domingo, 22 de noviembre de 2020

No matarás

   INQUIETUDES  ESPÍRITAS

1.- No Matarás

2.- Nuestros hermanos

3.- El lugar de la Reencarnación

4.- Tal como estaban

     Frase Vibraciones

5.-Misión divina y sublimación evangélica



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                                                      NO MATARÁS

¡ Despierta humanidad!; ¡Despierta de tu sueño de ferocidad y de crueldad!.

¡ Basta de sangre humana, vertida por el hombre mismo!.

¡ Todos somos hermanos !.

Esas enseñanzas que palpitan entre nosotros desde hace veintiún siglos, como una confirmación del quinto mandamiento del Decálogo, o sea, de la Ley de Dios. ¿Qué efecto han surtido en nuestros corazones?;¿Cual ha sido el resultado de las mismas, para nuestras sociedades que se llaman cristianas y civilizadas?.

Veámoslo:                                                                                                                                      La lucha entronizada en todo nuestro globo; El odio armando las manos humanas contra los pechos de sus hermanos; La sangre corriendo a torrentes en esas terribles hecatombes de las guerras; Las mismas naciones, hijas del cristianismo, destrozándose unas a otras, sin preocuparse lo más mínimo de las pacíficas exhortaciones del amaros unos a otros y del no matarás.

 Tal es la falsa enseñanza que cada nación imparte en las escuelas a los niños, sobre el concepto de patria, que ante el mismo, se borra la prohibición de matar, del quinto mandamiento.

  No puede ser más extraño lo que ocurre en esto. Los niños educados religiosamente por el catecismo, aprenden allí que Dios prohíbe terminantemente al hombre quitar la vida a sus semejantes. Llegan a adultos esos niños, tienen veinte años y muchos están en un regimiento militar, donde se les da las mejores armas, es decir, las peores, las más mortíferas, para que con ellas defiendan a su país, matando el mayor número posible de enemigos.

Es más: Esos mismos jóvenes ven que los mismos sacerdotes de su religión, que les han enseñado el catecismo y los mandamientos, entre los que figura el "no matarás", bendicen las banderas de sus regimientos, las armas que han recibido y hasta a ellos mismos, cuando llega la hora fatal de ir a emplear esas armas fraticidas contra los enemigos.

¿Que apreciarán sus corazones sobre el cristianismo de su religión, que habiendo recibido de Jesús, el Divino Maestro, una misión gloriosa de amor y paz, autoriza con la presencia de la cruz y con sus bendiciones, las matanzas y el exterminio, y a menudo los provoca?. ¿Qué concepto quedará en esas inteligencias sobre el quinto mandamiento de la Ley de Dios?. Creerán que la prohibición de Dios no es para los habitantes de otras regiones, y que el sentimiento de amor que partió del dulce Galileo, para extenderse a todos, sin distinción, con su "Amaos unos a otros", solo se refiere a los hombres de su propio país.

¡ Enseñanza fatal!, ¡Cuanto mal has hecho y sigues haciendo a nuestra pobre humanidad!.

 La Ley Suprema del Sumo Legislador, es clara; no es como las leyes humanas que necesitan reglamentarse para su cumplimiento.

En dos palabras: "No matarás", lo dicen todo, prohíben terminantemente el homicidio, porque también son ley natural el amor y la armonía, y a la constitución de la familia universal han de llegar todos los seres, sin distinción; claro es que verter sangre humana siempre es un crimen abominable y fraticida para el hombre, que no tiene justificación.

Es preciso elevar el concepto de patria en todas partes, enseñando a los niños en las escuelas y en el hogar, que la gran patria es la Humanidad. Es necesario hacerles considerar que más allá de las fronteras en que la política ha encerrado al país donde nacieron; que el dolor, la lucha y los sufrimientos, son patrimonio de todos, y que todos los seres que habitan el planeta son sus hermanos. Es necesario educarlos en la grandiosa idea de que Dios es Padre de todos y que absolutamente a todos cubre la Majestuosa protección Providencial, contenida en la prohibición de la Ley en su quinto mandamiento, y que a todos alcanza por igual la ardiente prescripción del Divino Maestro.

¡ Ah religiones positivas!; ¡Qué error es el vuestro!.

¡ El sacerdote bendiciendo los regimientos que se preparan para la pelea!; ¡El sacerdote cristiano peleando contra sus semejantes!; ¡ Qué aberración!;¡Qué contrasentido!; "Tomad mi yugo sobre vosotros- dijo el Maestro- y sabed que yo soy manso y humilde de corazón". ¿Dónde está vuestra mansedumbre, vuestra humildad y vuestro cristianismo?

