domingo, 20 de septiembre de 2020

Primera comunicación mediúmnica de Fco. Cándido Xavier

    INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.- La marcha del progreso

2.- ¿Que es el Pase?-2ª Parte

3.- El otro lado del camino

4,. Ley de Vibración (II)

5.-Primera comunicación mediúmnica de Fco. Cándido Xavier





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      Marcha del progreso

779 ¿El hombre toma en sí mismo la fuerza progresiva, o es el progreso producto de una enseñanza?

«El hombre se desarrolla naturalmente a sí mismo, pero no todos progresan al mismo tiempo y de la misma manera. Entonces es cuando los más adelantados ayudan al progreso de los otros por medio del contacto social.»

780 ¿El progreso moral sigue siempre al intelectual?

«Es su consecuencia, pero no siempre le sigue inmediatamente.» (192-365)

– ¿Cómo puede conducir el progreso intelectual al moral?

«Haciendo comprender el bien y el mal; el hombre puede entonces elegir. El desarrollo del libre albedrío sigue al de la inteligencia y aumenta la responsabilidad de los actos»

– ¿A qué se debe entonces que los pueblos más ilustrados sean a menudo los más pervertidos?

«El progreso completo es el objeto; pero los pueblos como los individuos no llegan a él más que paso a paso. Mientras no esté desarrollado en ellos el sentido moral, hasta pueden servirse de su inteligencia para hacer mal. La moral y la inteligencia son dos fuerzas que solo a la larga se equilibran.» (365-751)

781 ¿Es dado al hombre poder detener la marcha del progreso?

«No; pero sí estorbarla a veces.»

– ¿Qué debe pensarse de los hombres que intentan detener la marcha del progreso, y hacer retrogradar a la humanidad?

«Pobres seres, a quienes Dios castigará, serán arrastrados por la corriente que quieren detener.»

Siendo el progreso una condición de la naturaleza humana, no es posible a nadie oponerse a él. Es una fuerza viva que pueden retardar, pero no ahogar, las malas leyes. Cuando éstas son incompatibles con él, las barrena y arrastra con ellos a todos los que intentan mantenerlas, y sucederá así hasta que el hombre haya puesto sus leyes en relación con la justicia divina, que quiere el bien para todos, y no leyes hechas por el fuerte en perjuicio del débil.

782 ¿No hay hombres que retardan de buena fe el progreso, creyendo favorecerlo, porque lo consideran desde su punto de vista, y con frecuencia donde no está?

«Se asemejan a una piedrecita colocada bajo la rueda de un gran coche, que no le impide avanzar.»

783 ¿El perfeccionamiento de la humanidad sigue siempre una marcha progresiva y lenta?

«Existe el progreso regular y lento; pero cuando un pueblo no avanza bastante aprisa, Dios le suscita de vez en cuando una sacudida física o moral que lo transforma.»

El hombre no puede permanecer perpetuamente en la ignorancia; porque debe llegar al fin marcado por la Providencia. Se ilustra por la fuerza de las cosas. Las revoluciones morales, como las sociales, se infiltran poco a poco en las ideas; germinan durante siglos enteros y luego, estallan de repente y hacen que se hunda el carcomido edificio del pasado, que no está ya en armonía con las nuevas necesidades y las aspiraciones nuevas. A menudo el hombre no descubre en esas conmociones más que la confusión y el desorden momentáneos que lastiman sus intereses materiales, más el que levanta su pensamiento por encima de la personalidad, admira los designios de la Providencia que del mal hace salir el bien. Es la tempestad y el huracán que sanean la atmósfera, después de haberla agitado.

784 La perversidad del hombre es muy grande, ¿y no parece que retrocede en vez de adelantar, por lo menos desde el punto de vista moral?

«Te engañas. Observa bien el conjunto y verás cómo avanza, pues comprende mejor lo que es malo y cada día reforma abusos. El exceso del mal es necesario para hacer comprender la necesidad del bien y de las reformas.»

785 ¿Cuál es el mayor obstáculo del progreso?

