viernes, 26 de abril de 2024

Psicometría

 INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.- Abril, mes de conmemoración de Chico Xavier

2.-  Psicometría

3.- Tiempo, mente y acción

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 ABRIL, MES DE CONMEMORACIÓN DE CHICO XAVIER

                              


El día 2 de abril de 1910, nacía en Pedro Leopoldo, Minas Gerais, Francisco Cándido Xavier, el mayor médium de todos los tiempos.

Desde pequeño, Chico sentía la presencia de sus amigos espirituales siempre acompañándolo en las tareas diarias. En el año 1927, participó de su primera reunión espiritual y comenzó el trabajo de las psicografías, por las que recibió muchas poesías y mensajes que fueron publicados en diarios y revistas.

En 1931, tuvo su encuentro con Emmanuel, que le dio algunas orientaciones básicas. Según palabras del propio Chico: " Emmanuel fue un verdadero padre, un mentor querido que con cariño toleró todas mis faltas."

Ya en el año 1959, el médium se mudó a Uberaba, en donde comenzó sus actividades mediúmnicas en la Comunión Espíritas Cristiana, iniciando una peregrinación de visitas a algunos hogares carentes, los sábados, transformando la ciudad en polo de atracción de innumerables visitantes de las más variadas regiones de Brasil, e incluso del exterior.

Chico Xavier fue una de las personalidades más recordadas y admiradas en el país, fue considerado el mayor y más importante médium del mundo. Psicografió más de 450 libros, con más de 50 millones de ejemplares vendidos en portugués, con traducciones en inglés, español, francés, etc. Chico desencarnó el día 30 de Junio de 2002, a los 92 años de edad, a consecuencia de una parada cardio-respiratoria. Él decía que iba a desencarnar en un día cuando los brasileiros estuviesen muy felices, fecha de la conquista del Pentacampeonato de la Selección Brasileira de Futbol.


- Fundación Espírita André Luiz -

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                         PSICOMETRÍA              

            

  Pinceladas históricas

En 1842, el médico y profesor de fisiología norteamericano Joseph Rhodes Buchanan (1814-1899), atendió al General Polk, también de los EUA, quien contó que al tocar el bronce sentía un estremecimiento en el sistema nervioso, y un gusto extraño entonces lo afligía.

Buchanan, por algunos años, realizó experimentos, colocando metales de variada especie en manos de pacientes diversos, los cuales, sin medios para conocer esos metales, los nombraban con acierto en la mayoría de las experimentaciones; tales pacientes, colocados frente a personas enfermas, definían la dolencia y la localizaban; al colocar en la frente de personas "sonámbulas" (médiums), un objeto cualquiera, del presente o del pasado remoto, observó los efectos del fluido magnético mesmeriano (fluido vital transformado del fluido cósmico universal) en esos pacientes, los cuales entonces describían escenas de las épocas de la persona a quien pertenecía el objeto psicometrado.

En 1849 el médico y profesor creó el término "Psicometría", (del griego Psykhe: alma y metría= metrón, medida, por el francés "psichometrie"), y en 1886 su obra, tratando del asunto, fue publicada.

El término Psicometría estuvo en boga durante muchos años entre los parapsicólogos, hasta que muchos de ellos, discordando del término, opinaron que sería más apropiado designarlo  como ´"Percepción Extra-Sensorial" (PES), según clasificación formulada por Joseph Banks (1895-1980), adepto a la Parapsicología, que en 1934 publicó una obra con ese nombre ( PES), renombrando así la Psicometría.


El Espiritismo y la Psicometría

Según varios estudiosos espíritas, Psicometría es la facultad mediúmnica  por la que el médium, en contacto con objetos, personas o lugares relacionados con acontecimientos pasados, se sintoniza de tal manera con ellos, describiéndolos con precisión.

Algunos autores espíritas incluyen, no solo el pasado, sino también el presente y el futuro, en el alcance de informaciones precisas sobre particularidades y fenómenos ligados a objetos, personas o lugares relacionados con acontecimientos pasados, distantes, encarnados o desencarnados.

Ya en los tiempos de Kardec había noticias de hechos ligados a la Psicometría, conforme prueba el siguiente texto:

" A.C. Styles, médium lúcido. garantiza un diagnóstico exacto de la dolencia de la persona presente, bajo el pedido de honorarios. Reglas estrictamente observadas: Para un examen lúcido y prescripciones con la persona presente: 2 dólares; para descripciones psicométricas de los caracteres, 3 dólares. No olvidar que las consultas se pagan anticipadamente."

.- Inf. Revista Espírita.- "Exploración del Espiritismo", Julio 1861, pág 314.

Varias obras literarias espíritas traen alusiones a la Psicometría. Citaré solo algunas.

En mi opinión sobre la Psicometría, la obra espirita que más reflexiones y pensamientos ofrece, es autoría  de Ernesto Bozzano (1862-1943), espírita italiano, profesor de Filosofía de la Ciencia: Enigmas de la Psicometría (1926- 3ª edic.1991. FEB- Brasilia D.F.)

