miércoles, 10 de febrero de 2021

¿Dónde va el Espíritu después de desencarnar?

   INQUIETUDES  ESPÍRITAS

1.-Antuza Ferreira Martins

2.- Posibles causas de karma negativo

3.- Desafíos y respuestas de Kardec

4.- El Doble etérico (2)

5.- ¿Dónde va el Espíritu después de desencarnar?



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                                    ANTUZA FERREIRA MARTINS

                                                                     


Nacida el 19 de septiembre de 1902 en la ciudad de Uberaba, desencarnó el 20 de julio de 1996. Muy pronto, casi a los 15 años, se iniciaron  perturbaciones en ella con la videncia de Espíritus que la dejaban aturdida. Sus padres resolvieron llevarla a Sacramento, en donde consultaron al renombrado médium Eurípides Barsanulfo. Desarrolló su mediumnidad y pasó a cooperar en la farmacia de Eurípides, hasta la desencarnación de este en 1918. Tenía entonces 16  años y regresó con sus padres a Uberaba, donde pasó a cooperar con la Dama de la Caridad Sra. María Modesto Cravo, en la obra Punto Bezerra de Menezes y en la Comunión Espírita Cristiana, junto a Chico Xavier.

  De ella quedó nueva referencia a través del médium Antonio Baduy en reunión  del Culto al Evangelio del Sanatorio Espírita Jose Diaz Machado, en la mañana del día 5 de junio de 2011, en Ituitaba, Minas Gerais (Brasil).

Hilario  Silva transcribe esta psicografía en el Anuario Espírita de 2012,  bajo el título :

                                                     EL MODELO IDEAL

 En la ciudad de Uberaba, región del Triángulo Minero, Antuza Martins ejerció la mediumnidad sanadora por largo tiempo. Médium seria. Espírita leal. Compañera amorosa. Con dotes mediúmnicas excepcionales, su nombre se tornó conocido más allá de los límites uberabenses.

Su historia tiene todas las características de ser una vida misionera. Acometida por una grave enfermedad en la adolescencia, fue atendida por  Eurípides Barsanulfo que le dio alivio y recomendó el trabajo a favor del prójimo, en el campo de la mediumnidad sanadora. Aunque logró que su salud se restableciera, quedó sorda y muda, a causa de las secuelas de su enfermedad.

Desde entonces Antuza se entregó a la tarea de dar pases. En el fondo de la casa, en un aposento pequeño y sencillo, tenía su local de trabajo, un simple techo de media agua, rodeado de plantas y flores. Algunos bancos de madera tosca servían de asiento.

Soltera, Antuza dividía el tiempo entre la tarea espiritual y la ayuda en los quehaceres del hogar. Trabajaba confeccionando alfombras con trozos de paño y ganaba los recursos con los que colaboraba en el sustento de la familia. Nunca recibió ninguna recompensa o pago por la asistencia que daba.

Era el modelo ideal de la mediumnidad comprometida con el Evangelio Pasó toda la vida al servicio del prójimo, dando pases y aliviando a cuantos la procuraban.

En los últimos años quedó ciega y enfermó gravemente. Cuando en los instantes finales ya se desprendía del cuerpo inerte, fue recibida por Eurípides Barsanulfo. El magnánimo Benefactor le extendió los brazos y le dijo sonriente: 

                                     " Se bienvenida, fiel servidora de Jesús"

(Tomado del Anuario Espírita 2012)


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         Posibles causas  de karma negativo

    En general, las causas de karma negativo , son tantas y tan variadas como personas y circunstancias  que tienen que afrontar de la vida física.

   Muchas y diversas son las cosas que los humanos hacemos erróneamente  por tener unas consecuencias negativas sobre nosotros mismos o sobre los demás. Por ejemplo, el abuso y mal uso del cuerpo físico en la forma que sea, siempre tiene consecuencias kármicas negativas, como podría ser  el tener que afrontar después, en una vida posterior,  una existencia mas o menos larga en un cuerpo defectuoso o enfermo.

