domingo, 21 de febrero de 2021

Incertidumbre

 INQUIETUDES ESPÍRITAS
1.- Nuestra Luz
2.- ¿Qué es la Mediumnidad?
3.- Autoconocimiento
4.- La Luz del Porvenir: Incertidumbre
5.- Renunció al aborto
                   


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                               Nuestra Luz
                              

 El cuerpo humano literalmente brilla, especialmente en el área del cerebro [núcleo de la vida mental] y emite luz visible en pequeñas cantidades que varían durante el día, atestiguan científicos de la Universidad de Kioto, en Japón conforme el artículo publicado en la revista científica Plos One.

 Investigaciones anteriores ya habían demostrado que el organismo emite luz visible, mil veces menos intensa que la que podemos percibir con el ojo nuestro. En la realidad, prácticamente todos los seres vivos emiten una luz muy débil, que puede ser un subproducto de reacciones bioquímicas, dicen los estudiosos. Cuando se dan algunas reacciones químicas exotérmicas la parte de la energía liberada se transforma en energía luminosa. El emisor de luz se mantiene frio ( a la temperatura del medio donde se encuentra) Este fenómeno se llama luminiscencia química. Veamos un ejemplo: en verano en la floresta, durante la noche es posible ver un curioso insecto, la luciérnaga (vaga-luz). Su cuerpo irradia una intensa luz verdosa. Esa luminosidad no quema los dedos, si tomamos una luciérnaga. La mancha luminosa que se encuentra en el dorso de la luciérnaga tiene prácticamente la misma temperatura que el aire a su vuelta. La propiedad de iluminarse es encontrada en nuestros organismos vivos a ejemplo de las bacterias, de los insectos y muchos peces, que existen a grandes profundidades, donde la luz solar no alcanza. 

En tiempo de susceptible progreso del `planeta, lamentablemente, hasta ahora no fue posible construir emisores de luz económicos, basados en los principios de la luminiscencia química. Hay un grupo de investigadores que consiguió entender como determinadas encinas pueden adquirir bioluminiscencia, o la emisión de luz visible por organismos vivos. Los resultados de la investigación fueron publicados en la revista Photochemical Sciences, en el artículo que trae informaciones inéditas sobre la estructura y funciones de esas encinas luminiscentes.

 Sobre la luz humana “descubierta” por los japoneses, esta difiere de la radiación infrarroja (qué es una forma de luz invisible – que viene del calor del cuerpo). Los científicos japoneses trabajaron con cámaras muy sensibles, capaces de detectar un único fotón (partícula elementaría mediadora de la fuerza electromagnética) . Cinco voluntarios sanos de sexo masculino fueron colocados al frente de las cámaras en cuartos completamente oscuros. La exposición fue realizada de tres en tres horas durante 20 minutos – de las 10 a las 22 horas – por tres días. En el estudio se verificó el hecho curioso como dijimos antes, en la región rostro (cerebro) el brillo era más intenso que en el resto del cuerpo. En verdad el sistema nervioso, los núcleos glandulares y los plexos emiten luminiscencia particular.  Yuxtaponiéndose al cerebro, la mente surge como una esfera de luz característica, y cada persona tiene determinado potencial de radiación. 

El pensamiento que es fuerza creativa, al exteriorizarse, de la criatura que lo genera, por intermedio de sutiles ondas, en circuitos de acción y reacción en el tiempo, es tan mensurable como el fotón que, arrojado por el fulcro luminiscente que lo produce, recorre el espacio con determinada velocidad, casualmente explica el Espíritu André Luiz. 

Los científicos Niels Bohr, Max Planck y Albert Einstein erigieron nuevas y grandiosas concepciones de irradiación de la luz. El vehículo carnal, a partir de esos tres exponente de la ciencia, no es más que una turbina electrónica, regido por la conciencia o sea, cada cuerpo tangible es un haz de energía concentrada. La materia es transformada en energía, y esta desaparece para dar lugar a la materia. El tema nos remite a reflexionar sobre el aura humana que ha sido investigada hace mucho tiempo, por médicos, científicos e investigadores psíquicos. 