«El orgullo y el egoísmo. Hablo del progreso moral, pues el intelectual avanza siempre, y al principio parece que da a aquellos vicios un aumento de actividad, desarrollando la ambición y el amor de las riquezas que, a su vez, excitan al hombre a las investigaciones que ilustran su espíritu. Así es como todo se eslabona en el mundo moral y en el físico, y como del mismo mal puede salir el bien. Pero semejante estado de cosas no tendrá más que una época, y cambiará a medida que el hombre comprenda mejor que, fuera del goce de los bienes terrenos, hay una dicha infinitamente más grande y duradera» (Véase Egoísmo, cap. XII.)

Hay dos especies de progresos que se prestan mutuo apoyo y que sin embargo, no caminan paralelos, tales son el progreso intelectual y el moral. El primero cuenta en los pueblos civilizados y en el siglo actual con todas las emulaciones que pueden desearse, y de aquí que haya logrado un desarrollo desconocido hasta nuestros días. Mucho falta para que el otro se encuentre al mismo nivel, y si se comparan, no obstante, las costumbres sociales con las de siglos algo distantes, sería preciso ser ciego para negar el progreso. ¿Por qué, pues, la marcha ascendente ha de detenerse antes respecto de la moral que de la inteligencia? ¿Por qué no ha de haber entre el siglo diez y nueve y el vigésimo cuarto tanta diferencia, corno entre el décimo cuarto y el diez y nueve? Dudar de ello equivaldría a pretender que la humanidad ha llegado al apogeo de la perfección, lo que sería absurdo, o que no es moralmente perfectible, lo que desmiente la experiencia.

Allan Kardec

Traducido por José María Fernández Colavida
Extraído del “Libro de los Espíritus”


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   ¿Qué es el Pase? II Parte




                                                          

Fluidos, Periespíritu y Centros de Fuerza

«El fluido cósmico universal es la materia elemental primitiva y sus modificaciones y transformaciones constituyen la gran variedad de los cuerpos de la Naturaleza» (La Génesis cap. 14, Item 2)

«Sabemos que el fluido universal, o fluido cósmico etéreo, representa el estado más simple de la materia; su sutileza es tal que escapa a todo análisis. Y, no obstante, de ese fluido proceden, mediante condensaciones graduales, todos los cuerpos sólidos y pesados que constituyen la base de la materia terrestre.» (León Denís, En lo Invisible)

Nos dice Roque Jacinto: «El pase es un cambio de las energías universales, sea entre desencarnados, sea entre encarnados – se elige por un delicado y precioso auxiliar a ser utilizado en el tratamiento de dolencias a largo plazo; en las crisis bruscas y repentinas de dolor; en el combate a las llamadas «dolencias fantasmas»; en las perturbaciones espirituales transitorias que sufren las almas encarnadas; en las enfermedades de la mente; en el reequilibrio de sí mismo, cuando el hombre está bajo el juego de auto-obsesión; en las conmociones del sistema nervioso; en la terapia de los complejos …»
Deleuze nos comenta «Siendo la facultad de magnetizar, o de hacer el bien a nuestros semejantes por influencia de su voluntad, la más bella y más preciosa que Dios da al hombre, se debe encarar el ejercicio del magnetismo como un acto moral, que exige el mayor reconocimiento y la intención más pura…»
Un pastor presbítero (Dudley Blades), nos da una definición de lo que hoy es, para nosotros, una práctica habitual del pase, excepto porque en el pase espírita no es necesario tocar a la persona. «La cura espiritual es la cura del Espíritu por el Espíritu… Normalmente comienzo a curar reposando mis manos suavemente sobre la cabeza de las personas…» (La Energía Espiritual y su Poder de Cura)


Por todas estas citas, observamos que, en todos los tiempos hubo médiums curadores o sanadores, y es actualmente, dentro de la Doctrina Espírita, conocidos como pasistas o médiums pasistas.

«Los fluidos no poseen cualidades «sui-generis»; las adquiere en el medio donde se elaboran; se modifican por los efluvios de ese medio. Por tanto, diciéndose que tal fluido es bueno o malo, nos referimos al «producto final» y no a su generalidad. El fluido cósmico es puro y sus derivaciones son producto de las «manipulaciones», en niveles y patrones variados hasta el infinito.» (Jacob Melo, en O Passe)
¿De qué esencia es ese fluido cósmico o plasma divino? Los Espíritus nos dicen que es de esencia electromagnética, y llena todos los espacios, no existiendo el vacío en el universo.
Todas estas citas y algunas más, que haremos más adelante, definen perfectamente lo que son los fluidos.
El pase es una transfusión de fluidos. Es un intercambio de periespíritu para periespíritu, muy semejante a la transfusión de sangre, como dice Roque Jacinto. 