    Los  propios defectos  espirituales  con los que ya nacemos, como un pecado original, y que no corregimos, sino que incluso los incentivamos, también generan consecuencias kármicas, como  suele suceder  en el caso de ciertos Seres orgullosos que después se ven abocados a renacer en condiciones humildes de servidumbre o de menor nivel social, con el  fin de poder corregir  y rebajar su orgullo ; o los perezosos y ociosos que  en otra existencia tendrán que afrontar , tal vez, una vida penosa soportando duros trabajos;  o el que hace padecer a alguien y después   tiene que padecer  del mismo modo que hizo sufrir él mismo anteriormente ; o el que comete  abusos y excesos sexuales y después se ve abocado en otra vida  a verse  impotente o estéril .

    Cuando se ha abusado de una característica física, en perjuicio de los demás o de uno mismo, después se podrá afrontar otra existencia humana con un defecto físico que suele ser lo contrario del anterior, del que se abusó. Escomo si la propia naturaleza del ser espiritual quisiera nivelar o compensar las experiencias negativas más extremas.

      La inteligencia mal usada y el crimen causan un karma negativo que se puede expiar reencarnando en cuerpos defectuosos o tarados física o mentalmente, aunque ello no  significa  de ningún modo que todos los casos  existentes de estas personas así nacidas tengan esos motivos u orígenes .  Se puede dar el caso frecuente de que vengan a este mundo bajo esa deficiencia física o psíquica, no por determinismo kármico, sino voluntariamente como pruebas para su mejora o con el fin de ayudar a  evolucionar a quienes van a ser sus padres, familia o cuidadores, porque se van a ver  precisados a desarrollar con él  su Amor, Caridad, ternura  y paciencia.  Los que cometen este voluntario sacrificio de una vida así, en estas condiciones  por Amor a los demás, dan un gran paso en su evolución personal.

     Los vicios  que dañan la salud del cuerpo, tal como el tabaco, los tóxicos o el alcohol  actúan como una especie de lento  suicidio ,y  dejarse arrastrar por ellos,  supone dejar una huella de responsabilidad  sobre el periespíritu de la persona  al que imprimen como una matriz de energía negativa  de la que más adelante habrá que liberarse  a través de estados depurativos de dolor.

      Los actos y sentimientos crueles, tanto con personas como con otros seres vivos de la Creación, también generan consecuencias crueles.

    En definitiva, podríamos sintetizar que todo lo que contradice la ley del Amor, que siempre es la Divina Voluntad de nuestro Padre Dios, es motivo de un efecto corrector, lo cual nos conduce a comprender más claro cual es el camino que todos debemos seguir en cada paso y circunstancia de la vida, y que los errores e incumplimientos, a veces pueden suponer hasta muchas vidas y muchos siglos de sufrimientos.

- Jose Luis Martín-


“Debemos aprender a convivir con el dolor o las dificultades, sin dejarnos llevar por el lamento o la depresión”                

                Revista “Amor, Paz y Caridad”

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       DESAFIOS Y RESPUESTAS DE KARDEC

                       FARSANTES Y EXPLOTADORES

                                               


Como acontece en todo nuevo movimiento ideológico, filosófico o científico que ve la luz, la doctrina de los espíritus codificada por Kardec no estuvo exenta de los peligros de aquellos que quisieron servirse y aprovecharse de ella para su propio lucro. Los farsantes y explotadores de todas las épocas han sabido muy bien utilizar la ignorancia de la gente de bien para sus propios fines espurios. 

Y aquí también Kardec tuvo que desmontar y descubrir públicamente a aquellos que decían realizar prodigios en nombre del Espiritismo y a aquellos otros que abusaban de supuestas “facultades milagrosas” para engañar y sacar un beneficio, económico o de cualquier tipo. Uno de los principios de la filosofía espírita es negar la existencia de los “milagros”. Estos no pueden existir, pues sería contravenir la Ley Natural que Dios mismo ha creado, algo incoherente con la naturaleza perfecta del Creador ni de la perfección de sus leyes inmutables como Él mismo. 

