lunes, 24 de mayo de 2021

Ouija y sesiones con vaso: ¡Atención. Peligro !

    INQUIETUDES   ESPÍRITAS

1.- Vampirismo espiritual

2.- El redimir del alma

3.- Ouija y sesiones con vaso:  ¡Atención. Peligro !

4.- ¿ Cómo es descrito el más allá por los propios espìritus ?

5.-  Comunicación con  seres queridos. Preguntas y respuestas





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                 VAMPIRISMO ESPIRITUAL
                                      

   Cansancio, baja inmunidad a las enfermedades falta de equilibrio y concentración, así como exceso de irritabilidad, pueden ser indicios de una pérdida energética causada por el vampirismo.
     Cuando la Doctrina Espírita se refiere a los vampiros, no habla de seres mitológicos con dientes agudos, adaptados para chupar la sangre a personas saludables; se refiere a encarnados y desencarnados que, no respetando las leyes de Dios, se llenan de sentimientos de venganza contra los enemigos del pasado, o incluso de sentimientos oportunistas y pasan a vivir a costa de la energía de otros.
      Están también aquellos seres, que aunque hayan dejado el cuerpo físico. continúan aún viviendo los placeres oscuros de la carne, y de vicios como el tabaco y las drogas, así como los desórdenes de la bebida y del sexo, entre otros, y que por encontrarse imposibilitados de satisfacer sus placeres, inducen a otras personas a hacerlo, y entonces captan los fluídos de ellas, sintiendo así los mismos placeres causados por la acción.

Espíritus vampirizadores.
El término vampiro es usado análogamente para definir el acto del Espíritu que chupa intencionadamente las energías de otro, en alusión a la figura mítica de Drácula, que hipnotizaba a sus víctimas y les chupaba la sangre hasta la muerte. En el mundo espiritual se encuentran figuras distintas de este ser, pero que actúan de forma muy parecida con las artimañas del famoso ser de las tinieblas, del folklore.

  Hay Espíritus que chupan las energías sutiles de los seres de los que son huéspedes, hasta el punto de causar daños a su salud física y psicológica, pues además de debilitar las fuerzas, les envuelven en formas mentales groseras, que los martirizan mentalmente, llevándolos a veces a la locura. André Luiz llamó a este proceso infección fluídica, al ser tan grave el daño causado a la víctima.

Seres alienados.
Al desencarnar, el hombre lleva consigo los vicios y necesidades. Dependiendo de su nueva  situación en el mundo de los espíritus y, principalmente de la región que habita, es muy común que tenga las mismas necesidades que cuando encarnado. Como no tiene medios de disfrutar de los placeres de la vida corpórea y sin condiciones de eliminar esa necesidad en su vida en la erraticidad, él busca apoyo en aquellos encarnados que pueden ofrecerle formas para la satisfacción de esas voluntades.

  Tenemos ahí al ser que absorbe las fuerzas vitales, que se aproxima a un encarnado con las mismas necesidades que las suyas, induciéndolos a la práctica de los vicios que tienen en común. Podemos citar a los viciados en el campo sexual, en las drogas, en el juego, y hasta en las prácticas más comunes del día a día, pero que en exceso, ofrecen serios perjuicios, como el caso de la alimentación, como muestran las enseñanzas del Espíritu André Luiz, en los libros de la colección La Vida en el Mundo Espiritual..

   Los encarnados que se alimentan y beben en exceso, lo hacen por sí y por otros espíritus, y cuando practican comportamientos sexuales viciosos, exponen  su vida íntima y privada a una serie de experiencias en el campo sexual.

Los monstruos
Narra la literatura espírita, que en el plano espiritual. hay entidades que por su ignorancia y atraso moral, además de subyugar a sus víctimas, encarnadas y desencarnadas, mantienen, por la llamada ideoplastia, su periespíritu con formas monstruosas. Se sienten bien siendo temidos y reconocidos por la manera como se presentan, y normalmente actúan en bandos, buscando intimidar a otros espíritus que encuentran a su paso.

    Ambientes terrenales donde impera el vicio  la inmoralidad son derroteros preferidos de estos espíritus, pues allá encuentran por afinidad a sus presas con mayor facilidad. Según el Espíritu Miramez por la psicografía de Joao Nunes Maia, en la serie de libros que tratan la vida espiritual ( Edit. Fuente Viva), así como por los libros de André Luiz, los mataderos de animales, están repletos de estas entidades que absorben la energía de los animales abatidos, saciando sus feroces instintos en los fluidos de las víctimas.