¿Pero en esa transfusión sólo interviene el pasista o también hay intervención de los Espíritus? La respuesta sería, que los pasistas no trabajan solos; al contrario, es con la intervención de los Espíritus Esclarecidos y especialistas, en su mayoría, de estos temas, como el pase se puede realizar.  Y podríamos preguntarnos, ¿entonces por qué los Espíritus necesitan a los médiums pasistas? Porque los fluidos emitidos por los Espíritus son muy sutilizados, en relación a los fluidos humanizados, y que debido a nuestra constitución orgánica, nosotros necesitamos, todavía, de fluidos más animalizados – entiéndase, groseros o densos – . Dependemos todavía de ese tipo de fluidos y de ahí que se necesite la intervención de los Espíritus, para manipular los fluidos a ser donados con la intervención o canal de los médiums pasistas. Y además, lo correcto sería decir, que somos nosotros los que necesitamos a los Espíritus, debido a nuestras necesidades evolutivas y nuestro estado espiritual precario.


¿Qué es el Periespíritu?

Pregunta 93 del Libro de los Espíritus. «P. ¿El Espíritu propiamente dicho, se halla cubierto – como algunos pretenden – o está rodeado de una sustancia determinada? R. El Espíritu se encuentra revestido de una sustancia vaporosa para ti, pero todavía muy grosera para nosotros: lo bastante vaporosa, sin embargo, para que pueda elevarse en la atmósfera y transportarse a donde quiera.»
‘Así como el germen de un fruto se halla circundado por el periespermo, así también el Espíritu, propiamente dicho, está rodeado de una envoltura que, por comparación, podemos denominarla periespíritu.’ (Palabras de Allan Kardec)
» Para definir, de alguna manera, el cuerpo espiritual, es preciso considerar, ante todo, que él no es reflejo del cuerpo físico, porque, en realidad, es el cuerpo físico que lo refleja, tanto como el cuerpo espiritual, retrata en sí mismo el cuerpo mental que le preside la formación.»


De sus propiedades:

Flexibilidad, expansión, elasticidad, imponderabilidad etc. Podemos sacar la conclusión de que, el Espíritu se sirve de un cuerpo fluídico perfecto para todo lo que el Espíritu tiene que exteriorizar o realizar en un cuerpo material y en un entorno material.

Él dispone – Periespíritu – del más moderno archivo de microfotografía en los centros de la memoria, que si pudieran ser comparadas a una construcción, con las actuales técnicas de miniaturización, con que se elaboran los computadores, esos departamentos ocuparían un área, aproximadamente de 160.000 km3. Tan sólo para los billones de informaciones de una sola existencia.

Además, como dice el Prof. Gustavo Geley y el Dr. Jorge Andrea; las células del cuerpo periespiritual, en niveles más profundos, son formadas por moléculas que se constituyen de átomos. Los átomos del periespíritu, son formados por elementos químicos conocidos nuestros, como el hidrogeno y el uranio, que en la Tierra, representan los límites de la materia atómica conocida, además de otros desconocidos por el hombre encarnado

Los átomos y moléculas que constituyen las células del periespíritu, poseen energía cinética propia (parte de la física que estudia el movimiento producido por las fuerzas), que es la fuerza determinante de su vibración constante.

CENTROS DE FUERZA

En el Periespíritu se encuentran los centros de Fuerza o puntos energéticos, por donde fluyen las energías del cuerpo físico para el Espíritu y del Espíritu para el cuerpo físico.

Cada centro de Fuerza tiene una relación estrecha con los plexos; es a través de ellos por donde son transmitidas las energías enfermas o sanas.


