lunes, 17 de agosto de 2020

Ayudando

   INQUIETUDES  ESPÍRITAS
1.- Estudios y aprendizajes en el Más Allá
2.- Sentir a Dios sin verle
3.- Pensamientos que nos podrían ayudar a entender mejor la vida
4.- Obsesión y Posesión
5.- Ayudando







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 ESTUDIOS Y APRENDIZAJES EN EL MÁS ALLÁ
En el mundo espíritual también se aprende a través de clases nos dice un espíritu xxx que está próximo a reencarnar, todo esto para nuestra reeducación, alternándose con el de moral establecida por el insigne maestro Nazareno. Uno de ellos trataba de la ciencia universal, cuyos rudimentos nos dieron a conocer, dos años después de iniciados en el curso de Moral Cristiana, a través de estudios profundos, análisis tan penosos como sublimes. Y en estos análisis se incluía la necesidad de estudiarnos a nosotros mismos, aprendiendo a conocernos íntimamente . Se efectuaban exámenes personales delicados con detalles penosos para nuestro Orgullo y vanidad, pasiones dañinas que nos habían ayudado en la caída hacia el abismo al mismo tiempo que, siendo las clases mixtas, adquiríamos la doble enseñanza de analizar también el carácter, la conciencia, el alma en fin, de nuestros hermanos y hermanas de infortunio, lo que nos proporcionaba un valioso conocimiento del alma humana.

-Walter Ibañez-

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  SENTIR A DIOS SIN VERLE

      Tal y como nos describe Eben Alexander en su libro “La prueba del cielo” y su experiencia cercana a la muerte, el momento de la desencarnación no es, en general, traumático: él lo describe como estar en un túnel negro y al mismo tiempo lleno de luz. Aunque parezca que haya contradicción, no la hay en absoluto; creo que no hay mejor forma de expresar la presencia de Dios, sin verle, en esos momentos decisivos para el ser humano. La luz se produce en el espíritu al sentir Su presencia, mientras que el periespíritu, al ser semimaterial, queda en la oscuridad; sin embargo, sabe que Dios está en él y con él.
    Se tiene miedo a la muerte porque se la considera eso, muerte, es decir, el final de todo; la oscuridad total; la nada; y eso en el mejor de los casos, pues en nuestra cultura, alimentada por las diversas religiones, la muerte es considerada como la entrada en un mundo de tinieblas en donde nos esperan crueles castigos, a causa de nuestros pecados. Pero la muerte no es eso, porque la muerte no existe: es un tránsito; es dormirse en nuestro mundo material y despertar en el mundo espiritual.
      Ciertamente que ese despertar puede ser traumático, y aun doloroso; pero no es al “despertarse”, viene dado en el momento de “dormirse”. Vivimos a lo largo de nuestra existencia apegados al materialismo. Nuestro objetivo es la consecución de todo lo que pueda dar satisfacción a nuestros sentidos y que nunca conseguimos del todo, porque siempre queda algo más por alcanzar. El deseo no se agota, y así vamos cargando el alma o espíritu con la ambición más desmesurada; ambición por poseer dinero, riquezas; ambición de poder (político, religioso)…
    ¡Ah, el Poder! Y no somos felices porque la realidad es que nada de eso proporciona felicidad. Dios nos ha colocado en un hermoso planeta lleno de luz, en donde podríamos encontrar, con solo mirar su belleza, Paz y Sosiego para el alma y reposo para el cuerpo; pero no lo vemos porque estamos inmersos en una carrera desenfrenada para alcanzar una meta que tan solo es un espejismo, y cuando llega el momento de la partida, nos damos cuenta de que nada de lo que poseemos nos los podemos llevar, y nos aferramos a la vida porque nos aterroriza la idea de tener que dejarlo aquí; que otros gozarán de lo que es nuestro, de nuestras riquezas, y así, el espíritu entra en un estado de ansiedad y angustia que es lo que impide que el tránsito sea, como ya se ha dicho, sereno y tranquilo: dormir en Paz y despertare a la Luz.
     Sabemos lo que está bien y lo que está mal: tenemos libre albedrío y, de acuerdo con nuestra conciencia, deberíamos ser conscientes de cómo actuar, porque utilizarlo mal, tanto para con los demás como para nosotros mismos, va sumiendo a nuestro espíritu en un pozo del que es muy difícil escapar.
       Sería bueno que todos reflexionáramos acerca de ello, e ir preparándonos para lo ineludible; despojando al alma de todo materialismo excesivo; deseando solo lo necesario y rechazando lo superfluo; y, llegado el momento, transitaremos por el túnel tranquilos, sintiendo que Dios está en nosotros y con nosotros.
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PENSAMIENTOS QUE NOS PUEDEN AYUDAR  A  ENTENDER MEJOR LA VIDA
 por el Dr. Brian Weiss
   El psiquiatra Brian Weiss es mundialmente conocido por llevar su carrera a un nivel bastante más espiritual que los demás de su tipo. Él ahonda en creencias como la reencarnación, la regresión de vidas pasadas, la progresión en vidas futuras y la supervivencia del alma humana después de la muerte. En todos sus libros plantea una visión de la vida esperanzadora y optimista, algo que definitivamente plasma en estas 15 citas.
1. “Nuestro cuerpo es sólo un vehículo mientras nuestra alma está en este mundo”
2. “Los objetivos son deshacerse de los pensamientos y las emociones negativos y descubrir la paz, la alegría y la felicidad interiores”
3. “El éxito se mide por su buen corazón, o ser una buena persona. El éxito no se define por la riqueza, poder o fama. Estos estados son de carácter temporal”

