jueves, 30 de julio de 2020

Al Espiritismo por el Magnetismo

   INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.- Al Espiritismo por el Magnetismo
2.- De la Reencarnación
3.- De los Médiums
4,. Ante la tormenta
5.- La Maldad y el Perdón




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       AL ESPIRITISMO POR EL                             MAGNETISMO


 El Magnetismo y los fenómenos magnéticos son tan sorprendentes que, como decía el Barón  Du Potet (1796-1881), pueden parecer exagerados y extraordinarios (1), pero resultan necesarios para un exacto entendimiento de la extensión de la Doctrina Espírita. Es así porque al tratarse de Magnetismo cuidamos de los pases y sus técnicas, de curas espirituales y/o magnéticas, y así podemos llegar al Espiritismo por medio del Magnetismo.

El propio Allan Kardec (1804-1869) sabía de la importante relación entre esas ciencias, diciendo que el Magnetismo preparó el camino del Espiritismo y que el rápido progreso del Espiritismo solo ocurrió en virtud de la vulgarización de las ideas de los magnetizadores.(2)
Joseph Philippe François Deleuze (1753-1835), importante magnetizador francés, decía que el Magnetismo es una extensión del poder que tienen todos los seres vivientes para actuar sobre aquellos órganos que están sujetos a la voluntad, y es el hombre quien tiene la facultad de ejercer sobre sus semejantes una influencia provechosa, dirigiendo sobre ellos, por su voluntad, el principio que nos anima y nos hace vivir.(3)

No hay una fecha precisa de reconocimiento del Magnetismo. No es como en el Espiritismo, en el que la eclosión de los fenómenos de las mesas giratorias o de los hechos ocurridos con las hermanas Fox en los EUA, en 1848, permiten una fecha, o mejor,la observación y el estudio  hasta su sistematización en Doctrina por Kardec.

Algunos afirman que el Magnetismo fue "descubierto" por Franz Anton Mesmer (1784-1815), médico alemán anterior a Kardec.

Mesmer fue, sin duda, el mayor magnetizador; fue quien sistematizó el Magnetismo, siendo considerado el Padre del Mesmerismo; fue el primero que pronunció las palabras Magnetismo Animal,(4) las cuales sustituyeron a gravitación animal, usadas en su tesis de doctorado.(5). Mesmer "no descubrió" el Magnetismo, porque este ya era conocido y manejado desde la Antigüedad, practicado en secreto en todas las épocas de la Historia,(6) en casas o en templos, por sacerdotes, pitonisas, videntes, oráculos, profetas y curanderos que eran los únicos "habilitados" o "instruidos" para esto. Hay noticia de que los sacerdotes de los templos del antíguo Egipto estaban habilitados en la experimentación magnética. (7) 

Hector Durville, por cierto, presentó una talla o una pintura en el Templo de Karnak, en donde uno de los grandes Jefes Divinos proyectaba en la nuca del faraón, un fluído que proporcionaba vida, salud y fuerza.(8)

En el mismo sentido, Jacob Melo afirma que no hay una fecha o periodo preciso que confirme la implantación del magnetismo en el seno de la humanidad, siendo por eso mismo y por todas las reflexiones seria al respecto, permitido que se diga que hay magnetismo en el mundo, desde que el mundo es mundo.(9) 

De esa forma, el Magnetismo no era ninguna novedad en el siglo de Kardec. Al contrario, asunto por demás debatido, era conocido en toda Francia y también objeto de los estudios de Kardec, como el mismo confirma por sus innumerables escritos een la Revista Espírita.

A pesar de eso, no se puede ignorar que el "Magnetismo Animal" fue iniciado en 1776, como la primera respuesta terapeútica científica de la era moderna, habiendo sido por la metodología científica que el doctor Mesmer hizo su descubrimiento.(10) 

¿ Y para qué sirve el Magnetismo?. El Magnetismo tiene gran influencia en los procesos de cura. El Barón Du Potet destacaba la virtud curativa del Magnetismo, advirtiendo que indebidamente manejado sin que fuesen seguidas sus técnicas, podría causar accidentes, lo que significa que si el magnetismo puede hacer el bien, reconoceremos igualmente que igual que los demás elementos de la Naturaleza, también puede hacer el mal, por lo que deberán aprender a conocerlo bien, a fin de estar en guardia contra los accidentes que pueda producir.(11)

En el Libro de los Espíritus, Kardec se refirió a aquellas personas que tienen el don de curar por el simple toque, siendo que los Espíritus son sensibles a la fuerza magnética, a la pureza de sentimientos y al ardiente deseo de hacer el bien, como una especie de "filtros" para evitar abusos y narraciones interesadas por parte de personas  exploran la credulidad en su provecho.(12)

En el Libro de los Médiums, Kardec distingue a los magnetizadores de los médiums curadores, reconociendo que había algo más en los Espíritus, aludiendo a la potencia magnética, que residía, sin duda, en el hombre, pero aumentada por la acción de los Espíritus que llama en su ayuda".(13) 

La ciencia del Magnetismo, decía León Denis (1846-1927).(14), coloca al hombre que la posee, como dueño de maravillosos recursos, pues la acción de los fluidos sobre el cuerpo humano es inmensa; sus propiedades son múltiples y variadas. 

De ahí por qué al ser el Magnetismo un método racional,(15), con él se puede comprender y estudiar mejor el Espiritismo.

- Antonio Cezar Lima de Fonseca- del Centro Cultural Espñírita de Porto Alegre (CEPA).Brasil


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               DE LA REENCARNACIÓN

166 – ¿Cómo acaba de purificarse, el alma que no alcanzó la perfección en la vida corporal?
– Soportando la prueba de una nueva existencia.
– ¿Cómo realiza el alma esta nueva existencia? ¿Acaso por su transformación como Espíritu?
– Es indudable que purificándose el alma, sufre una transformación; pero para lograrlo le es necesaria la prueba de la vida material.
– ¿El alma tiene, pues, muchas existencias corporales?
– Sí, todos nosotros pasamos por muchas existencias físicas.
Los que dicen lo contrario, pretenden que os mantengáis en la ignorancia en la que ellos mismos se encuentran; ese es su deseo.
– Parece resultar de este principio que el alma, después de dejar un cuerpo toma otro, es decir, se reencarna en un nuevo cuerpo. ¿Es así como debe entenderse?
– Es evidente.
167 – ¿Cuál es el objetivo de la reencarnación?
– La expiación y mejoramiento progresivo de la Humanidad,sin lo cuál, ¿dónde estaría la justicia?


