INQUIETUDES ESPÍRITAS
1.- ¿ Vida después de la Muerte?
2.- Males y remedios
3.- Atributos de la Divinidad
4.- La labor de los Espíritus Superiores
5.- Suicidio (2)
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¿ VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE ?
Una investigación médica realizada en hospitales holandeses sobre 344 pacientes que habían sufrido la muerte clínica por efecto de crisis cardíacas establece que el 18% de ellos recuerda haber vivido experiencias mientras su cuerpo estaba sin vida. Estos fenómenos aumentan con los avances médicos.
Esta investigación constituye una de las más importantes de las realizadas hasta la fecha porque se ha realizado inmediatamente después de la crisis cardiaca, con una revisión a los dos y ocho años después de la experiencia. Hasta ahora, las investigaciones realizadas sobre experiencias cercanas a la muerte, que arrojaron porcentajes muy superiores (48% de adultos y 85% de niños afectados) se han hecho entre cinco y diez años después de la crisis, por lo que se sus resultados se han considerado más débiles.
La investigación actual ha pretendido sobre todo establecer la frecuencia real de estos fenómenos y determinar los factores que los producen. Considera que no son causadas por factores psicológicos, neurológicos o psicológicos y que estas experiencias aumentan en la misma medida en que la medicina perfecciona los tratamientos de las enfermedades cardiovasculares.
Emociones positivas
La investigación desvela que ninguna de las personas investigadas ha sentido miedo en ese momento de transición y que la mitad de ellas se dio cuenta de que había muerto. El 56% experimentó incluso emociones positivas y el 32% asegura haberse encontrado con personas fallecidas. El 31% sintió que atravesaba un túnel, el 23% relata su encuentro con la luz, el 29% asegura haber visto paisajes celestiales y el 12% dice que su experiencia ha sido profunda.
La experiencia es más frecuente en personas menores de 62 años y en las mujeres. La investigación ha contemplado las variables culturales y religiosas. Establece que estas experiencias se producen al margen de creencias y formas de pensar de los pacientes.
Dos años después de la primera entrevista para esta investigación, los médicos volvieron a hablar con algunos de los 344 pacientes. En total, 19 de las 62 personas (el 18%) que habían experimentado la experiencia cercana a la muerte habían muerto y seis rechazaron seguir siendo objeto de investigación. Los supervivientes que aceptaron seguir colaborando declararon que su creencia en una vida después de la muerte había aumentado y que su miedo a la muerte había disminuido de forma significativa.
Ocho años después de la experiencia, la investigación continuó sobre los mismos sujetos de la crisis cardiaca y los sentimientos enunciados se habían acentuado. También pudo determinar que estas respuestas sólo las proporcionan pacientes que han tenido las así llamadas experiencias cercanas a la muerte.
Fenómenos inexplicables
Según los investigadores Pim van Lommel y sus colegas del hospital Rijnstate, estas primeras estadísticas sobre experiencias cercanas a la muerte indican que son poco frecuentes y que continúan siendo fenómenos inexplicables para la medicina. En realidad no se sabe si estas personas han percibido otro estado de conciencia o si el cerebro cubre con falsos recuerdos el período de tiempo que dura la muerte clínica.
Ni siquiera la experiencia cercana a la muerte tiene una definición precisa para la ciencia. Los investigadores la describen como el recuerdo de impresiones vividas en un estado particular de conciencia que incluye la sensación de salir del cuerpo, de atravesar un túnel, de contemplar una luz, de encontrarse con familiares fallecidos e incluso de percibir imágenes de la vida del paciente. En ninguno de los casos estudiados puede asociarse a los pacientes con estímulos derivados de factores farmacológicos, médicos o psicológicos.
Es la primera vez que se establecen estadísticas prospectivas sobre estas experiencias, pero la investigación de Lommel no explica sus causas ni aporta tampoco respuestas definitivas, que siguen fuera del alcance de la ciencia.
Otras investigaciones han podido establecer también que la conciencia es independiente de los procesos cerebrales, puesto que vive (y se recupera) después de los estados de muerte clínica en algunos pacientes.
Por Yaiza Martínez.
Artículo de la revista Lancet ,
Mire a su alrededor y reconocerá legiones de personas que sufren mucho más, sin sus posibilidades de consuelo.
¿Desentendimiento en familia? Oriente a los niños de la casa y respete a los adultos, dejándoles la facultad de decidir, en cuanto a las propias realizaciones, como acontece en el
mundo íntimo de cada uno de nosotros.
¿Algún error cometido? Reconsidere la propia actitud y no se constriña por aceptar sus deficiencias, de manera a corregir/as.
¿Errores ajenos?
Observando como es difícil aprender sin errar, sepamos disculpar los desaciertos de los demás, tanto como esperamos tolerancia hacia nosotros.
¿Seres queridos en falla?
Dios, que nos creó a todos, sabrá conducirlos sin que tengamos la obligación de arrasarnos por verlos adquiriendo las experiencias de la vida, por las cuales también nosotros hemos pagado o pagaremos el precio que nos corresponde.
¿Pruebas?
Una visita al hospital puede dar a usted la ficha de sus ventajas en relación con los demás.
¿Problemas?
No se sabe de criatura alguna que evolucione o se perfeccione, sin ellos, incluyendo a aquellas que se suponen tranquilas por estar huyendo provisionalmente del trabajo.
¿Angustia?
Por lo que se conoce, todo tratamiento para la supresión de la ansiedad está basado o complementado por el servicio en favor de alguna causa noble o en auxilio de alguien.
¿Censura?
Un minuto de auto-análisis nos hará sentir que no estamos muy seguros, en cuanto a nuestra propia resistencia, si acaso estuviéramos en el lugar de los que yacen caídos en el desprecio.
Experimente a Jesús.
Xico Xavier
André Luiz
10 – ¿Puede el hombre comprender la naturaleza íntima de Dios?
– No; es un sentido que le falta.
– Cuando su espíritu no esté ya ofuscado por la materia y cuando, por su perfección, se haya aproximado a ella, la verá y la comprenderá.
La inferioridad de las facultades del hombre no le permite comprender la naturaleza íntima de Dios. En la infancia de la Humanidad, el hombre lo confunde, con frecuencia, con la criatura cuyas imperfecciones le atribuye. Pero, a medida que el sentido moral se desarrolla él, su pensamiento penetra mejor el fondo de las cosas, y se forma de ellas una idea más justa y más conforme con la sana razón, aunque incompleta siempre.
12 – Ya que no podemos comprender la naturaleza íntima de Dios, ¿podremos tener idea de algunas de sus perfecciones?
– De algunas sí. El hombre las comprende mejor a medida que se eleva sobre la materia; las entrevé con el pensamiento.
– Desde vuestro punto de vista, sí; porque creéis abarcarlo todo. Pero sabed que hay cosas superiores a la inteligencia del hombre más inteligente y para las cuales carece de expresiones vuestro lenguaje, limitado a vuestras ideas y sensaciones. La razón os dice, en efecto, que Dios debe tener esas perfecciones en grado supremo; porque, si careciese de una sola de ellas, o si no las poseyese en grado infinito, no sería superior a todo y por consiguiente no sería Dios. Por ser superior a todas las cosas, Dios no debe soportar ninguna vicisitud, ni tener ninguna de las imperfecciones que puede concebir la imaginación.
Dios es eterno; si hubiese tenido principio, hubiera salido de la nada, o hubiese sido creado por un ser anterior. Así es como, de grado en grado, nos remontamos al infinito y a la eternidad.
Es inmutable; si estuviese sujeto a cambios, ninguna estabilidad tendrían las leyes que rigen el Universo.
Es inmaterial; es decir, que su naturaleza difiere de todo lo que llamamos materia, pues de otro modo no sería inmutable, porque estaría sujeto a las transformaciones de la materia.
EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS. ALLAN KARDEC.
La labor de los Espíritus Superiores
- Jose Luis Martín-
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SUICIDIO (2)
...//... ( Viene del anterior publicado)
¿ Qué ocurrió enseguida?
Hasta ahora, no consigo saber cuanto tiempo estuve en la celda del sepulcro, siguiendo, hora a hora, la descomposición de mis restos..... Pero llegó el momento en que la cuerda magnética cedió y me vi liberada. Me puse de pie sobre la tumba. Me reconocía débil, hambrienta, con sed y dilacerada.... No había tomado posesión de mis propios razonamientos, cuando me vi rodeada por un grupo de hombres que, más tarde, supe que eran obsesores crueles. Me dieron la voz de prisión. Uno de ellos me notificó que el suicidio era una falta muy grave; que yo sería juzgada en una corte de justicia y que no me restaba otra salida, sino acompañarlos al Tribunal. Obedecí y, enseguida, fui encarcelada por ellos en una tenebrosa furnia, en donde pude oír el llanto de otras muchas víctimas. Estps malhechores me guardaban en un cautiverio, y abusaban de mi condición de mujer, sin ninguna noción de respeto o misericordia.... Sólo después de mucho tiempo, me retiraron de la cárcel, después de enormes dificultades, a fin de internarme en un campo de tratamiento.
Comentario: Valiéndose de la fragilidad de la mente culpada, entidades astutas aprisionan a la suicida, que acepta ese destino por saber, en su conciencia, que ha cometido una grave infracción contra la Ley del Universo. Por eso se deja arrastrar a la cárcel, donde es estuprada por espíritus muy inferiores, dominados aún por bajos instintos. Para superar tal condición recurre a la oración bañada por el remordimiento verdadero, y consigue sintonizarse con la ayuda espiritual que la rescata y ampara en una región adecuada a sus necesidades.
¿ Por qué razón decidió suicidarse?
Sentía celos de mi esposo, que simpatizaba con otra mujer.
¿ Juzga que su actitud le trajo algún beneficio?
Solo complicaciones. Después de seis años de ausencia, herida por tremendas añoranzas, obtuve permiso para visitar la residencia que yo creí que seguiría siendo mi casa en Río de Janeiro. . ¡Tremenda sorpresa!. De nada valió el suplicio. Mi esposo, joven aún, necesitaba de compañía y eligió como segunda esposa a la rival que yo abominaba..... Él y mi hijo estaban bajo los cuidados de la mujer que suscitaba mi odio y resentimiento.... Sufrí mucho con mi orgullo abatido. Me desesperé. Pero ayudada pacientemente por instructores caritativos, adquirí nuevos principios de comprensión y conducta.... Estoy aprendiendo a convertir mi adversión en amor. Comencé procediendo así por devoción a mi hijo, al que ansiaba extenderle las manos, y solo poseía en el hogar, las manos de ella, habilitadas a prestarme semejante favor.... Poco a poco, noté sus cualidades de carácter y corazón y hoy la amo, de veras, como hermana de mi alma.... Como puede observar, el suicidio me intensificó la lucha íntima y me impuso de inmediato, duras obligaciones.
-¿Qué espera para el futuro?
Tengo hambre de olvido y de paz. Trabajo con buena voluntad en mi propio perfeccionamiento, y cualquiera que sea la prueba que me espere en las correcciones que merezco, ruego a la Compasión Divina que me permita volver a nacer en la Tierra, otra vez, cuando pretendo retornar al punto de evolución en el que me estacioné, para concertar las terribles consecuencias del error que cometí.
( Comentarios en negrita cursiva de André Luiz de Andrade Ruiz)****
A pesar de parecer una historia inventada al lector escéptico o más vinculado a las cosas del mundo que a las cosas del Espíritu, ciertamente que aquellos que piensan en quitarse la vida, aunque no sean espíritas, conociendo el relato de otros que ya cometieron el infausto hecho y que nos cuentan como se sintieron del otro lado, habrán de pensarlo un poco más antes de concretar el acto sin regreso del suicidio.
La realidad del relato, en armonía con otros casos de suicidas publicados en diversas fuentes, además de la publicada en El Cielo y el Infierno o la Justicia Divina, sirve de base para la meditación más profunda de aquel que por cualquier motivo, quiera librarse de la contrariedad, buscando la paz o el sosiego en el otro mundo.
Cuando descubra que va a tener añoranzas de los problemas que tenía en la Tierra, seguramente lo pensará dos veces antes de actuar en el camino de la autodestrucción.
Si creemos que el dolor acaba en la tumba, llegamos a pensar que la muerte nos librará del sufrimiento.
Pero si somos informados por los mismos espíritus de los supuestos "muertos", que la muerte no existe y que el alma va a sufrir mucho más si asesina su cuerpo que no le pertenece, ciertamente nacerá la beneficiosa duda que detengas la mano suicida, haciendo que la mente busque otra solución menos drástica y grave para el desafío que la aflige.
El Espiritismo vacuna la mente contra el miedo de vivir y de morir, contra el odio, contra el materialismo, porque nos presenta las leyes del Universo y le recuerda al Alma que ella tiene fuerzas para cumplir su misión en la vida física por el tiempo que la naturaleza le señale para su duración.
Así, por revelar y posibilitar el intercambio mediúmnico con los que desaparecieron y se manifiestan contando su situación al otro lado de la vida, el Espiritismo se transforma en la verdadera vacuna contra el suicidio, necesitando ser difundido al mayor número de personas para que una vez informadas y vacunadas, aprendan a resolver sus problemas sin crear otros más graves y peores para sí mismos.
Si usted ha soportado el dolor de perder un ser querido que se suicidó, no olvide que él ya posee suficientes dificultades por la forma que eligió para salir de la vida. No las empeore con el sentimiento de lástima, de resentimiento o angustia, dirigido a ese ser querido. Sepa que sus oraciones son el único bálsamo que puede aliviar su alma a la hora de los grandes desafíos que tiene por delante. Sus buenos recuerdos y buenas vibraciones serán el pan de la esperanza en el hambre de soledad por la que el Espíritu del suicida precisa pasar para que nunca más se le ocurra la idea de practicar el acto de rebeldía, cobardía o ingenuidad que cometió contra su propia felicidad.
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