4. “Sé que hay un motivo para todo. Tal vez en el momento en que se produce un hecho no contamos con la penetración psicológica ni la previsión necesaria para comprender las razones, pero con tiempo y paciencia saldrán a la luz”
5. “Serás amado el día en que podrás mostrar tu debilidad sin que el otro se sirva de esto para afirmar su fuerza”
6. “El amor es el componente fundamental de la naturaleza que conecta y une todas las cosas, a todas las personas. El amor es más que un objetivo, más que un combustible, más que un ideal. El amor es nuestra naturaleza. Es nuestra esencia

7. “Usted no está aquí por accidente o por alguna casualidad de la naturaleza. Usted es un ser espiritual que aprende las lecciones de amor en esta escuela que llamamos tierra”
8. “El presente es el único momento en que podemos encontrar la felicidad y la alegría”
9. “En ocasiones, un alma aprende a amar tras convertirse en lo que más desprecia”

10. “La felicidad nace en el interior de las personas. No depende de cosas externas o de otra gente. Cuando nuestra sensación de seguridad y felicidad depende del comportamiento y los actos de los demás, nos volvemos vulnerables y podemos sufrir con facilidad. Nunca le des tu poder a nadie.”
11. “El verdadero amor propio no tiene por qué divulgarse o mostrarse en público. Es un estado interior, una fuerza, una felicidad: la seguridad”
12. “Cuando mires a lo ojos a otra persona, a quien sea, y veas tu propia alma reflejada, te darás cuenta de que has alcanzado otro nivel de conciencia”

