronto de la nada, sino que en buena lógica es el producto de un largo proceso evolutivo de un psiquismo que antes ha sido desarrollado, a través de milenios, o incluso de millones de años, en otros Reinos de la naturaleza, como lo es el Reino Animal.
Los animales han ido así desarrollando poco a poco, un alma individual, que en sus primeros estadíos ha sido “alma grupal”; esto es: un gran alma común a todos los miembros individuales de una misma especie. Después, al cabo de muchas y muchísimas repeticiones en la materia de la determinada especie, han ido en ella desarrollando a nivel individual, pequeñas capacidades psíquicas que los comenzaban a diferenciar de otros miembros de su especie, de modo que, alcanzado el máximo límite de perfeccionamiento en su especie, sus almas han continuado su evolución en otras especies de un psiquismo un poco mas evolucionado o desarrollado. Así, tras un larguísimo proceso reencarnatorio de, tal vez, muchos miles de años, repitiendo existencias, de vida en vida y de especie en especie, finalmente comenzaron a tomar conciencia de su existir individual y cuando su grado de inteligencia ya había madurado lo suficiente, llegó el momento de que tras un reacondicionamiento en el plano espiritual por parte de los espíritus que tienen esa misión allí, vienen de nuevo a la Tierra ( o a otros mundos primitivos), y comienzan por primera vez en su historia espiritual humana, su andadura como espíritus humanos. Así una vez salidos de la escala evolutiva animal, ya no regresan jamás a la misma, pues como ya he señalado, la Naturaleza no da saltos evolutivos hacia delante y menos aún hacia atrás. Un espíritu se puede estancar en su evolución por un tiempo limitado, para después seguir avanzando, pero ya nunca retrocede a etapas anteriores.
Kardec no dio por cerrada la Codificación, como Jesús de Nazaret tampoco dejó del todo concluida su obra, por lo que prometió que volvería, en espíritu como Consolador, para aclarar y ampliar lo que él entonces tuvo tiempo de enseñar y sus contemporáneos no alcanzaban del todo.
A semejanza con Jesús, el mismo Kardec vió que esta enseñanza necesaria para el avance moral de la Humanidad, debía de desarrollarse progresivamente a lo largo del tiempo, por eso es que definió al Espiritismo como una ciencia progresiva, y señaló que necesariamente debería ir siempre de la mano con los postulados que descubriese o demostrase la Ciencia, y cuando en algún punto se tuviese que rectificar la doctrina, esta se rectificaría y se seguiría avanzando en pos de la Verdad, siendo para ello, según él mismo afirmó, partidario de rechazar si fuese preciso, noventa y nueve verdades, antes que tener que aceptar un solo error.
Hoy día, la ciencia y las religiones , así como muchas filosofías, ya admiten el alma animal, como un rudimento al lado de la humana, pero que ya se evidencia en muchas especies, sobre todo en las domésticas que vienen influenciadas mas de cerca con el trato humano, por la inteligencia ( un rudimento de la misma si se quiere considerar así,al lado del instinto que en todas las especies animales viene a ser como una inteligencia irracional y automática que les sirve sobre todo para vivir y sobrevivir), además también se caracteriza su existencia por la presencia de los sentimientos, pues comprobado está que los tienen y a veces en alto grado, tal como amor, el rencor, el miedo, la alegría, la tristeza, etc. Y además en muchos casos se nota una capacidad volitiva para actuar en una particular circunstancia, lo que les hace en esos momentos diferentes al resto de sus congéneres.
¿ Cual es el detalle que diferencia todavía a nuestro espíritu humano del de ellos?; sin duda, la conciencia del propio Yo, así como una superior inteligencia lógica y deductiva del ser humano, así como el pensamiento contínuo que ellos aún no han desarrollado y que le hace al ser humano capaz de desarrollar ciencias y tecnologías que nos faciliten la vida, tal como la capacidad de cocinar, tal como afirma cierto científico inglés que sostiene la curiosa teoría de que el simio homínido, ancestro del hombre, dio el gran salto evolutivo cuando una vez descubierto accidentalmente el fuego, aprendió a cocinar los alimentos que comía, desarrollando así su inteligencia y adaptando su organismo y su aparato digestivo a esta forma de alimentación, tan diferente al resto de las demás especies animales. Son solamente teorías sobre un comienzo evolutivo del espíritu humano en nuestro globo, pero que tal vez no sean tan disparatadas como podrían parecer a simple vista.
Por lo dicho, finalizo resumiendo, que la Codificación Espírita la inició Kardec, pero no ha terminado aún, pues aun se sigue escribiendo, ampliando y desarrollando. El Espiritismo es por tanto, una doctrina abierta, en proceso de evolución y ampliación, manteniendo como bases los conceptos kardecianos y la mas pura moral cristiana. Y si ha de tener un límite, este será el de nuestro propio nivel evolutivo alcanzado, que nos haga aptos para seguir avanzando con ella.
Por el momento, tenemos admitido que nuestro espíritu ancestral antes de ser Ente humano, pasó por una larguísima experiencia en el Reino animal, ( de hecho, aun conservamos muchos instintos animales, totalmente semejantes a los de ellos).
Por tanto podemos concluir al respecto, que esas almas animales, un día llegarán a ser humanas, y por cierto, no creo que se les ayude en su experiencia evolutiva acerca de nosotros, maltratándolos como algo que está ahí para divertirnos salvajemente con ellos , descargando en ellos nuestras frustraciones y causándoles sufrimiento y masacrándolos en tantas ocasiones. Ellos ( los que viven cerca del humano o lo acompañan), traen una misión específica a este mundo, que tiene que ver directamente con ese ser o seres humanos con los que conviven de cerca, precisamente, por ayudarnos en nuestra evolución humana, tal como se constata a lo largo de nuestra historia, dándonos constantemente ejemplo de altruismo, de amor, de fidelidad, de abnegación, y de otras virtudes que en nosotros aun escasean, y que ellos, a los que consideramos “inferiores”, parecen tener de modo natural, y vienen a demostrarlas con sus actitudes de cariño, fidelidad, confianza y desinterés, demostrándolo a cada paso, y dando todo por sus amos, incluso hasta su vida, como ocurre tantas y tantas veces.
Demos por último, gracias al Padre que ha puesto a estos “hermanos menores” cerca de nosotros, fieles y abnegados compañeros ,con una misión que cumplen y han cumplido siempre muy bien, cuando nos han ayudado en tantas y tantas circunstancias humanas cuando se han visto implicados con el ser humano: en la guerra, en la paz, en el trabajo, en la diversión, en el desarrollo de la ciencia, transportándonos, guiándonos, facilitando nuestra comida, y sobre todo dándonos ejemplo de como debemos llegar a ser los humanos de desprendidos, de cariñosos, de tiernos, de abnegados, de fieles, y sobre todo enseñándonos a tener fe y confianza en el Padre, del modo y tanto como ellos la tienen también en sus amos de la especie humana.
- Jose Luis Martín -
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CONSIDERACIONES SOBRE EL MÁS ALLÁ
Nuestra intención ha sido reflexionar sobre los postulados que se esgrimen en la obra de la Codificación espírita, "El Cielo y el Infierno- o la Justicia Divina", de Allán Kardec, , en base a sus argumentos de enorme solidez, tanto de carácter filosófico como de las consecuencias morales que se derivan.
Hemos considerado necesario y hasta urgente reflexionar para clarificarnos el camino en estos tiempos tan convulsos. Al carecer durante mucho tiempo de una luz clara que ilumine la razón e inspire al corazón, el hombre de hoy, por lo general, navega sin rumbo, dejándose arrastrar por una corriente que no es saludable y que le aboca al precipicio del desequilibrio y el desaliento.
Es necesario comprender que traemos una misión a cumplir; para cada uno de nosotros la tarea es diferente pero muy importante; que la muerte no es el fin de todo, tan solo el final de una etapa para vivir otra diferente; de esa manera, se elimina el temor y la angustia que supone la incertidumbre sobre el porvenir. “A medida que el hombre comprende mejor la vida futura, el temor a la muerte decrece, pero al mismo tiempo, al comprender más cabalmente su misión en la Tierra, espera su fin con más calma y resignación y sin temores”. (El Cielo y el Infierno. Capítulo II; ítem 3).
El propio Kardec insiste en la necesidad de una fe razonada, aquella que puede mirar a la razón cara a cara en todas las épocas de la humanidad. Aquella que nos estimula al progreso y a las acciones edificantes puesto que posee la convicción de un futuro mejor; que nos aporta la idea poderosa de la inmortalidad del alma; del progreso sin fin. No solo de que la pérdida de los seres queridos no es tal, solo momentánea, sino que muchos de ellos nos asisten y sostienen en nuestras luchas desde el otro plano de la vida; sin olvidar que el reencuentro se hará efectivo una vez acabemos la etapa de esta existencia física, como ya nos ha ocurrido otras veces, en base a las existencias múltiples, y bajo el amparo del infinito amor y misericordia que nuestro Padre Celestial nos proporciona a cada instante. De la misma forma, al comprender la realidad espiritual que nos envuelve, se disipan las dudas respecto a los premios y castigos de los que nos hablan las religiones tradicionales, unos conceptos propios de la mentalidad de otros tiempos.
No obstante, hoy día necesario es renovar, actualizar esas ideas para que desaparezca esa fe inconsistente y utópica. Cada quien recoge aquello que ha sembrado. Tarea incompleta, tarea pendiente para el futuro. La siembra es voluntaria pero la cosecha obligatoria; somos los forjadores de nuestro destino, y por tanto, nadie ha de sufrir algo que no merezca ni gozar de una felicidad que no ha merecido por su esfuerzo y sacrificio.
En referencia al perdón de los pecados, nadie nos puede eximir de esa responsabilidad. Quien perdona por un agravio recibido salda una cuenta pendiente con la ley, puesto que somos todavía espíritus muy imperfectos y con grandes débitos del pasado. Por tanto, el perdón que podamos recibir de nuestros semejantes no nos libra de una reparación en el presente o en el futuro. En resumen: Somos responsables del bien que hacemos, del mal que provocamos y del mal consecuencia del bien que dejamos de hacer. Al respecto de las religiones, el mismo codificador nos señala: “Mientras la humanidad avanza, la religión se inmoviliza en sus viejos errores, tanto en materia espiritual como en el terreno científico, por lo cual llega un momento en que ella es desbordada por la incredulidad”. (El Cielo y el Infierno. Capítulo X; ítem 3).
Una buena parte del materialismo que impera en nuestro mundo es producto de esa incredulidad de la que habla el codificador Allan Kardec. Al no ofrecer respuestas convincentes las religiones, el hombre se aleja de las creencias y se aferra a aquello que ve y que puede palpar con sus sentidos. Sin embargo, algo a nivel interno le reclama la atención poderosamente: estamos hablando de la naturaleza espiritual que todos poseemos. Esa realidad interior, del propio espíritu, trata de recordarnos la necesidad de llevar a cabo unos objetivos espirituales programados antes de encarnar, pero que hemos olvidado y silenciado por las distracciones y objetivos materiales. Se produce un conflicto ante la falta de ideales superiores y de un trabajo interior que nos serene, nos haga felices y nos llene de autenticidad. Ese desequilibrio espiritual nos aboca frecuentemente a la ansiedad, el estrés, la depresión, a todo tipo de trastornos, e incluso en casos extremos al suicidio.
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), la depresión es una enfermedad frecuente en todo el mundo, y se calcula que afecta a más de 300 millones de personas, y más de 260 millones tienen trastornos de ansiedad. También nos informa la OMS de que más de 800.000 personas se suicidan cada año, lo que representa una muerte cada 40 segundos. Y otro dato terrible: el suicidio es la segunda causa principal de defunción entre las personas de 15 a 29 años.
Ante estas alucinantes cifras recogidas de organismos internacionales cualificados, resulta apremiante la necesidad de estudiar y divulgar el espiritismo en su estricta pureza. Aportar los conocimientos y las pruebas que posee respecto a la inmortalidad del alma para variar el rumbo de miles, millones de personas que permanecen en la oscuridad y la desesperanza. La vida es única, porque aunque ahora estemos encarnados, con posterioridad pasaremos al otro lado, liberándonos del yugo de la carne, para posteriormente volver de nuevo al mundo físico; así sucesivamente en una espiral ascendente de progreso y evolución. Por otro lado, es necesario entender que los ángeles y los demonios no son seres aparte en la Creación. Dios nos crea sencillos e ignorantes pero perfectibles. Somos responsables de nuestras acciones, y en base a ello sufrimos y gozamos las consecuencias de nuestros actos, de tal forma que existen espíritus en todos los grados de evolución. Los considerados demonios no son más que espíritus muy atrasados que se complacen temporalmente en el mal, hasta que les llegue el despertar de su conciencia, a través de existencias de dolor y sufrimiento reparador. Por contrapartida, los ángeles serían aquellos espíritus ya purificados que atravesaron todas o casi todas las escalas evolutivas, alcanzando una plenitud que es consecuencia de su evolución espiritual. Por lo tanto, el mal es un estado transitorio. La finalidad de la vida es crecer hacia la plenitud sin límites. No existen las penas eternas. El mal perdura mientras exista la causa que lo provocó. Hemos de sustituir las ideas de castigos y penas por las de reajustes y desafíos existenciales.
Todo obedece a un plan cuya base es el amor y la sabiduría de nuestro Padre. Es Él quien nos conduce, respetando nuestro libre albedrío, marcándonos una misión a cumplir dentro del concierto universal. Para concluir, hemos de ser conscientes de los importantes avances que nos proporciona la ciencia actual, en dirección a corroborar los postulados espíritas referentes a la supervivencia del espíritu después de la muerte, a través de los incontables testimonios en todo el mundo de pacientes que han vivido Experiencias Cercanas a la Muerte. También es significativo el recuerdo de vidas pasadas a cargo de niños que manifiestan de repente una identidad que no es la suya; tal y como demuestran los resultados de las investigaciones realizadas por los doctores Ian Stevenson, o el profesor Hernani Guimaraes Andrade, o Hemendra Nath Banerjee, etc. Resultan destacables también los trabajos a cargo de notables terapeutas, como por ejemplo la doctora Edith Fiore o el doctor Brian Weiss con las regresiones de memoria, capaces de desentrañar, en algunos casos, conflictos ocurridos en otras vidas y que todavía son causa de aflicción en esta existencia. Sin olvidar la inestimable aportación de la moderna física cuántica que nos habla de universos paralelos; también del llamado biocentrismo, tal y como nos explica el médico y científico estadounidense Robert Lanza: “La muerte es una ilusión. La vida crea el universo y no al revés. Significa que el tiempo y el espacio no existen en la forma lineal que pensamos que existe”.
Es momento de cambio, de decisión. Ya no podemos alegar ignorancia ni falta de medios o posibilidades. Se trata de un reto, de un desafío para este siglo XXI que todos tenemos que afrontar inevitablemente. No hay tiempo para ensayos o lamentaciones. El ser humano debe de caminar consciente hacia su destino final que es la plenitud. Un camino con luz propia que nada ni nadie va a poder parar.
José Manuel Meseguer - Amor, Paz y Caridad.
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LA PROVIDENCIA DIVINA
(Psicografía)
La Omnisciencia Divina establece sus Códigos Soberanos de forma perfecta y sin ninguna improvisación, teniendo en cuenta los acontecimientos que se deberán desarrollar a medida que el progreso señale las conquistas que van siendo conseguidas.
Programando el ministerio de Jesús y la difusión de su doctrina de amor, hizo que Espíritus nobles se sumergiesen en la indumentaria carnal en diferentes períodos del pensamiento histórico, para que las criaturas pudiesen ampliar la percepción en torno a la futura gesta liberadora para las conciencias humanas. Desde tiempos inmemoriales, en los diversos países y culturas, misioneros sabios trajeron, por determinación divina, fragmentos de la Verdad que deberían facilitar el entendimiento de las Leyes de la Vida preparando el advenimiento del Mesías de Nazaret.
De ese modo, jamás faltaron a las criaturas terrestres las directrices de seguridad y las luces del entendimiento que les facultasen generar criterios capaces de despertar los valores eternos que se encontraban adormecidos en el germen del ser. De acuerdo con el nivel de conciencia de cada nivel de la evolución, así como de la dimensión del pensamiento, leyes rigurosas y orientaciones severas abrieron los espacios mentales del ser humano para comprender lentamente los objetivos existenciales y percibir su propia inmortalidad en cuyo océano de bendiciones se encuentra sumergido.
A medida que el perfeccionamiento moral se fue estableciendo, esos códigos de regencia de los destinos se fueron tornando amenos y más compatibles con los procesos naturales de la evolución. Se salía del primitivismo de los instintos para la ética de las costumbres,atenuando la belicosidad salvaje, de forma que la cultura y la civilización se inscribían en los compartimentos emocionales y mentales, purificando el carácter y el sentimiento, aunque en la actualidad aún se ostenten algunos remanentes de la brutalidad y de la sistemática vinculación con la violencia.
Conociendo como prevalecen las manifestaciones primarias sobre la naturaleza espiritual del ser en evolución, el Creador generoso facultó que los Genios del Bien y del Progreso insistentemente trabajasen las facultades de la razón y de la emoción humana, para poder asimilar el Mensaje incomparable del Maestro, dilatándole, al mismo tiempo, la capacidad de comunicación entre los diferentes pueblos perdidos en el laberinto de sus complejos dialectos e idiomas que les dificultaban la aproximación y la transmisión de los conocimientos.
Preparado el suelo de los corazones, Jesús vino a la Tierra, convirtiéndose en el divisor incomparable de la Historia.
