1- Reflexión sobre la traición
2.- Reconocimientos en el Más Allá
3.- La Beneficencia
4.- Algunas sugerencias útiles durante la vida
5.- Reencarnación Extraterrestre
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REFLEXIÓN SOBRE LA TRAICIÓN
La traición es muy negativa, tanto para la persona que traiciona como para quien también es traicionado. La traición es la esencia de la pérdida de confianza entre dos personas. ¿Pero qué tiene que ver la traición y el Espiritismo? Vamos a mostrar algunos ejemplos de las consecuencias de esos actos.
Ante todo, es preciso aclarar que existen diversas formas de traición: es posible traicionar a un marido o a una esposa, una novia, un padre, un hijo o incluso un compañero de trabajo. Como dijimos arriba, la traición es la pérdida de confianza entre dos personas, o incluso entre un grupo de personas, en el caso de un ambiente familiar o de trabajo. Para este texto, nos vamos a quedar sólo en el caso de la infidelidad conyugal.
El dolor de la traición es tan fuerte en las personas, que puede perdurar más de una encarnación, generando daños de largo alcance. La literatura espírita está repleta de casos sobre el asunto, cuando el dolor y el daño de la traición sobrepasan la vida del infiel e impactan en su vida, y la de la persona que fue traicionada, en las encarnaciones que están por venir.
El precio de algunos momentos de placer (que quizás ni sean compensadores) es muy alto. Es dolor para quien traiciona, para quien es traicionado y para las demás personas implicadas. En el caso del adulterio entre personas casadas, son familias enteras pagando el precio de una irresponsabilidad nacida de un deseo carnal, sin contar las consecuencias futuras. Es muy probable que la traición deje secuelas por sanar después del desencarne.
La traición conyugal deja claro nuestra condición moral precaria, nuestra estrechez espiritual. Perdonar es conceder una nueva oportunidad.
Si la persona traicionada y la vida te concedió una nueva oportunidad, aprovecha para reparar todo el mal que causó, pues Chico Xavier ya decía: “Me quedo triste cuando alguien me ofende, pero, con seguridad, estaría más triste si yo fuese el ofensor… Dañar a alguien es terrible”.
Espíritu / Joana de Ângelis.
Médium / Divaldo Franco
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RECONOCIMIENTOS EN EL MÁS ALLÁ
285 – ¿Se conocen los Espíritus por haber vivido juntos en la Tierra? ¿Reconoce el hijo al padre y el amigo a su amigo?
– Sí, y así de generación en generación.
– ¿Cómo se reconocen en el mundo de los Espíritus los hombres que se conocieron en la Tierra?
– Vemos nuestra vida pasada y leemos en ella como en un libro, y viendo el pasado de nuestros amigos y de nuestros enemigos, vemos su paso de la vida a la muerte.
286 – Dejando el alma sus despojos mortales, ¿ve inmediatamente a sus parientes y amigos que la precedieron en el mundo de los Espíritus?
– Inmediatamente no es siempre la palabra; pues como os dijimos, necesita cierto tiempo para reconocerse y sacudir el velo material.
287 – ¿Cómo es acogida el alma a su regreso al mundo de los Espíritus?
– La del justo, como a un hermano muy amado, a quien de mucho tiempo se esperaba; la del perverso, como un ser que se equivocó.
288 – ¿Qué sentimiento experimenta un Espíritu impuro cuando llega otro Espíritu malo?
– Los perversos quedan satisfechos en ver seres semejantes privados de la dicha infinita; como sobre la Tierra, un bellaco entre sus iguales.
289 – ¿Salen a veces a nuestro encuentro nuestros parientes y amigos, cuando dejamos la Tierra?
– Sí, salen al encuentro del alma que estiman; la felicitan como al regreso de un viaje, si se libró de los peligros del camino, y la ayudan a desprenderse de los lazos corporales. Es un privilegio para los buenos Espíritus cuando los que estiman vienen a su encuentro,al paso que es un castigo para el impuro el que permanezca en el aislamiento, o rodeado únicamente por los que le son semejantes.
290 – ¿Los parientes y amigos se reúnen siempre después de la muerte?
– Esto depende de su elevación y del camino que siguen para su progreso. Si uno está más adelantado y camina más aprisa que el otro, no podrán estar juntos; podrán verse a veces, pero sólo podrán estar reunidos para siempre cuando puedan alcanzar la igualdad en la perfección. Así la privación de ver a sus parientes y amigos es a veces un castigo.
ALLAN KARDEC.