13. “Los seres humanos tenemos muchas dimensiones, pero el tiempo no es como lo vemos, sino que se compone de lecciones que se van aprendiendo”
14. “En verdad, la felicidad arraiga en la sencillez. La tendencia al exceso en el pensamiento y en la acción disminuye la felicidad. El exceso nubla los valores básicos”.
15. “Ya está programado quiénes serán las personas más importantes que conoceremos, cuáles los reencuentros con almas gemelas y compañeros del alma, incluso los lugares en los que sucederán esos hechos”
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               OBSESIÓN Y POSESIÓN
    La obsesión es el dominio que los malos Espíritus ejercen sobre ciertas personas, con el propósito de someterlas y obligarlas a realizar lo que ellos desean por el solo placer que sienten en obrar el mal.
    Cuando un Espíritu, ya sea bueno o malo, quiere actuar sobre un individuo, lo envuelve con su periespíritu como si fuese una capa. Al combinarse los fluidos, los dos pensamientos y las dos voluntades se confunden, y el Espíritu puede servirse entonces de ese cuerpo como si fuera el suyo propio, haciéndolo obrar según sus deseos, así como hablar, escribir y dibujar.
     Si el Espíritu es bueno, su acción será dulce y bienhechora, sugiriendo la realización de buenas obras; si es malo, inspirará malos actos; si es perverso y diabólico, sojuzgará a la persona, paralizará hasta su voluntad y su juicio, a los que velará con su fluido, como se apaga el fuego con el agua; lo hará pensar, hablar, actuar como él lo desea, lo arrastrará a pesar suyo al ridículo y a la extravagancia; lo magnetizará, producirá un especie de catalepsia moral y el individuo devendrá un instrumento sin fuerzas para oponerse a su voluntad omnímoda.
     Tal es la causa de la obsesión, la fascinación y la subyugación en sus diversos grados.
     Cuando la subyugación llega al paroxismo se la denomina posesión. En ese estado, el individuo suele ser consciente de que hace el ridículo, pero es impulsado a obrar de ese modo como si un hombre más fuerte lo obligase a mover contra su voluntad sus brazos, piernas y lengua.
     Como los Espíritus existieron siempre, en todas las épocas ha habido quienes desempeñaron ese papel, dado que  éste está dentro del orden natural; la prueba de ello la encontramos en la gran cantidad de personas obsesas y poseídas que había cuando se ignoraba la existencia de los Espíritus, o el número de enfermos que existe hoy entre personas que nunca han oído hablar de Espiritismo ni de médiums. La acción de los Espíritus es espontánea. Los malos ocasionan innumerables perturbaciones morales y físicas que, por ignorancia de la verdadera causa, se atribuyeron a motivos erróneos. Los malos Espíritus son nuestros enemigos invisibles, tanto más peligrosos dado que no se observa su accionar. Al ponerlos al descubierto, el Espiritismo revela una nueva causa de ciertos males que asolan a la humanidad. Una vez conocida la causa, ya no se intentará combatir al mal con métodos inútiles: se buscarán otros más eficaces.   ¿Cómo se descubrió esa causa? Gracias a la mediumnidad, pues por ella esos enemigos ocultos se delataron.
     La mediumnidad nos reveló todo un mundo, así como el microscopio nos descubrió el mundo de los microorganismos. El Espiritismo no atrajo a los malos Espíritus, sino los puso al descubierto, digitó los medios para paralizar su acción y, en consecuencia, la manera de alejarlos. No trajo el mal, puesto que éste existió siempre; pero sí ha descubierto el remedio para combatirlo, revelando la causa. Una vez desvelada la acción del Mundo Invisible, se tendrá la clave de una infinidad de fenómenos incomprendidos. La ciencia, enriquecida por esta nueva ley, verá ampliarse sus perspectivas. ¿Cuándo ocurrirá esto? Cuando deje de profesar el materialismo, ya que el materialismo lo paraliza y le impone limitaciones infranqueables.
     Si los malos Espíritus obsesan y los buenos protegen, surgen inevitable un interrogante, ¿son acaso los malos Espíritus más poderosos que los buenos?
     Los buenos Espíritus no son más débiles; ocurre a veces que el médium no es lo suficientemente fuerte como para desembarazarse del fluido que lo oprime o para liberarse de los brazos que lo aprisionan, y entre los cuales es bueno decirlo hasta suele complacerse.  En tal caso, es lógico que el buen Espíritu no pueda ocupar ese lugar, si se prefiere al malo.
     Supongamos ahora que existe el deseo de liberarse de esa envoltura fluídica que penetró a la propia, así como un vestido impregnado de humedad: el deseo no bastará. La  voluntad sola no siempre es suficiente.
     Se trata de luchar contra un adversario. Ahora bien, cuando dos hombres luchan cuerpo a cuerpo, gana el más fuerte. Contra un Espíritu no se lucha cuerpo a cuerpo, sino Espíritu a Espíritu, y también, aquí, vence el más fuerte.  En este caso, la fuerza radicará en la autoridad que se tenga sobre el Espíritu y estará subordinada a la superioridad  moral.
     Esta superioridad moral es como el Sol que disipa las brumas con el calor de sus rayos.
     Esforzarse por ser bueno, y mejor, si ya se es  bueno, purificarse, elevarse moralmente tanto como podamos, ése es el único camino para obligar a los Espíritus inferiores a apartase; de otra forma se burlarán de vuestras órdenes.

El Libro de los Médiums.
Allan kardec.

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AYUDANDO
André Luiz
Usted no siempre tendrá lo que desea, pero mientras esté ayudando a los otros encontrará los recursos que precise.
No se marginalice. Trabaje.
No reclame. Disculpe.
No se lastime. Avance.
No complique. Simplifique.
Cada cual de nosotros, sea donde sea, está siempre construyendo la vida que desea.
Del libro “Agenda de luz”
Médium Francisco Cándido Xavier

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