jueves, 27 de agosto de 2020

Los deseos

  INQUIETUDES  ESPÍRITAS

1.- Los incentivos de San Agustín 

  Frase del Libro de los Espíritus 

 2.Moral espírita                     

3.- Los deseos                                                                           

4.- Reencarnación y misericordia infinita


                                                        

                                                                                                                                                                                                                                             *******************************



                                                                         

         LOS INCENTIVOS DE SAN AGUSTÍN

Tened confianza en la bondad de Dios, y sed bastante perspicaces para comprender los preparativos de la nueva vida que os destina. Verdad es que no os será dado gozar de ella en esta existencia, ¿pero no seréis felices, sino volvéis a vivir en este globo, considerando desde arriba la obra que habréis empezado y que se desarrollará a vuestros ojos?

Estad animados por una fe firme y sin vacilar contra los obstáculos que parece deber levantarse contra el edificio cuyos cimientos ponéis.  Las bases sobre las cuales se apoya son sólidas: Cristo puso la primera piedra.
¡Ánimo, pues, arquitectos del Divino Maestro! Trabajad, edificad. Dios coronará vuestra obra. Pero no olvidéis que Cristo desconoce a cualquiera de sus discípulos que sólo tenga la caridad en los labios; no basta creer, sobre todo es menester dar ejemplo de bondad, de benevolencia y de desinterés, sin esto, vuestra fe será estéril para vosotros.
San Agustín.
Allan Kardec
Extraído del libro "El libro de los médiums"


                      ****************


                            

  FRASE DEL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS :

"Recuerda que los Espíritus buenos solo dispensan asistencia a los que sirven a Dios con humildad y desinterés, y que repudian a todo aquel que busca en la senda del Cielo un trampolín para conquistar las cosas de la Tierra; ellos se apartan del orgulloso y del ambicioso."

Autor: Buenos Espíritus                                                                       

Fuente: El Libro de los Espíritus


                                                                      ****************************


                                

27-8-2020

        MORAL ESPIRITA

Los adversarios del Espiritismo -que, de acuerdo con la regla más antigua, no lo conocen- acostumbran decir que no tenemos un sistema de moral. Eso, cuando no nos acusan simplemente de inmoralidad. La respuesta nuestra es la Codificación Doctrinaria. Y en ella, además de las Leyes Morales de El Libro de los Espíritus, ese código del más puro espíritu cristiano, que es El Evangelio según el Espiritismo.

Miguel Vives menciona este último, en su trabajo sobre las reglas de la vida espírita. Mucho más que eso, sin embargo, nos enseña cómo aplicar los principios evangélicos a una conducta espírita. La moral espírita resplandece en estas páginas, en toda su pureza cristiana. Quien lea este libro, y aplique a la vida sus principios, hará en sí mismo aquella reforma que, para Kardec, es la única y verdadera característica del verdadero espírita. Vives, entretanto, no es un teórico. El declara, enseguida, en la primera línea: No soy escritor, pero soy médium.

Para los legos, eso no tendrá un significado mayor. Para los espíritas, entre tanto, eso quiere decir que Vives está escribiendo sobre cuestiones que enfrentó en la vida, sobre problemas que vivió. En eso está el mayor valor de este libro. El nos da el ejemplo de la vivencia espírita. Fundador del Centro Espírita Fraternidad Humana, de Tarrasa, Miguel Vives lo presidió durante treinta años. Ejerció la mediumnidad y militó en la propaganda doctrinaria. Desde que se volvió espírita, su vida se convirtió en un apostolado. Muchas de sus páginas nos recuerdan la figura del apóstol Pablo: son páginas epistolares, dirigidas a las asambleas cristianas de los primeros tiempos.

En otras, él es el oscuro y humilde Ananías, que a través de la oración y del pase arranca las escamas de los ojos de Pablo. La moral espírita, como la del cristianismo primitivo, no se constituye apenas de preceptos, de reglas, ni de principios normativos. Hay una técnica moral, que se fundamenta en el conocimiento de las leyes morales. Vives compara la salud física a la salud moral, para mostrar que somos criaturas sujetas a influencias de dos especies: las que provienen del medio físico y las que provienen del medio espiritual. Indica como las influencias psíquicas nos envuelven, y cómo penetran nuestra mente, cómo invaden nuestro psiquismo, como dominan a nuestro espíritu.

