INQUIETUDES ESPÍRITAS
1.- Utilicemos la bondad
2.- "Mis palabras no pasarán"
3.- El Doble Etérico
4.- Creación
5.- ¿Cuánto dura la turbación de la muerte?
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UTILICEMOS LA BONDAD
En estos días agitados, que se presentan llenos de desencanto, de ansiedad, y de locura, es perfectamente válido que volvamos a reflexionar en torno a los valores morales y comportamentales, que van quedando al margen.
La pérdida de valores ético-morales y la ausencia de respeto por el prójimo, vienen transformando nuestra sociedad en diversas tribus de seres primitivos que se caracterizan por la agresividad y por el exacerbado egoísmo.
No se respetan los derechos del otro, no se obedecen las leyes, escasean los gestos de civismo y casi todos somos consumidos por el espíritu de autodefensa, como si perteneciésemos a etnias diferentes que se detestasen.
Se discute más de lo que se conversa y armados, no perdemos la oportunidad de una confrontación, aun cuando el motivo no sea acreedor de la más mínima consideración.
Me recuerdo de un caso curioso en que me vi envuelto. Caminaba tranquilamente por una de nuestras calles, cuando fui atropellado literalmente por un deportista que corría en el paseo, haciendo " footing". Se chocó contra mí, porque su atención estaba centrada en la música que escuchaba con unos "audífonos¨" modernos. Me golpee contra la pared y en cuanto me recuperé y miré al ciudadano, este se encontraba casi furioso porque había perdido el ritmo que llevaba..
No permitiendo perturbarme, le dije: - Discúlpeme porque estaba delante de usted.... Otra vez tendré mucho cuidado para no ser atropellado.....Y sonrió.
El psudo-atleta , desconcertado, me pidió disculpas, reconociéndome y preguntándome: - "¿Usted no es Divaldo Franco?- Sí- le contesté.
Y él, eufórico, concluyó:- "Es un gran placer conocerlo personalmente. Yo también soy espírita.
Me quedé imaginando que si él, siendo espírita, se encontraba tan agitado, cómo sería si no adoptase una doctrina de paz y solidaridad como lo es el Espiritismo.
Nunca estará demás una actitud gentil, comprensiva y fraterna.
El cansancio que acomete a gran número de personas, es más por la agitación y ambición de triunfos vacíos en una existencia sin sentido, que como resultado de acciones ennoblecedoras.
Necesitamos reflexionar en torno del sentido de nuestra existencia en la Tierra, y buscar vivir conforme a los patrones de equilibrio y armonía interior.
Hace pocos días el Papa Francisco declaró con severidad que la misa esa un culto respetable , que exigía concentración, y no algo turístico para fotografiar.
La falsa necesidad de aparecer como triunfador, realizado en las redes sociales, agreden y aturden a los vencedores de la mentira.
Debemos usar gentileza para con ellos y con todos; un sentimiento suave, una sonrisa afable, un apretón de manos, un "muchas gracias", un saludo, constituyen pequeños gestos de vida saludable.
Igualmente, ser gentil consigo mismo, evitar intoxicarse por la ira, es el recurso para lograr una sociedad mejor.
Artículo publicado en el diario La Tarde, columna Opinión, el 16-11-2017
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Mis palabras no pasarán
24. “Entonces se aproximaron sus discípulos y le dijeron:
¿Sabes que los fariseos, al oír lo que acabaste de decir, se escandalizaron?’
Él respondió: ‘Toda planta que no haya plantado mi Padre celestial será arrancada.^
Dejadlos; son ciegos que guían a ciegos. Y si un ciego guía a otro ciego, caerán ambos en el hoyo’.” (San Mateo, 15:12 a 14.)
25. “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.”(San Mateo, 24: 35.)