El autor inicia su talentosa obra, afirmando que la Psicometría no pasa de ser una de las modalidades de clarividencia, y a ella (la Psicometría), pertenecen sus enigmas... Incontables enigmas. Cita que por la hipótesis psicométrica .el poseedor de un objeto impregna en este una "influencia" real, la cual tiene la propiedad de recibir y retener toda especie de vibraciones y emanaciones psíquicas y vitales.

No obstante, para Bozzano tales poderes psicométricos de una persona viva, en gran parte son imaginarios y que tal "influencia" apenas persiste en el objeto psicométrico, posibilitando la acción por la facultad clarividente o telepática del sensitivo ( aquí clarividencia y telepatía están consideradas "satélites" de la Psicometría...

Comentando eso, el profesor Bozzano declara que su opinión no invalida la hipótesis de otros pensadores, que  creían que el objeto, él mismo, revelaría su historia. Deduce aun sobre la existencia de un “fluido personal humano” (pienso que sería el mismo “fluido magnético mesmeriano”, de Buchanan), ligándose a los objetos. Y remata: “La penetración de los secretos biográficos de la materia inanimada, permanece más misteriosa”. (Más enigmas, como registró en su libro...).

Hay, en la obra de Bozzano, incontables reflexiones, como también numerosas  narraciones de casos psicométricos — no caben aquí, un simple artículo, bien elemental. Sugiero visitar el sugerente libro.

Bozzano comenta, extraordinariamente, que hay sensitivos que, a veces, consiguen entrar en contacto con los reinos vegetal y animal, a tal punto identificando con la influencia contenida en el objeto psicometriado, que se diría se apropiara de las sensaciones, de los entendimientos, de las vibraciones y sensaciones rudimentarias de los organismos o substancia estudiados. El autor repite varias veces esos comentarios en su obra.

Obs.: La palabra “influencia” hace poco citada, es largamente utilizada por Bozzano en su libro. En la mayoría de las veces, refiriéndose a la influencia humana; mas, también, otras tantas veces son citadas como “influencia” de carácter psicométrico la “influencia animal” y la “influencia vegetal”. Y también... “influencia mineral”. En el libro hay decenas y decenas de casos psicometriados, con todas esas “influencias”.

 ● En el libro “En los Dominios de la Mediumnidad” (1954), del Espíritu André Luiz y psicografia del inolvidable Chico Xavier, en la 8ª edición, cap. 26 (Psicometria), p. 245, Ed. FEB, 1976, Brasília/DF, el Instructor Áulus aclara:

“Psicometria significa registro, apreciación de actividad intelectual. Entretanto, en los trabajos mediúmnicos, esta palabra designa la facultad de leer impresiones  y recuerdos al contacto con objetos comunes”.

 Prosiguiendo, Áulus relata que: el pensamiento esparce sus propias emanaciones en todas partes la que se proyecta, dejando vestigios espirituales donde son bien provistos los rayos de la mente. Como el animal, que deja en el propio rastro el olor que le es característico, volviéndose, por ese motivo, fácilmente abordable por la sensibilidad olfativa del perro”.

 Aquel Instructor, en el mismo capítulo pronuncia una frase lapidaria: “Las almas y las cosas, cada cual en la posición en que se sitúan, algo conservan del tiempo y del espacio, que son eternos en la memoria de la vida” (hasta aquí la Psicometria se fijó solamente  en el pasado...).

 Un poco más adelante en esa obra, p. 249, en el mismo tema, Áulus esclarece sobre la posibilidad de eventos psicométricos, ligados a personas del presente.

 Cerrando el capítulo informa que los eventos psicométricos son mediúmnicos,  aunque experimentadores del mundo científico los encuadren en la “criptestesia  pragmática”, en la “metagnomia táctil”, en la “telestesia”; reduciendo los  términos, esas palabras significan prácticamente lo mismo (acción psicométrica), con pequeñas variaciones.

Obs.: Cito apenas esas tres denominaciones parapsicológicas de Psicometria, mas existen muchas otras (ved en el Diccionario de la Parapsicologia,  Metapsíquica y Espiritismo, ya citado).

● En el libro “Chico Xavier – Mandato de Amor”, de la UEM (Unión Espírita  Minera), Ed. 1992, BH/MG, hay innumerables testimonios de personas que  convivieron con el añorado médium. Por sus comentarios se afirma la buena mediumnidad psicométrica de Chico, como, por ejemplo, “leer”, sin abrir el contenido de las incontables cartas que recibía de personas que escribían  para él. Tantos son los relatos, y tan interesantes, además de instructivos, que  sugiero la lectura del libro.

● En el libro “Invadiendo lo Invisible” (1963), de Yvonne A. Pereira, 9ªEd. 1994, p. 188, FEB, Brasília/DF, de entre otros comentarios sobre la Psicometria, la autora registra: (...) Esa facultad, extraña y bella, aun poco estudiada, va al extremo de permitir al médium sentir y describir las impresiones de pequeños animales, de vegetales y hasta de la materia   inanimada”.

Yvonne Pereira, (médium de bendecidas mediumnidades, psicometria inclusive), aun en la misma obra, relata una visita que hizo a una familia amiga, hospedándose  allí por algunos días. Insomne, allí asistía a escenas típicas de la esclavitud. En otra residencia, moderna, repitió el mismo fenómeno: sin dormir, asistía a escenas dramáticas de duelos, luchas, asaltos, fugas a caballo (ambiente del siglo  XVIII).