Vosotros que os preciáis de ser los guardianes de la Ley, ¿Qué habéis hecho con el "No mataras"?

¡ Qué consecuencias más terribles ha sacado la Humanidad del error en que la habéis mantenido a través de los siglos!

Pero ya ha llegado la hora de despertar y salir de este letargo que ha hecho vivir toda su historia entre oleadas de sangre. Ya empieza a sentir el corazón humano, ideas generosas y sublimes esparcidas por todas partes, que le enseñan la verdad y  le hacen ver la Luz y comprender que ha vivido envuelto en la mentira y el dogma. Ya comienza a sentir los sufrimientos ajenos y a participar en los dolores de todos; el dulce nombre de hermano atraviesa fronteras uniendo corazones para siempre; la aurora de la paz y de la fraternidad en nuestro mundo, luce ya sobre nuestro horizonte.

¡Ah!,¡Bendito sea Dios, al que debemos este ambiente de amor, de libertad y de progreso, que nos permitirá elevarnos sobre nuestras miserias, y dirigirnos todos unidos en un estrecho y fraternal abrazo, hacia Aquel que es nuestro Principio y final; nuestra Luz y nuestra Vida !.

Con el cumplimiento de la Ley suprema en todos sus aspectos morales, comenzará la Humanidad una era de Justicia y de Amor, que la conducirá siempre a una mayor suma de felicidad, cuanto mayor sea el progreso general que en ella se realice.

El Espiritismo, con sus ideas redentoras de fraternidad, solidaridad, abnegación y amor universales, está llamado a derramar la luz de la verdad sobre todos y conducir a los hombres al cumplimiento exacto de la Ley de Dios, y a activar el advenimiento del sublime reinado de Cristo, o sea, del Amor.

Cuando la salvadora doctrina espirita haya penetrado en los corazones, serán ya imposibles las guerras en nuestro planeta, porque nadie querrá ser responsable de verter ni una sola gota de sangre humana, habiéndose impuesto a nuestra felicidad y nuestra realidad, el "Amaros los unos a los otros" y el "No matarás".

- Redacción de la Rev. "Fraternidad Cristiana Espírita" nº 32-

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                Nuestros hermanos

   Un pensamiento de simpatía y de amor para nuestros hermanos en recuperación! Muchos son llamados criminales, pero en verdad estuvieron enfermos. Padecían desequilibrios del alma que se les incrustaban en el ser, como enfermedades ocultas.

  Cometieron delitos, en efecto… Hoy, entretanto, buscan tu compañía porque sueñan con la renovación.

Amaron, ignorantes de que el afecto necesita estar vinculado con la armonía de la conciencia, y atravesaron las aflicciones de una terrible sequía en oscuros laberintos, de modo que ahora anhelan el rocío de la luz.

Eran mezquinos, subrepticiamente sustraían el pan de la boca hambrienta de sus semejantes; sin embargo, aspiran a volver a ingresar, con tu mediación, en la escuela de la caridad.

Se consideraban en un régimen de excepción, cuando el orgullo les sugería la mentira; no obstante, luego de haberse deslizado en el error, se refugian en tu fe con ansias de rehabilitación.

Se rindieron a las tentaciones y quedaron atrapados en la trampa del mal; aun así, en el presente buscan tu mirada y te toman las manos con la expectativa del olvido, para volver a empezar.

No les señales sus desatinos.

Aliméntales la esperanza.
No te animarías a golpear en la cabeza a quien está convaleciente, después de la locura, como tampoco harías tajos en la piel que recientemente ha cicatrizado.

¡Graves enfermos del alma, todos lo hemos sido ayer!…

Da gracias a Dios, entonces, si ya puedes prestar auxilio, porque si alcanzaste el grado de recuperación en que te encuentras, es porque con seguridad alguien estuvo caminando pacientemente a tu lado, con suficiente amor al servicio y suficiente coraje para sostenerte.

Albino Teixeira

Médium Francisco Cândido Xavier y Waldo Vieira
Extraído del libro “El Espíritu de la Verdad”
Traducción al castellano: Marta Haydee Gazzaniga



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       El lugar de la reencarnación 

33. ¿Dónde se reencarna el espíritu? − Por todas partes en el universo. Todo mundo 
está destinado a recibir la vida bajo sus formas variadas y en todos sus grados. 

34. ¿Por qué nos reencarnamos sobre la Tierra? − Porque la Tierra, siendo un mundo 
regido por la ley del trabajo y del sufrimiento, es un lugar propicio al adelanto y al progreso del espíritu en el estado inferior. 

