INQUIETUDES ESPÍRITAS
1.-Quien hace las curaciones es Dios
2.- Libertad de conciencia
3.- Un cuerpo desconocido
4.- ¿Las reuniones mediúmnicas deben ser públicas?
5.- Los desencarnados en muertes colectivas
********************************
QUIEN HACE LAS CURACIONES ES DIOS
Llegan a pensar que son infalibles en su actuación y creen que todo lo pueden.
Y eso nos recuerda al gran maestro y creador de la Homeopatía, Samuel Cristian Hahnemann , que mostró el comportamiento de un verdadero sabio.
En 1815 llegó a París y comenzó a medicar, a pesar del descrédito y el ataque de muchos de sus colegas alópatas.
Fue entonces que la hija de Ernesto Legouvé, famoso escritor de la época, miembro de la Academia Francesa, enfermó gravemente.
Un artista de nombre Duval fue llamado para hacer una pintura con el retrato de la joven agonizante. Era el último recuerdo que el amoroso padre deseaba tener de la hija que se despedía de la vida.
Concluida la tarea, ejecutada con las emociones que se pueden imaginar, Duval le hizo al padre una pregunta neurálgica:
"Si toda esperanza está perdida, ¿Por qué usted no intenta experimentar con la nueva medicina que tanto alborozo ha creado?,¿Por qué no consulta al Doctor Hahanemann?
Nada había que perder, y el padre llamó al homeópata. Cuando lo vio le pareció estar ante un personaje fantástico de cuentos infantiles.
Hahnemann era de baja estatura, robusto y firme en el andar, envuelto en una capa y apoyado en un bastón con empuñadura de oro.
Una cabeza admirable, cabellos blancos y sedosos. echados para atrás, y cuidadosamente ondulados sobre el cuello.
Con sus ojos de un azul profundo, su boca imperiosa inquirió minuciosamente sobre el estado de la niña.
A continuación pidió que trasladaran a la enferma a una habitación ventilada, abriendo puertas y ventanas para que el aire y la luz entrasen en abundancia.
Al día siguiente inició el tratamiento. Fueron diez días de expectativa y de tensión. Finalmente la esperanza se confirmó: la niña estaba sanada.
El impacto de esa curación, casi milagrosa, fue enorme, en todo París.
En reconocimiento por la salvación de su hija, a pesar de que aun muchos afirmaban que no pasaba de ser un charlatán, Legouvé regaló al médico el cuadro pintado por Duval.
Era una obra maestra. El creador de la Homeopatía la contempló lentamente, tomó la pluma y escribió:
"Dios la bendijo y salvó." - Hahnemann "
- - - - -
Así son los grandes sabios; los verdaderos genios de la Humanidad.
Ellos saben que dominan grandes porciones de conocimiento, pero no se olvidan que la inteligencia les fue dada por Dios, de donde todos emanamos.
Somos los hijos de la Suprema Inteligencia, que nos permite crecer al infinito.
No obstante a Él corresponden todas las bendiciones, permitiéndonos, en calidad de hermanos, unos de otros, operar, actuar, en el gran concierto de la Creación.
Pensemos en eso y hagamos el bien, recordando siempre que sin Dios nada podemos.
(Redacción de Momento Espírita, en base a los datos biográficos de Samuel Hahanemann)
**************************
Libertad de conciencia
IV.- Libertad de conciencia
835. La libertad de conciencia, ¿es una consecuencia de la libertad de pensar?
- La conciencia es un pensamiento íntimo que pertenece al hombre, como todos los demás pensamientos.
836. ¿Tiene el hombre derechos de poner obstáculos a la libertad de conciencia?
- No más que a la libertad de pensar, pues sólo a Dios compete el derecho de juzgar a la conciencia. Si el hombre regula mediante sus leyes las relaciones humanas, Dios, sirviéndose de sus leyes naturales, regula las relaciones del hombre con Él.
837. ¿Cuál es el resultado de las trabas que se ponen a la libertad de conciencia?
- Constreñir a los hombres a obrar de otro modo que como piensan, convirtiéndolos en hipócritas. La libertad de conciencia es una de las características de la verdadera civilización y del progreso.
838. ¿Son respetables todas las creencias, aun cuando sean notoriamente falsas?
- Toda creencia es respetable cuando es sincera y conduce a la práctica del bien. Las creencias reprobables son aquellas que arrastran al mal.
839. ¿Es reprensible que avergoncemos por su creencia a aquel que no piense como nosotros?
- Es no tener caridad y atentar contra la libertad de pensamiento.
840. ¿Significa atentar contra la libertad de conciencia el poner impedimentos a creencias que por su índole perturban la sociedad?
- Se puede reprimir los actos, pero la creencia íntima es inaccesible.
Reprimir los actos exteriores de una creencia, cuando tales actos acarrean cualquier perjuicio a los demás, no es atentar contra la libertad de conciencia, por cuanto dicha represión deja a la creencia su entera libertad.
841. Por respeto a la libertad de conciencia, ¿debemos permitir que se difundan doctrinas perniciosas, o es posible, sin atentar contra esa libertad, tratar de reconducir a la senda de la verdad a aquellos que se han extraviado a causa de falsos principios?
- Por cierto que podemos obrar así, e incluso debemos hacerlo. Pero enseñad, a la manera de Jesús, mediante la dulzura y la persuasión, y no por la fuerza, lo cual sería peor que la creencia de aquel a quien queréis convencer. Si algo existe que sea permitido imponer, es el bien y la fraternidad. Pero no creemos que el medio de lograr que se les admita sea obrar con violencia. La convicción no se impone.
842. Puesto que todas las doctrinas abrigan la pretensión de ser la única expresión de la verdad, ¿por qué signos podremos reconocer a aquella que tenga el derecho de presentarse como tal?
- Será la que haga más hombres de bien y menos hipócritas, vale decir, más hombres que practiquen la ley de amor y caridad en su mayor pureza y en su más amplia aplicación. Por ese indicio reconoceréis que una doctrina es buena, pues toda doctrina que tenga por resultado sembrar la discordia y establecer demarcaciones entre los hijos de Dios no puede ser sino falsa y perniciosa.
*******************
UN CUERPO DESCONOCIDO
Después de varios artículos dedicados a la investigación y la presencia histórica en todas las grandes civilizaciones de la antigüedad de la Ley de las Vidas Sucesivas, es preciso efectuar un alto en el camino antes de seguir explicando las repercusiones y aspectos colaterales que esta Ley de la Reencarnación tiene para el hombre.
Para aquellos que lean por primera vez acerca del tema, algunas dudas importantes aparecerán en su mente acerca de cómo es posible la realidad de la vuelta a la vida en un nuevo cuerpo físico, siendo así que el alma es supuestamente de naturaleza inmaterial e invisible. Precisamente por ello, para poder avanzar, vamos a explicar en este artículo cuál es la naturaleza del ser humano y de qué sustancia está compuesto.
En la antigüedad, los filósofos griegos, con Platón a la cabeza, afirmaban que la naturaleza del hombre era dual; es decir, estábamos compuestos de alma y cuerpo físico. Una vez el alma se retiraba del cuerpo este perdía el “ánimus” que lo sustentaba, y moría. El dualismo era percibido en algunas religiones y filosofías espirituales de oriente y occidente. Sin embargo, junto a ello, los grandes filósofos y líderes religiosos hablaban también de un cuerpo intermedio entre el alma inmaterial y el cuerpo físico, hecho de átomos.
A este cuerpo aparentemente desconocido Confucio en China lo llamó “cuerpo aeriforme”, Hipócrates “enormon”, Pitágoras lo denominó como “carro sutil del Alma”, Aristóteles “cuerpo sutil y etéreo”, Pablo de Tarso “cuerpo espiritual”, Orígenes de Alejandría lo llamó “Aura”, Plotino “cuerpo ígneo”, etc. y en muchas religiones hinduístas y budistas se le denominó “cuerpo astral”. Como comprobamos, lejos de ser un cuerpo desconocido, era ampliamente estudiado por los grandes pensadores e investigadores de la historia antigua.
Pero sin duda, fue Allán Kardec, el codificador de la filosofía espírita, quien desarrolló la siguiente definición y explicación de este cuerpo intermedio entre el cuerpo físico y el alma, al que denominó como peri-espíritu por ser como una membrana que rodea el alma o espíritu:
“Envoltura semi-material del espíritu (alma). En los encarnados sirve de lazo o intermediario entre el espíritu y la materia del cuerpo físico; en los espíritus liberados del cuerpo constituye el cuerpo fluídico del espíritu”
La naturaleza del peri-espíritu está a su vez formada por tres elementos que se pueden denominar como “cuerpo mental”, “cuerpo causal” y “cuerpo vital”. Es pues un doble energético y electromagnético de nuestro cuerpo físico, de carácter semimaterial (moléculas materiales y espirituales que permiten la interacción e información entre lo inmaterial y lo material) y está regulado por varios centros de fuerza que regulan la energía y que son denominados en el argot oriental como “chakras”.
Las funciones de este cuerpo energético son de individualización (no hay uno igual a otro), organización y sustentación (se encarga de mantener la energía vital del cuerpo físico, cohesionando la organización celular desde el momento de la fecundación en la célula huevo). Y entre las propiedades que presenta, además de la irradiación, es semimaterial, invisible, expansible, hipersensible y plástico.