 Única explicación de ella: psicometria de ambiente.

Sonambulismo magnético y Psicometria

Antes de cerrar, menciono intrigantes narrativas sonambúlicas, que tal vez puedan ser asociadas al presente estudio psicométrico:

- En el libro “El Espiritismo Delante de la Ciencia”, de Gabriel Delanne (1857- 1926), 1ª edição 1885, en la edición consultada de la www.ebookespírita.org,  (en internet), el autor registra, en la Segunda Parte, Item III – Sonambulismo Magnético, numerosas experiencias realizadas con personas sonámbulas, en  estado sonambúlico  provocado por un magnetizador.

 De entre las varias experiencias consignadas (pinceles de las páginas 86 a 91), muchas remiten, según pienso, a una aparente facultad psicométrica.

Refiriéndose a personas que, con los ojos vendados, consiguen leer documentos, páginas de libros, identificar lugar de un reloj escondido y hora que está marcando, más allá de, aun con los ojos cerrados, leer en la palma de la mano (!);si no bastasen, se desdoblan espiritualmente y van a lugares distantes, narrando lo que allí pasa. Por los registros, de esas y otras experiencias,  todo pasa en el tiempo presente (de las experiencias).

 Esa obra, clásica del Espiritismo” es de suma importancia para los interesados  en comprobar la existencia del Espíritu, además de conocer extraordinarias facultades humanas que la Ciencia no consigue explicar.

¡Pero el Espiritismo, objetivamente, sí!.  Hasta con suave simplicidad..

 Conclusión

Cerrando, registro de abajo como justamente en el pasado distante se encuentra el ejemplo de que la Psicometria (como, además, todas las otras   mediumnidades) ya era facultad mediúmnica actuante, y en el ejemplo, acción psicométrica de acontecimiento en el futuro(!):

En “Actos de los Apóstoles”, 21 al 25, hay la narración de que el profeta (médium) Ágabo, fiel seguidor de Jesús, llegó de Judea y, estando con los seguidores  del Cristo tomó de la cinta que pertenecía a Pablo de Tarso, ligando sus propios pies y manos, dice: “Esto dice el Espíritu: así ligaran los judíos en Jerusalén al varón de quien es esta cinta, y lo entregaran en las manos de los gentiles. A partir de esa profecía, los amigos de Pablo insistieron con él que no fuese a Jerusalén, pues temían por su vida. Él, a pesar de eso, subió a Jerusalén y allí el tribuno Claudio Lísias lo apresó en la Fortaleza, a fin  de salvarlo de la turba agitada.

Teniendo noticias de un plan para asesinar al Apóstol, Lísias lo transfirió para  Cesárea, escoltado por cuatrocientos soldados, arqueros y caballeros, entregándolo  al Gobernador Felix.

 Así se cumplía la profecía de Ágabo: Pablo fue interrogado y atado con cadenas  por los gentiles.

 ¿Por qué decidí formular este artículo? , imagino que la Sabiduría de la Providencia dota de la capacidad piscométrica a algunos médiums, con tareas  elevadas de auxilio al prójimo. Ejercitando mediúmnicamente la psicometria, en  ellos queda depositada la fe en la caridad de Jesús y la confianza en los  Protectores invisibles que los amparan, resultando despertar en los atendidos  cambios comportamentales, para no repetir desvíos morales, atávicos.

En el futuro, por ejemplo, reflexiono  y pienso que la Medicina terrena empleará la psicometria en larga escala, diagnosticando en el presente, las causas de  patologias generadas en el pasado..

Euripides Kühl -

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            TIEMPO, MENTE Y ACCIÓN

Al principio… La Tierra estaba vacía y había tinieblas sobre la faz del abismo. (Génesis, 1:1 -2)… Y Dios inició Su Obra, que conocemos…

Por más que la inteligencia humana retroceda en la búsqueda de ese principio, el primer momento desaparece en el tiempo y en el espacio, sin que cualquier concepción pueda presentar un límite, perdiéndose, en el infinito, que dimensiona a la humana ignorancia a respecto de la Causalidad Absoluta.

¿Desde que, al principio, se torna el punto de partida para el tiempo, que habría antes, si es que había? De la misma forma, asoman, a lamente, las propuestas evangélicas, cuando se refieren hasta el fin de los tiempos (1Pedro: 1-20) ocasionando margen a nuevas investigaciones a respecto delo que ocurrirá después, si ocurre…

Aunque la inteligencia se profundice al máximo, a través del conocimiento, en la descodificación de la incógnita del tiempo, más complejos se tornan los fenómenos que a través de el se manifiestan y pueden ser observados.

De esta forma, la única dimensión descomprometida para elucidarla es la tacita aceptación de la Eternidad, cubriendo lo ilimitado y lo relativo, el antes no existido y el después que no existirá.

El tiempo, no en tanto, solamente se torna realidad por causa de la mente, que se presenta como el sujeto, el observador, el Yo que se detiene a considerar el objeto, el observado, el fenómeno.

Ese tiempo indimensional es el real, el verdadero, existen en todas las épocas aun mismos antes del principio y después del fin.

