sábado, 12 de septiembre de 2020

Actitudes violentas

    INQUIETUDES  ESPÍRITAS

1.- Simpatías y antipatías terrestres

2.-Influencias de los espíritus

3.- Las herencias espirituales

4.- Lo que aprendí en una sesión mediúmnica

5.- Actitudes violentas



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       Simpatías y antipatías terrestres ..

     Dos seres que se han conocido y amado ¿pueden volver a encontrarse en
otra existencia corporal y reconocerse?
- Reconocerse, no. Pero sentirse atraídos recíprocamente, sí. Y a menudo ciertos lazos íntimos basados en una afección sincera no tienen otra causa que esa. Dos seres son acercados el uno al otro por circunstancias que en apariencia son fortuitas, pero que constituyen el resultado de la atracción de ambos Espíritus, que a través de la muchedumbre se buscan.
a. ¿No sería más grato para ellos el reconocerse?
- No siempre. El recuerdo de las pasadas existencias tendría inconvenientes más serios de lo que creéis. Después de la muerte se reconocerán y sabrán en qué tiempo han estado juntos.
. La simpatía ¿tiene en todos los casos por motivo un conocimiento anterior?
No. Dos Espíritus que armonizan se buscan naturalmente, sin que se hayan conocido como seres humanos.
. Los encuentros que se han verificado a veces entre ciertas personas, y que se atribuyen al azar, ¿no serían el efecto de una especie de relaciones simpáticas?
Hay entre los seres pensantes lazos que todavía no conocéis. El magnetismo62 es la explicación de esa ciencia que más adelante comprenderéis mejor.
¿A qué se debe la repulsión instintiva que a primera vista experimentamos hacia ciertas personas?
- Espíritus antipáticos, que se adivinan y se reconocen sin hablarse.
. La antipatía instintiva ¿denota siempre una condición malvada?
- Dos Espíritus no son por fuerza malos porque no simpaticen el uno con el otro. La antipatía puede nacer de una falta de similitud en la manera de pensar. Pero, a medida que se elevan, los matices se van borrando y la antipatía desaparece.
. La antipatía entre dos personas ¿nace primero en aquella cuyo Espíritu es peor, o en la otra, cuyo Espíritu es mejor?
- En una y en otra, pero las causas y efectos son diferentes. Un Espíritu malo siente antipatía por cualquiera que pueda juzgarlo y desenmascararlo. Al ver a una persona por primera vez, sabe que va a ser desaprobado por ella. Su distanciamiento se trueca en odio, en envidia, y le inspira el deseo de hacer el mal. El Espíritu bueno experimenta repulsión hacia el malvado, porque sabe que éste no le comprenderá y que no comparten iguales sentimientos. Pero, apoyado en su superioridad, no siente hacia el otro ni odio ni envidia. Se limita a evitarlo y compadecerlo..
EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS
ALLAN KARDEC

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INFLUENCIAS DE LOS ESPÍRITUS
"Los Espíritus ejercen, sobre el mundo moral e incluso sobre el mundo físico, una acción incesante. Actúan sobre la materia y sobre el pensamiento, y constituyen una de las potencias de la Naturaleza, causa eficiente de una multitud de fenómenos inexplicados o mal explicados hasta ahora, y que sólo encuentran una solución racional en el Espiritismo."
El Libro de los Espíritus - Allan Kardec

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    LAS HERENCIAS             ESPIRITUALES

Una cuestión que deja mucha gente intrigada es la semejanza psicológica que existe entre miembros de la misma familia.

Los parecidos físicos están bien explicados por la genética. ¿Más, será que el espíritu hereda también, de sus padres, las características morales?

En el dialogo de Jesús con Nicodemo, vamos a encontrar la respuesta clara para esas cuestiones.

Jesús, respondiendo al doctor  de la ley diciendo: “lo que nació  de la carne es carne, y lo que nació del espíritu es espíritu. No te maravilles  de que yo te diga que es preciso nacer de nuevo. El espíritu sopla donde quiere, y tu oyes su voz, más no sabes de donde el viene, ni para donde va. Así es aquel que es nacido del espíritu.” (Juan.3.8)

Queda bien claro la distinción que Jesús hace entre el cuerpo y el Espíritu. La carne procede de la carne, más el espíritu no sabemos de dónde viene.