   Velatorios y cementerios, cuyos entierros no cuentan con la protección fluídica de la oración y la presencia de espíritus nobles, pueden ser también vulnerables a la presencia de estas entidades, que aprovechan para recoger los restos de fluidos vitales de los recién desencarnados.

Víctimas del odio
Espíritus que mantuvieron desavenencias mientras estuvieron encarnados, también en el plano espiritual continúan alimentando el mismo odio a sus enemigos. Sintiéndose en ventaja acometen una fuerte persecución a sus desafectos, a los que muchas veces se aproximan e inducen a tomar actitudes que  les perjudiquen, como los vicios o excesos físicos, aparte de la esclavitud psíquica. Los Centros Espíritas tienen por función ser abrigos del viajero que toca la puerta en busca de auxilio para los males del cuerpo y del alma., es en la Casa Espírita
    Entre los males del alma, es en la Casa Espírita que aquel que sintiendo la presión de una entidad espiritual vengativa,  necesita protección y el entendimiento necesario para el rescate de esa deuda kármica. En reunión mediúmnica privada, a este espíritu se le recordarán las palabras del Nazareno que enseñó a perdonar el mal que nos hacen, y que esta deuda  será cancelada con la moneda de la caridad en favor de alguien y sin espera de recompensas que no sean sino la alegría de la práctica del bien.

    Cubierto por una psico-esfera de amor y oración, este cobrador del más allá se sentirá envuelto por sentimientos de paz y bondad que lo estimularán a desistir del intento de venganza y a comprender que el perdón libera a quien perdona y no a quien es perdonado.

Vampiros encarnados
   No podemos dejar de hablar de la obsesión de los encarnados por los desencarnados. Es lo que acontece debido al apego a los seres queridos. Al desencarnar, el hombre pasa a habitar un mundo desconocido del plano físico, pero hay lazos afectivos que no se rompen. El pensamiento del que queda aquí atraviesa las barreras físicas, llegando al alma en el otro lado de la existencia.

Si el pensamiento del encarnado fuese de inconformidad y desesperación, eso podrá causar desequilibrios al desencarnado que podrá sentir la necesidad de volver a vivir junto a sus seres queridos, e infelizmente es esta la actitud que muchos toman al oír los incesantes llamados de sus seres queridos encarnados.

Mas la presencia del espíritu normalmente se torna un problema, porque pasa a dividir el espacio con los encarnados y a retirar de ellos, incluso involuntariamente, sus fluídos vitales, y por la vinculación psíquica, pueden pasar su inseguridad emocional. Así  ambos, encarnados y desencarnados, son perjudicados.

Existe también el ejercicio irresponsable de la mediumnidad, cuando determinados espíritus son prácticamente esclavizados por médiums que los utilizan para satisfacer su vanidad medianímica, tal como enseña Andre Luiz en el libro: En los dominios de la mediumnidad.

"Algunos desencarnados son más vampirizados que vampirizadores. Fascinados por las solicitudes de los médiums que prestigian su obra infeliz, siguen sus pasos como aprendices en busca de mentores a los que se consagran".

Habla también del futuro de estos hermanos envueltos en un proceso de simbiosis mental: "En la hipótesis de que no se reajusten en el bien, tan pronto desencarnen, el dirigente de este grupo y los instrumentos mediúmnicos que copian sus actitudes, serán sorprendidos por las entidades que esclavizaron, reclamándoles orientación y socorro".

Protección
La forma de huir de esta influencia es seguir las orientaciones de la Espiritualidad, que recomienda la vigilancia y el cambio de hábitos. Nadie puede obligarnos a hacer lo que no queremos, siempre que tengamos fuerzas para resistir, conforme enseña el añorado escritor Herculano Pires :
   "Viviendo el plano extra físico, los vampiros actúan sobre nosotros por inducción mental y afectiva. Nos inducen a hacer lo que desean y no pueden hacer por sí mismos. Cuanto más les obedezcamos más sumisos nos tornamos."