En el libro Entre el Cielo y la Tierra, André Luiz, dice: «Como no desconocen, nuestro cuerpo de materia rarefacta está íntimamente regido por siete centros de fuerza, que se conjugan en las ramificaciones de los plexos y que, vibrando en sintonía unos con otros, al influjo del, poder directriz de la mente, establecen, para nuestro uso, un vehículo de células eléctricas, que podemos definir como  un campo electromagnético, en el que el pensamiento vibra en circuito cerrado.»

Son siete los centros de Fuerza, más importantes: Coronario, Frontal, Laringeo, Cardíaco, Esplénico, Gástrico y Genésico.   



Los fluidos son un elemento neutro, que dependiendo de la voluntad y la manipulación de ellos, así estarán en condiciones de ser donados con cierta pureza o de unos componentes inferiores. Si ellos van dirigidos al periespíritu, sabiendo ya, que nuestras enfermedades, en un porcentaje bastante elevado, son de origen espiritual, entenderemos que podrán producir beneficio o perjuicio, esos fluidos donados en el pase y por el pasista, que podría no estar en una buena sintonía, aplicando los pases de una forma despreocupada y poco vigilante. ¿Cómo seríamos nosotros capaces de donar sangre teniendo una enfermedad infecciosa o sangre contaminada por el alcohol y las drogas? ¿No sería eso una falta de caridad mayúscula para con nuestros semejantes? Por supuesto que diríamos que no somos capaces de tamaña barbaridad. ¿Y entonces, qué decir si donamos, en vez de sangre, fluidos contaminados por pensamientos deletéreos, muy materialistas, deprimentes, acompañados de acciones poco dignas, en contraposición a lo que Jesús y muchos otros Misioneros nos han enseñado? ¿Hay alguna diferencia?

Dijo Jesús: «Los sanos no necesitan de médicos y sí los enfermos», y enfermos podemos serlos todos, desde que reconozcamos y aceptemos vivir en un mundo de pruebas y expiaciones.

Ahora bien; que todos estemos necesitados del pase, en mayor o menor grado, no implica ni quiere decir que nos obsesionemos con él, como aquel, que pensando que se pondría bueno rápidamente, se tomo de una sola vez el jarabe que debería haberse tomado en pequeñas dosis, durante los días que el médico le había prescrito. Eso es un contrasentido y, a veces, una actitud infantil.
El pase hay que tomarlo con moderación, con fe; con una cierta predisposición positiva, que desbloquee nuestro organismo y nuestra mente, de forma a recibir la dosis de beneficio que la ley del merecimiento, nos otorgue.
Se ha comprobado que, tanto los pases como los tratamientos médicos, son compatibles, y que, incluso los Espíritus, aconsejan en muchas ocasiones, seguir la orientación de los médicos de la Tierra, porque Ellos inspiran multitud de veces, a esos mismos médicos a prescribir el tratamiento correcto.

Clases de Pases

Vamos a citar tres clases de pases: Magnético, Espiritual y Mixto.
Según Jacob Melo, el pase magnético es aquel cuyo fluido utilizado emana básicamente del propio pasista (o del médium, magnetizador, curador, etc.) Sería, aisladamente considerado, el animismo de cura.
El pase espiritual es el que verifica por la donación fluídica directa de los Espíritus al paciente, sin la interferencia del médium. En la práctica de los encarnados, con todo, la presencia del médium, en ese caso, sirve apenas como «canal» de los fluidos espirituales.
El pase mixto, que es el predominante en nuestro medio, cuenta con la participación fluídica tanto de los Espíritus como de los médiums. Este pase también recibe el nombre de mediúmnico por algunos espíritas, en virtud de la presencia espiritual manifiesta en el fenómeno por su derramamiento fluídico, el cual, a veces, se da de forma muy ostensiva, e indebida, a través de la psicofonia.


También podríamos hablar del pase de limpieza y el de restauración.
El pase de limpieza es aquel donde se retiran los fluidos pesados, nocivos y deletéreos del paciente, para a continuación dispensar los pases de restauración, donde se renovarán las energías del paciente, así como el desbloqueo de los Centros de Fuerzas o Centro Vitales, para buscar la mayor eficacia del pase o fluidos emanados.

¿Quién da y Quién recibe?

«Como Cristo y los Apóstoles, como los santos, los profetas y los magos, todos nosotros podemos imponer las manos y curar, si tenemos amor a nuestros semejantes y el deseo ardiente de aliviarlos.» Palabras de León Denís.

