INQUIETUDES ESPÍRITAS
1.- El mayor escollo de los médiums principiantes
2.- La Felicidad
3.- Ley de Afinidad
4.-Espiritualidad en comportamiento de crisis
5.- Médiums interesados
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EL MAYOR ESCOLLO DE LOS MÉDIUMS PRINCIPIANTES
El escollo de la mayor parte de los mediums principiantes está en tener comunicaciones con Espíritus inferiores y deben tenerse por dichosos cuando sólo son Espíritus ligeros.Toda su atención debe fijarse en no dejarles tomar pie, porque una vez han echado el áncora no siempre es fácil desembarazarse de ellos.^ Este punto es tan capital, sobre todo al principio, que sin las precauciones necesarias puede perderse el fruto de las más bellas facultades.
Lo primero que debe hacerse es ponerse con una fe sincera bajo la protección de Dios y reclamar la asistencia del ángel de la guarda; éste es siempre bueno, mientras que los Espíritus familiares, simpatizando con las buenas o las malas cualidades del médium, pueden ser ligeros e incluso malos. Después es preciso dedicarse con cuidado escrupuloso a reconocer por todos los indicios que suministra la experiencia, la naturaleza de los primeros Espíritus que se comunican, y de los cuales es siempre prudente desconfiar. Si estos indicios son sospechosos, debe hacerse una evocación ferviente al Ángel de la guarda, y rechazar con todas sus fuerzas al Espíritu malo, demostrándole que uno no es un juguete,a fin de desanimarle. Por esto es indispensable el previo estudio de la teoría si se quieren evitar los inconvenientes inseparables de la inexperiencia; sobre este asunto se encontrarán instrucciones muy extensas en el Libro de los Médiums, en los capítulos de la Obsesión y de la identidad de los Espíritus.
Limitándonos ahora a decir que además del lenguaje se pueden tener como pruebas( infalibles)de la inferioridad de los Espíritus, todos los signos, figuras, emblemas inútiles o pueriles, toda escritura extravagante, truncada y torcida con intención, de dimensiones exageradas o afectando formas ridículas e inusitadas; la escritura puede ser muy mala , aun poco legible, lo que depende más bien del médium que del Espíritu, sin tener nada de insólito. hemos visto mediums de tal modo engañados, que median la superioridad de los Espíritus por la dimensión de los caracteres, dando gran importancia a las letras de molde como caracteres de imprenta, puerilidad evidentemente incompatible con una superioridad real.
Es muy importante no caer sin quererlo bajo la dependencia de los Espíritus malos, pero lo es más aun no hacerlo voluntariamente, y es preciso evitar que un deseo inmoderado de escribir haga creer que es indiferente el dirigirse al primero que se presenta,del que se podrá desembarazar más tarde, si no conviene, porque nadie pide asistencia a un mal Espíritu impunemente, porque éste hace pagar caros sus servicios. Algunas personas, impacientes por ver desarrollarse en ellas la facultad medianimica, demasiado lenta a su parecer, han tenido la idea de llamar en su ayuda a un Espíritu cualquiera, aunque fuese malo, contando poderlo despedir enseguida. Muchos han sido servidos a su gusto y han escrito inmediatamente; pero el Espíritu, haciendo poco caso de que le llamasen porque no podía escribir, no ha sido tan dócil en irse como en presentarse. Conocemos algunos que han sido castigados con obsesiones de años y de todas clases, por las más ridículas sofisticaciones, por una fascinación tenaz y aun por desgracias materiales, y las crueles decepciones por creerse bastantes fuertes para alejarles cuando quisieran. El Espíritu se muestra, desde luego, abiertamente malvado , después hipócrita a fin de hacer creer o en su conversión o en la pretendida potencia del subyugado, para poder echarle a su voluntad.
Comentario ; Estas advertencias de los Espíritus, plasmadas en el Libro de los Médiums, de Allan Kardec, es necesario tener en cuenta, de lo contrario nos exponemos a ser juguetes de los Espíritus imperfectos, con obsesiones fascinaciones y todo tipo de perturbaciones.
Por Mercedes Cruz Reyes
La búsqueda de la felicidad se asemeja una cacería difícil. El sentido, el significado de la vida se centra en la búsqueda y en el encuentro de la felicidad. Es un desafío existencial responsable por las continuas realizaciones humanas.