Las evidencias científicas de su existencia son abrumadoras; los científicos rusos lo denominaron “cuerpo bioplásmico”; Harold Saxton Bur, biológo de la Universidad de Yale (USA), lo llamó “campo electrodinamico”; el Ingeniero Hernani Guimaraes Andrade, “campo biomagnético”; el biogenetista R. Sheldrake lo denominó “campo morfogenético”; etc.
Es importantísimo saber de su existencia, pues gracias a este cuerpo intermedio se puede producir la vuelta a la vida una y otra vez. Es la “estructura energética semimaterial que permite la reencarnación”, o como acertadamente lo denominó Hernani Guimaraes, el “Modelo organizador Biológico”.
Como se detalla profusamente en la obra de Kardec, siendo el perispíritu un cuerpo energético al servicio del espíritu, este último, que es el principio inteligente del universo, es el que piensa, siente y dirige a voluntad este instrumento que le acompaña en la vida física, y luego cuando pasa al otro lado, en la vida espiritual.
Los pensamientos y sentimientos del espíritu, así como sus acciones y creencias, condicionan la forma en que la energía del periespíritu se distribuye por todo el órganismo celular que interpenetra. De aquí se desprende que la salud o la enfermedad tienen mucho que ver con la actitud mental y emocional que mantenemos, pues en función de cómo son nuestros pensamientos o emociones generamos en el perispíritu energías tóxicas o saludables, con la consiguiente repercusión en el equilibrio celular y en la enfermedad o salud de nuestro órganos. 39 Amor paz y caridad
Como vemos, comprender la ley de las Vidas sucesivas implica acceder a este conocimiento de forma más profunda, pero sin perder de vista nunca que todo está condicionado por nuestra forma de ser y de pensar.
Esto es algo que llevamos incorporando a nuestro bagaje y herencia ancestral desde que Dios crea el alma humana, y que queda registrado en los pliegues profundos de nuestro periespíritu (cuerpo causal), aflorando una y otra vez de manera inconsciente cada vez que reencarnamos de nuevo. La psicología lo denomina como inconsciente profundo o memoria subconsciente. Pero ahí está todo registrado, lo que fuimos y lo que hicimos; por ello cada cual es diferente a otros, no hay nadie igual.
Y también, por ello, todo esto queda registrado en nuestra conciencia, y como adelantamos en artículos anteriores, nada escapa a nuestra conciencia, donde las leyes de Dios se hayan implícitamente registradas, de forma que en una vida o en otra, la Ley de Causa y efecto actúa devolviéndonos aquello que hicimos de bien o de mal anteriormente, a fin de procurar nuestra reeducación moral, la rectificación de nuestros errores y nuestro avance hacia la perfección relativa que nos espera; auténtico objetivo que toma realidad bajo las experiencias superadas que la reencarnación nos permite.
Antonio Lledó Flor- Amor, Paz y Caridad
*********************************
Las reuniones mediúmnicas, ¿deben ser públicas? ¿Por qué?
– El Codificador recomienda grupos pequeños, en función de las dificultades que existe en los grupos grandes para obtener la sintonía vibratoria y armonía en los pensamientos. Una reunión mediúmnica de carácter público es un riesgo innecesario, porque vienen personas portadoras de sentimientos muy distintos, los cuales irán a perturbar, inevitablemente, la operación de la mediumnidad. Afirman los Benefactores que una reunión mediúmnica es una labor delicada, que se desarrolla en el campo periespiritual, y si el equipo no tiene un conocimiento especializado, es comprensible que sucedan muchos problemas por negligencia de la misma. La reunión mediúmnica no debe ser de carácter público porque tendría un aspecto especulativo, exhibicionista, destituido de la finalidad superior, actitudes tales que van al encuentro negativamente a los postulados morales de la Doctrina. Así mismo, en las reuniones mediúmnicas privadas se debe mantener un número ideal de miembros, no superior a las veinte personas para que se eviten esas perturbaciones naturales de los agrupamientos masivos. En donde haya un Grupo Mediúmnico muy numeroso, que sea dividido para dos trabajos separados (porque, en el Movimiento Espírita, en el orden del Bien, dividir es multiplicar en beneficio de aquellos que se reparten). Igualmente es necesario que las personas sean afines entre si dentro del Grupo. Por motivos obvios, si estamos en una reunión mediúmnica, y no somos simpáticos a un individuo, toda la comunicación que por él venga, todo nuestro rechazo y conflictos nos pondrán en estado preventivo, creyendo que sean indirectas dirigidas para nosotros. Si por acaso, alguien no nos es simpático, cuando él entra en transe, comenzamos a bombardear: “¡Imaginen al mentiroso, veamos si yo voy a creer en él!” Formamos así una antena emisora de dificultades para el compañero que está siendo agredido por nuestra mente. Porque desde que el individuo es médium, él no lo es exclusivamente de los Espíritus desencarnados, sino también, de los encarnados. El éxito de una reunión mediúmnica depende del equipo que comparece allí y no solamente del médium. Los Guías programan, pero aquel equipo en funcionamiento, responderá por los resultados. Nunca está demás recomendar que las sesiones mediúmnicas sean de carácter privado.
