domingo, 15 de noviembre de 2020

La formación del Médium

    INQUIETUDES  ESPÍRITAS 

1.- ¿ Reconocimiento de Lamas reencarnados?

2.- Todos somos Hermanos

3.- Entre los hermanos y en los Centros

4.- La difícil tarea de ser adolescente hoy en día

5.- La formación del Médium



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¿ RECONOCIMIENTO DE LAMAS REENCARNADOS?   





     El reconocimiento por ciertos niños de objetos personales de personas  fallecidas antes de que ellos nacieran, ¿Prueban  que estos sean su  reencarnación ?

     Esta es una de las  pruebas  a que son sometidos ciertos niños  elegidos generalmente dentro del ámbito budista, para intentar reconocer en ellos la personalidad de algún Lama fallecido antes. 

      Estos son elegidos en base a  las sospechas de algunos  monjes budistas que conocieron personalmente al Lama difunto y creen ver algún indicio de que su reencarnación pudiera estar en alguno de estos niños, o incluso en varios simultáneamente, lo que es una idea que entra dentro del campo de sus supersticiones, y de la que hablaremos mas adelante. En un ritual en el que observan
atentamente las reacciones de esos niños ante objetos diversos entre los que se encuentran algunos que fueron de uso personal del difunto, deciden si alguno de estos niños es la reencarnación  del  Lama fallecido anteriormente.

     En todo caso, estas pruebas cuando resultan positivas, siempre son  indicios de que  tal vez podría ser positivas, pero por si solas no dejan nunca de ser pruebas de carácter subjetivo, o sea, indemostrado por un método científico serio, y no son concluyentes como para considerar por ellas casos reales, verdaderos y demostrados  de las reencarnaciones buscadas. Sin embargo, existen hombres de ciencia, investigadores serios que, mediante el análisis  de casos de recuerdos espontáneos, sobre todo en niños,  o bien mediante la técnica de la regresión hipnótica, descubren pruebas y evidencias materiales de un claro carácter objetivo, que son suficientes para acreditar la prueba de reencarnación  en estos casos concretos y con que hubiese solo uno acreditado, eso nos llevaría a considerar que por igual razón reencarnamos todos.

- Jose Luis Martín-

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“ La supuesta memoria de una vida anterior es viva, muy especialmente entre los dos y tres años de edad del niño. Después va decayendo hasta desaparecer, excepto si se estimula con frecuencia”

Dr. Banerjee -

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           TODOS SOMOS HERMANOS: 
 Espíritas, espiritualistas, Católicos, Evangélicos, Judíos, Musulmanes, Budistas, Atéos.....

    La Espiritualidad no quiere saber qué fuimos en este mundo, quieren solamente saber lo que aprendimos y lo que enseñamos, o sea, lo que dejamos de bueno en este mundo. Entonces deberíamos pensar en actuar más como hermanos, tener respeto los unos por los otros y ser más tolerantes con las diferencias de todas clases. Buscamos el mismo ideal, pero bajo puntos de vista diferentes. 

¡ Dios nos ama infinitamente !;   ¡ Somos todos iguales !