Es preciso tener fuerza para ignorar y resistir las malas orientaciones y perdonar a los enemigos. Además de mejorar su condición espiritual, usted invita a sus obsesores a seguir sus pasos en la dirección del bien.

- Leandro Martins- ( tomado del Anuario Espírita 2015)


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                EL REDIMIR DEL ALMA
                                 


El camino de la redención hacia el bien reside en comprender la vida y llevarla por el buen camino, siendo justos al redimir las faltas, dando mensajes de amor donde se necesite sosiego y perdón, para así poder enfrentarnos positivamente al juicio de las Leyes Divinas. Podemos ser fuentes de agua fresca que apagan la sed del que bebe en ella, amando para conseguir la unidad de la humanidad y perdonando las ofensas que podamos recibir, tal como nos enseñó el Maestro, para que él mismo sea nuestro hermano y guía en la redención de nuestras faltas. Él siempre está pendiente del necesitado que busca el consuelo en su arrepentimiento, para ser la antorcha de luz que alumbre los caminos incesantes del amor universal, del sacrificio y la voluntad por el bien al prójimo.
    Cuando oigamos alguna historia que nos oprima el corazón, pidamos a Dios que haya perdón entre hermanos y borre el odio y el rencor, abriendo la ventana del razonamiento para rectificar las imperfecciones, para iluminar el camino del perdón que nos lleva hacia Dios. El perdón es símbolo de libertad del alma que la separa del mal; el perdón está atribuido al comportamiento físico moral que lo unifica, en su parte positiva, en voluntad y esfuerzo hacia los demás. Es un gran paso para la libertad del espíritu, la unión fraternal hacia nuestros semejantes. Respetemos la voluntad de Dios. Él nos invita a proseguir en el camino de la redención hacia nuestros hermanos, que nos guían y nos acompañan en el despertar del alma, en un mismo camino de unión fraternal hacia la unidad del espíritu con todo lo creado por Dios. 

Paqui Silvestre -  Amor, Paz y Caridad

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               OUIJA O SESIONES CON VASO: 
              ¡ ATENCIÓN, PELIGRO !
                                 

    
Desgraciadamente, hay que constatar que un buen número de personas, y especialmente adolescentes, que intentan con los amigos o parientes lo que llamamos comúnmente una  "sesión de Ouija" o una "sesión con vaso". Ya sea para entretenerse o porque las personas creen en los espíritus, el simple hecho de entregarse a una sesión de esta clase, puede tener repercusiones negativas sobre los experimentadores. ¿Por qué?. Porque no se trata de un simple juego o de una simple diversión.   

   No, se trata de una experiencia que si se comprueba que una de las personas presentes, posee una facultad mediúmnica latente, permitirá que por su intermedio, uno o varios espíritus se manifiesten. Buscando en Internet y en los foros que tratan más o menos acerca de espiritualidad, he descubierto un impresionante número de testimonios de personas que han participado en una sesión de Ouija o de vaso.
  
   De estos testimonios, resulta principalmente una gran sensación de miedo y hasta de pavor, que ha marcado para siempre a las personas, porque la experiencia vivida ha tomado a menudo giros y proporciones que no se esperaban. Por supuesto, la mayoría de esas personas confiesa que no conocían el Espiritismo y menos aún el peligro de tales experiencias. Hasta los más escépticos dicen haber sido desbordados y manifiestamente traumatizados por los acontecimientos. Pero, ¿qué hizo que esas experiencias hayan engendrado tales temores?. He aquí un extracto de sesión, que entre otras encontré en Internet. Estos testimonios son redactados por anónimos que, a través de sus vivencias quieren informar y advertir a los que desearían realizar experiencias parecidas.

   "Si doy este testimonio  es con el único fin de advertir a toda persona (sin experiencia), que desee hacer una sesión de espiritismo. Cuando tenía 13 años conocí a una niña de 16 años que vivía en la misma aldea que yo. Simpatizamos, y ella me contó su historia. Para comenzar, había perdido a su papá, hacía algunos años a causa de una enfermedad, luego su hermano menor murió a causa de la misma enfermedad. Me contó que en la víspera de la muerte de su hermano, se despertó a media noche y vio el fantasma de su padre parado al pie de su cama. También me confió que en ciertas circunstancias también lo veía. Entonces, un día me propuso hacer una sesión de espiritismo, para tratar de entrar en contacto con su padre. Y por supuesto yo, en busca de sensaciones fuertes, acepté. La sesión se desarrolló en la tarde, en la casa de ella (en su habitación), con puertas y postigos cerrados. Debíamos ser tres, pero la tercera persona nos dejó plantados en el camino porque tenía demasiado miedo. No éramos pues sino las dos, y comenzó la sesión. Estábamos sentados en el suelo, alrededor de una mesita; había una vela sobre la mesa, y para convocar al espíritu de su papá, se sirvió de un dije (obsequiado por su padre), que sostenía encima de la mesa. Ella invocó al espíritu de su papá llamándolo.