¿Más, entonces, como puede un hijo, por ejemplo, parecerse tanto, moralmente, con el padre?

Existen leyes que rigen la vida, de las cuales aun no tenemos el entendimiento completo. Una de ellas es la ley de afinidades. Las personas se unen o se reúnen por afinidad de tendencias, de gustos, de objetivos.

Así es que, solo van a un estadio aquellos que les gustan el futbol, y que,  en los bares, solo encontraremos los que gustan beber unos y otras.

Eso se da también con los pueblos. La ley de afinidad los reúne en determinada región, considerando la predominancia  de sus características.

De esa forma es que podemos percibir claramente las tendencias de algunos pueblos, para la violencia  o para la paz, por ejemplo.

Por ser el espíritu un ser individual e indivisible es que todas las tentativas de producir un ser igual al otro serán frustradas. Podemos reproducir la materia, más el espíritu que la animará, tendrá sus características generales.

 No es otro el motivo por el cual, hijos de genios nacen con una inteligencia limitada y personas de mediana inteligencia pueden tener hijos prodigios.

Siendo así, si los genéticistas tomasen en cuenta las enseñanzas del Maestro Nazareno, tendrían respuestas para muchas de las cuestiones que no se explican por las leyes de la genética. Si tomasen en cuenta  que cada cuerpo que nace es animado  por un espíritu inmortal, que trae consigo experiencias milenarias, resolverían muchas dudas al respecto de las enfermedades, de la genialidad, de la idiotez, de la precocidad, y de tantas otras particularidades de las criaturas.

Hay criaturas, que en los primeros meses de vida, leen, escriben, hacen cuentas, recuerdan nombres de países y sus capitales etc.; sin que hayan heredado esas capacidades de sus padres.

En suma, importa que sepamos que el cuerpo procede del cuerpo, más el espíritu no procede del espíritu.

Importa también, saber que, si el cuerpo generado tuviera vida, hay un espíritu  para animarlo, y que tendrá sus propias características, independientes de las de sus padres.

Lo que puede ocurrir, entre tanto, es que el mismo espíritu que animó el cuerpo del abuelo ya desencarnado, por ejemplo, vuelve a renacer  y animar el cuerpo del nieto. En ese caso, el nieto se parecería mucho al abuelo por ser el propio abuelo el que volvería.

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¿Usted sabia que el espíritu se liga al cuerpo en el momento de la concepción? ¿Y que las necesidades del espíritu que va a reencarnar  es que, por ley  de afinidad, impulsan al ovulo y al espermatozoide  que contengan la carga genética propicia para su experiencias en el cuerpo físico?

Así, si tuviera que desenvolver un cáncer, por ejemplo, el ovulo será penetrado por el espermatozoide con las informaciones genéticas  capaces de formar un cuerpo predispuesto a la enfermedad. Eso no quiere decir que desarrollará el cáncer, pero si tendrá un organismo propenso para tal.

Redacción de Momento Espirita 

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  LO QUE APRENDÍ EN UNA SESIÓN                                  MEDIÚMNICA   

                                 


Si fuese a clasificar, apenas de una manera genérica para poder sintetizar, los tipos más comunes de sesiones mediúmnicas, podría nombrar cuatro tipos: 

Las sesiones de Orientación, en las que Espíritus Benefactores y Colaboradores o Mentores desean comunicarnos lecciones, consejos u observaciones. En estas sesiones podemos tener intercambios, tipo conversación, o escuchar y tomar notas para luego analizar la coherencia, lógica y relevancia del mensaje, tal como sugería Kardec. 

Las sesiones Experimentales. Con estas se busca primordialmente la realización de efectos físicos, ya sea la tiptología, la voz directa, ectoplasmía, aportes y transportes, levitaciones, materializaciones parciales o completas, transcomunicación instrumental y otras formas de interacción con los desencarnados, que sean objetivas y repetibles. 

Las sesiones de Desobsesión. Esta es principalmente un área de la Terapia Espírita que se especializa en la resolución de conflictos. Para quienes conocen del asunto pueden afirmar que múltiples traumas, complejos, complicaciones existenciales y respuestas pueden ser comprendidas y reenfocadas a través de la dinámica desobsesiva. Esta es una tarea prioritaria y delicada que requiere de amor, paciencia y entrega por parte de todos los involucrados en el proceso, para poder aliviar o atenuar la tensión en la relación obsesor(es) – obsesado(s). 