26. Las palabras de Jesús no pasarán, porque tendrán vigencia en todas las épocas. Su código moral será eterno, porque consagra las características del bien que conduce al hombre a su destino eterno. No obstante, ¿habrán sus palabras llegado hasta nosotros perfectamente puras y exentas de falsas interpretaciones? ¿Habrán captado su espíritu la totalidad de las sectas cristianas? ¿Habrá alguna de ellas desvirtuado su verdadero sentido a consecuencia de los prejuicios, o de la ignorancia de las leyes de la naturaleza? ¿Se habrá alguna convertido en un instrumento de dominación para servir a sus ambiciones y a sus intereses materiales, de modo de usarlos como trampolín para elevarse en la Tierra, y no para subir en dirección al Cielo? ¿Habrán adoptado, todas ellas, como regla de conducta, la práctica de las virtudes que Jesús presentó como condición expresa para la salvación? ¿Estarán todas exentas de las reprensiones que Él dirigió a los fariseos de su tiempo? Por último, ¿serán todas, tanto en la teoría como en la práctica, la expresión pura de su doctrina?
Por ser única, la verdad no puede estar contenida en manifestaciones contradictorias, y no existe razón para que Jesús haya querido dar un doble sentido a sus palabras.* Si, pues, las diferentes sectas se contradicen; si las hay que consideran verdadero lo que otras condenan como herejías, es imposible que todas estén con la verdad. Si todas hubiesen aprendido el verdadero sentido de la enseñanza evangélica, todas se habrían encontrado en el mismo terreno y no existirían las sectas.
Lo que no pasará es el verdadero sentido de las palabras de Jesús; lo que pasará es aquello que los hombres construyeron sobre el sentido falso que dieron a esas mismas palabras.
Puesto que la misión de Jesús era transmitir a los hombres el pensamiento de Dios, solamente su doctrina en toda su pureza puede expresar ese pensamiento. A eso se debe que Él dijera: Toda planta que no ha sido plantada por mi Padre celestial será arrancada..
EL GÉNESIS
ALLAN KARDEC
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EL DOBLE ETERICO
(1ª Parte)
El doble eterico es un cuerpo o vehículo provisorio, una especie de mediador plástico o elemento de ligazón entre el periespiritu y el cuerpo físico del hombre. Está constituido del éter físico emanado de la tierra y se podría decir que se disuelve en la tumba después de la muerte física. Recibe los impulsos del periespiritu y los transfiere a la carne y también lo hace en sentido inverso.
El doble eterico es parecido al hilo eléctrico, cumpliendo la función de transmitir al cuerpo lo que siente el espíritu en su mundo oculto, las emociones que el alma plasma en la mente espiritual imponderable.
Es muy conocido y estudiado desde hace muchos siglos por otras doctrinas espiritualistas. El doble eterico con sus “chacras” o centros de fuerzas etericas está situado en la periferia del cuerpo humano, y es conocido hace muchos siglos por los viejos ocultistas o iniciados hindúes, egipcios, esenios, caldeos, asirios y chinos.
Conociendo bien el doble eterico, los mediúms podrán mejorar su tarea mediumnica y dinamizar las fuerzas magnéticas; y los espíritas adoctrinadores esclarecer innumerables incógnitas y las ventajas que reportan los trabajos de materialización, voz directa, levitaciones, transportes y operaciones fluídicas. En todos esos fenómenos, en doble eterico es el principal responsable por la elaboración de ectoplasma y de la coordinación de los fluidos nerviosos de los mediúms de efectos físicos.
Es una materia de suma importancia para los adeptos. El Espiritismo al ser una doctrina evolutiva y de constantes investigaciones en el campo de la mediumnidad, aconseja a los mediúms “analfabetos” de muy “buena intención” es estudio de la mediumnidad, siendo la humildad una virtud muy discutida entre los hombres, pues casi siempre se confunde con el servilismo, que es el fruto de las circunstancias, que obliga a la persona hacia un comportamiento mejor, accidente sin llegar a ser el resultado de la evolución.