“En los tiempos de la ignorancia, todos los efectos cuya causa no se conocía eran calificados como sobrenaturales. Los descubrimientos de la ciencia han limitado sucesivamente el círculo de lo maravilloso; el conocimiento de la ley que rige las relaciones del mundo visible y del mundo invisible, ley completamente natural, viene a reducirlo a nada. Por lo tanto, aquellos que acusan al Espiritismo de resucitar lo maravilloso prueban, por eso mismo, que hablan de algo que no conocen”. Allán Kardec – Revista Espírita – Abril – 1864

Desconocer las causas que producen determinados fenómenos, y más en concreto aquellos relacionados con la Mediumnidad, no significa que estas no existan y que, por ello mismo, tengan un carácter “milagroso” los fenómenos que de ella se derivan. Nada más lejos de la realidad: aquí es donde aparece con exactitud el carácter científico del espiritismo, al observar y experimentar los fenómenos, ofreciendo una respuesta lógica, coherente, basada en el razonamiento y la argumentación científico-filosófica que deriva de la ley que rige las relaciones del mundo visible e invisible. 

A ello contribuyeron, en mucho, las explicaciones y respuestas que los espíritus ofrecieron a Kardec a través de las múltiples preguntas y cuestiones que él les formulaba cuando, por sí mismo, no obtenía respuestas sólidas o evidencias científicas en relación a los métodos mensurables de experimentación y comprobación de los que se disponía en el siglo XIX. 

Por todo esto, siendo la filosofía espírita eminentemente racional, lógica y científica, Kardec poseía los argumentos para rebatir y desmontar las falsedades, incoherencias y fraudes que los farsantes usaban en distintos espectáculos públicos, haciendo ver al público ingenuo que poseían facultades médiumnicas extraordinarias que no eran tales. 

Las denuncias se sucedían en el tiempo, y eran publicadas en la “Revue Espirite”, unas veces para desenmascarar a los falsos médiums que obtenían lucros y beneficios de esos espectáculos y otras para responder a aquellos que, instrumentalizando esas prácticas, usaban las informaciones para identificarlas con el Espiritismo y dañar la reputación de la nueva doctrina. En ambos casos, con total rotundidad, claridad y firmeza, Kardec desmontaba uno por uno los argumentos de los farsantes y explotadores bajo la lógica y la luz que los argumentos filosóficos de los espíritus habían dado al codificador. 

Ponía por delante el carácter altruista, cristiano y solidario del Espiritismo, y especialmente su máxima “fuera de la caridad no hay salvación”, para resaltar con ello que toda práctica realizada en nombre del Espiritismo debe tener como premisa la gratuidad de la misma y ejercerla con profundo sentimiento de practicar el bien y la caridad con el prójimo. Como en la frase que detallamos a continuación, incluida en una carta como contestación a las críticas vertidas por la Iglesia hacia aquellas ideologías que se autodenominaban cristianas y que no eran católicas, donde resalta la característica principal de “la moral espírita”: 

“Si consideramos la moral enseñada por los espíritus superiores, veremos que toda ella es evangélica; baste decir que predica la caridad cristiana en toda su sublimidad”.


Fue especialmente beligerante, con fina ironía pero sin faltar al respeto nunca a nadie, con aquellos que, denominándose espiritistas, lejos de favorecer con su práctica mediúmnica la divulgación honesta y clara de la doctrina, usaban esta denominación para aprovecharse económicamente, engañando a incautos y obteniendo con ello favores o réditos económicos o sociales.

 El daño que hacían estos farsantes y explotadores del fenómeno mediúmnico, la mixtificación y el ilusionismo al autodenominarse algunos de ellos como poseedores de “dones extraordinarios”, fue revertido por Kardec con maestría y genialidad, pues puso notable interés en denunciar esas prácticas para “aclarar lo que NO es Espiritismo”. Con lo cual, de un mal para la propagación de la doctrina de los espíritus se obtuvo un bien mayor, al poner frente al espejo las prácticas que nada tenían que ver con la lúcida, esclarecedora y consoladora doctrina que los espíritus superiores acababan de traer a la Tierra por intermedio de Kardec. 

Como ejemplo tenemos un artículo publicado en la “Revista Espírita” en Abril de 1859 bajo el título “Fraudes Espíritas”, donde Kardec alertaba de los trucos realizados por los farsantes y de los sistemas que empleaban para lograr sonidos inexplicables que eran atribuídos a los espíritus. Eran los famosos golpes atribuidos a los “espíritus batidores” que Kardec desmentía al afirmar que, mediante el sistema explicado, era posible producir cuantos golpes, sonidos o ruidos se quisiese y dar respuestas de “sí” o “no”, o indicar letras del alfabeto. 

Con ello, Kardec quiso prevenir a las personas sin experiencia o demasiado crédulas. Y terminaba afirmando con ironía que las causas inteligentes que él había comprobado en las “mesas parlantes” estaría ahora dentro de los cuerpos de los “supuestos médiums”, y no fuera de ellos ni en ninguna otra dimensión. 

Y al respecto de aquellos que utilizaban estas noticias para ensuciar la imagen del Espiritismo y hacer de ello una “comedia espírita” (según un artículo de la época) Kardec les invitaba a estudiar la doctrina y a no opinar de ella sin conocerla, a fin de poder discernir por sí mismos lo que es de lo que no es espiritismo. Yendo más lejos todavía, Kardec explicaba en estos casos la falibilidad de los espíritus, o dicho de otra forma, que por el hecho de no tener cuerpo no estaban investidos de sabiduría ni de ciencia absoluta, siendo tan ignorantes ahora como cuando estaban encarnados, como ocurría a menudo con los espíritus  frívolos e ignorantes cuyas comunicaciones no podían ser de otro orden que las correspondientes a su condición intelectual y moral. A este respecto afirmaba: 

“Es probable que aquellos que dicen cosas ridículas como espíritus, las dijeran todavía más ridículas cuando estaban entre nosotros con un cuerpo físico. Es por esto mismo que no aceptamos nada ciegamente, ni lo que viene de parte de ellos ni lo que viene de parte de los hombres encarnados” 

El desafío de Kardec para rebatir y colocar la realidad de la filosofía espírita en su auténtico propósito y sentido fue extraordinario; a ello dedicó gran parte de sus energías, sus esfuerzos y sus preocupaciones. 

Advertido con antelación de los obstáculos y dificultades que debería de afrontar, se preparó para ello, pero era tanto el trabajo a realizar y los esfuerzos a considerar que intentó cubrir con enorme integridad y sin escatimar nada en beneficio de la pureza de la doctrina de los espíritus, para que nadie manchara la luz que esta había proyectado para la humanidad. Con ello consiguió al mismo tiempo presentarla en su total expresión como la clave de mayor consuelo para el hombre y el recurso más extraordinario para la redención y reforma moral de la sociedad. 

Antonio Lledó Flor 
 Amor, Paz y Caridad.
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                             EL DOBLE ETÉRICO (2)
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En virtud de la indocilidad del éter físico, que es difícil de someterse completamente al dominio de los entendidos de “el otro lado” a veces, se ven obligados a mostrarse a los encarnados en forma grotesca; unas veces, recordando nítidamente su cabeza, pero deformando el resto de su figura periespiritual; otras completando perfectamente las manos, más sacrificando la delicadeza de la fisonomía.

 A pesar de su deformación ectoplasmica a la vista de los encarnados, los espíritus, cuando son evolucionados, se presentan como focos de irradiaciones de donde emanan  bellos colores. Pero cuando se trata de seres primitivos o diabólicos, surge una espesa niebla o aura sombría.