Las sesiones de Esclarecimiento. La menciono en cuarto lugar, no porque haya una más importante que la otra, objetivamente hablando, debido a que su priorización se dará en función de los enfoques o intereses de los médiums y demás participantes de la sesión. En el Esclarecimiento podemos tener un diálogo asertivo con espíritus en un estado de confusión y turbación tales, que los hay quienes no saben siquiera que han desencarnado. El Esclarecimiento por tanto es el proceso de poder aliviar el dolor que se proyecta en la psiquis de quien todavía se percibe como un encarnado; es la oportunidad de proveer instrucciones y dirección a quien carece de interés o de alguna trayectoria definida para con su propio desarrollo espiritual. Con el Esclarecimiento, al igual que con la Desobsesión, estamos participando activa, consciente, voluntaria y dinámicamente en algunas de las actividades que realizan los Mentores Espirituales en su cotidianidad, en su existir en el Extra Físico. Esta es también una tarea de amor, que redunda en beneficio de todos los involucrados. 

En la Escuela Espírita Allan Kardec, procuramos reservar espacios para estas dinámicas, de una forma organizada, secuencial, responsable y respetuosamente. Reconozco que tendemos a preferir unas más que otras, pero eso es algo natural que equilibramos al sopesar los intereses del colectivo, o sea de todos los participantes. 

Como Médium sé que cada comunicación, cada oportunidad de intercambio activo y ostensivo debe ser apreciada y valorada, sin importar en cuál de estas dinámicas estamos participando. Para no perdernos en una contemplación inerte, cada sesión debe rendir frutos, debe ser productiva y redundar en beneficios para todos, como anteriormente expuse. Pero a veces, dichos beneficios no son evidentes, si no estamos despiertos, atentos y con la actitud ajustada por la sencillez que nos permita reconocer las limitaciones que temporalmente poseemos y que deseamos conscientemente superar.

 En definitiva, tenemos que utilizar el juicio, el buen sentido y la razón para poder analizar las comunicaciones, identificarnos con las circunstancias, las vivencias y los eventos relatados, así como con las alternativas y las soluciones que se nos ofrecen. De hecho, recomiendo constantemente no solo la lectura, sino el estudio metódico y paulatino de El Libro de los Médiums y de El Cielo y el Infierno, ambos de Allan Kardec, para poder integrar todo lo anteriormente dicho en nuestro ejercicio mediúmnico. 

Uno de mis capítulos favoritos en El Libro de los Médiums es el Capítulo XX de la Segunda Parte. Especialmente, por el inciso 4 que lee como sigue: Pregunta Kardec a los Colaboradores Espirituales: 4. Hay médiums que reciben comunicaciones espontáneas y casi continuas acerca de un mismo tema: sobre ciertas cuestiones morales, por ejemplo, o sobre determinados defectos. ¿Tiene eso una finalidad? Respondieron los Sabios Instructores: Sí, y esa finalidad es ilustrarlos acerca del asunto que se reitera con frecuencia, o para que se corrijan de ciertos defectos. Por eso a algunos médiums los Espíritus les hablan sin cesar del orgullo, y a otros de la caridad. Sólo la insistencia con que son tratados esos temas podrá, por fin, abrirles los ojos. No existe un médium que abuse de su facultad, por ambición o por interés, o que la comprometa por causa de un defecto grave, como el orgullo, el egoísmo, la liviandad, etc., y que no reciba de tiempo en tiempo algunas advertencias de los Espíritus. Lo malo es que la mayoría de las veces no las toma como dirigidas a sí mismo. Kardec hace al respecto un comentario que me parece genial: 

OBSERVACIÓN – Los Espíritus a menudo imparten sus lecciones con reserva. Lo hacen de modo indirecto, para no quitarle el mérito al que sabe aprovecharlas y las aplica a sí mismo. Sin embargo, el orgullo y la ceguera son tan grandes en algunas personas, que estas no se reconocen en el cuadro que los Espíritus les ponen delante de los ojos. Peor aún: si el Espíritu les da a entender que se refiere de ellas, se encolerizan y lo califican de embustero o de bromista de mal gusto. Con eso alcanza para probar que el Espíritu tiene razón. Ante esto, me he dado a la tarea de estar más atento, más pendiente de qué me puede ser útil en cada comunicación. 

¿Cómo me puedo identificar o prevenir el drama que se desdobla frente a nosotros? ¿Cómo puedo reforzar la esperanza, el optimismo y el amor no solo en mí, sino en los demás, especialmente en quienes se sienten vencidos por el peso temporal y aparente de las circunstancias? Este tipo de reflexiones se las recomiendo a todos los que participan de algún tipo de sesión mediúmnica. Hace poco tuvimos la oportunidad de orientar a un espíritu cuya vida física había estado llena de desconfianza, recelos y pesimismo. Era una persona que constantemente estaba esperando la traición y el engaño y por consiguiente se forjó una vida rodeada de lo que esperaba ver: traiciones y desengaños. A pesar de las circunstancias que definieron sus pensamientos constantes pudo conocer el amor y la abnegación de un alma noble. La que fue su compañera en esa reciente aventura encarnatoria le daba ejemplos, que no eran emulados por este amigo en sufrimiento. En resumen, sus vidas tomaron rumbos muy distintos, pero la magnificencia de las Leyes Divinas se hizo evidente en esa sesión mediúmnica. A pesar de los crímenes, de la soledad y el abandono auto impuesto, este amigo fue traído a la sesión para recibir atenciones, sin percatarse de que nos estaba dando grandes lecciones. Después de describirnos la precariedad de su condición, sus proyecciones ideoplásticas desaliñadas, sucias e identificadas con el decaimiento y la podredumbre, se dio la oportunidad de considerar la ayuda que nunca se le ha negado, pero que por desconfianza rechazaba. Según fue ajustando su “visión” (realmente su patrón de pensamiento) fue notando que la mano amiga que se le ofrecía y que se acercaba era la de quien fuese su amada. Ella irradiaba luz, demostrando, sin cegar ni humillar, que estaba en una posición muy distinta a la de su amado. En un gesto característico de los Espíritus Esclarecidos, el intercambio telepático fue inmediato y certero, cargado de emotividad, compasión y comprensión para con aquel que nos decía que no se sentía merecedor de tanto amor, mientras sollozaba. De todo lo que puedo relatar, lo que más me impactó, que procedí a anotar rápidamente y les comparto en este artículo, fue cuando el comunicante dijo: “…de donde ella viene huele a flores, a rosas, a jazmín, ¡huele a VIDA!…” Traten por un instante de meditar en todo lo que encierra esta frase. Todo el sentimiento, la emoción, de quien se siente náufrago en la tormenta de los retos cotidianos y que rápidamente se siente rescatado y a salvo.

 En esa noche, con esa comunicación, aprendí o mejor aún re-aprendí, que siempre hay esperanza, que todo pasa, que siempre estamos en buena compañía y que nosotros somos más grandes que las situaciones difíciles, porque nosotros las superaremos y ellas pasarán…

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                            ACTITUDES VIOLENTAS

Está claro que para cualquier persona que se apoya en las interpretaciones del sentido común, la concepción de violencia se fija en los actos divulgados por los diversos medios, en aquellos que dan posiciones destacadas a esta clase de noticias, las más de las veces más allá de lo debido y lo necesario.

Así se impone que violento es el individuo que hurta o que roba,o que mata o se mata. que es atrapado en episodios de pugilato o que secuestra, y así sucesivamente.

Pocas son las mentes que consiguen var actitudes violentas en las actuaciones comunes de lo cotidiano. Por lo general no se consideran como violentos los gestos, dichos y actos, que hieren directamente al alma, muchas veces con consecuencias para el cuerpo.

Cuando puedes esclarecer con los valores de la serena verdad y te omites, o mientes, a fin de "quedar bien" con ese o aquel individuo, disfrutando de su simpatía, adoptas una actitud violenta.

Nunca podrás imaginar cuanto sufrimiento, amarguras y dolores morales experimentará tu víctima a causa de tu opción por la cobardía del silencio indebido o de la mentira.

Si puedes ser afable y respetuoso con los que te rodean, aun cuando no estés de acuerdo con ellos en sus actitudes ante la vida y los tratas de modo grosero e irrespetuoso, exponiendo tu mal humor y tu ira, actúas de modo violento. Ciertamente ignoras la cantidad de desarmonía e inestabilidad emocional, que tu gesto ampliará en esas almas, ya de por sí desajustadas, porque te decidiste a liberar los tufos morales de lo íntimo, en vez de domarlos e impedirlos.

