viernes, 19 de mayo de 2023

Preexistencia y supervivencia del Espíritu

 INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.- Enriquece tu día

2.- Espíritus Guías y Protectores (V)

3.- Reflexiones sobre el Espiritismo

4.- Preexistencia y supervivencia del Espíritu

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ENRIQUECE TU DÍA
  Cada día es una reencarnación simbólica para nosotros, en el círculo de las luchas purificadoras de la Tierra.
  No te olvides de semejante verdad, si deseas realmente preparar el corazón para la vida imperecedera.
 No desperdicies la riqueza de los minutos en la indiferencia, en la terquedad, en el aislamiento o en la inercia.
   Cada vez que el sol reaparece en el horizonte, es posible mejorar el patrón de nuestro propio entendimiento con los familiares, auxiliar al prójimo con más seguridad, amparar la naturaleza con más alta comprensión.
   Hoy es una nueva oportunidad a fin de renovarnos, cuanto sea posible, para el infinito Bien.
   Planta un árbol amigo y, más tarde le recogerás el tesoro de bendiciones.
 Acepta al adversario de ayer, ofreciéndole simpatía y, en un futuro próximo, tendrás un hermano comprensivo y devoto.
  Utiliza, con provecho, el centavo de que disponemos, auxiliando al necesitado y, mañana, entrarás en la posesión de valores inesperados de la amistad y de la alegría.
 Sonríe con bondad y coopera, con más diligencia, en tu paisaje de servicio habitual, en los instantes de "ahora" y encontrarás compañeros, ricos de concurso fraternal en los días que vendrán.
   Las más bellas figuras geométricas comienzan en un punto simple.
  Las más conmovedoras sinfonías son iniciadas en pequeñas notas, aparentemente sin significación.
  Si pretendes un lugar en el banquete de la ciencia y de la fraternidad, del amor y de la sabiduría, comienza a estudiar y a servir, a comprender y a disculpar, a mentalizar el bien y a sublimar tu propio corazón, desde hoy.

(DEL LIBRO DE CHICO XAVIER “NACER Y RENACER”)

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 ESPÍRITUS GUÍAS Y PROTECTORES (V)