Su propuesta de amor, rica de sabiduría, rompió las tinieblas densas de la ignorancia, abriendo claridades jamás alcanzadas antes para la construcción del Evangelio, y fue así porque en el mundo conocido casi todo se encontraba bajo el dominio de Roma, de donde partiría la Revelación que los Apóstoles Pedro y Pablo deberían difundir. Pablo, fascinado por las enseñanzas de Jesús, habiendo nacido en Tarso, (ciudad de Cilicia, que durante el Imperio Romano brilló por sus escuelas deFilosofía y retórica) donde aprendió el idioma de Atenas, mas sometida al yugo romano, estudió el latín y, descendiente de hebreos, hablaba el idioma de Israel, equipado, por tanto, para el ministerio impar de la diseminación del Reino por todas partes.
Posteriormente, después de la decadencia del Imperio Romano, Carlomagno fue llamado a la lid y volvió a reunir parte del mundo fragmentado, creando las condiciones sociológicas e históricas para el advenimiento del Espiritismo, que llegaría a la Tierra más de mil años después. Las luchas se sucedieron en la estela de los tiempos y la Humanidad se devastó en continuas guerras, cuando Francia fue invadida por Inglaterra, que traía el peso de la cultura anglosajona y amenazaba la ancestral estructura latina del país.
Instalados los postulados del Espiritismo en el acervo cultural de la Humanidad, a los hombres, en perfecta y lúcida comunión con los Espíritus,cabe la tarea de hacer resplandecer la Doctrina de Jesucristo, instaurando la Era de la Inmortalidad y triunfando sobre las convenciones vigentes y del materialismo predominante en las Academias y en la conducta de muchos que profesan el Espiritualismo ancestral en sus diversas vertientes.
La Omnisciencia Divina, que programó el Espíritu para la gloria solar, le propicia, desde los orígenes de la Creación, los recursos adecuados para su autorealización y el desenvolvimiento de los valores adormecidos en lo íntimo, alcanzando, escalón a escalón, los elevados niveles de la sublimación y de la plenitud.
“Nadie huye al destino que le está reservado, que es la conquista de la paz real y la victoria total sobre las pasiones” Paso a paso, se va superando, incluso bajo las imposiciones del sufrimiento, cuando se niega a los nobles impositivos del amor, y elevándose, sin cesar, rumbo a la espiritualización.
La improvisación no forma parte de esas Leyes Soberanas, encontrándose delineados los objetivos existenciales y los recursos propios para que se torne factible el encuentro con las conciencias personal y divina. Corresponde al ser humano el deber de invertir esfuerzo y sacrificio incesantes, trabajando la conquista de las luces del conocimiento y las bendiciones del sentimiento, para apresurar su propia felicidad. Recordándose que Jesús dirige la nave terrestre y Dios administra el Universo, la marcha es inexorable rumbo a la Gran Luz que a todos nos baña desde ayer.
(Página psicografiada por el médium Divaldo Pereira Franco, en Hofheim, Alemania, el 10 de mayo de 2001)
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¿Qué
son los fenómenos paranormales?
Son aquellos sucesos extraños que a
veces ocurren en determinadas circunstancias, y que suelen ser poco frecuentes, de carácter extraordinario y sin explicación normal, porque en
sí mismos extralimitan lo que se
considera como fenómenos "normales" u ordinarios y que son provocados
por causas más o menos desconocidas.
Están constituidos por diversos tipos de
sucesos en los que intervienen energías de carácter psíquico generalmente, pero
que no tienen nada de mágico ni
de milagroso, de modo que aunque poco frecuentes y raros, no están al margen de lo que es
natural, por lo que tampoco entran en el ámbito de lo que se entiende por "sobrenatural".
El Espiritismo, como la Parapsicología, que estudia e
investiga estos fenómenos que van más allá de lo que explica la Psicología, los
clasifican en dos grandes grupos: Los “Anímicos”, cuyas causas son
psíquicas o mentales causadas por un sujeto que en sí mismo es la causa que los
origina, y los “Espiríticos” o
Mediúmnicos, cuyo origen y causa son energías inteligentes, que proceden de
la manifestación de los Espíritus de personas que fallecieron pero que sin embargo
se manifiestan por mediación de
personas que actúan como canales o intermediarios, llamados médiums por el
Codificador del Espiritismo, Allan Kardec, acreditando así que los Espíritus
de las personas que murieron, en realidad continúan
existiendo tras la
muerte de su cuerpo físico. Lo
que hasta aquí era un exclusivo dogma de fe religiosa, cual es la existencia y
sobrevivencia del alma, con el Espíritismo pasó a ser una convicción racional y
comprobada que abre a la fe y a la razón, ilimitados horizontes.
- Jose Luis Martín-
“Tales
fenómenos, basados en una ley de la naturaleza, no poseen nada de maravilloso
ni de sobrenatural, en el sentido que vulgarmente se atribuye a estas palabras”
Allan Kardec-
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