Si es una conversación con personas amigas,en el círculo de tu proximidad, percibes que la fuerza de la ignorancia está predominando, transformándose en sombría impostura, y no consigues activar las luces de tu conocimiento para iluminar, valiéndose de los cuidados y del tacto, inspirados por el buen sentido, tu postura es de violencia. 

Difícilmente notarás la propagación de la sombra d e esa ignorancia imponiendo vergûenza y frustración, nutriendo incapacidades y limitaciones a quienes negaste la cooperación de la buena y noble información.

Cuando la pauta de tu conveniencia te da el derecho de inventar historias desairadas que comprometen a tus pares, o esparces maledicencia alrededor de tus compañeros, sea del trabajo, o de las relaciones sociales más amplias, tu gesto denota violencia.

Es casi seguro que te darás cuenta de que las amarguras y sentimientos de inferioridad generados en muchas almas, además de las enemistades y las explosiones de odio que otros corazones te dirigirán, pues con esos actos, te responsabilizas por esas consecuencias.

Si fumas o ingieres alcohol o cualquier otra sustancia causante de disturbios mentales o neurológicos, delante de tus hijos o de cualquier otro niño, sin que atines con la inducción que promueves sobre las almas inexpertas de los pequeños, eres una persona violenta.

En verdad, no consideras, basado en mil y una teoría en lo inmediato; ¡cuantas desdichas ayudas a sembrar en los seres infantiles y juveniles, transformándote en modelo vivo negativo, para que se vuelvan drogadictos y viciados, o enfermos por la exposición prolongada a productos insalubres, que utilizas lleno de insulsas justificaciones.

Si observas por doquier los resultados nefastos del materialismo, comúnmente asociado a lamentable ateísmo, capaz de dejar a los individuos sin objetivos nobles en la vida- pues no tienen las referencias del espíritu inmortal-,y aun así no te interesas en introducir o alimentar en el alma de tus niños las enseñanzas sobre Dios, traducidas por las voces de Sus Emisarios, incontestablemente prestas un servicio fecundo a la violencia.

No sospechas de los dolores superlativos que te alcanzarán desden la presente existencia en la Tierra, al testimoniar la desgracia de los hijos y constatar que ello se debe a ese inmenso vacío del alma que se incentivó con tu omisión o interferencia relativa a las graves cuestiones espirituales.

Los gestos de violencia son innumerables en la vida diaria, aun cuando la persona esté preocupada con aquella otra violencia catalogada por los técnicos de las políticas como tal.

Es tiempo de despertar de ese letargo fruto de la poca disposición de los humanos de pensar en sus propios actos, sobre sus movimientos en el planeta. Es necesario despertar para profundizar la visión sobre los problemas del mundo, cooperando para la búsqueda y construcción de soluciones.

En verdad, osamos decir que si conseguimos reequilibrar ciertas actitudes domésticas, transformando el hogar en un nido de entendimiento y auxilio recíproco; si madurásemos la experiencia profesional junto a jefes y subalternos, convirtiendo el trabajo en ruta de progreso para todos; si dignificamos los vínculos de la vida social por medio de una relación saludable y provechosa, fomentando las bases de la sociedad que el Creador anhela: si abordamos las cuestiones de fe religiosa con madurez, iluminando la visión de Dios para las criaturas, forjando una nueva teofanía que aproxime más a los hijos terrestres al Gran Padre, todo lo demás se encuadrará en los nichos de la armonía y, deshaciéndose de la violencia de base, desaparecerá la consiguiente violencia.

Verifica, entonces, si tus ansias por la paz no han sido meros discursos o simples embelesos emocionales.En caso de que te descubras en una posición superficial en esta cuestión, es tiempo de promover las necesarias modificaciones con objetivos más `profundos, iniciando por las alteraciones de tu propio comportamiento ante esta imperiosa necesidad de paz.

El Creador estableció que no habrá paz en el mundo lejos de los esfuerzos por la paz, de parte de sus habitantes.

Así, hermano querido, haz tu parte. Controla y elimina tu particular violencia y luego experimenta un poco de ese estuario divino al que llamamos paz.

(Camilo (Espíritu)

(Mensaje psicografiado por el médium Jose Raúl Teixeira)

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