Aquel que determina las ocurrencias, que mide, estableciendo metas y dimensiones, es el relativo, el ilusorio, que define bases y periodos denominados entonces, hoy es mañana, a través de los cuales la vida se expresa en los círculos terrenos y en la visión lógica - humana- del Universo.

La mente relaciona manifestaciones que surgen, en el Sistema Solar, en los movimientos de traslación y de rotación de la Tierra, limitando los espacios que pasan por el cribo de las convenciones establecidas y tornadas realidades, siempre sin embargo, aparentes, porque en carácter relativo y no en acontecimiento - el fenómeno es absoluto.

No obstante, aun mismo en el carril establecido, La variación demuestra que solamente lo real existe, siendo lo conceptual una creación-limite necesaria para la mente de cada individuo.

Ese organograma de fases se torna una necesidad para el proceso de la infinita rueda de las encarnaciones. Cara al impositivo de la conciencia que establece las marcas temporales, el concepto de hoy asume la condición de lo que se piensa, de lo que se hace y de lo que se aspira.

Es resultado inevitable de lo ya realizado – pasado – promoviendo la construcción de lo que se realiza- el futuro.
Si, por ejemplo, alguien, en un grupo, observa cualquier situación, esta pasa a tener existencia conforme el grado de emoción del envuelto, de su discernimiento intelectual, su capacidad de identificación con el hecho, su óptica existencial. Cada uno, por tanto, de aquellos que asistieron al acontecimiento, experimenta una vivencia que difiere, las más de las veces, diametralmente con lo que el otro captó.

Ese fenómeno es observable en los testimonios presentados por personas que estuvieron presentes y acompañaron el resultado de cualquier delito o irregularidad. Aun mismo que sean honestas, sus enfoques provocan perturbación en los jurados, que quedan imposibilitados de discernir lo real de lo imaginario, exigiendo la habilidad de los abogados, quiera de la defensa, quiera de la acusación – los fiscales especialmente - para que sea establecida la verdad, siempre relativa y raramente legitima en torno a lo acontecido.

Aquel ahora del hecho, luego después se archivo en memoria del pasado, que será re sumado al futuro, cuando un nuevo presente se imponga como condición de justicia para la regularización penal necesaria.

La mente, por tanto, que piensa, establece que el acto que se fija es el presente, no en tanto, en la celeridad del tiempo en si mismo – sin movimiento, sin prisa ni despacio – a la medida que elabora o conceptúa cada percepción establecida se torna pasado, mientras desenvuelve la reflexión progresa en el futuro.

Viajar en el permanente ahora, integrándose en las experiencias que fluyen de las acciones – pensamientos condensados en actitudes – enriquece el ser humano con la sabiduría, avanzando rumbo a la perfección.

¿Tendrá límite esa conducta? Ciertamente que no, por cuanto, si lo hubiese, delinearía la borda de una espiral cada vez más amplia en un nuevo ciclo del proceso de la evolución.

El tiempo terrestre, limitado, para facultar el entendimiento del campo de su infinitud, solamente podrá ser experimentado a través de la oración y de la meditación. La primera, auxilia a romperse el círculo de los pensamientos, en los cuales la mente se mueve, concediendo el éxtasis, la anulación del tiempo y el desaparecimiento del espacio, propiciando otra dimensión emocional. La segunda, faculta la ruptura de la barrera que dimensiona y encarcela, en cuyo bulto una experiencia sucede a otra, fuera del tiempo terrestre, el Espíritu – no más el yo superficial – vuelve a su mundo de origen y participa de la vida en su plenitud, sin la prisión de las sensaciones, ni los tormentos de la emoción lineal.

Esa penetración profunda en las esferas del tiempo real es consecuencia de la conquista vertical de la experiencia que se transformará en acción, en vez de la horizontal de los actos que se suceden indefinidamente…

Ese tiempo real es el océano infinito donde el Universo, en fases y periodos, repite sus manifestaciones cósmicas. Cíclicamente, los fenómenos resurgen y se inmortalizan en el triunfo del Espíritu que fue creado simple e ignorante, mediante el esfuerzo y el trabajo edificante, iluminándose con sabiduría.

Es definida la necesidad de la reencarnación, a través de cuya rueda de sansara, emerge de las fuerzas pesadas y se halla en dulces vibraciones de luz rumbo al infinito. Mientras persevera en las amarras del pasado, que se transforman en cadenas de sufrimientos y de angustias en el presente, necesita deslindarse caminando para el futuro. Todos esos tiempos, sin embargo, se encuentran en un solo periodo de tiempo denominado hoy, que constituye la oportunidad incomparable de salir de las repeticiones de los comportamientos aflictivos.

Condenado a la plenitud, el espíritu se alza al infinito, etapa a etapa, mediante las conquistas de amor y de sacrificio que el dominaron a lo largo de las vivencias de sublimación.

Ese empeño libertador lo auxilia en la búsqueda del Nirvana, del Reino de los Cielos, de la Espiritualidad Superior, donde el tiempo y el espacio se encuentran en el infinito de la realidad hasta ahora desconocida. Solamente a través de ese proceso es que se desenvolverá Cristo Interno, la Divina Chispa, la Simiente Sublime, El Dios interior, que predomina en el germen  de todos los seres humanos.

La mente, inquieta e insegura, generando conflictos por tendencia tormentosa, herencia atávica de los periodos de transición por los cuales paso, engendra astutos- intensivos-mecanismos de fuga de la realidad –del tiempo legitimo – para la fantasía, la ilusión, el miedo, la incerteza que brota en la sucesión de la dimensión limitada, estableciendo sufrimientos en los cuales se complace…

Este fenómeno relativo hoy constituye la ampliación para el aprendizaje de la acción profunda mediante la vivencia en que se transforma la imagen del pensamiento.

Al comienzo, paso a paso, avanza por el tiempo relativo, el entonces fundiéndose en el hoy y este haciéndose el mañana que está llegando.

Mediante la legitima reflexión, más allá de la mente que raciocina horizontalmente a+b = ab, saltándose para la conexión tiempo – espacio, infinito, se vivirá en un hoy continuo, que no se transfiere para el futuro, ni tren para el pasado, trabajando a favor del estado de paz permanente.

Muy comúnmente se afirma que el tiempo en el placer, en la alegría, en la felicidad es siempre rápido, mientras que durante la expectativa de algo, en el sufrimiento, en el testimonio, en la angustia es siempre muy demorado, no obstante sea la misma carga de segundos en que transcurren ambos estados emocionales.

Ciertamente la dimensión horaria funcionará en el ser biológico, así como en el psicológico, en la mente condicionada, desgastando el cuerpo que se consumirá, por la inevitable transformación molecular en la sepultura o en la incineración, liberando sin embargo, el espíritu, para que prosiga la experiencia de la eternidad en que se inició, desde su nacimiento, más que nunca se extinguirá…

Carlos Torres Pastorino
Psicografia de Divaldo Pereira Franco, en la sesión de la noche de 19 de marzo del 2003, en el Centro Espirita Camino de la Redención, en Salvador, Bahía.
16 .01.2012.
Traducido al Español por M. C. R

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Cuestión de valores

 INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.- El diablo

2.- Un amigo muy especial ( cuento educativo )

3.- Uniones

4.- Cuestión de valores

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                               EL DIABLO

 

— Imaginad — nos decía un amigo, en agradable tertulia en el Plano Espiritual — si algunos desencarnados en desesperación, apareciesen de improviso entre las criaturas humanas, reclamando supuestos derechos dejados en la Tierra. Gritando los tormentos que dilaceran su alma, vomitando improperios y blasfemias, ¿no serían considerados un bando de demonios? Irreconocibles, aullando de dolor salvaje, humillados y vencidos, intentando en balde recobrar las expresiones físicas que quedaron en sus cadáveres, serían tomados por monstruos infernales, repentinamente sueltos en la vía pública.

— ¡Es verdad! — Consideró un compañero, melancólicamente — nadie en el mundo tendría dificultad en identificarlos como los viejos demonios de la Antigüedad. Los infelices de ese jaez personifican perfectamente, ante la observación popular, el Lucifer, el Belcebú, y el Astarot de remotos tiempos. Los fantoches del dolor siempre surgen ante el entendimiento infantil como genios del mal.

Tras una pequeña pausa, sonrió y acentuó:

— Bastaría, sin embargo, un ligero examen para que alcanzasen el conocimiento real; los diablos serían, de hecho, seres horrendos pero no repugnantes ni espantosos.

Escuchando sus referencias, recordaba el personaje satánico del libro de La Saje, que perturbaba las casas madrileñas, levantándoles los tejados; y, demostrando que percibía mis pensamientos más recónditos, otro amigo añadió:

— Las leyendas de Asmodeo y Mefistófeles, en el fondo, no tendrán origen diferente. Cierto, la visión mediúmnica ha favorecido entre los hombres la noticia de los tipos deplorables que hoy conocemos y de los cuales Dante, en otro tiempo, recibió breves informes que reunió en su poema célebre, según sus tendencias, conceptos y predilecciones de hombre.

En ese instante, un compañero, anciano de muchas jornadas terrestres, fijó en nosotros una mirada penetrante y tranquila y, valiéndose quizá de una pausa más prolongada, observó sensatamente:

— Todos sabemos que la Creación entera es obra infinita de Dios y no podemos ignorar que todos los seres del Universo, desde las notas más bajas a los cánticos más altos de la Naturaleza, en el campo ilimitado de la vida, son portadores de la Chispa Inmortal de la Divinidad. En todos los incontables departamentos de los mundos innumerables palpita el amor, existe el orden, permanece el signo de la prodigiosa herencia de la vida. Por eso mismo, hermanos, toda expresión diabólica es perversión de la bendición divina. Donde esté la perturbación de la armonía universal, ahí se encuentra el adversario del Señor.

Vosotros aludís, muy oportunamente, a los muertos que se congregan en desesperación, formando monstruosos paisajes, en que duendes sin rumbo buscan en vano insinuarse en la existencia de los hombres de la Tierra. Si el ojo humano pudiese identificarlos, posiblemente cesaría la continuación de la vida en la carne. Colectividades enteras abandonarían el templo del cuerpo físico, tomadas de infinito e incontrolable pavor.