La estructura, el mecanismo, la fisiología del doble eterico y su funcionamiento, todavía es materia desconocida para la mayoría de los mediúms, por eso, casi todos se aventuran en realizaciones imprudentes, sin el mínimo conocimiento de las funciones primarias de los diversos vehículos que conforman el periespiritu, y que sirven al periespiritu inmortal, para acondicionar la fenomelogía mediúmnica en la tierra. Ignoran su verdadera composición fisiológica cuando actúa en un campo vibratorio superior, al de la vida material.
El doble eterico envuelve al hombre como una cobertura de gas vaporoso. Es un vehículo invisible para la vista del hombre común, y desconocido para la medicina terrena, es un cuerpo invisible para los ojos carnales, en la vista espiritual, se presenta como una capa densa, algo física, sensible al perfume, al frio, al calor, al magnetismo y también se afecta por los condimentos, ácidos, sustancias hipnóticas, sedativos, entorpecimientos y por el contacto humano en los momentos de mayor condensación.
El doble eterico, al separarse del cuerpo físico, ya sea durante el tiempo que dura el efecto anestésico, el trance mediúmnico, o cuando el espíritu de noche vaga fuera del cuerpo carnal, provoca en el hombre una considerable reducción de vitalidad física, y la bajada de la temperatura. Por eso también adquiere mayor libertad de acción, aumenta sus energías y se vuelve hipersensible, porque al estar el cuerpo dormido o en trance, se mantiene con una reducida cuota de Prana para sustentarse. No es difícil, que el cuerpo físico, luego manifieste en su contextura material los efectos de cualquier acontecimiento ofensivo, que haya ocurrido durante la separación de su vehículo eterico.
Los clarividentes capacitados ven el doble eterico como un vehiculo vaporoso, que cubre al cuerpo en todos los sentidos y le ínter penetra los poros físicos y periespirituales. Su configuración es transparente y su emanación etéreo física ultrapasa el cuerpo del hombre en un cuarto de pulgada en todos los sentidos. Además de su configuración, se forma un aura radiactiva semejante a un inmenso huevo, que despide, a veces, unas chispas argenteas. Es el aura de la salud” muy conocida por los ocultistas y magos, la que alcanza de cinco a diez centímetros más allá del cuerpo físico. También se ve de un color rosa blanquecino, bastante luminoso, impregnado de tonos azules y que a veces emite fulguraciones violáceas.
Hay casos, donde su color se inclina hacia los matices del aluminio transparente o al vidrio opaco, debido a la salud del hombre o a la mayor o menos capacidad de absorción del Prana. La contextura del doble etérico varia conforme al tipo biológico humano, siendo más sutil y delicado en los seres superiores y más densos en las personas primitivas.
La función principal del doble etérico, es la de transmitir hacia el cerebro del hombre, las vibraciones que emiten las emociones e impulsos que el periespiritu recibe del Espíritu o Alma inmortal.
Por lo tanto, también absorbe el Prana o la vitalidad del mundo oculto, emanado del Sol, conjugándolo a las fuerzas exhaladas del medio físico; enseguida las distribuye para el sistema nervioso y demás partes del organismo carnal. Aunque sea un intermediario entre los centros sensoriales de la conciencia periespiritual y los centros de conciencia cerebral física, el doble etérico es el resultado de las emanaciones radioactivas del cuerpo físico de la tierra.
No es un vehículo consciente, dado que es incapaz de actuar por si o en forma inteligente, cuando está desligado del hombre. Aunque realice ajustes y tome providencias defensivas esto sucede por automatismo instintivo biológico del propio organismo carnal, pues este, cuando se mueve en forma independiente de la dirección del espíritu, revela un sentido fisiológico rector y disciplinado, nutriendo y reparando las células gastadas o enfermas, sustituyéndolas por otras sanas, a fin de recuperar las perdidas materiales.
El doble etérico, además de sus importantes funciones de intercambiar las reacciones del periespiritu y del cuerpo carnal, es una gran reserva de vitalidad indispensable.
Durante el nacimiento y crecimiento del hombre el doble etérico en la prueba de la mediumnidad, se modela obedeciendo a la inclinación de la línea magnética del periespiritu, quedando algo apartado a la altura del bazo físico y del chacra esplénico, facilitando el trance mediúmnico, con más frecuencia. El epiléptico es una criatura cuyo doble eterico también se aparta con cierta frecuencia de su cuerpo físico, pero no es un fenómeno disciplinado por la intervención de la técnica Sideral antes de reencarnarse, sino, que sucede por la violencia y absoluta impresión de su portador.
El trance del médium de fenómenos físicos y el ataque del epiléptico, tienen cierta semejanza entre si. La diferencia está, en que el médium entra en trance de forma espontánea y en el momento oportuno para cumplir con su trabajo, y el epiléptico cae al suelo ni bien su doble etérico se satura de venenos expurgados por el periespiritu, apartándolo violentamente, cuyas emanaciones quedan en medio del ambiente. En ciertos casos, se comprueba que el epiléptico también es un médium de fenómenos físicos en potencia, pues la constante salida de su doble etérico de su cuerpo físico, termina por abrirle una senda para la fenomelogia citada.
La doble inclinación del periespiritu y del doble etérico, que faculta la mediumnidad de efectos físicos, la psicografía mecánica o la incorporación completa, nada tiene que ver con las facultades espirituales innatas del hombre superior.
A través de esa “abertura” que lo introduce en el más allá, el médium es el hombre hipersensible en contactos demorados con los fenómenos del mundo oculto. Eso también es un cuchillo de doble filo, pues en cuanto falsee sus costumbres y se dedique a las pasiones violentas y cultive los vicios degradantes, se arriesga al fracaso espiritual durante la vida física.
Los mediúms, en general, son nerviosos, enfermizos, fácilmente, afectados por los fenómenos materiales del medio donde viven, de las reacciones morales emotivas y mentales de los demás seres que los rodean en el mundo. Viven súper excitados por las preocupaciones comunes, mientras que las cosas más simples se les hacen voluminosas, afligiéndolos debido a la mente hipersensible y al contacto frecuente de su doble eterico con el mundo oculto.
El desvió parcial del doble etérico y del periespiritu que es bastante acentuado en los mediúms de efectos físicos, mucho más que en las otras facultades, los mantiene en sintonía frecuente con la humanidad desencarnada, haciéndole sufrir la influencia de los sentimientos y las emociones buenas o malas proyectadas del “otro lado” por los seres desencarnados.
Las sustancias alopáticas, toxicas, y agresivas, que dejan residuos en el éter físico que fluye por el sistema nervioso de los mediums, como también presiona al periespiritu y al doble etérico, aumentan la “abertura” o “ventana viva” que se entre abre hacia el otro lado.
Por todo esto el médium debe vigilar constantemente sus emociones y actos, huir de las pasiones y de los vicios lascivos, antes que resistir a la voluntad subvertida y a las desmedidas ambiciones, como a los proyectos siniestros de los espíritus malévolos y mistificadores.
Los mentores siderales solo conceden la facultad mediumnica a los espíritus que seriamente desean cumplir, leal y correctamente en la tierra, los preceptos y las normas necesarias para su aprovechamiento espiritual a su favor y el de la humanidad. Mientras tanto, no pueden prever la falsedad, la vanidad, la subversión, deshonestidad de sus pupilos, cuando están encarnados, dado que se dejan fascinar por las tentaciones, vicios, y convites pecaminosos que los hacen fracasar en la prueba de la mediumnidad.
Los espíritus endeudados ruegan a los técnicos Siderales por la hipersensibilización periespiritual, para desempeñar los servicios mediúmnicos que les permita resarcirse de sus débitos del pasado; En general, después de encarnados, se dejan influir por las voces maléficas de las tinieblas, pasando a comerciar su mediumnidad.