Confieso que en ese momento, yo ya no estaba demasiado tranquila. Entonces el dije comenzó a girar violentamente sobre la mesa, y vi los ojos de ella desquiciarse, y su cuerpo echarse a temblar como en un trance. Todo se tornó confuso, y yo tenía la sensación de que una tempestad tenía lugar en aquella habitación, el ruido era ensordecedor. Por miedo, quise tomarla por el brazo y, no se cómo, algo como una corriente de aire, me proyectó un metro hacia atrás, contra el borde de la cama. Estaba semi-consciente. Cuando recobré el sentido el ruido había cesado y ella no se había movido. Vi el dije reducir el movimiento y fue en ese momento cuando la vi salir de "su trance". La tomé por el brazo, yo estaba aterrorizada, y salimos corriendo de la casa. Una vez afuera, le comenté sobre la fuerza que me había proyectado sobre la cama, el dije, sus ojos desquiciados, sus temblores, y aquel ruido ensordecedor.

Pues bien, ella no se acordaba de nada. Como si no hubiera asistido a la escena. Solo se acordaba del comienzo de la sesión y del momento en que yo la había tomado por el brazo para escapar corriendo. Después de esta sesión, por miedo, corte nuestra relación. Debo confesar que algo en ella me producía temor y la sesión de espiritismo me lo confirmó. Después de ese evento, me juré no volver a hacer jamás una sesión de espiritismo nunca más en mi vida. Concluiré entonces, advirtiendo a más personas principiantes, que nunca practiquen una sesión de espiritismo sin estar acompañados por personas serias y competentes en ese campo."

 Este testimonio es muy interesante, pues muestra muy claramente que esta sesión fue practicada por chicas sin ninguna experiencia ni conocimiento de la mediumnidad ni de la filosofía espirita, y que por lo menos una de ellas era más receptora, más sensitiva al mundo de los espíritus. No obstante, esto no hacía de ella una médium, pero su sensibilidad estaba lo suficientemente presente como para atraer la presencia de una entidad más o menos buena, más o menos bien intencionada. Entonces, ¿ qué les pasó a estas dos chicas?. El más allá que nos rodea es solo el reflejo de nuestra humanidad terrestre; en pocas palabras: los espíritus de los difuntos no están todos animados de buenas intenciones. Una persona que tiene un potencial mediúmnico y se ejercita en una experiencia para tomar contacto con los espíritus, asume el riesgo de encontrarse en presencia de un espíritu bromista, incluso a veces hasta peligroso y que puede volverse un espíritu obsesor. Pueden sobrevenir graves desórdenes psíquicos que a veces se pueden emparentar con ciertas patologías psiquiátricas.

  Con esta experiencia, que nosotros calificaríamos de arriesgada, estas dos chicas se precipitaron en un mundo cuyas leyes desconocían y menospreciaron los riesgos. Sabemos que una de las dos chicas abandonó toda comunicación con los espíritus, pero no sabemos si la otra continuó luego sus experiencias y lo que le ocurrió por eso. Sin embargo una cosa es cierta, a la vista de lo ocurrido durante la primera experiencia: si tuvieron lugar otras tentativas, es seguro que habrán ocurrido semejantes resultados, lo que inexorablemente solo puede conducir a la obsesión y en ciertos casos a la posesión. Es pues, por estas razones, que siempre  aconsejamos no aventurarse en querer comunicarse con el más allá, sin conocimientos previos. La práctica del Espiritismo no es peligrosa en sí misma; en cambio una mala práctica del espiritismo y en particular de la mediumnidad, puede resultar arriesgada. Una persona que desee comunicarse con el otro mundo, debe hacerlo obligatoriamente en el marco de un grupo estructurado, experimentado y advertido de que sabrá hacer frente a las posibles dificultades, ya sea que se trate de manifestaciones subconscientes o de intervenciones indeseables de los malos espíritus.