Y enseña cómo enfrentarlas, soportarlas y vencerlas. Hoy, más que nunca, este librito de Miguel Vives precisa ser leído y releído, estudiado, cargado en el bolsillo, para consultas constantes. A la manera del propio Cristo, que para él es siempre «Señor y Maestro», el autor de esta Guía nos ofrece la regla moral y el ejemplo de la práctica moral. Él mismo es un modelo de lo que enseña. Indícanos el Modelo Supremo, que es Jesús -como El Libro de los Espíritus nos lo indica- mas ayúdanos también con su propio ejemplo. Vemos aquí, a través de la vida del autor, cómo el espírita debe enfrentar sus problemas, en todas las circunstancias de la existencia.

Extraído del libro "Guía practico para la vida espirita"
Miguel Vives

                                                                          ************************




                                                                               
                                                
          LOS DESEOS      

          Los deseos se encuentran entre los párrafos más destacados de la Doctrina Budista, porque están estrechamente ligados a los sufrimientos humanos. Buda llegó al punto se aseverar que "la magnitud de tus dolores es igual a la intensidad de tus deseos". En efecto, en el momento de esbozar un deseo realizamos una operación mental que suscita apego y cuanto mayor sea ese apego más intensa será la ansiedad interior.
     El sentimiento de posesión encadena el alma al objeto del apego. En lz vida práctica no podemos eliminar por completo nuestros deseos, pero sin duda podemos fijarles límites. Eso es lo que Kardec afirma en el capítulo V. item 4 de El Evangelio según el Espiritismo: "Cuantas personas se han arruinado por falta de orden. de perseverancia, por un mal  proceder, por no haber sabido poner límites a sus deseos". Trazar límites a los deseos significa aplicarlos conscientemente en aspiraciones que dignifiquen al ser humano. Es establecer ideales accesibles, evitando las tentaciones megalomaníacas que contaminan a las almas desprevenidas.
    Cuántos son los padres que padecen con desesperación porque desean que sus hijos sean esto o aquello, y si no lo son aparece el sufrimiento- Esa ligazón,- deseo y sufrimiento-, habla de la vida contemporánea,porque estamos infestados de deseos: "quiero un auto nuevo", "quiero una mansión", "me gustaría ver a mi hijo graduado". "deseo que mi esposa sea mejor", "anhelo hacer viajes", y así sucesivamente. Es un mar de deseos. Deseamos a toda hora, y eso nos conduce a insatisfacciones internas, sobre todo cuando no somos satisfechos, lo que sucede la mayoría de las veces. El libre fluir de la mente optimista abre claros naturales en la dirección de las conquistas, y el flujo de paz brota de la mente pura, exenta de pensamientos de posesión.
     Mencionaremos seguidamente algunos aspectos relacionados con los deseos y sus consecuencias:
     a) Egoísmo ; los deseos se orogonan en el egoísmo; el egoísmo produce apego, ambición, competición, comparación, placer, dolor, ilusión, desilusión, rabia. celos, etc.
     b) Rabia; la rabia proviene de los deseos no satisfechos. Cuando nuestros deseos no son satisfechos crece una insatisfacción interna que adopta el aspecto de la rabia. Eso observamos en un padre cuando desea alguna cosa de su hijo y este no le presta atención, o cuando deseamos afecto y no lo recibimos.
   c) Memoria: los deseos profundos dejan sus marcas en la mente y pueden prolongarse a otras encarnaciones, dando origen a encarnaciones futuras. 
   d)Expansión de los deseos; la multiplicación de los deseos, crea un velo sobre el corazón, que le quita la paz. De ese modo os transformamos nuestra vida en una carga y no vemos más que sufrimiento a nuestro alrededor. Expandir los deseos equivale a multiplicar los dolores.
        
    Los deseos son una carga muy pesada para transportarla, y por lo general solo nos acarrean sufrimientos. Si analizamos el párrafo que relaciona el egoísmo con los deseos, identificaremos una gran cantidad de elementos negativos, ocultos en el velo de los deseos:

- El apego excesivo : a las personas. a los bienes materiales, a los cargos, etc, crea la prisión mental del individuo al objeto de su apego.
- Ambición: "esto es mío", "yo quiero esto". El yo predomina en la conquista de posesiones
  y el sujeto desea acumular más y más, con su egoísmo exacerbado.
-Competencia :Las personas son atraídas sutilmente, al camino de una competencia egoísta y encubierta, dirigido por los deseos ocultos de la mente condicionada a los valores materiales de la vida. En la sociedad actual, lo que más se ve es la competición desenfrenada y salvaje para venderse más, para obtener mayores lucros o acceder a los poderes temporales de la Tierra.
- Comparación: Los individuos comienzan a comparar lo que poseen, con lo que tienen los demás, ya sea en cuanto a belleza, automóviles, propiedades, cargos sociales, etc. Esa comparación los trasladan al terrible escalón de la envidia, la inseguridad, o la baja autoestima. Entonces por el exceso de deseos de lo  que le falta para alcanzar al otro, no valora lo que tiene. Entra en un proceso de sufrimiento íntimo debido a la ansiedad que ello despierta en su psiquis.
-Desilusión: Cuantas veces nos ganamos una desilusión a causa de nuestros deseos no satisfechos, sea en el área afectiva o en alguna otra. Deseamos una cosa y sucede otra. El dolor aparece como consecuencia de esa desilusión.
- Celos: Muchas veces los delos tienen un componente de posesión y de deseos no satisfechos, originando las emociones del miedo, la tristeza y la rabia.