 Ningún espíritu se encarna en la tierra con la tarea obligatoria de ser mediúm, sino que cada uno lo hace por su libre y espontánea voluntad, dado que solicitó a lo Alto la oportunidad para redimirse espiritualmente, en un servicio de beneficio al prójimo, pues en el pasado uso y abuso de sus poderes intelectuales o aptitudes psíquicas en detrimento ajeno. 

 Es lógico, que el asignar el servicio peligroso, siempre recae sobre el hombre más apto y capacitado, con el fin de alcanzar un buen éxito. La mediumnidad de efectos físicos, es un servicio poco común, difícil y peligroso, cuyos resultados y sorpresas exigen el máximo de prudencia, humildad, heroísmo y seguridad moral.

 El médium antes de encarnar, sabe  todo perfectamente, si después comercia con los bienes espirituales y fracasa en el desempeño de su función elevada, no debe culpar a los mentores, puesto que solo le ofrecieron la oportunidad tan reclamada. La culpa, no hay dudas, es del fracasado ante la imprudencia de aceptar tareas mediumnicas que están más allá de su capacidad normal de resistencia espiritual. Las oportunidades mediumnicas redentoras, se conceden a los espíritus que deben rescatar deudas. Pero la responsabilidad del éxito o fracaso, solo a ellos les debe ser atribuida. El médium es quien produce las condiciones gravosas o favorables en el desempeño de su tarea asignada.

 El uso indiscriminado de anestésicos, el fumar, el beber alcohol y comer carne  sustancias toxicas, que expulsan violentamente al doble eterico del cuerpo físico y si se entregan a las pasiones violentas, a los vicios y placeres condenables, se aíslan imprudentemente de los guías responsables de su seguridad mediumnica.

 La verdad es que, Jesús, Buda, Francisco de Asís, Teresa de Jesús, Antonio de Papua, Vicente de Paul y otras almas de elevada estructura espiritual, fueron mediúms poderosos y se ponían en contacto frecuentemente con entidades desencarnadas, durante su existencia terrena, sin correr riesgos de ser victimas del poder y la fascinación de la tinieblas.

 Los mediúms de prueba, desgraciadamente, son personas que viven su existencia humana, gravadas con grandes responsabilidades o deudas del pasado; por eso, por cualquier descuido o vigilancia espiritual, se vuelven vulnerables a las embestidas perniciosas del mundo invisible, pues los mediúms de efectos físicos, salvo raras excepciones, entran en trance  a semejanza de los ataques epilépticos o los viciados con drogas. Los mediúms de vida regular, serviciales y magnánimos, alcanzan el trance mediúmnico bajo la asistencia de los espíritus técnicos, que desde el “otro lado” los protegen y liberan de las interferencias nocivas y consecuencias perjudiciales.

 Bajo ese control espiritual y amigo, el médium se aparta o retoma su doble eterico sin desperdicios inútiles de energías, puesto que está amparado contra el acecho del astral inferior. De esa forma se protege de la infiltración de los microorganismos peligrosísimos para su contextura etérea física, y de una debilitación que le desequilibre la salud corporal.

 El accidente, la practica mesmérica, el pase magnético, el pase espirita, la hipnosis y el trance mediúmnico, apartan parcialmente  el doble eterico, mientras que la muerte, lo separa definitivamente.

 El doble eterico al estar compuesto del éter físico, sustancia emanada de la superficie terrestre, ejerce su acción, exactamente entre los dos mundos, el material y el espiritual, es decir, donde termina el primero y comienza el segundo.

 Durante la desencarnación funciona como una especie de “amortiguador” pues una vez que se aparta del cuerpo físico cadaverizado, suaviza el paisaje del periespiritu hacia el Más Allá.  En esas circunstancias, el doble eterico se desliga del periespiritu, como si fuera una entrega suave y gradual hacia el verdadero “hábitat” sin provocar conmoción o choque al abandonar el sustento de la vida material.