No se necesita una mediumnidad ostensiva para ser pasista; es esencial «querer» ayudar a nuestros semejantes. Aunque hay que reconocer lo esencial de la instrucción y la moral del médium pasista: sin esos requisitos, no será fructífera la labor a realizar.
«Si por un lado, tenemos que reconocer la seriedad del trabajo de los pases, que nos requiere estudio especializado, tanto de la Doctrina, y esfuerzo laborioso para el gran trabajo, podemos estar tranquilos al vincularnos a la tarea de los pases, pues ‘Los orientadores de la Espiritualidad buscan compañeros no esclavos. Si un médium pasista se propone ayudar en el Centro Espírita a sus semejantes, se hace necesaria una valorización de sus hábitos, costumbres y vicios psíquicos, si los hubiera. Ejemplo: Un pasista se encuentra en su casa comiendo una excelente comida, pero con demasiados condimentos y picantes, regada con un buen vino y coronada por un buen cigarro. Terminada la comida, el pasista tiene que ir al Centro a realizar sus tareas. Envuelto en el humo del cigarro y con la barriga llena, saturado de alimentos, emanando vapores del alcohol ingerido, ¿estaría en condiciones de dar unos pases? Si eliminamos la comida, ¿seguiría estando en condiciones? Aún nos queda el exceso de vino y el cigarro, ¿cuándo estaría el pasista en condiciones?


«Y dijo Pedro: No tengo plata ni oro; mas lo que tengo esto te doy. En nombre de Jesús-Cristo, el Nazareno, levántate y anda.»
Hechos de los Apóstoles 3:6


El paciente, a veces, sufre de un proceso obsesivo, lo que le hace sentirse enfermo y débil, porque su supuesto verdugo, en la mayoría de los casos, es implacable; aún no conoce la palabra perdón, por lo tanto, también está en calidad de enfermo, lo que le hace paciente del pasista, recibiendo ayuda indirecta, a la vez que su víctima es ayudada, reforzando ésta, poco a poco, la moral, la voluntad y la disciplina, aprendiendo a perdonar también, una vez que conoce el proceso que le envuelve a sí mismo. De ese modo podrá romper las cadenas que le tienen atado a su verdugo-enfermo.


En muchos Centros no se dan los pases de igual forma e incluso, contradictorios, ¿por qué será esto? Pues precisamente por la falta de información que hay acerca de este tema. En los países de habla hispana, mucho más, ya que la mayor información, se da en la literatura de libros en el idioma portugués. Ya que esos libros están ahí, nos hemos servido de ellos, para recabar suficiente información que nos ayude a todos a conseguir más y mejor información, para poder de ese modo, facilitar la labor de los pases y su mejor aplicación.
Las manos tienen una gran importancia en los fenómenos mediúmnicos, y no sólo en las curas.
Vamos a consultar de nuevo a Jacob Melo: «Las manos como verdaderos «polos» emisores de fluidos, sobresalen de las demás partes del cuerpo humano, aunque reconozcamos el hecho de ser también sensiblemente importantes otras extremidades físicas, así como ocurre con algunos orificios fisiológicos – posición largamente demostrada en los fenómenos de ectoplasmia -, sin hablar específicamente de los atributos de los ojos. Pero, incluso llevándose en consideración toda esa variedad de puntos emisores de fluidos, no podemos subestimar ni disminuir la importancia de las manos, revelando, con todo, el ascendente de la mente que es, en definitiva, el verdadero director de todo proceso fluídico.»
Son las manos las mejores herramientas de liberación de fluidos.
Una regla muy importante: debemos tener en cuenta el sentido de las manos en relación al pase sobre el cuerpo del paciente; esto es: de arriba para abajo. De la cabeza a los pies. En caso contrario, se provocará una congestión fluídica, de consecuencias graves o desagradables.