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La Beneficencia
Esta misma palabra ya nos
indica que tiene que ver con “beneficio”, un beneficio dado a los demás y por
ende, a nosotros mismos, pues la Ley de Consecuencias nunca deja de funcionar,
tanto en lo malo como en lo bueno.
Muchas veces se ha confundido el concepto de caridad con
el de limosna. Dar limosna no siempre es caridad, pues cuando con este acto
puede humillar a quien recibe nuestro donativo, o cuando se hace por quedar
bien ante los demás o incluso por engañar a nuestra propia conciencia, para
hacernos sentir bien por ello y hasta creernos merecedores de una recompensa
futura, eso no es caridad, o si lo es resulta bastante desnaturalizada y con
bastante menos valor que cuando conseguimos comprender y practicar la caridad
en su pureza, con total altruismo y desinterés.
Es tan simple y a veces
tan complejo como cuando solo se quiere beneficiar sin herir a nadie, y esto se hace por amor o
por compasión, que es la puerta de entrada a la beneficiencia caritativa.
La beneficiencia
conlleva el desinterés, el amor, el altruismo, y en definitiva, el Amor con mayúsculas;
un amor reflejo del Amor Divino al que
todos tenemos acceso cuando depuramos nuestra alma de las cosas mundanas y de
los egoísmos, pues cualquier egoísmo,
sea en la modalidad que sea, es el gran oponente de cualquier caridad o de beneficiencia para con el prójimo.
Somos todos en general,
todavía muy egoístas en tantas ocasiones; aun cuando comprendemos estas cosas.
¡ Pero qué difícil es despojar el alma de las pasiones que nos atan a este
mundo y no nos dejan libertad para actuar y ser como en el fondo quisiéramos, tal
y como lo comprendemos ya.¡; ¡ Cuanto camino nos queda aún por andar y que
pequeños somos todavía espiritualmente hablando!.
Nos falta Amor,
beneficiencia, disposición al bien y caridad, cuando hacemos discriminación en
nuestras simpatías hacia las personas que juzgamos con un nivel superior con
respecto a otras, ya sea en lo moral, lo social, lo económico, lo cultural,
etc. Por ello, aunque lo más fácil es dejarnos llevar por la ley de afinidad y
por la admiración, simpatizándonos e inclinándonos para ayudar o atender mayormente a los que sintonizan con nosotros,
debiéramos comprender que precisamente aquellos que sentimos más diferentes o
alejados de nuestras posturas, son precisamente aquellos que más necesitan de
nuestra benevolencia y caridad, debiéndolos mirar con simpatía, porque muchas
veces cuando se les presta atención y cariño, descubrimos en ellos cualidades y
valores de los que nosotros mismos carecemos.
Que cada uno sea
caritativo y benevolente con los demás hasta donde realmente le sea posible.
Que no juzguemos a los
demás con severidad, porque de ese mismo modo seremos juzgados, al ver la paja
en el ojo ajeno antes que la viga en el nuestro. Esto significa tapar sus
defectos o errores, en vez de señalarlos.
Que cuando demos algo material, lo hagamos del
modo como nos indicó Jesús: que nuestra mano izquierda no conozca lo que hizo
la derecha; esto es, sin ostentación de ninguna clase, de modo que a ser
posible, solo Dios y nosotros conozcamos el hecho, que deberá pasar lo más
desapercibido posible para los demás, y en especial a quien nuestra acción beneficia de algún modo.
Que cuando demos de lo
material, no sea de lo que nos sobra, sino incluso de lo que nos falta a
nosotros mismos, aunque esto es difícil de llevar a la práctica, pues muchas
veces los intereses materiales,
personales o familiares hacen
contrapunto con lo que en el fondo nos
dicta la conciencia en cuanto y como nos debiéramos de entregar, o en cual
debería ser la medida de nuestra generosidad.
No debemos olvidar que cuando nacemos en este
mundo no venimos con nada material salvo el propio cuerpo , y que cuando nos vayamos lo haremos también sin llevarnos nada, salvo la conciencia de
los propios actos de la vida, por tanto
debemos considerar las cosas materiales
que poseemos, entre las que se incluye el dinero, como un préstamo que nos hace Dios para que
se lo administremos, beneficiando con él a otros hermanos que lo puedan
necesitar más que nosotros mismos y que moralmente tienen tanto derecho a él
como nosotros. Cuando regresemos al mundo espiritual, solo llevaremos como
equipaje valioso, la conciencia del bien hecho con estas cosas que vamos a
dejar en la Tierra porque ya no nos pertenecerán más, ni tan siquiera nuestro
propio cuerpo físico.