En otras palabras, nosotros desaconsejamos cualquier sesión fuera del marco espírita. Llamar a los espíritus no es un acto anodino. En primer lugar, para que los espíritus puedan manifestarse, es indispensable la presencia de un médium.

Luego, para favorecer el buen desarrollo de la sesión, es preciso que el médium esté rodeado de personas bien formadas y preparadas; mejor aún con la experiencia suficiente de asistir y ayudar en este tipo de trabajos mediúmnicos. 

Para finalizar, reiteramos aquí nuestro consejo de abstenerse de intentar esta clase de experimentos, porque los resultados pueden ser muy serios y hasta trágicos. Pensemos que es una realidad la existencia de estos seres; que los hay buenos y malos, mejores y peores, y sobre todo que no sabemos con quien estamos tratando, ni que clase de ser es . Dejemos estos trabajos a los Centros Espíritas, bien cualificados y sobre todo protegidos por Seres de otros planos espirituales superiores, que actúan controlando o impidiendo esas acciones nefastas a los Seres desencarnados malintencionados que intentan aproximarse a los mediums y a los  asistentes encarnados.

(Trabajo aportado por Mercedes Cruz y completado por Jose Luis Martín)


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¿Cómo  es descrito el Mas Allá por  los  propios Espíritus ?




          Los Seres  espirituales que están bastante más evolucionados que el nivel medio de desarrollo espiritual al que llega el Ser humano actual, lo describen como un lugar muy bello y luminoso, semejante al nuestro,  pero de  mayor perfección y belleza; un entorno luminoso que inspira a sus habitantes sensaciones de paz, armonía y amor.  Los Espíritus que existen en ellos, permanecen en constante actividad, en función del sentido de fraternidad y de Amor que nos debemos entre sí  todos los Espíritus, encarnados y desencarnados. Así, todos conviven en una armonía fraterna, llena de verdadero amor, y continúan juntos aprendiendo lecciones espirituales que les ayudan a progresar y a aprovechar las experiencias humanas que cada uno ha vivido, conociendo que antes o después deberán regresar a la Tierra o al mundo físico que les corresponda, para seguir trabajando y evolucionando.

 Como  vemos, esto nada tiene que ver con ningún  cielo aburrido ni indefinido, de estática contemplación religiosa, ni con ningún nirvana o anonadamiento  estéril e inútil, tal como  lo presentan  en sus particulares conceptos  dogmáticos algunas religiones.

  La misma descripción del Mas Allá  hecha por Seres  habitantes de una franja vibratoria inferior a la de la Tierra, describen  sin embargo sobre ese más allá que conocen, un entorno más  triste, tenebroso y  oscuro que el nuestro.    (Ver  en el libro de André Luiz Nuestro Hogar, la descripción de semejante panorama absolutamente deprimente, angustioso y aterrador, en donde la principal pena es la desesperanza de sus moradores, que viven aterrorizados y dominados por otros que les acompañan en este plano de existencia espiritual, sufriendo toda clase de injurias, amenazas y hasta necesidades "físicas", como son el hambre y el frío, pues se ven continuamente en lodazales, cubiertos de barro y lodo, mientras que su sentido de culpa les atenaza cruelmente hasta el momento en que  finalmente se rinden ante tanto sufrimiento y claman a la desesperada la ayuda y el perdón a Dios aun creyendo que están olvidados de Él; a partir de ahí son rescatados por otros Espíritus misioneros, y conducidos a otro plano espiritual en donde son cuidados y recuperados en hospitales que existen para llevar a cabo esta función recuperadora  ).     

- Jose Luis Martín-               


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COMUNICACIÓN CON SERES QUERIDOS:PREGUNTAS Y RESPUESTAS                       

¿Por qué las madres que lloran a sus hijos, y que serían felices si se comunicaran con ellos, no pueden hacerlo? 

¿Por qué se les impide verlos, incluso en sueños, a pesar de su deseo y de sus ardientes plegarias? 

