INQUIETUDES ESPÍRITAS
1.- Mundos superiores y mundos inferiores
2.-Programa de reencarnación y Genética espiritual
3.- Diálogo con un espiritista
4.- Los nuevos samaritanos
5.-Noticias de sucesos: El milagro de la vida
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Mundos Inferiores y Mundos Superiores
La clasificación de los mundos en inferiores y superiores es más relativa que absoluta. Un mundo es inferior o superior en relación con los que están encima o debajo de él en la escala progresiva.
Si tomamos la Tierra como punto de comparación, podemos formarnos una idea del estado de un mundo inferior mediante la suposición de que sus habitantes se encuentran allí a nivel de las razas salvajes o de las naciones bárbaras que aún permanecen en la superficie terrestre, y que son restos del estado primitivo de nuestro planeta.
En los mundos más atrasados, los seres que habitan en ellos son de algún modo rudimentarios. Tienen la forma humana, pero sin ninguna belleza. Sus instintos no están templados por ningún sentimiento de delicadeza o de benevolencia, ni por las nociones de lo justo y lo injusto. Allí la única ley es la fuerza bruta. Sin industria ni invenciones, los habitantes emplean su vida en la conquista de su alimento. Con todo, Dios no abandona a ninguna de sus criaturas.
En lo profundo de las tinieblas de la inteligencia yace, latente y más o menos desarrollada, la vaga intuición de un Ser supremo. Ese instinto basta para hacer que unos sean superiores a otros y para preparar su eclosión en una vida más completa, porque no son seres degradados, sino niños que crecen.
Entre esos grados inferiores y los más elevados hay innumerables escalones, y entre los Espíritus puros, desmaterializados y resplandecientes de gloria, cuesta reconocer a los que animaron a esos seres primitivos, de la misma manera que en el hombre adulto es difícil reconocer al embrión.
En los mundos que han llegado a un grado superior, las condiciones de la vida moral y material son muy distintas a las de los mundos inferiores. Incluso difieren de las condiciones propias de la Tierra. Si bien la forma del cuerpo es, invariablemente y como en todas partes, la forma humana, esta se encuentra embellecida, perfeccionada y, sobre todo, purificada. El cuerpo carece por completo de la materialidad terrestre y, por consiguiente, no está sujeto a las necesidades, ni a las enfermedades o al deterioro que derivan del predominio de la materia. Los sentidos, más refinados, tienen percepciones a las que la naturaleza de nuestros órganos embotan. La levedad específica de los cuerpos hace que la locomoción sea rápida y no ofrezca dificultades: en vez de arrastrarse penosamente por el suelo, se deslizan, digámoslo así, sobre la superficie, o permanecen suspendidos en la atmósfera sin otro esfuerzo que el de la voluntad, de la misma manera que se representa a los ángeles, o como los antiguos concebían a los manes de los Campos Elíseos.
Los hombres conservan de buen grado las facciones de sus migraciones pasadas, y se aparecen a sus amigos tal como estos los conocieron, pero iluminados por una luz divina, transfigurados por las impresiones interiores, que son siempre elevadas. En vez de rostros deslucidos, demacrados por los padecimientos y las pasiones, la inteligencia y la vida irradian ese resplandor que los pintores han traducido en diadema o aureola de los santos.
La escasa resistencia que la materia ofrece a los Espíritus ya muy adelantados, hace que los cuerpos se desarrollen rápido y que la infancia sea corta o casi nula. La vida, exenta de preocupaciones y angustias, es proporcionalmente mucho más prolongada que en la Tierra.
En principio, la longevidad es relativa al grado de adelanto de los mundos. La muerte no tiene ninguno de los horrores de la descomposición, y lejos de ser un motivo de espanto, se la considera una transformación feliz, porque en esos mundos la duda acerca del porvenir no existe.
Durante la vida, como el alma no se encuentra encerrada en una materia compacta, irradia y goza de una lucidez que la coloca en un estado casi permanente de emancipación, lo que permite la libre transmisión del pensamiento.
En esos mundos felices, las relaciones entre los pueblos, siempre amistosas, nunca son perturbadas por la ambición de esclavizar al vecino, ni por la guerra, que es la consecuencia de aquella.