La felicidad es difícil de lograr y generalmente, es muy compleja, difiriendo de contenido entre las personas en sí mismas y grupos sociales. Confundida con el placer, se des caracteriza porque se torna frustrante y atormentadora
Considerada la felicidad un don que se podría conseguir fácilmente, se convierte a veces en la perdición de muchas conciencias, unos la buscan en la posesión del oro, a costa de paralizar las más bellas facultades del alma en la fosa de la usura; están los que luchan por ella con el placer de los sentidos, para despertarse en el camastro de la enfermedad; otros se creen encontrarla en el poder terrestre, hasta que se cobija en el dolor de la suprema desilusión; y no falta aquel que trata de obtenerla mediante la retención de lo superfluo y cae sin embargo en la corrupción del tedio dentro de aposentos dedicados a la pereza.
Definir el concepto de felicidad es tarea ardua. Seguramente sea una de las definiciones más controvertidas y complicadas. El ser humano ha tendido siempre a perseguir la felicidad como una meta o un fin, como un estado de bienestar ideal y permanente al que llegar, sin embargo, parece ser que la felicidad se compone de pequeños momentos, de detalles vividos en el día a día, y quizá su principal característica sea la futilidad, su capacidad de aparecer y desaparecer de forma constante a lo largo de nuestras vidas.
La felicidad no es una conquista fácil, prodigio de herencia, episodio social o ráfaga de la fortuna. El sueño humano de la felicidad es de color rosado, marcado por el confort, el ocio y el poder, gracias a los cuales se disfrutaría de bienestar y de gozo, inadvertidamente considerados sus logros. Ciertamente las personas ricas disponen, de bastantes horas así vividas, sin que se hayan considerado felices, por el contrario se han sentido tediosas, aburridas, ese tedio es uno de los grandes opuestos, en cuyo interior fermentan muchas desgracias.
La felicidad se manifiesta mediante varios requisitos, entre otros los de naturaleza cultural, atavismo que concede al individuo el medio social de donde se origina y en el cual se encuentra, de nivel de conciencia y de madurez psicológica, estableciendo estos factores las diferencias de cualidad de lo que es ser feliz, frente a las variantes que imponen en los grupos y en los seres humanos, demostrando que las aspiraciones de unos no siempre corresponden a la de los otros.
El nivel de conciencia y la madurez psicológica establecen los grados en los cuales se expresa, las realizaciones que conducen a la plenitud, a los estados de felicidad.
La felicidad tiene que ver con la identificación del individuo con sus sentidos y sensaciones, sus sentimientos y emociones o sus más elevadas aspiraciones idealistas, culturales, artísticas, religiosas, con la verdad.
En la fase de los sentidos, el gozo se transforma después en insatisfacción, ansiedad, depresión, en el periodo de los sentimientos, el placer cae en pasiones posesivas, que dan margen a tragedias y angustias después que están saciados; en el ciclo idealista, religioso, transcendental, la búsqueda transpersonal fomenta el auto-descubrimiento, la auto-realización, la auto-entrega, en servicios desinteresados de liberación del ego de los seres, de la vida, de la Tierra…
Somos convidados por la vida a crear la felicidad en nosotros y por nosotros, como sucede con todas nuestras adquisiciones humanas.
Plantas el trigo y el trigal te responde a la laboriosa siembra, con el tesoro de la cosecha.
La felicidad lanza las propias simientes en el camino de todos, especialmente entre aquellos que yacen atormentados por desengaños y lágrimas, y, al poco tiempo, hela que ofrece mieses valiosas de esperanza, ventura, tranquilidad y cooperación.
Sabemos que en la Tierra no existe la completa felicidad. Solamente pensamos en ella, hablamos de ella y escribimos sobre esa forma de vida de que tenemos noticia; no obstante, basta que oigamos hablar de la felicidad para que podamos sentir su clima de luz dándonos esperanzas.
Al hombre la vida se le ha dado como prueba o expiación; de él depende el dulcificar sus males y el ser tan feliz como le sea posible en la Tierra.
Todos podemos constituirnos una felicidad relativa, practicando la ley de Dios, así evitamos muchos males, y nos proporcionamos la mayor felicidad de que somos susceptibles en nuestra grosera existencia.
(Continúa en el siguiente)
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Ley de Afinidad
Afinidad = Semejanza de una cosa con otra.