Allan Kardec

                                                 
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               DE LOS MÉDIUMS


Es oportuno esclarecer que el desarrollo de la facultad mediúmnica,no guarda relación con la moralidad del médium.
La facultad en sí, "no depende de lo moral.
Lo mismo, sin embargo, no se da con su uso,que puede ser bueno o malo, conforme las cualidades del médium".

Allan Kardec. De la Influencia Oral del Médium.
El Libro de los Médiums.
Cap. XX, Ítem 226.

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             ANTE LA TORMENTA

    Queridos amigos, hola buenos días, la vida continúa y siempre nos da alguna sorpresa. Cuando la sorpresa es de alegría,  nos ponemos muy contentos, en cambio cuando es alguna desgracia, o algún problema importante, muchas veces asumirlo es un verdadero calvario del cual nos es difícil salir airosos de el.
    Ante todo tenemos que tener mucha calma ante la tempestad, y procurar canalizar las cosas, por caminos menos duros, restando la importancia a los acontecimientos, aunque estos sean muy duros.
     La desesperación no es buena consejera, y las tormentas pasan, aunque sea despacio, poco a poco va esclareciendo y las cosas van perdiendo intensidad. ´
    Muchas criaturas sienten la desesperación debido a que se ilusionan con una chica, o un chico y este los deja, o la deja porque otra persona ocupa su lugar, no aceptan que hayan dejado de quererles de amarles, y dan cabida a estados patológicos difíciles de superar. 
    Generalmente se encierran en el pensamiento de que no es posible seguir adelante, que el camino es demasiado difícil, que no hay remedio.
   Siempre el cariño a ciertas personas nos hace pensar que nos pertenecen que ellas tienen que querernos como nosotros las queremos y desplazamos a Dios de nuestro lado, Falta la confianza en que Dios de verdad nos ama y nos sostiene a pesar de cualquier prueba. Por eso nos sentimos sin fuerza ante situaciones que creemos no poder superar.
    La desesperación nos paraliza porque nos aparta de los auxilios que Jesús nos ofrece. Entonces nos dejamos llevar por la corriente de los instintos bajos y no luchamos contra ellos con suficiente fortaleza. Nos apartamos del camino de la virtud y de la lucha de cada día.
    Quien desespera puede echarse la culpa de su mal o culpar a otro. Pero no ve cómo resolver la culpa, no cree tener perdón o no cree poder vivir la cruz que lleva. La desesperación si tiene remedio. Jesús vino para liberarnos, para sanarnos. Solo El puede penetrar hasta el interior de nuestro corazón y sanar las culpas, perdonarnos y darnos la gracia de perdonar.
   Sepamos afrontar los impedimentos de la vida, sin recelarlos. Cada uno de ellos es portador de mensaje determinado. Es un desafío para que  seamos pacientes, otro nos impulsa a la sublimación de la capacidad de amar en el crisol de la prueba.
    Las ansiedades arman muchos crímenes  y jamás edifican algo útil en la Tierra.
    Invariablemente, el hombre precipitado cuenta con todas  las probabilidades en contra.
   Oponiéndose  a las inquietudes  angustiosas, hablan  las lecciones  de paciencia de la Naturaleza, en todos los sectores del camino humano.
   Si el hombre naciese  para andar ansioso, sería como decir que vino al mundo, no en la categoría de trabajador en la tarea santificante, sino como desesperado sin remisión.
   Si la criatura reflexionase más sensatamente reconocería el contenido de servicio que los momentos de cada día le pueden ofrecer y sabría vigilar, con acentuado valor, sus propios patrimonios.
   Es indudable que los paisajes se modificarán incesantemente, compeliéndonos  a enfrentar sorpresas desagradables, consecuencia  de nuestra actitud inadecuada, en la alegría, o en el dolor, con todo, representa  impositivo de la ley nuestra obligación de proseguir diariamente en dirección al bien.
  La ansiedad intentará violentar corazones generosos, porque los caminos terrenales desdoblan muchos ángulos oscuros y problemas de difícil solución, entretanto, no nos olvidemos de la receta de Pedro.
   Lancemos las inquietudes sobre nuestras esperanzas en Nuestro Padre Celestial, porque el Divino Amor regala el bienestar de todos nosotros.
    Es justo desear firmemente la victoria de la luz, buscar la paz con perseverancia, disciplinarse para la unión con los planos superiores, insistir por sintonizar con las esferas más altas. Pero no olvidemos que la ansiedad o desesperación precede siempre a la acción de caer.
    Aprendamos, sobre todo, a descifrar los enigmas  de la existencia, en el taller del Bien Eterno.
   Amigos os deseo un lindo día, que Dios siempre se apiade de nosotros en esos momentos en los que creemos no resistir.  Siempre El está por detrás de todas las cosas y sabe muy bien qué hacer  con Sus criaturas.
Merchita


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lunes, 27 de julio de 2020

El gran enigma de Dios

      INQUIETUDES  ESPÍRITAS

1.- Unos sabios consejos
2.- Pérdida de seres queridos
3.- El gran enigma de Dios
4.- ¿La mediumnidad es regalo de Dios?
5.-  Retrato de Jesús





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                                         UNOS SABIOS CONSEJOS

No deje de soñar,  mas enfrente sus realidades cotidianas.

Reduzca sus quejas, al mínimo, si no las puede dominar del todo.

Hable, tranquilizando a quien le escucha.

Deje que los demás su propia existencia, tanto como usted desea vivir la existencia que Dios le dio.

No deje de creer en el poder del trabajo.

Nunca se crea que el bien pueda ser practicado sin dificultad. Cultive la perseverancia en lo que sea mejor, jamás sea testarudo en sus puntos de vista.

Acepte sus desilusiones con realismo, extrayendo de ellas el valor de la experiencia, sin perder el tiempo con lamentaciones improductivas.

Convénzase de que usted solamente solucionará sus problemas si no huye de ellos.

Recuerde que decepciones, apuros, desengaños y pruebas, son marcas en el camino de todos y que, por eso mismo, para evitar los entorpecimientos de la obsesión, lo que importa no es que el sufrimiento nos visite, sino nuestra reacción personal ante él.