Allí no hay amos ni esclavos, ni privilegiados por el nacimiento. Sólo la superioridad moral e intelectual establece la diferencia de condiciones y confiere la supremacía. La autoridad es siempre respetada, porque únicamente se concede al mérito y porque siempre se ejerce con justicia.
El hombre no procura elevarse sobre el hombre, sino sobre sí mismo, perfeccionándose. Su objetivo es alcanzar la categoría de los Espíritus puros, y ese deseo incesante no es un tormento, sino una noble ambición que lo hace estudiar con ardor para llegar a igualarse con ellos. Todos los sentimientos tiernos y elevados de la naturaleza humana se encuentran allí aumentados y purificados.
Los odios, los celos mezquinos y las bajas codicias de la envidia son desconocidos. Un lazo de amor y fraternidad une a todos los hombres, y los más fuertes ayudan a los más débiles. Poseen bienes en mayor o menor cantidad, según lo que han adquirido mediante su inteligencia, pero nadie sufre por la falta de lo necesario, porque nadie está allí en proceso de expiación. En una palabra, en esos mundos el mal no existe. En vuestro mundo tenéis necesidad del mal para sentir el bien; de la noche, para admirar la luz; de la enfermedad, para apreciar la salud. En cambio, en los mundos felices esos contrastes no son necesarios.
La eterna luz, la eterna belleza, la eterna serenidad del alma proporcionan una dicha eterna, que no es perturbada por las angustias de la vida material ni por el contacto con los malos, que allí no tienen acceso. Es esto lo que el espíritu humano tiene mayor dificultad en comprender. Ha sido ingenioso para pintar los tormentos del Infierno, pero nunca pudo imaginarse los goces del Cielo. ¿Por qué? Porque al ser inferior, sólo ha sufrido penas y miserias, y jamás ha entrevisto las claridades celestiales. Sólo puede hablar de lo que conoce.
No obstante, a medida que se eleva y se purifica, su horizonte se amplía y comprende el bien que está delante de sí, como ha comprendido el mal que dejó atrás.
Con todo, esos mundos afortunados no son mundos privilegiados, porque Dios no es parcial con ninguno de sus hijos.
A todos confiere los mismos derechos y las mismas facilidades para llegar a ellos.
A todos hace partir de un mismo punto, y no dota a unos más que a otros. Los primeros puestos son accesibles a todos: a ellos corresponde conquistarlos por medio del trabajo; a ellos corresponde alcanzarlos lo antes posible, o languidecer durante siglos y siglos en la hondonada de la humanidad.
( Resumen de la enseñanza de todos los Espíritus superiores. )
Texto extraído del libro El Evangelio según el Espiritismo codificado por Allan Kardec
( Tomado de Zona Espírita )
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Programa de reencarnación y genética espiritual
La doctrina espirita nos revela que somos espíritus inmortales evolucionando hacia la perfección. Dios, que es soberanamente justo y bueno, nos ofrece los medios a través de muchas existencias sucesivas que nos permiten el rescate de nuestros errores, por medios de nuevas pruebas. La reencarnación es el recurso más eficaz concedido por la leyes eternas, para vivir nuevas experiencias, para corregir los vicios, para subsanar errores del pasado…
En cada nueva existencia, el espíritu se va purificando, se va transformando, avanzando en el camino del progreso y recogiendo la cosecha de su siembra en el pasado.
Cuando se despoja de todas sus impurezas, no necesita ya las pruebas de la vida corporal.
En la mayoría de los casos el espíritu participa de su programación, escogiendo el tipo de prueba que quiere sufrir y participando incluso en la configuración de su futuro cuerpo físico, auxiliado por los técnicos especialistas del plano espiritual. Desde la perspectiva del espíritu, cambia nuestro punto de vista.
Encontramos un ejemplo de ello en el capítulo XII del libro ”Misioneros de la luz” donde la hermana Anacleta, que ha sido una gran trabajadora en el plano espiritual durante más de treinta años, iba a reencarnar en breve acogiendo a sus hijos en condiciones extremas. Observando como iba a ser su cuerpo y advertida por varios benefactores, solicita a los técnicos encargados que modifiquen su próximo cuerpo para no presentarse una forma física de líneas impecables. Pide que la tiroides y la paratiroides del sistema endocrino, no estén diseñadas en perfectas condiciones, porque necesita evitar todas las posibilidades de fracaso y la armonía perfecta física le resultaría perturbadora para su avance espiritual. Prefiere la fealdad del cuerpo y la redención de su espíritu.