Escuchábamos la palabra sabia en silencio. Y como el intervalo se hiciese más largo, el bondadoso anciano, a la manera de los antiguos filósofos griegos rodeados de oyentes atentos, continuó, con expresión significativa:

— Asistía personalmente a una clase de sabiduría, en una de las ciudades espirituales de los círculos de Marte, cuando sorprendí una lección interesante. Un viejo orientador de entidades inexpertas y juveniles comen-taba la existencia de los enemigos de la Obra Divina y se explicaba:

— El diablo existe como personificación del desequilibrio.

— ¿Cómo podríamos caracterizarlo? — preguntó uno de los presentes.

— Es el prototipo de la ingratitud para con Dios — contestó el venerable instructor. El diablo es, del Eterno, el hijo que menosprecia la celeste herencia. Recibe los tesoros divinos y los convierte en miserias letales. De las bendiciones que le dan felicidad en el camino, hace maldiciones que extiende a sus semejantes. Ciego ante las bellezas universales que le rodean, vive afirmando su permanencia en el infierno de su propia creación en su plano interior. Es alma repleta de atributos sublimes que permanece, no obstante, en la Obra del Padre como genio destructor. Es sabio de razonamiento, pero pérfido de sentimiento. Su cerebro elabora rápidamente las más complicadas operaciones para la ofensiva del mal, pero su corazón es paralítico para el bien. Su cabeza es fuego para la mentira, pero su pecho es de hielo para la verdad. Escupe en las manos que lo acarician, está siempre dispuesto a condenar, pervertir y confundir a los demás hijos de Dios, lanzando la perturbación general, a fin de que sus intereses aislados prevalezcan. Por la ciencia y la perversidad de que ofrece testimonio, es un mixto de ángel y monstruo, en el cual se confunden la santidad y la bestialidad, la luz y la tiniebla, el cielo y el abismo.

Criatura desventurada por el desvío a que se ha entregado voluntariamente, es, de hecho, más infeliz que infame, y merece antes de cualquier consideración, nuestra comprensión y piedad.

En ese instante, ante la pausa del orientador, exclamó una joven del círculo, satisfecha por la posibilidad de cooperar en la aclaración de la tesis en estudio:

— ¡Lo conozco! ¡Yo conozco al diablo!                                                                                    — ¿Tú? — pregunta el instructor, admirado. — ¿Será posible?                                       — Y ella, radiante, contestó:                                                                                                    — Sí, ya estuve en la Tierra: ¡Se llama Hombre!

Extraído del libro “Lázaro” Chico Xavier 

 

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Un amigo muy especial

                                         ( Cuento educativo )

En aquella tarde, Daniel entró en casa muy triste. Cayó sentado en una silla, desanimado. Su madre, que estaba preparando una merienda para la familia, preguntó:

— ¿Qué pasa, hijo mío? Tú no estás bien…

Con los ojos húmedos, el niño contó:

— Mamá, ¿sabes que mi amigo Breno está muy enfermo? Ahora ni puede jugar más conmigo. Antes, a pesar de usar silla de ruedas, era alegre, estábamos siempre juntos y nos divertíamos bastante. 

— Yo lo sé, hijo. Vosotros siempre fuisteis amigos, desde que la familia de él vino a vivir aquí cerca. Después, él tuvo parálisis infantil y, no pudiendo andar más, me gustaba cuando tú empujabas la silla de él, llevándolo para pasear en la acera y jugar con los vecinos. Pero, ¿qué pasó ahora?

— La madre de Breno dijo que él no puede jugar y ni recibir visitas. ¡Está en el hospital con un problema en los pulmones y no consigue ni respirar bien!...

Daniel estaba triste, sin conformidad con la situación del amigo.

— ¡No entiendo, mamá! ¡Tú siempre dices que Dios es padre de todos nosotros! Entonces, ¿por qué Breno está sufriendo tanto? ¡Yo no tengo enfermedad ninguna, nunca estoy ni con gripe! Y él, además de no poder andar, ¿ahora está obligado a quedarse en el hospital? ¿Por qué Dios le dio un cuerpo tan enfermo? ¡Parece un castigo!

La madre miró para el hijo y vio como él estaba sufriendo por el amigo. Se sentó, lo colocó en sus brazos y lo abrazó con mucho amor; después explicó:

— Daniel, no es un castigo. Tampoco fue Dios que dio un cuerpo enfermo para Breno. Es que Dios nos creó a todos para la perfección, es decir, para progresar en conocimiento y sentimiento. Así, a través de las existencias, vamos mejorando siempre. Entonces, todos nosotros somos Espíritus reencarnados, usando temporalmente un cuerpo de carne. Ya vivimos muchas vidas y trajimos, de esas otras vidas, las consecuencias de los problemas que nos causamos a nosotros mismos o a las otras personas.

— “¿Consecuencia?”... ¿Cómo es eso, mamá? — preguntó el niño.

— Hijo mío, al crearnos, Dios nos colocó bajo leyes divinas que necesitan ser respetadas.   De ese modo, es el alma, el Espíritu de él que está enfermo. Todo lo que aparece en el cuerpo es reflejo de las enfermedades del alma.

Viendo que el niño aún no había entendido, ella pensó un poco y continuó:

 - Voy a darte un ejemplo: Tu abuelo Felício anda con un problema en el hígado. ¿Tú sabes por qué?

— ¡Claro que lo sé! ¡Tú y papá siempre habláis que el abuelo Felício quedó así porque él tenía la adicción a la bebida!