Y sobre todo, que Dios
nos de lucidez y fuerza espiritual para ser capaces de actuar según los
dictados de nuestro corazón y nuestra conciencia, que en el camino de este
conocimiento espiritual verdadero, conforme avanzamos más en él, cada vez crece
más y se hace mayor, haciéndose también mayor nuestra propia conciencia en cuanto a la dimensión y
trascendencia de nuestros actos, y por lo tanto
en cuanto a nuestra responsabilidad espiritual ante el Padre.
Ya por último, propongo
tras estas consideraciones, que todos nos marquemos unos objetivos y unas
metas: Vamos a esforzarnos más en conquistar y en depurar, aspectos como la
generosidad, el altruismo, la humildad y en definitiva, la Caridad.
. Jose Luis Martín-
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Algunas medidas simples pueden sernos útiles en el transcurso de nuestra vida, precisamente porque la vida es simple;nosotros la complicamos con nuestra ignorancia.
Enunciamos aquí algunos conceptos que pueden ayudarnos a reflexionar acerca de la felicidad,
a) Aceptarse a sí mismo. De acuerdo con el Psicoanálisis, tenemos dos Yo: el real y el ideal. El real es el que de hecho somos, y el ideal es el que nos gustaría ser, el que muchas veces fingimos ser. Los deseos del yo ideal llevan a la persona a una incomodidad interior e incluso al sufrimiento. La paz es fruto de la aproximación de ambos Yo. La mayoría de las veces las personas descubrirán sus cualidades y comprenderán que nadie es perfecto y que los demás también tienen virtudes y defectos. Por consiguiente, acepta el cuerpo con el que has nacido; cada uno tiene la reencarnación que merece. Acepta a tu familia, ella es tu trampolín al futuro.
b)Diferenciarse de los otros. No te escandalices por el comportamiento ajeno; cada uno ocupa un escalón del progreso. Cada uno tiene cosas que mejorar. No te perturbes con las críticas, porque incluso Jesús fue criticado. Analízalas con serenidad, pero libérate de ellas.
c) Incluye el buen humor en tu vida. Aun en situaciones difíciles e imprevistas, aprende a poner una pizca de buen humor; esto distenderá la situación. Las investigaciones médicas revelan que "alegría equivale a prolongar la vida" .
En cierta ocasión estábamos esperando a varios matrimonios para comer en mi casa, cuando el piso de la cocina se rompió y no había tiempo para repararlo, Mi esposa estaba muy apenada además de preocupada. Me puse a reír de aquella situación y ella me peguntó por qué me reía si aquello era serio. Le contesté que era fácil solucionar el problema, bastaba con " colocar una alfombra sobre la parte rota del piso". Cuando los matrimonios llegaron nos reíamos con complicidad cada vez que pasábamos por encima de la alfombra. ¡ Pon una pizca de buen humor en tu vida, porque problemas siempre hemos de tener!. Lo importante es no permitir que nos superen . En el grupo de estudios que yo coordinaba, había una señora de 91 años, de nombre Ondina. Siempre sonriente ella era la más alegre del grupo. Le pregunté el secreto para llegar a esa edad y viajar sola en omnibús por Porto Alegre para participar en nuestros estudios.Simplemente respondió: "Trabajo y alegría". El trabajo impide que la herrumbre se instale en el cuerpo y la alegría impide que la herrumbre se instale en el alma.
- Jasón de Camargo- (Educación de los sentimientos)
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- Jose Luis Martín -
- Jasón de Camargo- (Educación de los sentimientos)
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Reencarnación Extraterrestre
Las Leyes Naturales son al mismo tiempo
Leyes Cósmicas, o sea, que afectan a todos los mundos del Cosmos, y la
reencarnación es una de ellas, necesaria para que se lleve a cabo la Ley de
Evolución Espiritual.
Todos los seres de la Naturaleza
reencarnan, y ahí entran no solamente los humanos y todas las especies de seres
vivos de este planeta, sino también todos los seres vivos extraterrestres, con
un cuerpo material, que existen en los incontables mundos físicos que circulan
en medio de las infinitas galaxias existentes en el espacio estelar. Los que ya
no vuelven a reencarnarnar más por imperativo de la Ley de Consecuencias, o por
necesidad moral, son aquellos que viven en mundos prácticamente inmateriales,
porque ya se han depurado y perfeccionado en los ciclos reencarnatorios
pasados. Todos ellos están sujetos, como nosotros, a la Ley General de
Evolución, y esta, como ya se ha dicho, en las primeras etapas evolutivas del
Espíritu, se realiza en los mundos materiales, por lo que necesitan todos ellos revestir en cada
existencia un cuerpo material de acuerdo a la clase de naturaleza física y de materia
que predomine en cada mundo; esto, como ya se ha dicho, se lleva a cabo con el
funcionamiento de la ley de la Reencarnación, por cuanto, cada uno normalmente
en su orbe, está sujeto a ciclos de las
vidas sucesivas en la materia.
