1.- Hechos que prueban 2.-Nos hizo hombre y mujer 3.-El caminar de los Espíritus 4.-Los Ángeles en la Biblia 5.- Buenas semillas, buenos frutos
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Nos hizo hombre y mujer…
Vamos a considerar aquí cual es el papel de la mujer en sus diversas vertientes dentro de la sociedad. En estos tiempos tan convulsos es fácil confundir la verdadera función de la mujer dentro del engranaje social en el que hoy nos encontramos. Empezaremos reflexionando por qué eligió únicamente dos sexos para crear la humanidad. ¿Por qué Dios ha hecho al ser humano como varón y mujer?
…Y Dios vio que era buena toda la creación realizada por Él, creando al hombre para que mandara sobre ella, y creó al hombre a su imagen, y los creó macho y hembra. Dios formó, pues, al hombre del lodo de la tierra y a la mujer de una costilla del hombre (Gn.1:26-27).
La mujer formada de una costilla de Adán es una alegoría, aparentemente pueril si se la toma al pie de la letra, aunque profunda en cuanto al sentido. Tiene por finalidad mostrar que la mujer es de la misma naturaleza que el hombre y, por consiguiente, es igual a este ante Dios, y no una criatura aparte, hecha para ser sojuzgada y tratada como un ilota. Al considerarla salida de la propia carne del hombre, la imagen de igualdad es más significativa que si hubiera sido formada por separado del mismo lodo. Equivale a decirle al hombre que ella es su igual y no su esclava, que él debe amarla como a una parte de sí mismo (La Génesis, Cap. XII, ítem 11).
Desde el principio de la creación Dios formó dos humanos iguales pero distintos. ¿Y por qué quiso Dios que el ser humano se expresase de dos modos distintos y complementarios? Para que se apoyaran en sus características diferentes. Esto significa que, aunque el comportamiento de ambos pueda ser igual, la forma de entender la vida es distinta, por lo que se complementan y la mujer ayuda al hombre en sus carencias, al igual que el hombre ayuda a la mujer en las suyas. Por lo cual están destinados a vivir el uno para el otro, solidariamente. Tienen la misma naturaleza, pero la manifiestan de modos distintos y recíprocos.
En el Libro de los Espíritus podemos leer ¿Tienen sexo los Espíritus? – No, en el sentido en que vosotros lo entendéis, por cuanto los sexos dependen del organismo. Hay entre ellos amor y simpatía, pero basados en la afinidad de sentimientos.
La sexualidad humana, en cambio, significa una indudable predisposición hacia el otro. Y se manifiesta en las relaciones que se establecen entre los hombres y mujeres, dando sentido a la vida del ser humano. Hemos sido creados para dar y recibir Amor. Y ese amor también difiere en la forma en que se da: el varón se muestra hacia el exterior, hacia fuera, siendo su mundo el social, mientras que la mujer se descubre a los demás hacia dentro, siendo su mundo el familiar, por lo que es mucho más profundo y se basa en la aceptación. Por lo tanto, la manera femenina de darse es diferente a la del varón y a la vez complementaria, pues cobija al varón en su amor.
822. Dado que los hombres son iguales ante la ley de Dios, ¿deben serlo también ante la ley de los hombres? (Libro de los Espíritus). “Es el primer principio de la justicia: no hagáis a los otros lo que no querríais que os hicieran”.
[822a] – Según esto, para que una legislación sea perfectamente justa, ¿debe consagrar la igualdad de derechos del hombre y la mujer? “De derechos, sí. De funciones, no. Es necesario que cada uno tenga un lugar determinado. Ocúpese el hombre de lo exterior y la mujer de lo interior, cada cual según sus aptitudes. La ley humana, para ser equitativa, debe consagrar la igualdad de derechos del hombre y la mujer. Todo privilegio concedido a uno solamente, es contrario a la justicia. La emancipación de la mujer es acorde al progreso de la civilización. Su esclavitud va a la par de la barbarie. Por otra parte, los sexos solo existen en la organización física. Dado que los Espíritus pueden adoptar uno u otro sexo, no hay diferencia entre ellos en ese aspecto y, por consiguiente, deben gozar de los mismos derechos”.