 Mientras el cuerpo del fallecido reposa  en el ataúd, los espíritus técnicos todavía pueden utilizar el doble eterico e intercambiar energías de amparo hacia el periespiritu del desencarnado, en concomitancia, para eliminar hacia el cadáver, los residuos psico-físicos que hayan quedado ligados al periespiritu. Algunas personas, que han sufrido la mutilación de un miembro de su cuerpo  se quejan de dolores en esos órganos que le fueron extraídos. Esta sensibilidad, se debe, a que la operación quirúrgica no fue efectuada sobre el doble eterico, dado que este es inaccesible a las herramientas del cirujano. Los clarividentes desarrollados, consiguen ver los brazos o piernas en sus moldes etericos, invisibles, pero que producen las debidas reacciones en su medio.

 Todas las cosas y seres tienen su doble eterico, estructurado del éter físico, exhalado por la tierra, que los relaciona con el mundo invisible y con las fuerzas del atavismo animal. Pero no todos los animales tienen periespiritu, dado que es un vehiculo evolucionado, porque incorpora en si el cuerpo astral de los “deseos” y el cuerpo mental  del “pensamiento rudimentario”. El doble eterico por ser el vehiculo responsable de todos los fenómenos del mundo invisible manifestados en la materia, abarca diversas categorías de “materia eterica” como son, la electricidad, el sonido, el olor, la luz, la temperatura, la densidad, la presión y otras más, propias de la vida del orbe.

 Los animales primitivos, sin capacidad cerebral para distinguir las reacciones emocionales, cuando mueren, les sobrevive el doble eterico compacto, pues su “actuación” está subordinada al instinto o  acción del espíritu grupal, sin tener posibilidades de una conciencia individualizada. En este caso se encuentra el pescado, cuya vida se circunscribe a los movimientos instintivos del cardume,  pues un pez cuando siente es semejante, exactamente igual a la reacción que posee otro pez. Las especies más evolucionadas como el perro, el gato, el mono, el elefante y el mismo buey, tienen un periespiritu rudimentario además de doble eterico poseen un cuerpo astral, aunque tosco, pero en condiciones que les permite manifestar ciertos deseos y emociones, que demuestran vislumbres de sentimientos.

 El perro, por ejemplo, revela algunas nociones de sentimiento humano, ya sea amando  a su dueño hasta el sacrifico, u odiando a su verdugo, sin olvidarlo jamás. Ya denuncia un periespiritu en estado de “embrión” y con el correr del tiempo, incorporará el atributo mental, que se va formando, lo que permitirá una  mayor y perfecta comprensión, aunque inherente a su especie animal.

 Los animales poseen cierta sensibilidad mental de discernimiento, y después de su muerte, su “espíritu” embrionario será encaminado hacia otros planetas donde existen otros ambientes de vida, que es compatible con su conciencia en formación. Así, poco a poco, irá alcanzando su independencia individual, para desprenderse definitivamente del espíritu  grupo de su especie.

 Cualquier hostilidad al cuerpo físico y al periespiritu, el doble eterico lo acusa  por medio de centros sensoriales correspondientes a la conciencia periespiritual y a la física. Por eso en los trabajos mediumnicos de buena asistencia espiritual, las  entidades materializadas advierten a los presentes, que no les aprieten las manos con violencia, pues el médium, en trance cataléptico, es muy hipersensible y vulnerable a cualquier presión que le fuera hecha en su doble eterico, proyectado a distancia.

 El médium es quien entrega el material o sustancia que los desencarnados se hagan perceptibles al tacto y a la vista carnal de los humanos. Todo es posible porque el médium consiente  que le utilicen el doble eterico durante la manifestación de los fenómenos de materialización. Si alguien castiga al espíritu materializado, el médium acusa la ofensa porque lo hieren en su doble eterico, exteriorizado e impregnado de sus fluidos nerviosos. En ciertos casos, al volver a la vigilia física, llega a exhibir en su epidermis como si fueran manchas, algo parecidas a la sangre negruzca, correspondiendo en el cuerpo físico, exactamente a la zona ofendida etericamente.