Podemos decir que la Ley de Vibración y Ley de Afinidad, están muy unidas.
Vibración es una manifestación de energía emitida por los diversos aspectos de todo cuanto existe en el Universo. Por ello, todo el Universo es vibración en diversos grados, como diversos y múltiples son los aspectos: desde el átomo, molécula, célula, de los diversos organismos que vibran constantemente en consonancia con su naturaleza y función, hasta todos los mundos del Cosmos infinito, cuya vibración varía y está también en concordancia con su estado evolutivo. Así también, todo lo que emana de la mente y el alma de las personas, es vibración (la vibración son los pensamiento, e ideas, los sentimientos, deseos y palabras).
Por ello, podemos afirmar que estamos inmersos en un océano de vibraciones, al igual que los peces están inmersos en el agua y no se percatan de lo que hay fuera. Así, nosotros los humanos, tan sólo percibimos algunas vibraciones, como son las vibraciones sonoras, las vibraciones y ondas luminosas, las caloríferas y las sísmicas; estas son vibraciones físicas, por las cuales el Espíritu encarnado entra en contacto con el mundo físico en el que tienen que actuar para realizarse.
Sabemos que todo cuanto existe, aún en sus formas más ínfimas, tiene vida. y todo lo que tiene vida, vibra en el grado de su desarrollo y evolución. Por ello podemos afirmar que todo vibra, que todo está en constante vibración y transformació n. Vibran las plantas vegetales, vibran las piedras y las diversas formas minerales. Vibra el ser humano por medio de sus pensamientos y sentimientos, y vibran las células de su organismo porque tiene vida propia.
Y algo que es necesario conocer y retener en la memoria para no dañar el propio organismo, es que, todas las células del organismo humano son sensibles a las vibraciones pensamiento- sentimiento que el ser humano emite constantemente, comunicando estos la tonalidad buena o mala de que están impregnados, afectando el funcionamiento de los diversos órganos del cuerpo.
De aquí que, cada sentimiento de enemistad, rencor, malquerencia, etc.; cada emoción pasional; cada pensamiento ruin; es un elemento morboso cuya reiterada acción acaba por determinar una dolencia orgánica.
El ser humano que en nuestro planeta Tierra es la manifestación de vida más desarrollada, sus vibraciones son más intensas. Pero, no todos los seres humanos tienen igual intensidad de vibración; pues ella varía mucho según el grado de evolución alcanzado de cada cual.
Y esto es Ley en todos los aspectos de vida manifestada, conocida como Ley de Atracción y Ley de Afinidad. Lo semejante se atrae, lo desemejante se repele. Esto nos aclara ese enigma de las simpatías y antipatías.
Necesario es tener bien presente que, cuando pensamos estamos vibrando, estamos emitiendo ondas-pensamiento, que son tan reales como las ondas eléctricas, las ondas de luz, sonido y otras; y esas vibraciones tienen una fuerza de atracción hacia nosotros, de aquello que pensamos, sentimos y deseamos. Por ello, es muy necesario vigilar nuestros deseos, sentimientos y pensamientos.
Cada persona va conformando se vibración peculiar. Los sentimientos, pensamientos y deseos de cada persona, van conformando su vibración característica y que, por ley de atracción y por afinidad, atrae hacia sí vibraciones análogas que intensifican y acrecientan la propia vibración o sintonía vibratoria. Así mismo, cada grupo familiar, cada agrupación humana, cada pueblo y nación va conformando la vibración o sintonía vibratoria en concordancia con las actuaciones del conjunto, resultantes de sus deseos, sentimientos y pensamiento, y que conforman sus características.
Conociendo este principio, contenido en esta ley de Vibración, llegaremos a la conclusión de la necesidad de vigilar nuestros deseos, sentimientos y pensamientos que, como vais conociendo, son vibraciones con un alto grado de atracción por afinidad. Y cuando una persona siente deseos no dignos o alimenta sentimientos ruines, está atrayendo (por afinidad) otras vibraciones similares emanadas de seres del mal, está atrayendo hacia sí entidades negativas que presionarán sobre su mente humana, induciéndole a cometer errores ymalas acciones. Y con esa conducta va uniéndose a esas fuerzas negativas invisibles.