Esto no implica el
que los seres espirituales tengan que permanecer eternamente vinculados a su
mundo, pues cuando han alcanzado toda la madurez que ese mundo de determinado
nivel les podría proporcionar, necesitan proseguir su caminar evolutivo en otro
mundo diferente de grado superior al último dejado, y así transcurren
sucesivamente los ciclos de la vida.
Se comprende, por
tanto, que el Ser espiritual humano no está eternamente ligado a la Tierra,
porque cuando haya adquirido todo cuanto este mundo le podía ofrecer para su
máxima evolución y aprendizaje en él, ya deja de tener objeto su continuidad
evolutiva aquí, por lo que necesariamente se tiene que desligar de la
psicoesfera terrestre y se une a la psicoesfera de otro mundo físico o
espiritual un grado más evolucionado acorde con su propia evolución, en el que
podrá proseguir su continuo progreso.
Solamente en el caso
de espíritus malvados recalcitrantes, esta evolución atascada en su normal
avance, puede ser necesario que la continúe en otros mundos inferiores a la
Tierra, en los que además de purgar sus faltas y de asimilar aquello que aquí
se les resiste, ayuden con su presencia, por lo adquirido aquí anteriormente, a
evolucionar y a mejorar a otros seres de ese mundo, más atrasado que el nuestro, y por ello con mayor
necesidad de seguir avanzando, con ayuda de estos “maestros circunstanciales”,
que les aportan una experiencia que les vendrá bien para aprender a elevarse y
crecer por sí mismos .
Hay gentes ingenuas que
se han forjado una idea de la evolución y de la reencarnación a su medida,
porque, cansadas por haber tenido una vida dificil, caen en el error de creer
que una vez finalizada la necesidad de reencarnar en la Tierra, en estos casos dichas
personas piensan que ellas ya no tendrán que
volver jamás aquí pues ya se sienten suficientemente cansadas de la vida y se creen lo suficientemente maduras, creyendo
que la ley de consecuencias ya no actuará mas sobre ellas porque ya lo tienen
todo saldado, aprendido y superado, creyendo que después su Ser va a quedar
eternamente fijado en un mundo espiritual descansando, como si ya hubiese
alcanzado una perfección absoluta como Dios mismo, o esperan quedar como
flotando felizmente en medio de la nada ( o sea, también descansando ). Pero
esto no es así, no comprenden que la
Tierra es como un aula de un grado o de un nivel evolutivo medio bajo,
pero que cuando se ha superado este curso, no se terminó la carrera, sino que
nos esperan después nuevas aulas en donde seguir aprendiendo y evolucionando
eternamente, y esas nuevas aulas son esos otros mundos de mayor grado evolutivo
que la Tierra, en los que deberemos matricularnos para seguir aprendiendo
encarnados en medio de la práctica de la convivencia con los demás seres que lo
habiten, semejantes a él, para seguir creciendo en Amor , altruismo,
compañerismo, etc.
Existen muchos
mundos con el mismo grado de nivel evolutivo, en los que viven y evolucionan
multitudes de Seres encarnados y desencarnados que se encuentran en su
psicoesfera por tener la misma sintonía vibratoria y de afinidad dentro del
nivel común de evolución en esos mundos, así como por estar temporalmente
ligado a ellos por lazos establecidos con la ley de Consecuencias; estas
circunstancias hacen que los mundos sean accesibles solamente a los Seres que
los deben de habitar, según sea el grado de evolución alcanzado, como también
lo son para Seres espirituales de una evolución superior que a veces acceden a
ellos o los visitan por alguna misión de ayuda evolutiva,( tal como supone la
visita del médico en casa del enfermo, al que ayuda a recuperar la salud, pero
después se aleja de allí). Este ejemplo de la visita del médico, es válida para
comprender el papel de los Mesías o
Enviados.
Así no solamente los
humanos reencarnaremos en la Tierra o los seres extraterrestres en su
correspondiente casa planetaria, sino también después, en otras superiores
moradas, pues llegará el momento en que todos ( ellos también), nos tendremos
que trasladar a otros mundos mejores y más adelantados, aunque eso solo será
cuando realmente ya no nos quede nada por aprender o por equilibrar en este
taller de aprendizaje que es el mundo donde estamos ahora.
- Jose Luis Martín -
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