35. ¿Qué es la Tierra? − Es uno de los innumerables mundos que pueblan el espacio; 
uno de los más pequeños por su volumen, ya que tiene sólo 10.000 leguas de 
circunferencia, pero grande a pesar de todo por los destinos que se cumplen allí. 

36. ¿La Tierra está inmóvil en el espacio? − Eso se creyó durante mucho tiempo, pero 
el sabio e infortunado Galileo probó que giraba alrededor del sol. El Sol es 1.400.000 veces mayor que la Tierra y esta separado de ella por 37 millones de leguas. 

37. ¿Cómo cumple la Tierra su vuelta alrededor del Sol? − En un período de 365 días y 6 horas, lo que constituye el año; con una velocidad de 7 leguas por segundo, cerca de 660.000 leguas al día. Al mismo tiempo que se mueve alrededor del Sol, la Tierra gira sobre si misma en 24 horas, lo que hace un día, y con una velocidad de 6 leguas por minuto. 

38. ¿Cómo se mantiene la Tierra y otros globos así en el espacio, es decir en el vacío, 
sin salir de la órbita que recorren? − Por una fuerza irresistible que se llama la fuerza de atracción. El Sol atrae la Tierra y otros planetas: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno, etc., como el imán atrae el hierro. Todos los globos se atraen también unos a  otros y se mantienen en el espacio debido a su volumen y debido a la distancia que los separa. Los más grandes atraen a los más pequeños. Cada estrella es un sol; el Sol, a su vez, es atraído por otros más poderosos, y arrastrado así con sus planetas y sus satélites, en la inmensidad sin límites. Es el movimiento perpetuo en eterna armonía que constituye el equilibrio universal. 

39. Estos millones de globos que gravitan en la inmensidad, ¿están habitados? − Unos 
lo están, otros lo estuvieron alguna vez: es lo que se llama la vida universal. 

40. ¿Están estos mundos habitados por seres superiores, iguales o inferiores a los 
hombres? − La ciencia actual todavía no puede responder a esta cuestión; pero, según las revelaciones de los espíritus, sabemos que los planetas próximos de la Tierra están 
habitados: Marte, por ejemplo, por seres un poco superiores a nosotros; Venus, al contrario, por seres inferiores. El Sol es la estancia de espíritus sublimes, que llegaron a las cumbres más altas de la evolución y, desde lo alto de este astro, como desde lo alto de un trono de luz, hacen irradiar su pensamiento y su acción sobre los mundos por medio de las transmisiones fluídicas y magnéticas. 

41. Sin embargo, ciertos sabios pretenden que la Tierra es el único globo que reúne las 
condiciones físicas necesarias para la vida, y, por consiguiente, el único habitado. − Todos los globos que ruedan en el espacio tienen su estructura particular y condiciones físicas diferentes. La vida sobre cada uno de estos mundos se adapta a estas condiciones. 
Calculando las distancias de los planetas entre ellos, su masa y su fuerza de atracción, se ha demostrado que sus condiciones físicas varían según su posición en el sistema solar, y según su inclinación sobre sus ejes respectivos. Se pudo calcular así que Saturno, por ejemplo, tiene la misma densidad que la madera de arce; que Júpiter tiene casi la del agua; que en Marte la gravedad de los cuerpos es menos de la mitad que sobre la Tierra, etc. 
       Conclusión: las leyes físicas varían sobre cada uno de estos globos, y las leyes de la vida están allí en contacto con las de su naturaleza íntima. 

42. ¿Podríamos clasificar los diferentes planetas, y distinguir cada mundo según el 
grado de vida que allí se manifiesta, y según el valor de los seres que los habitan? 

− Sí, los espíritus nos revelaron que había cinco clases entre los mundos habitados o habitables que flotan en el espacio: son 1 ° los mundos rudimentarios o primitivos; 

2 ° los mundos expiatorios; 3 ° los mundos regeneradores; 4 ° los mundos felices; 5 ° los mundos celestes o divinos. 

43. ¿Que entendemos por mundos rudimentarios o primitivos? − Las estancias de las 
almas nuevas. La vida allí es simplemente inicial. Son mundos inferiores que las antiguas religiones llamaban Infierno. 

Léon Denis.