- Claudia Dantas -
                                                          

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ENTRE LOS HERMANOS Y EN LOS

CENTROS
     Todo espírita debe portarse con la mayor humildad posible,frente a sus hermanos.. Porque la humildad es siempre un ejemplo de buenas maneras, jamás nos compromete, ni es causa de disturbios ni de riñas. Esa humildad, sin embargo,no debe ser nunca fingida, sino leal y siempre dispuesta a servir. El espírita debe siempre considerarse inferior a sus hermanos, disponiéndose a ser el servidor de todos, porque sabe que el servidor de todos debe ser el primero, y por más que haga nunca podrá pagar a Aquel que todo creó. Y por más que sepa, jamás alcanzará la infalibilidad. Así pues, siempre podrá equivocarse.  
     Por tanto, comprendiéndolo así, nunca hará alardes de saber, ni de poseer facultades, y menos de considerarlas extraordinarias, mas expondrá sus ideas de manera prudente, sensata y con oportunidad.
     Si alguna vez fuese importunado por uno de sus hermanos, procurará responder de buenas maneras. Si no fuese posible que, de momento, el hermano entienda sus razones, callará, esperando una ocasión propicia. Entonces, con la humildad que debe caracterizarle, tentará convencerlo y llevarlo a la razón si es posible. Así estará usando la caridad, porque todo espírita debe ser caritativo para con su hermano.
     De la misma manera que para realizar una empresa, un negocio, adquirir algún objeto que nos agrada, hacemos a veces sacrificios trabajosos, y los conseguimos, el espírita no debe olvidar que no hay empresa mayor, ni trabajo más noble, que atraer el amor leal y sincero de sus hermanos. No hay en la Tierra nada tan provechoso como hacerse una criatura de paz, amor y concordia.. Quien así hace, se torna una garantía para la tranquilidad y el progreso de sus hermanos, y constituye una base para toda la propaganda provechosa y eficaz del Espiritismo.

MIGUEL VIVES

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La difícil tarea de ser adolescente hoy en día

Cuando vemos tantos avances científicos y tecnológicos que nos sorprenden todos los días, pensamos: es la Ley del Progreso que se materializa ante nuestros ojos. Pero estos cambios intensos, en las áreas más diferentes del conocimiento humano y de las relaciones sociales, también resultan enormes desafíos para quienes los viven.

Siempre le ha tocado a la generación de adultos guiar a las nuevas generaciones, tomando, por tanto, las referencias de su propia educación. En estos tiempos modernos, los padres ya no encuentran referencias seguras para orientar bien a sus hijos. Tanto el acceso a la información, como a modelos de vida notoriamente distintos, de aquellos que ellos mismos tuvieron, aumentan la incertidumbre en la orientación que debe darles.

El Espiritismo enseña que corresponde a los padres la misión de contribuir al desarrollo intelectual y moral del niño para hacerlo progresar, para acercarse a Dios. Pero, las complejas circunstancias en que vivimos hoy en día hacen que sea muy difícil su cumplimiento. Esta es una situación problemática porque la adolescencia es en sí misma una fase de la vida que tiene características propias muy desafiantes.

Una mirada al adolescente

El período de la adolescencia está marcado por profundos cambios en el cerebro, en las relaciones sociales y, como señala Allan Kardec, en el espíritu. La pregunta 385 de El Libro de los Espíritus, registra que, entre los 15 y 20 años, el espíritu cambia porque recupera su naturaleza y se muestra como era. “Su carácter real e individual reaparece en toda su desnudez. Sigue siendo bueno si fundamentalmente lo fue. Pero adquiere siempre matices que habían permanecido ocultos en su primera infancia ".

Es interesante notar que la neurociencia, también ha estado apuntando, que entre la infancia tardía y la edad adulta el cerebro experimenta profundas transformaciones que se traducen en cambios en el comportamiento.  La presencia de aburrimiento y desinterés en las rutinas diarias, así como la búsqueda del placer son ejemplos de esas alteraciones. Esto se debe a que, durante ese período, en mayor o menor medida, el cerebro del adolescente pierde de un tercio a la mitad de los receptores de dopamina (el neurotransmisor de placer). Esta pérdida puede desencadenar comportamientos dirigidos a buscar novedades o emociones fuertes.     

Internet, con sus redes sociales y los sistemas de mensajería instantánea se ha convertido para los jóvenes, en un espacio privilegiado para satisfacer esas necesidades. En este sentido, es importante enfatizar que estudios recientes, indican la percepción de puntos positivos y negativos en su uso por parte de adolescentes españoles. Los chicos valoran las redes sociales porque permiten a todos ver, ser vistos y, especialmente, ser aprobados en sus discursos, fotos y argumentos. Por otra parte, se ofrecen formas atractivas de participar en el tiempo libre (música, videos, chats, etc.). También son espacios que les permiten salir del ámbito doméstico y construir su propia identidad, junto a sus iguales. 