Las reencarnaciones pueden darse en esta esfera o en otras, estando todas sujetas a una programación. En los casos de expiaciones graves, el espíritu no está en condiciones de elegir su programación, por lo que son los propios benefactores los encargados de su diseño.
Durante el proceso de reencarnación, el espíritu se une al cuerpo en el momento de la concepción, mediante un débil lazo fluídico. A través del auxilio magnético de los benefactores, el espíritu que va a reencarnar, reduce su periespíritu hasta una organización fetal. Comienza entonces el proceso de turbación, advirtiéndole que ha llegado el momento de una nueva experiencia. Esta turbación va aumentando hasta el nacimiento. Se produce un olvido temporario de todos nuestros recuerdos pasados, incluyendo la actual programación.
El espíritu siente una gran ansiedad antes de encarnar ya que según afronte las pruebas de su nueva existencia retardará o acelerará su progreso. A veces este lazo fluídico se quiebra por voluntad del espíritu, fallando en la prueba que escogió, por lo tanto el niño no nace. La unión solo se completa en el instante del nacimiento.
Ya que participamos de nuestra propia programación, alguno de los que está leyendo este articulo, podría pensar: ¿cómo es posible que haya elegido todas las pruebas, todas las circunstancias penosas que estoy viviendo?
En la vida espiritual, tenemos una visión más amplia y clara de nuestras necesidades, elegimos pruebas más complicadas, con la esperanza de alcanzar más pronto un estado mejor, como el enfermo elige muchas veces el remedio más desagradable para curarse más rápido.
Sin embargo, reencarnados en la materia muchos anhelan: la belleza, la riqueza, el poder… pero en el plano espiritual pedimos todo lo contrario, pues conocemos lo complicadas y resbaladizas que son esas pruebas, en las que, en la mayoría de los casos, los espíritus encarnados suelen sucumbir.
Ahora bien: ¿qué son las diversas existencias corpóreas para el Espíritu, sino fases, etapas, períodos, días de su vida espírita, la cual es, conforme sabemos, su existencia normal, ya que la corpórea sólo es para él efímera, pasajera?
Los técnicos encargados de los procesos de reencarnación son especialistas en el genoma humano. El ADN, que contiene todas las instrucciones genéticas para el desarrollo y funcionamiento del organismo, es programado minuciosamente para que se produzca las mutaciones genéticas o cambios en las secuencias de los nucleótidos, en el tiempo exacto, para que todo suceda según las necesidades de cada espíritu.
Podemos encontrar otro caso en el capítulo XII del mismo libro “Misioneros de la luz”. En el gráfico de la futura encarnación de un amigo de Manessés, se pueden ver unos puntos oscuros desde el colon descendente hasta el arco del sigmoide. Esto indica que padecerá una úlcera de importancia en esa zona a la edad adulta. Se trata de una enfermedad que él escogió.
La existencia humana no es un acto accidental. Dentro del plan divino, la justica se cumple siempre, pero tan pronto el espíritu esté dispuesto a la necesaria transformación moral, paulatinamente irá disminuyendo la severidad del proceso redentor. El apóstol Pedro nos enseño hace ya muchos siglos que ”el amor cubre una gran cantidad de pecados”.
No nos fustiguemos, todo lo que nos sucede tiene una razón de ser, no existe ningún tipo de suerte o azar. Dios, como padre amoroso, no permite ni un solo instante de sufrimiento de uno de sus hijos sin una finalidad mayor.
Estamos en el lugar y momentos adecuados a nuestras necesidades de evolución.
¡Aprendamos a ver los problemas de la vida como grandes oportunidades para nuestro mejoramiento espiritual!
- Noelia García- ( Revista de la F.E.E).-
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Los nuevos samaritanos
¿Quién no ha caído aún en los abismos del error? ¿Quién todavía no se vio forzado a levantarse después de muchas caídas?
Tañe las cuerdas del corazón y esparce la indulgencia, mediante el servicio a los compañeros que el azote de la prueba flagela y castiga.