                                           
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     TAL COMO ESTABAN 

Duele observar a seres que renacen en la tierra en condiciones difíciles. 
Respecto a éstos casos,es frecuente oír esta pregunta: ¿porqué sucede ésto? 
Una criatura que despunta desde la cuna con un desequilibrio mental o evidenciando grandes enfermedades denunciaría un extraño sadismo de la naturaleza.Sabemos,sin embargo,que la Divina Providencia se fundamenta en la justicia y la misericordia.Lo que ocurre es que todos aquellos que se matriculan en la escuela de la consanguinidad,por medio de la reencarnación,emergen en el núcleo familiar tal como estaban en el mundo espiritual. 
Nunca está de mas afirmar que traemos individualmente la suma de todas las realizaciones que efectuamos en las múltiples existencias con las que fuimos favorecidos en el transcurso del tiempo. 
Siendo los creadores de nuestro propio destino,tenemos en nosotros lo que de nosotros hemos hecho. 
Cuando partimos del mundo físico hacia el plano espiritual con pensamientos culpables que oscurecen o conturban nuestra mente,somos portadores de inhibiciones y desequilibrios,los cuales son sufrimientos y rescates que nos hemos prescrito nosotros mismos,motivados por nuestra conciencia de débitos que afectan nuestra formación espiritual. 
En tales condiciones,y a pesar de los afectos y recursos que usufructuemos en el mundo espiritual, en éste nos hallaremos quejosos y enfermizos,hasta que consigamos un nuevo renacimiento en el que nos sea posible la rectificación de las faltas cometidas en nuestro perjuicio o en el perjuicio de los demás. 
Ante esas cunas de expiación.abracemos a esos compañeros complejos que golpean a las puertas de nuestra alma en solicitud de apoyo y comprensión. 
Esos hermanos que resurgen mostrando obstáculos y dificultades en la vida orgánica no son candidatos a la eutanasia ni pimpollos del árbol humano que deban ser erradicados de la estructura hogareña. 
Son amigos que te piden amparo y tratamiento adecuado en el reformatorio del tiempo y que contraen contigo benditas deudas de amor,que ,en el futuro, han de saberte gratificar.

-Lidia Gómez-
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Vibraciones

Entendiendo el concepto de vibraciones, en el terreno del espíritu, por oscilaciones u ondas mentales, importa observar que exteriorizamos constantemente semejantes energías. De eso transcurre la importancia de las ideas que alimentamos.

- Lorena Dorante-


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Misión divina y sublimación 

evangélica

Llegamos casi al término de lo que nuestros limitados conocimientos nos permiten al respecto de la trayectoria del alma inmortal. Somos conscientes de que hablamos de informaciones que nos han sido transmitidas por entidades espirituales de alta graduación a través de obras extraordinarias, como por ejemplo “El Libro de los Espíritus” de Allan Kardec, y otras.

Precisamente Kardec detalla algunos de los cometidos y aspectos de las jerarquías espirituales en los mundos superiores, y por este intermedio comenzamos a valorar muy sucintamente algunos de los cometidos y responsabilidades que las almas liberadas y perfectas llevan a cabo.

En la certeza de que todos hemos de llegar a ese mismo estadio a través de la propia evolución de nuestra alma inmortal, también deberemos desempeñar, cuando alcancemos esta condición, los trabajos y deberes correspondientes a nuestro nivel evolutivo. Sabemos por las leyes de justicia y de amor que todos estamos llamados al mismo destino: la perfección y la plenitud espiritual, colaborando con nuestro Creador en su obra de amor universal.

Conscientes de esta trayectoria y del destino que nos aguarda, el punto que hoy nos toca abordar hace referencia al momento en que el espíritu alcanza proporciones angélicas en su desarrollo moral y espiritual. A partir de aquí, aquellos que lo consiguen se proponen colaborar en la obra divina, empeñando diferentes misiones para las que se preparan durante muchísimo tiempo a fin de no fracasar en el intento.

Así pues, muchas almas en estos estados de lucidez y perfección se ocupan de administrar las energías y velar por los procesos iniciales de las formaciones de los mundos. Propician igualmente la aparición del principio espiritual que surge del fluido cósmico universal y velando por la evolución del mismo hasta que este se individualiza, alcanzando la etapa humana. 

Son arquitectos espirituales que, no solo trabajan en la construcción y sustentación de los mundos, sino en la aparición de la vida y en la sustentación de la misma para crear las condiciones que permitan la incorporación de nuevos espíritus creados por la divinidad, a fin de gozar del oportunidades de progreso y de evolución como los que ya las tenemos.

Son misiones divinas que, bajo la tutela directa del Creador, instan, propician, impulsan el progreso de la vida en los planetas y los dirigen, a través de los milenios, hacia el punto de inflexión que permita la aparición de la chispa divina que constituye el alma humana. 