- Cuando se es Espíritu ¿se prefiere encarnar en el cuerpo de un hombre o en el de una mujer? (Libro de los Espíritus). – Esto importa poco al Espíritu. Depende de las pruebas por las que tenga que pasar.
Los Espíritus encarnan en hombres o mujeres, pues no poseen sexo. Como deben progresar en todos sentidos, cada sexo, así como cada posición social, les ofrece pruebas y deberes particulares y la ocasión de cosechar experiencias. El que hubiera sido siempre hombre solo sabría lo que saben los hombres.
Sabemos que los espíritus no tienen sexo, Dios los crea sencillos e ignorantes, y para llegar a ser perfectos tienen que progresar en todo, por lo que encarnar en uno u otro género les permite pasar por pruebas y deberes que son concretos y particulares de cada sexo. Todo ello les ayuda a perfeccionarse y esto se consigue con la asimilación de las pruebas que se van viviendo en las sucesivas encarnaciones; creados con las mismas cualidades para trabajar, aprender, estudiar, desarrollar, perfeccionarse y progresar tanto en inteligencia como en sentimientos. Puesto que si siempre se naciera en un sexo de los dos, se desconocería toda la riqueza de experiencias y sabiduría que podría proporcionar el otro sexo. Esto supondría no llegar nunca a la perfección.
Desde el principio de los tiempos, el hombre necesitó desarrollar la fuerza y el vigor para dominar el ambiente hostil que le rodeaba, por lo que tuvo que desarrollar la inteligencia para poder sacar los recursos necesarios que le permitieran sobrevivir y, en consecuencia, mantener y proteger a los suyos. El desarrollo de la inteligencia colaboró en el surgimiento de la razón, y esta es la que siempre nos acompañará para distinguir lo que está bien de lo que está mal.
Las diferencias sexuales comprenden puntos fuertes y débiles que se han manifestado de diversas formas a lo largo de la Historia. La superioridad de la fuerza física ha provocado con frecuencia la prepotencia del varón y la infravaloración de la mujer.
Durante las primeras encarnaciones como mujer vive las experiencias iniciales teniendo una materia para albergar la creación de la vida; con el instinto de conservación que le proporciona la maternidad evita que la nueva vida que trae al mundo se frustre, lo que le permite ir desarrollando en su interior el sentimiento del amor y todos los valores que conlleva: fortaleza, ternura, comprensión, intuición… Por tanto, el encarnar como mujer la predispone al desarrollo de determinadas cualidades relacionadas con la generación de vida, de protección y conservación; le permite crecer a través del sentimiento.
En el Libro de los Espíritus encontramos respuesta a las diferencias existentes entre hombre y mujer.
- ¿Con qué objetivo la mujer es físicamente más débil que el hombre? “Para asignarle funciones particulares. El hombre es para los trabajos rudos, porque es más fuerte. La mujer, para los trabajos delicados. Y ambos lo son para ayudarse mutuamente a superar las pruebas de una vida llena de amarguras”.
También en las obras de Chico Xavier nos encontramos con lo siguiente: “…sabemos que la feminidad y la masculinidad constituyen características de las almas acentuadamente pasivas o francamente activas. Comprendemos, de esta manera, que en la variación de nuestras experiencias, adquirimos, gradualmente, cualidades divinas, como son la voluntad y la ternura, la fortaleza y la humildad, el poder y la delicadeza, la inteligencia y el sentimiento, la iniciativa y la intuición, la sabiduría y el amor, hasta que logremos el supremo equilibrio en Dios”. (En el Mundo Mayor, André Luiz, Francisco Cândido Xavier, Capítulo 11: Sexo).
El ir desarrollando todos esos valores marca la diferencia entre la sexualidad del hombre y de la mujer, pero no solo en el plano físico, sino sobre todo en el psicológico, capacitándolos de forma especial para la ejecución de variados trabajos en la vida familiar y social que los condiciona por lo que son; de manifestarse, de comunicarse con los que le rodean, de sentir y vivir el amor. Si fueran iguales en todo perderían su singularidad y el verdadero sentido complementario de uno para con el otro.
Gloria Quel- Amor, Paz y Caridad
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EL CAMINAR DE LOS ESPÍRITUS
¡Trabaja, ama y ora! ¡Cultiva tu inteligencia y tu corazón! Desarrolla tu conciencia, hazla más vasta, más sensible. Cada vida es un surco profundo de donde debes salir purificado, dispuesto para las futuras misiones, apto para trabajos cada vez más nobles, más grandes. Así, de esfera en esfera, de morada en morada, proseguirás tu carrera, adquiriendo fuerzas y facultades nuevas, unido a los seres que has amado y que han vivido y revivirán contigo.
¡Juntos evolucionaréis en común sobre la espiral de las existencias, en medio de maravillas insospechadas, pues el Universo, como tú mismo, se revela por el trabajo y desarrolla sus vivientes metamorfosis, ofreciendo goces, satisfacciones siempre crecientes y siempre renovadas a las aspiraciones y a los deseos puros del Espíritu!
LEÓN DENIS
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LOS ÁNGELES EN LA BÍBLIA
Ángeles para cristianos y judíos es un tema confuso. Mostraremos que los ángeles son espíritus humanos con un alto nivel de evolución y también que tanto ellos como los espíritus de los buenos o malos muertos se comunican con nosotros según el espiritismo y la Biblia.
Ángel griego es "aggelos" y significa "mensajero", "enviado" y "muchacho de oficina" del mundo espiritual para nosotros. Y debido a que es del mundo espiritual, se ha llegado a entender que es enviado por Dios, pero no directamente por Dios, ya que Él tiene su espíritu trabajando en su proyecto (Hebreos 1:14 y siguientes versículos). Y cada enviado del mundo espiritual es un espíritu, pero no todos los espíritus son enviados.
Los líderes protestantes y evangélicos evitan hablar de ángeles, precisamente porque los ángeles son espíritus. De hecho, no aceptan la doctrina católica de los ángeles guardianes. Y la Iglesia también tiene sus santos que son espíritus. Y algunas corrientes cristianas ni siquiera aceptan que los ángeles tengan libre albedrío.
La Biblia enseña que los espíritus angelicales y humanos fueron creados por Dios. La doctrina espírita, que es también una ciencia de observación estudiada y probada, incluso por científicos con Premio Nobel, es, por tanto, la que más comprende a los espíritus. Y también dice que los ángeles fueron creados por Dios. Pero, para ella, como hemos visto, como también son espíritus humanos muy evolucionados, también pueden ser de otros mundos. Y, como se sabe, hay grados de perfección entre los espíritus ya angélicos y los que aún son humanos. Algunos son más altos y otros menos. Lo más importante es que son espíritus, que son inteligentes y que por tanto son seres distintos a los materiales. Y dado que cada "enviado" en el mundo espiritual es un espíritu, es común entender "ángel" como un "espíritu", en lugar de "enviado".
Miremos un pasaje bíblico que nos muestra que un ángel es el mismo espíritu humano que ya ha evolucionado. San Pedro estaba en prisión y se esperaba que lo decapitaran. Pero escapó de la prisión con la ayuda de un ángel. Y cuando Pedro llegó al portón de la casa de María, madre de João Marcos, la criada Rode , que fue a abrir para él, se asustó, porque imaginó que ya estaba muerto. Y, al decirles a los dueños de la casa y visitantes que era Pedro, también se asustaron diciendo: "Debe ser su ángel". (Hechos 12:15). Y aquí tenemos dos sólidas pruebas bíblicas aceptadas por los primeros cristianos: que, para ellos, un ángel es en verdad un espíritu humano; y la otra es que tanto los ángeles como los espíritus de los muertos se comunican con nosotros. De hecho, cuando Moisés ( que no Dios) prohibió el contacto con los espíritus de los muertos, es porque ese contacto realmente existe, ¡porque no estaba loco por prohibir lo que no existe! - José Reig Chaves-
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BUENAS SEMILLAS, BUENOS FRUTOS
«El niño es la semilla que espera, el joven es el campo fecundo, el adulto es la cosecha en producción.