 ACTUACIÓN DE ESTOS ESPÍRITUS
 Cómo ayudan los protectores espirituales
                                

Michael Newton en su libro ya varias veces mencionado, “La Vida entre Vidas”, abunda en las informaciones que ha logrado extraer sobre la vida en el mundo espiritual con el concurso de sus pacientes. El tema de los guías espirituales está presente a lo largo de toda la obra, lo que da cuenta de la importancia que le otorgan los propios protagonistas de las experiencias. Entre las conclusiones que en torno a esta cuestión llega Newton, destaca que los guías siempre aparecen como una “fuerza creadora y afable… Son – añade - figuras indulgentes en nuestra existencia porque forman parte del cumplimiento de nuestro destino”.
Los seres espirituales ayudan a sus protegidos de diversas formas: apoyando en momentos de sufrimiento o abatimiento, ayudando en situaciones de peligro, alertando ante decisiones erróneas, ofreciendo aclaraciones y orientaciones en momentos de duda o confusión vía intuición u otras. La mayor parte de las veces, dicha ayuda es ejercida sin que los seres guiados sean conscientes de ella. Y mediante la realización de su tarea como protector, la propia entidad guía progresa o adelanta espiritualmente, es decir, evoluciona.
healerLa manera que tienen los guías espirituales de actuar es casi siempre velada o no ostensible pues, como enseñaron los espíritus a Kardec, si siempre tuviésemos la oportunidad de contar con la ayuda directa de ellos, no obraríamos por nosotros mismos y, en consecuencia, no evolucionaríamos, para lo cual necesitamos de la experiencia. Este asunto aparece tratado en la cuestión 501 de El Libro de los Espíritus:
“La acción de los espíritus que os quieren bien está siempre regulada de manera que no os anule el libre albedrío… No viendo quien le ampara, el hombre se confía a sus propias fuerzas. Sobre él, no obstante, vela su guía y de tiempo en tiempo le ayuda advirtiéndole del peligro”.
Se aportan informaciones adicionales en la cuestión 524 de la misma obra:
Esta acción de protección y guía velada se vale de los mecanismos psíquicos de la intuición y el presentimiento. Pero como en múltiples ocasiones hacemos oídos sordos a estas insinuaciones, también los guías usan de las personas que nos rodean para darnos consejos directos, a los que también en innumerables oportunidades nos negamos a aceptar. “Examine cada uno las diversas circunstancias felices o desgraciadas de su vida y verá que en muchas ocasiones recibió consejos que no aprovechó y que le habrían ahorrado muchos disgustos, si los hubiese escuchado”.
No nos engañemos, en nuestra situación de armonía o de sufrimiento, los únicos responsables somos, para bien o para mal, nosotros mismos.
Tampoco podemos pensar que un guía espiritual esté permanentemente al lado de su protegido como si fuera su sombra, pues hay muchos momentos en que no es necesaria su presencia. Estamos hablando más bien de una vinculación que nace de un compromiso, vinculación que incluso podrá tener sus expresiones bioenergéticas que determinan que ante una demanda de ayuda sincera de su protegido, el guía acuda espontáneamente en su socorro. Para el entendimiento más exacto de este mecanismo no hemos de olvidar que los parámetros que nos son habituales en el plano físico en cuanto a distancias, velocidades y tiempo no son aplicables a esas dimensiones sutiles de la naturaleza donde moran los seres espirituales.
 Cambio de Guías
El espíritu protector no queda fatalmente atado al ser que se le confió para guiar. Son frecuentes las ocasiones en que algunos espíritus dejan sus posiciones como protectores para desempeñar diversas tareas, con lo que se efectúa un cambio de guía.
 Alcance y limitaciones de las tareas de los guías espirituales
No podemos esperar de nuestro guía espiritual más que motivación, apoyo, aliento aviso, y en algunas ocasiones informaciones precisas de varias formas dentro de su cometido, pero jamás pretendamos que nos vayan a “sacar las castañas del fuego”, como se dice vulgarmente. Ellos nos estimulan para el crecimiento moral y espiritual, pero no se van a inmiscuir en las cosas mundanas o en nuestros negocios materiales, ellos no son nuestros asesores bursátiles ni sentimentales, nos nos van a decir el número que va a tocar en la lotería ni con quien nos vamos a casar… Las realizaciones materiales dependen de nuestro esfuerzo personal y son, acertadas o erróneas, de nuestra responsabilidad y campo de experimentación para nuestro propio progreso.
Igualmente, no creamos que todas nuestras lamentaciones serán atendidas por el guía, cuando en realidad muchas de ellas son estériles quejas nacidas de nuestra poca madurez o expresión de infantil rebeldía ante deseos insatisfechos. No esperemos, pues, que el guía aparte las dificultades materiales de nuestro camino,  ya que ellas forman parte de nuestro entrenamiento en la vida para aproximarnos paulatinamente a la madurez e iluminación espiritual. 
Dificultades en las tareas de los Guías
Puede darse el caso que un espíritu protector se aleje temporalmente a su protegido por mostrarse éste rebelde a sus consejos. Se aparta cuando ve que sus recomendaciones y sugerencias son inútiles y que más fuerte en su protegido es la decisión de abandonarse a la influencia de los espíritus inferiores. Pero este abandono no es completo y de alguna manera siempre se hace oír, acudiendo presto cuando se le llama con sinceridad.
Sobre esta cuestión Michael Newton en “La Vida entre Vidas”, señala:
“Nuestros profesores no se enfadan con nosotros hasta el punto de abandonarnos, pero si he notado que tienen una manera especial de hacerse difíciles de encontrar cuando sus alumnos irritados evitan enfrentarse con los problemas. Los guías quieren únicamente lo mejor para nosotros y a veces esto significa que deben permitir que soportemos cierto grado de dolor para alcanzar objetivos concretos. No pueden prestarnos ayuda si no estamos preparados para hacer los cambios necesarios con el fin de aprovechar todas las oportunidades que la vida nos ofrece”.
La entidad conocida como Ramatis, inspiradora de una serie de interesantes pero, quizás, desiguales obras, a través de la mediumnidad de brasileño Hercilio Maes, en el libro titulado “Mediumnismo”, contesta una pregunta referida al aparente abandono en que a veces algunos guías dejan a sus guiados, en este caso a determinados médiums, aunque la contestación es de aplicación general, como veremos:
Pregunta: Si la renuncia y el amor son los atributos de las almas angélicas, ¿por qué los espíritus benefactores y amigos se apartan de nosotros, en base a nuestra ignorancia, cuando nos comportamos en forma tonta e interesada, en el intercambio mediúmnico? Cuántas veces, nosotros, encarnados, toleramos las incongruencias, los pedidos interesados y absurdos de las personas, y sin embargo los atendemos en sus indagaciones frívolas, sin que las censuremos. ¿Qué os parece nuestra consideración?
Ramatís: Los espíritus buenos sirven a sus entes queridos y encarnados, ayudándolos a cargar con su fardo kármico durante la trayectoria física. Pero la bondad y el altruismo no deben incentivar la imprudencia y pretensión de atender a todos los intereses de sus simpatizantes encarnados, pues para ser útil, la mayoría de las veces debe estar amparada por la sabiduría.
Hay casos donde los guías, aunque se sientan contrariados en sus sentimientos, necesitan adoptar providencias drásticas contra sus protegidos, dejándolos a merced de sus propias experiencias dolorosas. Aunque se diga que es preferible la bondad sin la sabiduría, a veces la bondad puede volverse insensata y dar lugar a la indisciplina o confusión”.
Argumento en la misma dirección aparece en la cuestión 498 de El Libro de los Espíritus:
“Cuando un Espíritu protector deja que su protegido se extravíe en la vida, nos es porque no pueda luchar contra los espíritus maléficos, sino porque no quiere. Y no quiere porque de las pruebas sale su protegido más instruido y perfecto. Lo asiste siempre con sus consejos, dándoselos por medio de los buenos pensamientos que le inspira, pero que casi nunca son atendidos. La flaqueza, el descuido o el orgullo del hombre son exclusivamente lo que le da fuerza a los malos espíritus, cuyo poder viene del hecho de no oponérseles resistencia”.
Así pues, los protectores espirituales se apartan temporalmente de nosotros cuando hacemos malas elecciones para nuestras vidas desoyendo pertinazmente la voz interior, pero están dispuestos a reanudar su ayuda desde que les necesitemos de verdad y pidamos su asesoramiento.
De hecho, tal como nos asegura el mundo espiritual, los mayores obstáculos psíquicos que el hombre antepone a sus amigos y mentores de la espiritualidad, nacen en la falta de humildad sincera en los corazones para el examen de su propia situación.
( Continúa...)
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  REFLEXIONES SOBRE EL ESPIRITISMO
                                 