A través de esta trayectoria de mantenimiento, auxilio constante, impulso permanente hacia el progreso y la evolución del principio espiritual en las formas iniciales de la materia como el reino vegetal, animal o humano, permiten e incentivan el desarrollo del psiquismo en la etapa pre-humana para la fase posterior que incorporará el alma simple, sencilla e ignorante en sus primeras experiencias primitivas en un cuerpo físico todavía animalizado y dónde el hombre, ya propiamente dicho, irá  experimentando el incipiente desarrollo de la conciencia y de la mente.

Este extraordinario cometido que desenvuelven estas luminarias y potestades espirituales que forman mundos y los preparan para el progreso y la grandeza de nuevas almas que son creadas por el Arquitecto Universal, cuenta con una serie de etapas para seguir alentando las humanidades hacia estadios espirituales de mayor plenitud y felicidad.

Como en toda iniciativa y experiencia de trascendencia donde se trabaja en equipo, siempre hay responsables al frente de estas grandes misiones; por ello, en cada planeta, en cada mundo donde la vida se abre paso y los espíritus progresan, un espíritu angélico, perfecto y conectado permanentemente a la Fuente de la Creación Divina se encarga de propiciar los recursos, las energías y las planificaciones para ayudar a las almas que lo integran.

A veces, en la expansión y desarrollo de la evolución de las humanidades se producen estancamientos en el progreso moral, y se hace necesario que esta entidad perfecta, angélica y divina adopte providencias inimaginables para los que nos encontramos tan lejos de su perfección. Es entonces cuando acontecen sacrificios extraordinarios, misiones de sublimación angélica que corren casi siempre a cargo del gobernador espiritual de ese planeta.

Esto ocurrió en nuestro caso, cuando mediante una reencarnación excepcional (pues ya hacía milenios que había sido superada por Él) vino a la Tierra el gobernador espiritual de este planeta bajo la forma humana de aquel que se llamó Jesús de Nazaret.

Era el Señor de nuestro mundo, que venía a marcar el camino para dividir la historia del progreso moral de esta humanidad; para ello quiso ser Él mismo quien encabezara la misión angélica que permitiera a los hombres vislumbrar el futuro y la trayectoria de su alma inmortal. “Yo soy el camino, la verdad y la vida”, repetía constantemente, “nadie va al Padre si no es a través de mí”. Con ello afirmaba de dónde procedía y cuál era el camino a seguir, el que Él ejemplificó, predicó y concedió a toda esta humanidad mediante su vida, su sacrificio y su palabra.

Esta misión de sublimación angélica del Señor de nuestro mundo tuvo la virtud de sacudir los cimientos morales de toda una humanidad. Dividió la historia en dos etapas, antes y después de su venida; concedió a los hombres el código supremo de mayor excelsitud moral que nadie haya propuesto: su evangelio de amor y libertad. Y con ello reafirmó que la trayectoria del alma es igual para todos; depende de cada uno llegar antes o después, porque todos somos iguales ante Dios y sus leyes y todo depende de nuestro esfuerzo y voluntad. Nadie puede alegar ignorancia ni falta de capacidad, pues claramente dejó dicho: “vosotros sois Dioses”, “lo que yo hago, todos podéis hacerlo”.

Confirmaba, pues, los atributos latentes de divinidad que el alma inmortal guarda celosamente en su interior y que, como semillas por germinar, hemos de desarrollar para alcanzar esos estadios de felicidad, amor y plenitud a los que estamos destinados.

Marcó los rumbos, ejemplificó con su vida, enseñó la luz del camino recto, sembró el Amor y la Fe en Dios como el paso seguro del alma humana, valorando por encima de otras cosas el amor
al prójimo y la verdad del bien como triunfador absoluto de las cualidades que el alma humana ha de desarrollar si desea caminar hacia la liberación y desterrar la ignorancia, el sufrimiento, el miedo y el egoísmo de su experiencia íntima.

Su sacrificio milenario es tan notorio que, como mentor espiritual de este planeta, bajo la inspiración divina del Creador y Señor de todos los universos, ganó para la causa de todos los humanos que formamos parte de su “Escuela de Amor” el derecho a la redención moral de nuestras almas, a fin de vislumbrar sin dudas ni incertidumbres cuál es el camino en que nos encontramos, progresando sin fin, mientras en nuestra mente y nuestro corazón permanece inalterable la huella de su ejemplo.

 Antonio Lledó FlorAmor, Paz y Caridad

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