En el siglo XIX el Barón Von Reichenbach, químico austriaco, reveló investigaciones que le hicieron verificar la realidad de la emanación de energía [que podría ser llamada aura o od] por los imanes, por los cristales y por los seres humanos. Allá en la época, el médico y científico norteamericano, James Rhodes Buchanan descubrió que había emanación por todo el cuerpo humano, a través de las manos y condicionada por la mente, de un aura nervina y que todo objeto que tocase, de cualquier época, aun  de la más remota, podría ser identificado e interpretado. Tal fenómeno se denominó de Psicometría. 

En 1852, el médico inglés, Benjamín Richardson, proclamó la existencia de aquella atmosfera nervina y que se irradiaba alrededor del cuerpo humano. Collongues, psiquiatra francés, inventó el Dinamoscopio, aparato que se destinaba a probar la existencia de irradiaciones por el cuerpo humano vivo en contraposición al fenómeno del estado no vibratorio de la muerte.

 En 1872, creo el Bioscopio para probar la existencia de una irradiación vital por el cuerpo humano. 

El Conde Albert de Rochas de 1887 a 1896, publicó en dos obras el resultado de sus investigaciones a las que llamó “Exteriorización de la sensibilidad y exteriorización de la motricidad, por el cuerpo del ser humano (1891 – El Fluido de los Magnetizadores; 1895 – La Exteriorización de la Motricidad) 

“A. Fanny, físico suizo, dio a la irradiación alrededor del cuerpo humano el nombre de Anthroproeux (del griego antro – hombre y plus - fluir, emanar), esto es, emanación humana; 

Sydney Alrutz, medico sueco, comprobó la realidad de la irradiación de fluido magnético por el ser humano, principalmente a través de las extremidades digitales. 

Semion y Valentina Kirlian, pareja de científicos de la Unión Soviética, alrededor del año 1939, idealizaron un aparato para fotografiar la irradiación de la energía vital, expandida por el ser humano – La Bioenergía- método que después se extendió a los animales y vegetales conocido como Efecto Kirlian. Sin embargo solo en 1974 fue reconocido su invento y autorizada la patente por el Presídium del Soviet Supremo.”  Todos los seres vivos, desde los más rudimentarios a los más complejos se revisten de un “Halo energético” que les corresponde a la naturaleza. Es una irradiación procedente de la vitalidad de los tejidos vivos, tanto vegetales como animales. Este hecho puede ser comprobado científicamente por los procesos Kirlian, donde experiencias realizadas, demuestran que el aura envuelve cuerpos celulares de vegetales y animales, y que esta irradiación está directamente ligada a la actividad celular, fuerte y radiante en una hoja viva, por ejemplo, y enflaquece y debilita a la medida que la actividad celular de esta se reduce. 

Teniendo como fuente las tesis del Espíritu André Luiz, comprobamos que en el hombre no solamente la irradiación surge profundamente enriquecida y modificada por los factores del pensamiento continuo que, ajustándose en si a las emanaciones del campo celular, lo modelan, alrededor de la personalidad o del conocido cuerpo vital o doble etéreo de algunas escuelas espiritualistas, duplicará más o menos radiante a la criatura. 

 En el aura humana a determinada conjugación de fuerzas fisicoquímicas y mentales peculiar a cada individuo. Pareciendo a un espejo sensible en el que todos los estados del alma se estampan con señales características y en la que todos los ideales se evidencian, plasmando telas vivas. La llamemos  fotosfera psíquica, entretejida en elementos dinámicos y que atiende a una cromática variada, según la onda mental que emitimos, retratándonos todos los pensamientos en colores e imagines que nos corresponden a objetivos y escuelas, ennoblecedoras o deprimentes. 

Por lo expuesto, observamos que todos exteriorizamos el reflejo de nosotros mismos, en los contactos del pensamiento a pensamiento, sin necesidad de palabras para las simpatías o repulsiones fundamentales. Por esa razón los Espíritus fácilmente identifican los valores de la individualidad humana por las irradiaciones luminosas que emiten, emanaciones esas que invariablemente tienen relación directa con la moralidad, el sentimiento, la educación y el carácter claramente perceptible, a través del aura que cargamos a nuestro alrededor.

- Jorge Hessen-

                                             
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                          ¿ QUÉ ES LA MEDIUMNIDAD ?