Nos dice Jacob Melo que, » En cuanto a la cuestión de la congestión fluídica, recordemos que los centros de fuerza son estructuras especializadas del periespíritu para recibir las energías de que carecemos y hacerlas fluir para él como un todo, bien como para expeler las propias emanaciones que se estabilizan en el doble etérico y en el aura. Los fluidos, alcanzando las zonas periespirituales, vía centros de fuerza (que son teóricamente, externos a los plexos), alcanzan el cuerpo físico a través del funcionamiento de éstos.»
Cuando el pasista retira los fluidos deletéreos, los abandona para que los Espíritus responsables de la tarea del pase, puedan hacer la consiguiente transformación, debido a que nosotros no estamos en un grado evolutivo elevado para podernos encargar de esa tarea.


En nuestro día a día, y sin tener un comportamiento negativo, necesariamente, vamos recogiendo toda clase de fluidos de los propios encarnados y de los desencarnados que nos rodean, al entrar en sintonía con ellos, siendo como es, que los Espíritus enfermos, perturbados, materialistas y livianos, son los que están más cerca de nosotros; por consecuencia, es fácil sintonizar con esos Espíritus, y absorber sus emanaciones mentales y espirituales, lo que nos provoca un cúmulo de fluidos que podíamos denominar de groseros o pesados. 

(Libro, Orientación al Pase Espírita)

(Tomado de la Rev. de la F.E.E.)


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El otro lado del camino

La muerte no es nada. Sólo he pasado para el otro lado del camino. Yo soy yo, vosotros sois vosotros. Lo que fui para vosotros, seguiré siendo. Darme el nombre que siempre me habéis dado, hablad conmigo como siempre lo habéis hecho. Vosotros seguís viviendo en el mundo de las criaturas, yo estoy viviendo en el mundo del Creador. No uséis un tono solemne o triste, continuad riendo de lo que nos hacía reír juntos. Rezad, sonreíd, pensad en mí. Rezad por mí. Que mi nombre sea pronunciado como siempre lo ha sido, sin ningún énfasis, sin ningún rastro de sombra o tristeza.

La vida significa todo lo que siempre ha significado, el hilo no ha sido cortado. ¿Por qué estaría yo fuera de vuestros pensamientos, ahora que estoy apenas fuera de vuestras vidas? No estoy lejos, sólo estoy al otro lado del camino… Tú que ahí te quedaste, sigue adelante. La vida sigue siendo hermosa y bella como siempre lo ha sido.                                                                                                                                            *   *   *                                                                                                                                                    Ojalá pudiéramos todos despedirnos de otra jornada en el mundo físico, con la cabeza alta, sin remordimientos, sin miedos, e incluso dejando un rastro de esperanza para los que permanecen. Ojalá tuviéramos todos esa idea clara de que no estaremos lejos, sólo al otro lado del camino. Ojalá pudiéramos mantener el vínculo con quien se fue, no el vínculo que conserva, que retiene, sino el que sostiene la conexión del corazón, que hace que quien se fue primero se sienta tranquilo, sin preocuparse por los que se quedaron. Ojalá entendiéramos que cada uno tiene su propio camino y por grande que sea nuestro amor, el otro no fue hecho para vivir para siempre atado a nosotros.

El amor no encadena, por el contrario, libera, da alas, brinda oportunidades, desea y trabaja por el bien del otro. Y cuando el tiempo del otro termine aquí en la Tierra, nuestra alma debería inundarse de felicidad. Eso no nos impide sentir la ausencia, tardar en acostumbrarnos a vivir más lejos de quien, ciertamente, compartió toda una encarnación con nosotros. Eso no nos impide sufrir. El sufrimiento es parte de la vida, del crecimiento del Espíritu y de su proceso de concienciación moral.

Sigamos en frente de todos modos. Nuestro tiempo vendrá. Y lo más increíble de todo eso, es que nunca sabemos cuándo. Por eso es importante estar siempre preparado, dejando la casa del alma en orden, organizada, nada fuera de lugar, nada pendiente que hacer o resolver en el supuesto mañana. Pronto estaremos del otro lado y seguiremos caminando, porque el camino es largo, continuo y lleno de logros, en ambos lados. Cuanto más lejos estemos, más fuertes y dispuestos estaremos. Cada paso dado nos hace más completos, más felices. Los que están al otro lado del camino siguen nuestro andar con afecto y, a veces, programándose para regresar, porque el ir y venir es la ley universal.

Un día todavía nos preguntaremos: ¿cuál es el verdadero otro lado del camino?

Redacción del Momento Espírita, basado en un extracto del sermón Muerte del Rey de los Terrores, de Henry Scott Holland, pronunciado durante el funeral del Rey Eduardo VII.


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Ley de Vibración y Afinidad 2

La Ley de vibración contiene en sí una fuerza de atracción hacia toda manifestación de energía análoga y semejante. Por ello, podemos considerar que en esa ley de vibración están comprendidas ciertas fuerzas de atracción, por afinidad; ya que demostrado está en el campo de la física y de la química, y del psiquismo, que cada cosa atrae a sus semejantes.

Así como en el campo de la física, de la química y de la biología cada cosa atrae a su semejante, en el orden psíquico y espiritual rige la misma ley: Ley de Atracción por afinidad.

Toda persona medianamente observadora notará que en las relaciones humanas siente atracción hacia ciertas personas y repulsión hacia otras. Ello se debe a que, en el primer caso, hay un cierto grado de afinidad, por lo que se establece una corriente vibratoria de atracción y simpatía, o sea que vibran en una misma o análoga sintonía vibratoria: no así en el segundo. En el primero se atraen, en el segundo se repelen.

Y esto es ley en todos los aspectos de vida manifestada, conocida como Ley de Atracción y Ley de Afinidad. Lo semejante se atrae, lo desemejante se repele. Esto nos aclara ese enigma de las simpatías y antipatías.

Necesario es tener bien presente que, cuando pensamos estamos vibrando, estamos emitiendo ondas-pensamiento, que son tan reales como las ondas eléctricas, las ondas de luz, sonido y otras; y que esas vibraciones tienen una fuerza de atracción hacia nosotros, de aquello que pensamos, sentimos y deseamos. Por ello, muy necesario es vigilar nuestros deseos, sentimientos y pensamientos.

Cada persona va conformando su vibración peculiar. Los sentimientos, pensamientos y deseos de cada persona, van conformando su vibración característica y que, por ley de atracción y por afinidad, atrae hacia sí vibraciones análogas que intensifican y acrecientan la propia vibración o sintonía vibratoria. Así mismo, cada grupo familiar, cada agrupación humana, cada pueblo y nación va conformando la vibración o sintonía vibratoria en concordancia con las actuaciones del conjunto, resultantes de sus deseos, sentimientos y pensamientos, y que conforman sus características.

Así, conociendo este principio o concepto de verdad, contenido en esta Ley de Vibración, llegaremos a la conclusión de la necesidad de vigilar nuestros deseos, sentimientos y pensamientos que, como vamos conociendo, son vibraciones con un alto grado de atracción por afinidad. Y cuando una persona siente deseos no dignos o alimenta sentimientos ruines, está atrayendo (por afinidad) otras vibraciones similares emanadas de seres del mal, está atrayendo hacia sí entidades negativas que presionarán sobre su mente humana, induciendo a cometer errores y acciones de mal. Y con esa conducta practicada por muchas personas ignorantes de las leyes de la Vida, van uniéndose a esas fuerzas negativas invisibles que, al pasar al Más Allá, sin protección, caen víctimas de esas fuerzas malignas (los demonios a que se refieren algunas iglesias) con los consiguientes tormentos y atraso evolutivo.

El desconocimiento de estas y otras verdades es el que ha llevado a la humanidad al estado de desarmonía y desorden en que se halla. De suma importancia es mantenerse en una tónica vibratoria de sentimientos, pensamientos y deseos puros de amor hacia todos y hacia todo; ya que esta sintonía vibratoria ayudará a establecer contacto con los Reinos Espirituales, Superiores de armonía y felicidad, porque vibran en amor.

Además, atraerá a nosotros el amor y afecto de los demás y de personas vibrando en la misma sintonía, todo lo cual contribuirá a hacernos la vida humana más agradable y a un más rápido progreso y evolución.

  Sebastian de Arauco.- ( Tomado de la Rev. Amor,Paz y Caridad)

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                  PRIMERA COMUNICACIÓN 

MEDIÚMNICA DE FRANCISCO CÁNDIDO

 XAVIER

Estoy aquí, y a través de estas palabras sencillas, vengo al encuentro de todos ustedes, con mucho cariño y reconocimiento en mi corazón de servidor siempre agradecido.