Cuando perciben su situación caótica, les falta la condición moral y el potencial de voluntad para rehacerse ante la desdicha infranqueable. Las drogas hipnóticas y anestesias utilizadas en las operaciones, los anti espasmódicos, los gases volátiles, los sedativos hipnóticos, los barbitúricos, el oxido de carbono, el fumar y ciertos alcaloides, como la mezcalina, y el acido lisérgico y otros más, son sustancias que actúan violentamente en los intersticios del doble etérico, pues la catalepsia, el trance mediúmnico, la anestesia total, la hipnosis y el ataque epiléptico, son el resultado de la retirada súbita de ese cuerpo delicado y responsable por la absorción vital del medio.
Aunque la necesidad obligue al médium a utilizar las citadas sustancias, en momentos imprescindibles, resulta imprudente abusar de las mismas, bajo cualquier pretexto o motivo.
Las drogas y los gases anestesiantes, en general, apartan al doble eterico por el lado izquierdo, a la altura del bazo físico y sobre el cual funciona el “Chacra” esplénico; eso provoca trances, hipersensibilidad e inconvenientes bajando la temperatura del cuerpo y reduciendo la vitalidad orgánica.
El médium que abusa de las drogas, desconoce la causa, actúa frecuentemente sobre su doble etérico y en su sistema nervioso, pudiendo volverse un atrofiado psíquico, dado que se transforma en un blanco accesible al asedio del mundo inferior.
En los trabajos de efectos físicos, el doble etérico al apartarse por la izquierda del médium, a la altura del bazo, se vuelve un punto de apoyo para los espíritus desencarnados, que actúan con más eficiencia entre los dos mundos. El es el responsable por la exudación del ectoplasma del médium y por el intercambio de los fluidos nerviosos, que sirve para la materialización, voz directa, levitaciones y transportes. Es el mediador plástico y el catalizador de las energías mediumnicas, aglutinándose de tal forma, que sirve al mismo tiempo, entre el plano espiritual y el mundo físico.
Los espíritus desencarnados no pueden materializarse, si pretenden utilizar únicamente su periespiritu. Para lograrlo deben de revestirlo e ínter penetrarlo con la sustancia plástica ectoplasmica, que se exuda del doble eterico proyectado por el médium o de las personas presentes. Algunas veces se producen materializaciones algo deformadas, una especie de nubes blanquecinas y vaporosas, recordándonos a la figura humana, como si estuviera recortada sobre el fondo de una cerrazón lechosa y pastosa.
Eso sucede, porque los espíritus solo pueden impresionar a los sentidos de los “vivos” por el empleo y uso de esa masa lechosa, etéreo físico, movedizo e inestable, formado por el ectoplasma del médium y ofrecido a través de su doble etérico.
Cuando se trata de buenos espíritus, los llamados muertos, tienen buena apariencia, son más bellos que los guapos de la tierra, pues su periespiritu es un organismo de contextura anatomo fisiológica muy superior a la configuración letárgica del cuerpo físico, que está sujeto a las transmutaciones celulares y al envejecimiento precoz.
En las materializaciones los espíritus al servirse del doble etérico de los mediúms, tienen que adaptarlos a su plástica espiritual, como cuando se infla un globo de gas, donde la menor deficiencia del aire a presión exterior, lo deforma.
Mercedes Cruz Reyes-
(Continúa en la siguiente publicación).....
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CREACIÓN
10.- Dios es el creador de todas las cosas.
Esta proposición es consecuencia de la prueba de la existencia de Dios.
11.-El origen de las cosas está en los secretos de Dios.
Todo enseña que Dios es el autor de todas las cosas. pero ¿Cómo y cuando las ha creado?;¿La materia, es eterna como Él?. He aquí lo que ignoramos. Sobre todo lo que Dios no ha creído conveniente revelarnos, solo pueden inventarse sistemas más o menos ciertos. De los efectos que tomamos, podemos remontarnos a ciertas causas, pero hay una valla imposible de franquear, y es perder el tiempo y muy expuesto a extraviarse el querer ir más allá.
12.- Para proceder a lo desconocido, el hombre tiene por guía los atributos de Dios.