    Reconozco que la Doctrina Espírita, en cuanto a su esencialidad, puede ser apreciada de varias maneras. Parece evidente que nuestras características culturales y psicológicas son determinantes en la selección de lo que más nos sensibiliza, más acorde con nuestra naturaleza, merece. por lo tanto mención especial.                                                                                                                                                                                                                                                           Personalmente, me identifico con quienes ven en el Espiritismo, sobre todo, la ciencia que, interpretando racionalmente los fenómenos mediúmnicos, hizo del espíritu, por primera vez en la historia, el objeto central de sus investigaciones. Revelando la existencia del espíritu como “un ser concreto y circunscrito que, en ciertos casos, puede ser aprehendido por nuestros sentidos”, Kardec inicia una revolución conceptual que aún no ha sido valorada ni siquiera por los espíritas.                                                                                                                                Herculano Pires decía, quizás con un poco de presunción, que el Espiritismo es una síntesis conceptual del mundo moderno como lo fue el cristianismo del mundo greco-judeo-romano y el mosaísmo del mundo antiguo. A pesar del claro cristianocentrismo de esta afirmación, que no parece reconocer en la antigua cultura oriental más que un ensayo para el surgimiento del mosaísmo, es evidente la vocación de síntesis de aquel Espiritismo de Allan Kardec y Leon Denis. Vocación olvidada o desapercibida por la mayoría de los espíritas, especialmente en Brasil, que aceptaron la transformación del pensamiento espírita vigoroso y prometedor en una religión más. Este proceso sectario sacó al Espiritismo del campo abierto de los debates científicos y de las especulaciones filosóficas y lo aisló en los terrenos mal ventilados de las religiones y creencias.                                                                                                          La “religión espírita” tiene bastante éxito en Brasil, habiendo conquistado adeptos y admiradores, principalmente por sus realizaciones de carácter asistencial. Es una buena religión y sin duda sería mi elección si me obligaran a tener una religión. No nos engañemos, sin embargo, con esta simpatía que no tiene profundidad. También me conmueve el trabajo desinteresado de los profetas de diferentes religiones. Esto, sin embargo, no me arrastra hacia estas religiones ni cambia mi filosofía de vida. Y ahí radica una cuestión fundamental.                                                                                                                                                                                   Ya se ha dicho que el hombre moderno ya no quiere creer con los ojos cerrados, sino conocer con los ojos abiertos, es decir que el hombre ilustrado de nuestro tiempo sólo acepta modificar su filosofía, es decir, su concepción del hombre y del mundo. , a través de la argumentación científica y la filosofía robusta. Pues bien, el don espírita se destaca especialmente en estos ámbitos y, si se divulga inteligentemente, podría ser un valioso aliado en la búsqueda de la verdad, la libertad y la lucha contra el sufrimiento, fines comunes a todos los hombres.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                La consecuencia esencial del extraordinario diálogo de Kardec con los Espíritus fue revelar la existencia objetiva del mundo extrafísico o espiritual del cual nuestro mundo físico es un mero subsistema, desplazando así el eje de nuestras indagaciones filosóficas. Del hombre físico pasamos al hombre espiritual que trasciende al primero. Ahora bien, considerando fundamental la existencia de esta dimensión extrafísica, el Espiritismo afecta drásticamente la forma en que percibimos el mundo y a nosotros mismos.                                                                                                                                                                                                                   Esta visión espiritucéntrica y el “humanismo trascendental” que de ella deriva es el núcleo de la filosofía espírita. Es evidente su carácter renovador, revolucionario. Es como una brisa fresca en el desierto, pero es una doctrina de hombre a hombre y sólo puede ser lo que nosotros hagamos de ella.                                                                                                                                                                                                                                                                                                  - Maurice Herbert Jones - ( de CEPA ) 

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PREEXISTENCIA Y SUPERVIVENCIA DEL ESPÍRITU

" La cuna tiene un ayer, y la tumba tiene un mañana " ( Victor Hugo)


   El principio fundamental en que se basa el ideario espiritista, es la existencia del espíritu como elemento animador y organizador de la materia. El espíritu es el principio inteligente del Universo.

   Existimos antes de nacer y continuamos viviendo después de la muerte. Todos los seres vivientes están dinamizados por un ente psíquico, imperecedero. En los animales esa alma rudimentaria se manifiesta principalmente a través de los instintos y del raciocinio elemental; en los seres humanos es el asiento de la individualidad superior, en sus expresiones intelectuales, emotivas y volitivas, principio central de conciencia indestructible y perdurable que coexiste con el organismo corporal, siendo testigo inmutable de sus cambios. No es que tenemos un espíritu, somos un espíritu. Puesto que el organismo no es un individuo real sino su representación exterior, somos un espíritu con un cuerpo, no un cuerpo con un espíritu.

  El espíritu está envuelto por una estructura fluídica a la que Kardec denominó periespíritu y que actúa como un campo magnético en torno al cual se agregan las partículas de materia densa que constituyen el organismo físico.

  A pesar de las apariencias, millares de hombres y mujeres en todos los tiempos, han sentido germinar la noción maravillosa de la supervivencia, como una íntima y profunda protesta del principio esencial que vibra en ellos, su espíritu inmortal. Muchos de estos seres han encontrado el alimento de su ideal en la fe; otros  en la teorización especulativa, y ahora, gracias al Espiritismo, la humanidad puede llegar a esta certeza, por medio de la experimentación científica de los fenómenos.

  La existencia y supervivencia del principio espiritual, como lo que espera al ser humano después de su muerte, ha dejado, mediante el Espiritismo, de ser un problema de metafísica abstracta o un artículo de fe religiosa, para convertirse en un hecho concreto y positivo. Los teólogos de todas las religiones hicieron del alma una concepción tan abstracta, que en verdad, casi equivalía a negarla, y reaccionando contra esa absurda concepción, los pensadores materialistas creyeron cortar el nudo gordiano y decretaron la supresión del alma o espíritu, y transfirieron todas sus propiedades al cuerpo físico. Si bien Descartés expresó en su momento, con gran brillo y altura, la noción dualista que informa a todo espiritualismo en su esencia, llamando res extensa a la sustancia material y res cogitans al elemento espiritual, ha sido con el Espiritismo, en cuanto espiritualismo científico, que se ha establecido la existencia real, concreta y objetiva del espíritu.

  El insigne pensador espírita francés, Gustave Geley presentó su filosofía científica, idealista y dialéctica, respaldado sobre dos proposiciones capitales:

  1) Lo que hay de esencial en el Universo y en el individuo es un dinamopsiquismo único, primitivamente inconsciente, conteniendo en sí todas las potencialidades. Las apariencias diversas e innumerables de las cosas no son mas que sus representaciones.

2) El dinamopsiquismo esencial y creador, pasa por la evolución de lo inconsciente a lo consciente.

  Estas dos proposiciones reposan sobre los hechos. Pueden ser hoy objeto de una demostración precisa, en el individuo primero, y luego por una vasta inducción, pueden trasladarse hasta el Universo.

  El Espiritismo libera al hombre de la angustia de la muerte al darle el sentido de la inmortalidad, haciendo resaltar con claridad meridiana la excelsitud de los destinos humanos, en estados posteriores a la disgregación física.

- Jon Aizpúrua- ( Tratado de Espiritismo)

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