 Pellizcando, o hiriendo al médium, durante el trance cataléptico, indefectiblemente acusará la ofensa a través de un fuerte choque vibratorio, que ha de llegar a su conciencia, como si estuviera en vigilia.

 El médium sin entrar en trance cataléptico puede ofrecer su ectoplasma para las materializaciones, o voz directa, pues se trataría de un médium sumamente experimentado, no solo en esta existencia, sino en las anteriores, o también puede haber efectuado cursos especiales en el espacio para dominar el fenómeno obviamente, después de la encarnación. En vez de tomar los espíritus el doble eterico, para elaborarlo a gusto, según el fenómeno a presentar, el médium lo entrega en las cuotas necesarias y listas para su uso inmediato.  De esa  forma, el puede hablar con las entidades que trabajan a su alrededor y atender a las solicitudes de los presentes, sin presentar anomalías del fenómeno que se procesa.

 Otras veces, cuando los espíritus disponen de ectoplasma  suficiente y preparado en la formula química prevista, acostumbran a despertar al médium del trance cataléptico, para conversar con él también y darle instrucciones o hacerle advertencias sobre su conducta moral.

 Existen casos, donde los espíritus, por la noche, dejan su cuerpo físico en el lecho durante el sueño, penetran imprudentemente en las regiones inhóspitas del astral inferior, terminando por sufrir agresiones de los espíritus ignorantes y vengativos que se aprovechan de todas las circunstancias y ocasiones propicias para vengarse de los encarnados. Esos perjuicios son muy graves, porque las personas que viven censurablemente, se muestran indiferentes a las enseñanzas de Jesús.

 La mala conducta practicada en el día, deja al espíritu desamparado en sus salidas hacia el astral por la noche, pues cuando se desprende del cuerpo carnal queda aislado de sus protectores, dada la masa de fluidos adversos que se les adhiere en los momentos de prácticas anti evangélicas.

 Por eso, sus guías nada pueden hacer en los momentos de peligro, ni siquiera  librarlos de ciertos traumas psíquicos, que al día siguiente se tornan como una pesadilla. Ciertos sueños tenebrosos, no dejan de ser escenas reales, vividas por la noche, fuera del cuerpo y bajo el dominio de sus perseguidores del astral. En tal condición, el espíritu del “vivo” retorna veloz y afligido del lugar donde se encuentra en peligro, para sumergirse aceleradamente en su escafandra de carne  y protegerse contra los peligros del más allá.

 Muchas personas que se dedican durante el día a las pasiones detractoras, a los vicios deprimentes, a la maledicencia y a llevar las estadísticas de los pecados del prójimo; después se arrojan a la cama para reposar, sin recurrir a los beneficios saludables de la oración, que traza una frontera fluidica protectora alrededor del espíritu encarnado.

 De acuerdo con la concepción oriental, el Éter Cósmico es la esencia virgen que ínter penetra y sustenta el Universo. Es la sustancia “Virgen” de la escolástica hindú. El éter físico es una especie de exudación cuyo éter o radiación del citado Éter Cósmico, fluye a través de los poros de la Tierra, la que funciona a manera de un condensador del éter. Bajo tal aspecto, el Éter Cósmico pierde su característica de esencia “virgen” para volverse una sustancia impregnada de las impurezas del planeta. Si consideramos el Éter Cósmico semejante al agua pura, en su estado natural, el éter físico entonces ha de ser el agua, con las impurezas adheridas después que las utiliza el hombre.

- Mercedes Cruz Reyes-

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     ¿Dónde va el  Espíritu  después de su desencarnación?