 — ¡Eso mismo! Entonces, el problema en el hígado es consecuencia de la bebida. Sólo que él está sufriendo el daño que causó al cuerpo en esta existencia aún. Así, a través de las enfermedades, vamos curando nuestro cuerpo espiritual, que quedará limpio y luminoso. ¿Entendiste? 

    — ¡Ah!... Entendí. Pero Breno no hizo nada para sufrir tanto en esta vida. ¡Él es niño aún!

 — No lo hizo en esta vida, pero lo hizo en otras, Daniel. Lo importante es que él quedará bueno, libre de esos problemas después que vuelva para el mundo espiritual. ¡Y él sabe que es para el bien de él y está contento de pagar su cuenta con la justicia divina!

 — ¡¿Él está contento?!... — extrañó el chico, sin entender.

 — ¡Claro! ¿Tú ya lo oíste protestar de alguna cosa?

 Daniel pensó un poco y respondió con los ojos abiertos:

 — ¡No! ¡Él nunca protesta de nada! ¡Está siempre alegre y bien dispuesto!

 — ¿Ves cómo tengo razón? Entonces, por ahora, ten un poco de paciencia que inmediatamente  Breno volverá para casa y tú podrás visitarlo.

 Algunos días después, Daniel supo que el vecino había vuelto para casa y corrió para verlo. Entró en el cuarto, que él tan bien conocía, y encontró a Breno que, al verlo llegar, hizo una gran sonrisa. 

 — Andaba con nostalgia de ti, Daniel. Gracias a Dios ahora estoy en casa y vamos a poder jugar. De momento no puedo salir, pero podemos jugar, o ver televisión.

 — También estoy contento por estar de vuelta, Breno. Todo era un aburrimiento sin ti.

 Recordando lo que su madre le había dicho, Daniel comentó:

 — Tú estás muy bien, Breno. Alegre y animado, a pesar de todo.

 Breno sonrió y quiso saber:

 — ¿Por qué “a pesar de todo”? ¡Estoy bien! No puedo quedarme triste. Tengo todo lo que preciso: una casa buena, una familia amorosa; yo puedo ver, oír, sentir y tener placer con lo que tengo a mi alrededor; puedo pensar, razonar, estudiar y aprovechar el tiempo. ¡Además de todo aún tengo amigos! ¿Que más puedo querer de la vida? Sólo no puedo andar, pero no lo echo en falta: ¡tengo mi compañera que me lleva para todos los lugares! ¡Por eso, soy muuuy feliz!... Y agradezco a Jesús por todo lo que me dio en la vida.

 El paró de hablar por algunos instantes delante del amigo perplejo, después explicó:

 — Sabes, Daniel, entendí que de mí dependía ser feliz o infeliz. Si yo me entregara a la tristeza, ciertamente sólo cogería tristeza e infelicidad. Por eso busco siempre mantener el pensamiento optimista y elevado, viendo lo que hay de bueno y bello en todo lo que me rodea. ¡Y, así, sólo cojo bienestar y alegría de la vida!  

 Daniel se acordó de la madre y reconoció que ella tenía toda razón. Breno era un chico muy especial.  

 — Quiero ser cómo tú, Breno. Yo te admiro mucho.

 Después, no queriendo que el amigo percibiera su emoción, disfrazó mostrando una caja:        — ¡Mira! ¡Te traje un nuevo juego! ¡Es bien bueno! ¿Vamos a jugar?

 — ¡Claro! Ayúdame sólo a sentarme en la cama.

 Y así, durante horas, ambos quedaron entretenidos con el nuevo juego. Daniel se sentía contento. El ejemplo del amigo había tocado hondo su corazón.

 Tomando la decisión de cambiar de actitud, él volvió para casa, ansioso. Quería contar a la madre que ella tenía razón en cuanto a su amigo del pecho.      

                                                                  MEIMEI

 (Recibido por Célia X. de Camargo, em Rolândia-PR, em 10/10/2011.) 


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                          UNIONES     

                                             Emmanuel. Psicografia de Francisco Cándido  Xavier

  Una ligera ponderación  acerca del éxito en el casamiento, ligación,  compañerismo y sociedad  nos induce a reconocer que las criaturas, para ser felices,  aproximándose  unas a otras,  no buscan solamente el contacto co mo agentes físicos, sino sobre  todo los recursos del alma.

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Cuando en la Tierra, estamos siempre a la caza de valores espirituales intangibles, a través de  objetos visibles, como son: si paga el automóvil, no  para apoderarnos de un montón de piezas inteligentemente  encadenadas,  y si para disfrutar la alegría de ganar tiempo; se adquiere el libro, no para retener un ladrillo de papel y tinta  y si, para tomar del, la información o la cultura de que sea mensajero;  el cobertor, no para adornar el lecho  con los primores de la industria y si para que tengamos con el,  el calor suficiente que nos guarde contra los golpes  del frio.

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Así también en las uniones afectivas  para la consagración de los intereses mutuos de cualquier naturaleza.