Según sea la calidad de la semilla, así será la cosecha.»
(Mensaje del Espíritu Amelia Rodrigues, en la obra Terapéutica de Urgencia, psicografiado por Divaldo Franco)
Con esta frase dimos comienzo a nuestra conferencia en el XX Congreso Espírita Nacional que se celebró en Calpe, Alicante. Dicha frase resume todo el contenido desarrollado con posterioridad y nos invita a la reflexión con respecto a la Educación de las nuevas generaciones y lo que la Doctrina Espírita puede aportarnos.
Siendo conscientes de estar viviendo el momento de la Gran Transición de nuestro hermoso planeta hacia un mundo de Regeneración, más justo, más bello, más amable,
estamos siendo invitados en cada momento para colaborar en que ese proceso transformador se haga de la manera más dulce, más natural posible. Y ese cambio solamente es posible a través de la Educación, de manera que el progreso tecnológico e intelectual, innegable, sea acompañado también de un verdadero cambio moral de sus habitantes, de todos nosotros y de todos aquellos que volverán a habitar nuestra hermosa morada.
Los niños y jóvenes representan un fecundo campo de cultivo al tratarse de Espíritus que regresan para una nueva experiencia en el plano físico. Ellos ya existían antes en algún lugar, tienen una biografía personal, traen vivencias y experiencias, y aquí vuelven para revivir, no para vivir. ¡Están, por lo tanto, renaciendo y no apenas naciendo!
Como ser espiritual, el niño trae todo un bagaje acumulado a lo largo de su trayectoria evolutiva. Su destino es toda la perfección de la que es susceptible y, para ello, cuenta con el tiempo necesario, pues su esfuerzo de perfeccionamiento no se limita, tan sólo, a una existencia terrenal. En el cuerpo y fuera de él, da continuidad a su perfeccionamiento y a su andadura en la conquista de la felicidad.
La reencarnación es, por lo tanto, un proceso de reeducación del ser, pues retornamos niños a un hogar, a una familia, para ser reeducados; pues, como niño, el Espíritu está más accesible a recibir la orientación de los padres y educadores. Y, puesto que la principal finalidad de que el Espíritu tenga que nacer otra vez, es para volver a ser educado, las impresiones positivas que recibe durante la infancia pueden ser determinantes en su existencia actual e incluso en próximas vidas.
De ahí la importancia de la Educación, pues educar es preparar al ser humano para enfrentar todos los momentos y adversidades de la vida. Es el único medio de cultivar en el Espíritu del niño, desde su nacimiento, el entendimiento de la práctica de las buenas obras, la adquisición de la moral y del saber, para que alcance el crepúsculo físico consciente de sus conquistas espirituales, conociéndose a sí mismo y situándose en el Universo como colaborador de la Divinidad Suprema.
EL PAPEL DE LOS PADRES
La educación es una tarea esencialmente paternomaternal, de carácter intransferible e inalienable. Y si bien,los lazos de familia no se verifican por casualidad, el hogar debe ser el escenario donde el individuo pueda sentirse plenamente confiado, aceptado y amado, donde pueda exponer sus conflictos más íntimos con sinceridad, sin miedo de perder la comprensión de los familiares, donde pueda
desahogar sus problemas y dialogar con profundidad con los que le son afines. La familia tiene que ser el amparo de su auto-educación. El ejemplo edificante, el ambiente moral, las vibraciones amorosas del hogar serán determinantes en la existencia presente y en la vida inmortal.