 

Tras la desencarnación definitiva, primeramente  experimentan  la experiencia de verse entrando, como si fuesen aspirados, por un oscuro “túnel” con una  luminosidad al final del mismo, en donde seres queridos al otro lado de la Luz le aguardan y le salen a recibir, pero también pueden permanecer  antes de la experiencia del túnel, durante un tiempo  sumidos en un estado mental  de turbación o confusión,  tratando de intervenir en el plano físico en donde procuran hacerse notar  entre los “vivos”, sin tener en cuenta que ellos ya no pertenecen a este mundo, por lo que difícilmente lo logran.

 

    Pero no todos se quedan entre nosotros, pues tras un periodo corto de turbación más o menos leve, muchos se  sienten  atraídos inmediatamente, por Ley de Afinidad, al nuevo plano de existencia que les corresponde después de su  auto-juicio.  Este  alejamiento del ambiente terrenal no lo hacen en solitario, sino que son acompañados por  Espíritus Guías  que les conducen hasta  planos espirituales en donde existen mundos etéreos y al igual que en la Tierra, también hay ciudades, con  Asilos y Hospitales en donde en principio se alojan y se recuperan de las llagas espirituales de su paso por la vida terrestre, y posteriormente se incorporan con normalidad y activamente a la vida en el mundo espiritual en donde se ubican.  Esto nos podrá costar  comprenderlo e incluso en muchos  casos ello será debido a las tradicionales y a las ambíguas explicaciones religiosas sobre el más allá, que recibimos en otros momentos de la vida,  pero lo cierto es que “tal como es abajo, es arriba”, lo que significa que los espíritus no  son  algo abstracto que vive  flotando en el éter, o que en caso de que existan  como una realidad concreta, sean solo como una energía psíquica ubicada en imposibles lugares llamados cielo o infierno, tal como nos contaron. La realidad es que como ya se ha explicado, siguen existiendo con sus cuerpos espirituales semejantes al último de materia que tuvieron en la Tierra, y se ubican en las ciudades del plano espiritual correspondiente, en donde siguen aprendiendo y evolucionando, recuperando fuerzas y ánimo para seguir después otra clase de lecciones prácticas, de nuevo en la materia para proseguir, siempre aprendiendo, ampliando sus experiencias evolutivas en los planos físicos. 


Por lo tanto, ciertamente existen estas ciudades bien organizadas en el mundo espiritual. Tengamos presente que nuestro mundo físico es una copia del espiritual y viceversa. Para más detalle, recomiendo la lectura de “Nuestro Hogar”, obra del Espíritu  André Luiz, psicografiada por el médium Chico Xavier. Esta es una importante obra, que en algunos tramos parece Ciencia Ficción, pero que no deja de sorprender a nadie, pues contiene valiosas enseñanzas que invitan a meditar en ellas.

 

 Cuando el proceso de desencarnación ha sido largo y penoso tras una prolongada enfermedad, la turbación natural que la acompaña  comienza de modo seguido o intermitente  incluso desde algunos días antes del momento final. Según se conoce por comunicados mediúmnicos de Seres  espirituales que viven en esa otra dimensión espiritual que llamamos “Más Allá”, en estos casos los seres  recién desencarnados cuyas energías espirituales están tan agotadas, son  conducidos a esos Hospitales de las ciudades espirituales, en donde se recuperan poco a poco del trance hasta recobrar sus energías y su lucidez completa.

 

    Es de señalar que  la mayoría  de los Seres cuando desencarnan,  necesitan un periodo de tiempo para adaptarse y aprender a desenvolver su nueva vida, por lo que quedan en estado errante cerca del plano físico a la espera de una nueva reencarnación.  Durante este periodo de erraticidad  llegan  finalmente a  comprender y  a  aceptar su realidad, quedando durante  su nueva forma de existencia, como en una lista de espera para  regresar al plano físico, y esta  espera puede ser  más o menos prolongada  en el tiempo y  puede suponer desde algunos días hasta algunos meses o años.


 Jose Luis Martín-


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