Para indagar los misterios que nos son permitidos conocer por medio del raciocinio, tiene el hombre un criterio seguro, una guía infalible, y este es los atributos de Dios. Admitiendo que Dios debe ser eterno, inmutable, inmaterial, único, omnipotente y soberanamente justo y bueno, e infinito en sus perfecciones, toda teoría o doctrina, ya sea científica o religiosa, que tienda quitarle una parte, por pequeña que sea, de cualquiera de sus atributos, es necesariamente falsa, porque tiende a la negación de la misma Divinidad.
13.- Los mundos materiales han tenido un principio y tendrán un fin.
Que la materia haya sido eterna como Dios, o que haya sido creada en una época cualquiera, resulta siempre por lo que vemos todos los días, que las transformaciones de la materia son temporales y que de estas transformaciones resultan los diferentes cuerpos que aparecen y se destruyen sin cesar.
Siendo los diferentes mundos producto de la aglomeración y transformación de la materia, al igual que todos los cuerpos materiales deben haber tenido un principio y tener un fin, obedeciendo leyes que nos son desconocidas, La ciencia hasta cierto punto puede establecer las leyes de su formación y remontarse hasta averiguar su estado primitivo y cualquier teoría filosófica que contradiga los hechos demostrados por la ciencia, es totalmente falsa, a no ser que pruebe que la ciencia marcha por el error.
14.- Al crear los mundos materiales Dios creó también seres inteligentes que llamamos espíritus.
15.-El origen y el modo de creación de los espíritus nos es desconocido; solo sabemos que fueron creados simples e ignorantes, o sea, sin ciencia ni conocimiento del bien y del mal, pero perfeccionables y con aptitud idéntica para para ser con el tiempo conocedores de todo. Al comienzo están como en una especie de infancia, sin voluntad ni conciencia de su existencia.
16.-A medida que el Espíritu adelanta en su destino, las ideas se desarrollan en él como en el niño, y con las ideas el libre albedrío, o sea, la libertad de obrar y seguir tal o cual camino para su perfeccionamiento, siendo esto uno de los atributos esenciales del Espíritu..
17.- El objetivo final de los Espíritus es llegar a la perfección de que son susceptibles, siendo el resultado de ese perfeccionamiento, el gozar de la suprema dicha, a lo que llegarán más o menos pronto según el uso que hagan de su libre albedrío.
18.- Los Espíritus son los agentes del poder divino y constituyen la fuerza inteligente de la Naturaleza, concurriendo a los deseos del Creador para sostener la armonía general del Universo y las leyes inmutables de la Creación.
19.- Para intervenir como agentes del poder divino en la obra de los mundos materiales, los espíritus se revisten temporalmente de un cuerpo material. Los Espíritus encarnados constituyen la Humanidad, pues el alma del hombre no es otra cosa que un Espíritu encarnado.
20.- La vida espiritual es la normal y eterna del Espíritu; la corporal es transitoria; un momento en la eternidad.
21.- La encarnación de los Espíritus está en las leyes de la Naturaleza, es precisa para el perfeccionamiento y para cumplir los destinos de Dios. Por medio del trabajo que necesita la existencia corporal del Espíritu, este perfecciona su inteligencia y observando la Ley de Dios, adquiere los méritos que le llevarán a la dicha eterna, resultando de esto, que al paso de concurrir a la obra general de la Creación, los Espíritus trabajan en su propio perfeccionamiento y provecho.
22.-El perfeccionamiento del Espíritu es fruto de su trabajo, y adelanta en razón de su actividad o buena voluntad para obtener las cualidades que le faltan.
23.-No siendo posible al Espíritu obtener en una sola existencia corporal todas las cualidades morales e intelectuales que le son precisas para llegar a su objeto final, logra esto por medio de una serie de existencias y en cada una de ellas adelanta más en la vida del progreso y se purifica de alguna de sus imperfecciones.
24.-A cada nueva existencia, el Espíritu lleva consigo el caudal de inteligencia y moralidad que adquirió en sus existencias anteriores, lo mismo que los gérmenes de las imperfecciones de que no se ha despojado todavía.