Es  una facultad natural de percepción extrasensorial; es de carácter psíquico y casi todas las personas la poseemos en mayor o menor medida, capacitando a quienes la tienen  lo suficientemente desarrollada  para  servir  de  intermediarios entre espíritus encarnados y desencarnados.

 

       La mediumnidad se puede hacer  presente en la vida de  cualquier  persona  independientemente de su credulidad o incredulidad, así como de sus creencias, o de su nivel cultural o moral.  Tampoco tiene nada  que ver con la  magia ni  con el ocultismo. Por ella, ambos lados de la Vida se relacionan y se interpenetran. 

 

     Se la podría definir también como la capacidad que poseemos todos los seres humanos, más agudizada en algunos a los que llamamos mediums,(mediadores), para relacionar el mundo espiritual con el corporal, y  supone tener  la sensibilidad psíquica suficiente como para poder  contactar con Seres espirituales, generalmente ubicados en otros planos de la existencia que conocemos como el  “Más Allá”, y  esta capacidad lo mismo puede manifestarse indistintamente  en niños que en ancianos; en hombres que en mujeres.

 

        Este nombre lo aplicó el pedagogo francés Hipolitte Lión Denizart Rivail (Allan Kardec), el primer investigador científico que a mediados del siglo XIX estudió y analizó seriamente  estos fenómenos hoy llamados paranormales, que  en un principio tuvieron dos escuelas de interpretación explicativa de su realidad : Una fue la de Mesmer, por la que todo el fenómeno de movimientos de mesas se le atribuyó exclusivamente al magnetismo  animal, y la otra fue la de  Salpetriere y  Charcot, médico neurólogo francés, que atribuía la manifestación mediúmnica a la emisión mental de los médiums alegando que eran personas histéricas y fundamentándose en   que el histerismo era  frecuente en las mujeres, sin tener en cuenta que no todas las histéricas eran médiums ni que  también hay hombres médiums o que hay  histéricos que no por eso son médiums.

 

            La mediumnidad  vista desde un enfoque  espiritual, es una bendición de Dios que da al ser humano la absoluta certeza de   que hay vida tras la muerte y viene a ser  un instrumento precioso para ayudarnos en la evolución, porque mediante ella  podemos ayudar a los demás, ya sean personas o espíritus desencarnados. Asimismo gracias a ella las personas podemos entrever nuestro futuro espiritual y tomar mayor conciencia de nuestra responsabilidad como  espíritus inmortales que somos.

 

       Se comprende mejor el papel de la mediumnidad, al meditar lo que decía San Pablo: “Si no hubiese resucitado Cristo para darnos la certeza de que existe una vida espiritual, de poco valdría el mensaje que trajo”.   Y esta certeza que tenemos de la realidad de la existencia de los espíritus después de la muerte, nos la sigue dando  precisamente la mediumnidad.  Por tanto  es  una realidad que está latente en todos los Seres humanos en mayor o menor medida, y cuando se desarrolla y actúa como canal  de enlace para la posible  manifestación de seres del “Más Allá”, es cuando  la  facultad  mediúmnica constituye  una prueba de la  vida después de la muerte y de la realidad existencial del Ser espiritual.

 

         La mediumnidad presenta muchas  clases de matices y variantes tanto en sus  formas  como en sus efectos.  Por el desarrollo evolutivo cada vez mayor  de la sensibilidad psíquica humana,  mirando el futuro  de la Humanidad se podría vaticinar que las distintas mediumnidades, por la evolución del psiquismo humano, serán  en el futuro mucho más comunes, frecuentes,  desarrolladas  y divulgadas de lo que lo son en la actualidad.


- Jose Luis Martín-



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                                         AUTOCONOCIMIENTO


 Cuando la persona se pregunta "¿ quien soy yo?", la respuesta parece lógica: "fulano de tal". Pero cuando el individuo se pregunta ¿ que soy yo ?, la respuesta ya no se puede restringir a un nombre pues la cuestión requiere una reflexión más profunda, conduciendo hacia pensamientos que transcienden la realidad de la materia y de la vida de relaciones en la sociedad. Hace que se considere el origen y el destino de ser, que no es material, sino espiritual, con capacidad de supervivencia a la muerte del cuerpo, o sea, el Espíritu. Todo aquel que se dedica al autoconocimiento, tarde o temprano se encuentra con esta dicotomía: la personalidad y la individualidad.