De suma importancia es mantenerse en una tónica vibratoria de sentimientos, pensamientos y deseos puros de amor hacia todos y hacia todo; ya que esta sintonía vibratoria ayudará a establecer contactocon los Reinos Espirituales Superiores de armonía y felicidad, porque vibran en amor.
Además, atraerá a nosotros el amor y afecto de los demás y de personas vibrando en la misma sintonía, todo lo cual contribuirá a hacernos la vida humana más agradable y a un más rápido progreso y evolución.
Todos los escritores conocen las horas de inspiración en que su pensamiento se ilumina con claridades inesperadas, en que las ideas brotan como un torrente bajo su pluma. ¿Quién de nosotros, en los momentos de tristeza, de anonadamiento y de desesperación no se ha sentido a veces reanimado, reconfortado por una acción íntima y misteriosa? Y los inventores, los soldados del progreso, todos aquellos que luchan por engrandecer el dominio y el poder de la humanidad, todos ellos ¿no han sido beneficiados con el auxilio invisible que nuestros superiores saben proporcionarles en las horas decisivas? Escritores súbitamente inspirados, inventores rápidamente iluminados.
Muchas sensaciones inexplicables provienen de la acción oculta de los Espíritus. Por ejemplo, los presentimientos que nos advierten de una desgracia, de la pérdida de un ser amado, son causados por las corrientes fluídicas que los desencarnados proyectan hacia aquellos que son queridos. El organismo percibe estos efluvios, pero rara vez el pensamiento del hombre trata de analizarlos. Hay, sin embargo, en el estudio y en la práctica de las facultades mediúmnicas, un manantial de enseñanzas elevadas, os animo al estudio.
Somos los forjadores de nuestro propio destino; en las actuaciones de cada día, con nuestros pensamientos y sentimientos, estamos creando fuerzas mentales y anímicas que actuarán en nuestro favor o contra nosotros, para un futuro de dicha o desdicha.
La mente, es un foco de energía. Y el pensamiento (producto de la mente) es una fuerza creadora que, por ley de afinidad, atrae fuerzas de la misma naturaleza. Y estas fuerzas mentales bien dirigidas, puestas en acción al servicio de un objetivo, realizan prodigios.
Diariamente, con nuestros sentimientos y pensamientos estamos modificando nuestro destino, para mejor o para peor.
Necesario es reconocer que todos venimos a la vida con un objetivo, con un destino, con un programa a realizar, si bien este pueda ser modificado para mejor o peor.
La Ley da a cada ser espiritual múltiples oportunidades (según su grado de evolución) para rectificar rumbos y voluntariamente saldar deudas contraídas.
Consultando la Codificación, en el Libro de los Espíritus, encontramos las siguientes preguntas:
302- La identidad necesaria a la simpatía perfecta, ¿consiste sólo en la semejanza de pensamientos y sentimientos, o bien en la uniformidad de conocimientos adquiridos?
En la igualdad de grados de elevación.
303- Los Espíritus que hoy no son simpáticos, ¿pueden llegar a serlo más tarde?.
Sí, todos lo serán. Así el Espíritu que se encuentra hoy en tal esfera inferior, perfeccionándose, llegará a la esfera donde reside tal otro. Su encuentro se verificará más pronto, si el Espíritu elevado, soportando mal las pruebas a que se ha sometido, permanece en el mismo estado.
¿Dos Espíritus simpáticos pueden dejar de serlo?
Sin duda, si es perezoso el uno.
387- ¿La simpatía tiene siempre por principio un conocimiento anterior?
No, dos espíritus que se comprenden se buscan naturalmente, sin que como hombres se hayan conocido.
388- Los encuentros que a veces tenemos con ciertas personas, y que se atribuyen a la casualidad, ¿no son efecto de una especie de relaciones simpáticas?
Existen entre los seres pensadores lazos que vosotros no conocéis aún. El magnetismo es la brújula de esta ciencia que comprenderéis mejor más tarde.
389- ¿De dónde procede la repulsión instintiva que sentimos por ciertas personas a primera vista?
Espíritus antipáticos que se comprenden y reconocen sin hablarse.
390- La antipatía instintiva, ¿es siempre una señal de mala índole?
Dos espíritus no son necesariamente malos; porque no sean simpáticos. La antipatía puede resultar de falta de semejanza en el pensamiento; pero a medida que los Espíritus se elevan, se borran las diferencias y desaparece la antipatía.