(André Luiz, del libro “Paz y Renovación”, Francisco Cândido Xavier)


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PÉRDIDA DE SERES QUERIDOS



   A lo largo de estos últimos meses hemos hecho un recorrido por las distintas interpretaciones históricas, culturales y religiosas que ha ido desarrollando el ser humano respecto a la muerte y todo aquello que la rodea en el ámbito cristiano; una idea que ha ido evolucionando muy lentamente con el paso de los siglos. Hemos hablado también de que las religiones, con sus tradiciones, desde tiempo inmemorial, han arraigado en el inconsciente colectivo una visión muy particular sobre lo que significa la extinción de la vida en este mundo físico; la hemos asumido psicológica y socialmente de una manera que por lo general nos provoca incertidumbre, angustia y dolor. Una visión poco convincente, de la que es complicado salir sin una mente abierta que nos permita explorar otras maneras de ver este hecho tan natural.
Por otro lado, la misma ciencia oficial ha trabajado y trabaja por desentrañar aquellos misterios, aquellos desafíos que la vida nos presenta para mejorar en todos los sentidos y tratar de comprender los mecanismos de la misma. No obstante, al fenómeno de la muerte no le ha prestado suficiente atención. Una parte de la ciencia, la más ortodoxa y materialista, la ha encasillado dentro del apartado de las creencias religiosas o dogmáticas. Su planteamiento ante la muerte sería el siguiente:Una vida humana se encuentra en estado terminal o se acaba de extinguir; la ciencia ya no puede hacer nada; caso cerrado”.
La tristeza y el sufrimiento, son por regla general, el estado que caracteriza a las personas cuando se  enfrentan a la pérdida de los seres queridos, un proceso por el que todos tenemos que pasar en distintos momentos de nuestras vidas.
A esta reacción que tenemos en respuesta a una muerte se la denomina duelo. Se trata de un estado psicológico que varía de unas personas a otras; depende también de factores como pueden ser el tipo de muerte, la edad del fallecido o el papel que jugaba en nuestras vidas. En función de todas esas circunstancias, el duelo se puede alargar más o menos en el tiempo.
El problema surge cuando, en función del carácter psicológico de la persona y la carencia de unas convicciones espirituales claras respecto al futuro y la vida en el Más Allá, esa tristeza, que en principio es natural se cronifíca, se convierte en un círculo vicioso del que no se sabe o no se tienen recursos para salir, degenerando en una depresión u otro disturbio de carácter psicológico o psicosomático. En casos así es preciso, en primer lugar, acudir a especialistas para que les ayuden a resolver el problema y que la pérdida deje de ser, al menos, un foco de perturbación en su vida.
Por todo ello, resultaría conveniente trasladar a la sociedad las investigaciones científicas que existen sobre este tema. También profundizar en aquellas ideas filosóficas y espirituales llenas de lógica y sentido común que nos proporciona el Espiritismo respecto a los principios espirituales que rigen al ser. Incluso con los testimonios recibidos de seres queridos en manifestaciones espontáneas de carácter mediúmnico y que la doctrina espírita viene estudiando desde hace más de 150 años. Con todo ello se conseguiría mitigar el choque emocional de una pérdida, y serviría como consuelo y también como esperanza de un reencuentro futuro.

La muerte es un cambio a otra dimensión, recuperar la libertad sin el yugo de la carne.

Para una mejor comprensión, y aunque próximamente lo abordaremos con mayor profundidad, es necesario analizar grosso modo el estado en que se encuentran los seres queridos una vez han dejado el cuerpo físico. Varía extraordinariamente de unos casos a otros. De cualquier manera, tenemos la obligación moral de ayudarles durante ese proceso, en la medida de lo posible. Lo más importante es adoptar una actitud mental positiva, acompañándola con una oración sentida y sincera que le va a ayudar a superar ese trance, hacia su reingreso y adaptación a la nueva vida en el mundo espiritual.

No podemos olvidar que el pensamiento es una forma de energía muy poderosa, es un lenguaje universal que llega a las almas con quienes establecemos un diálogo. Cuando se trata de seres queridos ya desencarnados, el círculo afectivo se estrecha y la comunicación no verbal es más intensa.
Dependiendo de las circunstancias particulares, si el estado del recién fallecido no es bueno, los pensamientos positivos y las oraciones dirigidas al Creador le pueden aliviar de una manera importante. En la obra El Cielo y el Infierno, de Allan Kardec, encontramos numerosos testimonios de espíritus sufrientes que a través del vehículo mediúmnico agradecen la ayuda recibida, e incluso ruegan a familiares y a todos los presentes que no se olviden de seguir pidiendo por ellos.
Si se trata del caso de suicidas, la situación se complica exponencialmente. En estos casos, se deben redoblar los esfuerzos por mantener en el tiempo las oraciones para su propio beneficio, puesto que, aunque siempre varía de unos casos a otros, los sufrimientos son importantes. De tal forma, la ayuda que se les puedan dispensar siempre la agradecen de una manera especial, dada su difícil situación.
Por otro lado están aquellos que, debido a su estado espiritual equilibrado, se encuentran felices por retornar a la patria espiritual. Poseen mayor facilidad para sintonizar con los pensamientos de familiares y amigos. Las oraciones también las reciben con agrado, refuerzan los lazos espirituales ya existentes y les hacen más felices si cabe. Se establecen unos vínculos entre los dos planos que permiten a unos y a otros permanecer en contacto, aunque dichos espíritus, pasado un cierto tiempo, se encuentren ya desempeñando otras funciones o tareas en el mundo espiritual.
Tanto en unos casos como en los otros, lo que nunca se debe hacer es dejarse llevar por la desesperación o el desánimo. Hay que tratar de evitar a toda costa el “apego” emocional y psíquico hacia los desencarnados, puesto que una reacción de esa naturaleza les ocasiona ansiedad, tristeza y perturbación.
No tenemos el derecho de reclamar como si la muerte fuese una injusticia, o de rebelarnos ante esta circunstancia humana. Por mucho que hayamos podido amar a otras personas, no podemos permitir que esos sentimientos se contaminen de egoísmo, por el hecho de perderlas de nuestra vista.
 Hay que plantearse la situación de otra manera muy distinta, no tan traumática. En el Evangelio según el Espiritismo encontramos sabias palabras al respecto por el espíritu de Sansón, recibida en el año 1863, que reproducimos aquí:
Regocijaos, en vez de quejaros, cuando Dios quiere llevarse a uno de sus hijos de ese valle de miserias. ¿Acaso no es egoísmo el desear que se quede sufriendo con vosotros? ¡Ah! Este dolor se concibe en el que no tiene fe y que ve en la muerte una separación eterna. Pero vosotros, espiritistas, vosotros sabéis que el alma vive mejor desembarazada de su envoltura corporal; madres, vosotras sabéis que vuestros hijos muy queridos, están cerca de vosotras, sí, están muy cerca, sus cuerpos fluídicos os rodean, sus pensamientos os protegen, vuestro recuerdo los embriaga de alegría, pero también vuestros dolores infundados les afligen, porque denotan falta de fe y son contra la voluntad de Dios”.
(Capítulo V; Bienaventurados los afligidos, ítem 21).
Existen infinidad de mensajes que hablan a propósito de esta circunstancia dolorosa; hijos u otros familiares que desencarnaron y se ven obligados a buscar, por los distintos medios a su alcance, la manera de manifestarse a sus seres queridos para que puedan comprobar que ya no sufren y que son felices, que la separación es pasajera; puesto que ese dolor y tristeza de los familiares les supone una angustia que les impide avanzar y disfrutar de la felicidad que se han ganado. O en el caso de espíritus que se encuentran en una situación precaria espiritualmente, la angustia y el sufrimiento de los familiares hace que se complique mucho más su estado. Sin ninguna duda, no tenemos el derecho de actuar así; muchas veces, producto de la ignorancia, del egoísmo y la falta de conocimiento de la realidad espiritual.
La muerte es un fenómeno natural y hasta necesario; forma parte del proceso natural de la vida.