25.-Cuando una existencia ha sido mal empleada por el Espíritu, es decir, que no ha hecho ningún progreso en la vía del bien, no le sirve de provecho alguno, y debe empezarla de nuevo en condiciones más o menos penosas, en razón de su negligencia o mala voluntad.
26.-Debiendo el Espíritu en cada existencia corporal adquirir algo bueno y despojarse de algo malo, resulta que al cabo de cierto número de existencias se encuentra llegado al estado de Espíritu Puro.
27.- El número de existencias corporales es indeterminado, pero depende de la voluntad del Espíritu en abreviarlas, trabajando activamente en su perfeccionamiento moral.
28.-En el intervalo de las existencias corporales, el Espíritu está errante y vive la vida espiritual, no teniendo este estado una duración determinada.
29,. Cuando los Espíritus han adquirido en un mundo cualquiera, la suma del progreso que el estado en ese mundo permite, lo abandonan para encarnar en otro más adelantado donde adquieren nuevos conocimientos y así sucesivamente, hasta que no siendo necesaria su encarnación en un cuerpo material, viven exclusivamente la vida espiritual, no dejando por eso de progresar, si bien en otro sentido y por otros medios. Llegados al colmo del progreso gozan de la suprema felicidad y son admitidos en los consejos del Todopoderoso, saben sus pensamientos y son sus mensajeros y ministros directos para el gobierno de los mundos, teniendo a sus órdenes a los demás espíritus en diferentes grados de perfeccionamiento.
- Allan Kardec-
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¿Cuanto dura la turbación de la muerte?
Antes, durante y después de la muerte el Ser espiritual, suele entrar
en un estado de turbación mental
y todavía sigue apresado por un periodo más o menos largo o breve en
el cuerpo inerte, en plena inconsciencia, siendo incapaz de relacionarse.
En el agonizante este estado de sueño o inconsciencia comienza a veces
incluso algunos días u horas antes del último suspiro. Esta turbación puede
durar desde algunos minutos, como suele ser en el caso de personas con cierto
grado de desarrollo espiritual, hasta incluso de años en los que se cree
despierto pero desconociendo que han fallecido y creyendo que aún están en
este mundo; esto suele suceder en el caso de personas muy apegadas a las preocupaciones y a los intereses materiales.
La situación de turbación en cuanto
a duración, no tiene unos periodos fijos establecidos, por lo que supone un
periodo muy variable de tiempo entre unos casos y otros, pues esto depende del grado de adelanto del Ser y de lo
apegado que aún esté a la materia, lo cual causa una mayor o menor lentitud del desprendimiento de su cuerpo
físico. Puede suponer desde algunos
minutos hasta muchos años, aunque parece ser que en la mayoría de los espíritus, este estado tiene un término medio de tres días. Esto se deduce
de la recomendación de ciertos Espíritus elevados, que aconsejan dejar
tranquilo el cadáver antes de su inhumación o destrucción, por un periodo de,
al menos, tres días. Esto se comprende
mejor si tenemos en cuenta que hablamos
de duración en tiempo, y este es
solamente un parámetro de nuestra dimensión física, pero que no existe
en el Plano espiritual, en donde todo
permanece como en un eterno presente.
El problema real es que mientras
dura esta fase post-muerte, muchos no saben que han muerto como Seres humanos,
porque se sienten “vivos” y les cuesta llegar a comprender y admitir su
nueva situación. Durante esa etapa no se
pueden elevar a los planos superiores
que les corresponden; por eso es que cuanto más elevado es un espíritu, menos
apegado está a la Tierra y menos tiempo tarda en ubicarse en el plano espiritual superior que le corresponde, y por
el contrario, cuanto más apegado a la Tierra o más materializado, más próximos
están al plano inferior, cercano a nuestra “superficie terrestre”, desde el que no se pueden elevar
a otro superior porque su propia inferioridad
y materialidad se lo impide..
- Jose Luis Martín-
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