Se procura en la esposa  o no obtenerse la luz,  no para  que la guardemos como mimo técnico, a efecto de reliquia, y si para que ella nos transmita la luz  de la que carecemos; se consigue un par de gafas, no para adornarnos con las lentes que lo componen y si para asegurarnos el necesario auxilio a los ojos, en el sector de la visión;  se toma al esposo, en el compañero o en la compañera, en el amigo o en el socio, no a  la persona física en si, más si a la criatura que nos ofrezca comprensión y tranquilidad, estimulo y bendición, a fin de que tengamos paz en la ejecución de las tareas a que fuimos llamados   en el currículo de  lecciones de la existencia.

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Comprendemos que para prevenirnos contra el divorcio y separación, desajuste o distancia, conviene  donar a los corazones que comparten la experiencia, en sentido directo, todo el amor de que seamos capaces, por cuanto solo el amor garantiza las uniones serenas y duraderas y solamente aquellos que aman – más solo aquellos que aman realmente – encuentran en sí mismos la energía precisa para renovar, por encima de cualquier circunstancia adversa, y la fuerza necesaria para contar con Dios  en el  desempeño del trabajo que la Ley de Dios le trazo para la vida.

- Emmanuel por mediación de Chico Xavier-

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           CUESTIÓN DE VALORES

   Por J. Herculano Pires (Hermano Saulo)

Los problemas de la vida terrena pueden ser resumidos en una cuestión de valores. Cuando Emmanuel nos explica, a través de la psicografia de Chico Xavier, que estamos en la Tierra “siempre  a la caza de valores espirituales”, no está solamente jugando con palabras ni está simplemente advirtiéndonos en cuanto  a problemas  morales. Los mensajes de Emmanuel, en general, nos colocan cara a cuestiones filosóficas. En “Uniones” tenemos una colocación practica – y por eso mismo didáctica – del problema de los valores, que a semejanza del problema del Ser,  viene provocando debates y controversias desde los griegos hasta nuestros días.

Emmanuel no pregunta por la naturaleza del valor.  Más nos lleva naturalmente a comprender su esencia, y eso a través de ejemplos comunes de la vida cotidiana. Todas las cosas “valen” para nosotros,  en la medida de su capacidad de transcendencia. Basta eso para probarnos, mejor  de lo que los largos discursos, que toda nuestra vida en la Tierra es un esfuerzo continuo de transcendencia. Ese esfuerzo es inconsciente en la proporción en que despertamos para la comprensión de nosotros mismos, como el Oráculo de Delfos insinuó a Sócrates.

“A través de objetos visibles” llevados por la fascinación  exterior  de las cosas, buscan  los valores intangibles del espíritu.  Más  cuando nuestro apego a la ilusión sensorial  aun nos prende, nos amarra a lo tangible, a  la posesión del objeto deseado que   nos causa conflicto.  Enamoramos a la joven encantadora o al joven elegante e inteligente, nos enamoramos y casamos. Después, en la convivencia del matrimonio, percibimos que el encanto espiritual  se deshizo en la rudeza de los atritos sensoriales. Procurábamos en el compañero o en la compañera “no a la persona física en sí”, más no entendíamos eso, y lo que tenemos en la vida común es aquello que no procurábamos. Las desilusiones que entonces enfrentamos nacen de nuestra falta de comprensión de los problemas del espíritu.

El amor de los sentidos, que nos impelió a la criatura escogida, debe madurar en el proceso de la unión, transformándose   en amor verdadero, madurando en el amor espiritual. Sin esa maduración los atritos continuos  nos llevaran al rompimiento  y a la frustración. El encanto del ser amado desapareció con la a proximidad y la convivencia, porque  no supimos transcender   las ilusiones sensoriales.   Es por eso que muchas parejas separadas vuelven a buscarse más tarde, cuando ven más allá de los sentidos. La madurez,  a través de la experiencia de la vida, produce el desgaste de las sensaciones ilusorias.

El Espíritu redescubre entonces, en la criatura rechazada, los  encantos espirituales que produjeron la fascinación inicial.  Más cuantas veces, en ese momento, las amarguras y los  resentimientos ya tornaron imposible el reencuentro  en esta existencia, obligando  entonces a las criaturas  a nuevas tentativas a través de la reencarnación. Porque las almas se buscan en el plano del espíritu y no en el plano de la carne, donde solo hablan  e imperan los instintos animales  del cuerpo.

CAMBIOS DESEXO

Muchas personas rechazan el principio espirita del cambio de sexo en la reencarnación. Ese cambio, según  explican los espíritus,  proviene de las propias necesidades evolutivas de la criatura. Hombre y mujer, en esencia, son la misma cosa –espíritus encarnados. Más las posiciones de ambos, en la Tierra, son bastantes  diversas, proporcionando experiencias diferentes. De ahí el engaño  del feminismo extremado que pretende igualar totalmente los dos sexos. Los derechos son iguales, más las funciones son diversas.  Hombre y mujer se complementan en la parcela humana, uno es el complemento del otro.

En el libro de Ian Stevenson, 20 casos sugestivos o de reencarnación, los lectores encuentran casos  de cambio de sexo de una para otra encarnación. Uno  de ellos fue verificado  aquí mismo en Brasil.  Su interés por el asunto es  puramente científico.

Artículo publicado originalmente en la columna dominical “Chico Xavier pide licencia” del jornal Diario de S. Paulo,  en la década de 1970. 

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