No puede existir crecimiento sin transformación, sin cambios continuos.

¿Nos podemos imaginar una sociedad en donde nadie pudiera cambiar de trabajo o de vivienda? ¿O una sociedad en donde nadie tuviera la posibilidad de abandonar el hogar; padres, hermanos y abuelos para formar su propio hogar? ¿Se imaginan una sociedad donde nadie pudiera viajar para explorar otras culturas, otras gentes, y tuvieran que estar apegados a sus casas, a sus padres, y a sus barrios indefinidamente?… ¿Por qué la muerte no ha de ser un cambio a mejor?
Hemos de comprender que dichas separaciones no son un “Hasta siempre, sino un hasta pronto”. Hemos de hacer un esfuerzo por comprender que, aunque se disponen a recoger aquello que sembraron durante su última existencia, con su partida siempre estarán en buenas manos, y que necesitan continuar su proceso de crecimiento espiritual en el otro plano, fuera ya del yugo y de las preocupaciones penosas del plano material.

Si de verdad les amamos su felicidad debería ser lo primero.

 José Manuel Meseguer Amor, Paz y Caridad
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             EL GRAN ENIGMA DE DIOS
Se ha abusado tanto de la idea de Dios a través de los siglos; se han torturado e inmolado en su nombre a tantas inocentes víctimas; bajo el nombre de Dios se ha regado de tal manera el mundo con sangre humana, que el hombre moderno se ha apartado de El. Consideramos que la responsabilidad de este estado de cosas ha de recaer sobre los que han hecho del Dios de bondad y de eterna misericordia un dios de venganza y de terror. Pero no nos corresponde el establecer responsabilidades. Nuestro objeto es más bien el de buscar un terreno de conciliación y de aproximación en el que todos los buenos Espíritus puedan reunirse.
Sea lo que fuere, los hombres modernos, en gran mayoría, reniegan de cargar sobre ellos las ideas de Dios, de ley y de obligación alguna; no quieren comprender que la libertad sin la sabiduría y sin la razón es impracticable. La libertad sin la virtud conduce a la licenciosidad, y ésta a la corrupción, al relajamiento de los caracteres y de las conciencias, en una palabra, a la anarquía. Solamente cuando hayan pasado por nuevas y más duras pruebas, consentirán en reflexionar. Entonces la verdad se abrirá paso y la grande frase de Voltaire se mostrará evidente ante nuestros ojos: "¡El ateísmo y el fanatismo son los dos polos de un mundo de confusión y de horror!" (Histoire de Jenni).
Es verdad que se nos habla mucho de altruismo, o, dicho de otra manera, del amor a la humanidad, y se pretende que este sentimiento debe bastar. Pero, ¿cómo se hará del amor a la humanidad una cosa vívida, realizable, cuando no se llega, no ya a quererse, sino a soportarse los unos a los otros? Para agrupar los sentimientos y las aspiraciones es preciso un ideal poderoso. ¡Pues bien!, este ideal no lo encontraréis en el ser humano, finito y limitado; como tampoco lo hallaréis en las cosas de este mundo, todas pasajeras y transitorias. Sólo existe en el Ser infinito, eterno. Él sólo es lo bastante vasto para recoger y absorber todos los anhelos, todas las fuerzas, todas las aspiraciones del alma humana para avivarlas y fecundarlas. ¡Este ideal es Dios!
Mas, ¿qué es este ideal? Es la perfección. ¡Siendo Dios la perfección realizada es al mismo tiempo el ideal real, el ideal viviente!
                                                                                                                                                  
- LEÓN DENIS- (EL GRAN ENIGMA, DIOS Y EL UNIVERSO)

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¿LA MEDIUMNIDAD ES

 UN REGALO DE DIOS?

"No son los que disfrutan de la salud los que necesitan un médico".

Mientras Jesús estaba en la mesa en la casa de este hombre (Mateo), muchos recaudadores de impuestos y personas de mala vida se acercaron a la mesa, quienes se sentaron a la mesa con Jesús y sus discípulos; - ¿Qué les dijeron los fariseos al notarlo a los discípulos: ¿Cómo come su Maestro con los recaudadores de impuestos y las personas de mala vida? - Después de escucharlos, Jesús les dijo: No son los que están sanos los que necesitan un médico. (Mateo, cap. IX, vv. 10 a 12.)