La personalidad nos dice quien soy yo   y el cultivo de ella lleva al Espíritu a perder la oportunidad de la encarnación, pues sus necesidades están todas en el campo de la materia, de los intereses del egoísmo y del orgullo, de la ignorancia deliberada en cuanto a los dolores y sufrimientos del prójimo, de su alejamiento de la caridad y del bien colectivo. Quien desee destacar en este mundo, que busque el reconocimiento de los demás; esa popularidad vacía está presa del culto de la personalidad, que es antagónico a los intereses del Espíritu.


La individualidad es la esencia del ser, como criatura de Dios, el Espíritu eterno, sujeto a la evolución que demanda esfuerzo para la adquisición del mérito, por la integración en el campo del Señor, en la práctica del bien, en el ejercicio constante de la caridad- amor en acción- para sentirse digno de ser considerado y llamado "hijo de Dios", cuando haya superado los atractivos de la materia que es el campo de la personalidad.


Emmanuel destaca que "los Evangelios son el derrotero de las almas, y es con la visión espiritual como deben ser leídos, pues constituyen la cátedra de Jesús, el discípulo que se aproxime a ellos con la intención sincera de aprender, encuentra bajo todos los símbolos de la letra, la palabra persuasiva, dulce, simple  y enérgica, la inspiración de su Maestro inmortal". En esa visión podemos considerar los textos evangélicos de cada uno de los evangelistas, como itinerarios de autodescubrimiento, de liberación espiritual, que una vez seguidos, conducen al individuo al desarrollo espiritual, a la conquista de los peldaños superiores de la evolución, que lo colocarán en perfecta sintonía con el Reino de Dios. Como Jesús dijo que ese Reino está dentro de nosotros, ese no es un viaje hacia fuera, sino necesariamente hacia dentro. Es un viaje de autoconocimiento. A medida que el individuo realiza ese viaje, al escuchar los textos, aprendiendo a extraer de la letra el espíritu que vivifica, va a identificar en ellos una profundidad mucho mayor  que lo que la interpretación literal puede ofrecer. Se abre entonces hacia una realidad que trasciende el mundo material y la condición limitante de la vida restringida a ese círculo. Necesariamente buscará identificar las potencialidades que Dios depositó en su interior, cuales de ellas ya desarrolló y utiliza en su vida, cuales son sus imperfecciones y limitaciones; lo que aún le impide vivir con plenitud la propuesta de la Ley Divina.


Vamos a recurrir al registro de Mateo sobre la tentación de Jesús en el desierto para entender que el Maestro trató ese asunto, informándonos que todos estamos sujetos a la evolución espiritual que exige de cada uno un esfuerzo y dedicación para poder entender que todos fuimos creados para ser útiles dentro del Universo. Pero para comprender la enseñanza, necesitamos preguntarnos: ¿Qué era Jesús cuando se manifestó junto a los hombres?. Los Espíritus elevados son unánimes al afirmar que Él ya era un Espíritu superior, puro, y que tenía el cometido de gobernar el planeta Tierra.

  Considerando el asunto de esta forma, parece incoherente que Jesús, siendo un Espíritu sublime, consciente de su papel, ya fuera del alcance de las limitaciones que caracterizan los eslabones primarios e intermedios de la evolución, pudiese estar aún al alcance de cualquier tipo de tentación. La tentación se relaciona con las repercusiones existentes dentro de cada uno. Si no hay en la intimidad del Ser el objeto de la tentación, por más perspicaz que sea el tentador, no habrá tentación, pues el Ser está fuera del alcance de las artimañas y argumentos, pues superados están los deseos subalternos y los atractivos de la materia parecen infantiles, comparados con las realidades espirituales ya conocidas.


  De esa forma, nos sentimos animados a considerar el relato evangélico sobre la tentación de Jesús como una enseñanza que el Maestro nos transmitió y que con el tiempo, se fue transformando, involuntariamente, por el proceso de copiado y traducción, o intencionadamente por algún estudioso que consideró que la lección sería más comprensible si fuese presentada como una tentación vivida por Jesús en desierto, luego de ayunar 40 días y 40 noches.