Divaldo Pereira Franco
- ¿El médium en trance, recibe la influencia mental del Grupo del que participa?
- Aprendemos en El libro de los Médiums - capítulo 29º, ítem 324 y 331, que la reunión es un ser colectivo. Todos aquellos que participan de ella, con cualquier función que sea, están automáticamente vinculados a lo que en ella suceda, de manera que muchas veces, no estando bien sintonizado el Grupo y estén realizando un trabajo de alta envergadura, los médiums que son filtros de los espíritus encarnados y desencarnados, estarán filtrando, encharcándose en aquellos matices vibratorios que el ambiente le permite fruir. Es de esa manera, que no se justifica la necesidad de las reuniones mediúmnicas con público que no esté sintonizado con la realidad del estudio doctrinario, porque los médiums quedan a la merced de esos influjos de dardos mentales de indiferencia, de escepticismo y de petitorios que, muchas veces, el mensaje que ellos conducen, saldrá con el sabor de esas insinuaciones, de esos deseos y perturbaciones. El Grupo participa, también de las comunicaciones, con ese soporte energético, apoyando o desequilibrando al médium, porque la reunión es un cuerpo colectivo.
José Raúl Teixeira
*******************************
Los desencarnados en muertes colectivas
En estos casos, muchos de
los Seres así fallecidos, en el mismo
momento o en las mismas circunstancias - casi siempre violentas e inesperadas-,
no todos y no siempre se ven entre
ellos, ni se reconocen inmediatamente,
porque cada uno sale de su particular turbación en momentos diferentes, y cada uno vive su particular proceso de
adaptación a su nuevo estado en el plano espiritual que le corresponde y al que
se siente atraído por Ley de Afinidad según su
particular momento evolutivo. Todo esto, en un primer momento, les lleva
a ignorar la presencia de algunos de los otros
espíritus que les acompañaban y que al igual que ellos dejaron sus
cuerpos en el mismo lugar, por las mismas causas y al mismo tiempo, porque cada uno quedó tras la muerte, en diferente estado de
turbación, mental y emocional.
Cuando se recuperan del choque emocional, al principio se ven con asombro a sí mismos en su propio cuerpo
espiritual, copia del cuerpo físico,
como si fuese el mismo pero más liviano y diferente, y en el caso de los Seres más apegados a la materia, estos a
veces inclusive llegan a percibir las
mismas sensaciones y necesidades físicas, como el hambre o el frío, o también
el alcohol, tabaco o drogas para los que en este mundo necesitaban de estos
productos adictivos. Unos abandonan el cuerpo físico
de inmediato, pero otros, en su turbación inmediata tras los hechos que
provocaron la muerte, asombrados se ven fuera de sus cuerpos, pero todavía unidos
a ellos y sin saber que hacer ni cómo apartarse del lugar del suceso.
La
muerte ha podido ser colectiva o simultánea, pero la desencarnación no siempre
se produce a la vez, pues depende de factores tales como el grado de los apego de cada uno a su cuerpo o a la materia. Tampoco es
simultáneo el retorno y la
adaptación normal a la vida en el mundo espiritual, pues esto también depende
de factores tales como el proceso de desencarnación, el cómo fue,
el nivel moral de cada uno, el conocimiento espiritual o la fe religiosa
que tengan, etc.
El
retorno al plano espiritual depende de la elevación moral de cada
uno. Los de un orden inferior se ven
particularmente sumergidos como en medio de una noche oscura en donde se
sienten aislados y confundidos en una sensación de pánico. Los Seres que en la
vida han seguido un correcto camino a
nivel personal, moral y social, despiertan pronto y enseguida son asistidos y
ayudados por otros Seres que allí les aguardan con ese fin.
Estos
Seres que les asisten en esa trascendente circunstancia, instantes antes de
suceder las desencarnaciones colectivas, bien porque son avisados desde planos
espirituales superiores, o bien por propia intuición, acuden de inmediato al
escenario en donde se va a producir la
tragedia, con el único fin de prestar ayuda y recibir y acompañar a los espíritus que desencarnen.
- Jose Luis Martín-
No hay comentarios:
Publicar un comentario