Sin embargo, las redes también pueden causar graves daños a la autoestima de las personas y, en particular, a los más jóvenes, sobre todo cuando los demás ignoran el contenido por ellos expuestos o envían mensajes de rechazo, desprecio, insultos y ofensas. La autoestima frágil en un momento en que el adolescente está buscando aprobación y sentimientos de pertenencia puede causar perjuicios a su bienestar psicológico, por lo que en última instancia puede conducir a la depresión.

También es en esta zona, donde vamos a encontrar algunas otras dificultades entre los jóvenes, como la presión para definir una identidad cuando ellos no la tienen todavía formada, lo que conduce a menudo a mentir sobre sí mismos, en un intento por parecer exitosos. La ostentación y el culto a la propia imagen que aparece en las redes están, a veces, muy lejos de la realidad en la que viven. Queda claro en esos casos la valoración del poseer más que del ser.

No está de más recordar que Internet, a pesar de los innumerables beneficios que ha traído a la vida moderna, también ha favorecido la tiranía de la velocidad y de la inmediatez, así como la dificultad de concentración y de reflexión. Uno consigue mucha información, pero, en general, de una manera muy superficial. En los adolescentes, estas dificultades tienen un impacto directo en sus estudios. Sobre todo, carecen de foco.

Sobre los juegos electrónicos, vídeos, series, preferidos por los adolescentes y otras atracciones ofrecidas en las pantallas, los padres deben prestar atención respecto al tipo de contenido y mensajes que transmiten, ya que, dependiendo de sus temas, pueden atraer sintonías espirituales negativas para las personas que viven allí.

En cuanto a la otra consecuencia de los cambios que se producen en el cerebro, o sea, la búsqueda de emociones fuertes que ofrezcan placer inmediato, es necesario mantenerse consciente de que puede incluir algún abuso con graves efectos, como los del alcohol o de las drogas más fuertes. Para muchos jóvenes el consumo de alcohol y drogas se ha convertido en una práctica común de fin de semana para facilitar relacionarse con otros jóvenes. 

Otro reto para los padres es la forma desinhibida en que los adolescentes ven el sexo. Muchos no lo ven como relaciones sino como un puro juego sin tener en cuenta enfermedades de transmisión sexual, desgarros, embarazos y otros problemas derivados.

Adolescente, un espíritu en formación

No podemos olvidar que el adolescente es un espíritu en formación y que necesita ayuda para superar los estímulos externos que dificultan su crecimiento. Es importante hacerle comprender el sentido de la vida y a darse cuenta de que, antes de volver a la Tierra, se había comprometido a cumplir con una planificación diseñada para su evolución espiritual.

En hogares con orientación espiritista, la tarea de ayudar a los adolescentes a pasar de forma segura de la infancia a la edad adulta puede resultar más fácil. La certeza de que los niños son espíritus recorriendo su camino hacia su mejoramiento moral, que traen consigo las tendencias, sentimientos, experiencias buenas y malas cosechadas en anteriores vidas, permite a los padres no solo a entender sus dificultades, sino también a abrir la puerta al diálogo, asegurando un clima de confianza y amor para que ellos expongan sus problemas.

Papel de los padres

Es papel de los padres impartir valores, normas morales y sociales a sus hijos. Para los que abrazaron el Espiritismo y desean ver a sus hijos caminando en la misma dirección, esa tarea es de particular importancia, puesto que hay muchas paradojas en la vida de los jóvenes espiritistas que exigen enfrentamiento. Podemos citar como ejemplo, la necesidad de contrarrestar todo lo que es desechable, con las verdades imperecederas del Evangelio y de la Filosofía Espírita. Frente al conocimiento superficial, esforzarse por profundizar en los estudios espíritas de manera reflexiva, en un intento de obtener una mejor comprensión de sí mismo, y de los medios que lo ayudarán a convertirse en una mejor persona. A menudo necesita contrarrestar el hedonismo por la renuncia a favor de los demás, mediante acciones caritativas. Además, privilegiar el “ser” por encima del “poseer”, apostando más en su superación como persona que en la adquisición de bienes materiales. 