Dirigiéndome a la querida familia espírita de nuestra inolvidable Pedro Leopoldo, con el permiso de Jesús, me dirijo también a todos los integrantes de la querida e inmensa familia espírita que, desde nuestro amado Brasil, se extiende por otros países.

   Mis hermanos: les agradezco por todo el cariño que siempre me dispensaron, al lado de nuestros Benefactores Espirituales, para que consiguiese llevar adelante el compromiso abrazado.

    Loado sea Dios que os colocó en mi camino, para que frente a los obstáculos no desmayase en la lucha que evidentemente ha de proseguir para todos nosotros, para mayor honra y gloria de Aquel que nos compete servir, invariablemente.            


   Perdónenme si en este momento, la emoción toma mi corazón por entero y no sepa que decirles con exactitud.

   Comparezco aquí, esta mañana, en la misma condición de aquellos compañeros que me antecedieron en la palabra y, sinceramente, no me reconozco merecedor de cualquier privilegio en relación a ellos o a ustedes, que continúan y deben continuar esforzándose para proseguir con el ideal que abrazamos, en nuestra Doctrina de Amor y Paz.

   Unámonos y procuremos servir mejor a los propósitos del Evangelio, operando nuestra propia renovación, combatiendo las imperfecciones que aún nos identifican y que tantas veces nos inducen a cometer mayores equívocos en el cumplimiento del deber.

   ¡En verdad, la obra que realizaron los Amigos Espirituales por mi intermedio, no pertenece a ellos mismos y mucho menos a mí, que prosigo desde este Otro Lado de la Vida considerándome en la condición de un cisco!. La tarea que iniciamos en la Doctrina pertenece al Señor y para ejecutarla con la debida fidelidad, necesitamos dejar de lado el personalismo, y no tomar el camino de la polémica inútil.

    No nos dispersemos, gastando energías espirituales que deberán ser consumidas en las tareas que prosiguen bajo nuestra responsabilidad.

   ¡ Perdónenme, si escribiéndoles en este instante, no consigo dejar de ser el Chico que siempre fui- o que a fin de cuentas sigo siendo- para ser el espíritu fantásticamente iluminado que los amigos siempre me supusieron por bondad de ellos, y no por méritos que en verdad, yo nunca tuve y prosigo sin tener!. En mí, aun después de la desencarnación, continúan subsistiendo muchos rasgos de sombras y me reconozco muy distante de la condición que los amigos me colocan.

   Si el Señor así lo consiente, no aspiro a nada, sino a dar secuencia al humilde trabajo que el Espiritismo, en la revivificación del Evangelio, nos posibilita a favor de todos nuestros hermanos de Humanidad.

   Créanme que en esta hora les escribo sin ninguna preocupación y espero, sinceramente lo espero, que mis palabras no ocasionen mayores contiendas y no nos induzcan al olvido de nuestras obligaciones fundamentales.

   Jamás sería capaz de silenciar o de considerarme un espíritu diferente a tantos otros- a pesar de mi total desvalía- pues siempre estaré a disposición de aquellos que necesiten una palabra de ánimo y de compañerismo, a fin de que no se tornen frágiles en la vivencia del ideal.

   Queridos hermanos y hermanas, les dejo mi abrazo fraternal y mi alegría por sentirme aún integrado a todos, en la Causa que nos es común y que, sin duda, nos merece y nos merecerá siempre el mejor esfuerzo y la mayor devoción.

   Es imposible que en este primer contacto logre dar muestras más intensas de todas las emociones que me poseen el espíritu en forma de gratitud y reconocimiento a la familia espírita de Brasil, de la que me hice eternamente deudor.

   Con mi  añoranza, mi inmensa añoranza de todos los días, soy el hermano y servidor siempre agradecido, el menor entre todos los servidores de nuestra Causa, siempre vuestro

                                                                                                                                                Chico Xavier

( Mensaje psicografiado por el médium Carlos A. Baccelli, en reunión pública del día 22 de Junio de 2003, en la sede del Centro Espírita "Bezerra de Menezes", en la ciudad de Pedro Leopoldo, Minas Gerais- Brasil)

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