Los hay por todas partes:
El enfermo recluido en el manicomio, que expira a medida que la luz declina en el crepúsculo de su existencia …
La muchacha accidentada cuyos ojos debilitados ya no vuelven a filtrar el azul del cielo…
El joven que ostenta salud que desborda de su cuerpo, mientras la irreflexión arrastra su alma hacia los antros del vicio…
La mujer que reúne al mismo tiempo la ternura de mil madres, cuando abraza a su pequeño hijo amado y enfermo que desfallece sin fuerzas para llorar…
El hombre de paso inseguro que se acuesta cansado sobre los paseos o bancos de la vía pública, que trata de conciliar el sueño sin sueños de la máxima desventura…
El agricultor, prisionero de viejos dolores, que hace varios meses no se cambia la vestimenta de la intensa lucha…
La dama elegante y hermosa cuyo corazón está repleto de equivocaciones, dentro de un pecho engalanado de joyas…
El ebrio de mirada sin brillo y labios blanquecinos, que se dirige hacia el sepulcro, tambaleándose por los sollozos de sus hijos librados a la ignorancia y la necesidad…
La anciana de piel marchita que todavía trata de coser los harapos de viejos sueños…
El infeliz sentenciado cuyo único consuelo consiste en escuchar el concierto de las aves sobre el tejado de la cárcel…
Porque edifican el bien sin alardes, en el sublime anonimato del amor fraterno, los espíritas pueden y deben ser los nuevos samaritanos, en la vida de hoy.
Aunque humildes e insignificantes, pero convencidos de que gozamos de la Eternidad, en la cual desde ahora podemos vivir felices, sigamos a Jesús, el Excelso Timonel, para acompañar la marcha gloriosa de esfuerzo y lucha en la que porfían incansablemente nuestros benefactores abnegados: los Espíritus Buenos.
Euripedes Barsanulfo (Espíritu)
Médium Francisco Cândido Xavier y Waldo Vieira
Extraído del libro “El Espíritu de la Verdad”
Traducción al castellano: Marta Haydee Gazzaniga
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NOTICIAS DE SUCESOS: EL MILAGRO DE LA VIDA
A diario recibo noticias de la la prensa y en esa ocasión en
“Informativos Telecinco” leí dos noticias, diferentes, pero paralelas en su
desenlace final, que llaman mi atención;
¡ porque fueron dos buenas noticias y la buenas noticias escasean cada
vez más ¡ ; son dos historias con un
final feliz del que se pueden sacar
algunas reflexiones.
Paso a trascribirlas:
Informativos
Telecinco
Por Rocío Doñoro
11/02/201920:58 h.
Bebé salvada milagrosamente de una muerte segura
Con mucha vida arranca esta historia milagrosa
en el desagüe de donde sacan a la bebé. El primer reconocimiento
transcurre en el suelo. Comprueban pulso. La recién nacida necesita oxígeno y
calor. En el barrio de Durban en Sudáfrica los vecinos han estado muy
pendientes del complicadísimo rescate. A un vecino le pareció oir un gato. Pero
el llanto persistía y llamó a los bomberos. Abrieron la arqueta y se pusieron
manos a la obra en la tubería a 7 metros de profundidad. Trabajaron 3 horas sin
descanso con el llanto cada vez más cerca. Pero el final para ella era otro
porque su madre la tiró al váter. Los médicos cuentan que su estado es bueno.
Está despierta, responde y llora. Para los médico, no hay duda, es la bebé
milagro. Ahora buscan a su madre. Quiso arrebatarle la vida pero no lo
consiguió.
Segundo
suceso relatado:
Bebé esquiva la muerte en un terrible accidente de
tráfico
Una bebé nació en medio de un trágico accidente
de tráfico, en el que la barriga de su madre gestante fue alcanzada por la
carga del camión en el que viajaba. Las tablas de madera sepultaron a la madre,
que murió, y provocaron que la niña pudiera salir del útero milagrosamente
sana, sin un rasguño. La pequeña fue rescatada en medio de las vísceras de la
madre por un paramédico.