Además de la ausencia de una aptitud especial que, como sabemos, no se otorga a todos, a veces existen otros motivos, cuya utilidad la sabiduría de la Providencia valora mejor que nosotros. Esas comunicaciones podrían generar inconvenientes en las naturalezas demasiado impresionables. Algunas personas podrían abusar de ellas y entregarse a su práctica con un exceso que sería perjudicial para su salud. 

No cabe duda de que en tales casos el dolor resulta natural y legítimo, pero a veces llega a niveles excesivos. En las personas de carácter débil, esas comunicaciones suelen reavivar el dolor en vez de calmarlo, razón por la cual no siempre se les permite recibirlas, incluso a través de otros médiums, hasta que se encuentren más tranquilas y bastante dueñas de sí para dominar la emoción. La falta de resignación, en esos casos, casi siempre es una causa de retraso. 

También es preciso decir que la imposibilidad de comunicarse con los Espíritus de aquellos a quienes más se ha querido, a pesar de que sea posible hacerlo con otros, a menudo constituye una prueba para la fe y la perseverancia; y en algunos casos, se trata de un castigo. 

Aquel a quien se le deniega ese favor debe considerar que sin duda no lo ha merecido. Habrá de buscar la causa en sí mismo, y no atribuirla a la indiferencia o al olvido del ser cuya muerte lamenta. Por último, hay temperamentos que, más allá de su fuerza moral, podrían padecer el ejercicio de la mediumnidad con determinados Espíritus, incluso simpáticos, conforme a las circunstancias.

 Admiremos en todo la solicitud de la Providencia, que cuida hasta los más pequeños detalles, y sepamos someternos a su voluntad sin quejarnos, pues sabe mejor que nosotros lo que nos resulta útil o perjudicial. La Providencia es para nosotros como un buen padre que no siempre le da a su hijo lo que este desea. 

Las mismas razones se aplican en lo que respecta a los sueños. Los sueños son el recuerdo de lo que el alma vio en estado de desprendimiento durante el dormir. Ahora bien, ese recuerdo puede estar prohibido. Sin embargo, aquello que no se recuerda, no por eso está perdido para el alma: las sensaciones que ella experimenta durante sus excursiones al mundo invisible se presentan al despertar como vagas impresiones, y por esa razón referimos pensamientos e ideas cuyo origen a menudo no sospechamos. Así pues, durante el dormir, es posible encontrarnos con seres queridos y conversar con ellos, pero no recordarlo, en cuyo caso decimos que no hemos soñado. 

Pero si el ser cuya muerte se lamenta no puede manifestarse de una manera ostensible, no por eso deja de encontrarse junto a quienes lo atraen con un pensamiento simpático. Él puede verlos y escuchar sus palabras, y a menudo estos adivinan su presencia mediante una especie de intuición, una sensación íntima, y a veces incluso mediante ciertas impresiones físicas. La certeza de que no se encuentra en medio de la nada, de que no está perdido en las profundidades del espacio, ni en los abismos del Infierno; de que ahora es más dichoso, pues no experimenta los sufrimientos corporales ni las tribulaciones de la vida; de que volverán a verlo, tras una separación momentánea, más bello y resplandeciente, con una envoltura etérea e imperecedera, y no con un caparazón carnal: todo eso constituye un inmenso consuelo, del que no disfrutan los que creen que todo termina con la vida. 

Y eso es lo que el espiritismo ofrece. En verdad, no comprendemos el encanto que puede haber en deleitarse con la idea de la nada, tanto para uno mismo como para los suyos, como tampoco la obstinación de algunas personas en resistirse incluso a la esperanza de que puede ser de otro modo, así como a los medios de obtener su demostración. Decidle a un enfermo que agoniza: “Mañana estarás curado, vivirás muchos años más, alegre y saludable”, y él aceptará ese augurio con alegría. Ahora bien, la idea de la vida espiritual, ilimitada, libre de las enfermedades y las preocupaciones de la vida, ¿no es acaso aún más satisfactoria? ¡Pues entonces! 

El espiritismo no solo brinda la esperanza, sino también la certeza de la vida espiritual. Gracias a esa certeza, los espíritas consideran la muerte de un modo completamente distinto al de los incrédulos. 

Por Allan Kardec, para la Revue Spirite de Agosto de 1866 (Nº 8 del año IX)

Tomado de  Zona Espírita


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