  Consideremos con Carlos Torres Pastorino, que el pasaje hace referencia al proceso evolutivo de cada individuo. Los números en el Antiguo y Nuevo Testamento son simbólicos. Los 40 días y 40 noches referidos allí, pueden simbolizar los periodos de evolución del Espíritu en el campo de la materia, tiempo que variará para cada uno de acuerdo con el aprovechamiento o no de cada una de sus etapas. El Ser, creado sencillo e ignorante, posee el  de desarrollar la conciencia y el libre albedrío  y con él, la responsabilidad de sus actos. En algún momento de ese proceso, él "tendrá hambre", o sea,  deseará  algo más, pues precisa buscar la evolución por voluntad propia, valiéndose del contacto con la materia, ocupando varias personalidades por la encarnación. El problema surge cuando el individuo vive en función de la personalidad, de los intereses de la materia, en búsqueda de la satisfacción de sus apetitos sensuales en el terreno de las sensaciones, en la búsqueda del destaque social, de la adquisición de riquezas, de poder, en fin, de la ambición, multiplicando indefinidamente la necesidad de la reencarnación.


  Eso podría ser lo que simboliza la tentación del desierto. Partiendo de la adquisición del libre albedrío y de la responsabilidad, todo Espíritu pasa por las "tentaciones" que precisa superar como forma de conquistar su evolución espiritual, pero que no logrará sin esfuerzo, pues de no ser así no habría mérito. El Espíritu de Jesús también pasó por eso en las diversas etapas superadas por Él, antes de tener condiciones para ser gobernador de nuestro Planeta. En tiempos de su presencia entre la Humanidad, ya había superado todas esas etapas y venía a señalar que cada uno también necesita hacerlo, evidenciando el camino para eso. Él también fue creado sencillo e ignorante y también recibió la oportunidad de desarrollar la conciencia, el libre albedrio y de ejercitar la responsabilidad. Pero Él supo superar todas esas etapas, siendo dócil a la orientación de sus hermanos mayores, mentores espirituales, que lo guiaban en sus luchas iniciales. El Libro de los Espíritus, esclarece que los dóciles evolucionan más rápido que los rebeldes. En vez de preocuparse de sí mismo, Jesús, desde el inicio, confiando en Dios, se dedicaba a producir el bien al semejante, obediente a las directrices de la evolución.


- Carlos Roberto Campetti-


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                                      LA LUZ DEL PORVENIR


                INCERTIDUMBRE

      I.- Nunca sabe el hombre cuando llega su última hora, exceptuando algunos  seres que dicen resueltamente, "Me quedan tantos días   de vida ", y se cumple su profecía, causando asombro y extrañeza a todos los que rodean al enfermo. Yo nunca me he metido en averiguar si es útil saber o ignorar el momento de nuestra muerte; lo que si puedo decir es que la incertidumbre en que vivimos, no sabiendo a punto fijo la hora de nuestra desencarnación, ocasiona al Espíritu tristezas, desconfianzas, amarguras, desalientos, cansancios, y otras innumerables angustias sin nombre, pero que se sienten y que nos hieren a fondo, que nos perturban, nos desorientan y nos hacen decir: "¿Pero, me voy o no me voy?"; "¿Qué me atrae con más fuerza, lo de allá o lo de aquí?".¿Podemos decir irónicamente como decía Campoamor: "Penar tanto, por tan poco", o hemos de considerar nuestra estancia en la Tierra, como un beneficio inestimable para nuestro adelanto y progreso infinitos?".


II.- ¿Y tu lo preguntas? (me dice un Espíritu). Parece increíble que el sufrimiento físico y la contrariedad moral, perturben tu entendimiento, hasta el punto de no reconocer las inmensas ventajas que le reportan al Espíritu sus encarnaciones sucesivas, pues todas le sirven para su perfeccionamiento, para su libertad, para su engrandecimiento; para borrar las manchas de su desenfreno y comenzar su ascensión gloriosa, su verdadera resurección.   Tu incertidumbre es la herencia  perniciosa de tus pasados vicios, y debes desprenderte de ella, porque te dará muchas noches sin sueño y muchos días sin sol.

      ¿Crees tu que si no merecieras lo que sufres, estarías en las condiciones en que te encuentras?. No; tu vida hubiese sido más grata si tu hubieses sido más buena; la soledad en que vives se habría trocado en amorosa compañía, y espíritus dulces y complacientes harían más dichosas tus últimas horas. Lo que te digo es amargo, pero te digo la verdad, y la verdad siempre la encuentran amarga los descontentos de la tierra; porque la verdad no halaga,  no brinda ilusiones ni presenta cielos de color de rosa ; por el contrario, se ve con ella un horizonte plomizo, una llanura inmensa, sin un árbol que brinde apacible sombra; sin una planta florida que perfume el ambiente; sin una fuente que calme la sed del errante peregrino. ¡ Sombra en el cielo!; ¡Aridez en la tierra!; ¡ Qué triste es todo esto!, ¿No es verdad?. Pues todavía es más triste vuestro pasado; son más duras las sombras a las que dieron forma vuestros atropellos y desafueros; olvidasteis el cumplimiento de sagrados deberes; fuisteis sordos a los clamores de vuestros hijos; abandonasteis vuestro hogar, poblado de enfermos, y corristeis en desbandada buscando alegres pasatiempos; cerrasteis los ojos para no ver las llagas y la podredumbre de vuestros deudos; pero no basta con no querer mirar , hay que ver lo que mortifica, lo que produce nauseas  lo que reclama vuestra compasión primero, vuestros cuidados, después; no se eliminan a vuestro antojo las penalidades; no se rompen las letras ante la vista, diciendo : "Papel roto no atestigua deudas, ¡ rompamos!, ¡ borremos las huellas del ayer !;

 ¡ Inútil empeño! ,¡ Vano afán!; las letras aparecen de nuevo, y en ellas se lee en grandes caracteres: ¡ A la vista; no hay plazos, no hay prorroga !. Aunque la eternidad no tiene fin, el tiempo tiene sus leyes inmutables  y los Espíritus deben cumplir lo que la ley les impone, ley de justa expiación. Podrán perdonarnos nuestros enemigos todos, sin excepción; podrán ser clementes todos nuestros jueces, pero nuestra conciencia siempre nos dará el "¿Quien vive?" siempre que sobre los sangrientos despojos  de nuestras víctimas, queramos poner los cimientos del alcázar de nuestra dicha.

   En la eterna justicia no hay componendas; no se cumplen absoluciones con montañas de oro; no se ahogan los gemidos de los mártires con aplausos pagados; todo sigue su marcha sin la menor interrupción; de grado o por fuerza, los culpables de ayer han de pagar hoy una parte de sus deudas; no hay apelación, y por tanto pierdes el tiempo lastimosamente. haciendo vanas preguntas y dando pábulo a la más dolorosa incertidumbre, dudando de la eterna justicia de Dios. ¿ Que te pesa la cruz?.- Abrázate a ella y te pesará menos- ¿ Que tu casa amenaza ruina? no alarmes a tus vecinos con tus inútiles lamentaciones, antes al contrario, procura apuntalarla con tus obras meritorias, y no dudes ni por un segundo de la justicia de Dios. No hagas, sin embargo, como los creyentes fanáticos que se cruzan de brazos y esperan que Dios les envíe el maná, que según la Escritura, envió Dios a los hebreos al llegar al valle de Sim y durante 40 días se mantuvieron con la gracia de Dios, hasta llegar a posesionarse de la Tierra Santa. No tomes la letra de los tratados religiosos, atente solo al simbolismo que entrañan, al sentido alegórico que sirve de enseñanza a los que quieren pensar, estudiar y aprender. No hay otro maná al espíritu que su trabajo, su energía y su inquebrantable voluntad, que sus firmes propósitos de enmienda, desandando el camino andado, atendiendo al débil que ayer despreció, dando pan al hambriento, al que ayer le negó el pan y la sal de la hospitalidad; consolando al afligido y al enfermo, prestando atención a sus lamentaciones. Este es el medio y el modo de avanzar por el camino recto, y pensando siempre en los males ajenos se llegan a olvidar los propios. ¡ Hay tantas lágrimas que enjuagar y tantos atribulados a quien prestar consejo, que, de tener un cuerpo y una salud robusta, no descansaríais ni un momento en vuestro hogar! Olvida pues, vanas incertidumbres. La perfección resplandece en las obras de Dios; sus leyes son la  emanación de su justicia; tenlo siempre presente, no lo olvides jamás. Adiós.