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La futura mamá murió en el accidente, que ocurrió cerca de Cajati, entre Sao Paulo y
Curitiba, en el sureste de Brasil. La madre embarazada de 39 semanas viajaba
como pasajera en un camión cuando el conductor perdió el control y volcó en una
autopista. Al volcar el vehículo, la mujer fue arrojada de la cabina antes de
ser aplastada por tablones de madera que se cayeron del camión, pero también le
abrieron el útero de donde salió la bebé, informa el periódico brasileño La Tribuna
Elton Fernando Barbosa, el primer paramédico en
la escena en la carretera BR-116, explicó al periódico brasileño A Tribuna que
"fue un accidente grave del que se informó de que había una persona
fallecida. Cuando llegué allí, vi que el conductor del camión estaba herido, y
estaba siendo atendido por el equipo de primeros auxilios. Fui en busca de la
víctima mortal que estaba debajo de la madera, cuando escuché los lloros de un
bebé. Estaba impresionado porque no había habido informes de una tercera
víctima".
Cuenta que, al quitar parte de la madera,
encontró el cuerpo de la mujer bastante herido, pero el bebé lloraba en medio
de la sangre. Rápidamente, liberó el cuerpo, cortó el cordón umbilical y llevó
al bebé a la ambulancia, y de allí, al hospital.
"Está perfecta, sana, sin un rasguño", asegura.” Podemos decir que, en esas
circunstancias, fue realmente un milagro que sobrevivió”. Y añade: "Seré
honesto. Fue Dios Por lo que vi, no tengo idea de cómo salió viva. La madre
estaba debajo de varios tablones de madera. No sé cómo salió esta niña con
vida".
El paramédico agregó que fue “muy emotivo.
Desafortunadamente tuvimos la muerte de la madre. Pero en medio de la tragedia,
pudimos salvar al bebé. Este evento ha marcado mi vida. No creo que haya habido
un accidente como este en la historia de la autopista. Perdimos una vida, pero
fuimos responsables de darle vida a una niña".
Ahora, está siendo tratada en la sala de
cuidados intensivos neonatales del hospital regional Pariquera-Acu. La Policía
y los servicios sociales están tratando de identificar a la madre fallecida que
no llevaba documentos.
Solange Batista, una enfermera del hospital
Pariquera-Acu, ha señalado que el personal le había dado al bebé, que pesa 3
kilos, el nombre de Giovanna,
que significa "protegida por Dios". Al parecer, "es muy
tranquila, no llora; si juegas con ella, incluso sonríe".
Lo normal, lo lógico, lo que se hubiese esperado
en ambos casos, son dos muertes más, que apenas hubiesen pasado desapercibidas
como noticia, pues con harta frecuencia sucesos de esta índole o parecida,
aunque no todos salten a la prensa,
ocurren a diario, de modo que parece que las malas noticias de esta
clase no llaman apenas la atención y
casi son noticia, como si el alma se nos hubiese endurecido y ante casos así enseguida
miramos para otro lado.
Por otra parte, los mismos que se conmueven
y alegran con estos sucesos, son en tantos casos, los mismos que luego votan en
las elecciones de los gobiernos, a los partidos políticos que apoyan y
promueven leyes contra la vida, como son el aborto y la eutanasia. ¿ Verdad que
parecemos bastante incongruentes los seres humanos?. ¿Por qué esas bebés que salvaron sus vidas
nos causan cierto alivio o alegría en el alma, mientras que el asesinato de
tantos cientos de bebés que a diario mueren en los quirófanos abortistas dentro
del vientre que les está dando la vida, nos dejan indiferentes y hasta apoyamos estos hechos con
nuestros aplausos y votos a quienes piensan mantener esta horrible
política de la muerte porque consideran que un no nacido es una cosa sin importancia,
que no es un ser humano y que no tiene derechos humanos, por lo cual está a merced de lo que quieran hacer con él?.
En fin, a pesar de todo esto, yo no pierdo la
esperanza de que alguna vez los seres
humanos, que ahora solo son capaces de mirar hacia el lado de “el problema de
la mujer” solamente y no hacia el lado, también, del pequeño ser humano que viene a la vida con el
mismo derecho que todas las demás personas en el mundo, se le cierran las
puertas y se le mata, en el vientre de su madre, haciendo regresar a su
espíritu al plano espiritual desde donde
tendría que poder venir a este mundo nuestro, tan cruel. Ojalá y esos humanos
fríos e irresponsables moralmente, encuentren pronto la cordura que ahora parece que no siempre les
acompaña.
-
Jose
Luis Martín –
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