Trazar un límite a los deseos nos tranquiliza interiormente, porque reduce la angustia de la expectativa y de los demás elementos que acompañan a la carga del egoísmo. No sin razón Buda alertaba de que "la magnitud de nuestros dolores es igual a la intensidad de nuestros deseos". Cuanto más intenso sea el deseo, mayor es el sufrimiento del individuo. La paz brotará en la mente satisfecha, alegre, pura, donde ya no queden huellas de los anhelos egoístas que aún se multiplican en nuestra psiquis. Permanezcamos con Kardec, que nos estimula a fijar límites a los deseos para que desaparezcan las aflicciones de nuestra casa mental.

- Jasón de Camargo (Educación de los sentimientos)

                                                   ************************


    REENCARNACIÓN Y MISERICORDIA INFINITA

                            

La misericordia infinita de Dios es una gran verdad. Y es uno de los atributos más importantes de Dios, porque Dios también es amor infinito. Pero, sin la reencarnación, sería finito.

Hay personas que creen que los espíritus se crean en el acto de la concepción, pero esto va en contra de la Biblia (Jeremías 1: 5). Los estudios avanzados sobre este tema, como los de científicos, filósofos y teólogos espiritistas, también discrepan de esta idea. Y muchos cristianos incluso tienen miedo de hablar de espíritus. ¿Cómo, entonces, entender a los espíritus? Y también hay quienes piensan que Dios no necesita crear nuevos espíritus. Sea necesario o no, cuando Él quiere, los crea.                                                                                        Y, cuando Dios creó el espíritu de Adán, lo que es una metáfora de la creación de la humanidad por Dios, Adán un día murió. Pero su espíritu inmortal no. Por tanto él quedó libre para continuar siendo todavía, un hombre o un espíritu encarnado en un nuevo cuerpo humano, en sustitución del que volvió al polvo de donde vino. En otras palabras, el espíritu humano fue creado para vivir encarnado aquí en la Tierra, por algún tiempo. Si Adán fue creado para vivir encarnado aquí, en la Tierra, esto significa que si él perdió su cuerpo, tendría que tener otro en sustitución. Esto supone que el espíritu tiene asimismo que reencarnar, ¿ Ser hombre, ¿hasta cuando?Solamente Dios lo sabe, pues Él sabe el destino de cada ser humano. Y Dios ya creó al hombre con uno de los mayores instintos, el de de la Ley de Reproducción o de conservación de la especie. ¡Significa esto  que hay espíritus para reencarnar!, pues cuerpos nuevos para las reencarnaciones no faltan. ¡ Ellos surgen hasta sin la voluntad de los padres!, Y la Bíblia dice: "creced y multiplicaos". Además, muchas veces, los espíritus vienen de encarnaciones en otros mundos, pues en la casa del Padre hay muchas moradas; esta es el universo, y hay billones de espíritus esperando la oportunidad de reencarnar.                                                                                                                                        Dios creó el cuerpo de Adán del polvo, de la arcilla, dándole un espíritu inmortal para encarnar en él. Y en sentido figurado, el espíritu vino de un soplo de Dios en la nariz de Adán.                                                                                                                                                 Jesús siempre nos presentó a Dios como su Padre y el de todos nosotros. Y esta verdad se acentúa no solo en la Biblia, sino también en otras Sagradas Escrituras. En la parábola del hijo pródigo, Jesús presenta al padre de este hijo derrochador como una figura del Dios Padre de infinita bondad y misericordia. En esta parábola, más tarde, el hijo entró en sí mismo, sintiendo el peso del gran error que había cometido y, apesadumbrado, decidió volver con su padre, pero esperando ser humillado por él. Y, sin embargo, fue recibido con una fiesta y un banquete. Este amable padre de Jesús representa al Dios Padre de infinita misericordia. ¡Pero sería finito, si no hubiera reencarnación, porque no habría nuevas oportunidades para la regeneración de los niños tan amados por Dios!

- José Reis Chaves 

                                                        ******************



No hay comentarios: