domingo, 10 de octubre de 2021

El Guía Espiritual

 INQUIETUDES  ESPÍRITAS

1.- Influencia del ejercicio de la mediumnidad sobre la salud y sobre el cerebro

2.- Influencia de la prensa en el proceso de identificación del adolescente.

3.- El Guía Espiritual

4.- ¿Por qué la Ciencia, generalmente, muestra rechazo por lo espiritual y lo paranormal?




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Influencia del ejercicio de la mediumnidad sobre la salud. –*Ídem sobre el cerebro. *


221.- 1. ¿La facultad mediúmnica es indicio de un estado patológico cualquiera o simplemente anómalo?

Anómalo algunas veces, pero no patológico; hay médiums de una salud robusta; los que están enfermos lo están por otras causas.

-2. ¿El ejercicio de la facultad mediúmnica puede ocasionar fatiga?

El ejercicio demasiado prolongado de cualquiera facultad causa fatiga; la mediumnidad está en el mismo caso principalmente la que se aplica a los efectos físicos; ocasiona necesariamente un gasto de fluido que produce la fatiga y se repara con el descanso.

3. ¿El ejercicio de la mediumnidad puede tener inconvenientes para sí mismo desde el punto de vista higiénico, abstracción hecha del abuso?

Hay casos en que es prudente y aun necesario el abstenerse240 ALLAN KARDEC de ese ejercicio, o al menos moderarlo; eso depende del estado físico y moral del médium. Por otra parte el médium lo conoce generalmente: cuando se fatiga debe abstenerse.

4. ¿Hay personas para las cuales este ejercicio tiene más inconvenientes que para otras?

He dicho que esto depende del estado físico y moral del médium. Hay personas que deben evitar toda causa de sobreexcitación, y esta es una de ella. (Números 188 y 194).

5. ¿La mediumnidad podría producir la locura?

Menos que cualquiera otra cosa, cuando no hay predisposición por la debilidad del cerebro. La mediumnidad no producirá la locura cuando el principio no existe; pero si el principio existe, lo que es fácil reconocer en el estado moral, el buen sentido dice que es menester usar de miramientos bajo todos los aspectos, porque toda causa de conmoción puede ser dañosa..

ALLAN KARDEC
EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS

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INFLUENCIA DE LA PRENSA EN EL PROCESO DE IDENTIFICACIÓN DEL ADOLESCENTE

                                                                  


En un mundo que, a cada instante,  presenta cambios significativos, el proceso de identificación del adolescente  se hace más desafiante, en razón de las diferencia de padrones éticos  y de comportamiento.

 Los modelos convencionales, vigentes, para el, son posibles de críticas, en razón del conformismo que predomina,  y aquellos que son presentados  traen muchos conflictos incrustados, que perturban la visión de la realidad, no siendo aceptados de inmediato.

Todo, en torno del joven, se caracteriza por medio de formas  de inquietudes e inseguridades.

En el hogar, las imposiciones de los padres,  no siempre equilibrados, direccionados por caprichos  e intereses, muchas veces, mezquinos,  impulsan al joven, desestructurado aun, para la convivencia con  colegas igualmente  inmaduros. En otras circunstancias, genitores irresponsables transfieren los deberes de educación a funcionarios remunerados, ignorando las necesidades  reales de los hijos,  y presentándose más  como proveedores de equipos y recursos  para la existencia,  que personas afectuosas e interesadas en su felicidad, dan margen a sentimientos  de rencor o de inmediatismo contra la sociedad que les representan.  Además, en las familias conflictivas, por dificultades financieras, sociales y morales  todas simultáneamente,  el adolescente es obligado a una madurez precipitada, direccionando su interés exclusivamente  para la sobrevivencia de cualquier forma, en considerando la situación de miseria en la cual se afana.

Es ahí un campo de cultura fértil para la proliferación de desequilibrios, expresándose en los más variados conflictos, que pueden llevar a la timidez, al miedo, a las terribles fugas o a la agresividad, al irrespeto de los padrones éticos que el joven  no comprende, porque no  los vi venció y de ellos solamente conoce las expresiones  groseras, provenientes de las interpretaciones enfermas  que les son presentadas.

La suma de aflicciones que lo asalta es grande, lo aturde, trabajando su mente para los estereotipos convencionales de desgarrados, indiferentes, rebeldes, dependientes, que encuentra en todas partes, y cuyo comportamiento de alguna forma le parece atrayente, porque despreocupado y vengativo contra la sociedad  que aprende a desconsiderar.

En ese convivencia de observaciones atormentadas, la prensa, desde los primeros días de su infancia, viene ejerciendo sobre el una influencia notable y creciente.

De un lado, en el periodo lucido, le ofreció numerosos mitos electrónicos, agresivos y crueles en nombre del mal que embiste contra el bien, representados por otros seres de diferentes planetas que pretenden salvar  el universo, sirviéndose, también, de la violencia y de la astucia, en guerras de exterminio total. Sin embargo la prevalencia del ídolo representativo del bien, las imágenes alucinantes del odio, de la perversidad y de las batallas interminables plasman en el inconsciente de la niñez mensajes de destrucción y de rencor, de miedo y de inseguridad, de fastidio y de interés por esos personajes míticos que, en su imaginación, adquieren, existencia real.

Otros modelos de la formación de la personalidad infantil, presentados por la prensa,  tiene como  característica la belleza física, que viene siendo utilizada como recurso de crecimiento económico y profesional, casi siempre sin escrúpulos morales o dignidad personal.  El podio de la fama casi siempre  es normalmente por ellos logrado  a expensas de la corrupción moral que prospera  en determinados   campos de los vehículos de la comunicación en masa.  Es inevitable  que el concepto de dignidad humana  y personal, de armonía intima de conciencia sea totalmente desfigurado,  empujando al joven  para el campeonato de la sensualidad y de la sexualidad promiscua,  en cuyo campo puede surgir oportunidad de triunfo… triunfo de la apariencia, con  más tormentos íntimos.

La gran importancia  que es dada por la prensa  al crimen, en detrimento de los pequeños espacios reservados a la honradez, al culto al deber, del equilibrio, estimula la mente juvenil a la aventura pervertida, irguiendo  héroes-bandidos que se hacen celebres con la rapidez de un rayo, que ganan sumas voluminosas  y las arrojan fuerza  con la misma facilidad, excitando la imaginación del adolescente. Aun en ese capítulo, la súper valorización de determinados ídolos de los deportes, de algunas artes, aunque todos  dignos de consideración y respeto, proscriben el interés por el estudio y por la cultura, por el trabajo honesto y su continuidad, dejando la vana perspectiva  de que  vale la pena investir  toda la existencia   en la búsqueda  de esos mecanismos de  de promoción que, aun mismo alcanzados tardíamente, compensa toda una vida terrena. Esa paradoja de valores, naturalmente, le afecta  el comportamiento y la identidad.

Es evidente que la prensa también ofrece valiosos instrumentos de formación de la personalidad, de la conquista de recursos saludables, de oportunidades iluminativas para la mente  y engrandecedora para el corazón.

Son lamentables, solamente, que los espacios reservados al lado ético y dignificante  del pensamiento humano, propio de la formación de la identidad noble de los adolescentes, sean demasiado pequeños  y no siempre en forma de propuestas atrayentes, en la televisión, por ejemplo en horarios nobles y compatibles, como  una eficiente contribución  para el aprendizaje superior.

Las emociones fuertes siempre dejan  marcas en el ser humano,  y la prensa es, esencialmente, un vehículo de emociones, particularmente  en su aspecto televisivo, consecuentemente se informa que una imagen vale más  que millares de palabras lo que, de cierto, es verdad. Por eso mismo, su influencia  en la formación y en la estructuración de la personalidad, de la identidad del joven es relevante  en estos días  de rápida comunicación.

Las escenas de violencia, asociadas a las de libertinaje, a las de súper valorización de individuos exóticos  y conductas reprochables,  de palabrería chula y de apariencia vulgar o agresiva, con aplauso para la idiotez en caricatura de ingenuidad, despiertan en el adolescente,  por originales y perversas, un gran interés, transformándose en modelos  aplaudidos y aceptados, que luego se tornan copiados.

Es hasta mismo disculpable que, en el área de las diversiones, se presente esos biotipos extraños y alineados,  más sin que sean llevados a la humillación, al ridículo…  Lo desconcertante es que pululan por todas partes y algunos de ellos se tornan lideres de auditorios, vendiendo incontables números de copias d ¿Error! Referencias de hipervínculo en la válida. Sus grabaciones  y cerrando los espacios que podrían ser ocupados por otros valores morales y culturales que quedan al margen, sin oportunidad.

La falta de originalidad en los moldes de comunicación, que se vienen repitiendo hace décadas señalados por los mismos contenidos de vulgaridad e insensatez, manteniendo la cultura en bajo nivel de desenvolvimiento.

Esas influencias perniciosa, que la prensa viene ejerciendo en los adolescentes, como ocurre  con los adultos  y niños también, estimulándolos para el lado más agitado  y perturbador de la existencia humana, puede alterarse para la edificación y el equilibrio, en la medida  que la criatura despierte para la construcción de la sociedad del porvenir, cuidando de la juventud de todas las épocas, en la cual reposan las esperanzas a favor de la humanidad más feliz y más productiva.

Portado por Marco Aurelio Rocha 

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                          El Guía Espiritual     


Ya sea que se le llame guía espiritual, ángel de la guarda o hasta ser de luz, esta entidad ejerce sobre nosotros una suerte de fascinación y nos hacemos muchas preguntas respecto a ella. 

Un día u otro, la vida nos lleva a pensar en él y queremos saber más. Impalpables, invisibles, inaccesibles, imaginados unas veces como querubines, aureolados o alados, otras más aterradores en forma de djinns, gnomos o genios según los países y las tradiciones, estos seres parecen compartir nuestra vida desde la noche de los tiempos. 

Todavía hoy, ¿no se dice del recién nacido que es un angelito? ¿No se evoca, cuando se escapa de una catástrofe, la protección de una buena estrella o de un ángel guardián? 

Para algunos, los ángeles son entidades intermedias entre Dios y los hombres. No pueden reencarnar y vivir como seres humanos. Y a la inversa, un ser humano no podrá convertirse nunca en un ángel. 

¿Quiénes son ellos realmente, y qué relaciones tienen con el hombre? 

¿Cuál es su papel? 

¿Cómo puede uno encontrarse con ellos? 

Y qué pasa durante nuestra desencarnación, ¿siguen ellos guiándonos en el más allá? Es lo que vamos a descubrir juntos a la luz de la filosofía espírita. 

EL GUÍA A TRAVÉS DE LA HISTORIA El guía espiritual es un espíritu que nos acompaña y nos aconseja a todo lo largo de nuestra vida.

 Con frecuencia es denominado “ángel de la guarda” por las diferentes corrientes religiosas o espirituales. 

En el judaísmo, los ángeles guiaron a Abrahán y ayudaron a Moisés a ir hacia la Tierra Prometida.

 Los hebreos creían que para un hombre era imposible ver a Dios frente a frente sin morir. 

Por interés de credibilidad, reemplazaron entonces todos los pasajes donde el hombre veía a Dios, por pasajes donde el hombre se encontraba con un ángel enviado por Dios. 

Para los cristianos, fue el arcángel Gabriel quien anunció a María que engendraría a Jesús. 

Fueron igualmente los ángeles quienes hicieron rodar la piedra que sellaba la tumba del Cristo y le acompañaron al cielo. 

La Biblia no menciona nunca explícitamente el término “guardián”.

 Los ángeles están representados en pinturas en todas las mezquitas y escuchan las oraciones de los fieles. 

El arcángel Gabriel, el mismo que se le apareció a María, inspiró a Mahoma en la escritura del Corán. 

En el hinduismo y el budismo se encuentran igualmente personajes angelicales. 

Sin embargo, ellos superan las divisiones entre las grandes religiones y quieren ser guías. 

Generalmente son representados bajo una forma humana. Son los mensajeros de Dios que aparecen en diversos lugares. 

Etimológicamente, la palabra ángel significa “mensajero”. 

 En la misma época, los teólogos, queriendo ordenar el mundo de los ángeles, crearon el concepto de los nueve coros de ángeles, ordenados en círculos concéntricos alrededor del mundo de Dios. 

En el centro se encuentran los serafines, incorruptibles, cuya esencia es el amor, vienen luego los querubines cuya esencia es el saber y por fin, en la periferia, cerca del mal y de los hombres, que son los pecadores de este mundo cósmico, se encuentran los arcángeles y los ángeles.

 Hasta el siglo XIV, se pensaba que había un ángel para todo, las estaciones, los planetas, la poesía… 

Varios hechos notables participaron en la declinación de la creencia en los ángeles protectores, tales como la peste negra en los años 1347 a 1352 que diezmó cerca de la mitad de la población europea mientras ésta veía a los ángeles como protectores. 

Y a lo largo del Renacimiento, con el desarrollo de los conocimientos del sistema solar (Copérnico) y de las ciencias en general, surgió la duda. 

Sin embargo, a través la historia pueden encontrarse rastros de su presencia. 

Juana de Arco afirmaba haber oído voces celestiales de las santas Catalina y Margarita y del arcángel san Miguel que le pedían ser piadosa, liberar al reino de Francia del invasor y conducir al delfín al trono. 

La leyenda dice que George Washington vio un ángel que le contó la historia de su país. 

Los ángeles formaban parte de su fe y de sus creencias. 

Durante la primera guerra mundial, numerosos soldados dieron testimonio de haber visto ángeles a su lado en los momentos más duros. 

EL GUÍA Y LA FILOSOFÍA ESPÍRITA Gracias a los contactos con el más allá desde el siglo XIX, se comprende entonces que lo que se llamaba “ángeles de la guarda” son de hecho los espíritus de personas difuntas. 

Allan Kardec en El Libro de los Espíritus, escrito en 1857, dedica todo un capítulo a los ángeles guardianes, espíritus protectores que llamamos “guías”. 

Vamos a descubrir quiénes son realmente los guías y cuál es su función. 

Ya sea en El Libro de los Espíritus u hoy en día a través de los mensajes recibidos, podemos decir que la protección es una ley indispensable para todos, estemos encarnados o desencarnados. El espíritu que guía es más evolucionado que su protegido, tanto en el plano moral como en el intelectual. 

Pero es ante todo alguien a quien hemos conocido en el curso de nuestras diversas reencarnaciones y con quien tenemos afinidades (un pariente, un amigo de ruta o de combate…). Nos es cercano, nos ama. Es el espíritu que espera por nosotros, que nos ve vivir y nos acompaña a todo lo largo de nuestra vida. 

¿Tenemos siempre el mismo guía? La regla no es absoluta. Podemos tener un guía durante cierto tiempo y luego cambiar. El guía puede ser el mismo a lo largo de toda nuestra encarnación y si es necesario durante varias vidas. 

Por múltiples razones, el espíritu también puede suspender su función de guía. Puede necesitar reencarnar para su propia evolución o para cumplir otra misión en el más allá, lo cual no le permitirá asumir más su papel. Entonces, otro guía tomará su lugar. 

Palabras de un espíritu que responde a la pregunta: ¿Qué es el guía? “… un espíritu que ve a su protegido en todos los instantes de su existencia, un espíritu que lo sigue, un espíritu que lo conduce, un espíritu que sugiere el camino que precisaría seguir, un espíritu que se regocija, un espíritu que llora, un espíritu que transita todos los sentimientos de su protegido porque le acompaña sin cesar y sin descanso…” 

EL ENCUENTRO CON EL GUÍA Cada vez que un guía puede manifestarse a su protegido, lo hace no sólo con alegría y felicidad sino sobre todo con amor, diciendo por ejemplo: “Soy tu guía y soy feliz por ello. Compartamos juntos este sentimiento de ser, de durar y de dar, pues tenemos un largo camino y un trabajo que cumplir. Te protejo, te amo y te sigo…”

 Además de la sesión espírita, hay otras circunstancias que permiten el encuentro con nuestro guía sin que nos demos cuenta. La más corriente, aunque natural e indispensable para nuestro equilibrio, es lo que se llama “la desincorporación nocturna”. 

Durante nuestro sueño, nuestro espíritu va a abandonar el cuerpo, gracias al periespíritu, para ir al encuentro del más allá y más particularmente al encuentro del guía. Para comprender bien el fenómeno de la desincorporación nocturna, escuchemos las explicaciones del espíritu: “… El sueño es una pequeña muerte cotidiana que permite a cada uno captar las energías espirituales para comprender mejor la vida física. Así pues, cada noche, los espíritus humanos parten hacia el más allá al encuentro de sus guías y de numerosos desencarnados. Aunque el recuerdo de este viaje sea ocultado por las barreras del inconsciente, los conocimientos y los estados espirituales adquiridos tienen una influencia cierta sobre el comportamiento del individuo…”

 Numerosas personas dan testimonio de haber sido advertidas de un peligro por una señal o una voz interior. Y a menudo, hacen referencia a su ángel guardián.

 El propio Allan Kardec, da 26 testimonio en El Libro de los Médiums de haber sido alertado por golpecitos cuando trabajaba en un libro. Al día siguiente, tuvo la oportunidad de hacer la pregunta durante una sesión de espiritismo y el espíritu guía le respondió que efectivamente, él buscaba hacerle comprender que cometía errores en su trabajo y le indicó cuáles. 

Durante una NDE o EMI (experiencia de muerte inminente), numerosas personas dan testimonio, después de haber sido reanimadas de un coma profundo o de una muerte clínica, de haber encontrado a un ser de luz al que con frecuencia relacionan con su guía. Manifiestan haber sentido un gran calor, un amor inmenso y una sensación de paz y serenidad frente a este ser. No siempre es fácil descubrir la presencia del guía, ya sea durante nuestras desincorporaciones, por el sueño o por diversas señales. Sin embargo, no habría que pensar que el guía decide por el protegido. Él sigue, cuida y trata de insuflar buenas decisiones. Sin embargo, no siempre está seguro de ser escuchado. Eso depende de la receptividad, de la conciencia y del estado de ánimo del protegido. 

Ciertos guías quizás nunca entran en contacto con sus protegidos. Demasiado apegados a las dificultades de vivir, ya sea debido a su situación personal (malestar, depresión…), ya sea a un contexto desfavorable (guerra, hambre, violencia social…) o por inferioridad espiritual. Otros, a pesar de una relativa consciencia y contactos regulares con sus guías, permanecerán sordos a los consejos y con frecuencia se dejarán arrastrar a la facilidad y la renuncia por un orgullo demasiado pronunciado.

 EL PAPEL DEL GUÍA AL MOMENTO DE LA MUERTE Y EN EL MÁS ALLÁ.-  El papel del guía no se detiene con nuestra muerte; los espíritus nos explican que cuando desencarnamos y llegamos al más allá al final del túnel, nuestro guía está allí para recibirnos: “… De manera general, es pues el guía quien va a recibir en el rellano del más allá al espíritu que acaba de desencarnar. Esa acogida es tranquilizadora, se hace para impulsar progresivamente al recién llegado hacia las esferas de lo invisible, para acostumbrarlo a su solo habitáculo periespiritual, para acostumbrarlo a esta inmaterialidad…”

 Precisemos que esto se refiere a los espíritus que han pasado el túnel sin conocer la turbación. Muchas personas que dejan la Tierra y su envoltura carnal conocen el sentimiento de turbación de manera más o menos fuerte. En efecto, las muertes brutales (accidente, asesinato, suicidio…), ocasionan una profunda turbación. La psicología del espíritu, su carácter, sus faltas, sus creencias religiosas, su forma de percibir la muerte y su nivel de evolución, llevan igualmente a un estado de turbación. 

Veamos el caso de un espíritu que ha conocido la turbación y de alguna manera se siente perdido en el más allá y le cuesta trabajo comprender lo que ve: “… Es un espíritu que cuando ha llegado al más allá parece perdido. Es un espíritu que, en el punto de partida, ha errado un poco por los lugares de su última vida. Es como si hubiera sido ayudado. Lo veo como empujado y encontrarse un poco atontado (las cadenas fluídicas han sido establecidas). Ahora lo veo delante de mí. Parece bien. Dice gracias. Me dice que es ayudado por su guía que no lo abandona jamás. Me hace pensar en un niño pequeño refugiado en los brazos protectores de una persona afectuosa. Es un espíritu que aún no es capaz de hacer elecciones. Es guiado en su totalidad”. 

Después de la acogida en el más allá, el guía conserva su función y permanece cerca de su protegido. Le permitirá comprender su nueva condición de espíritu y le hará descubrir el más allá. Juntos, guía y protegido harán una suerte de balance sobre la vida que acaba de pasar, sin juicio pero de manera objetiva y sincera. 

EL PAPEL DEL GUÍA EN EL MOMENTO DE LA REENCARNACIÓN Luego llega el momento de pensar en la reencarnación. Sobre los consejos del guía, elegiremos el momento, el lugar y eventualmente la misión de nuestra próxima reencarnación. En el más allá, el espíritu vive liberado de las coacciones de la materia y tomar la decisión de reencarnar no es trivial. Pueden sobrevenir temores y angustias. Es por ello que es muy importante para salir bien de su futura reencarnación, escuchar los consejos de su guía. Un espíritu que reencarne demasiado rápido y sin escuchar los consejos de su protector podría conocer “un accidente de reencarnación” que podría traducirse, por ejemplo, en un hándicap físico o en un malestar psicológico. 

CONCLUSIÓN Es importante tomar consciencia de que muy cerca de ustedes, hay un amigo seguro y abnegado, que cuida, que sostiene, que ayuda y que ama. Piensen entonces en él, aunque no conozcan su nombre, eso no es lo más importante; él sentirá el llamado y tratará de responder. En la noche, justo antes de dormir, piensen en él para facilitar el contacto durante la desincorporación nocturna. Ábranse a su amor y harán de su guía, un guía feliz. 

Por Frédérique Minadakis 

Traducción del francés al español publicada en la edición castellana de Le Journal Spirite. La Revue du Centre Spirite Allan Kardec de Nancy. Julio – Agosto – Septiembre de 2020

( Tomado de Zona Espírita )
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¿Por qué la Ciencia  generalmente, muestra rechazo a lo espiritual y a lo paranormal?

 El escepticismo de la Ciencia, viene dado porque la estructura del mundo occidental en donde ésta más se ha desarrollado, está asentada sobre el materialismo de  las religiones establecidas, repletas de tantos dogmas, rituales y creencias irracionales; por tanto como la Ciencia debería ser  empírica y totalmente racional, siempre ha huido del espiritualismo teológico y no experimentable de las religiones y se ha refugiado en las tesis materialistas, basadas en los postulados de muchos filósofos agnósticos y marxistas. El materialismo sin embargo, si suele ser más fácilmente  experimentable  por sus criterios materialistas . La Ciencia materialista, básicamente puede pesar, medir, tocar, observar reacciones químicas, etc.,   que parecen en extremo opuestas a la espiritualidad, que relegan solamente a las creencias particulares de cada uno, sin posible experimentación para su confirmación por la ciencia oficial..

 El verdadero científico en realidad no debería ser de tendencias ni materialistas ni espiritualistas, aunque cada uno a nivel particular posea sus propias creencias  o descreencias religiosas  o espiritualistas. La Ciencia debe aspirar  solamente a tratar de estudiar y demostrar  la verdad real y profunda de los fenómenos y problemas que afectan al ser humano y a la Naturaleza.

 Siempre se ha tendido a confundir lo espiritual con lo religioso y con lo sobrenatural. Sin embargo ya va siendo hora de que se comprenda que tanto lo material como lo espiritual son dos aspectos de la única realidad existencial del Universo: el Espíritu y la materia, y otros conceptos que me mezclan con lo espiritual, como son los dogmas religiosos y las ideas de lo sobrenatural, en realidad no forman parte de la Ciencia del espíritu, en la que todos los sucesos que protagonizan ambos aspectos, son de orden natural.

 Para la Ciencia oficial no existe el alma humana como ente individualizado y la ignoran porque para los científicos materialistas no existe porque no es algo que hayan  podido ver con ninguna moderna técnica médica, ni tampoco es un elemento material experimentable en laboratorios; algo medible y pesable; si acaso se disimula esa idea con la de que  la existencia del alma es una tesis o una creencia respetable, porque, para ellos el alma viene a ser algo así como el resultado de que el cerebro funcione, pues algunos científicos materialistas consideran que el cerebro elabora y segrega el pensamiento y su manifestación de modo semejante a como la vesícula segrega la bilis : A la causa, siempre de orden espiritual o psíquico, la han confundido con el efecto palpable  de una  forma material.

 La Ciencia al ser  materialista y dogmática, hace que todos los objetivos y aspiraciones del Ser humano, converjan hacia lo más inmediato de esta vida, con sus intereses personales egoístas  y sus placeres físicos, a semejanza como sucede en el  mundo animal,  incentivando la avaricia con una sed  desmesurada por la sensualidad, por el poder y por el dinero, del que han hecho su dios y su meta suprema.  .

 Si llevamos más de veinte siglos de influencia de la Iglesia en las raíces de nuestra civilización, siempre promoviendo estas conclusiones a las que ha llegado el materialismo,  cada Ser que nace y renace en medio de nuestras humanas sociedades, trae consigo profundamente arraigadas en los pliegues de su alma, las inclinaciones hacia el materialismo, sobre las cuales se ha ido edificando la personalidad humana y también  el desarrollo de la cultura y de la Ciencia..

 Sirva de ejemplo y como prueba de lo afirmado, el que podemos ver  como los niños actuales aceptan casi instintivamente  y con cierta facilidad las sugestiones materialistas, siendo naturalmente refractarios a las espiritualistas y  religiosas..

- Jose Luis Martín-

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