El joven debe también ceder a la inmediatez, a las fórmulas preparadas, para comprender que la conquista de sí mismo sólo se hace de manera gradual, con dedicación y fuerza de voluntad.

Resulta que muchos padres no se dan cuenta de su papel de apoyo para que sus hijos maduren emocional e intelectualmente de modo equilibrado. A veces, incluso necesitan ayuda, porque no saben cómo actuar frente a nuevas circunstancias del mundo moderno, dejando de ejecutar sus funciones de transmisores de valores. En estos casos, el Atendimiento Fraterno ofrecido por los Centros Espiritas podría cumplir ese rol.

Sabemos que la misión no siempre es fácil, pero, recordando las palabras de San Agustín, en el Evangelio según el Espiritismo, les diremos a todos los padres que se ocupan de la mejora espiritual de sus hijos, que Dios los recompensarán en abundancia.

Revista Espírita de la F.E.E.

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 La formación del médium

Son médiums las personas aptas para percibir la influencia de los Espíritus y transmitir sus pensamientos, sensaciones y sentimientos. Esa percepción puede variar desde la simple sensación de una presencia hasta la videncia objetiva de un ser espiritual y es muy difícil que haya personas que no hayan pasado o que no conozca a alguien que haya vivido algún tipo de experiencia en ese campo.

Pero, para la mayor parte de las personas, el contacto con ese tema no pasa de algo superficial, del intercambio de ideas con otras personas que tampoco saben mucho de eso, sin mayor profundidad por no saber cómo, ni dónde, buscar conocimientos adecuados para ampliar la comprensión del asunto.

Para ser médium, o sea, para tener la capacidad de percibir a los Espíritus, no es necesario pertenecer a esa o a aquella religión o tener una u otra filosofía de vida, pues la mediumnidad está presente en todas las culturas y razas, independientemente de creencias o condición social. Así, la mediumnidad se manifiesta en las personas, independiente de edad, creencias, convicciones, posibilidades de inteligencia o nivel cultural.

Aunque sea así, hoy por hoy, para una comprensión profundizada de lo que es la mediumnidad, sus finalidades y consecuencias, es imprescindible conocer la obra de Allan Kardec, además de otros autores como Léon Denis, Amalia Domingo Soler, Emmanuel, André Luiz, Manoel Philomeno de Miranda, Herminio C. Miranda, entre otros. En las obras de estos autores se observa que la mediumnidad, en la gran mayoría de los casos, es un compromiso que el Espíritu asumió aún en el Plano Espiritual antes de la actual reencarnación, sea para rescatar deudas originadas de un pasado de fragorosas caídas morales, sea para acelerar su progreso espiritual, o aún para que pueda, en la encarnación planeada, mantener la conciencia de su condición de Espíritu eterno, o sea, para no sumergirse simplemente en los problemas de la vida material sin considerar la realidad espiritual, de su esencia que es espiritual.

Cada persona puede presentar reacciones distintas ante el surgimiento de la mediumnidad, aunque el dolor sea el elemento común a casi todos, especialmente en ese inicio cuando el médium principiante no sabe cómo dominar los recursos de la facultad que empieza a surgir.

Sin conocer los recursos mediúmnicos que posee, la persona muchas veces empieza a sentir problemas de distinta naturaleza, muchos de los ellos sin justificativos racionales. Experimenta múltiples formas de desarmonía: súbitos cambios emocionales, desequilibrios sentimentales, y hasta incluso enfermedades para las cuales la medicina no tiene explicaciones claras o soluciones adecuadas.

Por otro lado, también hay personas que no poseen lo que se podría llamar mediumnidad activa, o sea, los que no están dotados de una facultad que pueda ser utilizada en el servicio sistematizado del intercambio entre el plano físico y el plano espiritual, a despecho de sus esfuerzos para desarrollarla. Allan Kardec los denomina ‘médiums improductivos’. Son aquellos que, cuando intentan la psicografía, por ejemplo, después de muchos ejercicios, obtienen resultados que se limitan a una que otra palabra, o cuando en la experiencia de la psicofonía nada más logran sino suspiros, algunos barullos y gemidos.

En ese momento hay que preguntarse ¿cuál es el sitio más adecuado para que aquel que sienta algún tipo de influencia pueda ejercitarla para saber si tiene o no mediumnidad? Si quiere correr el riesgo de recibir influencias de Espíritus inferiores, livianos e, incluso, malos, el ejercicio puede ser hecho en cualquier sitio. Pero, si el médium potencial desea mantener su equilibrio psíquico y espiritual, mejor será buscar un local que trate el tema con la seriedad que merece.

Sí, porque son requisitos esenciales al médium: equilibrio, conducta elevada, concentración, oración, buena disposición, humildad, amor y el apoyo de un grupo de personas serias y dedicadas al estudio y al ejercicio de la mediumnidad con propósitos nobles de servir al semejante y no simplemente satisfacer curiosidades livianas, búsquedas de informaciones superficiales sin otro móvil que los intereses personales de saber si un pariente está de tal o cual forma en el plano espiritual.

De esa forma, lo más adecuado, para quien empiece a sentir la influencia espiritual o que simplemente desee saber más sobre el asunto, es buscar un grupo espírita serio, que se dedique al estudio de la obra de Allan Kardec y que tenga la mediumnidad como una facultad que debe ser tratada con respeto y que exige, para su ejercicio equilibrado, conocimiento y armonía, que solamente se pueden conquistar con perseverancia y dedicación a lo largo del tiempo.

Allí, en un grupo equilibrado, la persona va a aprender que la mediumnidad por sí misma es neutral. Es un simple canal de comunicación. La cualidad del que se comunica y del mensaje que trasmite depende completamente de la cualidad del médium. Si él no tiene disciplina, piensa que lo sabe todo, que tiene mucho que enseñar y poco que aprender, que se basta a sí mismo y no depende de otros, que está siempre con la razón y los demás sólo desean ponerle trabas, entre otras cosas del mismo género, es evidente que será asistido por Espíritus que son como él, que no son serios y malgastan el tiempo y engañan a los que no están vigilantes.

Para obtener la influencia de los buenos Espíritus son indispensables la humildad, el propósito de auxiliar al semejante, la dedicación al estudio y al auto-conocimiento, la práctica de la oración, la bondad de corazón, el deseo sincero de mejorarse, entre otras cualidades que son similares a esas y que más fácilmente se adquieren cuando se cuenta con el soporte de un grupo de personas que busca el propio perfeccionamiento para servir mejor al próximo.

Así, de conformidad a la sintonía que mantenemos con uno u otro aspecto de la vida, depende la naturaleza de las comunicaciones que recibimos. Los médiums, conforme a la sintonía, pueden ser trabajadores del amor o instrumentos de las sombras. Compete a nosotros elegir con qué mantenemos afinidad, definiendo así nuestra calidad mediúmnica.

Informa Emmanuel, mentor espiritual de Chico Xavier, que “(…) por la oración, el hombre obtiene el concurso de los buenos Espíritus que concurren a sustentarlo en sus buenas resoluciones y a inspirarle ideas sanas. Él adquiere, de ese modo, la fuerza moral necesaria para vencer las dificultades y volver al camino recto, si de éste se alejó. Por ese medio, puede también desviar de sí los males que atraería por sus propias faltas. (…)” (7)

La oración es el recurso sublime de comunicación con los mensajeros de Jesús, que la Providencia Divina puso en nuestro camino, para posibilitar la elevación de nuestro tono vibratorio, de nuestros sentimientos, facultándonos así la inspiración, la intuición y el recibimiento de mensajes sublimes que nos despiertan el Espíritu a las realidades mayores de la Vida.

En resumen, ante el surgimiento de la mediumnidad o ante el deseo de profundizar el conocimiento del asunto, es fundamental que la persona interesada conozca los libros de Allan Kardec, además de otros autores serios, y busque un centro espírita equilibrado que le pueda auxiliar en sus estudios y ampliación del conocimiento y práctica de esa facultad sublime, que permite al encarnado estar en contacto con la realidad espiritual que le aguarda después de la muerte del cuerpo físico.

- Carlos Campetti-

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