ESPIRITISMO Y EDUCACIÓN
Doctrina eminentemente racional, el Espiritismo abre a la Humanidad una nueva vía y le descubre los horizontes del infinito. El Espiritismo dispone de vigorosos recursos para iluminar la educación con una filosofía que transpone todos los inmediatismos, que transciende todos los límites, que descubre los más amplios horizontes, que atiende a los más nobles intereses, y que posee un ideal capaz de impulsar el verdadero progreso. Y dilatando las fronteras de la educación, al informar que ella ejerce función en los
dos planos de la vida, le apunta objetivos de gran alcance y valor moral.
Desde el punto de vista espírita, la educación no empieza en la cuna ni termina en el túmulo, sino que antecede al nacimiento y sucede a la muerte del cuerpo físico. Es la acción constante, ininterrumpida, la que ayuda a modificar a los seres, auxiliándolos en la escalada evolutiva, rumbo a
la perfección, en la estera infinita del tiempo.
En la Propuesta Espírita de la Educación, el desarrollo del Espíritu a través de las vidas sucesivas está visto como un curso escolar, con sus años de estudio. ... Y la Tierra es tratada como una escuela, donde las almas se matriculan para su perfeccionamiento, siendo El Libro de los Espíritus un manual de Educación Integral ofrecido para su formación moral y espiritual.
Es preciso que cuidemos del niño y del joven, plantas en proceso de crecimiento, aún moldeables y dirigibles hacia el bien mayor. Precisamos entender la Educación Espírita como la mejor contribución que puede ser ofrecida al espíritu encarnado en su proceso evolutivo.
CONTRIBUCIÓN DEL CENTRO ESPÍRITA A LA EDUCACIÓN
La educación del niño y del joven es la mejor forma de que el Centro Espírita realice la mayor de las finalidades del Espiritismo: transformar a todos los hombres en hombres de bien,visto que la Educación Infanto-Juvenil es una de las primeras actividades como base para la construcción moral del Mundo Nuevo.
El Centro Espírita es una escuela de almas y es imperativo que se reconozca en la educación de las almas la tarea de la más alta expresión en la actualidad de la Doctrina Espírita. «Alma», en la definición encontrada en El Libro de los Espíritus, es el «Espíritu encarnado». No existen referencias sobre la edad física. De la cuna al túmulo, todos somos espíritus reencarnados. La lógica, pues, nos dice que el Centro Espírita debe estar preparado para atender al ser humano en todas sus etapas de crecimiento del cuerpo físico, desde la infancia hasta la madurez.
Hay, entretanto, aún en El Libro de los Espíritus, una evidente preocupación de Allan Kardec y de los Espíritus Superiores en resaltar la importancia del periodo infantil en el estado reencarnatorio, y la función de la educación para la renovación moral de la Humanidad, que alcanza a encarnados y desencarnados. En el capítulo VII, Segunda Parte de la referida Obra Básica, cuando trata del retorno
del Espíritu a la vida corporal, son tratadas diversas cuestiones acerca de la infancia, de las tendencias innatas, de la influencia del organismo físico, del origen de las facultades morales e intelectuales, de la ley de afinidad y otros temas tocantes al periodo infantil, mostrando suficientemente cuán importante es el trabajo educacional junto al niño.
El Centro Espírita, consciente de su misión, debe emplear todos los esfuerzos no sólo para la creación de la Educación Espírita Infanto-Juvenil, sino también para su pleno funcionamiento, considerando su importancia en términos de formación moral de las nuevas generaciones y de preparación de los futuros obreros de la Casa y del Movimiento Espírita.
La misión del Centro Espírita no es formar adeptos,sino hombres y mujeres de bien, conscientes de sus derechos y de sus deberes como seres inmortales, co-creadores del Universo, que, posteriormente, cuando adultos, decidirán sus destinos y colaborarán para que nuestro planeta, Divina Escuela, sea un lugar mejor.
¡¡Tenemos una gran responsabilidad!!
- Valle García Bermejo-
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