Jesús se acercó, principalmente, a los pobres y desheredados, porque ellos son los que más necesitan consuelo; de los ciegos dóciles y de buena fe, porque piden ser vistos, y no de los orgullosos que piensan que tienen toda la luz y no necesitan nada. 
Estas palabras, como tantas otras, encuentran su aplicación en el Espiritismo. Hay quienes se preguntan que a veces la mediumnidad se da a personas indignas, capaces de abusar de ella. Parece, dicen, que una facultad tan preciosa debe ser el atributo exclusivo de quienes más lo merecen.
Digamos, en primer lugar, que la mediumnidad es inherente a una disposición orgánica, de la cual cualquier hombre puede ser dotado, como ver, oír, hablar. Ahora, no hay nadie que el hombre, debido a su libre albedrío, no pueda abusar, y si Dios no hubiera otorgado, por ejemplo, la palabra sino a aquellos incapaces de pronunciar cosas malas, mayor sería el número de tontos que el de los que hablan Dios le ha dado poderes al hombre y le da la libertad de usarlos, pero no deja de castigar a quienes los abusan.
Si solo a los más dignos se les concediera la capacidad de comunicarse con los Espíritus, ¿quién se atrevería a pensarlo? ¿Dónde estará, el límite entre dignidad e indignidad? La mediumnidad se confiere sin distinción, para que los Espíritus puedan traer luz a todas las capas, a todas las clases de la sociedad, tanto a los pobres como a los ricos; a los rectos, para fortificarlos en el bien, a los viciosos para corregirlos. ¿No son estos últimos los pacientes que necesitan un médico? ¿Por qué Dios, que no quiere la muerte del pecador, lo privaría de la ayuda que lo puede desarraigar? Los buenos espíritus vienen en tu ayuda y su consejo, dado directamente, es de una naturaleza para impresionarte más vívidamente que si lo hubieras recibido indirectamente. Dios, en su bondad, para salvarte la molestia de llegar lejos, pone la luz en tus manos. No será mucho más culpable si no quieres verlo? ¿Puede excusarse con su ignorancia, cuando él mismo escribió con sus manos, vio con sus propios ojos, escuchó con sus propios oídos y pronunció su condena con su propia boca? Si no aprovecha, entonces será castigado por la pérdida o perversión de la facultad que se le otorgó, y en cuyo caso, los espíritus malignos lo aprovechan para obsesionarse y engañarlo, sin perjuicio de las verdaderas aflicciones con las que Dios castiga a los servidores indignos y corazones que el orgullo y el egoísmo se han endurecido.
La mediumnidad no implica necesariamente relaciones habituales con espíritus superiores. Es solo una aptitud para servir como un instrumento más o menos dúctil para los espíritus, en general. El buen medium, por lo tanto, no es quien se comunica fácilmente, sino el que simpatiza con los buenos espíritus y solo recibe ayuda de ellos. Es solo en este sentido que la excelencia de las cualidades morales se vuelve omnipotente sobre la mediumnidad.

(Fuente: El Evangelio según el Espiritismo, cap. XXIV, ítems 11 y 12.)

( Tomado del Blog de Tavares)


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                   RETRATO DE JESÚS


                                

  " Sabiendo que deseas conocer cuanto voy a narrar, te informo que en nuestros tiempos un hombre, el cual vive actualmente pleno de grandes virtudes, llamado Jesús, que es inculcado por el pueblo como el profeta de la verdad, y sus discípulos dicen que es hijo de Dios, Creador del cielo y de la Tierra y de todas las cosas que se hallan y hayan estado en ella; en verdad,      ¡ Oh César !, cada día se oyen cosas maravillosas de ese Jesús: resucita a los muertos, cura los enfermos, en una sola palabra : es un hombre de estatura justa y muy bello en el aspecto, y hay tanta majestad en su rostro, que aquellos que lo ven son forzados a amarlo o a temerlo. Tiene los cabellos color de almendra muy madura, son distendidos hasta las orejas, y de las orejas hasta las espaldas, son del color de la tierra, pero más relucientes.

   Tiene en medio de su frente una línea separando los cabellos, en la forma en uso por los nazarenos, su rostro es lleno, el aspecto es muy sereno, ninguna arruga o mancha se ve en su cara, de un color moderado; la nariz y la boca son irreprensibles.

   La barba es espesa, mas semejante a los cabellos, no muy larga, pero separada por el medio, su mirada es muy afectuosa y grave; tiene los ojos expresivos y claros, lo que sorprende es que resplandezcan en su rostro como los rayos del sol, pero nadie puede mirar fijamente su semblante, porque cuando brilla, asusta, y cuando enternece hace llorar; se hace amar y es alegre con gravedad.

  Dícese que nunca nadie lo vio reír, más bien llorar. Tiene los brazos y las manos muy bellas; en la plática alegra mucho, pero raramente lo hace y, al aproximarse a él, se verifica que es muy modesto en la imagen y en la persona. Es el hombre más bello que se pueda imaginar, muy semejante a su Madre, la cual es de una belleza muy singular, no habiéndose visto jamás una mujer tan bella.

  Si Tu Majestad ¡ oh Cesar !, deseas verlo, como en aviso pasado escribiste, dame órdenes, que no faltaré en mandarlo lo más deprisa posible.

   De letras, se hace admirar en toda la ciudad de Jerusalén, pues sabe todas las ciencias y nunca estudió nada. Él camina descalzo y sin nada en la cabeza. Muchos se ríen viéndole así, pero en su presencia, hablando con él, tiemblan y se admiran.

   Dicen que un hombre tal nunca fue oído por estas partes. En verdad según me dicen los hebreos, no se oyeron, jamás, tales consejos, de gran doctrina, como enseña este Jesús; muchos judíos lo tienen como Divino y muchos me querellan, afirmando que es contra la ley de Tu Majestad; yo sufro grandes molestias a causa de estos malignos hebreos.

   Dícese que este Jesús nunca hizo mal a quien quiera que sea, mas, por el contrario, aquellos que le conocen y que han practicado con él, afirman haber recibido grandes beneficios y salud, pero a tu obediencia estoy siempre dispuesto y aquello que Tu Majestad ordene será cumplido.

  Por la Gracia de Tu Majestad, fiel y reconocidísimo,
   Publio Léntulus, Presidente de Judea.
   Séptima lindizioni, segunda luna.

( Este documento fue encontrado en el archivo del Duque de Cedanini, en Roma. Esta carta, donde se hace el retrato físico y moral de Jesús, fue enviada de Jerusalén al Emperador Tiberio César, en Roma, en los tiempos de Jesús)

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jueves, 23 de julio de 2020

La Terapia del dolor


   Hola queridos amigos:  Tras unos días de hospitalización por un accidente casero, hoy de nuevo vuelvo con vosotros para seguir aprendiendo juntos en  estos temas espirituales y trascendentes que forjan nuestras vidas. Esperando que los accidentes nos respeten más en lo sucesivo, mando un cordial saludo para todos. Saludos
 - Jose Luis Martín-

  INQUIETUDES  ESPÍRITAS

1,. El Por qué de la Vida.
2.- Terapéutica del dolor
3,. Reflexiones finales
4.-Vidas sucesivas





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                       EL POR QUÉ DE LA VIDA

El Espiritismo cumple todas sus promesas, Filosofía eminentemente racional, lógica y consoladora, aclara las dudas del pobre ser humano que, harto de buscar una razón a su propia vida sin encontrarla, ni en la ciencia materialista, ni en los dogmas de las religiones positivas, se refugia en su seno.

  Sí, la ciencia espírita da al hombre una explicación tan racional de "El por qué de su existencia", que esa explicación le consuela, le fortalece y le reanima para seguir adelante por ese arduo camino que se llama la existencia humana.

  ¿Por qué de la vida?- preguntamos todos. ¿Por qué ese conjunto de luchas, de trabajos, de sinsabores y de sufrimientos que terminan con la muerte?.

  Problema pavoroso que hasta hoy había quedado sin resolver. 

  En medio del continuo sufrir de la mayor parte de las existencias humanas,¿cuantas veces se han asomado estas preguntas a los labios del hombre?: ¿Por qué he nacido?; ¿por qué estoy aquí?; ¿por qué vivo?; ¿por qué sufro?.

  Pues bien, el Espiritismo, repetimos, resuelve satisfactoriamente  ese tremendo problema y contesta victoriosamente todas esas preguntas.

Veamos: Afirmando y demostrando la pluralidad de existencias del alma,sin cuya ley, o sea, sin la Reencarnación, la Justicia y la Bondad de Dios, el Excelso Padre de todos, no aparecería por ninguna parte un motivo útil y necesario de las existencias materiales. Las almas, creadas niñas, pero con los gérmenes latentes de los futuros conocimientos que desarrollarán para adquirir todas sus estados de adelanto y progreso en sus luchas por la vida. Allí, como en un yunque, han de probar sus fortaleza; allí, en medio de los miles de peligros que encontrarán en medio de la travesía de este proceloso mar que es la vida humana, han de emplear su inteligencia cada vez más clara, su prudencia cada vez mayor, en sortear los obstáculos para llegar al fin que se propusieron, es decir, a su progreso, sin el cual no hay felicidad posible para ellas.

  La existencia humana, es para el alma una verdadera escuela en la que viene a desarrollar su inteligencia, sus sentimientos y su voluntad.

  Como ese trabajo grandioso no lo puede completar en una sola existencia, y esto lo vemos claramente en la práctica, presenciando como mueren aquí la mayor parte de los seres: iletrados, duros de corazón y sin fuerza de voluntad para el bien, sabiendo que Dios existe y que es la Infinita Justicia y el Infinito Bien, no ha podido negar a sus criaturas lo que necesitaban para alcanzar el grandioso fin para el que fueron creadas, o sea, el tiempo y los medios para conseguir su progreso intelectual y moral, que entraña precisamente consigo, la felicidad de cada uno.

   No, Dios no ha negado nada a sus hijos; por el contrario les ha concedido la eternidad del tiempo para alcanzar con sus propios esfuerzos, su elevación, su purificación, y con ello, la suprema dicha que les aguarda. Como campos en los que debe poner el alma en juego su actividad y sus fuerzas, Dios ha sembrado el espacio de un número infinito de planetas, destinados todos ellos al contínuo trabajo progresivo de los espíritus.

   El Espíritu, durante el tiempo que media entre sus diversas encarnaciones, vive en el espacio, baja a los mundos, se encarna en ellos, no una, sino cien veces o las que le sean necesarias para similar todo el progreso intelectual, todo el adelanto moral que pueden brindarle. Cada existencia material es para el alma como un escalón de la interminable escala del progreso que ha de subir. ¡Viene a los mundos de expiación y de pruebas,como nuestra Tierra, imperfecta ,generalmente cargada de pequeñeces y de miserias morales, presa de exaltado orgullo y de mísero egoísmo. Aquí le aguardan las grandes lecciones que la vida reserva a todos y con cuyas lecciones se engrandecen poco a poco los pequeños, se purifican los inmorales, se humillan los soberbios y se hacen amantes y solidarios a todos los egoístas, regresando al espacio del espíritu, cuando su envoltura material se ha gastado, generalmente, con un estado de progreso superior al que había traído a su último ingreso en la humanidad.

   Las existencias materiales, son para el alma una verdadera escuela en la que viene a enseñarse a seguir el austero camino del deber, la senda del amor y del bien.
   Las almas orgullosas y egoístas, propensas aún a la crueldad y a la bajeza de las pasiones materiales, necesitan vivir en este ambiente terrestre, combatir sin tregua en estas luchas, sentir sus dolores, pasar esas humillaciones, para enmendarse y regenerarse.

   El sufrimiento depura al espíritu; la lucha y el dolor le fortalece y engrandece. He ahí el fin de la vida material para el alma, fin útil, grandioso y necesario, puesto que de cada existencia sale generalmente el espíritu más inteligente, ,y en consecuenciamás tierno.
   Ahora bien, no todos los mundos son presidios para el alma, como nuestra Tierra.
    Dios es sumamente previsor y justo. Nuestro pobre y pequeño planeta es uno de los más atrasados del Universo; pero existen mundos regeneradores,mundos de felicidad a los que llega el alma cuando ha recogido en los mundos de luchas, de pruebas y de expiación, todo el fruto moral e intelectual que le podían dar. Entonces sigue su peregrinación hacia arriba, es decir, hacia Dios, prosiguiendo en aquellas moradas de paz, de amor y de luz, la obra empezada en los mundos de tinieblas y de inmoralidad.

   Este es el objeto de la vida material: la elevación y purificación del espíritu, y con ellas su progreso, y en consecuencia natural de ese progreso adquirido a costa de mil y mil esfuerzos y trabajos, su felicidad eterna.

   Ya lo ves humanidad: el Espiritismo aclara las dudas, sacia el hambre de saber, responde de modo lógico y racional a tantas preguntas, sin ofender a la razón.

- León Denis-

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                             LA TERAPIA DEL DOLOR

En tiempos de pandemia y aislamiento social, es normal que tengamos más 
tiempo y más oportunidades para evaluar ciertos problemas y observar la 
dinámica de la vida.                                                                        
 Y la vida es muy interesante ...                                                                       
 Como espiritista y divulgador de la Doctrina de la Luz, hablamos mucho y siempre tomamos en nuestras conversaciones algunos ejemplos que consideramos importantes para ayudarnos a entender cómo funcionan las cosas.                                                                                                             
  Bueno, siempre cuento la historia que sucedió con un amigo mío que me dijo que cuanto más le pedía paciencia a Jesús, más estaba en problemas. Y yo, con una sonrisa en mis labios, le pregunté cómo quería alcanzar la paciencia si no es  ejercitándola.                                                                                               Sí, porque solo haciendo ejercicio, lograremos la paciencia que anhelamos. Y el ejercicio viene a través de problemas.                                                              ¡Es una ecuación exacta!
Muy bien, durante estos días de cuarentena, he dedicado mucho tiempo a la reflexión; observación de mí mismo, de mis debilidades, de lo que necesito mejorar.
Todas las noches, me acuesto en el banco de mi jardín, mirando el cielo negro lleno de puntos brillantes, sintiendo la brisa fresca, escuchando música tibetana o celta para relajarme y allí me quedo un rato.
 Hablo con Dios, dialogo con Jesús, intercambio ideas con mi mentor espiritual y con todos ellos, les he pedido que me fortalezcan para que no falle en lo que tengo que hacer, que no me rinda por miedo, cobardía o acomodación, que esta fortaleza atenerse a los valores de la perseverancia, con coraje y confianza, tal como un amigo del plan invisible una vez me invitó.
  Y mientras siento su presencia y ayuda conmigo, he sentido cierta melancolía ...
  Me parece que de vez en cuando, una mano entra en mi pecho y lentamente aprieta mi corazón. Es un sentimiento difícil de explicar, ¡pero real, intenso, profundo!                                                       
  Duele ... a veces falta aire ...
Pero hoy, me di cuenta de que lo que le está sucediendo a mi amigo me está sucediendo a mí. Ella con paciencia. Yo con la fuerza.
   ¿Has escuchado el mensaje que dice:  "lo que duele te hace más fuerte" ?
Pues bien…

¿Cómo podría fortalecerme sin experimentar dolor? 
 El dolor, que es la bendición del crecimiento íntimo.
 Es a través del dolor  como lo Alto está atendiendo mis ruegos, fortaleciéndome poco a poco, con su infalible terapia.
 A pesar de todas las molestias que causa, tengo que estar inmensamente agradecido.
  Sin duda, seré más fuerte cuando todo esto termine.
  Quizás algo debilitado por la lucha, pero lo que no te mata, te fortalece y cómo el espíritu es inmortal ...
  ¡Avancemos y que Dios nos bendiga el difícil viaje!

- Ida Lice Lyra Melo- (Tomado del Blog de Bruno Tavares)



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CONSIDERACIONES SOBRE EL MÁS ALLÁ-Reflexiones finales


 

   A la luz del estudio y análisis de la obra EL CIELO Y EL INFIERNO o la Justicia
Divina según el Espiritismo, publicada en 1865 por Allan Kardec, hemos 
desarrollado este trabajo de CONSIDERACIONES SOBRE EL MÁS ALLÁ.

Nuestra intención ha sido reflexionar sobre los postulados que allí se esgrimen, en base a sus argumentos de enorme solidez, tanto de carácter filosófico como de las consecuencias morales que se derivan.
  Hemos considerado necesario y hasta urgente reflexionar para clarificarnos el camino en estos tiempos tan convulsos. Al carecer durante mucho tiempo de una luz clara que ilumine la razón e inspire al corazón, el hombre de hoy, por lo general, navega sin rumbo, dejándose arrastrar por una corriente que no es saludable y que le aboca al precipicio del desequilibrio y el desaliento.
  Es necesario comprender que traemos una misión a cumplir; para cada uno de nosotros la tarea es diferente pero muy importante; que la muerte no es el fin de todo, tan solo el final de una etapa para vivir otra diferente; de esa manera, se elimina el temor y la angustia que supone la incertidumbre sobre el porvenir.
“A medida que el hombre comprende mejor la vida futura, el temor a la muerte decrece, pero al mismo tiempo, al comprender más cabalmente su misión en la Tierra, espera su fin con más calma y resignación y sin temores”.(El Cielo y el Infierno. Capítulo II; ítem 3).
El propio Kardec insiste en la necesidad de una fe razonada, aquella que puede mirar a la razón cara a cara en todas las épocas de la humanidad. Aquella que nos estimula al progreso y a las acciones edificantes puesto que posee la convicción de un futuro mejor; que nos aporta la idea poderosa de la inmortalidad del alma; del progreso sin fin. No solo de que la pérdida de los seres queridos no es tal, solo momentánea, sino que muchos de ellos nos asisten y sostienen en nuestras luchas desde el otro plano de la vida; sin olvidar que el reencuentro se hará efectivo una vez acabemos la etapa de esta existencia física, como ya nos ha ocurrido otras veces, en base a las existencias múltiples, y bajo el amparo del infinito amor y misericordia que nuestro Padre Celestial nos proporciona a cada instante.
   De la misma forma, al comprender la realidad espiritual que nos envuelve, se disipan las dudas respecto a los premios y castigos de los que nos hablan las religiones tradicionales, unos conceptos propios de la mentalidad de otros tiempos. No obstante, hoy día necesario es renovar, actualizar esas ideas para que desaparezca esa fe inconsistente y utópica. Cada quien recoge aquello que ha sembrado. Tarea incompleta, tarea pendiente para el futuro. La siembra es voluntaria pero la cosecha obligatoria; somos los forjadores de nuestro destino, y por tanto, nadie ha de sufrir algo que no merezca ni gozar de una felicidad que no ha merecido por su esfuerzo y sacrificio.
  En referencia al perdón de los pecados, nadie nos puede eximir de esa responsabilidad. Quien perdona por un agravio recibido salda una cuenta pendiente con la ley, puesto que somos todavía espíritus muy imperfectos y con grandes débitos del pasado. Por tanto, el perdón que podamos recibir de nuestros semejantes no nos libra de una reparación en el presente o en el futuro.
En resumen: Somos responsables del bien que hacemos, del mal que provocamos y del mal consecuencia del bien que dejamos de hacer.
   Al respecto de las religiones, el mismo codificador nos señala:
    “Mientras la humanidad avanza, la religión se inmoviliza en sus viejos errores, tanto en materia espiritual como en el terreno científico, por lo cual llega un momento en que ella es desbordada por la incredulidad”. (El Cielo y el Infierno. Capítulo X; ítem 3).
 Una buena parte del materialismo que impera en nuestro mundo es producto de esa incredulidad de la que habla el codificador Allan Kardec. Al no ofrecer respuestas convincentes las religiones, el hombre se aleja de las creencias y se aferra a aquello que ve y que puede palpar con sus sentidos. Sin embargo, algo a nivel interno le reclama la atención poderosamente: estamos hablando de la naturaleza espiritual que todos poseemos. Esa realidad interior, del propio espíritu, trata de recordarnos la necesidad de llevar a cabo unos objetivos espirituales programados antes de encarnar, pero que hemos olvidado y silenciado por las distracciones y objetivos materiales. Se produce un conflicto ante la falta de ideales superiores y de un trabajo interior que nos serene, nos haga felices y nos llene de autenticidad. Ese desequilibrio espiritual nos aboca frecuentemente a la ansiedad, el estrés, la depresión, a todo tipo de trastornos, e incluso en casos extremos al suicidio.
    Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), la depresión es una enfermedad frecuente en todo el mundo, y se calcula que afecta a más de 300 millones de personas, y más de 260 millones tienen trastornos de ansiedad.
   También nos informa la OMS de que más de 800.000 personas se suicidan cada año, lo que representa una muerte cada 40 segundos. Y otro dato terrible: el suicidio es la segunda causa principal de defunción entre las personas de 15 a 29 años.
   Ante estas alucinantes cifras recogidas de organismos internacionales cualificados, resulta apremiante la necesidad de estudiar y divulgar el espiritismo en su estricta pureza. Aportar los conocimientos y las pruebas que posee respecto a la inmortalidad del alma para variar el rumbo de miles, millones de personas que permanecen en la obscuridad y la desesperanza.
   La vida es única, porque aunque ahora estemos encarnados, con posterioridad pasaremos al otro lado, liberándonos del yugo de la carne, para posteriormente volver de nuevo al mundo físico; así sucesivamente en una espiral ascendente de progreso y evolución.
   Por otro lado, es necesario entender que los ángeles y los demonios no son seres aparte en la Creación. Dios nos crea sencillos e ignorantes pero perfectibles. Somos responsables de nuestras acciones, y en base a ello sufrimos y gozamos las consecuencias de nuestros actos, de tal forma que existen espíritus en todos los grados de evolución. Los considerados demonios no son más que espíritus muy atrasados que se complacen temporalmente en el mal, hasta que les llegue el despertar de su conciencia, a través de existencias de dolor y sufrimiento reparador. Por contrapartida, los ángeles serían aquellos espíritus ya purificados que atravesaron todas o casi todas las escalas evolutivas, alcanzando una plenitud que es consecuencia de su evolución espiritual.
   Por lo tanto, el mal es un estado transitorio. La finalidad de la vida es crecer hacia la plenitud sin límites. No existen las penas eternas. El mal perdura mientras exista la causa que lo provocó. Hemos de sustituir las ideas de castigos y penas por las de reajustes y desafíos existenciales.
   Todo obedece a un plan cuya base es el amor y la sabiduría de nuestro Padre. Es Él quien nos conduce, respetando nuestro libre albedrío, marcándonos una misión a cumplir dentro del concierto universal.
   Para concluir, hemos de ser conscientes de los importantes avances que nos proporciona la ciencia actual, en dirección a corroborar los postulados espíritas referentes a la supervivencia del espíritu después de la muerte, a través de los incontables testimonios en todo el mundo de pacientes que han vivido Experiencias Cercanas a la Muerte. También es significativo el recuerdo de vidas pasadas a cargo de niños que manifiestan de repente una identidad que no es la suya; tal y como demuestran los resultados de las investigaciones realizadas por los doctores Ian Stevenson, o el profesor Hernani Guimaraes Andrade, o Hemendra Nath Banerjee, etc.
   Resultan destacables también los trabajos a cargo de notables terapeutas, como por ejemplo la doctora Edith Fiore o el doctor Brian Weiss con las regresiones de memoria, capaces de desentrañar, en algunos casos, conflictos ocurridos en otras vidas y que todavía son causa de aflicción en esta existencia. Sin olvidar la inestimable aportación de la moderna física cuántica que nos habla de universos paralelos; también del llamado biocentrismo, tal y como nos explica el médico y científico estadounidense Robert Lanza: “La muerte es una ilusión. La vida crea el universo y no al revés. Significa que el tiempo y el espacio no existen en la forma lineal que pensamos que existe”.
   Es momento de cambio, de decisión. Ya no podemos alegar ignorancia ni falta de medios o posibilidades. Se trata de un reto, de un desafío para este siglo XXI que todos tenemos que afrontar inevitablemente. No hay tiempo para ensayos o lamentaciones. El ser humano debe de caminar consciente hacia su destino final que es la plenitud. Un camino con luz propia que nada ni nadie va a poder parar.
José Manuel Meseguer- Amor,Paz y Caridad
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.VIDAS SUCESIVAS



“NO TE MARAVILLES DE  QUE TE HAYA DICHO: OS ES NECESARIO NACER DE NUEVO : JESÚS: ( JUAN-3-7)


     La palabra de Jesús a Nicodemo fue suficientemente clara.
  Desvirtuarla en interpretaciones fuera de propósito puede ser comprensible en el sacerdocio organizado, atento a las imposiciones de la lucha humana, pero nunca en los Espíritus amantes de la verdad legítima.
    La reencarnación es una ley universal.
   Sin ella, la existencia terrenal representaría un torbellino de desorden e injusticia. A la luz de sus esclarecimientos, entendemos todos los fenómenos dolorosos del camino.
   El hombre no percibió aún toda la extensión de la misericordia divina, en los procesos de rescate y ajuste.
   Entre los hombres, el criminal es enviado a penas crueles o a sufrimientos prolongados.
 Sin embargo, La Providencia corrige amando…No encamina a los reos a prisiones infestadas húmedas. Tan sólo determina que los cómplices de dramas nefastos cambien la vestimenta carnal en el escenario de la actividad humana, para redimirse unos frente a otros.
  Para la sabiduría magnánima no siempre el que erró es un perverso, como no siempre la víctima es pura y sincera. Dios no sólo ve la maldad que surge en a superficie del escándalo; conoce el mecanismo sombrío de todas las circunstancias que provocaron un crimen.
  El verdugo integral, así como la víctima integral, son desconocidos por el hombre. Con toda sabiduría, el Padre identifica las necesidades de sus hijos y los reúne, periódicamente, por los lazos de sangre o en la red de compromisos edificantes , a fin de que aprendan la ley del amor, entre las dificultades y los dolores del destino, con la bendición del temporal olvidado.

CAMINO,VERDAD Y VIDA




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