391- La antipatía entre dos personas, ¿nace primero en aquella cuyo Espíritu es más malo, o en la que lo tiene mejor?
En la una y en la otra; pero las causas y los efectos son deferentes.
Un Espíritu malo siente antipatía hacia cualquiera que puede juzgarlo y descubrirle. Al ver por vez primera una persona, sabe que va a ser contrariado por ella, su desapego se trueca en odio, en celos y le inspira deseos de hacerle mal. El Espíritu bueno siente repulsión hacia lo malo; porque sabe que no será comprendido y que no participa de los mismos sentimientos. Pero por su superioridad, no siente por el otro ni odio ni celos. Se contenta con esquivarlo y compadecerlo.
466- ¿Por qué permite Dios que los Espíritus nos exciten al mal?
Los Espíritus imperfectos son instrumentos destinados a probar la fe y constancia de los hombres en el bien. Tú como Espíritu, debes progresar en la ciencia de lo infinito, y por esto pasas por las pruebas del mal para llegar al bien. Nuestra misión es la de ponerte en el buen camino, y cuando malas influencias obran en ti, es porque te las atraes con el deseo del mal; porque los Espíritus inferiores vienen a cooperar al mal cuando deseas hacerlo. Sólo queriéndolo tú, pueden ayudarte en el mal. Si tienes propensión al homicidio, estarás rodeado de una nube de Espíritus que fomentarán en ti esa idea; pero otros te rodearán también que influirán en sentido del bien, lo que equilibra la balanza, abandonándote a tu libre albedrío.
469-¿Por qué medio puede neutralizarse la influencia de los Espíritus malos?
Haciendo bien y poniendo toda vuestra confianza en Dios, rechazáis la influencia de los Espíritus inferiores y destruís el imperio que quieren tomar sobre vosotros. Guardaos de escuchar las sugerencias de los Espíritus que os suscitan malos pensamientos, que promueven discordias entre vosotros y que os excitan a todas las malas pasiones. Desconfiad sobre todo de los que exaltan vuestro orgullo; porque os atacan por el lado débil. He aquí porque os hace decir Jesús en la oración dominical: "Señor, no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal".
471- Cuando experimentamos un sentimiento de angustia, de indefinible ansiedad o de satisfacción interior sin causa conocida, ¿depende únicamente de la disposición física?
Casi siempre es un efecto de las comunicaciones que a pesar vuestro tenéis con los Espíritus, o que habéis tenido con ellos durante el sueño.
Para que los Espíritus de luz se afinen contigo es imprescindible que movilices los recursos del vaso orgánico, renovando los conceptos y actitudes en torno del uso que le das, en todos tus días en la Tierra.
Para que asimiles y reflejes las imágenes de la vida espiritual, necesitas recuperar la pureza con que recibiste el cuerpo de manos de Bienhechores Insignes, antes del renacimiento.
Olvida la queja y la tristeza y tus centros de registros psíquicos se tronarán más maleables.
Recupera el equilibrio de las emociones y las sutiles vibraciones animarán tu organismo.
Desarrolla los sentimientos buenos y la comunión con las bellezas de las verdades eternas, a través de la fe pura y noble, consolará a tu alma, consolando a muchos.
Y además de eso, los Guías Tutelares, reconociendo tu esfuerzo infatigable, vendrán a tu encuentro atraídos por la importante irradiación de tus elevados deseos.
Entretanto, si no pretendes intentar y mantener esa batalla continua de luz contra las tinieblas espesas del pasado, en formas de pensamientos vampirizantes, no te postules al afecto de los Espíritus Puros, porque la diferencia vibratoria entre tú y ellos, dificultará cualquier tentativa intempestiva de unión sublime.
Libérate, aún hoy, del yugo de las entidades perversas con las cuales te afinas, por impositivo del pasado y rompiendo los eslabones que te retienen, eleva el pensamiento a las Esferas Superiores, dilatando los brazos en el trabajo continuo y desarrollando el embrión de la alegría por la libertad, seguro de que Jesús, que hasta hoy te espera, te recibirá con los brazos abiertos al final de los rudos embates.
JESÚS ES AMOR
- María Giles, miembro del Centro Espírita Allan Kardec, de Málaga-
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Espiritualidad en comportamiento de crisis
Por Jane Maiolo
Entonces los fariseos dijeron entre ellos: ¡Mirad que nada sea de provecho! He aquí, el mundo va tras él . ¹
Las notas contenidas en el capítulo 12 del versículo 19 del Evangelio de Juan nos llevan al diálogo de los fariseos sobre la infructuosa trampa de encarcelar a Jesús, que días antes había resucitado a Lázaro, el amigo de Betania. Abordar la verdad y la superación no es una tarea fácil para el hombre contemporáneo, enraizado en el materialismo y la inmediatez de la vida terrena.
Vivimos tiempos de crisis bajo la apariencia de conflicto existencial, subversión de valores éticos y deficiencias morales. En vista de esto, la incapacidad humana para hacer frente a los desafíos de las experiencias cotidianas es sorprendente. Nos escandaliza el comportamiento de los demás, nos asombra la libertad de los demás, no estamos de acuerdo con los propósitos de muchos y casi siempre nos engaña lo que nos concierne.
De hecho, todo crecimiento es doloroso según la explicación de Allan Kardec, contenida en El Génesis: “(...) La humanidad se transforma, como se ha transformado en otros tiempos, y cada transformación está marcada por una crisis, es decir, para el género ¿Qué son las crisis de crecimiento para las personas? ”.²
El hombre atormentado, producto del siglo XXI, no se deja callar para alegrarse de la belleza de la vida. Sin embargo, hay silenciosas victorias diarias e inmensas conquistas en el mundo íntimo de quien poco a poco va despertando a su realidad de espíritu inmortal que es. De tal manera que no ha faltado el compromiso del mundo espiritual para dar luz a nuestro día. El comportamiento de crisis que ahora se manifiesta en abundancia, marca un período de grandes y profundas decisiones.
La inteligencia emocional hay que desarrollarla con obstáculos duros, pero tendremos que afrontar situaciones de crecimiento.
La advertencia de Cristo permanece activa y altiva, llamando a los hombres de buena voluntad a la lucha, que es y será siempre individual e intransferible, en cualquier proyecto de vida. El Evangelio de Cristo es el único guión infalible para nuestra redención. Podemos seguir otros itinerarios más vivos, festivos, largos o tortuosos, sin embargo, es la Ley divina que, hasta que no incorporemos la experiencia evangélica cristiana en nuestro comportamiento, no habrá equilibrio y lucidez para el espíritu inmortal.
El pensamiento del hombre debe estar inundado de espiritualidad. Los avances científicos y tecnológicos no pueden eliminar la idea que tiene el hombre de Dios, la inmortalidad, la esperanza y la fe racional. Toda ciencia que promueva esta desviación de lo divino es inhumana en sí misma. La espiritualidad es el canal invisible que permite al hombre continuar su trayectoria de ascensión.
La reflexión de Juan para hoy es oportuna: “¡Mirad que nada sea rentable! He aquí, el mundo va tras él ”, continuemos, incluso en las crisis, buscando a Jesús, el Cristo, para nuestra verdadera transformación.
La autora :
Jane Maiolo - Es profesora de primaria, licenciada en Literatura y postgraduada en Psicopedagogía. Licenciada en Psicoanálisis por el Instituto Brasileño de Psicoanálisis Contemporáneo, Colaboradora de la Sociedad Espírita Allan Kardec de Jales. Investigadora del Evangelio. Colaboradora de la Agenda Brasil Espírita - Jornal O Rebate / Macaé / RJ - Folha de Araçatuba / SP News - Blog Bruno Tavares - Recife / PE - Colaboradora del sitio web www.kardecriopreto.com.br- Revista Verdade e Luz de Portugal, Revista Tribuna Espírita de João Pessoa, Presentadora del Programa Semillas del Evangelio de Rede Amigo Espírita. Espírita.
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Médiums Interesados
Se debe colocar, en el primer nivel de los médiums interesados, a aquellos que podrían hacer de su facultad una profesión, al realizar lo que se llama consultas o sesiones remuneradas.
No los conocemos, por lo menos en Francia, pero, como todo puede volverse un objeto de explotación, no habría nada de sorprendente en que se quisiera, un día, explotar a los Espíritus.
Resta saber cómo ellos tomarían la cosa, si alguna vez tal especulación intentara introducirse.
Aunque no se sea completamente iniciado en el Espiritismo, se comprende lo que esa especulación tendría de envilecedora.
Pero quienquiera que conozca, aunque sea un poco, las condiciones difíciles en las que los buenos Espíritus se comunican con nosotros, cuán poca cosa basta para alejarlos y la repulsión de ellos por todo lo que es de interés egoísta, jamás podrá admitir que los Espíritus superiores estén al capricho del primero que llegara y que les hiciera venir a cierto monto por hora; el simple buen sentido rechaza semejante suposición.
¿No sería también una profanación evocar a su padre, a su madre, a su hijo o a su amigo por un medio semejante?
Sin duda, se pueden tener comunicaciones de ese modo, ¡pero Dios sabe de qué fuente! Los Espíritus frívolos, mentirosos, traviesos, burlones y todo el tropel de Espíritus inferiores vienen constantemente; están siempre listos a contestar a todo. San Luis nos decía otro día en la Sociedad: «Evocad una roca y ella os contestará». Aquel que desea comunicaciones serias debe instruirse, ante todo, sobre la naturaleza de las afinidades del médium con los seres de ultratumba.
Ahora bien, aquellas que pueden tener el afán de lucro sólo pueden inspirar una confianza muy mediocre.
Los médiums interesados no son únicamente aquellos que podrían exigir una remuneración fija.
El interés no se traduce siempre por la esperanza de una ganancia material, sino también por las intenciones ambiciosas de toda naturaleza, en las que se pueden fundar expectativas personales.
Está también allí una imperfección que los Espíritus burlones saben muy bien aprovechar y lo hacen con una habilidad, una astucia verdaderamente notable, ilusionando y engañando a aquellos que se ponen, así, bajo la dependencia de ellos.
En suma, la mediumnidad es una facultad concedida para el bien, y los buenos Espíritus se alejan de quienquiera que pretenda hacer de ella un escabel para lograr cualquier cosa que no corresponda a los designios de la Providencia.
El egoísmo es la llaga de la sociedad; los buenos Espíritus lo combaten, no se puede suponer que vengan a servirle.
Eso es tan racional que sería inútil insistir más sobre este punto.
Los médiums de efectos físicos no están en la misma categoría.
Como esos efectos son producidos por Espíritus inferiores poco escrupulosos en cuanto a los sentimientos morales, un médium de esa categoría que deseara explotar su facultad podría, pues, contar con que lo asistirían sin demasiada repugnancia; pero eso presenta otro inconveniente.
El médium de efectos físicos, no más que aquel de comunicaciones inteligentes, no ha recibido su facultad para su placer.
Ésta le ha sido concedida a condición de hacer un buen uso de ella y, si él abusa, su facultad le puede ser retirada, o incluso volverse en detrimento de él, porque, en definitiva, los Espíritus inferiores están subordinados a los Espíritus superiores.
A los Espíritus inferiores les gusta mucho mistificar, pero no les gusta ser mistificados. Si se prestan, de buen grado, a las bromas, a las cosas de curiosidad, no les gusta más que a los otros ser explotados, y demuestran, a cada instante, que tienen su voluntad, que actúan cuándo y cómo les parece bien, lo que hace que el médium de efectos físicos esté aún menos seguro de la regularidad de las manifestaciones que el médium escribiente.
Pretender producirlas en días y horas fijos sería dar demostración de la más profunda ignorancia.
¿Qué hacer, entonces, para ganar su dinero? Simular los fenómenos; es eso lo que puede suceder no solamente con aquellos que hagan de eso una profesión declarada, sino incluso con las personas simples en apariencia y que se limiten a recibir una remuneración cualquiera de los visitantes.
Si el Espíritu no produce el fenómeno, se lo suple: la imaginación es tan fecunda cuando se trata de ganar dinero; es una tesis que desarrollaremos en un artículo específico a fin de alertar contra el fraude.
De todo lo que precede, concluimos que el desinterés más absoluto es la mejor garantía contra la charlatanería, pues no hay charlatanes desinteresados.
Aunque el desinterés absoluto no garantiza siempre el carácter bueno de las comunicaciones inteligentes, quita a los malos Espíritus un poderoso medio de acción y cierra la boca de ciertos detractores.
Por Allan Kardec Texto extraído de Revista Espírita – Periódico de Estudios Psicológicos, marzo de 1859
Trabajo tomado de Zona Espírita
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