III,. ¡ Gracias buen Espíritu; tu lenguaje es amargo, pero el que no merece encontrar dulzuras, inútil es que las reclame, y yo tengo el íntimo convencimiento de que por esta vez no he de saborear copas de mieles, sino que muy por el contrario, únicamente la hiel de mi pasado me ofrecerá su amargo sabor; mas, bendita sea la verdad que me conducirá a seguro puerto. Las engañosas ilusiones ocultan los abismos de nuestro pasado; las frías realidades nos descubren las piedras del camino !. ¡ Bendita sea la verdad!.


- Amalia Domingo Soler-

                         

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                     Renunció al aborto

                            


El embarazo vino en un momento inoportuno, recordaba Laura.
Vino en una ocasión impropia e incluso representaba varios riesgos.
La salud debilitada, problemas familiares, el desempleo….
Su primer impulso fue el aborto. Tomó algunas infusiones, algún “té” recomendado, que en vez de solucionar, la dejaron aun más débil.
Recuperada, buscó a una de esas personas que arrancan, aún en el vientre, el llamado problema de las madres que no desean llevar adelante la gestación.
Aquel día, la partera estaba enferma y había faltado.
Laura regresó a su casa preocupada, mil situaciones le pasaban por la mente.
Por la noche, se acostó y aunque le costó dormirse fue vencida por el sueño.
En su sueño vio un hermoso joven pidiéndole algo que, a la mañana siguiente no supo definir.
Durante todo el día no logró apartar esa imagen de la mente, por lo que se olvidó de su embarazo.
La noche siguiente volvió a soñar con el mismo joven, pero se despertó con la agradable sensación de un dulce y tierno “muchas gracias”.
Era como se aun viera sus labios pronunciando palabras de agradecimiento, mientras de su corazón irradiaba una paz indescriptible.
Renunció al aborto.
Enfrentó todo, superó todos los riesgos y salió victoriosa…
Hoy, transcurridos 23 años del episodio, oye consternada su hermoso y joven hijo pronunciar, desde el pulpito de la solemnidad de su graduación, ante una extasiada multitud:
“….Agradezco sobre todo a mi madre, que me alimentó el cuerpo y el espíritu, dándome no sólo comida, sino cariño, compañía, amor y, principalmente, vida.”
Y, mirándola a los ojos, el hijo pronunció, en un tono inconfundible: “muchas gracias”
Ella no dudó un instante siquiera. Fueron las mismas palabras, dulces y tiernas de un sueño, hace 23 años…

***
La mujer que niega el vientre al hijo que Dios le confía, se niega a sí misma la oportunidad de oír el canturreo alegre del niño indefenso rogándole cariño y protección..
Pierde la oportunidad de dar a luz a un espíritu sediento de evolución, que ruega por una oportunidad de reencarnar, para que juntos superen dificultades y estrechen lazos de amistad y afecto.
Si tú, mujer, estas viviendo la misma situación de Laura, refléjate en su ejemplo y permítete ser madre.
Permítete sentir, dentro de algunos meses, el agradecimiento en el mirar del pequeñito que te ruega el calor de tu regazo y una oportunidad de vivir.
Concédete la alegría, dentro de algunos años de adornar tu cuello con la joya mas valiosa que hay sobre la tierra: los frágiles bracitos de un niño, con un abrazo cariñoso diciéndote:
“Gracias mamá, por haberme permitido nacer y crecer, y formar parte de este mundo negado a tantos hijos de Dios.”
!Piense en eso!
Todos nosotros volveremos a nacer un día…
Si continuamos negando oportunidades de reencarnación a los espíritus con los cuales nos comprometimos antes de nacer, quizás nos estemos negando la oportunidad de una madre o un padre en el futuro.
!Pensemos en eso!


HISTORIAS MORALES


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